Capítulo 4 - Hormigas de fuego.
Nisha.
Me muevo con calma y tranquilidad entre los altos pinos que me rodean, el exterior no tiene nada que ver con lo que constantemente ocurre en mi interior pero debo decir que esto es hermoso, frio pero hermoso. Me gusta mucho este lugar, la calma y la tranquilidad que se respira aquí me ayudan con mis turbulentos pensamientos.
Ha pasado cerca de una semana desde que desperté y estoy completamente lucida, todos aquí son amables y dulces conmigo de una forma que me incomoda, no solo porque me tratan como si me conocieran desde hace muchos sino también porque además lucen realmente encariñados conmigo y para mí no son más que extraños.
Camino entre los árboles que están en la parte de atrás de la enorme casa en la que vivimos, es una casa hermosa, acogedora y con muchas habitaciones, después de todo vivimos varias personas en ella. Suspiro y me inclino para tomar una de las muchas agujas de los pinos que están en el suelo y jugueteo con ella entre mis manos. Paso mucho tiempo aquí afuera sola.
No me siento cómoda con ellos, ni confió en ellos. En este momento no confió ni en mi propia sombra, porque no recuerdo del todo lo que ha pasado en todo este tiempo. Mel sigue pareciéndome una chica extraña, es muy bonita y dulce, pero al parecer es todo un genio como Jasón. En cuanto pienso en el técnico de Darkness mi corazón se comprime y suspiro una vez más conteniendo el nudo que se forma en mi garganta.
Dios como extraño a Max, Claus y si... a Dark, lo extraño con todo mi ser. De inmediato mis manos se desplazan hasta mi vientre y me detengo recordando lo que supuestamente hice y como cada vez que lo recuerdo mis ojos se anegan de lágrimas que de inmediato se derraman solas. Comienzo a hiperventilar y en cuestión de segundos siento que todo cae sobre mí, me cuesta respirar por lo que me detengo y me apoyo en uno de los troncos tratando de recobrar el control de mis emociones y mi cuerpo.
Cierro mis ojos y hago exactamente lo que Claus muchas veces me dijo que hiciera, cierro mis ojos y me concentro en mi respiración, trato de controlar mis emociones por medio de la respiración pausada que me estoy obligando a hacer. Poco a poco vuelvo a recuperar un poco de mi control, permanezco con los ojos cerrados tratando de distraerme con los ruidos del exterior.
El viento sopla erizando mi piel, el olor a pino se cuela por mis fosas nasales y el ruido de los pájaros cantando a mí alrededor se vuelve parte de todo, pronto un ruido extra se une a los demás y de inmediato todo mi cuerpo se tensa. El ruido de las agujas de los pinos quebrarse cuando las pisas al caminar, abro los ojos en busca de la fuente del sonido y me quedo de una pieza al verlo. Parpadeo incrédula ante la visión y del sujeto que se acerca a mí por un instante todo en el me recordó a Dark, su estatura, su porte, su aspecto.
En cuanto me ve en la distancia sonríe en mi dirección tensando aún más mi cuerpo, no tengo idea de quien es o que hace aquí, lentamente llevo una de mis manos a mi espalda donde ahora siempre llevo un cuchillo. Mientras este hombre se acerca a mí, sus pasos son seguros, tranquilos y hasta despreocupados.
Lleva un jean negro, con la tela rasgada a la altura de las rodillas, una camisa de botones color crema y una cazadora de cuero negro, lleva un par de cadenas colgando de su cuello y además anillos en sus manos, su facciones llaman sobre manera mi atención, porque el parecido con Dark es increíble, la barba, la forma en que lleva el cabello, todo en el desprende ese aire y ese mismo estilo que caracteriza al líder de Darkness.
Solo que él tiene el cabello castaño, su tez es bronceada y sus ojos son azules o verdes, no estoy segura pero son claros, de eso no me cabe la menor duda. Al ver como lo observo su sonrisa se ensancha y finalmente habla.
— Hola Nish...— me saluda su tono de voz es ronco, pero animado — Mel me ha dicho que estabas aquí y pues quise venir a verte...— mi ceño se frunce en cuanto menciona a la hacker y lo observo sin comprender.
— ¿Quién eres? — pregunto aferrando con fuerza el mango del cuchillo en mi espalda.
— Oh, cierto Mel me dijo que posiblemente no te acordarías de mí, soy Zarek...— comenta deteniéndose a un par de árboles de distancia de donde me encuentro — ¿estas bien? — pregunta con preocupación dando un paso en mi dirección.
— No te acerques...— le espeto levantando una de mis manos para detenerlo.
De inmediato se detiene y eleva sus manos en el aire para luego regalarme una sonrisa.
— Está bien, solo quería ver que estuvieras bien... hacia un par de meses que no te veía y en serio me dio gusta saber que estas de nuevo consciente...— mi ceño se frunce y la incomodidad me inunda el cuerpo.
Trago duro sin dejar de verlo porque hay cosas en sus rasgos que me recuerdan demasiado a Dark. Respiro profundo sin apartar los ojos de él, alerta a cualquier movimiento o intento que haga por acercarse a mí, estamos varios metros lejos de la casa del Dr. Mitch y no estoy segura quien es el.
— Eh, bueno...— comenta con una sonrisa forzada...— creo que mejor me voy...— dice señalando sobre su hombro en dirección a la casa.
No respondo nada, solo lo observo sin comprender como su aspecto puede recordarme tanto al de Dark, el suspira y cierra sus ojos un instante antes de volver a verme.
— Me alegra muchísimo que estés de vuelta hermosa...— esas palabras hacen que mi cuerpo se tense y de inmediato siento que debo poner la mayor cantidad de distancia entre ambos.
El parece notar mi incomodidad y sin decir nada más, se gira y se aleja de mí, permanezco en el mismo lugar viendo como su ancha espalda se aleja de donde estamos, a los pocos minutos se pierde entre los árboles y una vez más estoy completamente sola. Miro a mi alrededor con la duda de estar siendo observada o vigilada y al confirmar que estoy sola, respiro profundo una vez más relajando el agarre sobre el cuchillo.
Mi corazón late desbocado en mi pecho, ha sido raro ver a ese sujeto y ver lo parecido que es Dark, suspiro una vez más sintiéndome extraña, ¿Dónde estará y que estará haciendo? Cierro los ojos y respiro profundo tratando de alejar el pensamiento de mi cabeza, sintiéndome en extremo abrumada una vez más, no solo porque ese hombre me recordó al hombre que amo, sino porque ha pasado tanto tiempo y no tengo ni idea de donde esta o que va a pasar ahora.
Reanudo mi andar entre los árboles, haciendo el recorrido que suelo hacer a diario, una vez más la brisa fría eriza mi piel y siento como poco a poco la temperatura empieza a descender, a lo lejos puedo ver como la bruma comienza a inundar el bosque y es el aviso que necesito para regresar a la casa. No me gusta estar fuera cuando comienza a caer la bruma sobre el bosque, la sensación de que algo me asecha es asfixiante.
Una vez alcanzo la parte de atrás de la casa, ya puedo escuchar las risas de todos, estas personas siempre están bromeando o riendo, la gemelas son unas chicas muy divertidas, Robert siempre anda en las nebulosas y Heyden de alguna forma siempre es el más serio de todos. Cuando ingreso a la casa, al primero con el que me topo es el Dr. Mitch.
Al verme sonríe y se hace a un lado para dejarme pasar, lleva entre sus manos uno de sus terrarios.
— ¿Todo bien? — pregunta al ver mi expresión.
— Si, todo en orden...— respondo sin dejar de ver el contenedor entre sus manos en busca del animal que reside en el — ¿Qué tienes allí? — curioseo, él sonríe y me hace un gesto con su cabeza para que lo siga.
De inmediato lo hago y lo sigo a la parte de la casa donde tiene una especie de área dedicada solo a sus terrarios, la primera vez que entre aquí sentí escalofríos al ver la cantidad de animales que había aquí, luego me pareció la cosa más curiosa del mundo y ahora paso mucho tiempo aquí curioseando, hay cosas sumamente interesantes en estos animales.
— Ven, tengo una colonia nueva que quiero que veas...— comenta animadamente dejando el contenedor en una mesa casi en el centro de la estancia.
Allí antes había una enorme pecera con una mamba negra, una serpiente africana sumamente venenosa, un espécimen realmente hermoso a la vista pero letal. Busco el contenedor del animal más peligroso de la imponente colección que tiene el doctor y la consigo a unos cuantos metros en otro estante.
— ¿Quién le robo el protagónico a la mamba? — pregunto con curiosidad, algo sorprendida.
Mitch ríe divertido y se gira para mostrarme un bote blanco que se encuentra en el suelo, con una tela blanca debajo de la tapa.
— ¿Otra serpiente? — pregunto y el ríe.
— No, esto es algo sumamente pequeño pero diría que es muchísimo más letal incluso que la mamba...— eso me hace abrir los ojos sorprendida — es una colonia de hormigas — no puedo evitar reír porque no entiendo cómo puede decir eso.
— ¿Las hormigas son más letales que la mamba? — suelto riendo incrédula.
— Esas en específico si...— la voz gruesa de un hombre detrás de mí me sobresalta.
Cuando me giro allí está nuevamente el sujeto de hace un rato, Zarek. Está de pie con los brazos cruzados sobre su pecho, ya no lleva la cazadora de cuero por lo que ahora puedo ver que lleva una especie de arnés a su espalda y en uno de sus costados en una porta armas, lleva una 9 mm.
— Doc...— saluda con un gesto a Mitch que le sonríe ampliamente — ¿va a sacarlas ya? — pregunta curiosidad sin apartar los ojos de mí.
— Si, ¿quieres ayudarnos? — pregunta con interés el doctor junto a mi mientras se inclina sobre el bote blanco y lo alza.
— No lo sé, esos bichos no me gustan...— comenta fijándose en el bote.
Mitch ríe divertido y suspira.
— Ven Nisha ayúdame, muéstrale a este cobarde como se trabaja...— sonrió por la burla y me acerco a él.
Últimamente también paso mucho tiempo con el doctor aquí adentro, estos animales tienen mucho para enseñar y es una forma de distraerme para no pensar en nada. Además me pidieron que tratara de organizar mis pensamientos, porque nos pondríamos a trabajar en cuanto regresara el miembro del equipo que faltaba.
En cuanto recuerdo esto, me giro para ver a Zarek que continua en la puerta, caigo en cuenta que él debe ser por quien estaban esperando.
— ¿Tu eres el miembro del equipo que esperaban? — pregunto con curiosidad y él sonríe.
— Si, supongo...— comenta encogiéndose de hombros.
— Nisha podrías quitar la tapa del contenedor por favor...— me pide Mitch, interrumpiendo mi breve conversación con el recién llegado.
Lo que me hace girar para ayudarlo y dejar de lado por el momento al nuevo miembro del equipo.
— Ten cuidado trata de no tocar la tela, el movimiento las alerta...— me explica haciendo que mi ceño se frunza.
Cuando retiro la tapa, el doctor con mucho cuidado toma el saco blanco y lo retira con mucho cuidado y lentitud, da un par de pasos hasta el contenedor de cristal, deja el saco sobre la tierra con cuidado y luego con una tijera corta el precinto de seguridad separa la tela y retira la mano con rapidez para luego colocar la tapa. No pasan ni dos minutos cuando empiezan a salir un montón de hormigas del saco, son de color rojo y miden cerca de 4 a 6 centímetros.
El tamaño me impresiona pero la rapidez con que se mueven es lo que me llama la atención.
— Son hormigas de fuego...— comenta Zarek a mi lado sorprendiéndome — una de las cinco especies más peligrosas del mundo...— me explica inclinándose hacia el frente para mirarlas — estas cosas son extremadamente agresivas y cuando una te pica el resto de la colonia se ira contra ti — toca un par de veces el cristal y de inmediato Mitch aparta su mano.
— No las hagas enojar más de lo que están...— entonces se reincorpora y eleva sus brazos en el aire y sonríe.
— Claro, lo siento...— se gira y me ve divertido — es complicado conseguirlas...— comenta y Mitch ríe.
— Para ti nada es complicado...— el ríe y asiente.
— Pues estas debo decirlo que me costó hacerlo, incluso más que las bulldog que te traje el otro día...— Mitch eleva una de sus cejas y lo ve expectante — esas cosas matan como desquiciadas, el sujeto que logro hacerse con la colonia murió después que se le cayó el saco sin cerrar...— explica y lo veo sorprendida.
— ¿Qué?
— Si hermosa, esas pequeñas cosas son capaces de matar a un ser humano — me giro para verlas fascinada.
Como algo tan pequeño puede ser así de letal.
— Son fascinantes...— murmura Mitch mirándolas.
— Ya lo creo...— comento — ¿en serio son capaces de matar a un humano? — pregunto con curiosidad.
— Si, una colonia puede tener más de un millón de individuos y no solo pican, son venenosas y además como dijo Zar, si una te pica lo hará el resto de la colonia y no quieres que eso pase...— comenta frunciendo el ceño — el veneno es en extremo doloroso y la sensación que causa es como si estuvieras quemándote, por eso se les dice hormigas de fuego — vaya, son criaturas fascinantes.
— Estas cosas matan más animales diariamente en el bosque que un león en la sabana en una semana — agrega Zarek girándose — por eso tienen el lugar especial del Doc...— comenta divertido.
— Sin duda alguna son una adición maravillosa, Gracias Zar...— comenta Mitch mirando al recién llegado con cariño — ahora dejemos que nuestras nuevas amigas se instalen aun tienes otras cosas para nosotros ¿no? — comenta pasando junto a mí.
— Sí, creo que te gustara lo que traje esta vez...— comenta divertido Zarek frotando las palmas de sus manos entre sí.
Echa andar detrás del Doc pero se detiene en la puerta y se gira para verme, algo en su mirada me pone incomoda de inmediato.
— ¿No vienes hermosa? — asiento y el continua andando.
Cuando salimos de la sala, todos están reunidos en la cocina conversando, al vernos guardan silencio y esperan a que se acomoden en la mesa, yo me quedo cerca de la puerta recostada de la pared. No me gusta mucho acercarme a ellos. Zarek entra a la cocina directo al refrigerador, todos observan sus movimientos atentos.
— ¿Por qué demonios tiene que ser tan sexy? — murmuran las gemelas al mismo tiempo mirándolo.
— No lo sé, a veces me pregunto lo mismo...— responde riendo divertido.
— No empiecen chicas, Zar no seas pesado y cuéntanos que averiguaste...— lo interrumpe Mel mirándolo mal.
El aludido sonríe y se empina la cerveza antes de responder.
— Según mis fuentes están aquí en Europa...— comenta mirándome — no será fácil dar con ellos, teniendo en cuenta que Dark ha decidido perderse de vista.
A la mención de Dark lo veo sorprendida, él sonríe y suspira.
— Hermosa, esta es la parte donde entras tú, conseguí información, bastante buena pero no nos llevara a él directamente...
— ¿Qué les hace pensar que voy ayudarlos a encontrar a Dark...?— suelto desconfiada.
— Oye tranquila aquí ninguna quiere hacerle daño o algo, de hecho me parece una locura ir tras el...— suelta Robert preocupado — más si ella está con nosotros — murmura sin mirarme y noto la preocupación en su tono — esto es mala idea Mel, Dark nos asesinara a todos sin siquiera preguntarnos.
Zarek ríe y asiente.
— Todos sabemos lo que hizo en cuanto desapareció pero no hemos vuelto a tener noticias de él o de como la organización ha estado moviéndose...— una vez más me observa y suspira.
— Nisha la única forma que tenemos para dar con Griffin es con la ayuda de Dark, tenemos información, armas y algunos equipos, pero jamás podremos llegar a él sin la ayuda de ellos...— mi ceño se frunce.
— ¿Qué saben de Griffin? — pregunto de inmediato tensándome.
— Es una larga historia que estoy dispuesto a contarte pero antes quiero saber si contamos contigo...— pregunta una vez más sin dejar de verme.
— Quiero matar a ese bastardo, es lo único que quiero hacer es la única forma en la que podría vivir otra vez...— comento sintiendo como el odio despierta en mi interior — sí, los ayudare — suelto con determinación haciendo que todos sonrían.
— Genial, entonces ven estoy seguro que esto va a gustarte...— dice pasando junto a mi caminando hacia el exterior.
Lo sigo y veo como el resto de los presentes permanecen en sus lugares, la única que se pone en pie y nos sigue es Mel. Zarek nos guía hacia el garaje de la casa donde un hermoso Mini Cooper negro con rojo que no había visto espera. Lo rodea y abre la maleta, lo veo perder la cabeza en el interior y luego volver a salir. Cuando me acerco quedo sorprendida con el contenido del interior.
— Tenemos juguetes nuevos...— comenta divertido mirando a Mel que abre sus ojos como platos.
— ¿Qué? Zar esto es increíble...— comenta entusiasmada observando la gran cantidad de armas que hay en el interior del auto.
— Lo sé, tenemos más en el almacén y los equipos están allá también, no hace falta que planeemos nada aquí y pongamos en peligro este lugar, sería bueno despitar a todo el mundo ¿no? — Mel sonríe ampliamente y asiente.
— Eres el mejor...— lo halaga y este simplemente le guiña uno de sus ojos y sonríe.
— Hay algo para ti...— comenta mirándome, se inclina y toma una caja negra la saca y la coloca entre mis manos.
Dudo un momento antes de abrirla y en cuanto lo hago todo en mi cuerpo se tensa, un nudo crece en mi garganta y me cuesta respirar. En el interior está el arma que Claus me regalo el día que estuvimos en la isla.
— ¿Cómo la conseguiste? — murmuro en un hilo de voz.
— La tengo conmigo desde que te sacamos del departamento...— me explica y suspiro acariciando el metal frio.
— Gracias...— murmuro con voz ronca.
— No es todo...— agrega tendiéndome un sobre amarillo — creo que te gustaría tener esto...— explica.
Dudosa sostengo el sobre y en cuanto lo abro y veo el interior me mareo, dentro aunque no he visto si realmente son lo que estoy pensando ya me siento terriblemente mal. No me muevo solo me quedo mirando el contenido sintiendo como mi mundo vuelve a caer sobre mi cabeza. Me giro sin decir nada y salgo de allí aguantando las enormes ganas de llorar.
Cuando alcanzo mi habitación me apresuro hasta mi cama aun con la caja del arma y el sobre, las coloco frente a mí y me siento en indio aguardando de alguna manera que alguna de ambas explote o haga algo por si solas. Los recuerdos de los últimos acontecimientos de mi vida invaden mi cabeza y cierro los ojos sintiendo la ansiedad.
Mi respiración se agita y la cabeza empieza a dolerme, de pronto la imagen de una habitación distinta a la que estoy se hace presente en mi cabeza, veo a Mel correr de un lado al otro y al Dr. Mitch intentando acercarse a mí. El miedo se adueña de mis extremidades y de pronto me siento encerrada, comienzo a hiperventilar y las lágrimas caen sin control de mis ojos, los abro sin comprender que ha sido esa pequeña escena que acabo de ver en mi cabeza.
Fijo mis ojos una vez más en el sobre y lo tomo con desesperación, sin detenerme a pensar mucho en la acción lo giro y de inmediato el montón de fotografías que saque una vez llegue al departamento se esparcen en mi cama, Claus, Max y Dark están en ellas, de inmediato tomo una donde Dark sonríe ampliamente mirando a Claus, la tome en el día que llegamos a esa hermosa mansión en Grecia, siento como mi pecho se comprime y sin más me dejo caer en la cama y me echo a llorar, todo lo que no había llorado desde que desperté.
Seth.
Camino de un lado al otro en la sala de espera, sintiendo como las ideas de venganza se arremolinan en mi cabeza, respiro profundo tratando de tranquilizarme pero es imposible, el bastardo hijo de puta toco a mi mujer, a lo más importante en todo mi vida y por la jodida culpa del maldito de Griffin.
Paso mis manos por mi rostro, echando andar una vez más hacia el otro lado de la sala donde un stand con enfermeras no ha parado de mirarme, atentas a cualquier cosa que pueda decir o hacer. Sabía que dejarla sola no era una buena idea, pero jamás creí que fuera Dark quien tomaría algún tipo de acción en su contra.
— Maldito...— suelto entre dientes en cuanto vuelvo a girarme.
— Señor...— me habla Taylor a mi espalda — tenemos a Dark en la línea — murmura tendiéndome el teléfono.
Tomo el aparato y respiro profundo antes de contestar.
— Bastardo hijo de puta...— suelto sin poder controlarme, la risa fría que me recibe del otro lado solo hace que mi cuerpo se tense aún más.
— Agradece que la deje con vida...— se burla el maldito — ¿Qué quieres Seth?
— ¿Qué mierda te pasa, por qué coño le hiciste eso? — le espeto buscando razones claras de su estupidez.
Lo escucho respirar profundo y después de algunos segundos murmura.
— Griffin...— mi cuerpo se tensa el triple y ciento que en este instante puedo acabar con el puto hospital en el que estamos con solo dar una maldita orden.
— Voy a volverte mierda Dark juro por dios que...— no logro terminar porque la carcajada que suelta me hace detener.
— Si solo llamaste para amenazarme hablamos luego tengo cosas más importantes que hacer que perder el tiempo contigo, si quieres hacer algo al respecto sabes dónde encontrarme — y sin más finaliza la llamada dejándome con la palabra en la boca.
Me giro y estrello el teléfono contra el suelo haciéndolo añicos, las enfermeras al otro lado de la sala se sorprenden y sobresaltan con la acción, Taylor permanece inmóvil mirándome serio esperando que le dé una orden.
— Busca al maldito hijo de puta y tráelo ante mi...— le espeto echando andar hacia el otro lado de la sala de espera hacia la puerta que da al área restringida.
— Señor no puede entrar allí...— me giro sacando mi arma apuntándole con ella a la enfermera, entre tanto su rostro palidece.
— ¿Quién va a impedírmelo tú? — suelto exasperado, me giro e ingreso al área de los quirófanos, donde empiezo a buscar a Mary.
En cuanto diviso una melena rojiza me encamino hacia allí aun con las manos tensas sobre el arma. Me detengo al verla dormida con un montón de tubos y aparatos, su rostro está parcialmente oculto por un hombre que trabaja sobre ella.
— ¿Cómo está? — pregunto ingresando al área todo el mundo se sobresalta al verme y escucharme.
Ninguno responde, todos están atentos al arma en mi mano.
— Señor baje el arma...— comenta un hombre cerca de mí.
— ¿Cómo está? — insisto.
— está estable señor, solo trabajamos en la herida de bala en una de sus piernas, ¿usted quién es? — pregunta tranquilo
— Se esposo...— murmuro sin poder apartar la mirada de su rostro.
Tiene las mejillas amoratadas y varios cortes en el rostro, tenso los músculos de mi cuerpo cuando doy un paso más y noto que esta baca abajo, cuando observo su espalda la ira se apodera de mi cegándome por completo. Sin poder evitarlo me acerco más a ella y movido por la necesidad de tocarla y hacerle saber que estoy aquí.
— No puede tocarla señor...— el medico hace una pausa y suspira — de hecho no debería estar aquí — no me inmuto no puedo dejar de ver las heridas en su espalda, algunas tienen puntos y otras siguen abiertas a carne viva.
Entonces como si de un aviso se tratara recuerdo a Nisha y de inmediato mi cabeza se pone en marcha uniendo puntos. Griffin nunca fue un problema para Dark hasta ahora, si se ensaño de esta manera con Mary no me cabe la menor duda que se debe a ella. Maldigo entre dientes y me inclino sobre ella.
— ya estoy aquí amor, todo saldrá bien y el maldito de Dark pagara por esto...— beso sus labios y me incorporo para ver al hombre que parece estar a cargo — quiero a los mejores médicos atendiéndola, no se preocupen por el dinero, no será un problema, lo que sea que quiera se lo darán...— el hombre asiente y sin más me giro para salir de allí — nadie puede saber que está aquí — les advierto.
Salgo del área quirúrgica y salgo a la sala de espera donde Taylor aun me espera, al verlo me tiende un teléfono nuevo.
— Investiga sobre Nisha, esto tiene relación con ella quiero cualquier cosa que obtengas de esto...— le pido caminando hacia el ascensor mientras marco una vez más el número del maldito de Dark.
Pero me desvía al buzón de mensaje y sin más lo suelto.
— En dos horas en los muelles, cerca de tus almacenes iré solo...— finalizo la llamada mientras Taylor me ve sorprendido.
— ¿Señor que va hacer? — lo ignoro.
— Haz lo que te pedí, en cuanto tengas la información me llamas...— salgo del ascensor dirigiéndome a mi auto, con la clara intención de saber qué coño está pasando e ideando un plan para hacerlo pagar.
No puedo simplemente irme contra Dark como si fuera cualquier basura, es un tipo inteligente y el líder de Darkness, sé muy bien de lo que es capaz y lo que le hizo a Mary no es más que una pequeña muestra del poderío que enviste, pero me cagare en su alma y juro por dios que va a pagármelas, luego iré por el bastardo de Griffin y así sea lo último que haga lo matare.
Nota del autor: hola mis Darklings como les va???? uy empezamos a conocer al equipo de Mel, pero que rayos? Zarek se parece demasiado a Dark no es así? se imaginan la impresión para la pobre de Nisha? que les parece a ustedes? aprovechare para dejar los rostros del equipo de Mel mas importantes, en la trama, así me los imagino yo claro esta.
Hablemos de otra cosilla, la reacción de Seth, que creen que pase ahora, entre Dark y El?
Ahora quiero tomarme el tiempo de explicarles algo importante, este libro cuenta con 4 lineas de tiempo, la de Dark, la de Nisha (que sera la mas confusa) la de Griffin y el desconocido y la de los experimentos. Les explico esto porque los capítulos van a ir dando saltos de atrás hacia adelante y viceversa, entonces para que no se sorprendan, pero todas las lineas coinciden en un punto, así que ya luego sera una misma linea de tiempo.
Sin mas espero hayan disfrutado del capitulo y pues nada, gracias infinitas les amo del tama;o del universo, nos leemos prontooo!
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