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Capítulo 54 - Fuegos artificiales



Dark.

¿Ilusión?

Una palabra que nunca había considerado como parte de mi vocabulario o algo que en algún momento había sentido. Hasta hace un par de días. La idea de ser padre nunca cruzo mi cabeza, ni si quiera llegue a imaginarlo pero en cuanto supe lo que había pasado con Nish y nuestro pequeño de alguna retorcida forma la idea me sedujo y termino por ilusionarme.

Ver un humano pequeño con el rostro de Nisha de pronto se tornó algo que desee ver y sentir. Pero ahora que tengo la certeza que no es posible porque no es seguro para ella, me parece descabellado incluso haberlo si quiera considerado, mi mundo no es el mundo para una pequeña criatura, llena de luz y de vida.

Nuestro mundo no es para pequeños, no cuando he visto el resultado de lo que hace este en personas inocentes. La oscuridad termina corrompiendo al ser más bondadoso y termina por convertirlos en monstruos que acechan pacientes en la oscuridad para acabar contigo y en definitiva no querría eso para mi hijo o hija.

Suspiro mirando al frente, hacia la desierta vía que nos conduce a la ciudad, una suave caricia sobre mi mejilla hace que gire el rostro hacia Nish, que me observa con atención, su ceño esta fruncido, marcando su rostro con cierta dureza poco característica en ella.

— ¿Estas bien? — murmura y asiento.

— Si, solo pensaba en cosas...

— ¿Puedo saber? — pregunta con curiosidad y rio.

— Nada importante...— le restó importancia, no queriendo tocar el tema.

Esto la destrozo de una forma irreparable, demostrando mi punto, la oscuridad doblega a la luz y termina haciéndose con ella. Sujeto su mano llevando sus nudillos a mis labios donde dejo un beso suave antes de bajarla y dejarla sobre mi muslo.

— Esta bien, ¿A dónde vamos? — pregunta luego de unos segundos.

— Ya lo veras...— ella sonríe, cuando la miro y asiente quitándose el cinturón de seguridad.

Mi ceño se frunce mientras la veo arrodillarse en el asiento acomodándose sobre él, su mirada me busca al mismo tiempo que su sonrisa se ensancha.

— ¿Echas un poco más hacia atrás tu asiento por favor?...— me pide y la veo sin comprender pero obedezco, inclinándome hacia el frente y moviendo el asiento hacia atrás.

Reduzco un poco la velocidad mientras la veo moverse hacia mí, pasa encima de la palanca de cambio y se sienta en mi regazo. Rio cuando se remueve tratando de ponerse cómoda, evitando tapar mi visión del frente, cosa que ella hace segundos después al verme.

— ¿Qué haces amor? — pregunto divertido fijándome de su rostro, al frente hacia la vía y de regreso a ella.

— Quería estar más cerca de ti...— responde con simpleza sonriendo.

Uno de sus brazos rodea mi cuello, para luego inclinar su rostros hacia el mío buscando mis labios para besarme con suavidad, mis ojos se cierran de inmediato y disfruto del breve rose que me acelera el corazón de forma alocada. Nish es increíble y me sorprende constantemente con su osadía.

— ¿Nunca dejaras de sorprenderme, verdad? — pregunto perdido en ese hermoso verde de sus ojos.

— ¿Quieres que lo haga? — suelta elevando sus cejas y rio negando.

— No, justo así me enloqueces...— sus mejillas se tornan rojas y las ganas que siento de besarla otra vez son inmensas.

Pero conducir con ella sobre mí y besarla al mismo tiempo, no es una buena idea por lo que simplemente roso sus labios, mordisqueando suavemente el de abajo para luego volver a poner mi atención al frente. El resto del camino lo hacemos en esa posición, ella sobre mi regazo, acariciando mi nuca con sus dedos, o jugueteando con las cortas hebras de mí cabello, sus dedos acarician mi cuero cabello y la sensación se me hace simplemente placentera.

Cada tanto deja besos suaves sobre mis labios o en mi mejilla, su nariz rosa la mía y ríe con cada cosa que murmuro sobre ella siendo sexy o poniéndome como un tren. No puedo evitar decirle cuanto significa para mí y lo que haría por ella, cosa que la hace mirarme con una intensidad y un brillo en los ojos que me deja aún más entregado.

Cuando las luces de la ciudad nos reciben, presto más atención a mí alrededor, es temprano en la ciudad y hay cierta afluencia de vehículos por lo que no puedo distraerme mucho.

— Sostén el volante un instante...— le pido a Nish que me mira sorprendida pero lo hace.

No quiero liberar su cintura y solo necesito un segundo para presionar uno de los botones sobre el tablero del auto, para comunicarme con Jasón.

— ¿Señor? — el chico responde al primer toque, mientras Nish me observa con curiosidad, sonrió con malicia sin mirarla.

— Entra al sistema de cámaras de la ciudad y elimina toda la evidencia de nosotros aquí, verifica todo y a media noche sabes que hacer...— Nish me mira con curiosidad y sonrió acariciando mi nariz con la de ella deteniéndome en el semáforo.

— Si señor — Jasón finaliza la llama y me dedico a mirarla un momento.

Ella ríe cuando empiezo a dejar besos en su cuello y luego de unos segundos vuelvo arrancar, al tener luz verde, para cruzar en la siguiente esquina. Donde puedo ver el hotel donde nos quedaremos. Una vez llegamos frente a el detengo el auto justo al frente de la ostentosa entrada.

Tomo sus mejillas entre mis manos y la beso justo como quiero y he venido conteniéndome por evitar tener un accidente. Nuestros labios se mueven con desesperación, la pego a mi buscando de eliminar el poco espacio que nos separaba, sus manos van a mi pecho y descienden por el para luego regresar hasta el borde superior y sujetarlo con cierta fuerza, se nota la necesidad que hay entre ambos además de la pasión que desborda la forma en que nos besamos.

La erección en mi pantalón deja en claro cuánto la deseo, sus caderas restregándose contra ella, la forma agitada de su respiración y su cuerpo estremeciéndose sobre mi es la evidencia clara de lo que queremos, pero debemos detenernos gracias al vital oxigeno que perdemos y necesitamos para vivir, aunque podría morir en este instante y morirá feliz. Ella ríe suavemente cuando respiro profundo pegando mí frente a la suya, buscando algo de calma y control.

— Quiero hacerte el amor...— confieso, abriendo los ojos.

Ella sonríe y rosa mi nariz con la suya para luego besarme con suavidad sin dejar de sonreír, como si el gesto se hubiese implando permanentemente en sus labios y le costara dejar de hacerlo.

— Primero debemos cenar, tengo hambre...— comenta coqueta y rio apartando los mechones de cabello que despeine cuando la bese.

— ¿Y si tú eres la cena y el postre? — murmuro tomando su labio inferior entre mis dientes, su cuerpo se estremece y sus ojos se oscurecen un poco más.

— Eso es canibalismo Dark...— murmura juguetona y rio — la sociedad no aprueba el canibalismo...— sonrió de lado por sus ocurrencias, pero pronto la seriedad llega a mi rostro porque lo que diré es tan cierto como toda la sangre que está en mis manos.

— Tampoco el asesinato, ni las mafias, las drogas o el terrorismo y me muevo en todos esos submundos...— respondo encogiéndome de hombros — no me importa en absoluto lo que apruebe o no la sociedad nena...— ella ríe negando y suspira acariciando mis mejillas y acunándolas para verme con intensidad.

— Eres el hombre más encantador que conozco...— sonrío antes de girar el rostro y besar la palma de su mano.

— Claus no estaría de acuerdo con eso — bromeo y ella ríe asintiendo — pero puede que tengas razón o simplemente soy encantador solo contigo — su sonrisa se ensancha pero no he terminado aún — aunque también soy el más peligroso...— le dejo en claro y ella ríe a carcajadas asintiendo.

Aunque ríe con ganas, el que lo haga de esta forma me hace verla de otra manera, hace un par de años estoy seguro que se habría tensado y el miedo brillaría en su mirada, en este momento solo hay diversión, seguridad y aceptación, cosas que me demuestran que Nish ya es parte de todo esto que vivo.

— Tienes razón Claus no estaría de acuerdo y te aseguro que fingiría estar ofendido por mis palabras — se encoge de hombre y rio porque seguramente eso haría — y lo sé, definitivamente eres el hombre más peligroso que conozco, pero eso solo te hace más sexy y encantador...—esta vez soy yo quien ríe a carcajadas.

¿Desde cuándo a Nish le parecen sexy los hombres como yo? No lo sé y tampoco me importa, pero el que lo diga con esa confianza y seguridad solo confirma que aunque sea luz, la oscuridad la alcanzo y no podría sentirme mas orgulloso y amarla mas al saber que esta bien con llevar un poco de ella dentro de sí.

Descendemos del auto para entrar al Grand Hotel, donde nos hospedaremos esta noche. Aunque por el momento solo debemos subir a la suite y esperar que nos sirvan la cena. Pensé en llevarla a un restaurante y hacer algo típico, pero al final decidí hacerlo lo más íntimo posible, solo nosotros dos.

Mientras subimos en el ascensor, Nish me habla sobre sus pláticas con Claus. Siguen pasando mucho tiempo juntos y aunque no me disgusta que lo hagan puedo notar cuanto significa ella para él y viceversa, cosa que me deja en claro que a pesar de todas las mierdas que desencadenaron la traición de mi mejor amigo ella pudo seguir adelante y perdonarlo, lo que demuestra que esta mujer por más mierdas que haya pasado tiene un corazón enorme.

Una vez en la habitación se libera de mi agarre y se interna en la amplia suite mirando a su alrededor encantada, sonríe ampliamente mientras camina hacia el balcón donde la espera la mesa para dos que pedí que organizaran, la felicidad cubre su expresión y verla así solo me llena y me hace sentir pleno, podría pasar la vida entera haciendo cosas así solo para verla sonreír de esta manera, en cuanto la alcanzo sus ojos me miran con calidez y rodea mi cuerpo con sus brazos.

— Esto es muy lindo de tu parte...— susurra y rio.

— Es solo una mesa para dos...— le restó importancia y ríe.

— No esto...— dice señalando la mesa — el haber aceptado venir aquí y dejar de lado todas las responsabilidades y asuntos pendientes para tener una noche juntos como dos personas normales — rio y acaricio su mejilla antes de dejar un beso en su labios.

— No somos para nada normales, pero dejaría todo Darkness solo por estar contigo y vivir esta normalidad a diario...— murmuro mirándola a los ojos y ella sonríe, para luego negar.

Darkness no sería la organización que es si no estuvieras tú al frente y tú no serias Dark si no fueras el líder de esta...— rio, pero ella continua sin dejarme responder — no hay nadie mejor que tú para ocupar ese lugar, solo alguien como tu podría ser el líder de la organización criminal más peligrosa del mundo y aun así no hacerse con el control de este, eres equilibrio dentro de la oscuridad...— rio ante sus palabras pero me sorprende que sepa estas cosas y que las exprese con tanta calma.

— ¿Cómo sabes que Darkness tiene tanto alcance? — pregunto curioso, ella se encoge de hombros.

— Ella investigo — responde y entiendo que se refiere a su alter — y me ha dejado saber ciertas cosas...— murmura desviando sus ojos de mi — cosas de ti...— mi ceño se frunce.

— ¿De mí? — pregunto sin comprender.

— Si, sobre quien eras o quien fuiste antes de llegar a la organización...— elevo una de mis cejas confuso y mi cuerpo se tensa ante sus palabras.

— ¿Qué? — que ellas tengan esa información de alguna forma enciende alarmas en mi cabeza.

— Creo que sabe más de ti de lo que cualquiera además de Claus podría saber...— trago con fuerza y siento la incomodidad aumentar en mi pecho, esto no me gusta.

— No entiendo...— le dejo saber pero ella permanece en silencio unos instantes antes de cerrar sus ojos y tensarse.

En respuesta me tenso, reconociendo sus reacciones, su alter acaba de venir a jodernos y es lo que menos quiero, no esta noche, no en este momento, me viene bien la tranquilidad que nos ha cedido pero sé que también está tramando algo, es demasiado astuta y jamás nos dejaría tanto tiempo en paz si no buscara algo a cambio y con lo que está por venir creo saber que me pedirá.

— ¿Nena? — la llama alzando su mentón con mis dedos.

Nuestras miradas se encuentran y veo cierta duda en ellos, pero luego volver a ser esa mirada cálida y brillosa que me encanta.

— No importa...— acaricia mi mejilla y se levanta sobre la punta de sus pies y alcanza mi boca besándome con lentitud.

Cierro los ojos y disfruto del momento, olvidándome de lo que acaba de decirme e ignorando todas las alarmas que gritan en mi cabeza que tengo que tener cuidado. Disfruto de sus brazos rodeando mi cuello, de su aroma suave, de sus labios moviéndose sin prisa y con deseo sobre los míos. La abrazo pegándola a mí, acariciando la piel de su espalda que logro tocar al meter mis manos debajo de su blusa, su piel se eriza y sonrió alejándome un poco de ella.

— Detener el tiempo no bastaría...— murmuro — ni todo el poder del mundo en mis manos si no estás en mi vida...— abro los ojos y la miro con intensidad — nada de lo que tengo o podría tener se compara con despertar cada mañana y verte dormir a mi lado...— sus labios me regalan una hermosa sonrisa.

— Una vez te dije, que eres la luz en medio de mi oscuridad...— asiento recordando la primera vez que estuvimos juntos.

— Tu eres luz nena...— beso sus labios antes de continuar — soy oscuridad y vivo rodeada de ella, nunca me ha importado ser parte de esta y me he sentido cómodo la vida entera, como soy, no me arrepiento de nada — miento.

Porque hoy por hoy solo una cosa me pesa y es haberla dejado ir cuando decidió hacerlo, de haberlo hecho nada de lo que paso, pesaría sobre nosotros, pero es algo que no vale la pena traer a colación.

>> Pero tu...— acaricio su mejilla — tú me enseñaste que la luz puede ser tan seductora y fascinante como la misma oscuridad...— sonríe.

— Ambos llenamos de luz la oscuridad que rodea al otro...— asiento y vuelvo a besarla.

Esta vez es un beso cargado de pasión, de necesidad, las ganas acumuladas exponiéndose. Ella empuja mi pecho y me obliga a caminar hacia atrás donde con pasos torpes tropezamos hasta alcanzar el borde de la cama, olvidándonos de la cena, de la oscuridad, de los peligros y los planes previos.

Sus manos se mueven por mi pecho, sobre la tela de camisa hasta el borde de mi pantalón donde empieza a deshacer el cinturón más unos suaves golpes en la puerta detienen sus intenciones y las mías.

Sus mejillas se calientan dándole un tono sonrojado y rio al ver lo que ella observa mordiendo su labio inferior. Acomodo la erección que amenaza con romper mi pantalón y beso sus labios antes de separarme de ella, no negare que odio la interrupción pero cualquier cosa que haga a su lado es perfecta.

— Llego la cena...— ella asiente y se gira abanicando su rostro acalorado.

La veo alejarse nuevamente hasta el balcón y guiado por ese impulso de no apartarme de ella, la sigo, tomándola de la cintura, la giro con delicadeza y estampo mis labios en los suyos. La beso con necesidad, con cierto desespero y con todo el amor que siento por ella. Los golpes en la puerta insisten y sonrió sobre sus labios cuando jadea.

— Te amo...— murmuro antes de liberarla y caminar hacia la puerta donde un hombre seguido de dos mucamas entran con un par de carritos repletos de platillos.

Nish sonríe ante el despliegue elegante de los platos y niega con la cabeza divertida. Mientras ellos se dedican a acomodar la mesa. Meto las manos en los bolsillos de mi pantalón mientras ella ve con curiosidad lo que empiezan a servir, en el momento en que una risa divertida detrás de mí me hace poner los ojos en blanco y girarme al reconocerla.

— Buenas noches, seré su mesonero personal...— suelta Claus con una enorme sonrisa.

Mis ojos recorren su aspecto y juro que si no estuviera tan de buen humor lo sacaría de aquí a patadas, lleva un traje elegante negro, con corbata y un pañuelo blanco sobre su antebrazo.

— ¿Qué haces aquí? — le espeto, mientras Nish se acerca a nosotros riendo, al escucharlo.

— No me resisto a ustedes, son como una droga, imposible dejarlos...— responde divertido y bufo exasperado.

Nish se acerca a él y deja un par de besos en sus mejillas, antes de separarse y sostener sus manos, el la mira con una amplia sonrisa y ese brillo cálido que pocas veces he visto en la mirada de mi mano derecha.

— En serio me encanta que no puedas, ni quieras despegarte de nosotros, pero justo en este momento Dark y yo queremos estar solos...— rio suavemente ante la elección de palabras que ha decidido usar y como los ojos de Claus se abren desmesuradamente y lleva una mano a su pecho.

— ¿Otra vez? — Se queja — hermosa comienzas a lastimarme profundamente y creo que mi corazón no tendrá arreglo — hace una pausa y me mira con picardía — a menos que compartas a Dark conmigo y esté dispuesto a dejarme enterrar mi polla en su culo — ella ríe a carcajadas y niega con la cabeza.

Luego Claus la rodea con sus brazos, dándole un fuerte y apretado abrazo para después besar su frente. Sus ojos se desvían una vez más hacia mí y cuando la seriedad reemplaza su expresión divertida, sé que está aquí por algo más que molestar, algo importante.

Sin soltar a Nish lleva una de sus manos al interior de su saco y saca un sobre negro, mira de soslayo a Nish y luego el sobre para luego girarse, duda unos instantes y termina por tenderlo en mi dirección.

— Lo siento, pero deberías ver esto después de tu cena...— comenta con expresión preocupada lo que me hace fruncir el ceño, extiendo mi mano y tomo el sobre — he venido solo por eso, no quiero arruinarles la noche, pero creí que debías saberlo lo más pronto posible...— asiento y sostengo el sobre entre mis manos.

— ¿Pasa algo malo? — pregunta preocupada Nish mirando a Claus que sonríe, retomando su postura divertida y despreocupada.

— Siempre están pasando cosas malas hermosa, vivimos en un mundo lleno de maldad...— se encoge de hombros y vuelve a besar su frente antes de soltarla y pasar junto a ella hacia la mesa, donde los platillos están servidos.

Levanta una de las tapas de metal donde descubro que están los postres, sus ojos brillan como los de un niño cuando descubre que hay tres volcanes de chocolate y rio al verlo tomar uno, con cierto desespero, se gira y lo eleva con una amplia sonrisa.

— Me tome la libertad de pedir uno de más, nos vemos luego...— le guiña un ojo a Nish y a mí me lanza un beso — no griten no quiero enterarme de sus cochinadas...— hace una pausa y mira sobre su hombro — o quizás si — Nish vuelve a reír mientras el sale de la habitación degustando el postre con los ojos cerrados.

Una vez sale, los demás lo siguen dejandonos solos, Nish observa el sobre entre mis manos y suspira, caminando hacia mí. Lo toma y lo deja sobre la cama. Para luego mirarme seria.

— Solo unas horas en la luz ¿te parece? — sonrió.

— Una vida entera si quieres...— respondo y ella ríe.

— Me bastan unas cuantas horas, luego debemos regresar a donde pertenecemos...— rosa su nariz con la mía y mi pecho se calienta al saber que ya siente mi vida como suya.

Nos sentamos a cenar, mientras conversamos sobre banalidades, me cuenta sobre lo que le gustaría hacer una vez las cosas terminen y Griffin muera. Sus sueños de alguna forma siguen allí y sonrió al verla disfrutar de este momento, como si nunca hubiese pasado por toda esa mierda del secuestro y los abusos.

Después de un rato estamos de pie en el balcón contemplando las estrellas como en aquella primera cita que tuvimos, la veo darle un sorbo a su copa de vino en el instante en que unas campanadas en algún punto de la ciudad anuncian la media noche y justo en ese momento todo a nuestro alrededor se apaga sumiéndonos en la oscuridad, el eco de las campanadas permanece en el silencio.

Nish se alerta enderezando su cuerpo y pegándose a mí, algunos gritos suenan en la distancia, consternados por el repentino apagón y rio negando con la cabeza cuando la última campana anuncia las 12 en punto, es media noche y el cielo se ilumina con una explosión sobresaltando a Nish a mi lado, su rostro se ilumina con un tono rojizo y mi sonrisa se ensancha cuando mira hacia el cielo.

Un montón de fuegos artificiales iluminan la noche y su rostro se tiñe de distintos colores, sus ojos brillan maravillados y yo lo único que hago es mirarla embelesado, enamorado de cada rasgo de su rostro. De pronto empieza a reír y se gira para verme.

— ¿Esto es cosa tuya, no? — me encojo de hombros y asiento.

Ella ríe y me abraza pegando su cuerpo al mío, sus ojos húmedos y esa enorme sonrisa que me hace sonreír de la misma forma.

— Gracias...— murmura posando su frente en la mía.

Beso sus labios y permanecemos en silencio disfrutando del espectáculo que Jasón se ha encargado de montar en el cielo de Oslo solo para y por ella. Una vez el último cohete explota en el cielo extinguiendo los colores en el cielo, las luces regresan a la ciudad como si nada hubiese pasado y Nish suspira entre mis brazos.

— Te amo Ratko...— murmura mirándome con intensidad.

— Lo se Nish, yo también te amo...


Claus

La brisa sopla con intensidad a mí alrededor, golpeando mi rostro, me estremezco por el frio y maldigo para mis adentros el clima de este lugar. Deshago el nudo de mi corbata y me siento en el borde del edificio, con mis piernas colgando al vacío y mis ojos fijos hacia abajo mientras espero a que llegue Max.

Los minutos pasan y yo me pierdo en mis pensamientos, en todas las cosas que están por pasar, en la ansiedad que una en específico genera en mí, dejándome claro que además de Dark y Max hay alguien más que se ha ganado mi cariño y mi preocupación.

El Nish y la operación de captura del hijo de puta de Griffin me tienen de los nervios y no porque piense que algo pueda salir mal, porque es evidente que nada así pasara y si lo hace Dark seguramente ya tiene como mil planes de respaldo para hacerse cargo de ello. Pero el que ella este allí, ese primer encuentro después de todo lo que ha pasado no debería ser en pleno campo de batalla.

Elevo la botella de vino y le doy un sorbo directo mientras veo como la rubia más sexy que conozco hace su entrada en la ciudad en esa enorme motocicleta negra. Sonrió de lado porque Max siempre será algo digno de ver. No solo porque es jodidamente caliente y hermosa, simplemente atrae las miradas de todo el mundo sobre ella.

La veo detenerse frente al hotel y descender sin quitarse el casco que le cubre por completo el rostro, lleva un pantalón de cuero, cazadora del mismo material todo de color negro, lanza las llaves al valet parking y camina con seguridad hacia el interior del edificio. Sonrió ante la sensualidad con la que Max se mueve por el mundo, como si le perteneciera.

Minutos después la puerta que da hacia la azotea se abre, miro sobre mi hombro para mirar a la rubia que camina hacia mí, ya no lleva el casco y la chaqueta de cuero está abierta exponiendo una camiseta blanca ajustada con una escote que deja ver la curva de sus pechos.

Deslizo mi mirada por su cuerpo, devorándola con los ojos y me observa divertida al ver mi aspecto y como la miro, niega con la cabeza.

— ¿Molestándolos? — pregunta señalando mi atuendo, antes de sentarse a mi lado.

— Como siempre...— me encojo de hombros, ganándome esa sonrisa coqueta que deja ver su perfecta y blanca dentadura.

Le tiendo la botella, después de dar un sorbo, ella eleva una de sus cejas y la recibe gustosa para luego dar un trago largo, dejándola en seguida entre ambos.

— ¿Qué haces aquí arriba? — pregunta curiosa, mirando el paisaje debajo de nosotros.

— Esperándote...— me encojo de hombros y sonrío en su dirección, ella pone sus ojos en blanco pero sonríe — veras Max estos días he estado pensando en lo efímera que es la vida...— murmuro, ella ríe mirándome divertida.

— Claus en modo filosófico, esto es nuevo...— se burla y rio.

— Hablo en serio Max...— me giro mirándola, sus ojos brillan y su sonrisa se desvanece de a poco ladeando su rostro.

— ¿Qué pasa?

— Tenemos la ubicación de Griffin y la confirmación visual que necesitábamos, está en la mansión del viejo...— le explico, ella asiente y yo continuo — los rusos van por él, Dark va por él, Seth incluso Nisha...— enumero los que desean la cabeza del bastardo y ella me observa atenta —sabemos que si alguien se mete en su camino de cualquiera habrá más problemas de los que suele haber por quitar de en medio a un cabecilla, así hablemos del inútil de Griff — ella sonríe y suspira.

— Ark me envió el informe y lo leí antes de venir aquí, pero ¿qué te preocupa?

— Vitaly me preocupa...— respondo desviando mis ojos hacia el horizonte, hacia el cielo estrellado.

— ¿Por qué? — suspiro.

— Volkov cree que esta en algo grande, algo que involucra destrucción a gran escala, pero no ha logrado determinar que es...— me encojo de hombros y la veo — aún sigo creyendo que todo tiene relación Max — ella frunce el ceño y me ve sin comprender — los ataques en USA, en el castillo, para mí todo tiene relación, llámame paranoico pero tengo la certeza que es así y sea lo que sea que este por pasar será muy grande — ella eleva sus cejas y suspira.

— ¿Lo dices por lo que te dijo Rachel, verdad? — pregunta, mi cuerpo tensándose considerablemente ante la mención de esa maldita mujer.

— En parte si...— respondo — esa hija de puta trabajaba para alguien y estoy seguro que ese alguien busca la cabeza de Dark, esta vez no creo que sea solo un idiota con ansias de poder, creo que esta vez hay algo mucho más importante que el simple hecho de matarnos...— ella suspira y sonríe con pesar.

— Siempre habrá alguien que quiera la cabeza de Dark...— rio.

— Ninguno tan estúpido como para ir por ella...— su sonrisa se ensancha y asiente — hasta ahora, tomarse tantas molestias con esos sujetos, no es normal Max...

— En eso tienes razón...— hace una pausa y suspira — pero sigo sin entender que tiene que ver todo esto con que la vida es efímera y tu modo filosófico — rio.

— Tiene todo que ver...— suspiro mirando mis manos sobre mi regazo — has estado en mi puta vida por más tiempo que cualquiera además de Dark y te debo mucho hermosa...— murmuro girándome para verla, elevo mi mano y acaricio su mejilla — te quiero...— suelto sin más, sus ojos se abren ligeramente sorprendidos y su mano se apoya sobre la mía, suspirando.

Sé muy bien que el corazón de Max siempre pertenecerá a Dark, al menos una gran parte de él, aunque haya decidido dejarlo estar y aunque haya aceptado a Nisha, sé que aun así lo ama y dudo mucho que eso cambie con el paso del tiempo. Pero mi corazón también pertenece a alguien que ya no está y que ni siquiera existió.

Así que estamos en el mismo barco hundido, amamos personas que no nos aman y vivimos con ello. Solo que quizás podemos estar juntos y navegarlo en la misma dirección. No sé qué estará viendo en mí pero sus ojos se humedecen, se inclina sobre mí y termina juntando nuestras bocas. Es un beso lento, hasta cierto punto tímido, tan poco usual, nada característico de nosotros, pero está cargado de muchas emociones.

— Estaré aquí siempre Claus, tanto para ti como para Dark, son mi familia y los únicos por los que daría mi vida...— sonrío, porque confirma lo que creo y siento.

— De eso se trata que mientras estés viva quiero compensar lo que has hecho por mi...— su ceño se frunce y respiro profundo antes de decir las siguientes palabras — quiero estar contigo...— me arriesgo a todo y lo suelto sin más.

— Estamos juntos Claus...— ríe nerviosa y sonrío por ello.

— Si, pero más a como están Nish y Dark...— digo divertido y su ceño se frunce.

— ¿Estás diciéndome que quieres una relación? — rio y frunzo el ceño.

No estoy seguro si esos dos tienen una relación propiamente dicha. A ver que hasta donde yo sé, Dark no le ha pedido que sea su novia o alguna mierda así, pero supongo que se sobreentiende ¿no?

— Si lo dices así suena horrible — bromeo y ella pone sus ojos en blanco bufando por mi retomada falta de seriedad — recuerda que mi corazón y mi polla son de Dark...— ella ríe y vuelve a ver hacia la ciudad.

— No suena horrible Claus...— murmura y suspiro, se cuánto desea estar en el lugar de Nish y es una mierda desear algo que otros tienen y que sabes que jamás podrás tener.

— No confió en las mujeres, me costaba hacerlo antes y cuando lo hice salió mal — murmuro — al menos no en otras que no sean tú y Nish...— le dejo saber, ella vuelve a mirarme y sonríe — pero si tuviera que escoger a alguien en esta vida, aun sintiendo lo que siento por...— hago una pausa y su rostro se torna serio, sabe muy bien que no la he superado y quizás nunca lo haga.

>> pero, si tuviera que elegir a alguien en este instante ese alguien serias tu Max, sin duda alguna...— hago una pausa y rio — aunque quiero follarme a las gemelas...— comento con diversión tratando de restarle peso al momento por lo que me gano un golpe en el pecho y una mirada asesina.

— Ni se te ocurra...— me amenaza y muevo mis cejas de arriba abajo con una sonrisa perversa en respuesta.

— Oh vamos nunca he follado con gemelas...— Max pone los ojos en blancos bufando exasperada.

— Adiós al Claus filosófico y profundo, hola al gilipollas de siempre — rio.

— Profundo puedo meterte la polla — le digo acercándome a ella, pero me evita y rio continuando — follar gemelas debe ser una experiencia interesante...— insisto lo que consigue que Max saque un cuchillo de un costado de su cuerpo y me apunte con él.

— Te cortare los huevos si te le acercas a esas dos...— me advierte y rio a carcajadas antes de tomar su quijada y besarla.

Esta vez es un beso de los míos, intenso, salvaje, sin cuidado, besos que solo Max y yo nos damos. En ese mismo instante empiezan a sonar las campanadas advirtiéndome que esta por empezar el espectáculo, pero demoro un poco más en dejar de besarla, disfrutando del morbo que despierta en mí, cuando libero su boca Max jadea y sonríe coqueta.

— Eres un demente...

— Lo sé y así me quieren, — le guiño un ojo — así que es lo que hay...— me encojo de hombros y le señalo la ciudad con un gesto de la cabeza — antes que todo se vaya a la mierda y nos asesinen quiero que sepas que eres una muer increíble Max...— ella desvía sus ojos al mismo tiempo que todo se vuelve oscuridad y el cielo se ilumina con los fuegos artificiales.

Sus ojos se abren como platos y sonríe como rara vez la he visto hacerlo. Sus ojos se humedecen y veo caer algunas lágrimas que me ocupo de limpiar, consciente que este tipo de actos, le recuerdan a sus padres y las celebraciones del 4 de Abril. Su cabeza se apoya en mi hombro y la abrazo pegándola a mi cuerpo. Beso su coronilla y permanecemos en silencio disfrutado de un espectáculo prestado.

— Te quiero Claus y nada me haría más feliz que estar contigo...— la escucho murmurar.

Sonrió satisfecho al darle un poco de felicidad a la única mujer en mi vida que a pesar de toda la mierda que he hecho y que conoce todos los demonios que llevo dentro es capaz de quererme de verdad.


Nota del autor: hola mis Darklings aqui esta el capitulo que tenia alli terminado y sin editar, creo que ha sido el capitulo que mas he tardado en escribir en mi vida. Pero uno que disfrute y me lleno muchisimo, un poco de amor antes que se desate el caos, las muertes y el drama. espero haya disfrutado de el. 

Con este capitulo estamos aun mas cerca del final uno que no se como alcanzar porque no quiero que termine. Pero tiene que... 

En fin al capitulo, que les ha parecido Dark y Nish? 

Hablemos de Claus y Max, en serio a veces el amor que le tengo a Claus se triplica y en capitulos como este pasa. y ustedes? El tema del media me parece tan acorde para ambas parejas que no me resisti.  

En fin gracias infinitas por el apoyo, por leernos y estar aquí, les amo y GRACIAS TOTALES!

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