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Capítulo 42 - Edén


Nisha.

Temblor.

Eso es lo que siento en mis extremidades mientras abrazo a Dark. Por alguna razón mi cuerpo sigue reaccionando adversamente a su cercanía después de haberme lastimado, pero en mi cabeza y en mi corazón sé muy bien que no sería capaz de hacerlo. Al menos no con un fin que me beneficiaria. Respiro profundo llenándome de su perfume y sonrió.

Anhele tanto hacer esto que puedo pasarme días enteros solo así. Una de sus manos se encuentra sobre mi cintura, pegándome a él con delicadeza y la otra acaricia mi cabello. Su mentón reposa sobre mi cabeza y su respiración es tranquila pausada. Ya no se siente tenso su cuerpo y es tan cálido.

— Ignórenme tengo que terminar la cena...— nos interrumpe Gretta y rio suavemente cuando Dark gruñe bajito al momento de soltarme.

— ¿Quiere que la ayude? — le pregunto cuando doy un paso en su dirección.

Ella niega y sonrió cuando posa sus ojos azules en Dark. Lo ven con tanta calidez y cariño que me aprieta el pecho saber que hay alguien más que lo quiere así de lindo. Dark sonríe en su dirección y noto por primera vez que esa mascara insensible y fría que utiliza con todo el mundo incluso conmigo a veces, con Gretta desaparece de inmediato.

— Ven...— dice entrelazando nuestras manos y tirando de mi fuera de la cocina — venimos luego Gretta, gracias...— le guiña un ojo y le regala una de esas sonrisas cálidas que rara vez se ven en su rostro y suspiro como tonta.

Dark me lleva por la mansión o casona en silencio, su pulgar nunca deja de acariciar con suavidad el dorso de mis manos mientras andamos. Subimos las escaleras y cuando creo que nos llevara a su habitación, la deja atrás y después de pasar tres puertas más se detiene y suspira. Su cuerpo tensándose ligeramente.

— Detrás de esta puerta hay algo que...— hace una pausa y posa sus ojos en mí, traga con fuerza y sonríe forzadamente — vengo muy pocas veces aquí, este lugar lo considero mi hogar...— eleva una de sus manos y sonríe con calidez esta vez — ese lugar al cual volver después de un día de mierda...— esas palabras me sorprenden.

— ¿Claus y Max saben de el? — pregunto con curiosidad porque nunca había oído hablar de esto.

— No, nadie excepto Gretta saben que es una casa y que lo considero eso un hogar...— ladeo mi rostro y lo miro con curiosidad — Jasón sabe la ubicación pero no tiene idea de lo que esto significa para mi...— asiento.

— ¿Por qué no lo saben? — su cuerpo se tensa y sus ojos se oscurecen tornándose fríos.

— Max aunque me importe y haya sido alguien vital para Darkness es solo una amiga...— hace una pausa y su expresión se endurece — al único al que quizás le habría hablado de este lugar en algún momento habría sido a Claus y evidentemente después de su traición perdí todo el respeto y la confianza que tenía en el...— mi cuerpo se tensa ante el tono de su voz.

Ese mismo tono que utilizo en el jet cuando me lastimo. Me estremezco con el recuerdo de sus manos cerrándose en mi cuello con fuerza y me obligo a controlarme.

— Dark, Claus no estaba en sus cabales...— murmuro tratando de alivianar un poco las cosas.

Una de sus cejas se eleva y su mano libera la mía, su cuerpo esta tenso y su rostro nuevamente es una máscara fría, inexpresiva.

— No quiero ser cruel contigo Nish, pero ¿si recuerdas que gracias a su estupidez Griffin supo que estabas viva? — su voz suena cargada de frustración — ¿que gracias a su decisión todo se fue a la mierda? — no puedo evitar sentir como mi pecho se estruja.

Dark suena dolido, cabreado y frustrado es obvio que todo esto lo afecto muchísimo a mí también lo hizo pero después de un tiempo, en medio de todo el caos emocional que se volvió mi vida, me di cuenta que Claus, Max y el eran lo único que me quedaba en la vida y también me di cuenta que Claus es lo único que tenía Dark en la suya que verdaderamente lo conectaba con algo. Suspiro llenándome de valor para lo que diré.

Me acerco a él y coloco una de mis manos sobre su mejilla, su mandíbula tensa debajo de mis dedos se relaja ante el contacto y su mirada se entrelaza con la mía.

— Todos cometemos errores Ratko...— murmuro, porque no quiero hablarle al líder detrás de un nombre, quiero hablar al hombre detrás del líder — unos amamos demasiado a las personas equivocadas, otros simplemente no aman se obsesionan — murmuro pensando en Griffin — y otro menos afortunados solo tienen una o dos personas que significan todo en su vida y a veces por cosas del destino les fallan...— sonrió — pero no quiere decir que dejen de ser importante o dejen de ser el todo...— sus mirada se suaviza y respira profundo — Claus pago muy caro su equivocación, no solo tuvo que asesinar a la mujer de la que se enamoró...— murmuro — también perdió a la única persona que lo había mantenido a flote durante toda su vida...— esas palabras lo hacen abrir los ojos como platos.

Sonrió aguardando un poco a que procese mis palabras, estoy segura que está consciente de lo importante que es para Claus pero creo que nunca lo ha visto como debe ser.

— La vida ha sido bastante hija de puta con el Ratko no lo sigas siendo tu...— mi palabras parecen dolerle y hasta cierto punto golpearlo porque da un paso atrás mirándome con los labios entreabiertos — gracias a su decisión mi vida dio un giro de 360 grados pero también gracias a él y a su insistencia logre superar muchas mierdas...— doy un paso hacia él y sonrió con calidez — ten en cuenta que no te dejare hacerle daño...— le digo señalándolo con mi dedo índice.

Su ceño se frunce durante una fracción de segundo y luego suelta una sonora carcajadas que me hace reír y me calienta el pecho de esa forma que solo él puede hacer. Sin dejar de reír me abraza y me pega a su cuerpo con fuerza.

— En serio nunca dejas de sorprenderme...— rodeo su cintura y apoyo mi barbilla en su cuello para mirarlo mientras ríe — ¿sabes que está condenado a muerte no? — me pregunta con una sonrisa maliciosa y mis ojos se abren como platos.

— ¿Que?

— Le dije que iba a matarlo una vez te encontrara...— mis ojos se abren aún más y no puedo creerlo — solo que...— su rostro se ensombrece y sus hombros se tensan — luego te di por muerta y lo necesitaba para mis planes...— esas palabras no solo me sorprenden me duelen.

Saber que Dark pasó de ver a Claus como su mejor amigo a solo como una ficha en su tablero de juegos me duele.

— Pues ya estoy aquí...— le reclamo para luego darle un golpe en el pecho — y no vas a matarlo porque tendrás problemas conmigo ¿está claro? — el eleva una de sus cejas mirándome serio y luego sonríe.

— Si jefa...— responde divertido y rio.

Permanecemos en silencio mirándonos como un par de tontos antes de volver a preguntar, necesito saberlo.

— ¿No vas hacerle daño verdad? — su cuerpo se tensa y me mira con intensidad.

— No... si es lo que quieres que haga no lo hare...— sonrió ampliamente con su respuesta y me coloco sobre la punta de mis pies y lo beso.

Lo beso con ganas, sus labios se mueven contra los míos en mitad de una risa divertida y me separo para verlo porque venga ver reír a este hombre es una delicia.

— Si por salvarlo vas a besarme así pues hare que la cague más seguido, para poder amenazarlo de muerte...— rio y lo empujo con suavidad cosa que no lo mueve ni un poco y pongo los ojos en blanco.

— Pues no, no te besare...— miento.

— Eres terrible mintiendo, déjale eso a tu alter...— con su mansión ambos dejamos de reír lentamente.

— Lo siento...— murmura acomodando sus labios sobre mi frente — ella logra sacar lo peor de mi...— rio ante sus palabras — ¿Qué?

— Creí que eso era imposible...

— Contigo las cosas imposibles se hacen muy posibles amor...— mi pecho se hinca calentándose y mis mejillas se sonrojan — ambas me llevan a los extremos...— mi ceño se frunce — tú me llevas a un lugar lleno de luz donde soy esta cosa pegajosa y amorosa — no puedo evitar reír al escucharlo — y ella me lleva a la más absoluta oscuridad donde lo único que quiero es dejarme llevar por ella y destrozarla...— el tono mortal de su voz me eriza la piel.

Gracias es todo un halago saber el efecto que causo...— la escucho murmurar coqueta en mi cabeza y pongo los ojos en blanco.

— Piérdete...

De acuerdo... disfruta mientras quiero...— su advertencia me deja en shock.

— ¿Amor? — Pregunta Dark sosteniendo mis mejillas — ¿Qué pasa? — sus ojos mirándome con suspicacia.

— Nada... ¿me dirás que ibas a mostrarme? — el me observa un instante más y luego suspira negando con la cabeza.

— Este lugar está aquí desde que la casa se construyó...— murmura...— así como todo el lugar la única que sabe sobre él es Gretta...— asiento con curiosidad — y ahora tu...— extiende su mano y toma el pomo de la puerta, cuando la abre solo hay oscuridad.

Mi ceño se frunce cuando me guía al interior, solo damos un par de pasos, el cierra la puerta detrás de nosotros y quedamos a oscuras completamente.

— Ven...— me pide tirando de mi mano, después de un par de pasos más una luz me enceguece.

Dark me guía por lo que asumo es un pasillo, coloco mi mano sobre mi rostro para poder adaptarme a la repentina claridad y cuando finalmente lo hago que miro a mi alrededor un jadeo de sorpresa se me escapa. Poso mis ojos en él un instante antes de admirar la belleza que me rodea, doy un paso al frente y rio suavemente.

Dark libera mi mano y empiezo andar entre el montón de flores silvestres que me rodean las mariposas vuelan a mi alrededor y es como estar en un pedacito del Edén. Me giro sorprendida para verlo y el simplemente sonríe con las manos dentro de los bolsillos de su pantalón.

— ¿Qué es esto? — pregunto maravillada.

— ¿La verdad? — responde ligeramente incomodo — no lo sé, es algo que mande hacer cuando se empezó a construir la propiedad...— se rasca la nuca antes de continuar — por alguna razón las mariposas siempre me han llamado la atención...— se encoge de hombros y rio suavemente ante el descubrimiento.

Miro una vez más a mí alrededor y noto la cantidad de mariposas que hay, blancas, amarillas, azules, naranjas, marones...

Monarcas...— murmura una vez más su voz en mi cabeza.

— ¿Es agua lo que escucho? — pregunto mirando a mi alrededor algo sorprendida.

El ríe y asiente, camina hacia mí y toma una vez más mi mano guiándome entre el montón de flores que me rodea, el ambiente es fresco y se siente como si estuviéramos en otro lugar. Cuando me fijo alrededor hacia lo que deberían ser las paredes noto que son de vidrio y puedo ver el exterior. Maravillada contemplo este pequeño Edén y miro a Dark sin poder creer que esconda algo como esto.

Después de un par de metros nos detenemos delante de una fuente que cae al suelo y se convierte en una especie de riachuelo. Mis ojos se abren como platos al ver el montón de peses que hay en un estanque y me acerco maravillada. Dios esto es demasiado hermoso.

— Es hermoso Dark...— murmuro inclinándome para tocar el agua y ver como los peses nadan en busca de alimento.

Su silencio me hace mirarlo y descubro que está mirando hacia el bosque, hacia una parte de la estancia que está cubierta por un pasto ligeramente alto, allí hay menos flores que en el resto del lugar pero lo que me sorprende es que hay una manta en el suelo. De cuadros rojos y blancos. Mi ceño se frunce y me pongo en pie.

— ¿Un picnic? — pregunto cuando lo veo caminar hacia allá...

— Algo así...— murmura.

Cuando alcanzamos el espacio lleno de pasto se inclina y toma la manta para doblarla, su expresión vacía no me dice nada pero creo que esto significa algo para él. Se da la vuelta y camina hacia el extremo opuesto en el que estamos donde se encuentra un mueble de madera pegado al cristal, allí abre un cajón y deja la manta. Luego abre un estante y saca un recipiente pequeño, cuando regresa me lo tiende.

En el puedo leer que es alimento para peses, sonrió y camino hacia el estanque donde empiezo a dejar un poco de esta sobre el agua, los peses enloquecen mientras se alimentan. Cuando desvió mis ojos hacia Dark su mirada sigue fija en el lugar en el que había estado la manta.

— ¿Estás bien? — el respira profundo y asiente.

— ¿Te gusta? — pregunta rodeando mi cintura y abrazándome desde atrás.

Mis ojos se pasean por el lugar y sonrió.

— Es imposible que no me guste, esto es como un pequeño Edén...— el ríe suavemente y besa mi coronilla.

— Que bueno que te guste...— murmura...— es tuyo — esas palabras me hacen separarme de golpe de él y mirarlo sorprendida — como todo el lugar...— sonríe con calidez y tira de mi hacia él una vez más — aquí estarás segura, nunca nadie que quiera lastimarte te puede encontrar aquí amor...— sonríe acariciando mi mejilla — tu eres el lugar al que quiero volver después de un día de mierda...— mi corazón late desbocado y siento que me deshago en sus manos.

— Dark yo...— no tengo palabras que decir, así que simplemente lo beso.

Cuando abandona mis labios respira profundo.

— Si quieres puedes quedarte...— en ese momento un puto dolor se instala en mi cabeza y la maldigo por lo que está haciendo.

Ya es suficiente, me empalagan y me asquean...— murmura su voz y jadeo cuando lucho por mantener el control — no vas a quedarte aquí Nish, solo esta intentando alejarte de todo para mantenerte a salvo y hay cosas que debemos resolver...— el dolor se intensifica.

— ¿Nish? — la voz de Dark muerde mi nombre con cierta brusquedad.

Sujeto sus antebrazos y busco su mirada, sus rasgos se difuminan gracias a las lágrimas que empañan mi mirada.

Tienes que enfrentar la realidad Nish, no puedes salir corriendo y esconderte del mundo en el que viven porque tarde o temprano te va a alcanzar y una vez más te hará mierda, sino eres lo suficientemente fuerte para hacerlo no jodas tanto y déjame a mi enfrentarlo por ti si no quieres hacerlo...— niego con la cabeza ante sus palabras.

Quisiera poder hablar pero el dolor en mi cabeza es demasiado intenso. No quiero que tome el control, o quiero que me quite esto.

Deja de luchar de una maldita vez y no jodas tanto... si te quedas aquí no sabes si volverás a verlo a él o a Claus o a la imbécil de Max...— presiona un poco más y sollozo.

— Nish mírame...— Dark me pide pero es imposible, no logro mantenerlo y todo vuelve oscuridad.


Dark.

Sostengo a Nish entre mis brazos mucho antes que llegue al suelo. Respiro profundo cerrando mis ojos conteniendo las ganas de arrancarle la cabeza a la hija de puta de su alter. Acomodo uno de mis brazos debajo de sus rodillas y la alzo para salir de aquí. Doy una última mirada al pequeño prado que tanto me recuerda al puto sueño y salgo del pequeño paraíso que cree.

Una vez del otro lado de la puerta regreso sobre mis pasos hasta mi habitación, la acomodo sobre mi cama y permanezco en silencio mirándola. No sé qué coño se trae su alter y la forma en que está haciendo las cosas me desespera no sé qué coño esperar de ella y por ende no puedo tener un plan trazado para contrarrestarlo sobre llevarlo.

Me inclino hacia el frente y poso mis manos sobre mi rostro con frustración. La cama debajo de mí se remueve y giro el rostro para ver a Nish que se mueve para luego abrir los ojos. Nuestras miradas se encuentran y aunque anhelo poder conseguir esa calidez que caracteriza la mirada de Nish, solo encuentro diversión.

— Debo reconocerlo eres demasiado listo...— murmura — manipular a Nish para sacarla del juego y por ello sacarme a mi...— ladea su rostro y se inclina para apoyarse en los codos — es realmente bueno, sería un plan perfecto si yo fuera una debilucha como ella...— ríe divertida pero permanezco en silencio — entiende algo Dark, para que te quede claro y dejes de intentar hacer este tipo de estupideces cursis...— se sienta colocándose como un indio, humedece sus labios y continua — mientras yo exista no vas a lograr mantenerla lejos, ambas tenemos claro el objetivo aunque yo más que ella evidentemente, pero no me retirare hasta que mate a Griffin — sus mirada solo dice una cosa, no va a detenerse por nada ni nadie — y ni tu ni ella van a poder evitarlo.

— ¿Por qué no simplemente me dejas esto a mí? — respondo en un susurro.

— Deja de intentar ser un caballero de armadura plateada Dark, cuando Nish necesito que estuvieras allí para ella estabas quien sabe dónde asimilando que te había dejado por no ser sincero con ella...— esas palabras son un puñal en mi pecho que se hunde conforme habla — ¿crees que si la amaras tanto como dices te habrías ido? — ríe — aun así si lo hubieses hecho te habrías asegurado personalmente de su seguridad y lo dejaste en manos de un inestable emocional que tenía muy claro el destrozar a todos por culpa de una imbécil que lo traiciono...— sonríe con malicia ante mi silencio pero no dice nada más.

Por lo que se pone en pie y se coloca frente a mí, sus manos van al borde de la blusa que lleva puesta y tira de ella hacia arriba quedando desnuda de la cintura para arriba. Mi cuerpo se tensa al igual que mi polla.

— Pudiste evitar muchas mierdas Dark pero el que yo sea quien mate a Griffin no será una de ellas...— se inclina hacia el frente sus pechos caen víctimas de la gravedad y trago con fuerza deseado tocarla — así que deja de jugar a ser el héroe porque no te queda el papel...— eleva una de sus manos para tocar mi mejilla pero lo evito — eres más como el villano sexy que todas quieren follar y que son la perdición y así justo así es que me gustas...— sin decir nada más vuelve a erguirse y se gira para caminar al baño — disfruta de Nish mientras quiero Dark pero recuerda que en el puto instante en que intentes joderlo todo otra vez ella sufrirá las consecuencias como siempre...— con eso se pierde tras la puerta y yo me quedo en silencio odiándola.

Frustrado como estoy meto mi mano en el bolsillo de mi pantalón y saco mi teléfono marco el número de Claus y aguardo.

— Se acaba de poner dura mi polla al leer y ver tu rostro en la pantalla...— responde haciendo que ponga mis ojos en blanco.

— ¿El griego donde esta?

— Puta madre, primero Nish y ahora el griego, ¿Qué acaso todo el mundo te gusta más que yo ahora? — respiro profundo.

— Claus no estoy de humor para tus malditas mierdas...

— Nunca estas de humor para una mierda últimamente, creí que con la resurrección de Nisha todo mejoraría pero joder que contigo nada es muy normal...

— Pásame al maldito griego Claus...— le grito.

— Vale, vale que sensible...— se queja y después de unos segundos escucho la voz del hijo de puta del griego.

— Dark...— su voz suena jadeante, adolorida.

— ¿Sabes los planes de Nisha? — pregunto directamente.

— ¿De qué planes me hablas? — pregunta después de una pausa.

— No te hagas el imbécil...— le espeto cabreado, el escucharlo reír hace que me llene de ira.

— ¿Está volviéndote loco no es así? — Me tenso — mira Dark Nish es...

— No le digas Nish esa hija de puta no se parece en nada a Nish...— lo escucho reír.

— De acuerdo, la llamare sirena, de esa forma las diferencio — con eso deja en claro mis sospechas y está muy consciente del trastorno de Nish — la sirena es impredecible...— agrega haciendo que tenga unas irrefrenables ganas de mandarlo a dormir para siempre — terca y decidida...— hace una pausa y suspira — no importa lo que hagas si tomo una decisión no vas hacerla cambiar de parecer...— eso ya lo note — si estas llamando por consejo es lo único que puedo decirte...— rio sin ganas.

— El día que necesite un consejo tuyo se congelara el infierno...— el griego ríe

— Como sea, tampoco sé cuáles son sus planes, siempre tuvo un plan dentro del plan que teníamos para encontrarte así que no te confíes y la subestimes, es muy inteligente y retorcida...— rio porque en eso estamos de acuerdo.

Hey griego...— escucho la voz de Ark y luego un golpe y un quejido — no bajes la guardia ni te desconcentres, aquí ninguno dudara en patearte el culo si lo haces...— rio con las palabras del ruso...

— Estoy al teléfono con tu maldito jefe...— le espeta el griego.

¿Y? — responde este.

Escucho algunos movimientos y comprendo que están entrado justo como le pedí al ruso que hiciera. Finalizo la llamada y permanezco de pie frente a la ventana de mi habitación.

— Un plan dentro de un plan...— murmuro.

La puerta del baño se abre y me giro para ver a Nisha saliendo de él, una sonrisa arrogante pintada en sus labios. Acaba de ducharse y está completamente mojada y desnuda. Presiono mis manos en puños cuando se acerca a la cama y se gira para verme.

— Los dejare tontear un rato más...— murmura — aprovéchalo...— me guiña un ojo y en unos segundos nuevamente el cambio se hace.

Respiro profundo porque estos putos cambios van a volverme loco. Nish me observa apenada desde donde esta con sus manos jugueteando entre ellas.

— Lo siento...— murmura.

Debo tomarme unos segundos para tranquilizarme, por lo que camino al baño y busco una toalla cuando salgo está en la misma posición. La cubro con la toalla y luego la abrazo.

— No tienes que disculparte amor...— murmuro con voz ronca — no es tu culpa, no puedes controlarlo...— entonces caigo en cuenta que podría hacerlo pero no será fácil para ella.

— ¿Te dijo algo? — rio sin ganas.

— Dijo muchas cosas amor...— beso su frente y busco su mirada — cosas que no tienen importancia en este momento...— acaricio su mejilla y suspiro — vamos a cenar...— ella asiente mientras yo libero su cuerpo para que se vista.

Me giro y salgo de la habitación con mil cosas en la cabeza y un poco más claro lo que debo hacer, aunque no será para nada sencillo con ella tensando los hilos constantemente, puede que no logre hacerla cambiar de opinión pero puedo hacer otras cosas en torno a ellas y es justamente lo que hare.


Zarek.

Ubicación: La Mansión

Hora: 8:40 am (Mientras Dark y Nish se dirigen hacia la casa del cirujano)

Termino de abotonar la camisa que frente al espejo bajo la atenta mirada de uno de los rusos que ayudo a sostenerme mientras el rubio me golpeaba. Una vez estoy listo me giro para verlo. Tiene una sonrisa burlona en la cara y lo único que quiero es borrársela. Pero debo ser inteligente y limitarme a seguir con el plan.

— No lo tomes personal, seguía ordenes...— me explica encogiéndose de hombros — aunque lo disfrute — doy un paso en su dirección sintiendo como mi cuerpo aun duele en algunos lugares.

— ¿Qué tenemos que hacer? — pregunto.

— Primero lo primero, ahora que puedes hablar y no tienes ningún tubo metido en la boca, ¿tienes alguna pregunta qué hacer? — sonrió sin ganas.

— No tengo nada que hablar contigo, eres un simple peón mas en el juego de Dark, si tengo algo que hablar lo hare con el cuándo este aquí...— él se encoge de hombros y asiente.

— Pues de momento no está, así que puedes reunirte con los tuyos y ponerte al día si quieres...— da media vuelta y sale de la que será mi habitación.

Respiro profundo y trato de asimilar todo lo que está pasando, la conversación entre Dark y Nish. Necesito saber qué demonios sucede. Cuando doy un paso hacia la puerta esta se abre y los ojos de Mel se abren como platos al verme de pie. Sus ojos se llenan de lágrimas y corre hacia mí. Cuando me alcanza se estrella contra mi pecho causándome dolor en las costillas pero le devuelvo el abrazo.

— Por fin despiertas...— solloza — creí que nunca lo harías...— sonrió y beso su coronilla para luego apartarla de mí.

— ¿Cómo estás? — pregunto y ella ríe suavemente y vuelve abrazarme.

— Yo estoy perfecta idiota el que está todo dañado eres tu...— rio una vez más.

— ¿Dónde están los demás? — ella se separa de mí y desvía sus ojos de los míos.

Cosa que me hace mirarla con atención. Su cuerpo esta tenso y es obvio que algo no va del todo bien.

— Las gemelas están en operaciones con Jasón, es el técnico de aquí y es un genio que las tiene hechizadas, casi no duermen y viven el día entero allí, no las veo desde ayer en la mañana...— me explica — Robert va y viene entre la sala de operaciones y el resto del lugar, le está costando adaptarse al lugar, demasiadas personas y todos lo ven mal...— sonrió, su ansiedad debe estar por los cielos.

— ¿Tiene sus gomitas? — Mel ríe y asiente — mientras las tenga estará bien, es una forma de alivianarla y lo sabes...— ella asiente y finalmente posa sus ojos en mí.

— Hayden esta...— hace una pausa y se remueve incomoda — Dark le dio una especie de misión...— mi ceño se frunce — está armando micro bombas en este momento — cierro los ojos y respiro profundo.

Hayden no solo es pirómano, es obsesivo compulsivo con las explosiones y volar cosas, una vez inicia parar para él es casi imposible.

— ¿Cómo está? — pregunto entre dientes.

— Como un niño en navidad...— no puedo evitar sonreír ante la comparación porque es justamente como actúa cada que trabaja en ello.

— ¿Mitch?

— En el área médica, ha intentado llevar tu recuperación pero no se lo han permitido...— asiento.

— ¿Nish? — su cuerpo se tensa aún más.

— Con Dark...— se limita a responder — salieron temprano...— asiento.

— ¿Estas bien? — pregunto cuando la veo golpear su puño contra uno de sus muslos gesto que hace cuando está nerviosa.

— Si todo bien...— ladeo mi rostro.

— ¿Mel? — La llamo para que me mire pero no lo hace — ¿Cómo lo llevas tú? — sus mejillas se tiñen de rojo y de inmediato comprendo que su pequeño problema con el sexo ha estado siendo atendido por alguien, la cosa aquí es saber quién demonios esta follandola.

— Bien...— responde sin mirarme.

— ¿Mel? — insisto.

— Estoy bien Zar en serio... no ha sido muy difícil...— humedece sus labios y luego suspira — Arkasha ha estado ayudándome...— mi ceño se frunce.

— ¿Arkasha? — pregunto sin comprender.

— Oh cierto, no debes conocerlo es uno de los hombres de Dark...— comenta —es ruso...— mi cuerpo se tensa — rubio, cabello largo, ojos azules, sexy, enorme y folla como un puto dios...— comenta con rapidez haciéndome reír por lo último.

— Lo conozco...— me limito a decir.

— ¿Ah sí?

— Si, él fue quien fracturo mis costillas...— sus ojos se abren como platos y jadea — tranquila está bien, al menos no estas trepándote por las paredes...— comento pasando junto a ella — ¿podrías darme un recorrido por el lugar? — pregunto mirándola sobre mi hombro.

Mel duda unos instantes pero asiente y termina acompañándome fuera.

#

Ha sido un día de mierda, me duele todo el cuerpo y estoy odiando al ruso de mierda tanto como a Claus. Ambos se han encargado de partirme la vida en distintos aspectos. Me dejo caer sobre la cama quejándome de dolor. La orden de Dark ha sido clara hagan su vida un maldito infierno cosa que es imposible porque viví en el y esto es nada en comparación a ello.

No voy a negar que odio que me golpeen como lo hacen pero tampoco voy a negar que de esa forma me obligan a estar a en forma y listo siempre para un ataque. Porque si los hijos de puta me atacan en casi cualquier momento sin importar que coño este haciendo.

Cierro los ojos y me relajo un poco, aunque respirar duele no es tan insoportable. Pienso en Nish y su mirada cuando hable con ella hace un rato, estaba realmente aliviada y feliz de verme de nuevo y el que no le importe que Dark nos oiga coquetear no sé cómo tomarlo. Es evidente que para el pasa algo entre ambos pero no sé qué pasa entre ellos y eso es una desventaja que debo saber manejar.

Sé muy bien que con Nish no tengo ninguna oportunidad, que me ve solo como un simple amigo, pero la gatita. Sonrió sin poder evitarlo. Con ella las cosas son distintas y aunque me joda que ambas ocupen el mismo cuerpo como lo dije una vez lo sigo manteniendo, tomare lo que está dispuesta a dar así ello haga enfurecer al líder de Darkness.


Nota del autor: hola mis darklings como les va? ya se todas están flipando colores a que si? quiero leerlas. 

Dark, el peque;o Edén en su casa que les dice? teorías al respecto? 

Nisha y la sirena siguen en un conflicto pero venga que mucho de lo que ha dicho la segunda es una realidad que tienen que afrontar. 

Zarek, mi griego sexy esta activo otra vez y pisando fuerte no? 

Espero estén disfrutando de estos días de Darkness (estoy en modo Dark y pues hay que aprovechar) un beso enorme espero les este gustando como va esto. les amo y gracias totales.

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