Nisha.

Mi piel se eriza mientras camino por el pasillo, miro sobre mi hombro y aun puedo ver la puerta de metal a algunos metros de distancia. Suspiro cuando noto que el pasillo se extiende un par más de metros al frente. No me siento tranquila, pero continuo al llegar al final del corredor me detengo al encontrar una pequeña sala rectangular quizás de tres por cinco metros, no hay nada en el lugar, está completamente vacío.

Mis ojos de pasean por el lugar sin comprender qué demonios es esto, las paredes son lisas y de color oscuro hasta que me topo con una ventilación en el lado superior derecho de una de las paredes, mientras observo las demás descubro una en cada pared, mi ceño se frunce y cuando doy un paso al frente mi pie se hunde ligeramente en el suelo.

Escucho un clic y otra ventilación aparece en el suelo, mas esta parece más un drenaje, miro a mí alrededor sin comprender y suspiro. Dando otro paso, sé que lo pise atrás debí haber abierto esa "trampilla" me inclino sobre ella y reviso sin lograr ver nada.

En cuanto estoy por ponerme de pie un humo blanco empieza a salir por el drenaje y de inmediato me pongo en pie sorprendida. Miro a mi alrededor y de cada una de las ventilas también se desprende el mismo humo blanco. De inmediato llevo mis manos a mi nariz y maldigo la existencia de Dark es una maldita trampa.

Camino hacia la salida del pasillo y me apresuro con la tonta idea de alejarme lo más posible del área y alcanzar la puerta consciente que no se abrirá y que posiblemente estaré aquí drogada hasta que Dark lo decida, justo como hizo con Zarek.

Continúo andando pero el pasillo se me hace interminable, apoyo una de mis manos en la pared al sentir el breve mareo que me desorienta y de pronto mi visión se emborrona. Parpadeo moviendo mi rostro hacia los lados y el hacerlo me hace sentir peor. Cierro mis ojos trato de concentrarme, sea lo que sea que salió por esas ventilas es de efecto muy rápido, pero no me siento débil, solo aturdida. Abro mis ojos humedezco mis labios sintiendo la garganta repentinamente seco.

El pasillo que se extiende delante de mí se divide en dos haciéndome consciente que esto está afectando mis sentidos, presiono mis manos en puños y siento como el odio crece en mi interior por el hijo de puta de Dark. Creí que después de los del bosque o el avión no volvería a joderme, Nish le importa demasiado pero creo que he vuelto a subestimarlo.

Estoy fiándome de su amor por ella, pero es evidente que puede pasar sobre el para mantenerla a salvo así eso implique lastimarla un poco en el proceso. De pronto frente a mí se materializa una sombra y mi ceño se frunce cuando va tomando forma y de pronto tengo al alcance un rostro.

Sonrió al reconocerlo y siento como el alivio me invade, lo veo acercarse a mí y estiro mi mano en su dirección, mientras empiezo andar. Su sonrisa pícara y cálida me hace morder el labio continuar para alcanzar la mano que me tiende. Sus dedos se cierran sobre los míos y siento el fuerte tirón que me hace chocar contra su pecho.

— Estas bien...— murmuro aferrándome a su chaqueta de cuero.

Respiro profundo llenandome con su aroma y por un instante me siento tranquila, el saber que Dark no lo lastimo por mi culpa me tranquiliza. Puedo ser una hija de puta con todo el mundo pero el ratón se ha ganado mi cariño, mi respeto, mi lealtad.

— Nunca había estado mejor ahora que te tengo entre mis brazos...— mi ceño se frunce cuando percibo esa ronquera en su voz.

Mi piel se eriza y todas las alarmas se encienden cuando ese tono no es el cálido con el que siempre me habla. Mi corazón late desbocado e intento apartarme llena de dudas y sorpresa. Cuando mis ojos encuentran esa mirada verdosa cargada de superioridad, de arrogancia y demencia todos los vellos de mi cuerpo se erizan

Esa sonrisa malvada que he visto tantas veces en el recuerdo de Nisha me perturba y la ira corre por mis venas, pero no consigo moverme, de pronto un sollozo.

— No, no, no, no, no...— su voz se va haciendo cada vez más audible y agito mi cabeza tratando de centrarme en el hijo de puta que tengo e frente.

Elevo mi mano para golpearlo o al menos eso intento pero no lo consigo, una de sus manos se cierra sobre mi mejilla y mi cuerpo empieza a temblar no sé si de ira, desesperación o de miedo.

— No, no, no, no otra vez no...— otra vez su voz.

— Te encontré esposa mía...— el susurro sobre mi cien me hace apretar los puños — y esta vez no me apartare de ti hasta que lo único que puedas necesitar para sentirte viva sea yo...— una de sus manos sube por el cortado de mi cuerpo y las ganas de vomitar llegan a mi garganta.

Entre tanto el dolor se acrecienta en mi pecho, la confusión es mayor y el miedo crece con cada centímetro de piel que acaricia. Sus labios se pegan a la piel de mi mejilla y esa voz grita una vez más.

— ¡NO ME TOQUES, DEJAME! — sus manos me asquean, su toque me desagradada.

— Aléjate...— jadeo y lo escucho reír.

— ¿Por qué si querias venir a mí no? — la burla en su voz me desespera — querias que te encontrara y decidiste venir a mi...— su dedo acaricia con pausa mi labio inferior y siento una lagrima descender por mi mejilla.

— No, no, no, no, no, no por favor, has algo...— su voz grita cargada de angustia y mi pecho arde con desesperación.

— No me toques hijo de puta...— espeto entre dientes pero el continua con su suave y lenta caricia sobre mi boca.

Mi respiración se agita y me duele el pecho, la cabeza y la existencia misma. Sus ojos me miran con una demencia que anuncia sufrimiento y dolor. Sus rostro se inclina sobre mí y su boca deja un casto beso sobre mis labios que me aprieta el corazón y me llena de impotencia.

— Eres mía Nisha...— murmura sobre mi boca recorriendo mi abdomen hasta alcanzar uno de mis pechos.

Los gritos se incrementan y creo que la cabeza va a explotarme al igual que creo que sus gritos harán que su garganta sangre.

— Para, por favor te lo suplico, no otra vez...— mi piel se eriza y más lágrimas de frustración salen de mis ojos sin poder hacer nada entre sus brazos — no quiero, por favor...— solloza y grita una vez más cuando siento como sus labios se cuelan en la curvatura de mi cuello — ¡MATAME! — Grita y el dolor me consume — prefiero morir a estar con él otra vez...— la frustración me corroe el alma.

Y de pronto un dolor horrendo se apodera de la parte baja de mi cuerpo, en mi vientre, mis ojos se abren como platos y suelto un quejido.

— Si vienes conmigo no puedes traer nada suyo...— me quejo otro poco cuando tuerce el filo en mi vientre y su grito llena todo el espacio.

— ¡Nooooooo! — es un grito desgarrador, lleno de angustia, dolor y desesperado que me ensordece.

— Digámosle adiós al pequeño Ratko en tu interior...

El dolor me consume, la desesperación, la angustia, la frustración, la ira, la desolación de haberme dejado atrapar una vez más. De haberla defraudado, de no haberla podido proteger, presiono mis dientes con fuerza y hago un esfuerzo sobre humano y por fin logro empujar su cuerpo de mí.

Mis ojos caen en mis manos ensangrentadas y en ese objeto enterrado en mi vientre, una tijera mi ceño se frunce y de pronto demasiadas voces llamándome, pero la suya por sobre todas las demás.

— No, no, no, no, no, no, no mi bebe no, por favor, no, no para el sangrando, detenlo, por favor no...— siento las lágrimas caer por mis ojos y el dolor me traspasa el alma como si fuera mío. Más voces llamándome.

— Nisha, Nisha, Nisha...— gritan sin cesar la angustia llenando sus tonos.

Me tambaleo aturdida sin dejar de ver mis manos cubiertas de sangre, miro al suelo donde las goteas caen manchando el concreto y el dolor es intenso, abrumador.

— Mierda, hermosa ¿Qué hiciste? — esa voz me hace elevar el rostro y lo veo otra vez.

La alarma en su voz me destroza pero más lo hace el saber que lo que llevo dentro posiblemente no este con vida. Doy un paso al frente y me tambaleo. Miro al suelo y lo que veo en el me detiene la respiración. El cadáver de mi madre, el disparo en su frente sus ojos mirándome sin vida, Mou sobre su abdomen bañándola de sangre que sale de su cuello.

El ruido de está ahogándolo me hace gemir de dolor, junto a ellos, mi padre con demasiadas heridas en el cuerpo y una nota clavada con un cuchillo en su ojos y...

Grito.

Grito como nunca en mi vida he gritado antes, llena de ira y frustración, mientras su grito se construye en mi cabeza y se une al mío. Gritamos juntas sintiendo el dolor, la ira y la frustración, ambas sintiendo las emociones la una de la otra.

— Para hermosa...— nuevamente la voz de Zarek llena mi espacio y siento como su cálido cuerpo se pega al mío — su voz susurra algo en griego y sollozo llena de dolor e impotencia.

— Lo mato...— murmuro con la voz rasgada por el dolor y enronquecida por el grito.

— No hermosa, no fue el...— sus manos acunan mis mejillas limpiando mis lágrimas mirándome como si fuera lo más hermoso que ha visto en su vida y sonríe — fuiste tú...— su sonrisa se vuelve maliciosa y sus manos se cierran con más fuerza sobre mis mejillas.

— ¿Ratón? — murmuro en un jadeo sintiendo como sus manos presionan más y más sobre mis mejillas.

— Ya no más Nisha...— y un fuerte puntada en mi cabeza me enceguece y todo se vuelve oscuridad. Siento mis rodillas golpear contra algo duro y caer sobre el suelo.

— Lo siento Nish... lo intente...— murmuro antes de dejarme ir.

Dark.

La veo desplomarse delante de mí con el peso de las alucinaciones que la rodean. Mi cuerpo se tensa cuando su cuerpo cae sobre el concreto y mis dientes chocan entre sí con la presión que ejerzo al morder. Desvíos mis ojos hacia el griego que mira todo con dolor en la mirada.

Hay demasiada confusión en mi cabeza en este instante. Hay cosas que dijo que no comprendo y me cuesta comprender, pero ahora tengo demasiado claro sus miedos.

Los de ambas.

No me muevo mientras aguardo a que pasara luego, en su mirada y su expresión llena de dolor fui capaz de reconocer ese momento en que la fuerzan hacer el cambio. Nish puede despertar y no sé qué tan conveniente sea esto en este instante. Mi cuerpo se tensa cuando su espalda se convulsiona y los sollozos empiezan a escucharse.

— No debiste presionar tanto...— murmura el griego a mi lado.

Mis ojos se desvían hacia él y su rostro lleno de heridas me recibe. Desvía su mirada de mí y respira con pesadez. Mis ojos se pasean por su cuerpo y sonrió con satisfacción al ver su estado. Sus brazos están atados a cadenas que lo sostienen, parece estar crucificado. Sus rodillas están apoyadas en el suelo manchado de su propia sangre y su abdomen está repleto de hematomas y morados.

— Necesito romperla para saber de qué está hecha...— murmuro.

— Va a odiarte...— susurra tosiendo un poco de sangre — ignoro sus palabras y camino hacia el cuerpo de Nisha, una vez estoy cerca puedo escuchar los susurros ininteligibles.

Me agacho a su lado y con cuidado aparto el cabello de su rostro, su cuerpo está en posición fetal y de sus ojos fuertemente cerrados no dejan de caer lágrimas. Lagrimas que me duelen y me trancan la respiración, me odio por hacerle esto, me odio por hacerla llorar pero no puedo llevarla a una misión donde su vida puede correr riesgo si se paraliza en el momento equivocado.

Nish está aterrada en su cabeza de volver con Griffin, pero su alter debe demostrar que puede con su presencia y con el peso de verlo en persona nuevamente. No puede ser imprudente, ni impulsiva y para ello ambas deben lidiar con el peso de lo que una vivió y la otra quiere vengar.

— ¿Por qué le haces esto? — La pesada voz de Zarek me hace mirarlo — fue mi error no el suyo...— murmura — no debía acostarme con ella, lo se...— el que me lo recuerde hace que todo mi cuerpo arda de furia una vez más y desee acabar con su estúpida vida — el castigo debía pagarlo solo yo...— muerdo el interior de mi mejilla y respiro profundo.

Como siempre no logra entender que esto no es solo por su estúpido poco autocontrol, por desobedecer mi maldita orden de no tocarla y como si fuera poco de alardear sobre ello. El griego aun no entiende que sigue con vida porque yo así lo quiero, porque lo necesito para que cuide de ella cuando las cosas salgan mal.

Porque aunque él no lo vea, tanto Nish como su alter sienten cosas muy fuertes por mí. No sé si es amor lo de su alter, pero sea lo que sea la hace tentar mi paciencia y no dejara de hacerlo, aun hoy después de salir de aquí y recuperarse sé que no dejara de hacerlo y el saberlo me desespera.

— El castigo es y siempre fue tuyo...— respondo apartando las hebras de cabello de su mejilla — esto no es más que una lección que su alter debía superar — me inclino sobre ella y la tomo entre mis brazos.

Sus sollozos aumentan y entre las palabras que dice y logro entender una sola frase logra captar toda mi atención.

— Era nuestro y lo mato...— mi ceño se frunce y admiro su rostro cargado de dolor y lágrimas.

Camino hacia el costado de la sala en la que estamos y miro a Claus que me asesina con la mirada. La coloco en sus brazos y suspiro.

— Llévala a mi habitación — su mandíbula se tensa y da un paso en mi dirección.

— Si no vuelve a ser la misma de antes te matare...— me amenaza y no puedo evitar reír con ello.

— Claus no volvió a ser la misma desde que nos traicionaste...— coloco una de mis manos sobre su mejilla y doy una palmada — así que si alguien tiene que morir aquí eres tu...— la culpa se graba en su facciones y muerde su mejilla — sigues con vida porque aun te necesito...— me inclino sobre ella y beso su cien antes de murmurar — está todo bien, te tengo nena nada va hacerte daño — su cuerpo se estremece y sus ojos se abren de pronto buscándome.

Al encontrarse con los míos, el dolor me abraza y la ira crece más en mí, pecho la desesperacion que veo en su mirada despierta todos y cada uno de los maldito demonios que había estando aletargados esperando el momento adecuado para despertar.

— Perdóname...— murmura y mi pecho se agrieta sin comprender porque me pide perdón. Mi alma abrazando la más profunda y maldita oscuridad que habita en mí.

— Agradécele que seguirás con vida luego...— murmuro mirando a Claus que al verme a los ojos se tensa aún más y sin decir nada más asiente.

Conoce demasiado bien mi mirada en este momento para decir algo más, se gira y camina hacia la puerta del costado donde la abre y sale por ella. Cuando me giro para encarar al griego sonrió con malicia.

— ¿Entendiste ahora el mensaje? — le pregunto acercándome a los grilletes que lastiman sus muñecas.

— Quedo claro jefe...— su murmuro ronco me hace apretar los dientes con fuerza y sin poder controlarme estampo mi bota en su estómago, sacándole es aire.

Voy a repetir el movimiento pero recuerdo que necesito de su maldita y jodida vida en caso tal que todo lo que está por venir se salga de control y no logre protegerla. Abro el grille de su mano derecha y su cuerpo cae a un costado camino y hasta su lado izquierdo y hago lo mismo viendo su cuerpo caer al suelo.

— Si no quieres ver lo mismo que viste aquí hoy con la sirena pero con Uxia no te equivoques otra vez ratón...— suelto en tono burlón antes de ponerme en pie y caminar a la puerta — ve con Maxwell para que te de algo, tienes trabajo mañana temprano, Griffin no estaba en la maldita mansión, mueve tus putos contactos y hasta dar con la puta mansión en la que esta...— lo escucho quejarse pero no espero una respuesta.

Cuando paso debajo del umbral uno de los rusos me observa con curiosidad, su mirada brilla con morbo y perversión. Los rusos son crueles y ver este tipo de cosas siempre les fascina.

— ¿Quieres algo? — pregunta cruzando sus brazos sobre su pecho.

Medito en lo que sigue y suspiro, negando. Por ahora necesito que todos regresen y reorganizarme. Con el griego centrado haciendo lo que se supone que tiene que hacer y con el alter de Nish por el momento fuera de la jugada puedo centrarme en ella.

Griffin.

Ubicación: La Toscana – Italia

Hora: 9:15 pm (Dos horas después del ataque a la casona)

Camino un par de metros más por el túnel, mientras me aseguro que nadie me sigue. Saco el arma de la parte de atrás de mi espalda y subo con cuidado las escaleras improvisadas que me llevaras a una de las bodegas del viñedo. Con cuidado elevo la madera que esta sobre mí y asomo un poco mirando a mi alrededor.

Todo está a oscuras y sonrió satisfecho, elevo el tablón y salgo por el agujero en el suelo, sacudiéndome la tierra de encima. Dejo la madera en su lugar y camino hacia una de las puertas. Antes saco mi teléfono y le marco a Fillippo uno de mis hombres en la casona.

— Il numero composto non può essere raggiunto —El número que usted marco no puede ser localizado— maldigo para mis adentros consciente que posiblemente todos mis hombres ahora estén muertes en ese jodido lugar.

Como mierda supieron los rusos donde encontrarme. Respiro profundo y me centro, no puedo moverme por ahora de aquí, necesito salir de este maldito lugar y adentrarme en territorio donde los rusos no se atreverían a entrar por muy locos que estén.

Tomo el teléfono y le marco a mi hermana, el único lugar donde se muy bien que no irán por mí es esa casa, no solo porque era la casa del viejo, sino porque Seth tiene su base de operaciones allí. después del tercer toque su voz me responde.

— ¿Alo?

— ¿Mary?

— ¿Griff? — un sollozo sale de su garganta y me tenso.

— ¿Mary que ocurre? — ella llora unos segundos.

— Me tienen Griffin...— murmura y mi respiración se detiene.

— ¿Qué? — suelto entre dientes.

Escucho ruido un quejido de Mary y otro sollozo.

— ¿Muchacho? — mi cuerpo se tensa al escuchar las voz del vejete hijo de puta que me ha hecho correr de un lado al otro en vez de darme lo que quiero.

— ¿Qué mierda hace mi hermana contigo? — suelto entre dientes.

— Pues veras, la hermosa Mary ha venido a hacernos una visita...— hace una pausa y ríe — si quieres verla con vida otra vez tienes que venir por ella — mi cuerpo se tensa y empiezo a golpear mi cabeza con la cacha del arma — tienes 24 horas Griffin...— con eso finaliza la llamada y me desperro.

¿Cómo mierda dieron con ella, como mierda Seth permitió que se la llevara? Mi pecho se comprime ante la incertidumbre y decido hacer lo que me piden, a Mary no puede pasarle nada y mucho menos por mi culpa. Abro la puerta de la bodega y camino como si fueran las 2 de la tarde y estuviera en mi puta casa.

Realmente lo estoy pero no es el caso, encuentro una camioneta a mitad de camino y subo a ella. Antes de encenderla tecleo un rápido mensaje, pidiendo la ubicación. Juro que voy a matar al maldito que se la llevo, a Seth por permitirlo y finalmente iré por Dark lo acabare y hare mi mujer a Nisha.

Nota del autor: hola mis darklings como les va??? 

wow... capitulo demasiado intenso no?  quiero leerlas... que piensan de todo esto.

Nisha y la sirena?

Dark y sus extra;as formas y planes?

Griffin?

Nos acercamoooos!