Capítulo 40 - Una cita... sangrienta.
Nisha.
Silencio.
Es todo cuanto nos rodea a mí y a Dark mientras el conduce por la vía rodeada de árboles. Llevamos cerca de una hora en este silencio. Ninguno de los dos se ha mostrado interesado en romperlo y se me hace raro que no haya sido el quien lo haga. Lo observo de reojos y detallo una vez más su aspecto.
En los recuerdos de Nish siempre lo vi usando trajes, pero ahora no solo son trajes, por ejemplo ahora lleva un jean negro, con botas del mismo color, una camisa negra y una chaqueta de cuero. Las gafas de sol cubren sus ojos y su cabello peinado igual que siempre.
Algo que también diferencia un poco a este Dark de los recuerdos de Nish es que ya no solo lleva un arma, sino dos y veo claramente un cuchillo sujeto a su tobillo izquierdo. Como si de alguna forma necesitara estar armado hasta los dientes gracias a mí, el pensamiento me hace sonreír. Después de algunos minutos más decido romper con el silencio.
— ¿A dónde vamos? — en cuanto escucha mi voz sus manos se tensan sobre el volante.
— Tengo asuntos que resolver en Oslo...— mi ceño se frunce.
— ¿Dónde estamos Dark? — pregunto con curiosidad ya que no tengo idea de la ubicación de la nueva sede de Darkness.
— Noruega...— responde sorprendiéndome del lugar.
— Vaya...— murmuro mirando por la ventana — te fuiste al otro extremo del mundo ¿no?
— Tuve que hacerlo...— responde con simpleza.
— ¿Por qué no me dejaste ir atrás con Arkasha o Claus? — pregunto porque realmente tengo curiosidad sobre eso.
— Ellos tienen cosas que hacer...— elevo una de mis cejas cuando una camioneta negra nos sobrepasa y luego otra.
— ¿Quiénes son?
— Mis hombres...— lo veo mirar por el espejo retrovisor al deportivo donde están Arkasha y Claus.
Dark estira el brazo y presiona un botón sobre el tablero del auto y en seguida se escucha el tono de una llamada.
— ¿Señor? — responde Arkasha.
— Vayan al norte y alisten todo...— hace una pausa y sonríe con malicia dedicándome una mirada — asegúrate que todo este justo como lo planee...
— Si señor, ¿algo más?
— Claus, ¿las reservaciones del hotel? — pregunta cuando otro par de camionetas negras nos sobrepasan.
— Listas, Redinsson como dijiste...— lo veo sonreír.
— Bien, ¿Jasón? — pregunta haciéndome fruncir el ceño.
— ¿Señor? — responde este dejándome en claro que esta llamada está conectada a varios.
— ¿Cómo vamos con el rastreo?
— En progreso, las gemelas le siguen el paso...— sonrió ampliamente.
— Perfecto... ¿Max? — pregunta y esta la última confirmación que necesito.
— Te oigo...
— Te quiero en el punto más elevado con vista al punto de encuentro, solo servirás de apoyo en caso de necesitarlo...— ordena y me doy cuenta que estamos en una especie de misión.
— De acuerdo...— responde Max.
— Antes de ir al lugar necesito que vayas a la ciudad por un vestido para Nisha...— mis ojos se abren como platos y lo veo sorprendida.
— ¿Algo en particular? — responde con cierta brusquedad la rubia.
— Negro, sexy que llame la atención...— responde con simpleza sin dejar de mirar la vía.
— Esta bien...
— Llévalo al hotel, nos vemos luego...— con eso finaliza la llamada se cambia de canal y acelera dejando a todo el mundo atrás.
Desde ese instante no reduce la velocidad y en cuestión de minutos estamos uniéndonos a otro camino prácticamente desierto.
— ¿Para que necesito un vestido?
— Tenemos una cita ¿lo olvidas? — mis cejas se elevan y lo veo con suspicacia.
— Claro.
Después de casi una hora y de solo ver arboles a mi alrededor Dark disminuye la velocidad, uniéndose a un camino de tierra a la derecha del camino. Al final de este alcanzo a ver una especie de casa. Frunzo el ceño cuando se detiene frente a la casa, apaga el auto y se gira para verme.
— ¿Dónde estamos? — indago con curiosidad.
— Querias ser parte de esto...— abre la puerta y antes de baja responde con simpleza — andando...— se baja y camina hacia la casa sin esperar por mí.
No es un lugar muy grande, la fachada es blanca y tiene ventanas cubiertas por cortinas obscuras. Al alcanzar a Dark este abre la puerta y me permite pasar cuando lo hago de inmediato me doy cuenta que es un lugar simple. Dark pasa junto a mí y camina por el pasillo sacando su arma. Mi ceño se frunce pero lo sigo, una vez en la primera puerta del pasillo la abre y entra.
Lo sigo hacia el interior, es una habitación amplia, un cuarto con una cama, y al costado izquierdo un sujeto en una silla atado y golpeado. Sus ojos están cerrados parece inconsciente. Dark camina hacia él y abre las cortinas que están a su espalda iluminando la estancia que me deja de una pieza.
Todo está salpicado de sangre, el suelo, las paredes, la cama todo está salpicado de sangre y es reciente. En ese instante el olor de esta me hace consciente de su presencia. Dark camina hasta el costado del hombre y lo rodea para detenerse detrás de él. Con el cañón del arma mueve su cabeza ligeramente.
De inmediato el tipo se sobresalta y se despierta agitado, su cabeza se eleva y posa sus ojos en mí. Estos abriéndose como platos.
— Hola Malcom — lo saluda Dark, haciendo que este gire el rostro de golpe y empiece a forcejear y quejarse — ya, vamos te lastimas...— dice con ironía Dark sin dejar de verme — quiero que conozcas a alguien...— da un paso y camina hacia mí — esta hermosa y sexy mujer es Sirena — comenta en tono burlón haciendo que lo mire mal, hace una pausa y suspira, sus ojos tornándose más oscuros — aunque creo que la conoces, está aquí para escuchar lo que tienes que decir...— mi ceño se frunce, sin comprender. Jamás he visto al sujeto.
— ¿Quién es él? — pregunto mirándolo con seriedad.
— Griffin ha estado comprando mujeres con aspectos físicos muy específicos...— deja caer, haciendo que eleve mis cejas sorprendida, no solo porque él sepa sobre esto, sino por lo tranquilo que luce al decirlo — pero eso ya lo sabias ¿no? — Agrega mirándome con intensidad — este hombre se ha encargado de hacerlas aún más parecidas a ti para satisfacer las necesidades de su cliente...— comenta con cierta nota repulsiva en la voz.
Mis ojos se desvían de los de Dark deteniéndose en el sujeto. Mi cuerpo se tensa ante su reconocimiento y por un instante no sé qué pensar o que sentir. Trago con fuerza comprendiendo las palabras de Dark.
— ¿Qué has hecho? — pregunto con voz ronca.
Hemos visto tantas mujeres desaparecidas estos últimos meses que el solo pensar el destino de cada una de ellas mi mente se nubla con las ansias de torturar y asesinar a ese enfermo de mierda.
— Es cirujano plástico...— comenta Dark colocando su arma sobre uno de los muebles de la habitación — uno de los mejores que tiene la mafia rusa por cierto...— agrega como si fuera alguna clase de dato importante.
— ¿has estado operando a estas mujeres para que se parezcan a mí? — pregunto incrédula.
— Es justamente lo que ha estado haciendo...— Dark sonríe en mi dirección.
— ¿Dónde está Griffin? — Me voy sobre pero Dark me detiene sujetándome de la cintura con fuerza.
— No tenía idea que las mujeres fueran para Griffin...— susurra con voz ronca cerca de mi oído erizando mi piel — Malcom trabaja para los grandes, para el Pakhan específicamente...— su nariz se desliza sobre la curvatura de mi cuello y mis músculos se tensan todavía más cuando una de sus manos me empuja con delicadeza lejos del sujeto.
— ¿Y eso que tiene que ver? — pregunto girando mi rostro hacia Dark.
— ¿Sabes lo que es un Pakhan? — pregunta con curiosidad el líder de Darkness.
— No tengo idea que mierda es esa...— le espeto.
— Así como Griffin es el jefe de la mafia italiana il capo di tutti capi, para la mafia rusa el Pakhan es el líder...— me explica — y Malcom trabaja directamente para él, aunque no lo conoce personalmente...— agrega mirando a Malcom — pero si conoce a los sujetos que han estado llevándole as las chicas ¿no es así? — pregunta fijando su mirada en el tipo.
Este no se mueve, ni siquiera lo mira, sus ojos siguen fijos en mí como si no pudiera creer que estuviera frente a la mujer que ha estado intentando copiar.
— Ark ha estado conversando con él estos días...— comenta acercándose a el — amablemente nos dejó la información que necesitábamos y hoy en la noche debía entregar una chica más...— sus ojos se posan en mi — ¿Qué quieres hacer con el Nisha? — pregunta en un susurro ronco, mortal que me eriza la piel.
No respondo de inmediato porque comprendo que todo esto no es más que un plan de Dark. De la forma tan intrincada en que suele actuar y no me sorprende en lo más mínimo que me haga parte de él y yo sin saber nada. Observo a Malcom que me mira con lágrimas saliendo de sus ojos. No sé cuantas mujeres este idiota opero y cuantas les entrego pero le odio como odio al mismo Griffin.
— ¿Cuántas? — pregunto entre dientes.
Dark sonríe y camina hacia el para quitarle la mordaza que tapa sus labios, se inclina para verlo y sonríe ampliamente.
— Si no quieres perder un dedo, o un brazo antes de morir responde todo lo que te pregunte...— le amenaza en un tono tan filoso y ronco que me estremezco.
El sujeto asiente ligeramente y Dark termina apoyándose en la pared detrás del tipo.
— He...— inicia con voz ronca, lastimera — operado cerca de cincuenta chicas para los rusos en lo que va de año...— mi pecho se contrae.
Pienso en todas las mierdas que vivió Nish y el odio aumenta.
— Nish...— la llamo en mi cabeza, necesito que enfrente esto.
El silencio es todo cuanto recibo de su parte y sé que aún está demasiado dolida y deprimida por lo que le dije más temprano. Sin embargo dejo mi mente libre de bloqueos para que sepa exactamente lo mismo que yo.
— ¿Están muertas verdad, cada que te piden una nueva es porque ha matado a otra? — se encoge de hombros y niega con la cabeza.
— No lo sé...
— Estudiaste medicina para salvar vidas, te especializaste en cirugía y terminaste haciendo muñecas para un enfermo...— le espeto entre dientes conteniendo la ira y el odio — deberías morir lenta y cruelmente...— murmuro.
— ¿Qué te hace pensar que no es la forma en la que morirá? — pregunta Dark descruzando sus brazos.
Mis ojos se encuentran con los suyos y un brillo particularmente oscuro, malicioso y morboso se apodera de su mirada. Permanecemos en silencio, absorbiendo lo que significa esto.
— ¿Vas a torturarlo? — pregunto con interés.
— Y tu escogerás la forma en que lo hare...— dice sonriéndome vilmente.
Tras mirarnos unos instantes asiento. Mis manos pican por lastimarlo, pero no me puedo mover. No cuando Dark ha empezado a quitarse la cazadora de cuero y la coloca en uno de los sillones que está más alejado. Se deshace también de la camisa dejando su torso desnudo. Sus ojos se posan en mí y aguarda en silencio.
— Una cirugía...— murmuro mirando al médico.
Eleva una de sus cejas y ladea el rostro.
— ¿Qué quieres decir?
— Hazle lo que le hizo a esas chicas, sin anestesia...— los ojos de Malcom se abren como platos y Dark ríe suavemente.
— Interesante...— murmura.
Se gira y camina hacia la cama se inclina y saca debajo de esta un bolso negro, tira de la cremallera y saca un kit médico, el cual acomoda sobre la cama, en este hay inyectadoras, bisturís, tijeras y un montón de implementos médicos. Junto a esto hay cinta adhesiva la cual toma y lanza hacia mí, la atajo sin comprender que quiere que haga.
— Necesito que lo inmovilices...— se gira y sonríe de lado — coloca más cinta en sus manos, sus brazos, sus piernas, en el cuello y al borde de su frente hacia su cabello asegúrate de fíjalo bien...— con eso se gira y continua organizando los implementos de tortura.
Camino hacia Malcom sin dejar de sentir la necesidad de destrozarlo con mis propias manos. De sentir que Nish también debería ser parte de esto, que debería tomar represarías y vengarse por todas esas chicas que han estado torturando.
Obedeciendo la orden de Dark fijo más sus manos, sus brazos, piernas y su cuello a la silla. Cuando me giro Dark tiene en sus manos guantes de látex negro y expresión divertida.
— Te excediste un poco con la cinta...— se burla y me giro para ver lo que he hecho.
El sujeto tiene sus brazos y parte de sus piernas completamente forrados de cinta y su cuello igual.
Sin decir nada más toma un bisturí y se coloca frente a él, el sujeto empieza a lloriquear y hablar en un idioma que no entiendo, pero suena como alemán o ruso, no lo sé. Dark lo ignora y coloca el filo sobre la parte superior derecha de uno de sus ojos y lo apoya un poco, la sangre empieza a salir de él y los gritos ahogados de le cirujano llenan el espacio.
Dark recorre toda la línea superior de la ceja haciendo un cuadrado alrededor de ella, luego con cuidado eleva la piel y la separa del rostro. Mi estómago se remueve y me giro para darle la espalda y controlar las ganas de vomitar. Respiro profundo y mientras escucho los gritos del tipo que cada vez se hacen más agónicos y fuertes.
Me obligo a girarme para ver como Dark separa sus parpados y los corta dejando sus orbitas al descubierto. La escena es dantesca y tan perturbadora que no logro mirar por más tiempo. Doy un paso atrás y me giro.
— Espérame afuera cuando termine con él te alcanzo...— la voz de Dark se escucha con un tono tranquilo, como si hacer esto lo relajara.
Sin pensarlo mucho salgo de allí, camino por el pasillo hacia la cocina y me apoyo en la encimera respirando profundo. Sabía que Dark era capaz de hacer cosas terribles, no por nada es el líder de la organización criminal más poderosa e importante del mundo. Pero verlo hacer algo como esto me ha dejado un tanto perturbada.
Los gritos del sujeto se escuchan hasta mí, suenan tan desesperados, tan desgarradores que cierro los ojos y me obligo a pensar en todas las cosas que sufrió Nisha, que pudieron haber sufrido todas esas chicas en manos de Griffin. No se cuánto tiempo pasa pero después de un rato Dark sale de la habitación, hay sangre salpicando su pecho, su cuello y su rostro.
Cuando nuestras miradas se encuentran la frialdad en sus orbes me detiene. No se mueve cuando abro la boca para decir algo que no alcanzo hacer, sigue mirándome como nunca antes lo había hecho.
— Iras conmigo a reunirme con los rusos, fingiremos que eres la mujer que el doctor entregaría y los obligare a que me lleven hasta donde debe estar Griffin, una vez me den su paradero te iras con Claus, me encargare de el...— me explica.
Su voz es ronca, fría, impersonal como si el Dark que conozco acabara de perderse en algún lugar.
— No...— respondo en un susurro.
— Griffin es mío...— nuestras miradas se mantienen unidas.
— Te dije que si soportabas lo que soy, si soportabas lo que soy realmente te dejare entrar...— murmura caminando hacia mí.
Se detiene a un paso de distancia, sus ojos mirándome con intensidad.
— No duraste ni cinco minutos allá atrás...— suelta burlón — si quieres seguirme el paso y te tome enserio deberás hacer lo que te diga cuando estemos con los rusos...— se encoge de hombros — sino apártate de mí maldito camino y deja de joderme a mí y a Nish...— por su tono no hay lugar a discusión.
— Esta bien...— murmuro él sonríe satisfecho.
— Bien...
— Bien...— permanecemos en silencio desafiándonos con la mirada — andando aún tenemos varias horas de camino a Oslo...— con eso pasa junto a mí y se acerca al lavavajillas abre el grifo y comienza a lavarse.
#
El camino hacia Oslo nos tomó cerca de tres horas. La tensión en el auto se podía cortar con un cuchillo y aun así no menguaría ni un poco. Dark estuvo ensimismado en sus pensamientos y yo en los míos. Saber que había alguien acondicionando a mujeres para hacerlas parecidas a Nish en serio me perturbo. El nivel de locura de Griffin sobrepasa mis expectativas.
Cierro los ojos y me relajo en la tina llena de agua caliente, del hotel donde nos estamos quedando. Cuando llegamos Claus y Ark estaban aquí, en sus respectivas habitación y para mi sorpresa el primero pidió la misma habitación para mí y Dark. Cosa que lo hizo cabrear pero no dijo nada, lo note por la forma en que miraba a Claus. En este momento se encuentra en la habitación no tengo idea que demonios está haciendo pero no voy a negar que estoy de los nervios por todo lo que esta pasado.
Después de un buen rato la puerta del baño se abre y Dark ingresa solo llevando boxers negros. Me ignora por completo andando hacia la ducha, se detiene delante de la puerta de vidrio y se deshace del bóxer quedando completamente desnudo frente a mí. Mis ojos se pasean por su espalda, su culo y no puedo evitar morder mi labio inferior.
Ingresa a la ducha y abre el grifo. El agua empieza a caer sobre su cabeza y luego sobre sus hombros. Su cuerpo se nota tenso. Movida por el deseo que siento por el me pongo en pie, el agua cayendo de mi cuerpo y goteando lo hace girar su rostro y mirar en mi dirección sobre su hombro, lo hace solo un instante antes de volver a mirar al frente.
Salgo de la tina haciendo un reguero de agua en el suelo, abro la puerta e ingreso, su cuerpo tensándose aún más con mi cercanía. Me paro detrás de él sintiendo unas incontrolables ganas de tocarlo. Cuando elevo mi mano para hacerlo, se gira. El agua cayendo en cascada entre ambos. Su típica expresión fría me recibe y siento un cosquilleo en mi entrepierna cuando un paso hacia mí quedando completamente debajo del agua, se inclina hacia el frente dejando su rostro a escasos centímetros del mío.
Trago duro al ver la forma en que está mirándome, no dice nada pero no lo necesita, su intención es clara quiere intimidarme y lo hace con tal facilidad que me siento pequeña. Dark es el único hombre que me hace sentir de esta manera, que me hace sentir pequeña más no indefensa, como si estuviese consciente de lo que soy capaz pero también de lo que causa en mí.
— ¿Qué quieres? — pregunta.
— Ducharme...— murmuro. Él sonríe de lado y coloca una de sus manos sobre mi cintura.
Mi piel arde de inmediato y el calor se hace descomunal, mi corazón late sin control y mi respiración se agita. La sonrisa en sus labio se ensancha al notar la forma en que mi cuerpo reacciona a él.
— Si quisiera compañía habría llamado a una puta...— susurra mirándome directamente a los ojos.
La ira crece en mi interior y elevo mi mano para golpearlo pero la detiene, tira de ella y mi cuerpo choca con el suyo. Mis pechos se estrellan contra el suyo y toda mi piel se eriza cuando siento la dureza de su polla contra mi vientre. Sus ojos escanean mis reacciones sin dejar de sonreír. No soy capaz de decir nada porque sentir así piel contra piel me desarma por completo.
— Intenta una vez más golpearme y me importara una mierda que seas una mujer y que Nish esté en algún lugar en tu cabeza...— su advertencia aunque suena muy real me hace dudar.
Dark no lastimaría a Nish. Cosa que yo sí puedo hacer...
— Me subestimas Dark y es algo que no deberías porque no eres el único con un plan...— sonrió ante su ceño fruncido.
Nuestras narices se rosan y aprovecho el instante de confusión para besarlo. Sus labios se mueven con fiereza sobre los míos como si me odiara pero me deseara al mismo tiempo. La mano que sujeta mi muñeca se acierra con más fuerza en torno de ella y me lastima haciéndome jadear.
Su cuerpo me empuja y damos un par de pasos hacia atrás hasta que me empuja y me separa de él. Quedando del otro lado de la puerta de la ducha, sonríe y me guiña un ojo antes de girarse y tomar el jabón.
— No olvides algo Sirena...— su voz es ronca pero tiene esa nota burlista — voy mil pasos por delante de mis enemigos siempre...— con eso empieza a limpiar su cuerpo.
No respondo nada porque sé que tiene razón, pero no debería subestimarme porque llegue aquí y logre captar su atención justo como esperaba que lo hiciera. Él puede ir varios pasos delante de mí y sus enemigos pero ambos sabemos que Nish solía sorprenderlo muy seguido y yo no soy muy diferente en esto.
Dark.
Espero en la recepción del hotel a que Nisha termine de alistarse en la habitación. Claus, Arkasha y Max se fueron hace casi una hora para alistarse y tomar posiciones. Después de lo que paso temprano note que Nisha no es tan dura como pensé que sería. Hay cosas que simplemente no puede resistir y es algo que quiero que comprenda.
Que aunque esté jugando a seducirme para lograr un objetivo no necesita hacerlo porque estoy dispuesto a hacer la vida de Griff un maldito infierno antes de morir. Uno en el que ni si quiera tiene que participar. Pero comprendo sus ansias y por esto decidí hacer esto.
— Wow...— uno de los sujetos que está en la recepción mira hacia mi espalda y me giro para ver que lo tiene con esa cara de imbécil y comprendo cuando mis ojos se topan con ella.
Nisha luce un vestido negro, dos tiras de tela cubre sus pechos verticalmente uniéndose a una más que rodea su cuello, la falda es amplia y es justo lo que quería. Sexy y llamativo. Nuestras miradas se encuentran y sonríe con arrogancia y picardía.
— Ratko...— me saluda con un asentimiento.
— Nisha...— doy un paso en su dirección y le tiendo mi brazo — ¿lista? — pregunto sin mirarla.
— Muéstrame quien eres realmente Dark...— murmura mientras salimos del hotel.
La guio fuera del lobby del hotel hasta alcanzar el frente donde mi auto nos espera, la ayudo a subir y luego hago lo propio y me acomodo en mi asiento. Sonrió cuando se coloca el cinturón y me observa con una media sonrisa coqueta.
Acelero y nos sacó del centro de Oslo donde nos estábamos quedando. El lugar donde se haría el intercambio no está muy lejos de aquí. Mientras conduzco Claus nos llama.
— Dime...
— en posición, ¿qué tal ustedes?
— De camino...
— Nish hermosa espero que Max te haya comprado algo que marque ese culazo...— pongo los ojos en blanco y suspiro mientras Nisha ríe.
— Lamento decepcionarte pero no compre ninguna de las mierdas que te gustan...— responde Max por Nisha.
— Aburrida, tenías que hacerla lucir como una puta...— Arkasha ríe y Nisha niega con la cabeza.
— Estaremos allí en diez...— informo finalizando la llamada — quiero que hagas exactamente lo que te ordene — le comento mientras señalo la guantera del auto — dentro están tus armas y tus cuchillos...— la veo inclinarse hacia el frente y noto como su espalda está completamente descubierta.
Las finas líneas de las cicatrices apenas y se notan pero aun están allí y el notarlas hacen que la ira aumente en mi pecho. Drenar un poco de la frustración que siento con el cirujano me ayudo mas no es suficiente. La veo sacar sus armas, la que le obsequio Claus, otra 9 mm y un par de cuchillos.
Los deja sobre su regazo y aguarda por más instrucciones.
— ¿Cómo se supone que debo actuar? — pregunta sin mirarme.
— Sumisa, no hables a menos que te lo pida...— ella asiente y suspira.
Después de diez minutos estoy deteniendo el auto en el estacionamiento de una fábrica en las afueras de Oslo. Toda está a oscuras pero del otro lado del estacionamiento, noto tres camionetas y una furgoneta. El hombre que iba a encontrarse con el cirujano es un ruso que trabaja directamente con Vitaly y aunque este es el último paso para confirmar que el idiota está ocultando a Griffin siento que hay algo más en todo esto.
E lugar se encuentra desierto.
— Max informe...— le pido antes de apagar el auto.
— Los hombres y el objetivo se encuentran en el interior de la fábrica, seis guarda espadas, Boris y Fedor están aquí...— sonrió.
— Ten...— digo extendiéndole un intercomunicador a Nisha — está atenta a todo lo que dicen y sigue mis instrucciones — ella asiente colocándose el dispositivo en el oído — Nisha acaba de uniese a la comunicación.
— Bienvenida hermosa...— comenta Claus — porque no sacan sus culos de una vez del auto para poder apreciar lo que compro Max para ti...— Nisha sonríe y posa sus ojos en mí.
— ¿Ark, el conteiner que intersectamos?
— En posición...
— Bien, andando Nisha...— apago el auto y salgo de este. Nisha me imita sin esperar a que yo abra la puerta para ella.
— Mierda...— escucho decir a Claus en el momento en que sale del auto.
El ruso silva sorprendido y Nisha ríe suavemente.
— Gracias por sus halagos chicos...— comenta posado sus ojos en mi — al menos uno de ustedes es lo suficientemente caballeroso para admitir que les gusta lo que ven...— Claus ríe a carcajadas al igual que Ark.
— Eso ha sido una directa muy directa Dark, ¿Qué no le has dicho que se ve hermosa esta noche? — pregunta mientras andamos hacia la entrada de la fábrica.
— Max no dejes de apuntarle a Boris...— indico — Ark encárgate de Fedor, lo necesitamos para que Volkov termine con el plan...— lo escucho dar órdenes y no puedo evitar sentirme aún más atraída a él.
— Ouch duele cuando me ignoras Dark...— comenta Claus haciendo sonreír a Nisha una vez más.
Una vez traspasamos la puerta de la fábrica nos recibe un amplio espacio donde los rusos están de pie, hay una mesa en medio del lugar donde estos están sentados esperando por nosotros. Al verme entrar solo con Nisha el ceño de Boris se frunce y mira de inmediato a sus hombres que nos apuntan.
— Señores...— saludo deteniéndome a varios metros — buenas noches...— les saludo inclinando mi cabeza.
— Fedor se pone en pie y le hace una señal a uno de los hombres que se acerca hacia nosotros sin dejar de apuntarnos.
— ¿Quién mierda eres tú? — pregunta Boris.
— ¿Mi nombre? — pregunto sacando mi arma y disparando a la cabeza del idiota que se ha parado frente a Nisha y ha intentado tocarla para revisarla — no es importante y si alguno de ustedes vuelve a intentar ponerle una mano encima a mi puta mercancía correrá el mismo destino que el...— Boris eleva una de sus cejas y Fedor sonríe.
— Así que el Doc nos consiguió un mejor contacto y con mejores gustos...— murmura mirando con deseo a Nisha.
Esta no se ha ni movido de su lugar a pesar que algunas gotas de sangre han caído en su rostro. Sonrió de lado y echo andar hacia la mesa donde me esperan los rusos.
— El Doc les envía saludos...— suelto en tono burlón — me ha explicado la situación, tu jefe quiere mujeres como ella...— señalo a Nisha que se estremece con la mirada que le dedican los dos hombres.
Me fijo en sus ojos y de pronto noto un brillo extraño en ellos. Mi cuerpo se tensa cuando nuestras miradas se encuentran y esa calidez característica de Nish me abraza. Todo a mí alrededor se detiene y no hago más que mirarla. ¿A qué mierda está jugando? Su barbilla tiembla ligeramente y por un momento dudo de seguir con esto.
— Mi jefe quiere mujeres, esta perra es solo un capricho de un idiota... —se queja Boris.
No aparto la mirada de Nish que ahora tiembla ligeramente. Desvió mis ojos hacia los de Fedor.
— ¿Dark? — la voz de Claus en el intercomunicador me advierte que se ha dado cuenta del cambio.
— Max...— murmuro y en cuestión de segundos otro de los guarda espaldas cae al piso muerto.
De inmediato se desata el caos. Los disparos se hacen presentes y me giro para acercar a Nisha pero me sorprende ver como saca un arma y dispara hacia los hombres, que rápidamente son reducidos. Sus manos tiemblan cuando la alcanzo, el miedo tiñe su mirada pero nada más.
— ¿Qué coño? — suelta Boris quejándose sujetando su brazo herido.
— El idiota del que hablas — murmuro sin dejar de ver a Nisha que llora en silencio sus manos alrededor del arma la sujetan con fuerza — ¿Dónde está?.
— No pienso decirte nada, ¿Dónde está Malcom? — pregunta entre dientes.
— Muerto...— me limito a responder.
Elevo una de mis manos y limpio las mejillas de Nish con suavidad. Sus ojos me observan cargados de demasiadas emociones y por un instante odio a su alter por hacerle esto.
— ¿Sabes que se trae? — le pregunto en un murmuro.
Ella niega ligeramente y cierro los ojos, respiro profundo y asiento.
— Cierra los ojos amor...— le pido con suavidad cuando estoy por girarme.
Ella sujeta mi mano y niega con la cabeza una vez más. No entiendo que pasa hasta que abre su boca y deja salir el aire.
— Ten cuidado con ella...— me advierte y en ese puto instante vuelve hacer el cambio.
La mirada triunfante en esos hermosos ojos verdes me hace arder de ira.
— Ahora si estamos todos aquí dispuesto a conocer al verdadero Ratko Stevens...— se inclina hacia el frente y sonríe — no me subestimes Dark...— se apartar y da un paso en dirección a la mesa donde están los dos rusos sin moverse.
— Buenas noches caballeros, me gustaría decir que es un placer conocerles pero la verdad es que no...— cierro los ojos y respiro profundo antes su maldito atrevimiento.
Cuando me giro y me coloco junto a ella los rusos me ven con confusión.
— ¿Griffin donde esta? — pregunto elevando mi arma hacia Boris.
— Vete a la mierda...— me espeta.
— Respuesta equivocada cariño...— se burla Claus en el intercomunicador.
— Yo que tu no lo provoco mucho, mira que no está de muy buen humor...— le advierte Nisha.
— Cierra la boca puta de mierda...— le espeta Fedor haciéndola reír.
Con gracia toma una de las sillas y la rueda para sentarse en ella. La expectación en su rostro me cabrea. Su actitud arrogante y altanera me pone tanto como me exasperan.
Me inclino hacia un costado y saco mi cuchillo mientras rodeo la mesa y me acomodo detrás de Boris. Enredo mis manos en su cabello negro y tiro de este hacia atrás, mis ojos fijos en Nisha que me sonríe coqueta.
— Tienes información que necesito, estoy cabreado gracias a ella y créeme no es bueno jugar con la poca paciencia que tengo en este momento...— le advierto. Fedor se pone en pie y Nisha lo apunta con el arma.
— Eh, eh siéntate por favor, esto va a ponerse bueno...
— No tienes idea hermosa...— responde Claus una vez más.
Fedor obedece y vuelve a su lugar, después de algunos minutos un par de mis hombres ingresa y los ata a las sillas a ambos. Yo me dedico a contemplar a Nisha y descifrar qué coño está haciendo en este instante y porque ha dejado salir a Nish en ese momento.
Después que tenemos a ambos rusos inmovilizados me coloco junto a Boris y sonrió.
— ¿Dónde está Griffin? — pregunto Boris ríe negando con la cabeza y ese puto gesto burlón es todo el incentivo que necesito para tomar el cuchillo y clavarlo sobre su muslo.
Un grito desgarrador sale de sus labios seguido de una maldición en ruso. No conforme con eso espero que el dolor se asiente un poco y luego subo el cuchillo dentro de la carne lo que lo hace gritar y retorcerse.
— Vuelve a burlarte y lo próximo que hare será abrir a la mitad tu otra pierna...— Boris jadea y respira agitado mientras yo tiro del cuchillo y la sangre salpica el suelo y su cuerpo cuando un trozo de carne se eleva y cae en el suelo.
— ¿Griffin? — susurro.
— Boris ¿Qué haces? — murmura entre dientes Fedor.
— Este imbécil cree que puede venir aquí a jugar a ser muy malo y salirse con la suya...— escupe con furia Boris y rio.
Lo dejo hablar y cuento cada una de sus palabras mentalmente.
— 18...— murmuro con una sonrisa maliciosa.
Su ceño se frunce y ladea su rostro.
— 18 trozos...— me inclino sobre él y vuelvo a clavar el cuchillo en l herida anterior haciendo un corte que lo hace gritar una vez más.
Retiro el trozo de carne y lo dejo caer en el suelo, elevo mis ojos y me encuentro con la mirada sorprendida de Nisha. A diferencia de su mirada más temprano esta vez parece fascinada por mis acciones, sonrió cuando hago otro corte sin ver y sin ningún cuidado, los gritos de Boris llenando el silencio y haciendo eco en la sala.
A humedece sus labios antes de morder el inferior conteniendo una sonrisa. Desvió mis ojos y me permito cortar los 16 trozos restantes que prometí quitarle. Fedor a nuestro lado mantiene su cara de póker, justo esa cara típica en los rusos.
—Intentemos una vez más...— murmuro acomodando mis manos sobre sus hombros después de rodearlo — ¿Dónde está Griffin? — Boris respira agitado el odio brillando en su mirada.
— No te diré una mierda...— Fedor bufa y pone sus ojos en blanco.
— Creo que estás jugando con el sujeto equivocado...— murmura Nisha inclinándose hacia el frente — ¿tienes algo que comentar? — le pregunta con curiosidad.
— No hablo con putas...— suelta Fedor ganándose una mirada asesina de mi parte.
— Creo que Nisha tiene razón...— murmuro colocándome frente a Boris, rasgo la camisa de botones que lleva puesta exponiendo su torso lleno de los típicos tatuajes de la mafia rusa.
— Venga Dark creo que eres suave con el...— me ínsita Nisha en un susurro seductor — quiero ver esa oscuridad de las que tanto hablas...— ríe suavemente y decido ignorarla.
Poso mis ojos en Boris que me miran retadores, sonrió acomodando el cuchillo en su bajo vientre, su expresión nunca cambia ni siquiera cuando hundo el filo en su carne con lentitud disfrutando de la sensación. Con la misma lentitud voy subiendo el filo por su abdomen abriéndolo poco a poco, la sangre, sus gritos, y su desesperación acariciando mis demonios.
Pronto una enorme herida decora su abdomen, me levanto para ver a Nisha que ahora parece un poco más impresionada.
— No quiero que apartes la mirada...— susurro sin dejar de verla.
— No lo hare...— responde segura y rio.
— Ya veremos...— me acomodo detrás de la silla de Boris y me inclino colocando mis manos en los bordes de la herida.
La viscosidad y la calidez de la sangre que mana de esta me hace sonreír mientras con un tirón brusco separo la carne, exponiendo las vísceras.
— Puta mierda...— escucho a Max quejar y luego la escucho vomitar, seguida de la risa de Arkasha.
Claus brilla por su ausencia aunque sé muy bien que está mirando. Nisha tiene los ojos abiertos como platos cuando meto mis manos en el interior del cuerpo de Boris ignorando sus gritos y como se retuerce antes de tomar su viseras y tirar de ellas para colocarlas sobre la mesa. La sangre lo salpica todo mientras disfruto de la maldita sensación de éxtasis que me brinda acabar con su maldita y jodida vida.
Pienso en cada una de las mujeres que han secuestrado, en todo el daño que les han hecho y fijo mis ojos nuevamente en Nisha. La palidez en su rostro, las lágrimas en sus ojos, sus labios separados jadeando, lágrimas cayendo de sus ojos una vez más. Es solo un instante pero ese instante me basta para saber que no solo el alter acaba de ver de lo que soy capaz.
— Ya ves Dark no eres el único con un plan...— la escucho murmurar y lo único que quiero en este maldito instante es matarla.
Nota del autor: hola mis darklings... solo tengo algo que decir...
sin palabras... las leo!
Gracias por el apoyo y leernos, les amo!
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