Capítulo 45 - Suplicas silenciosas
Aja se;ores este capitulo tiene mención HONORIFICA A UNA MUJER SUPER ESPECIAL PARA MI Y TODO EL GRUPO DE WHATSAPP, hoy su majestad la reina de los dragones Damarys ha presentado su tesis y ha salido perfecta, por lo que me siento muy orgullosa de ella y su esfuerzo realizado (ademas que la hemos extra;o full en el grupo) y pues una vez mas su majestad, FELICITACIONES NO ESPERABA MENOS DE LA REALEZA. la adoro, ahora si a leer!
Zarek.
Ubicación: Gimnasio de la Mansión.
Hora: 7:45 pm
(Una semana después de la reunión con Dark, Nisha y Claus)
Limpio el hilo de sangre que sale de mi labio roto y rio suavemente cuando su risa llega a mí. Nish me mira coqueta mientras me ínsita con su puños a que la ataque. A nuestro alrededor el ruido de los hombre de Dark entrenando se escucha a pesar de la música que ella misma escogió para hacer esto. Tow Feet, una clara invitación y una burla al mismo tiempo.
Ella sabe cuánto me gusta ese grupo y más la canción que suena de fondo, ya que es el tema que sonaba aquella vez en mi casa de campo. Caminamos en un círculo perfecto estudiándonos, en el borde de la lona Claus y Arkasha nos observan.
Hace cinco minutos que Nisha entro al gimnasio llevando un short cortó ajustado a su culo, con un top deportivo que no solo deja sus piernas al descubierto sino también su abdomen ligeramente marcado. Humedezco mis labios saboreando mi sangre y doy un paso al frente probando sus reflejos, pero está muy atenta a lo que ocurre por lo que da uno hacia atrás y sonríe antes de venirse sobre mí.
Sus puños impactan contra mis brazos que los bloquean a la perfección. Extrañaba mis prácticas con ella, entrenar con una mujer siempre es interesante sobre todo cuando no teme que la lastimen y Nisha no teme en lo absoluto que la golpee. Cosa que hago cuando veo una abertura en su defensa. Mi puño conecta contra su abdomen, uno de los pocos lugares donde me permito golpear con bastante fuerza.
Se queja y retrocede sujetando su costado, una risa floja escapa de sus labios entreabiertos que la ayudan a respirar. Claus suelta el un comentario a mi espalda y me tenso cuando la voz de dark es la que responde.
— ¿Qué hacen? — los ojos de Nisha se desvían hacia mi espalda y sonríe coqueta antes de volver a su posición de ataque.
— La gatita le patea el culo al ratón...— responde Claus en tono burlón.
Ignoro las ganas de girarme y asesinar con la mirada al líder que lo único que ha estado haciendo esta semana es joder y me centro en la hermosa, sexy y seductora mujer que está dispuesta enfrentarse conmigo a golpes por puro placer y gusto.
Esta vez le lanzo un beso y la incito a que sea ella quien ataque otra vez, cosa que no duda en hacer solo que esta vez mido mal su cercanía y la rapidez del ataque por lo que termina haciendo una finta y su pie se estampa contra mi abdomen en el mismo lugar en que la golpee hace un momento. Me tambaleo hacia un lado y ella retrocede.
Escucho la risa burlona de Dark y pongo los ojos en blanco, su maldito ego me tiene cansado. Pero vuelvo a poner mi atención en Nish que aparta su cabello de su rostro y vuelve a posar su mirada detrás de mí.
— ¿Ratón qué opinas de un dos contra dos? — pregunta de pronto poniendo sus manos sobre sus caderas.
— ¿De qué vas gatita? — le pregunto caminado hacia ella, coloco una de mis manos en su cadera y la giro suavemente para revisar donde la golpee antes, ella me permite hacer con libertad.
Ya el área esta roja y un poco hinchada pero nada que no haya pasado antes entre ambos. Ella eleva una de sus manos y hace lo mismo con mi rostro, revisando el corte que tengo en el labio, sonríe con malicia y se coloca sobre la punta de sus pies para besar la herida con suavidad. Gruño por el placer, el dolor y el ardor que siento ante el suave contacto.
Luego se aparta y me sonríe con picardía.
— ¿Quieres que peleemos juntos? — pregunta señalado a mi espalda donde Claus sigue haciendo sus estúpidos comentarios.
— ¿Contra? — elevo una ceja segura que me dirá que quiere pelear contra Dark pero para mi sorpresa simplemente camina hacia ellos.
— ¿Claus y Ark quieren pelear? — Me giro riendo ante sus locuras — las reglas son simples, quien caiga primero inconsciente o se rinda.
Ambos no solo son más grandes que nosotros probablemente tienen más fuerza, pero ella es así, osada y demente. El ruso eleva una de sus cejas sonriendo con malicia y asiente de inmediato sin dudarlo, sin embargo Claus duda un momento y mira de reojos a Dark que esta con los brazos cruzados sobre su pecho mirando con intensidad a Nisha que lo ignora olímpicamente.
— Preciosa no quiero romper ese hermoso rostro ni maltratar tu cuerpo...— responde después de unos segundos de silencio.
Nisha ríe y niega con la cabeza.
— Tranquilo no será mi rostro el que tendrás que maltratar...— me mira sobre su hombro y rio suavemente cuando me guiña uno de sus ojos.
Y aquí vamos, yo como imbécil siguiendo sus locuras.
Claus aplaude entusiasmado y asiente entonces, pero mis ojos se posa sobre el ruso que mira a Nisha con malicia. Ella se gira y camina hacia mi mirándome con esos hermosos ojos verdes llenos de seducción, por ella puedo al ir infierno y volver si me lo pide. No voy a negar lo innegable esta mujer me enloquece y como lo sabe se aprovecha de eso.
— Piensa que quieren herirnos realmente...— rio y niego con la cabeza.
— Es justamente lo que quiere el ruso...— digo señalándolo.
Nisha se gira y ve como este empieza a recoger su cabello en un moño sobre su cabeza mientras Claus se deshace de su camisa dejando expuesto su trabajado cuerpo. Si estos dos pasan mil horas entrenando, es obvio. Cuando se gira para verme sonríe con malicia y me guiña un ojo.
— Patea los huevos de Claus, mucho musculo pero esos siguen del mismo tamaño...— con eso empiezo a reír y niego con la cabeza.
Antes de acercarse al centro de la lona Dark nos detiene.
— Si la lastimas te mato...— le espeta a Ark que se tensa de inmediato.
Nisha se gira para enfrentarlo con el ceño fruncido y expresión asesina.
— ¿Por qué no vas y te metes en tus asuntos Ratko? — le espeta haciendo que el líder se tense al oír su nombre.
No dice nada solo mira a Arkasha que asiente y se dirige al centro de la lona, junto con Claus, Nisha y Dark mantienen una lucha de miradas que me desespera.
— Nisha...— la llamo para que deje al imbécil en paz.
Ella se gira y ve a Arkasha se acerca el y sonríe coqueta.
— Sino peleas en serio seré yo quien te mate...— le amenaza y Claus ríe divertido.
— No quiero ser tú en este momento rubia...— Arkasha mira a Dark y de regreso a Nisha, se encoge de hombros y ríe.
Esta subestimándola y es algo que definitivamente aquí ninguno debería hacer. Incluyendo a Dark. Nos preparamos para empezar la pelea, el primero en golpear obviamente en Claus, que estampa su puño en mi cara con saña.
— Esto se siente bien...— se burla — me recuerda a ti sentado en una silla a punto de morir...— sonrió de lado.
— Si solo que en esa silla yo estaba atado y ahora no...— con un movimiento rápido golpeo su costado tomando por sorpresa, para luego golpear su cara, giro sobre mí mismo y pateo el otro lado de su cara.
Claus cae el suelo y mi sonrisa se ensancha.
— Esa es la diferencia cuando peleas con un hombre libre y uno atado...— le espeto retrocediendo y fijándome en Nisha y Arkasha que aún no han empezado.
Ambos están midiéndose y sé muy bien quien será la primera en atacar, cuando hace una amago de acercase pero no lo hace finalmente y ríe, por el rabillo del ojo veo como Claus se pone en pie escupiendo un montón de sangre sobre la lona.
— Me gusta...— dice con ese brillo psicótico en la mirada que le vi cuando estaba torturándome.
Cuando esta por atacarme una vez más escucho un golpe seco y me giro de inmediato para ver como Nisha ha asestado un golpe en el rostro de Arkasha que aunque se mueve a penas un poco su rostro se contrae por el dolor unos segundos, mueve su cabeza de un lado al otro aturdido por el golpe y Nisha aprovecha eso para golpear sus costados, copiando mi movimiento gira sobre sí misma para patear el estómago del ruso pero este sujeta su pierna.
La gira con fuerza haciéndola perder el equilibrio la alza con demasiada facilidad y la estampa contra el suelo, pronto se sube sobre ella, tomando sus brazos y colocándolos sobre su cabeza, Nisha queda completamente inmovilizada en cuestión de segundos.
Mi distracción me cuesta caro cuando una mano se acomoda sobre mi nuca y me impulsa hacia abajo, donde encuentro la rodilla de Claus que se estrella contra mi rostro, el dolor me invade y maldigo para mis adentros, mientras escucho un gruñido lleno de dolor por parte del ruso, pero no alcanzo a confirmar que ocurre porque Claus continua tratando de estrellar su rodilla contra mi rostro.
Tomo su pierna y golpeo justo en la unión de los músculos de su muslo haciéndolo aullar de dolor, se retuerce y cae hacia atrás sosteniendo su pierna mientras yo sostengo mi nariz que sangra copiosamente. El hijo de puta estoy seguro que acaba de romperla.
Cuando me giro Nisha ha intercambiado lugares con el ruso y es ella quien está sobre él, solo que ella no pierde tiempo en mirarlo está golpeando su rostro con fuerza sin detenerse. Miro a mi alrededor y observo como todos los hombres miran la pelea. Cuando el ruso se cansa de ser un saco de boxeo ruge una maldición en ruso y toma a Nisha del cabello tirando de el para quitársela de encima doy un paso en su dirección pero me detengo al ver como Nisha saca una navaja de entre sus pechos.
Los ojos del ruso brillan con maldad mientras que los de ellas brillan con sed de sangre.
— ¡Basta!...— espeta Dark desde un costado.
Pero ambos lo ignoran y es Nisha quien se lanza sobre él, intentando clavar la navaja en su brazo, pero el ruso con el tamaño que tiene se mueve rápido, lo evita y toma el brazo haciéndole una llave y pegando su cuerpo contra el suyo. Los ojos se Nisha se encuentran con los míos unas fracciones de segundos pero es todo lo que necesito para saber que el ruso perdió.
Con su mano libre Nisha toma la polla del ruso y la aprieta con fuerza haciendo que este la libere y en cuanto lo hace ataca directo al cuello, justo como lo hizo aquella vez en el barco del pirata. Pero la navaja nunca llega ya que dark sostiene su mano a solo un par de centímetros del cuello de Arkasha.
— Largo...— suelta entre dientes.
De inmediato todo el mundo empieza a moverse y salir del gimnasio ante la amenaza en el tono de Dark. Claus se va cojeando sin chistar, conociendo muy bien la magnitud de la ira del líder y habiendo experimentado en carne propia sus alcances. Arkasha mira a dark durante un segundo antes de posar sus ojos en Nisha y mirarla con una mezcla de admiración y desprecio. Se gira y sale de la lona sosteniendo su polla.
— Tienes la polla grande rusito...— suelta Nisha en tono burlón haciendo que Dark presione más el agarre en su muñeca.
Mi cuerpo se tensa y estoy a nada de acercarme cuando ella me detiene.
— Vete...— murmura.
Mi cuerpo se tensa pero no me muevo más, su rostro se gira ligeramente y me mira sobre su hombro.
— Zar vete...— me apremia y respiro profundo fijándome en el líder de Darkness que no ha dejado de mirarla como si estuviera a nada de arrancar su cabeza con sus propias manos.
— Estaré en el pasillo...— murmuro, mas no he terminado de hablar cuando Dark desarma a Nisha y lanza contra el mí el cuchillo que roza mi brazo abriendo una herida lo suficientemente profunda como para que el dolor me haga cerrar los ojos y la sangre no tarda en llenarlo todo.
— LAR.GO...— su voz tiembla ligeramente y sé que está demasiado cabreado y es algo que me preocupa.
— Vete lo tengo controlado...— responde Nisha con calma haciéndolo reír con amargura.
Asiento en su dirección y salgo sosteniendo mi brazo intentando parar el sangrado. Cuando estoy en el pasillo Arkasha y Claus están de pie cerca de la puerta, al verme ambos elevan sus cejas.
— Ve a que te cosan nos haremos cargo si las cosas se complican dentro...— poso mis ojos en el ruso y nos vemos unos instantes.
— Debo cuidarla de todo peligro excepto de el ¿no? — Suelto en tono burlón — encuentro un solo morado o golpe demás en su cuerpo a parte del que le di y tu jefe se muere...— le espeto pasando junto a ambos, no sin chocar antes el hombro de Claus que sonríe de lado.
— El ratón tiene huevos y me cae bien por eso...— lo escucho murmura mientras me alejo por el pasillo hacia el área médica.
Dark.
(No se ustedes pero yo amo a este hombre con cada fibra de mi ser, y cada una de sus jodidas expresiones me enloquece en serio lo amo)
Mi respiración es un maldito desastre y las ansias de matar son increíbles. Nisha logra esto con su maldita actitud desafiante, con cada uno de los putos gestos que me obligan a desear arrancarle la cabeza y así dejar solo a Nish. Pero tristemente es imposible por lo que tengo que controlarme.
— Estas malditamente jugando con mi paciencia Nisha...— escupo entre dientes mirándola fijamente una vez estamos solos.
— No me digas...— susurra con una media sonrisa en los labios que detesto y me encanta al mismo tiempo.
— Arkasha no es como Claus...— le espeto, ella ríe y se encoge de hombros.
— Lo sé, por eso elegí pelear con él, sabía que si lo golpeaba lo suficientemente fuerte su lado rudo saldría...— su sonrisa se ensancha — al igual que Zarek no tiene miedo de golpearme como se debe...— me echa en cara y una vez más tengo unas irrefrenables ganas de ir detrás del griego y reventarle la cara a puñetazos por lastimarla.
— ¿Por qué haces esto? — pregunto sin lograr comprender su maldita actitud.
— Porque es divertido...— murmura acercándose a mi rostro.
Nuestras narices están a escasos centímetros y el puto deseo que está loca despierta en mí se hace presente. Humedece sus labios antes de morder el inferior y suspirar conteniendo una sonrisa. Me desafía un instante más antes de mover su brazo y liberarse de mi agarre, cuando lo hace se gira con rapidez y sonríe ampliamente.
Eleva sus puños poniéndose a la defensiva y rio. No pienso hacer esto otra vez.
— Largo Nisha...— le espeto dándole la espalda.
Lo que siento luego me hace tambalearme de dolor. Uno de sus pies impacto en mi costado llevándome hacia un lado de la lona, me giro conteniendo las ganas de irme sobre ella y devolverle los golpes.
— Cobarde...— murmura en tono burlón antes de volver a lanzarse sobre mí, cada puto golpe lo detengo con la misma tranquilidad con que ella los está enviando hacia mí.
Tenemos una maldita sincronía perfecta y no entiendo cómo o porque. Pero es como si realmente no quisiera golpearme de lleno. Después de unos minutos intentado golpearme se detiene y sonríe, para luego agacharse y barrer mis piernas, no alcanzo a apartarme a tiempo por lo que caigo sobre el suelo, me giro y pronto la tengo sobre mí su culo apoyado sobre mi pecho y sus manos sosteniendo mi brazos sobre mi cabeza.
No hace fuerza para lograrlo y yo no lo evito. Nuestras miradas se encuentran y noto todo el deseo que la situación ha despertado en ella. Me desea, jodidamente me desea y por eso le gusta llevarme al límite, maldito limite que causara que Nish sufra.
— Bájate...
— ¿Por qué? — pregunta inclinándose sobre mí.
— ¿Por qué, qué? — pregunto cuando sus ojos me ven acusadores.
— Una semana Dark...— murmura — una maldita semana y no hemos avanzado una mierda para capturarle, ¿Qué coño esperas? — Me recrimina — mi plan es simplemente perfecto ¿Por qué coño no lo llevamos a cabo? — elevo mis rostro y rozando mi nariz con la suya.
— Porque no la pondré en peligro por ti...— sus ojos se oscurecen y me asesina con la mirada.
Sonrió ante la frustración de su mirada y roso mi nariz con la suya.
— No va a pasarle nada, tendrás a tus hombres allí, tu estarás allí no soy una inútil y lo demostré, además Zarek siempre me cuida la espalda...— el que mencione al hijo de puta del griego hace que mi sangre hierva.
Ella logra cuestionar mi plan de mantenerlo con vida, pero si las cosas siguen el camino que creo que tomaran debo tener alguien que se encargue de ella. Claus no lo hará, le importa pero no me dejara por llevarla a ella a un lugar seguro, Max está a nada de volarle la cabeza y su lealtad está conmigo. El ruso aunque podría llevarla lejos jamás daría su vida por ella de ser necesario.
En cambio el hijo de puta griego sí, no solo porque le gusta, la quiere y eso es la maldita condena para un hombre. Sino solo tienen que verme en este maldito instante.
— No...— repito mi respuesta con firmeza haciendo que ella bufe exasperada y me libera poniéndose en pie.
Cuando me siento en el suelo la veo caminar de un lado al otro con expresión frustrada y furiosa.
— Eres un maldito imbécil...— escupe deteniendo de golpe — asesine a todos esos hombres para llamar tu maldita atención, deje en claro que puedo incluso contigo y ahora que estoy a un paso de lograr lo que quiero no me dejas...— suena realmente frustrada — Griffin es nuestro Dark, ni tú, ni Claus, ni ningún otro le pondrá un maldito dedo encima antes que lo haga pagar por cada maldita cicatriz en su piel...— mi cuerpo se tensa conforme habla — así tenga que pasar sobre ti y toda la maldita organización iré por Griffin...— con eso se gira y sale echa un huracán por la puerta del gimnasio.
Me pongo en pie moviendo mi cuello tratando de liberar un poco la tensión que genera cada puto encuentro con ella. Cuando salgo al pasillo Claus y Ark me observan serios.
— ¿Qué vas hacer? — pregunta el primero.
— Nada, no tiene forma ni manera de salir de aquí...— me encojo de hombros y continuo mi camino hacia mi estudio donde Maxwell debe estar esperando por mí.
Nisha.
Camino llena de frustración e ira hacia mi habitación. Todo lo que he hecho ha sido para llegar a Griffin y matarlo, ahora que se dónde está y como atraerlo no hacerlo me parece estúpido. Azoto la puerta de mi habitación con fuerza y maldigo para mis adentros, los miedos de Dark.
Creí que una vez que lo encontrara seriamos imparables, que conseguiríamos a Griffin y lo torturaríamos tanto y tantas veces que el hijo de puta iba a desear morir cinco vidas después de esta porque las malditas cicatrices seguirían en su piel y su memoria.
Pero me equivoque con el líder de Darkness y su amor por Nish es mucho más grande que su deseo de venganza y su odio hacia el idiota ese. Camino como un gato enjaulado dentro de mi habitación trazando un plan, mi propio plan a seguir. Me detengo frente al enorme ventanal y miro al exterior.
Este maldito lugar esta tan aislado de todo que es casi imposible salir de él, sin al menos tener que robar una camioneta. Son cosas que me tienen sin cuidado pero es evidente que para salir de Noruega necesitare boletos de avión y con Jasón en la sala de operaciones es una pérdida de tiempo. El niñato es muy capaz de encontrarme quizás mucho antes de llegar al aeropuerto más cercano.
Bufo exasperada y niego con la cabeza, es como si dentro de su plan siempre fue que sobreviviera Nish y por ello busco un lugar tan recóndito para la nueva cede. Me giro hacia la puerta, necesito de Zarek en este momento él siempre logra ayudarme de alguna forma por lo que sin cambiarme si quiera regreso por el pasillo y desciendo hacia la habitación del griego.
Cuando llego a la puerta respiro profundo y toco un par de veces, escucho movimiento detrás de esta y a los pocos segundos se abre. Mel me asesina con la mirada en cuanto me ve.
— ¿Qué quieres? — me espeta cruzándose de brazos.
— Contigo nada...— coloco mi mano sobre la puerta y termino por abrirla.
Dentro están Zarek y el Doc que se encuentra limpiando una herida en su brazo. Mi ceño se frunce ante la magnitud de esta y recuerdo que Dark le lanzo una de mis navajas. Maldito imbécil. Zarek eleva su rostro hacia mí y sonríe de lado cuando lo miro seria. Doy un paso dentro de la habitación pero Mel se interpone en mi camino.
— Dark acaba de herirlo por tu culpa ¿acaso quieres que lo mate? — pongo los ojos en blanco ignorándola.
No tiene idea que Zarek está vivo solo porque así él lo dispuso. Cuando intento entrar otra vez vuelve a ponerse en mi camino y antes de poder decir algo es el griego quien la llama.
— Mel, por favor...— ella se gira con expresión dolida y lo fulmina con la mirada.
— Esta mujerzuela te llevara a la tumba Zarek...— le espeta girándose y pasando a mi lado llevándome por el medio.
No puedo evitar reír con sus ataques, que cada vez son más frecuentes aunque no entiendo porque, el ruso esta follandola y no debería tener ese humor de mierda.
Cuando ingreso el Doc me mira serio y suspira mientras recoge sus cosas, desde que llego no hemos vuelto hablar, la verdad no tengo nada en contra de él, más bien tengo mucho que agradecerle pero su actitud pasiva para muchas cosas me exaspera. Termina de colocar un vendaje sobre el brazo de Zarek y luego de darle ciertas indicaciones que ignoro sale dejándonos solos.
Permanezco junto al enorme ventanal donde me acomode dándole espacio al Doc para que terminara, en el horizonte se ve un hermoso lago y más allá de él, un montón de montañas cubiertas de nieves perpetuas. Suspiro cuando siento sus brazos rodear mi cintura. El griego me abraza con suavidad antes de girarme para verme.
— ¿Qué pasa? — pregunta mirándome con atención.
Lo dicho con el griego no tengo ni que esforzarme para saber de qué va todo a mí alrededor. Aunque le oculte cosas él sabe que lo hago y eso lo hace en mi cómplice y compañero perfecto. Trago el nudo de emociones en mi garganta y suspiro.
— Dark insiste en seguir con su plan y desechar el mío...— respondo con frustración.
El griego me ve serio y luego acomoda un mechón de cabello detrás de mí oreja. Para luego acariciar mi mejilla.
— Tiene miedo de perderla gatita...— responde tranquilo y rio sin ganas.
— Zar la perdió hace mucho...— comento.
— Jamás me ha perdido, solo que tu llegaste y te interpusiste entre nosotros...— su voz se escucha en mi cabeza y pongo los ojos en blanco ignorándola.
— No es así y eso lo sabes perfectamente...— lo miro seria y niego con la cabeza.
— Nada malo va a pasarle, tiene un ejército de asesinos expertos, está el, Claus, el ruso, Max...— enumero — tiene todo en su poder para ir por el de la forma que quiera y sigue aquí...— el griego sonríe — yo solo te tengo a ti...— murmuro acortado la distancia.
Coloco mis manos sobre su pecho desnudo y su torso se tensa debajo de mis dedos.
— No necesitas seducirme para lograr lo que quieres sirena...— murmura con voz ronca haciéndome reír.
— No estoy seduciéndote para que hagas algo por mi...— susurro a escasos centímetros de su boca — lo hago por puro placer...— con eso junto nuestras bocas en un beso ávido, lujurioso.
Sus manos se apoyan en mi cintura pegándome más a él. Mientras mis manos viajan a su cabello donde empiezan a juguetear con sus sedosas hebras. Mientras sus labios se mueven con destreza sobre los míos. Se separa apenas un poco y abro los ojos para ver los suyos, ese precioso tono me recibe y sonrió cuando su lengua deja pequeños toques sobre mi labio inferior antes de volver entrar a mi boca y reanudar el beso.
Su cuerpo da un paso más y termino apoyada contra el vidrio del ventanal, una de sus manos desciende por mi costado hasta mi muslo el cual sostiene y eleva para acomodar su pelvis contra la mía. La erección es evidente y gimo en su boca cuando restregar su miembro contra mi centro.
Su mano presiona mi muslo con fuerza antes de desplazarse hacia arriba su labios abandonan los míos dejando una seguidilla de besos que va desde la comisura de mis boca hacia la línea de mi mandíbula, sus labios se arrastran sobre mi piel conforme desciende hacia mi cuello. Ladeo el rostro y miro hacia el techo perdiéndome en sus caricias.
— είσαι η πτώση μου —eres mi perdición— susurra en griego sobre mi oído y sonrio.
— ¿Qué significa? — pregunto mientras el continua dejando besos en mi clavícula y sus manos se mueven por mi abdomen subiendo hasta mis pechos.
— Eres mi perdición...— rio suavemente por sus palabras porque ciertamente lo soy y no me importa.
Sus labios se despegan de mi piel y me quejo por la falta de contacto mientras el sube el borde de mi top deportivo liberando mis pechos. Los acuna entre sus manos y me mira con el ceño fruncido serio, antes de sonreír con picardía y llevarse uno a la boca.
Mi espalda se arquea mientras juego con su cabello y gimo por las atenciones que su lengua le brinda a mi endurecido pezón, su otra manos masajea mi pecho por completo haciéndome mover mis caderas contra él. Gimo cuando la punta de su lengua se mueve de arriba, abajo y luego en círculos y finalmente cierra sus dientes en el tirando con fuerza.
— Oh diablos...— llevo una de mis manos a mi boca y contengo el grito mordiendo el dorso mientras el griego continua con su tortura.
— Θέλω να βυθιστείς αργά μέσα σου —Quiero hundirme dentro de ti lentamente— gruñe sobre mis labios mirándome con intensidad.
No sé qué dice, pero escucharlo hablar en su idioma natal siempre logra prenderme más de la cuenta y él lo sabe, por eso lo hace. Empujo su pecho separarlo de mí, el eleva una de sus cejas y me regala esa sonrisa cómplice que nos dedicamos cada tanto cuando solo nosotros dos nos comprendemos.
Da un paso atrás y vuelvo a empujarlo con suavidad, hasta que la parte de atrás de sus rodillas chocan contra el borde de su cama, se deja caer y hace una mueca de dolor cuando se apoya en el brazo lastimado, pero lo ignoro acomodándome ahorcadas sobre él.
— Quiero que me tomes y me dejes exhausta...— le exijo en un susurro sobre su boca antes de volver a besarlo con pasión.
Sus manos se cierran en mi cintura y me gira con un movimiento rápido, el vendaje se mancha de sangre llamando mi atención, cosa que lo hace mirarlo sonríe y se encoge de hombros.
— Seguro se abrió un punto...— comenta con desinterés pasando su dedo índice por el medio de mis pechos hasta llegar al borde del shot.
— Posiblemente...— concuerda con el — tendrás que ir a que te suturen otra vez...— él sonríe con picardía y me caliento otro poco.
— No podría importarme menos en este momento un puto punto...— con eso mete dos de sus dedos en mi short y tira de el hacia abajo.
Mueve mis piernas hacia arriba y lo saca por mis piernas dejándome en un pequeño tanga, mete sus manos entre mis piernas a nivel de mis muslos y las separa para verme, humedece sus labios mientras desliza sus manos de arriba abajo por la parte interna de mis muslos.
— Voy a follarte tan duro que cuando salga por esa puta puerta todo el mundo lo sabrá y no solo porque te habrán escuchado gritar de placer...— comenta con arrogancia — sino porque no caminaras bien...— rio ante sus comentarios y él lo hace también, al mismo tiempo que mete una de sus manos entre ambos y empieza a masajear mi sexo.
Cierro los ojos y echo la cabeza hacia atrás cuando presiona y me frota haciendo movimientos circulares. Siento su boca sobre uno de mis pechos y gimo conforme el continua llenándome de atenciones. Su mano se cuela dentro de mi ropa interior y al tener contacto con sus dedos fríos y mi piel ardiente pero húmeda gimo con fuerza y el gruñe al sentir mi humedad.
Sus caricias se hacen más tortuosas, más insistentes y en cuestión de nada me tiene al borde de un delicioso orgasmo que nunca llega porque se detiene un instante. Cuando abro los ojos para verlo está liberando su erección la cual apoya sobre mi sexo y nos frota a ambos.
Gimo y muevo mis caderas en busca de mayor contacto y más sensaciones, que no demoran en llegar cuando se hunde en mí con rudeza, sus manos separando mis piernas hasta causar dolor en mis caderas por la híper extensión que me obliga a hacer.
Me quejo de dolor, pero pronto una de las palmas de sus manos cubre mi sexo por completo y se apoya en el moviéndola con rapidez, un par de estocadas brutales de sus caderas contra mi sexo y literalmente estoy gritando su nombre mientras me corro. Zarek sale de mí y me gira con brusquedad, separa mis glúteos con sus manos y vuelve a hundirse en mi interior.
Gruñe una maldición cuando entra y sale de mi al mismo tiempo que elevo mis caderas en busca de mayor profundidad. Sus embestidas son bestiales, rudas y deliciosas, mi trasero arde por el choque de nuestras pieles pero lo ignoro necesitaba esto.
Después de algunas estocadas más el griego se corre sobre mis glúteos soltando un gruñido gutural de los más sexy. Cae sobre mi espalda respirando agitado. Busca mi mirada y ríe suavemente al ver como respiro.
— Sirena estoy muerto...— murmura y rio un poco mas — Dark va a matarme...— el que lo mencione justo ahora me hace fruncir el ceño y me cabrea.
Por lo que lo empujo y lo quitó de encima, recojo mi short y mi tanga, bajo su atenta y divertida mirada. Cuando me giro esta tendido sobre la cama solo llevando un bóxer negro su miembro una vez más dentro de este.
— Si vuelve a mencionar al imbécil ese mientras follamos te cortare los huevos y hare que te los tragues...— el ríe divertido y niega con la cabeza mientras me ve vestirme.
— Solo comento lo obvio...— lo miro seria.
— ¿Qué es lo obvio Zarek? — él se apoya sobre sus codos y me ve con una sonrisa maliciosa.
— Hay cámaras en cada maldito lugar de mansión gatita...— esas apalabras me hacen abrir los ojos como platos — así que posiblemente tuvimos publico...
Nota del autor: OMG! OMG! OMFG! estos capítulos Tamy... quieres morir y matarnos a todos fijo... jajajajaja a ver por parte, la pelea.
Amo cuando la Sirena entra en modo perra y enfrenta al mundo sin importarle una mierda. Me encanta Zarek en serio, no se porque a muchas no les gustan wey es lindo con ella y me encanta lo inteligente que es.y bueno lo sexy... (me encanta como folla wey para que negarlo jajajajajajaja) Dark de mi vida y mi corazón estabas de mirón otra vez? si es así... uuuuhhhh se viene bueno el próximo capitulo.
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