Desconocido.
Ubicación: Desconocida.
Hora: 2:30 pm (Varias horas después de la irrupción del FBI en La Mansión de USA)
La ira corree mi sistema, no entiendo que o como el plan se fue a la mierda. Un plan que había estado organizando hace un mes, era infalible podría llegar a lo que necesitaba y dar con la información y tener Darkness y la cabeza de Ratko Stevens al mismo tiempo. Todo estaba bien trazado, todo tenía que salir perfecto, moví las fichas correctas, Jenkins, Blake incluso calcule la posible jugada del líder y no entiendo cómo es que no estaban allí.
Al menos aún tengo la esperanza que la información siga allí, si logro dar con todo lo que tienen en sus servidores tumbarlos será sencillo.
— Señor...— Alpha ingresa en la oficina con expresión seria.
— ¿Qué coño paso? — le espeto una vez me giro para verlo.
Tiene cortes en el rostro y uno de sus brazos esta vendado.
— No tengo idea señor, la mansión estaba desierta...— me explica lo que ya se y lo único que quiero es partirle la cara.
— Eso ya lo sé imbécil...— suelto con brusquedad haciendo que Megan ría suavemente.
— Calma papa siempre me has dicho que no podemos perderla...— se burla.
— Tu cierra la puta boca...— le espeto entre dientes centrándome una vez más en el idiota de Alpha — ¿Encontraron el acceso a las instalaciones?
— Si señor...— duda un instante y suspira — todo fue desmantelado, sabían que iríamos...— el silencio que le sigue a sus palabras es largo y tirante.
Es imposible que lo hayan sabido, no tiene sentido alguno. A menos que haya una fuga en mis filas. Miro el rostro de Alpha y luego el de Meg. No, no ha sido una falla interna, mis filas están limpias me encargue de ello hace unos meses después de la suposición de la traición de Megan.
— ¿Los servidores? — indago.
— No había nada señor...— repite — cinco pisos subterráneos completamente vacíos, no había ni un solo tornillo fuera de lugar...— maldigo para mis adentros.
— No entiendo...— murmura Meg poniendo en pie — se supone que tienen infiltrados en el FBI eso no es nada nuevo, pudieron conocer el día de la misión ¿pero desmantelar toda la organización y las instalaciones en horas? — cuestiona mirándome.
— No, el trabajo no se llevó a cabo en horas señor...— la interrumpe Alpha — todo estaba demasiado perfecto como para haberse llevado a cabo en cuestión de horas, ni si quiera por haber tenido un equipo grande y eficiente, alguien debía haber dejado algo atrás, alguna hoja, una silla...— hace una pausa y suspira — literalmente no había nada no dejaron nada atrás...— Meg me observa con expresión incrédula y yo no entiendo una mierda.
— Largo...— le espeto a Alpha que le dedica una mirada a Megan antes de salir que me incomoda.
Cuando finalmente estamos a solas una vez más, nos analizamos. Sabe que estoy cabreado, sabe que odio los errores y sabe muy bien que si este plan salía mal las cosas cambiarían. Siempre tengo un plan de respaldo, pero no quería usar a los experimentos para esto, ellos iban a ser utilizados para algo más grande. Pero en definitiva creo que he subestimado a ese bastardo.
— ¿Qué vas hacer ahora? — indaga Megan con expresión seria.
— Lo primero es saber dónde coño están...— me giro para verla, ella ríe divertida y niega con la cabeza.
— Me enseñaste una cosa sobre esos tres...— hace una pausa y luego continua — sobre el en particular — se corrige — es muy inteligente y de alguna forma siempre ha logrado ir un paso delante de ti...— me echa en cara y una vez más mi cuerpo hierve de ira.
Esto no es solo una burla para mí, también para su memoria y sus planes. De alguna forma ciento que le estoy fallando y no puede haber fallos en esto, porque tengo todo el conocimiento sobre el tema.
No, no lo tienes su puto archivo no lo tienes, esos hijos de putas se llevaron el conocimiento con ellos a la tumba.
— Papa...— Meg me saca de los turbulentos pensamientos — Ratko volvió a joderte los planes...— suelta esta vez con una sonrisa vil — comienzo a pensar que estas dejándote llevar por el odio y no estás pensando claramente...— se gira y camina hacia la puerta.
— ¿A dónde mierda vas? — le espeto deteniendo su andar.
— Creo que necesitas estar solo un rato...— se gira y me observa con arrogancia, es la viva expresión de su madre y todo en mi cuerpo arde por tomarla una vez más, pero entonces recuerdo lo insípido que es el sexo con ella y todo se extingue — pensare en algún plan...— murmura girándose y saliendo de la oficina.
En cuanto quedo solo respiro profundo. Repaso mentalmente el plan. Primero incitar a Jenkins, tentarlo con la idea de conseguir a Chloe en la mansión, luego plantar la información sobre el contrabandeo de arsenal militar por parte de ciertos altos mandos militares a la organización en la base de datos de Blake, las pruebas estaban allí, la decisión se tomó en base a eso, a menos que.
Entonces caigo en cuenta, la variable en todos los planes que no tome en cuenta. La mente humana... Jenkins. Levanto el teléfono y marco el número del agente dispuesto a saber que mierda no me ha dicho y después de sexto tono se desvía al buzón de voz.
Finalizo la llamada e intento una vez más. Esta vez al tercer tono responde.
— Diga...— su voz suena ronca.
— ¿Que no me dijiste sobre la misión? — le espeto de inmediato.
— ¿Quién es? — entonces una vez más caigo en cuenta que he cometido otro puto error.
El modificador de voz.
— ¿Alo? — insiste y finalizo la llamada.
— ¡MALDITA SEA! — grito tomando el aparato y estrellándolo contra la pared.
Estaba seguro que esta vez lo lograría, estaba seguro que esta vez llegaría a ellos, que los acabaría y obtendría el poder. Respiro agitadamente y maldigo una vez más para mis adentros.
— Calma...— murmuro recordándome las palabras del hombre que me enseño todo lo que se — no cometas los mismos errores que el...— me recuerdo — pronto caerán y tendré el placer de acabarlo, tendré mi venganza y hacerme con el poder que nunca debieron arrebatarle a mi padre...
Zarek.
Ubicación: Mansión del Dr. Mitch, Montenegro
Hora: 10:00 pm (Presente)
Termino mi cena en silencio, bajo la atenta mirada de Mel y Hayden. Ambos nos recibieron a mí y a Nish hace casi una hora y media. Los demás no están en casa, cada uno tenía cosas que hacer una vez regresaran aquí y es justamente lo que están haciendo. Nisha está en su habitación en cuanto llego se fue directamente a ella sin prestarle atención a nada, ni nadie en particular.
Su actitud después de dejar a Felipe ha sido muy taciturna, pensativa. El hombre sin lugar a dudas le ha dado información.
— ¿Por qué se retrasaron? — indaga Mel, mientras limpio mi boca con una servilleta.
— Pase a ver a alguien de camino...— respondo con simpleza poniéndome en pie y dejando mi plato en el lava bajillas.
— ¿Cómo esta ella? — pregunta curioso Hayden y sonrió.
— Este bien...— me encojo de hombros.
— Se ve diferente...— murmura rascado su nuca y rio suavemente.
— Se ha cortado el cabello Hay...— el asiente y sonríe nervioso, meto mi mano en el bolsillo y saco el Zippo que ha cogido para él, lo observo un instante y se lo lanzo en el aire — se discreto y no enciendas nada que pueda traernos problemas o llamar la atención — cuando atrapa el Zippo en el aire sus ojos brillan y parece un niño con juguete nuevo.
— Gracias Zar...— suelta divertido y rio.
— No he sido yo, Nish lo trajo para ti...— sus ojos se abren un poco más de la cuenta y su sonrisa se ensancha.
— Me gusta esa chica...— Mel lo fulmina con la mirada pero Hayden la ignora se gira y echa andar pero se detiene — ¿trajiste?
— Si, están en el auto te los doy más tarde...— lo interrumpo consciente que debe estar bajo en su reserva de cigarrillos.
El moreno asiente y sale de la cocina dejándome a solas con Mel que me observa con seriedad, sus brazos cruzados sobre su pecho y espalda recostada a la pared.
— ¿Me dirás que paso? — indaga.
— No hay nada que decir Mel...— respondo con tranquilidad, girándome para lavar mi plato.
— ¿En serio? — suelta una vez más en ese tonito que me cabrea, respiro profundo y mantengo la calma.
— Si, en serio si tuviera algo que decirte lo habría hecho en cuanto llegue...— sacudo mis manos y tomo el paño que esta sobre la encimera las seco y me giro para verla — ¿Qué te molesta tanto ahora? — le pregunto notando la forma en que sus ojos me observan.
— ¿Cómo que me molesta? — Se queja levantando las manos — casi nos expone...— rio y niego con la cabeza.
— ¿Otra vez con eso? — La corto — no seas tonta y termina de decirme que pasa...— su ceño se frunce y respira profundo.
— Te gusta...— murmura y entiendo cuál es su problema.
— Si, me gusta...— respondo con tranquilidad.
— Ella ama a otro Zar...— vuelvo a reír.
— Lo se Mel...— sus ojos me observan incrédulos y suspira.
— ¿A qué estás jugando?
— No estoy jugando a nada Mel...— camino hacia ella — estoy dispuesto a tomar lo que ella esté dispuesta a darme si es mucho o poco me bastara...— le explico — se a lo que me enfrento y créeme no me importa arriesgarme — dejo un beso sobre su cien y susurro sobre ella — tus preservativos están en el bolsillo derecho del bolso que está en la sala, sobre el sofá largo, buenas noches...— siento sus mejillas calentarse pero lo ignoro.
Mientras camino por el pasillo hacia mi habitación me detengo en la puerta que da hacia el terrario del Doc. Abro la puerta y me doy una vuelta por el lugar admirando la colección de insectos que tiene aquí y que en su mayoría han sido conseguidos por mí. Me detengo justo en frente de la Mamba negra, por alguna razón esta serpiente me ha fascinado la vida entera.
Suspiro y salgo del lugar hacia mi dormitorio pero me detengo en la puerta junto a él, sonrió y doy un par de golpes suaves. A los pocos segundos la puerta se abre y Nisha me recibe con expresión seria.
— ¿Tienes hambre? — Indago, ella niega y asiento — ¿quieres dar una vuelta en el bosque? — su ceño se frunce, pero no responde nada, solo observa su reloj y posa sus hermosos ojos verdes en los míos.
— ¿Por qué?
— No sé, quizás necesitas un poco de aire fresco...— comento recostándome de la pared — eso siempre ayuda a entender mejor los mensajes y los enigmas — agrego, ganándome una mirada un tanto sorpresiva de su parte.
— Eres demasiado observador...— comenta divertida.
— Es mi trabajo hermosa...— ella suspira y abre más la puerta de su habitación.
— Hace demasiado frio afuera, pero pasa, me vendrá bien un poco de compañía...— elevo una de mis cejas y sonrió con picardía y ella me devuelve el gesto pero no dice nada.
Solo se gira y camina hacia su cama, donde tiene extendido el estuche de cuchillos que le regale. Paso y cierro la puerta detrás de mí.
— Pásale el pestillo...— me pide sin mirarme y asiento obedeciendo lo que me pide.
— ¿Qué haces? — murmuro sentándome en el pequeño sillón del rincón.
— Pensar...— responde acariciando el filo de uno de los cuchillos.
— A veces los enigmas son más simples de lo que creemos gatita...— en cuanto digo esto sus ojos se elevan y se encuentran con los míos.
— ¿Si? — pregunta humedeciendo sus labios y luego mordiendo el inferior.
— Las respuestas son bastante obvias casi todo el tiempo...— me encojo de hombros.
Entonces hace algo que me sorprende un poco, se pone de pie y se quita la sudadera que tiene puesta, dejando expuesta la camiseta blanca que lleva puesta sin sujetador. Esta le queda justo al borde del ombligo por lo que soy capaz de notar parte de su piel. Camina hacia con expresión divertida, una vez me alcanza coloca sus manos sobre los costado del sillón y se inclina hacia mí.
— ¿Eres bueno con los enigmas Zarek? — pregunta en un susurro seductor.
— Soy griego gatita...— le recuerdo — los griegos somos buenos en esas cosas...— sonríe.
Se dedica a detallar mi rostro durante unos segundos antes de apoyar una de sus piernas a un costado de mi cuerpo luego la otra, quedando a ahorcadas sobre mí. Con lentitud desciende sus caderas hasta apoyarlas por completo justo sobre mi pelvis. Nuestras miradas en ningún momento pierden conexión y debo reconocerlo, estoy loco por tocarla.
Pero este es su juego y son sus reglas, así que simplemente aguardo.
— Nunca había conocido un griego...— susurra desviando sus ojos hasta mi boca.
— Pues tienes un tiempo viviendo con uno...— ella sonríe y asiente.
— ¿Todos los griegos son como tú? — pregunta desviando una de sus manos hasta mi hombro.
— ¿Cómo?
— Sexys, inteligente y perspicaces...— rio echando la cabeza hacia atrás mirando el techo durante unos segundos.
— No lo creo...
— Entonces me topé con uno especial...— murmura acercándose a mi boca, su pelvis se mueve suavemente sobre la mía restregándose contra mi evidente erección.
— Quizás...— respondo bajo.
Su nariz rosa la mía y antes que nuestros alientos se entremezclen ríe sumamente.
— Gatita...— le advierto.
— El ratón tiene miedo que el gato se lo coma...— murmura rosando sus labios contra los míos y vuelvo a reír.
— No es miedo...— murmuro colocando mis manos sobre sus caderas — es que estoy seguro que dejaras esto justo así — presiono su cuerpo contra mi erección y un jadeo corto y bajo se escapa de sus labios.
— ¿Cómo puedes estar tan seguro? — mueve sus caderas sobre mí y cierro los ojos para concentrarme.
— Porque puede que tu cuerpo quiera esto Nish...— los abro para verla — pero tu cabeza explotara justo en cuanto demos el siguiente paso, ahórrame la provocación y dime que quieres — su sonrisa se ensancha y sin decir mucho mas se pone en pie.
— Eres aburrido a veces...— me reprocha caminando hacia su cama, me encojo de hombros y acomodo la evidente erección que ha dejado en mi entrepierna.
Al ver el gesto ríe y yo niego con la cabeza.
— ¿Y bien?
— Necesito que tu familia confié en mi...— mi ceño se frunce, al escucharla.
— ¿Qué te hizo cambiar de parecer?
— Siguen sin importarme una mierda Zarek solo quiero que confíen, será más agradable para todos trabajar así...— responde con frialdad, recogiendo los cuchillos — ¿te quedas a dormir? — pregunta con picardía y rio.
— ¿Quieres que duerma contigo? — elevo una de mis cejas y ella ríe encogiéndose de hombros.
— Quizás...— rio negando con la cabeza y me pongo en pie caminando hacia la puerta.
— Buenas noches gatita...
— Buenas noches ratón...— rio al abrir la puerta y cerrarla detrás de mí.
Cuando me giro Mel me observa justo frente a la puerta de mi habitación, los brazos cruzados sobre su pecho y expresión cabreada.
— No de nuevo Mel...— murmuro caminando hacia ella.
Sus ojos barren mi cuerpo hasta alcanzar mi entrepierna y una de sus cejas se eleva, vuelve a posar sus ojos en mí y suspira negando con la cabeza, abre la puerta de mi habitación y entra. La sigo cerrando la puerta detrás de mí, cuando ingreso está deshaciéndose de su sudadera.
— ¿Qué haces? — le pregunto sin comprender lo que hace.
— Pienso darte una mano...— suelta con ironía, pongo los ojos en blanco y camino al baño, mientras la escucho hacer alguna cosa en mi habitación.
Me doy una ducha con agua fría para bajar la temperatura y cuando salgo Mel está en mi cama en ropa interior con una portátil apoyada en las piernas.
— ¿Me explicas? — murmuro caminando hacia el armario.
— Necesito descansar...— responde sin más, haciendo que me gire para verla.
— Dile al Doc que te de las pastillas...— le aconsejo pero ella niega.
— Esa mierda me adormece demasiado y así no podemos trabajar...— desvía sus ojos de la pantalla de la portátil y los posa en mi abdomen desnudo — ¿te incomoda ahora que duerma aquí? — pregunta con cierta brusquedad.
— No Mel, no me incomoda solo quiero saber que ocurre...— quito la toalla que cubre mi cintura quedando completamente desnudo delante de ella.
Sus ojos barran mi anatomía mientras yo me coloco un short negro para dormir, peino mi cabello con las manos y camino hasta la cama, me dejo caer a su lado y cubro con el cobertor.
— Apaga las luces cuando termines...— murmuro antes de cerrar los ojos y darle la espalda — buenas noches...
— Buenas noches...
Escucho como teclea durante un rato hasta que siento cuando se pone en pie y apaga las luces, regresa a la cama y se mete entre las sabanas, acerca su cuerpo al mío y la siento respirar cerca de mi espalda, deja un beso sobre esta y murmura.
— Te extraño Zar...— no me muevo ni doy señales de estar despierto.
Al no recibir respuesta se acomoda cerca de mí y a los pocos minutos su respiración se hace lenta, pausada y profunda avisándome que se ha dormido. Giro sobre mí mismo y fijo mis ojos en el techo, colocando mis manos detrás de mi cabeza.
— Debo ser cuidado no solo con Nisha sino también con Mel...— le doy una mirada y suspiro — no quiero que caigas otra vez en lo mismo preciosa...— murmuro apartando un mechón de cabello — las adicciones nos matan y me importas mucho como para permitirme ser una de ellas de nuevo...— beso su frente y salgo de la cama.
Se remueve un poco y sonrió cuando murmura mi nombre en sueños.
— Sssshhh descansa...— camino hacia la puerta y me dirijo hasta la habitación de Nisha.
Todo está a oscuras, las luces en la mansión se apagan a una hora determinada, pero alcanzo a ver la luz que se filtra debajo de la puerta, dudo un instante si tocar o no pero antes de hacerlo desisto y termino caminando hacia la sala donde me dejo caer en el sofá largo y allí caigo dormido con rapidez.
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— No entiendo una mierda he intentado decodificar este maldito sistema demasiadas veces y siempre vuelvo al mismo jodido punto...— se queja una de la mellizas con frustración.
— Relájate vas a lograrlo...— murmura Robert desde su propia silla comiendo ositos de gomas de color verde.
— ¿Qué se relaje? — Responde la otra melliza — tenemos trabajando meses en el maldito sistema...— en ese momento la puerta de la sala de informática se abre y Nisha entra con un vaso de agua en la mano.
Todas las miradas se posan sobre ella, sonrió en su dirección cuando nuestras miradas se encuentran y le hago un gesto con mi cabeza para que se acerque.
— ¿Qué pasa? — pregunta con curiosidad mirando las pantallas.
— No logran entrar al sistema...— su ceño se frunce y me ve con curiosidad.
— ¿Qué sistema?
— El de Darkness listilla...— responde Becka con cierta brusquedad — entonces Nisha ríe con ganas.
— ¿En serio están intentando entrar al sistema de Darkness? — Cuestiona en tono burlón, sus ojos se posan en mí y al ver mi expresión seria deja de reírse — es imposible que lo hagan...— agrega luego de unos segundos haciendo que tanto las mellizas como Robert giren sus sillas y la vean con atención — no sé nada de informática y esas cosas, pero Jasón es un genio...— explica.
— ¿Jasón? — pregunta Becka.
— Si...— responde Nisha con una sonrisa — un crio como tu pero unas mil veces más listo...— el insulto entre líneas no me pasa desapercibido y a las mellizas tampoco.
— ¿Qué dijiste? — suelta Becka poniéndose en pie de golpe.
— Que no importa cuanto lo intentes nena, no lograras burlar la seguridad de Jasón...— una sonrisa arrogante se dibuja en sus labios y da un sorbo a su vaso de agua — el chico entra y sale del sistema de las agencias gubernamentales del mundo como si el dueño y señor de ellas...— se encoge de hombros y se pone en pie — dejen de pensar que Darkness es una simple organización, jugando a ser inteligentes no darán ni con las instalaciones ni llegaran a Dark...— esta vez posa sus ojos en mí.
— ¿Qué piensas? — pregunto de inmediato al notar que tiene algún nuevo plan.
— Todo el mundo nos ha dicho lo mismo ¿no? — asiento poniéndome en pie.
— Ustedes lo notaron, es imposible dar con ellos...— señala las pantallas detrás de las espaldas de las mellizas — si algo aprendí de ellos es que si quieren dar contigo lo hacen, pero si quieren desaparecer por más que los busques no darás con ellos...— sus ojos se fijan en mi — a menos que atraigas su atención...— mi ceño se frunce.
— ¿Y cómo piensas hacer eso? — Pregunta Becka — ¿saldrás en tv gritando que estas viva? — se burla, logrando que Nisha la asesine con la mirada.
— No...— responde con simpleza — a un asesino del calibre de Dark, Claus y Max — el que los nombre por primera a los tres en la misma frase me sorprende — solo se les atrae de una forma...
— ¿Cómo? — pregunta Robert con interés.
— Siendo una amenaza...— Becka ríe y niega con la cabeza.
— Claro...— se gira con rapidez en la silla y vuelve a centrar su atención en las pantallas que tiene frente a ella.
— Becka...— Nish la llama — busca la lista de los principales clientes de Darkness a la hora de comprar armamentos...— mi ceño se frunce sin comprender.
— No eres mi jefe y no tengo porque seguir tus ordenes...— Nisha desvía su mirada de las pantallas y me observa.
— Haz lo que te dice...— le pido, logrando que Nish sonría de lado.
— ¿Qué?
— Busca la lista Becka...— le ordeno.
— ¿Y el sistema qué? — me espeta cabreada.
— Si no lograste hacerlo en todo este tiempo no lo harás en los próximos diez minutos que te tomara buscar la lista...— nos interrumpe Nisha, hace una pausa y ríe — aunque creo que a Jasón le tomaría unos 2 minutos...— Becka la asesina con la mirada y se gira.
Sus manos empiezan a teclear con rapidez y sonrió al ver que Nisha se ha dado cuenta lo competitiva que es Becka y está usando eso para su beneficio. Después de unos minutos Becka aplaude y suelta un grito triunfal...
— Jah en tu cara... minuto y medio...— dice poniéndose en pie señalando la lista.
Nisha sonríe satisfecha y camina hacia el frente, se acerca a la mesa y le guiña un ojo a Becka.
— Nada mal Beck...— me acerco a ambas y analizo los nombres en la lista.
Todos son clientes muy importantes.
— ¿Conoces alguno que sea un peso pesado? — indaga y rio.
— Todos lo son Nish...— su sonrisa se ensancha y asiente.
— Pues escojan uno y lo mataremos...— responde con simpleza, haciendo que Becka la vea con los ojos abiertos como platos.
— ¿Qué, te volviste loca? — Nisha ríe y se encoge de hombros.
— No, solo sé que si quieres llamar la atención de Claus tienes que hacer locuras y si quieres la atención de Dark tienes que ser inteligente...— sus ojos se desvían hacia los míos y me sonríe — ¿Qué dices hacemos esto juntos o probamos cada uno por separado?
Rio divertido y asiento.
— Tenemos trabajo, Robert elige un objetivo, el más fácil de vigilar y tener acceso a el...— le ordeno centrándome en hacer un nuevo plan.
— Céntrate solo en clientes que vivan aquí en Europa...— le pide Nisha — lo mejor será atraerlos aquí...— explica al ver la confusión de Robert.
— está bien, ¿algo más? — pregunta girándose para ponerse manos a la obra.
— No eso está bien por ahora...— responde con simpleza.
Me guiña un ojo y se gira para salir de la sala pero antes de hacerlo se gira y observa a las mellizas que la ven con expresión asesina.
— No pierdan el tiempo con el sistema de Darkness, posiblemente estén jugando en algún truquito de Jasón desde hace meses...— se encoge de hombros y vuelve a salir de la habitación dejándonos solos.
— ¿Cómo es que sabe de ese chico? — indaga Iría.
— No lo sé, pero no me gusta nada que sepa cosas que nosotras no...— rio.
— Ayuden a Robert a elegir el objetivo...— les pido.
— Mel va a asesinarte cuando vuelva...— murmura Becka dejándose caer en la silla y disponiéndose a trabajar.
La verdad no me importa que ninguno este de acuerdo con esto, llevamos demasiado tiempo sin lograr conseguir algo realmente bueno, esta idea aunque es una locura creo que funcionara y si no lo hace estamos poniéndonos en la lista negra de hombres muy importantes en el mundo criminal.
Nota del autor: hola mis Darklins por aca el otro capitulo. Este esta muy muy muy interesante o no? vayamos por parte.
El desconocido, uuuuggghhh los planes no salieron como queria, ademas ha cometido par de errores... Tienen idea de quien es el desconocido?
Hablemos de Zarek y Nisha, me gusta el salseo entre estos dos, pero me encanta que Zar ponga limites en el juego, que no se deje llevar todo el tiempo. Uds que dicen?
Por otro lado... Mel y Zar? OMG! las leo...El plan de Nisha, venga que ha sido una idea maravillosa, y la forma en que ha manipulado a Becka? jajajajajaja a ver que nuestra Nisha poco a poco se hace una dura.
Y finalmente una sorpresa para todas o todos los que tienen curiosidad sobre Jason, algo asi me lo imagino yo... es lo mas parecido a lo que tengo en mi cabeza!
Ni;as les presento al cerebro de Darkness.
En fin les amo, gracias infinitas por el apoyo, por leernos y seguir aqui en la oscuridad con nosotros... besos y apapachos nos leemos prontito!
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