Capítulo 36 - Tentando al diablo
Hola mis Darklins, si una notita antes de empezar es que hoy es un día especial una de mis hermosas pervers esta de cumplea;os y pues esta capitulo va dedicado a ella Yoryis hermosa, espero que hayas y estés pasando un cumplea;os increíble por acá esta mi regalito, espero lo disfrutes te quiero muchísimo hermosa y pues no te quito mas tiempo a ti y al resto así que vayamos a ello... a leer.
Mel.
Ubicación: De camino a la mansión.
(Dos días después de la llamada telefónica de Nisha)
La ansiedad y el nerviosismo me pueden. Desde que Nisha llamo lo único que he logrado hacer es andar de un lado para otro llena de desesperación. Si Zarek muere no sé qué vaya a ser de mí. Ósea no sé cómo seguir adelante con todo esto sin él. Zar es mucho más que mi amigo, es mi soporte en medio de tanta mierda, siempre ha estado conmigo y no me hago a la idea de una vida sin él.
Regreso sobre mis pasos restregando mis manos, esto es demasiado para mí, además la ansiedad es muchísimo mayor porque tengo 48 horas y 35 minutos sin follar. Primera vez en tanto tiempo que logro mantenerme sin tener relaciones y debía ser justamente por esto.
— Abrirás un hoyo en el puto suelo del avión y si muero por tu culpa Mel juro que regresare del jodido infierno donde seguramente voy a estar por culpa de todas las mierdas que he explotado y volare tu casa, tu auto y donde sea que te encuentres...— me espeta Hayden desde su silla, mirándome con nerviosismo.
Luce tan estresado y más ansioso que yo. Sus manos están aferradas a los apoya brazos, clavando sus dedos con fuerza en el cuero marcando sus nudillos y tornándolos blancos, como si aferrarse a ellos fueran lo que lo mantuvieran cuerdo.
— Mel siéntate por favor tienes a todos muy ansiosos...— me pide el Doc acercándose a mí y acariciando con afecto mi hombro.
Me giro para encararlo y lo veo mal. Como puede pedirme que me siente o que me calme, con todo lo que esta pasado y el nivel de incertidumbre que siento.
— Confía en Nisha por favor...— murmura y rio sin ganas.
— ¿Cómo confiar en alguien que está loco? — suelto despectivamente y la decepción cruza con rapidez el semblante de Mitch.
Causando una pequeña punzada de culpabilidad que ignoro con rapidez.
— De la misma forma en que terminaste confiándole tu vida a todos ellos...— señala detrás de mí y suspiro al ver al equipo.
Todos están aquí, cada uno ocupa una silla. Las únicas que lucen relativamente tranquilas son las gemelas y sé muy bien que se debe a que no han parado de trabajar, ¿en qué? no estoy segura exactamente pero algo me dice que tiene que ver con ese chico Jasón.
Mucho antes que Nisha nos llamara habíamos tenido una intrusión en el sistema, que aloco a las gemelas de una forma que nunca antes había visto. Poso mis ojos en el Doc y suspiro tiene razón quizás estoy exagerando.
— De acuerdo...— camino hasta uno de los asientos y me dejo caer mirando por la ventanilla del avión.
No tengo idea de donde nos encontramos ni qué hora es, pero afuera aun es de día, parece que esta atardeciendo lo único que sé es que debajo de nosotros se extienden muchísimas hectáreas de bosque. ¿Dónde demonios están las nuevas instalaciones de Darkness?
Después de algunos minutos admirando el paisaje debajo de nosotros la puertecilla que divide el área delantera del jet con la parte donde están los pasajeros se cierra sola y se escucha el clic del seguro. De inmediato me pongo en pie y camino hacia ella intentando abrirla, pero es inútil, nos han encerrado. Empiezo a golpear con fuerza.
— ¡HEY ABRAN LA PUERTA! — Les grito pero no obtengo ninguna respuesta — joder abran la puerta ¿Qué demonios sucede? — golpeo con mis puños pero no abren.
— Estamos acercándonos al destino por favor tome asiento y espere pacientemente hasta que aterricemos...— se escucha la voz de un sujeto, el mismo que nos recibió en el jet— por medidas de seguridad y ordenes de Dark serán drogados hasta llegar a las instalaciones — esas palabras me hacen abrir los ojos como platos.
— ¿Que? no, no, no, no...— empieza a quejarse frenéticamente intentado quitar su cinturón de seguridad y fallando terriblemente.
Las gemelas se miran entre ellas con las dudas sembradas en su expresión, Robert abre sus ojos como platos y mastica frenéticamente un puñado de gomitas de colores que ha metido a su boca con rapidez, su rostro se y contorsiona en un gesto de irritación, debe estar muriéndose por no haberlas podido separar por colores. Cuando mi mirada se encuentra con la del Doc el simplemente suspira y cierra sus ojos.
Al instante siguiente un humo blanco empieza a descender por los conductos del aire acondicionado. Hayden grita como si se tratara de un niño pequeño al cual están arrancándole un juguete. Me giro y empiezo a golpear la puerta con todas mis fuerzas hasta que poco a poco voy perdiendo la fuerza en mis piernas, mis parpados me pesan y lo último que veo antes de cerrar los ojos es el techo del jet difuminándose en una extraña bruma.
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Me remuevo incomoda, sintiendo una punzada de dolor en mi cuello y espalda, estoy sobre un lugar duro y frío, abro los ojos y parpadeo tratando de acostumbrarme a la fuerte iluminación. ¿Dónde coño estoy? Entonces recuerdo todo de golpe y me siento como si tuviera un resorte en el culo. Al hacerlo me mareo y las ganas de vomitar aparecen.
— Con calma preciosa no queremos que manches el tapiz del suelo...— una sexy y ronca voz me hace elevar los ojos para encontrarme con la mirada grisácea de un sujeto enorme.
Lleva una media sonrisa en los labios y esta recostado a una pared, al ver mi expresión su sonrisa se ensancha y termina por llevarse una paleta a la boca. De alguna forma se me hace vagamente familia. Me guiñe uno de sus ojos y pasea la mirada a mi alrededor. Lo imito y me encuentro con que el resto del equipo aun duerme en el suelo cerca de mí.
Papi Claus bien bello y grandote ahora gracias a la rubia... (Yoryis se que te encanta así que colirio para tus ojitos)
— ¿Dónde estamos y quién eres? — mi voz suena pastosa y ronca. Intento ponerme en pie bajo su mirada divertida.
— Wow calma fiera, modera tu tono que estas en un lugar seguro...— suelta divertido — por ahora...— agrega encogiéndose de hombros para luego sonreír con picardía — ¿a ver, que quién soy? — pregunta rascando su barba poniendo sus ojos en el techo.
Aprovecho que no está mirándome para detallarlo y quedo embobada al notar los enormes y marcados músculos de su cuerpo, el tipo es hermoso de cara pero joder su cuerpo parece tallado en mármol. Cuando regreso mis ojos a su rostro tiene una sonrisa divertida.
— ¿Disfrutando de las vistas? — Pregunta con picardía haciendo que mis mejillas se tiñan de rojo — si quieres una mejor puedo quitarme la sudadera — comenta metiendo nuevamente la paleta a su boca y llevándola a un costado de esta, donde su mejilla hace una bola gracias al caramelo.
Lleva sus manos al borde de la sudadera y hace el intento de tirar de ella y digo hace el intento porque en ese instante una puerta detrás de él se desliza, llamando su atención, cuando desvía mis ojos hacia los recién llegados estos se abren como platos de la impresión al ver al líder de Darkness entrando por ella.
Quisiera decir que me impresiona solo su presencia, pero es que no viene solo, otro enorme hombre le sigue y este capta y eclipsa completamente mi atención. Esta enorme mole es rubio con el cabello largo, suelto cayendo por sus hombros y unos hermosos ojos azules que me dejan estúpida mirándole. Nuestras miradas se encuentran y una ligera sonrisa se dibuja en sus apetecibles labios y siento como mis mejillas se calientan ligeramente.
Mierda es hermoso.
— Te dije que me avisaras cuando despertaran...— la ronca voz de uno de ellos me hace salir de mi ensimismamiento y noto que esa voz le pertenece a Dark.
— Iba hacerlo pero esta preciosura me hizo una oferta que no podía rechazar...— el sujeto de ojos grises me guiña uno de ellos y sonríe ampliamente.
Dios esa sonrisa es completamente moja bragas.
— ¿Estas bien? — pregunta Dark mirándome sin ningún tipo de expresión en su rostro.
Le miro un instante antes de asentir y responder con otra pregunta.
— ¿Dónde estamos y donde esta Zarek? — en cuanto lo nombro una de las comisuras de sus labios tira ligeramente hacia la derecha dándole un aire malicioso y peligroso volviéndolo aún más atractivo de lo que ya es.
— Estamos en las instalaciones de Darkness y el griego debe estar platicando con Cerberos en las puertas del infierno...— comenta en tono burlón y despectivo.
La alusión al perro de tres cabezas que custodia la entrada del infierno no me pasa desapercibida y mi cuerpo se tensa, ante la perspectiva y las connotaciones implícitas en esas palabras.
Antes que pueda responder la puerta vuelve abrirse llamando nuevamente mi atención. La ira me llena el cuerpo al verla. Mi cuerpo reacciona y se mueve solo, me pongo en pie de un tirón ignorando el dolor y el malestar que atenaza mi cuerpo y me lanzo sobre ella. Pero lo que recibo a cambio cuando la alcanzo es un puñetazo limpio y fuerte que me devuelve al suelo, con contundencia arrancándome un quejido de dolor.
— Y eso señores, señoritas es un derechazo y lo se porque me ha dado varios desde que llego...— se burla el tipo de ojos grises riendo.
— Maldita hija de puta...— suelto entre dientes, asesinándola con la mirada.
Esta mujer se está ganando mi odio a pulso.
Mi quijada duele una barbaridad y ahora entiendo cuando Zarek me advirtió que no la provocara sabe muy bien lo que hace y como golpear.
— Venga otra que se empeña en recalcar lo obvio...— comenta con fastidio y arrogancia Nisha mirando a Dark un instante quien la fulmina con la mirada.
Me pongo en pie con la intensión de irme una vez más sobre ella, pero los enormes y duros brazos del sujeto de cabello largo me detienen. Por un instante me desconcentro al oler su perfume y sentir su duro cuerpo sostenerme. Mi piel se eriza y el calor corre directo a mi entrepierna. Puta mierda necesito follar con urgencia.
Vamos Mel ¿qué demonios te pasa? Me reprocho mentalmente.
— Tranquila...— su voz eriza hasta el último vello de mi cuerpo y me siento aún más cachonda cuando su respiración golpea mi nuca.
— Hermosa no tientes al diablo...— se burla una vez mas el de ojos grises.
— ¿Me pueden decir donde esta Zarek?
— Te lo dije por teléfono cuando hable contigo...— suelta con un deje de cinismo en el tono Nisha — esta inconsciente pero mejorando con cada día...
— ¿Qué coño le hicieron? — la interrumpo aguantando las lágrimas.
— Hey, estas dándole merito a muchos y todo lo hice yo solito...— dice una vez más el de ojos grises en tono ofendido atrayendo la atención de todo y es entonces cuando termino por reconocerlo.
— ¡Santa mierda! ¿Claus? — pregunto anonadada, este no es ni de cerca el tipo que tenía en los archivos.
El me guiña un ojo y sonríe.
— El mismo, pero más rico...— aclara señalándose a sí mismo.
— Basta...— nos corta Dark, en el instante en que abro la boca para replicar.
En ese momento el grandote que me sujeta quita sus brazos de mi cuerpo y me siento extraña. Necesito sentirlo otra vez así de cerca, sin duda alguna se ha sentido muy bien su cuerpo cerca del mío.
Céntrate Mel, calma las ansias... pareces una enferma.
— El griego está en terapia intensiva podrás verlo más tarde...— explica Dark llamando mi atención — Ark despierta a los demás — ordena haciendo que el rubio se mueva, mis ojos de inmediato lo siguen y devoro su espalda y la forma en que sus músculos se tensan conforme camina.
Así que te llamas ¿Ark eh?
— Las gemelas son esas de allí...— murmura Nisha nuevamente atrayendo mi atención hacia ella.
— Lo sé — suelta Dark mirando unos instantes a Nisha con expresión fastidiada — Claus llévalas arriba cuando despierten...— indica — el resto ya sabes dónde llevarlos...— el líder de Darkness posa su mirada fría e inexpresiva en mí y suspira — aquí están seguros por ahora...— aclara en un tono de advertencia que enciende todas mis alarmas — después que estén todos despiertos y en sus sentidos hablaremos — se gira para ver a Nisha y le sonríe con suficiencia — bien hecho, tu griego vivirá un día más...— el tono y el énfasis en que pronuncia el tu llama mi atención pero también eriza mi piel la forma en que lo dice.
Hay una advertencia implícita en sus palabras y está claro como el agua cuando me fijo en ella. Más me llevo una sorpresa al cómo está mirándolo. El odio que hay en su mirada acompaña a la forma en que su cuerpo se tensa y esto hace que todas las alarmas se enciendan en mi cabeza. No se supone que entre esos dos había un amor intenso y hermoso. ¿Qué paso?
Nisha.
La expresión de Mel es épica, debo reconocer que en encanta ver la incertidumbre en sus facciones y esa curiosidad por saber qué pasa. Acostumbrada a tener el control sobre los lugares que visitamos esto debe serle sumamente irritante.
Pero odio también que note el abismo que hay entre Dark y yo porque eso es algo completamente difícil de ignorar, más aun con las miradas asesinas que nos estamos dedicando en este momento. Me giro sin mirar a nadie en particular y salgo de la estancia. Solo vine aquí para asegurarme que habían llegado todos y estaban bien para decírselo a Zarek.
Camino por el pasillo de regreso, alejándome del pequeña sala donde han dejado al equipo para que se recupere. Sigo con prisa hacia la habitación en la que se encuentra el griego y suspiro cuando de camino me encuentro con Max, recostada de una de las paredes.
Max es otro jodido dolor de culo, uno que no tolero tener.
— ¿Podemos hablar? — me pregunta y niego con la cabeza.
— No, gracias...— paso de ella pero me sujeta del brazo y me gira con cierta brusquedad, deteniéndome.
— Vas a escucharme...— me espeta y elevo una ceja.
— A ver Max, sé muy bien que eres una clase de "diosa" con las armas pero te sugiero que me sueltes si no quieres terminar con tu nueve milímetros metida en el culo y el cargador vacío...— una sonría se dibuja en sus labios y niega con la cabeza.
— ¿Por qué actúas de esta manera? — pregunta y rio sin ganas.
Es tan idiota que no se hace una idea de lo que pasa. Y por lo que veo ni Dark, ni Claus le han mencionado alguna cosa por lo que sigo la orden implícita de mantener mi identidad oculta.
— Si lo que quieres hablar es sobre mi encantadora personalidad puedes hacerme una carta y dejarla en el buzón de sugerencias — hago una pausa y sonrió ampliamente — puede que la lea en unos cien años...— le digo divertida liberando mi brazo.
Cuando echo andar su voz me detiene.
— Deja de jugar con Dark, no tienes idea de lo que paso después que te fuiste y nos dejaste...— me echa en cara y es todo lo que necesito para borrar mi sonrisa.
— ¿Todo lo que Dark paso? — Suelto en medio de una risa irónica — a ver Max, ¿Qué sufrimiento tan grande paso el bebe Dark que no pudiera soportar? — Doy un paso hacia ella — ¿le metieron tres tiros a su madre y uno de gracia en la frente? — Pregunto cerrado mis puños — ¿o degollaron y desangraron a su hermano? — Enumero mientras rio negando con la cabeza — ah no ya se... ¿apuñalaron demasiadas veces a su padre y dejaron una linda nota en su ojo recordándole que aún le quedaba mucho infierno por vivir? — una punzada en mi cabeza me advierte que estoy tocando temas delicados.
— Nish no fue fácil...— rio
— Imagino lo difícil que fue para el ¿no? — Mis manos tiemblan y mi cabeza a empezado a doler con más intensidad — pero venga ¿qué puede saber ese hijo de puta si nunca ha tenido una mierda?...— me pego más a su rostro — porque lo único importante para él es el mismo ¿o tengo que recordarte que si lo desea es capaz de meterte un tiro en la cabeza? O que ya ha disparado varias veces a Claus y que le importa tres hectáreas de mierda si mueren...— rio una vez más mirando con intensidad a Max.
El dolor en mi cabeza se intensifica conforme dreno algo de la furia que ha despertado en mí y suspiro.
— Debió ser muy duro para él, pobre...— hago una pausa fingiendo pesar — sin familia, sin amigos, sin un lugar al que volver y llamar hogar porque LE QUITARON Y ACABARON CON TODO LO QUE TENIA — le grito dejándome llevar por el rencor — el único rayo de luz que existía en su vida se fue y tengo que tener compasión ¿por qué el sufrió su ausencia? — Niego con la cabeza incrédula con lo osada y cínica que está siendo Max — Nisha perdió todo Max...— le espeto cerrando los ojos y soltando un quejido por la fuerte puntada que siento en la parte posterior de mi cabeza.
— Basta, no le hables así Max no tiene la culpa...— su voz inunda mi cabeza.
Gruño y abro los ojos una vez más para ver a la rubia mientras ignoro su voz. La mirada de asombro y confusión que lleva Max es épica, el dolor se acentúa un poco más en mi cabeza pero yo continuo, ignorándolo. Este una clara advertencia que está se está haciendo más fuerte y que si lo hace tendremos otro conflicto.
— Si alguien ha sufrido un infierno aquí es Nisha Max y no tienes idea que tan oscuro y malditamente doloroso ha sido para ella, así que no me pidas que tenga un poco de empatía por Dark porque no la tendré...
— Max...— la voz de Dark nos interrumpe y el dolor en mi cabeza se intensifica.
Maldita sea, no puede ni escucharlo porque se hace más intensa su necesidad de salir. Muevo mi cabeza y respiro profundo tratando de controlar el dolor, de controlarla a ella.
— Nish basta...— murmuro entre dientes.
— Max ayuda a Claus con el equipo del griego...— la voz de Dark suena amortiguada por un pitido en mis oídos y maldigo por lo bajo.
— ¿Nisha? — la voz de Max se escucha muy cerca de mí.
Una suave caricia sobre mi hombro me alerta y me separo con brusquedad evitando el toque.
— Max...— la advertencia en el tono de Dark es clara — largo...
Jadeo cuando el dolor se hace inaguantable y llevo mis manos a mi cabeza, presiono sobre mis cienes y niego con la cabeza, no puedo cederle el control en este momento, no cuando todos están aquí, no cuando Dark esta tan cerca.
— Nisha mirarme...— me pide este en un susurro.
Elevo el rostro para asesinarlo con la mirada y pedirle que se aparte y me deje en paz, pero en cuanto nuestras miradas se encuentran el dolor se hace más intenso y todo se vuelve oscuridad.
— Nisha...— es lo último que soy consciente y capaz de oír cuando pierdo el control.
Dark.
— Nisha...— insisto tomando sus mejillas entre mis manos, para que me observe.
Aunque estoy cabreado, aunque odio los sentimientos que esta personalidad despierta en mí no deja de preocuparme, todo lo que ocurra con ellas me preocupa. Sus ojos se entrelazan con los míos y lo único que veo en ellos es dolor, resentimiento y un gran odio. Mi pecho se contrae al reconocer las emociones en ellos, pero cuando los cierra durante unos instantes creo que se echara a llorar allí mismo, mas no sé porque exactamente.
Cuando vuelve abrirlos y veo esa calidez irradiar en su mirada me deshago frente a ella, reconociendo el cambio y comprendiendo el dolor en su mirada. Poco a poco sus labios dibujan una sonrisa cálida y es todo lo que necesito para acercarme a su boca y besarla. Nuestros labios se encuentran y es tan jodidamente perfecto que suspiro como un idiota. Dios como la he extrañado.
— Ok comienzo a preguntarme que están metiéndose los dos porque estos cambios de te odio pero te como la boca cada que me da la gana no son normales...— la voz de Claus nos interrumpe y maldigo para mis adentro.
En cuanto libero la boca y mejillas de Nish esta me ve un instante y ríe suavemente, calentándome la existencia. Me hago a un lado para mirar a Claus, en cuanto sus ojos se posan en él se abren como platos y una enorme sonrisa se dibuja en sus labios, esa clase de sonrisa que solo Claus era capaz de sacar de ella. En un par de pasos esta sobre Claus abrazándolo con fuerza.
La expresión de sorpresa de mi supuesto mejor amigo es épica y por un segundo no sabe cómo reaccionar. El único contacto físico que ha tenido con Nisha ha sido a punta de golpes.
— Claus cuanto te extrañe...— su suave y dulce voz hace que una sensación extraña se expanda en mi estómago y sonrió.
Entonces Claus abre sus ojos como platos como cayendo en cuenta de algo y sus brazos se mueven con lentitud hasta rodear su cintura y abrazarla con fuerza.
— ¿Nish? — pregunta aun incrédulo y rio.
— En serio no tienes idea de cuanta falta me has hecho...— asegura ella en un susurro.
— Preciosa yo...— inicia Claus con voz entrecortada y noto como la tristeza y la culpa se apodera de su semblante.
— No pasa nada Claus...— comenta Nish separándose de Claus que la ve claramente sorprendido.
Su expresión sigue siendo la de esa chica cálida, dulce y hasta cierto punto inocente que vivió con nosotros. Sigue siendo ella, de alguna forma a pesar de todo sigue allí.
— Entiendo lo que hiciste y porque lo hiciste...— hace una pausa y desvía su mirada a sus manos que permanecen entrelazadas entre las de Claus — el dolor nos hace hacer cosas que jamás entenderemos y que no tienen ni pies ni cabeza...— hace una pausa y suspira como buscando las palabras adecuadas para seguir — cosas de las que podemos arrepentirnos la vida entera — murmura en un tono bajo y desganado.
La forma en la que habla, como evita el contacto visual y la expresión corporal de su cuerpo me indica que hay algo que la esta torturado y no estoy seguro si se trata de todas las vidas que su otra personalidad ha quitado o si se trata de algo más. Claus libera sus manos y vuelve abrazarla, esta vez lo hace con más fuerza y con los ojos cerrados.
— También te extrañe preciosa y no tienes idea de cuánto me arrepiento por lo que hice...— sus ojos se abren y se posan en mi — aunque mi culpa no cambie nada de lo que paso en serio perdóname...— me mira fijamente y sé que esas palabras no solo están dirigidas a ella sino también a mí.
Suspira, me guiña uno de sus ojos y niego con la cabeza, resignado a esto, sé que le pesa lo que hizo y sé muy bien que está arrepentido pero el que lo este no cambia nada de lo que paso y debe pagar por ello. Claus libera su cuerpo antes de sonreír ampliamente una vez más.
— ¿Qué tal si vamos por un volcán de chocolate o fresas con chocolate? — La invita haciéndola reír y yo pongo los ojos en blanco, Claus simplemente no puede evitar desear los dulces — venga tenemos mucho tiempo sin jugar en la cocina...— comenta moviendo sus cejas de arriba abajo haciéndola reír.
Esa cálida y divertida risa inunda el pasillo y es como si estuviera en un pedacito de cielo, lleno de luz, esperanza y plenitud. Sonrió abiertamente metiendo mis manos en los bolsillos de mi pantalón mientras los veo bromear. De pronto me siento como si no hubiese pasado el tiempo, como si su familia no hubiese muerto y seguimos en ese viaje donde todo absolutamente todo cambio.
Sus ojos se posan sobre mí y brillan con intensidad mientras Claus suelta un sinfín de idioteces que no le prestó atención porque solo tengo ojos para verla.
— Espabila que sé que te encanta verme y que te tengo imbécil pero si no te importa me llevare a esta señorita para jugar con ella...— suelta Claus aplaudiendo frente a mi ganándose mi atención — ¿vienes verdad? — pregunta de pronto poniendo atención a Nish que ríe una vez más.
— En serio me encantaría Claus...— comenta con cierta vergüenza y pesar, de inmediato este se lleva las manos al pecho y hace una mueca de dolor que la hace reír una vez más.
— Es obvio que las preferencias siguen existiendo entre ambos...— suelta con drama — creí que me amabas — finge limpiar una lagrima y me ve — ambos sabemos que prefieres mi polla a su coño...— dice con picardía haciendo que Nisha estalle en una sonora carcajada que me hace reír también.
Claus frunce el ceño y se pone serio.
— Hacia tiempo que no te veía reír...— cometa con pausa, haciendo que mi risa pare pero no mi sonrisa.
— Hace tiempo que no lo hacía...— Nisha me ve y da un par de pasos en mi dirección.
— ¿Podemos hablar? — Claus suspira y se gira para verla.
— Está bien ya entendí estoy sobrando...— echa andar por el pasillo y eleva una de sus manos — nos vemos tortolos recuerden que hay cámaras en los pasillos...— y sin más se marcha dejándome solo delante de Nish.
— ¿Cómo estás? — pregunto en un murmuro acortando la distancia entre ambos y acariciando su mejilla.
Ella cierra los ojos y sonríe.
— Extrañándote...— responde acercándose a mí.
Su frente se apoya sobre mi pecho y sus manos rodean mi cintura, hago lo propio y la abrazo con fuerza llenándome de la calidez y la sensación de paz que me da.
— Estoy aquí y no pienso irme o dejarte sola otra vez...
#
Nish y yo caminamos tomados de la mano por el bosque que está detrás de la mansión. El silencio cómodo que hay entre ambos me tranquiliza. Su calma me tranquiliza, las últimas veces que hemos conversado desde que volvió no han sido los mejores momentos.
— Este lugar es hermoso...— murmura y suspiro.
— ¿Cómo te sientes Nish? — pregunto lo que me ha estado preocupando desde que hablamos hace un par de días.
— Es raro...— murmura — se siente extraño compartir mi cuerpo con alguien más...— sonrió — ella es demasiado intensa...— comenta incomoda y rio.
— Lo se...— sus ojos me miran con curiosidad.
— ¿Tu como lo llevas? No es que sea la persona más amable del mundo y además no eres su persona favorita...—agrega mirándome con pesar y suspiro.
— Es complicado...— comento deteniéndome — ella es irritante, desafiante, egoísta, fría y con un humor muy negro...— enumero alguna de las cosas que caracterizan a su otra personalidad — pero también es fuerte, decidida, tenaz, no se intimida con facilidad y es jodidamente osada.
— Es todo lo que deseaste que fuera cuando llegue a la mansión...— me interrumpe haciendo que la mire.
Sus palabras me sorprenden porque aunque no lo había pensado tiene razón. Su alter está muy cerca de ser lo que quería que ella fuera.
— ¿Te gusta? — pregunta de pronto haciendo que mi cuerpo se tense.
No respondo de inmediato porque no me esperaba esta pregunta. Como siempre Nish sorprendiéndome.
— No...— respondo después de algunos segundos y ella sonríe ladeando su rostro — es decir no lo sé es complicado...— sueno frustrado.
— Este bien creo que es normal que pase ¿no? — suspiro y cierro los ojos.
— No quiero hablar de ella... Volvamos quiero meterme a la cama contigo...— le pido haciendo que sus mejillas se tornen rosadas y sonría ampliamente.
Regresamos sin decir una palabra, cada uno sumergido en sus propios pensamientos. Cuando llegamos a mi habitación la guio hasta mi cama donde ambos nos tumbamos, ella de inmediato se recuesta sobre mi pecho y me abraza. Yo me dedico a acariciar su cabello y su brazo. No decimos nada, no hace falta creo que solo necesitamos esto. Estar así el uno con el otro.
— Dark...— pronuncia mi nombre — sobre lo paso cuando me fui...— murmura y mi cuerpo se tensa — perdona por no haberme quedado y haberte hecho caso...— suspiro.
— No tengo nada que perdonarte nena, cada uno es libre de tomar sus decisiones...— hago una pausa y elevo su rostro para verla a los ojos — y es nuestro deber lidiar con las consecuencias de ellas, así no sean las que esperábamos...— sus labios dibujan una sonrisa triste y beso su frente.
— ¿Te arrepientes? — pregunta de pronto.
— ¿De qué?
— De haberme dejado ir...— suspiro.
— Me arrepiento de no haber terminado con Griffin cuando debí hacerlo — cuando menciono al hijo de puta su cuerpo se estremece y siento como su piel se eriza — aunque de haberlo hecho no habríamos vivido todo esto así que hasta cierto punto por mas contradictorio que suene no, no lo hago — ella suspira mirándome con intensidad y veo como sus ojos van llenándose de lágrimas.
— Me quito todo...— murmura con voz rota y respiro profundo conteniendo todas las emociones que ella me hace sentir.
— Lo es y no descansare hasta dar con el...— de pronto parpadea con rapidez y sus ojos brillan intensamente, sus labios dibujan una sonrisa sexy y maldigo para mis adentros.
— Ni yo...— el ligero cambio en su voz y la forma en que me mira me advierte del cambio una vez más.
— ¿No puedes perderte un poco más? — le espeto separando mis manos de su cuerpo.
— Vamos Dark no seas odioso, te encanta tenerme aquí...— dice colocándose ahorcas sobre mi — así...— dice moviendo su cintura provocándome.
Coloco mis manos sobre sus caderas y detengo el movimiento ella hace un puchero y luego suelta una carcajada que me provoca de todo menos cosas buenas. No entiendo cómo es que puedo pasar de la absoluta adoración al deseo salvaje y desmedido que esta personalidad despierta en mí.
— Para...— le advierto cuando se inclina sobre mí, sus labios rozado los míos.
— ¿Por qué?
— Solo detente...— cierro mis ojos y respiro profundo.
— Sabes me encanta la forma en que te controlas...— susurra sobre mi oído antes de lamerlo y mi cuerpo se eriza con la caricia — les habría dado un tiempo a solas si Nish no se hubiese puesto en modo sentimental...— continua hablando mientras arrastra sus labios sobre la piel de mi cuello — es algo que no puedo permitirle porque no controla bien sus emociones y créeme no queremos ver a una Nish descontrolada aquí ¿verdad? — retira su rostro de mi cuello y me observa con intensidad.
— ¿Por qué no te dejas llevar? — pregunta elevando una de sus cejas, presionándose contra mí la dura erección que amenaza con romper mi bóxer.
— Porque terminare matándote...— digo entre dientes cundo se presiona aún más contra mí.
— Me gusta tentar al diablo Dark...— murmura antes de inclinarse y besar mi boca con desesperación.
Nota del autor: aja otra vez por aquí... antes de empezar con lo que nos ata;e en estas notas ****FELIZ CUMPLEA;OS MI YORYIS HERMOSA ESPERO TE HAYA GUSTADO EL CAPITULO*****
Aja aaayyy wey en serio se que muchas la odian pero en serio yo amo la personalidad de la sirena. en serio que me encanta. Hablemos de este interesante capitulo.
Ya el equipo de Zarek esta en la mansión, Mel tuvo un crush con Arkasha interesante esto no? que piensan?
La discusion de la sirena y Max? a ver cuantas están de acuerdo en lo que dijo?
Ay Nish salio de nuevo y tuvo un momento con Claus y Dark que bellos en serio, se que muchas extra;an esa personalidad dulce de Nisha pero sabemos que esa nisha tiene todavía muchos problemas que resolver.
Y en serio que la sirena esta siendo una perra con Dark, pero me encanta y ya se que muchas van a decir "aaayyy ta chiquito y hay que cuidarlo"... venga que Dark tampoco esta muy enojado con la presencia de la sirena jajajajaja su entrepierna lo evidencia jajajajajaja
en fin los cometarios generales aqui, expresen su amor/odio por lo que ocurre, un beso enorme las amo y gracias TOTALES.
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