Capitulo 21 - No es coincidencia, es un patrón.
Nisha.
Un par de golpes suaves en la puerta de la habitación llaman mi atención, me observo en el espejo unos instantes admirando mi maquillaje y el conjunto sexy de ropa interior que llevo puesto. Antes de ponerme en pie tomo la 9 mm con silenciador que reposa sobre la cómoda y me pongo en pie.
Camino hasta la puerta consciente que puede ser Zar o alguien más, me acomodo detrás de esta para abrir solo un poco y asomo mi cabeza al mismo tiempo que quito el seguro del arma. Del otro lado la sonrisa pícara de Zarek me recibe.
Respiro profundo un poco más tranquila, desde hace algunos meses hemos estado haciendo algunos trabajos que nos han puesto en la mira de muchos, bueno eso si pudieran decir que somos nosotros. De alguna forma retar constantemente a las mellizas ha dado sus frutos y ahora son mucho más cuidadosas y rápidas en aquello de entrar en ciertos sistemas.
Los ojos de Zarek se encuentran con los míos y su sonrisa se ensancha ligeramente, antes de señalar la puesta con su cabeza.
— ¿Puedo?
— Claro...— abro y lo dejo entrar.
En cuanto lo hace puedo notar el traje que lleva, sin duda alguna es a la medida, es de color azul, se le ve increíble ya que este se ajusta a su cuerpo a la perfección. Cuando se gira y posa sus bonitos ojos en mí, una de sus cejas se eleva y recorre mi anatomía, descubriendo que solo llevo ropa interior. Sonrió al notar la forma en que sus ojos me admiran, la forma en que sus labios son humedecidos por su lengua y muerde ligeramente el inferior en un gesto casi imperceptible.
— ¿Qué ocurre? — pregunto echando andar hacia él.
Paso a su lado, llenándome del aroma de su perfume y la extraña energía que me atrae a él. Siento la forma en que toma una bocanada de aire antes de responder.
— Estaba pensando en que quizás deberíamos esperar un poco, ¿Estas segura que quieres hacer esto? Ha pasado muy poco tiempo desde que...
— Sí, estoy segura de esto, si tienes dudas puedes quedarte me las arreglare yo sola...— lo corto girándome para enfrentarlo — quizás Hayden quiera apoyarme por ti...— sus labios dibujan una sonrisa y niega con la cabeza.
— Hayden no está en la capacidad de ser tu apoyo directo...— me explica lo obvio.
Del equipo de Mel además de Zarek y el Dr. Mitch Hayden es el único con quien tengo una excelente relación, los demás pues aún hay demasiada tensión.
— Entonces deja de preguntar tonterías y ayúdame...— le pido tomando el arnés que debo colocar en mi abdomen y mi muslo derecho.
Me giro para darle acceso a mi espalda y siento sus dedos rosar mi piel, su cuerpo se pega más a mí y su respiración cálida golpea uno de mis hombros erizando mi piel.
— ¿Tienes todo? — pregunta abrochando el arnés y ajustándolo a mi espalda baja.
— Si... solo necesito el dispositivo de comunicación...— lo siento inclinarse y se acuclilla a mi espalda.
Mis glúteos quedan justo frente a su rostro cuando sus manos toman la tira de cuero negro y la sujeta a mi muslo, sus dedos se mueven sobre mí con delicadeza pero asegurándose de rosarme lo suficiente como para insinuarse.
— Bien...— murmura sobre mi glúteo derecho y sonrió cuando lo siento demorarse unos segundos más antes de ponerse en pie.
Doy un paso al frente alejándome de él, la tensión que se crea entre ambos es descomunal, estos meses el trabajar juntos en las misiones nos han acercado un poco más. Los juegos entre ambos se han intensificado y debo decirlo disfruto mucho de esto, quizás tanto como él.
Tomo el vestido que voy a usar esta vez y me giro para mostrárselo...
— ¿Qué opinas? — pregunto con coquetería.
— No sé porque te molestas tanto en preguntarme si al final te pondrás lo que quieras...— responde encogiéndose de hombros y metiendo sus manos en los bolsillos de su pantalón.
Camino hacia el con el vestido en la mano y acorto la distancia entre ambos de tal manera que nuestros alientos se entremezclen, soy capaz de percibir el aroma de la menta y el whisky en él.
— Necesito confirmar que me veo sexy...— murmuro sobre sus labios antes de apartarme y caminar al otro lado de la habitación
El ríe con suavidad y lo imito. Meto mis pies en el vestido y comienzo a acomodarlo sobre mi cuerpo una vez estoy vestida regreso hacia el griego y me coloco de espaldas para que suba la cremallera del vestido. Uno de sus dedos se apoya en el inicio de mi espalda y desciende con lentitud.
— Ratón...— le advierto cuando siento sus labios rozar mi omoplato derecho.
— Si no me quieres cerca no me tientes gatita...— su voz es un murmullo ronco que me pone.
Cierro los ojos cuando una de sus manos se cierra sobre mi cadera y me pega a su cuerpo, jadeo ligeramente cuando siento su dureza sobre mis glúteos y la imagen de Griffin hacer lo mismo asalta mi cabeza. Con un movimiento rápido tomo el arma que ya he acomodado en el arnés y me giro apuntándolo con ella.
Sus labios se curvan en una sonrisa divertida y niega con la cabeza.
— Date la vuelta...— me pide, elevo una de mis cejas y quito el seguro del arma — vamos solo jugaba...— le resta importancia y suspiro poniendo los ojos en blanco.
Es mi juego, odio cuando hace este tipo de movidas y lo sabe. En más de una oportunidad se ha acercado a mí de esta forma y ya no sé cuántas veces hemos terminado en una lucha cuerpo a cuerpo. La última vez le partí el labio y me gane un buen hematoma en mi costado izquierdo.
— Te advertí que la próxima vez que te pusieras en plan juguetón e intentaras pasarte de listo te metería una bala en la cabeza...— el ríe y asiente.
— Lo sé, pero si te me pones así en frente — dice recorriendo mi cuerpo a medio vestir — es inevitable no caer, puedo controlarme Nish y mucho, pero esto...— vuelve a verme de pies a cabeza — es mucho...— sonrió de lado al ver el poder que tengo sobre él y suspiro poniendo cara de me importa una mierda.
— Solo termina de subir la cremallera...— le advierto antes de volver a girarme.
Esta vez sus dedos completan la tarea apenas rosando mi piel, pero justo cuando estoy por separarme de él, una de sus brazos me toma de la cintura y vuelve a pegarme a su cuerpo. En respuesta el mío se tensa.
— Dispositivo GPS costado derecho del vestido...— murmura pegado a mi oído.
En ese instante siento su mano izquierda colocar algo entre los pliegues del vestido. Luego sin decir nada más se aparta dejándome ligeramente tensa y acalorada.
— Hayden confirma tu ubicación...— lo escucho iniciar el protocolo hemos dispuesto antes de iniciar cada una de las "misiones"
Regreso sobre mis pasos al otro lado de mi habitación y tomo la copa de vino que reposa en la mesita junto al dispositivo de comunicación, doy un sorbo y camino hasta el enorme ventanal que me muestra la hermosa ciudad de Roma a mis pies.
Italia es hermosa, ni en mis más grandes sueños creí que podría visitarla y conocer lo más oscuro y bajo de la ciudad. Sin duda alguna hay tantos negocios sucios acá que quede impresionada cuando las mellizas me mostraron la lista. De los cuales seleccionamos algunos mafiosos de bajo rango y el principal, puse mis ojos directamente en Seth en cuanto leí su nombre.
Mi cuerpo ardió lleno de ira y necesidad asesina cuando vi su nombre, no es un comprador directo de Darkness, pero es quien lleva las cosas aquí y sé muy bien que conoce a Dark. Había pensado llegar a él y pedirle que me pusiera en contacto con él, pero Zarek dijo que era una terrible idea. No sabemos si le debe lealtad a Griffin, aunque sé muy bien que no, es mejor no tentar las cosas.
— ¿Qué piensas? — pregunta Zarek a mi lado sacándome de mis pensamientos.
— Seth...— murmuro.
— No es una buena idea Nish...— repone lo que me ha estado diciendo desde hace una semana que llegamos.
— Lo se...— suspiro — ¿Todo listo?
— Listo, Barone ya está en el club...— me informa haciendo que mi cuerpo se tense — ¿sabes que solo tienes que decir mi nombre y estaré allí no? — pregunta interponiéndose entre la espectacular vista y yo.
— Lo se...— Aparata un mechón de mi cabello y sonríe.
— Letal como una sirena...— murmura mirando mis labios.
— Vamos tenemos cosas que hacer...— termino de beber el contenido de mi copa de vino y me giro hacia la mesa donde está la cajita con el dispositivo de comunicación.
Lo acomodo en mi oído y me giro para ver a Zarek que admira la ciudad.
— Andando...— lo apremio para salir de la habitación en camino de nuestra próxima víctima.
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Hayden detiene el auto frente al Club y sonrió en su dirección cuando me guiña uno de sus ojos, le asiento agradeciéndole y bajo del auto. La fila para entrar al lugar es mínima, por lo que me acomodo en ella y aguardo unos minutos hasta que Zarek llega en un deportivo negro que me hace abrir los ojos como platos.
¿De dónde coño saca los autos?
Desciende del auto, para luego rodearlo y abrir la puerta de su acompañante lo que me hace fruncir el ceño, de el auto desciende Mel con un hermoso vestido color rojo, con un escote en V al frente que deja expuestos los bordes de sus pechos, lleva el cabello recogido a un costado y nunca la había visto tan hermosa.
Le dedica una mirada picara a Zarek que le sonríe con calidez antes de tenderle su brazo, el cual toma y echan andar en mi dirección a la fila. Los ojos de zar se posan en los míos durante unos segundos antes de inclinarse sobre Mel y murmurar algo, esta ríe divertida y asiente, ignorándome por completo.
No sé qué hace Mel aquí, por lo que la incomodidad me arropa y me siento ligeramente alerta, esto no era parte del plan o al menos no del que el griego me hablo.
— Buenas noches...— saludo al guardia que ni se molesta en mirarme, solo tiende una de sus manos en mi dirección y le tiendo la invitación falsificada por Robert.
Una vez verifican que estoy en la lista el hombre asiente y me da paso, miro un momento sobre mi hombro donde la risa de Mel y Zarek llaman sobremanera mi atención. Lucen más cercanos de lo normal y la forma en que ella lo observa me molesta un poco.
Entro al local directo a la barra en busca de un trago, siguiendo los pasos a seguir, el que Mel esté aquí quizás me hará improvisar pero me vale mierda, Zarek nunca me hablo sobre esto.
— Una copa de vino tinto por favor — le pido al bar tender que asiente y en seguida deja una copa frente a mí, la toma y antes de dar un sorbo informo al equipo — Estoy dentro...— doy un ligero sorbo y con disimulo busco a Barone en lo que asumo es el área VIP.
— Barone está en el segundo nivel y no está solo — comenta Becka en el dispositivo de comunicación, su voz suena divertida y por un instante me tenso, se suponía que hoy estaría solo por algo decidí hacerlo hoy — está reunido con uno de sus socios, deberás distraerlos a ambos.
— Estamos dentro y en posición...— comenta esta vez la voz de Zarek y respiro profundo — yo me encargo del socio.
— No te preocupes, no queremos que tu cita se aburra...— suelto sin poder contenerme mientras me hecho andar hacia las escaleras.
— Nisha no...— pero lo ignoro.
Subo las escaleras con tranquilidad hasta llegar al segundo nivel, esta noche es una fiesta exclusiva por lo que la seguridad es de punta y los invitados tenemos libertad de ir y venir en las distintas partes del Club. Camino hacia donde me ha indicado Becka minutos antes y de inmediato doy con el italiano.
Es imposible no verlo o notarlo, es alto, cabello negro, ojos color verdes y un cuerpo de gimnasio que me indica que ciertamente pasa demasiadas horas entrenando. Camino hacia el lugar donde está el y su socio. Me fijo en su rostro y no lo reconozco, no es ninguno de los más cercanos de lo contrario sabría quién es.
Ambos se encuentran sentados en una mesa cercana al bar conversan animadamente. Paso junto a la mesa captando la mirada de ambos, aunque es su socio quien le avisa a Barone sobre mi presencia. Pido un trago y me giro para verles con disimulo, ambos me observan como si fuera una presa y ellos evidentemente las aves rapaces.
Doy un sorbo a mi bebida y giro mi cuerpo dándoles la espalda, respiro profundo al recordar las cicatrices en mi piel, que aunque se notan menos siguen allí. A los pocos minutos ambos hombres se acomodan uno a cada lado.
— Buenas noches...— me saluda Barone.
— Buenas noches...— me limito a responder sin siquiera verlo.
— ¿Estás sola? — pregunta su socio, reconozco que su acento no es italiano.
— Es evidente ¿no lo crees? — respondo dedicándole una sonrisa coqueta.
— ¿Qué tal si nos acompañas? — la mano de Barone se posiciona sobre mi cintura baja y me tenso.
— Claro...— respondo después de unos segundos moviéndome para apartarme de su toque.
Me guían hasta la mesa donde estaban minutos antes y me permiten sentarme entre ambos. Ellos se miran con complicidad y yo sonrió con picardía.
— No te conozco...— murmura Barone inclinándose hacia mi — así que asumiré que me mentiste hace un momento cuando te pregunte si estabas sola...— hace una pausa y coloca una de sus manos sobre mi rodilla que está expuesta gracias a la abertura del vestido — y no te apetece estar con tu acompañante por lo que buscaste una mejor compañía...— sus dedos se deslizan por mi muslo erizando mi piel y alertando todos mis sentidos.
— No puedo mentirle a un hombre como tu supongo...— respondo tomando su mano y deteniéndola.
El ríe y asiente.
— ¿Ósea que estas aquí por mí? — pregunta sin ningún rodeo.
— Puede...— respondo dedicándole una mirada tentadora a su socio.
De inmediato el cuerpo de Barone se tensa a mi lado y toma mi mejilla girándola con cierta brusquedad.
— Quieres un hombre un de verdad esta noche...— sus ojos se posan sobre su socio y ríe divertido — no lo tomes a mal pero creo que esta hermosura es mucha mujer para ti...— el socio ríe negando con la cabeza y se pone en pie.
— Iré por un macho que me de lo que necesito esta noche...— sentencia con diversión haciendo que Barone ría.
Nuevamente sus ojos se posan en mí y su sonrisa se ensancha.
— Ya tienes toda mi atención...— murmura.
— ¿Tu amigo es gay? — pregunto con curiosidad.
Necesitamos el nombre para ubicarlo, no pueden quedar testigos de este acercamiento.
— ¿Charlie? — pregunta mirando a su socio alejarse — es bisexual y al parecer esta noche le van más los hombres, de lo contrario se habría quedado...— asegura — pero no hablemos de el...— su mano se fija sobre mi mejilla y me acerca a su rostro — mejor hablemos de lo que haremos tu y yo esta noche...— sus labios buscan los míos y cierro los ojos para evitar verlo.
— Buenas noches...— nos interrumpe una voz que conozco muy bien.
Cuando Barone aleja su rostro del mío, noto la ira dibujada en sus facciones, una vez se gira asesina con la mirada a Zarek que nos observa con seriedad.
— Estas tocando a mi cita...— suelta con voz amenazante y lo único que quiero es ponerme en pie y golpearlo.
— ¿Disculpa? — pregunta Barone.
Niego ligeramente con la cabeza, advirtiéndole con la mirada en el preciso instante en que Mel nos alcanza.
— Hermana aquí estas...— dice mirándome divertida — preocupaste a nuestro hermano, venga déjala estar necesita divertirse, esto de estar todo el tiempo trabajando debe tenerla cansada...— toma el brazo de Zarek que esta literalmente asesinándola con la mirada.
Tira de el y lo aleja, sin darnos tiempo de responder a mi o a Barone. Este se gira con expresión incrédula y yo rio negando con la cabeza.
— Lo siento, mi hermano es un poco sobreprotector...— le explico.
El ríe y asiente.
— Entiendo, entonces lo mejor será que vayamos a otro lugar...— mi sonrisa se ensancha y asiento.
El italiano se pone en pie y me guía por un pasillo largo e iluminado con luces tenues, al final de este hay un par de puertas, abre la primera de ellas y me permite el paso. Al ingresar un bonito estudio dormitorio nos recibe.
— Wow...— finjo sorpresa.
— ¿te gusta? — indaga colocando a mi espalda.
— ¿Vives aquí? — pregunto incrédula, el ríe y niega con la cabeza.
— No, es solo un lugar donde paso muchas horas trabajando...— sus labios se apoyan sobre mi hombro y me tenso nuevamente — pero esta noche le daremos otro uso.
— Por su puesto...— respondo apartándome de él.
Camino por la estancia recorriendo con la mirada, los puntos ciegos que ya hemos estudiado, los lugares donde debo posicionarme para facilitarle el trabajo a las mellizas y una vez doy con el lugar me detengo y me giro para ver al empresario mafioso.
Es uno de los tantos empresarios que finge ser "bueno" delante de todo el mundo pero a puerta cerrada no es más que otra mierda de ser humano. Suele comprar armas a Darkness para equipar a sus hombres, al menos una vez al año renueva el armamento.
— ¿Quieres beber algo? — pregunta a mis espaldas.
— Vino...— me limito a responder, mientras admiro su espalda.
— En posición Nisha...— me informa Hayden confirmándome que está listo para sacarme de aquí en cuanto le informe.
— Ten cuidado, no es un idiota como el resto...— me advierte una vez más Zarek.
— ¿Qué pasa? — pregunta Barone deteniéndose frente a mí.
— Nada, pesaba en la buena suerte que tengo esta noche...— suelto con voz seductora tomando la copa de su mano y dando un sorbo sin apartar la mirada de la suya.
— La suerte es mía...— sonrió.
— Ven...— murmuro dejando la copa sobre el escritorio y tomando la solapa de su saco — necesito distraerme, hace mucho que no estoy con un hombre de verdad — suelto con ironía haciendo que Hayden ría y una de las mellizas bufe.
— Por su puesto...
De inmediato el italiano me toma de la cintura y estrella sus labios en los míos, el beso es apasionado y aunque lo sigo fingiendo la misma necesidad una de mis manos van a su nuca y la otra se pierde en el interior de la abertura de mi vestido, donde tomo el arma la saco y apunto a su costado. En cuanto siente el cañón del arma se separa de mí con rapidez.
— ¿Qué mierda? — suelta mirándome con cabreo.
— No es nada personal eres un encanto y de verdad será un desperdicio asesinarte porque en serio eres un puto dios andante...— respondo a su pregunta en un sugerente murmullo — pero necesito llamar la atención de alguien...— el da un paso en mi dirección y le quito el seguro al arma — ah, ah quietecito...— le advierto, llevando mi mano libre nuevamente al interior de mi vestido de donde saco el cuchillo.
El brillo de la hoja me saluda y mis labios se curvan en una sonrisa fría.
— Date la vuelta...— le pido con dulzura, pero se mantiene en su posición con los puños presionados a los lados de su cuerpo — vamos Barone no quieres que me ponga en modo espinoso...— le advierto.
Pero el imbécil permanece en la misma posición retándome, suspiro encogiéndome de hombros y desciendo el arma que apunta a su pecho y le disparo en una de sus piernas, el grito que sale de su boca me hace sonreír una vez más.
— Beck es hora...— le informo a la melliza encargada de intervenir el sistema de seguridad y repetir la imagen de ambos conversando.
— Video corriendo...— responde y sonrió.
— Date la vuelta...— le pido una vez más a Barone pero permanece en el suelo sosteniendo su pierna.
— Vete a la mierda puta...— me espeta.
— Y tú al infierno imbécil, pero antes necesito saber algo...— pregunto cómo quien no quiere la cosa...— ¿te gusta mucho follar? — su ceño se frunce antes que la mano que sujeta el cuchillo comienza a rasgar mis vestido.
En cuestión de nada estoy en ropa interior frente a él, sus ojos recorren mi cuerpo sin comprender qué coño hago y es justamente la idea. Una vez desvía sus ojos del arma con un rápido movimiento pateo su rostro y con el empeine tumbándolo de lado, dándome el tiempo suficiente de irme sobre el e inmovilizarlo justo como quiero.
Me siento sobre su culo y sostengo sus manos debajo de mi peso, mientras proceso lo que sigue. Tomo el cuchillo y lo clavo justo en quinta vertebra tratando solo de lastimar la medula lo suficiente como para que no pueda moverse por un rato. De inmediato el cuerpo de Barone se mueve involuntariamente y de su boca se escapa un grito desgarrador que me hace jadear, el sonido de su quejido llena todo el espacio, llenándome de satisfacción. La sangre no tarda nada en manchar su ropa, cuando retiro el cuchillo sé que ya no podrá moverse.
Libero sus brazos mientras él se queja constantemente y sin más me dispongo a lo mío, me inclino sobre su cuerpo y murmuro sobre su oído.
— Un menos y quedan tres...— me elevo y con fuerza clavo el cuchillo nuevamente en su espalda, asegurándome que este perfore uno de sus pulmones.
Levanto el arma y vuelvo a dejarlo caer, mi mente se cierra y me pierdo en el recuerdo.
— Cuéntalos...— me pide la fría voz de Griffin en mi oído.
Antes de separase de mí y levantar el látigo, para luego dejarlo caer sobre mi piel, en cuanto el cuero pellizca mi piel grito y mis ojos se anegan en lágrimas. Mi grito solo aviva sus sádicas ganas de hacerme daño por lo que recibo cinco azotes más los cuales me niego a contar.
— ¡MALDITA SEA NISHA CUENTA LOS PUTOS AZOTES O TE DEJARE LA MALDITITA PIEL SANGRANDO!...— grita sobresaltándome.
Una vez más siento el cuero tocar mi piel, solo que esta vez con más fuerza, un gemido se escapa de mis labios.
— ¡CUENTA! — me grita una vez más pero niego hacerlo.
No solo porque no quiero darle el gusto sino porque sé muy bien que mi voz no saldrá. Mi garganta arde y estoy ronca por todos los gritos que solté anoche cuando este hijo de puta volvió a violarme.
El látigo cae sobre mi piel una y otra vez, cada vez con más fuerza, cada golpe me deja un marca ardiente en la piel y no sé cuántas veces Griffin repite la acción que finalmente mi cuerpo pierde la fuerza y siento la sangre escurrir por mis piernas y glúteos.
La imagen cambia y esta vez me veo a mi misma apuñalando al mafioso de Francia, mi cuerpo se tensa y me obligo a volver, no puedo perderme en esas imágenes, cada vez que me descargo no puedo evitar pensar en Griffin y la forma en que me torturo, la forma en que mato a mi familia, la forma tan despiadada en que mato a mi padre.
Dejo caer el cuchillo y me detengo contemplado la sangre que lo salpica todo a mi alrededor, Barone está sin vida y esta vez he vuelto a perder el control, el mensaje no llegara como quiero, no lo notara y pero lo hecho esta.
Me pongo en pie y camino hasta donde reposa mi vestido, limpio mis manos con tranquilidad antes de girarme.
— ¿Nish? — la voz de Zarek interrumpe el silencio en el que se encuentra la habitación y respiro profundo.
— Este hecho...— murmuro con la voz ronca sintiendo como arde mi garganta — alistándome para salir...— comento limpiando las manchas de sangre que debo quitar para no llamar la atención de nadie.
— En camino — responde Zarek, al instante.
Respiro profundo tratando de acompasar mi pecho, una vez lo consigo me giro para ver a Barone, como puedo lo giro y abro su saco y camisa dejando su trabajado torso expuesto, mojo mi índice en la sangre y busco un espacio de su cuerpo que aún no este manchado de sangre y justo debajo de su mentón cerca de su tráquea escribo nuevamente "Dark".
Me pongo en pie y vuelvo a colocar el cuerpo como estaba, asegurándome de no pisar más la sangre en el suelo. A los pocos segundos un par de golpes suaves en la puerta me avisan de la presencia de Zarek.
Tomo mi vestido y limpio las suelas de mis sandalias quitando el exceso de sangre para no manchar el suelo, pero opto por quitármelas, camino hasta la puerta y cuando la abro Zarek me observa con seriedad.
Sus ojos recorren mi cuerpo y suspira.
— Date la vuelta...— me pide una vez más como hace un rato y coloca un abrigo sobre mi cuerpo — vamos debo acompañarte hasta la puerta trasera y luego volver con Mel, Hayden te sacara de aquí...— mi ceño se frunce y me giro para verlo.
— ¿Por qué esta aquí? — le espeto.
— Necesitábamos una distracción extra para el socio, Mel se ocupara de él mientras yo me aseguro que nadie entre aquí hasta que pueda ir y terminar con el también...— lo observo sin comprender — Mel se va a follar al socio mientras tu escapas...— suelta con rapidez tomando mis sandalias y acomodando su mano sobre mi espalda baja incitándome a andar.
— ¿Por qué haría eso? — pregunto sin comprenderlo.
— Porque se lo pedí...— sus ojos se fijan en mí y sonríe con calidez — ahora vete, yo me ocupo del resto...— se acerca a mí y deja un beso rápido sobre mis labios — ten cuidado.
Hola mis Darklings esta notita rápida es para decirles que ⬆️Jasón⬆️ tiene esta carita de aquí constatemente jajajajaja así que si, fueron vilmente "ENGA;ADAS" aunque evidentemente es el mismo chico, pues en la otra imagen luce mas hombre y mas malo!XD pero no, este es el ⬆️Jasón⬆️ que siempre ven en Darkness!
Jasón.
Ubicación: La Mansión (Nueva sede)
Hora: 10:25 pm (Tres meses después de la elaboración del plan de Nisha)*
Estos meses han sido complicados, el trabajo que he tenido durante este tiempo ha sido extenuante. Dark desapareció incluso para nosotros, aunque sé muy bien donde esta no me he comunicado con él y él tampoco ha tratado de ponerse en contacto con nosotros. Claus y Max han estado llevando las cosas bien, aunque no es tan fácil liderar la organización para ellos, en definitiva no es cosa sencilla hacerlo.
Arkasha se ha asegurado de entrenar no solo a esos dos sino a casi todos los hombres que vinieron a la nueva sede, el plan de Dark salió a la perfección, más de la mitad de los hombres que residían en la antigua sede, "volvieron a sus vidas" la orden ha sido de necesitarlos se les llamara. Los más experimentados están aquí y los de mayor confianza para Dark, por lo que tampoco somos tantos hombres como antes.
No voy a negar que se me hace extraño trabajar aquí sin el cerebro de todo ya que justamente me ha tocado a mí serlo. Dark dejo mucho en mis manos y he tratado de resolver cada cosa. Gracias a mi ingenio —o a mi intranquilo cerebro— he logrado más de la mitad de las asignaciones que me dejo hace cuando se fue.
Deambulo por los pasillos subterráneos de la nueva sede tratando de estirar mis piernas. El trabajo para la organización al principio siempre me pareció una locura y debí beber muchas pastillas para poder dormir cuando empecé a trabajar directamente con Dark.
Ya en este punto nada de lo que veo me sorprende, aunque debo decir que en este mundo nunca se sabe. Cruzo en el siguiente pasillo a la derecha directo a la sala de operaciones donde me espera mi santuario. Nunca he sido un chico muy social, los ordenadores han sido mi vida entera y el conocimiento. El saber es poder siempre lo supe pero ahora que lo tengo también tengo mucho más poder y eso lo he descubierto gracias a trabajar para Dark.
— Abrir...— murmuro despeinando mi cabello con una mano al sistema de reconocimiento de voz.
La puerta de vidrio se desliza y al fin estoy en mi área pero no está solo como lo deje. Al final cerca de mi silla Arkasha está de pie mirando una tablet.
— Mocoso...— me saluda al verme.
Este sujeto es extremadamente grande y además intimidante hasta la mierda.
— Señor...— lo saludo algo nervioso — ¿pasa algo? — pregunto sentándome en la silla, acomodo mis gafas de inmediato me sumerjo en el sistema de la organización.
Hay mucho que hacer con este sistema desde hace meses estamos recibiendo constantes intrusiones, aunque no me he decidido ir por el responsable como tal lo he mantenido lo suficientemente ocupado con sistemas fantasmas que básicamente lo desvían constantemente del verdadero y lo devuelven al punto del partida.
— Si, me llego esto desde Moscú...— me tiende la tableta y en ella puedo ver la imagen de un cadáver.
La bilis sube a mi garganta y debo respirar profundo para no dejar mi cena en las botas del ruso. Desvió los ojos y parpadeo tratando de olvidar lo que he visto, aunque es imposible borrar un cuerpo abierto en el estómago y sus viseras esparcidas a su alrededor.
— Es Alexandre Popov...— me explica el ruso arrastrando una silla y dejándose caer en ella — Dark lo asesino, hace tiempo y hasta ahora es que sale la información, ingenia algo para que parezca un ajuste de cuentas o alguna mierda por parte de alguno de los suyos...— asiento y de inmediato empiezo a pensar en alguna posible solución, pero nuevamente la voz de Arkasha interrumpe mis pensamientos — necesito que investigues algo...— me pide llamando mi atención.
Frunzo el ceño y me giro para verlo antes de ajustar nuevamente mis gafas en el puente de mi nariz.
— ¿Qué?
Estos rusos son de traer información no pedirla.
— Asesinaron ocho empresarios de los cuales tres son de los grandes...— me explica y yo quedo en silencio, no entiendo de qué coño habla.
Antes de poder preguntar la puerta vuelve abrirse y por ella ingresan Max y Claus, por lo que asumo que esta reunión estaba planeada hace rato, en cuanto me fijo en los recién llegados mi atención recae en Max. Va vestida con un pantalón ajustado, una botas hasta las rodillas y además lleva un suéter y un abrigo.
Luce increíble como de costumbre y como cosa rara siempre termino como idiota viéndola, la risa suave de Claus me hace mirarlo y al ver que no se ha perdido para nada mi actitud ante la presencia de la rubia desvió mis ojos y miro al suelo.
— Rubia...— saluda a Arkasha quien sonríe con malicia.
— Muñeca...— Claus le guiña un ojo y tomando una silla de los escritorios que están cerca de él, la gira y se sienta con las piernas abiertas, el respaldo de la silla sobre su pecho y sus brazos cruzados sobre este para luego apoyar el mentón en ellos.
Max toma otra silla y se sienta cerca de nosotros colocando sus botas sobre el vidrio de la mesa donde suele trabajar Dicks. Mis ojos se desvían a sus piernas y la forma en que las botas se ajustan a ellas como una segunda piel, me desconcentro cuando alcanzo su rostro y me sonríe con picardía, de inmediato desvió los ojos y siento como mis mejillas se calientan.
Esta mujer siempre tendrá este efecto en mí.
— ¿Qué pasa? — pregunta Max después de algunos segundos, posando sus hermosos ojos en el ruso que mantiene los suyos fijos en Claus.
— Cayeron tres de los grandes...— repite Arkasha nuevamente, sin dejar de verlo y esto llama nuevamente mi atención.
— ¿Tres de los grandes? — pregunto sin comprender.
El ruso eleva una de sus cejas y me ve un tanto exasperado, como si mi pregunta lo molestara, logrando tensar mi cuerpo.
— Rubia no puedes hablarle así al mocoso, no entiende una mierda de grandes bajos, chicas, chicos, para el todo es ceros y unos, es más podríamos llamarlo el elegido...— suelta Claus posando sus ojos en mí y riendo divertido — Jasón asesinaron a tres de nuestros principales comparadores de armas entre otras ratas sin mucha importancia...— agrega poniéndose serio.
Max de inmediato baja las botas de la mesa sorprendida mirando de uno al otro y luego se inclina sobre el ruso para la tablet que sostiene entre sus manos.
— ¿Que tienes? — pregunta con curiosidad mirando la pantalla.
— Imágenes de los cadáveres...— comenta girándola para que Max la vea, de inmediato sus ojos se abren como platos.
— ¿Qué mierda? — suelta tomando la tableta.
El ruido del envoltorio de alguna golosina suena en el silencio captando la atención tanto del ruso como de Max y mía, la rubia pone sus ojos en blanco mientras Claus a nuestro lado destapa otra de las tantas paletas que ahora disfruta comer, ya que Dark aún no le ha quitado aquello de los postres. A veces no entiendo una mierda de lo que pasa con estos dos, Claus es un maldito loco y casi todo el tiempo actúa como un niño y Dark como un padre o hermano mayor con él.
Pongo los ojos en blanco esperando que el ruso continúe con la información.
— ¿Ves? Te dije que era interesante...— murmura Claus mientras señala a Max con la paleta.
— ¿Interesante? — se queja la rubia tendiéndome la tablet.
En esta alcanzo a ver otro cadáver, solo que esta vez no tiene las vísceras expuestas, más reposa sobre un charco enorme de sangre y en su abdomen la palabra Dark escrita con la misma. Mi ceño se frunce de inmediato y no comprendo.
— No veo heridas en su torso...— analizo la imagen con rapidez notando muchas cosas de inmediato — la cantidad de sangre me dice que tiene más de una herida abierta o hirieron alguna las venas principales — frunzo el ceño cuando una pequeña herida llama mi atención cerca del costado derecho — ¿lo apuñalaron? — pregunto elevando mis ojos hacia los tres que observan.
Max y Claus con diversión y el ruso un poco sorprendido.
— Si, tiene 87 puñaladas en su espalda...— explica el ruso.
— Sea quien sea tiene un pequeño problema personal con Dark...— Agrega Claus en ese tono burlón que suele usar, sonríe de lado y apunta al ruso una vez más con la paleta — ¿Quién crees que sea rubia sexy? — Arkasha le dedica una mirada divertida antes de posar sus ojos en mí.
— No lo sé aun pero creo que deberían ver las otras imágenes...— Claus frunce el ceño y deslizo el dedo por la pantalla.
Una vez más la escena se repite, la misma posición, el charco de sangre, una oficina, las muertes todas parecen repetirse hasta que una de ellas cambia, esta vez, el cuerpo está sentado sobre una silla dentro de una oficina lujosa, su camisa está abierta al igual que sus pantalones. Mi ceño vuelve a fruncirse porque esto es un poco raro. Nuevamente tiene la palabra Dark escrita solo que esta vez en el cuello, y esta vez está mucho más disimulado que en el primero, como si hubiesen intentado dejarlo oculto.
— Okey esto es raro...— murmuro notando que no es el lugar del asesinato también, todo está muy organizado a su alrededor — ¿Cómo murió? — pregunto.
— 10 puñaladas...— responde esta vez Claus.
— No tiene ninguna visible en el torso...— murmuro.
— Todas las propiciaron en su espalda...
Paso nuevamente a la siguiente imagen y esta me hace girar la tableta, y siento una sensación extraña, siento que esto lo he visto en algún lugar antes. El cuerpo esta sobre una cama con la cabeza colgando en uno de los bordes de la cama, no distingo las heridas que causaron la muerte de este, pero eso no es lo que llama mi atención y causa esa sensación de dejavu, es la forma en que va atado de manos y pies, lleva solo un bóxer y la palabra Dark nuevamente escrita solo que esta vez está en uno de sus brazos.
— No entiendo...— murmura Max a mi lado.
No sé en qué momento se ha puesto en pie y se ha colocado a mi lado pero el tenerla tan cerca me pone nervioso, me remuevo incomodo por su cercanía y el delicioso aroma de su perfume.
— Mocoso contrólate no queremos ver tu polla dura mientras trabajamos...— se burla Claus haciendo que quiera morirme ya mismo.
Ignoro el comentario y me centro en las imágenes, tratando de ignorar el escote en la blusa de Max.
— ¿Van detrás de Dark o Darkness? — pregunta Max en un murmuro a mi lado y me tenso.
— No lo creo, estos asesinatos son demasiado íntimos, Claus tiene razón esto es personal...— concluyo mirando al mencionado que sonríe con un toque de orgullo.
— Mocoso has aprendido...— dice riendo, sus labios están teñidos de rojo intenso por el color de la paleta.
— ¿Entonces qué? — pregunta Arkasha.
— Hay algo raro, además obviamente del nombre de Dark...— murmuro.
— A ver cuéntame más...— comenta Claus empujando la sillas con sus pies y acercándose más a mí.
Poso mis ojos en el sintiéndome incomodo con toda la atención que tengo, no me gusta esto. Me gusta pasar desapercibido y con Dark siempre había podido hacerlo porque no me hacía dar tantas explicaciones, casi siempre llegaba el solo a las respuestas. Pero evidentemente estos no son Dark.
— Son ocho asesinatos...— explico presionando las fotos de los cadáveres y enviándolas a la enorme pantalla frente a mí, donde podemos verlas todas al mismo tiempo — prácticamente cinco de ellas son prácticamente iguales...— explico — obviamente cambian ciertos aspectos, pero todas ocurren en las oficinas de las víctimas, además todas lucen desaliñada y me puedo intuir que el asesino está allí porque así lo quiere...
— ¿Se conocen? — pregunta incrédula Max a mi lado y me encojo de hombros.
— Puede ser...— Arkasha se pone de pie y camina hasta la pantalla deteniéndose frente a las cinco imágenes que son similares.
— ¿Quiénes son estos cinco? — pregunta.
— Ratas de bajo nivel...— le resta importancia Claus.
Ganándose una mirada maliciosa del ruso que da un paso hacia adelante, su expresión se vuelve completamente fría y noto de inmediato como Claus se tensa. Sus ojos se desafían y el ruso camina hacia el con porte amenazante. Entonces Claus saca su cuchillo y empieza a jugar con el de esa jodida forma que me desespera.
¿Cómo carajos no se corta un dedo?
— ¿Primera lección muñeca? — le pregunta el ruso deteniéndose a un par de pasos de distancia.
Claus ríe y posa sus ojos en las imágenes y murmura.
— Piensa antes de actuar...— se pone en pie y pasa junto al ruso chocando su hombro con el suyo — segunda lección rubia... cuida los detalles, lo son todo...— comenta señalando algo en una de las imágenes.
Cuando lo noto veo que se trata de la posición en que están los cuerpos, los cinco están ubicados en el mismo lugar de la oficina, es decir frente al escritorio junto a una de las sillas. Arkasha sonríe y echa andar hacia la puerta.
— Bien creo que pueden con esto ustedes, tengo que volver a Moscú... Jasón ten listo el jet para las ocho — y sin agregar nada más sale dejándome en compañía de Max y Claus.
— Deberíamos llamar a Dark...— murmura Max insegura a mi lado.
— No, dijo que no lo molestáramos a menos que fuera importante...— Max eleva sus ojos mirándolo sorprendida y el ríe divertido.
— ¿Esto no te parece importante? — Claus vuelve a fijarse en las imágenes y niega.
— No, solo es otro idiota tratando de llegar a alguien imposible...— suspira y luego continua — Jasón aquí hay un mensaje no estoy seguro de cual es y el genio aquí está de vacaciones, te cedieron el lugar así que haznos los honores...— se gira y me ve divertido y luego le guiña un ojo a Max que suspira negando con la cabeza, no muy convencida de esto — iré por palomitas y chocolates algo me dice que nos divertiremos un rato con Neo...— me guiña un ojo y se también dejándome a solas con Max.
Yo permanezco observando las imágenes en silencio, sigo pensando que esto lo he visto en algún lado, pero no estoy seguro en dónde. Agrando las imágenes que tienen el nombre de Dark que son evidentemente las que dejan el mensaje claro, pero las otras cinco sin duda alguna son obra de la misma persona.
— El nombre fue escrito por la misma persona pero...— me detengo antes de continuar analizándolas para agrandar la de la primera víctima — esta luce garabateada como con prisas en cambio estas otras dos fueron escritas con tiempo — murmuro.
— ¿Sueles hablar solo? — la voz de Max me recuerda que estoy acompañado y que mi mala costumbre de hablar para mí mismo ha sido descubierta por alguien más.
— Si...— me limito a responder girando las imágenes y organizándolas cronológicamente.
— ¿Qué buscas? — pregunta una vez más.
— Estoy seguro que esto lo hizo la misma persona, pero en definitiva la primera muerte creo que no fue planeada...— hago una pausa y suspiro — creo que el asesino iba a verse con este sujeto y quizás tenía planeado asesinarlo pero no le dio tiempo o algo...— murmuro.
Continuo revisando las imágenes y cada vez voy notando más cosas en común entre las escenas, los cinco hombres que no son importantes según Claus, también tienen pequeños detalles en la habitación. Después de algunos minutos, el golpeteo suave sobre vidrio llama mi atención y observo a Claus del otro lado con un bol lleno de cotufas y barras de chocolate en sus manos.
— Abrir...— murmura Max mientras yo regreso mi atención a la pantalla.
— ¿Cómo vas Neo? — pregunta el recién llegando dejándose caer en la silla que ocupada el ruso.
— No son simples coincidencias...— murmuro más para mis mismo — es un patrón...— respondo finalmente notando las imágenes.
Las primera es una oficina cerca del escritorio, las siguientes dos son una copia de la primera con la diferencia que estas no tienen la palabra Dark, luego está la del hombre en la silla detrás del escritorio tres imágenes más iguales a la primera y finalmente la del sujeto en la cama.
— La forma en que fueron asesinados es la misma, estoy seguro que los números tienen cierta relación...— me giro hacia Claus con curiosidad — ¿cuantas puñaladas tenía el ultimo? — pregunto.
— Nueve...— responde después de meterse un puñado de palomitas de maíz y un trozo de chocolate.
— Es un patrón...— murmuro seguro de ello.
Pero tengo que descifrar de que rayos van los patrones y qué relación tienen con Dark.
Nota del autor: hola mis Darkligs por aca actualizacion que tiene dias casi lista y no la habia subido por inconvenientes tecnicos, espero hayan disfrutado... estamos a pocos capitulos del encuentro asi que preparence psicologicamente porque sera de muerte lenta...
Los leo... que piensan!XD
Zar y Nish?
Zar y mel?
Jason?
Besos les amo gracias infinitas!
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