Capitulo 12 - ¿Una fiesta?
Este capitulo esta dedicado para una de mis esposas, una que se que ha estado pensando desde el domingo de que cojones va la fiesta de cierto travieso ratón... Erika esposa mía, este capitulo esta dedicado a ti, espero lo disfrutes y lo pases en grande... Nos comemos al ratón!?
Maratón 3/?
Zarek.
Esto es una jodida locura, tanto el tonteo como los comentarios, estoy demasiado claro que Nisha es un juego completamente perdido y además uno en el que me estoy jugando mi vida. Porque más allá de todo, algo me dice que si tiene que decidir entre la vida y la muerte, no dudara en matarme.
Pero tan simple como que no puedo resistirme a esto, este juego que se ha iniciado entre ambos, aunque me gusta y me divierte más que arriesgado es una locura, no solo porque estoy consciente que ella está enamorada de alguien más, sino que sé muy bien de lo que es capaz ese alguien por ella. Respiro profundo antes de girarme y seguirla, cayendo en su juego y perdiendo la cabeza por esto.
Alcanza el auto y entra a este, echo andar siguiendo sus pasos sin comprender una mierda lo que acaba de hacer, porque si cree que eso que hizo simula un robo, pues tiene mucho que aprender aun. Abro la puerta del auto y me dejo caer en el asiento del conductor, ella mantiene sus ojos fijo en el frente y la cinta de video de seguridad golpea su muslo con un ligero toque.
Enciendo el auto y salgo de la estación de servicio en completo silencio tratando de entender a que juega. La miro de reojos y lleva una media sonrisa pícara que me hace sonreír.
— Venga suéltalo ya...— comenta divertida, rio suavemente pero me mantengo en silencio — ¿No preguntaras? — insiste.
— Espero que lo digas sin sonsacarte la información...— respondo con simpleza encogiéndome de hombros.
— No eres tan curioso como pensé...— rio.
— Lo soy, solo que la paciencia es una virtud de la cual gozo — ella niega con la cabeza y permanece en silencio el cual respeto.
Después de andar cerca de dos horas y media, me pide que me orille en la vía y obedezco. Abre la bolsa de las compras y rebusca en ella, luego saca el encendedor abre la puerta y desciende el auto con la cinta y el Zippo en la misma mano. Frunzo en ceño anticipándome a lo que va hacer, por lo que bajo también sin apagar el auto.
Se ha alejado algunos metros esta cerca del camino entre algunos arbustos, allí se agacha y cuando la alcanzo con el cuchillo que lleva está sacando la cinta, luego la toma del borde, enciende el Zippo y coloca la llama cerca del borde de oscuro que no necesita más que un ligero toque con el fuego para encenderse como si de pólvora se tratara.
Nisha deja caer la cinta en el suelo y se pone de pie, sus ojos fijos en las llamas amarillas que consumen el plástico de la cinta de video, un par de minutos luego, solo es plástico derretido. Sus ojos brillan con cierta satisfacción y no puedo negar que esta mujer por más que sea la misma que encontramos hace más de año y medio ha cambiado y si antes despedía un aire inocente, ahora es todo lo contrario y la perversidad se refleja en esos ojos verdes.
No puedo dejar de verla. Suspira y se gira para verme, nuestras miradas se encuentra y sonríe de lado.
— ¿Tienes pensado pasar la noche conduciendo o nos quedaremos en algún lugar? — su pregunta me toma por sorpresa.
— Pues deberíamos parar y descansar un poco, además nos vendría bien dormir...— ella asiente y sin agregar nada más, pasa junto regresando al auto.
Observo el montículo de plástico derretido en el suelo y suspiro. Está tomándose demasiadas precauciones y eso me gusta. Así que simplemente con la suela de mi bota empujo un poco de tierra sobre el material consumido por las llamas y lo tapo por completo, luego lo piso un poco y regreso al auto.
— ¿A dónde vamos? — pregunta una vez arranco el auto.
— Estamos en territorio italiano, pero se de un lugar donde podemos quedarnos y no llamar la atención...— ella asiente y recuesta su cabeza al espaldar del asiento y cierra sus ojos.
Sonrió y permanezco en silencio disfrutando simplemente de su compañía. El resto del camino no hablamos mucho, ella permanece gran parte del tiempo sumida en sus pensamientos y yo en los míos. Finalmente salgo de la autopista y me desvió a un pueblo en la frontera del país, es una pequeña zona donde hay en su mayoría granjas. Pero también hay un pequeño lugar donde podemos pasar la noche sin preocuparnos mucho.
Cuando detengo el auto, Nish abre los ojos de inmediato y mira a su alrededor con el ceño fruncido.
— ¿Dónde estamos? — pregunta moviendo su cuello con cierta incomodidad.
— Un lugar seguro...— respondo quitándome el cinturón de seguridad — vamos...— le indico y bajo del auto.
A un par de metros un anciano con una escoba me observa con una media sonrisa.
— Zarek...— me saluda elevando su mano en el aire.
— Señor Allamand...— camino hasta él y le tiendo mi mano, la cual sujeta con firmeza.
— No sabía que te vería por aquí en esta época del año...— comenta mirando sobre mi hombro y percatándose de la presencia de Nisha.
— Solo estoy de paso...— le informo a lo que el simplemente asiente pero aún muy interesado en Nish.
— ¿Tu novia? — pregunta con curiosidad y rio.
— No, mi socia...— le respondo con simpleza.
El asiente y de inmediato se gira echando andar a su casa que está a algunos metros de distancia.
— Le diré a Fleur que estas aquí, le encantara verte y que prepare pato asado...— sonrió y luego me giro para conversar con Nisha.
Permanece de pie recostada del auto mirando la pequeña casa frente a ella.
— ¿Y esto? — pregunta señalando el lugar.
Sonrió y camino hasta la parte trasera del auto y abro el maletero, tomo mi mochila y cuando elevo el rostro para preguntarle si necesita algo está justo a mi lado.
— ¿Mochila o maleta? — ella sonríe y toma la mochila.
Tomo el bolso negro donde tengo el equipo electrónico, lo coloco sobre mi hombro y luego me inclino a un costado del maletero donde muevo una parte de la lona e introduzco un código en un pequeño teclado con números, este se abre de inmediato dejando ver algunas llaves, documentaciones y dinero en efectivo. Tomo el llavero con forma de roble y se las tiendo a Nisha que las sostiene entre sus manos con expresión sorprendida. Sin decirle nada, cierro el maletero y rodeo el auto
— Trae las cosas que compramos por favor...— le comento echando andar hacia la puerta de la pequeña casa.
Antes de llegar a ella, camino hacia los arbustos de la derecha y me inclino para desactivar el sistema de seguridad, mientras Nish me alcanza, al hacerlo le pido las llaves y abro la puerta. Me hago a un lado y la dejo pasar, ella me observa con una sonrisa curiosa pero no dice nada. Una vez entra la sigo y dejo las cosas junto a la puerta busco el encendedor de la luz y lo activo iluminando el espacio.
Cuando me giro Nisha tiene expresión sorprendida por lo que ve, rio divertido y me acerco a ella para ayudarla con la bolsa de las compras, la cual tomo y la dejo sobre la pequeña mesa de madera que está muy cerca de la puerta.
— ¿Qué es este lugar? — indaga con curiosidad mirando todo a su alrededor.
— ¿Una casa? — respondo en plan de molestarla haciendo que sus labios dibujen una sonrisa y luego niegue con la cabeza.
— ¿De quién es? — paso junto a ella y salgo una vez más del pequeña casa, para buscar el ultimo bolso en el auto.
Abro la puerta de atrás y muevo el asiento hacia arriba tomando una mochila grande negra, la saco y vuelvo a cerrar el asiento, me giro y cierro la puerta para luego activar la alarma del auto. Regreso sobre mis pasos y una vez entro cierro la puerta detrás de mí.
Cuando entro a la pequeña casa que consiste simplemente en una cocina del lado izquierdo, junto a la cocina una puerta que da al cuarto de baño, una mesa de madera con un florero en el medio con flores silvestres en él, en el costado y al fondo una cama matrimonial y justo frente a ella un pequeño juego de mullidos sofás con una mesa de madera en medio donde reposa un porta retrato con una fotografía de mi familia y algunas velas. Justo frente a esto una chimenea, capaz de calentar el lugar y llenos de una calidez hogareña.
Nisha mira a su alrededor la decoración del lugar y se gira para verme al notar la ventana cerca de la cocina, sonríe y camina hacia ella abriéndola, sus ojos brillan de inmediato al contemplar el paisaje.
— ¿Este lugar es tuyo? — insiste y rio dejando el bolso negro junto a los demás.
Sigo sin responderle, camino al refrigerador en busca de un poco de agua y cuando la abro sonrió ampliamente cuando veo que dentro hay de todo lo que podría necesitar para pasar algunos días aquí.
— ¿Zarek estas ignorándome? — vuelvo a reír sacando una botella de leche y me giro para verla.
— No, solo intento fastidiarte un poco...— le guiño un ojo y me empino la botella de leche, ella ríe y niega con la cabeza dejando estar el tema.
La veo caminar hacia la mesa de en medio y tomar el porta retrato, mi cuerpo se tensa ligeramente mientras la veo desplazar sus ojos por la fotografía, luego con lentitud se gira para verme sorprendida.
— ¿Eres tú? — me giro para regresar la botella de leche al refri y evitar su mirada.
— Si, mi hermana y mi madre...— comento con voz ronca.
— Son muy lindas...— comenta — y es hermosa la playa en la que están...— mis hombros se tensan aún más, recordado el día en que se tomó esa fotografía.
Uno de los pocos recuerdos felices que tengo con ambas. Respiro profundo y salgo del refrigerador. Cuando me giro Nisha está de pie frente a la cama.
— Hay una sola cama...— comenta mirándome con una sonrisa pícara.
— Lo sé, estoy viéndola...— hecho andar hacia ella y me detengo a un paso de distancia — ¿preocupada por dormir con el ratón? — suelto en tono juguetón haciéndola reír.
— Zar vas a perder en este juego...— comenta pasando junto a mí.
Rio divertido y asiento, la verdad no me importa perder esta vez.
#
La noche cayo y el frio ha aumentado conforme pasan las horas, estoy colocando más troncos en el fuego para avivar el fuego mientras Nisha toma una ducha. Me reincorporo y regreso a la mesa donde tengo la portátil conectada a la red WIFI portátil que suelo llevar a las misiones. Una vez el sistema se encripta automáticamente y me permite revisar los videos de seguridad tomo asiento en la silla y me dispongo a hacer lo que suelo hacer cada noche.
Reviso cada pantalla en busca de esa melena castaña y doy con ella en la cocina de la casa, sonrió al verla con un enorme trozo de pizza y una amplia sonrisa, junto a la pequeña la mujer que se ha encargado de ella desde que tenía apenas tres meses de nacida. Suspiro contemplando la forma en que toma la pizza muerde un pedazo para luego acercarlo al oso de peluche que esta junto a ella.
En ese momento la puerta del cuarto de baño se abre y Nisha aparece envuelta en un albornos color azul marino, con una toalla en su cabeza. Nuestras miradas se encuentran un segundo antes que su labio inferior sea atrapado por sus dientes, sonrió y desvió mis ojos nuevamente a la pantalla. Donde la pequeña Uxia continúa con su cena. Reviso el perímetro del lugar en busca de alguna anormalidad que me haga sentir incomodo pero al notar todo en orden suspiro cerrando los ojos.
— ¿Quiénes son? — pregunta en voz baja Nisha muy cerca de mi oído sorprendiéndome.
No le respondo nada, simplemente cierro la portátil y giro el rostro para quedar a escasos centímetros del suyo. Sus ojos me observan con intensidad, los míos se desvían a sus labios y sonrió antes de hablar.
— ¿Quieres una cerveza? — ella duda un instante y asiente, cuando lo hace su nariz se roza con la mía.
Permanecemos en esa posición sin dejar de vernos, la tensión creciendo entre ambos hasta que simplemente se rompe gracias a un par de golpes en la puerta. Ella vuelve a su posición y camina con su ropa entre las manos hacia el baño, donde se encierra. Muevo mi cuello y suspiro pasando las manos por mi rostro.
Me pongo en pie y camino hasta la puerta, cuando la abro lo primero que me recibe es un empujón que me tumba al suelo y un enorme perro negro comienza a lamer mi rostro con emoción. Inmediatamente empiezo a reír y acariciar al animal que me saluda con efusividad.
— Hola Ares yo también estoy feliz de verte...— saludo al Pastor Retriver que me continua saludándome con desesperación.
— ¡Ares quieto ya!...— lo reprende Fleur haciendo que el perro de inmediato retroceda — hola cariño ¿cómo estás? — me saluda la anciana con una bandeja entre sus manos cubierta con papel de aluminio y un exquisito aroma.
— Muy bien Fleur ¿y tú? — la saludo poniéndome en pie y haciéndome a un lado dándole espacio para que entre.
En cuanto lo hace, coloca la bandeja sobre la cocina y se gira para mirar a Ares que ha regresado al exterior y la observa atento.
— Vamos Ares pasa...— le indico y de inmediato moviendo su cola con entusiasmo ingresa a la casa y se dirige al sillón donde se sube e inmediatamente se echa.
— Lo conscientes demasiado...— me regaña Fleur negando con la cabeza y rio encogiéndome de hombros.
— No puedo evitarlo, es mi debilidad...— comento mirando el perro que tiene su cabeza apoyada sobre él apoya brazos mirándome con fijeza.
— Si, si lo se...— responde restándole importancia para luego dirigirse a uno de los estantes.
— Fleur, yo me encargo de eso, no te preocupes...— murmuro cuando veo las intenciones de servir la cena, ella chasquea sus dientes y me hace un gesto con la mano restándole importancia.
— Zar, puedes usar el baño...— comenta Nisha saliendo de este...— de inmediato se tensa al ver a Fleur y busca mis ojos.
— Perla ella es Fleur...— las presento usando el nombre falso de Nisha — cuida este lugar por mi...— completo.
Nish sonríe de lado y se acerca para tomar la mano que la anciana le tiende, la estrecha con suavidad y luego comenta.
— Mucho gusto
— No sabía que vendría con alguien...— responde Fleur algo avergonzada y rio.
— No tenía planeado venir en realidad... pero surgió algo y era el mejor lugar para quedarnos esta noche...— la anciana asiente y sin más se acerca a mi deja un beso en mi mejilla y se dirige a la puerta.
La abre y antes de salir silva, haciendo que Ares eleve su cabeza pero no se mueva del lugar, comienzo a reír cuando vuelve a silbar y el perro mueve su cola pero no se mueve ni un centímetro.
— Zarek...— se queja Fleur y rio divertido.
— Venga déjalo pasar la noche aquí si desea irse me lo hará saber, ya sabes cómo es...— Fleur pone los ojos en blanco y niega con la cabeza.
— Te portas bien y nada de hacer desastres en la casa...— le advierte a Ares quien simplemente apoya una vez la cabeza en él apoya brazos y se hace el que no entiende.
Fleur se retira sin mirar a Nisha dejándonos solos, cuando me giro ella permanece en el mismo lugar.
— Así que el lugar si es tuyo...— suelta divertida y rio.
— Si, lo es...— comento caminando hacia ella.
— Es muy bonito...— comenta mirándome seria.
— Gracias...— me detengo a escasos centímetros de ella — él es Ares...— le presento al perro que en cuanto escucha su nombre se levanta y se acerca a ambos.
Nisha sonríe y se inclina para saludarlo, acaricia su cabeza y en un gesto cálido apoya su frente sobre la del perro que se sienta y le permite hacerle mimos. Luego de unos segundos se pone en pie y vuelve a mirarme.
— ¿Es tuyo? — muevo mi cabeza de un lado al otro y rio.
— Si pero no...— ella frunce el ceño mientras el animal empieza a deambular por la estancia — lo encontré en la ciudad abandonado y lo traje aquí, solo que al poco tiempo tuve que irme y lo deje en manos de Fleur ellos lo entrenaron y ahora los ayuda a pastorear...— le explico.
— ¿Y Ares por qué? — indaga con curiosidad mientras yo me muevo hacia la nevera y saco un par de cervezas.
— Soy griego Nish...— respondo con simpleza encogiéndome de hombros.
Ella sonríe y asiente tomando la cerveza que le tiendo, me giro y camino hacia la puerta donde está el bolso negro doy un sorbo a mi botella y luego me acerco a la mesa la dejo sobre esta acomodo el bolso en la encimera de la misma y lo abro. Nisha se acerca a mí y en cuanto ve el contenido sus ojos se abren como platos.
Tomo un par de 9 mm y las coloco junto al bolso para luego sacar un par de mini UZI* 9 mm también y finalmente una escopeta, más algunas cajas con cartuchos.
*UZI 9 mm en la imagen*
— ¿Y es un lugar seguro? — suelta con sarcasmos haciéndome reír.
— Lo es, pero nunca estoy en ningún lugar sin estas...— sus ojos me miran con curiosidad mientras tomo las 9 mm las acomodo debajo de la almohada que está a la derecha.
Luego tomo las UZI y las dejo ambas dejo debajo de la cama, la escopeta la coloco junto a la puerta. Luego me giro y le sonrió con picardía.
— Nunca te confíes del todo...— suelto encogiéndome de hombros, su sonrisa se ensancha y asiente.
Cuando termino de ubicar las armas, dejo el bolso negro en el suelo cerca de la puerta una vez más, me giro y doy otro sorbo a la cerveza y busco con la mirada a Nisha que se encuentra recostada a la parte de atrás del sofá, sus ojos fijos en mí, sus brazos cruzados sobre su pecho y expresión divertida.
— Eres más peligroso de lo que aparentas...— comenta.
— No soy un tipo peligroso gatita...— respondo dejando la botella en la encimera junto a la cocina para luego tomar la camisa y sacarla por mi cabeza.
Sus ojos se desplazan de mi rostro a hacia mi pecho, detallándome con atención, sonrió de lado en cuanto humedece sus labios. Me inclino y tomo mi bolso, camino hasta la cama con ella siguiendo mis movimientos, abro y saco un pantalón de chándal, un bóxer y una franela sin mangas.
— Me daré una ducha...— le comento antes de girarme para verla — Fleur nos trajo la cena...— le indico señalando la bandeja, ella asiente y da un sorbo a su botella antes de echar andar hacia la cocina no sin antes darme una mirada coqueta y regalarme una sonrisa.
#
Después de darme una ducha y arreglarme para cenar Nisha y yo lo hicimos en silencio, con algunas miradas cómplices mientras lo hacíamos, es un juego complicado cuando ambos tiramos de los hilos y nos provocamos. Mientras termino de lavar los platos ella aviva un poco más el fuego. Cuando termina se acerca a mí y me tiende otra botella de cerveza.
— ¿Quién era la niña del video de vigilancia? — mi cuerpo se tensa de inmediato.
— Nadie...— respondo parco — ella suspira y se aparta para luego tomar la bolsa de compras.
La tensión que se crea en el ambiente es realmente incomoda y pesada, cierro los ojos y me inclino al frente sintiendo la presión en mi cuello y hombros.
— Nisha...— la llamo girándome.
— Ya lo dijiste Zar... no es nadie, ni es mi asunto...— responde con frialdad.
Suelto un bufido y doy un sorbo a mi cerveza para acercarme a ella, mientras empieza a sacar las cosas que compramos. Coloca las cajetillas de cigarros sobre la mesa sin mirarme, los chicles, el paquete de gomitas, los puros y se detiene de golpe mirando lo poco que queda en la bolsa. Mis labios se curvan en una sonrisa divertida.
Me acomodo junto a ella apoyando mi espalda baja a la mesa, sus ojos se desvían a los míos y muerde un costado de su labio inferior. De pronto la tensión incomoda se ha evaporado del ambiente y ha resurgido esa energía juguetona entre ambos.
Finalmente mete su mano dentro de la bolsa y saca el paquete de condones, dejándolos cerca de mi mano, una risa suave se escapa de mi garganta mientras miro al frente mientras ella continua conteniendo una sonrisa.
— ¿Qué tal si hacemos una fiesta? — comento divertido.
Su ceño se frunce y me observa sin comprender. Creo que esta noche será muy interesante.
Nisha.
— ¿Una fiesta? — le pregunto sin comprender de que va.
Zarek ríe suavemente una vez más pero no responde nada, simplemente rodea la mesa tira de la silla y se sienta frente al portátil lo veo teclear algunas cosas y luego simplemente se queda expectante. A los pocos segundos el tono de una llamada me advierte que está comunicándose con alguien.
— Zar...— lo saluda la reconocible voz de una de las mellizas.
— ¿Tienes lo que te pedí? — pregunta dando un sorbo a su cerveza.
— Si, pues se corrió bastante rápido la voz, están buscándola en las afueras de Paris y en las vías principales, pero no te involucran o te buscan a ti...— su ceño se frunce y me observa sobre la portátil con atención.
— Este bien, ¿alguna imagen o foto? — camino rodeando la mesa y me coloco junto a Zar.
— No, para nada, solo ha sido una descripción física...— Zar asiente y me fijo en que Becka se encuentra sentada en una butaca de avión.
— Perfecto, buen trabajo y gracias Beck...— comenta el haciendo una pausa — ¿Alguna novedad del resto del equipo? — pregunta con interés.
— Mel y Robert van de camino por lo que supe hace un rato, Hayden en tren como siempre ansioso y que hay de ustedes ¿dónde están? — Zarek se tensa ligeramente y sonríe.
— Estamos bien, saldremos del radar por lo que asumo que llegaremos un día más tarde de lo planeado...— ella asiente y luego de unos segundos su mirada se desvía a mí.
— Trata de no complicar más las cosas para el ¿sí? — me espeta con el ceño fruncido.
Doy un sorbo a la cerveza y me inclino hacia el frente para poder verla mejor y sonrió con picardía.
— Creo que Zarek tiene todo lo que un hombre necesita para saber cuidarse solo...— Zar ríe suavemente y la melliza me mira mal — pero no te preocupes al menos hare que se divierta...— le guiño un ojo y salgo de la imagen para caminar hacia el otro lado de la mesa.
Escucho bufar a la melliza y rio negando con la cabeza, esta niña esta coladita por Zarek. En cuanto mis ojos se topan con las compras realizadas por Zar lo miro con curiosidad ¿qué clase de fiesta puede montarse con esto?
— Hablamos luego Beck, me mantienes al tanto...— la voz de Zar interrumpe mis pensamientos y me hace mirarlo, mientras el presiona una tecla.
https://youtu.be/FtJbyI-7Igw
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Sus ojos me ven un instante y sonríe rascándose la barba, luego vuelve a fijarse en la pantalla, a los pocos minutos el ritmo de una canción lenta empieza a llenar el espacio. Me cuesta un poco reconocer de qué grupo se trata pero en cuanto escucho la voz del vocalista lo hago. Busco su mirada y en ella brilla la malicia y si, el deseo.
You, de Two Feet llena el ambiente con sus acordes sugerentes y ese sensual ritmo. De pronto el ambiente se carga de tensión, sus ojos me observan con intensidad pero no dice absolutamente nada, solo permanece mirándome, después de algunos segundos en que ninguno de los dos desvía la mirada, le da un largo sorbo a su cerveza –sus ojos nunca abandonan los míos mientras bebe– deja la botella medio vacía sobre la mesa y se impulsa en la silla hacia atrás.
Luego con una elegancia que solo le vi mostrar ayer se pone en pie y camina hacia mí. Mi cuerpo se eriza cuando se detiene a escasos centímetros de mi rostro. Una de sus manos se eleva hacia uno de los mechones de cabello que cae al costado de mi rostro y lo toma con delicadeza. Sus ojos claros se desvían hacia él y sonríe.
— Tenemos que hacer algo con el...— mi ceño se frunce al escucharlo — creo que te verás jodidamente sexy con el cabello corto gatita...— murmura con voz ronca.
El aire tibio que sale de sus labios choca con mi boca y mi cuerpo se estremece, sonrió de lado y él lo hace también.
— ¿Quieres que me corte el cabello? — sus ojos detallan mis facciones y asiente ligeramente.
— También deberías cambiarle el color...
— Olvídalo...— lo corto de inmediato y ríe suavemente
— La idea es pasar desapercibida ¿no? ese es parte de tu plan — suelta repentinamente inclinándose sobre mí y sorprendiéndome con sus palabras.
Mi cuerpo se tensa aún más cuando siento su cuerpo rosar el mío, su brazo se extiende hacia el otro costado de la mesa, sus ojos fijos en mí, los desvía un instante hacia atrás para luego posarlos en mis labios, cuando regresa a su posición inicial, tiene la botella de cerveza en la mano, sonríe con picardía y murmura con la punta de la botella cerca de sus labios y una media sonrisa.
— ¿Nerviosa gatita? — mi piel se eriza con el tono que utiliza y debo hacer un esfuerzo para no pegarme más a él.
— Esta bien lo cortare...— suelto con rapidez haciendo que el ría suavemente — y para nada, solo me da curiosidad que fiesta piensas montar con estas cosas...— digo esquivando el tema e ignorando su cercanía, intento de girarme pero su cuerpo me lo impide.
Trago duro cuando el calor que emana de el junto al olor de su perfumen me embriaga y siento la misma necesidad de besarlo que sentí en el club. Su ceño se frunce y luego sonríe. Sin moverse de lugar toma el paquete de gomitas de osos, la levanta y me la muestras sin abrir un poco de espacio entre ambos.
— Gomitas de osos...— habla en un murmuro — Robert está obsesionado con ellas y tiende a separarlas por colores, las mete en bolsas separadas y se las come mientras trabaja...— me explica sorprendiéndome — dice que lo ayuda a concentrarse — toma una de mis manos y deja el paquete sobre mi palma.
Luego vuelve a inclinarse, esta vez quedando aún más cerca de mí, su nariz rozando mi mejilla.
— Chicles, las mellizas lo necesitan para ocupar su cerebro en alguna acción extra cuando tienen muchos días sin dormir y no quieren hacerlo, esto — continua explicando las razones de su extraña compra — las mantiene despiertas cuando el cansancio puede con ellas.
Repite la acción y los deja sobre mi mano, sonríe al notar que lo sigo con atención, luego vuelve acercarse a mi esta vez su cuerpo toca el mío y respiro profundo cuando siento la dureza de su entrepierna rozar con mi vientre.
— Las cajetillas de cigarrillos son de Hayden, tiene problemas de ansiedad y siempre que puedo le compro cigarrillos para que lo tranquilicen, — explica con una sonrisa cálida en los labios — los puros son para el Doc es otra de esas rara aficiones que tiene — comenta encogiéndose de hombros.
Toma todas las cosas que coloco en mi mano y las deja justo a mi lado donde casualmente reposa la caja de preservativos. Su sonrisa se ensancha y la toma elevándola. No dice nada por un instante, humedece sus labios y luego murmura.
— Estos los compre para Mel, suele olvidar cuidarse cuando sale de fiesta con sus conquistas y suelo dejar un paquete en sus bolsos...— mis ojos se abren como platos sorprendida, pero lo que me sorprende aún más es lo que hace luego.
Su nariz rosa la mía y entre abre sus labios, sus ojos fijos en los míos, de pronto la necesidad se hace aún más grande y la excitación me mueve. Zarek humedece sus labios una vez más y estamos tan jodidamente cerca que su lengua toca ligeramente mi labio.
— Puedo quedármelos y jugar al gato y al ratón...— esas palabras más el roce de sus labios sobre los míos bastan para que reaccione.
Mis manos se van a su rostro, tomo sus mejillas y termino con el poco espacio que quedaba entre nuestras bocas. Lo beso con desesperación, como si llevara siglos sin que alguien me tocara o generara este deseo en mí. Sus manos se acomodan en mi cintura y me pegan más a él. Un gruñido sale de su garganta cuando muerdo su labio inferior y tiro de el para luego volver a besarlo con intensidad.
De pronto solo somos jadeos y besos descontrolados, el tira de mi cuerpo y me mueve hacia un costado, tropezamos con una de las sillas pero lo ignoramos, dando pasos torpes y sin dejar de besarnos poco a poco nos acercamos a la cama, cuando mis piernas con ella se detiene separando sus labios de los míos. Suelto un gruñido bajo por la frustración estaba disfrutando de ese beso.
— ¿Estas segura? — pregunta sobre mis labios.
Mis ojos se abren ante ese tono ronco y cargado de deseo, topándome con sus rasgos que se han contraído, dándole nuevamente ese aire a Dark, entonces todo se enfría en mí de golpe. Una sensación extraña se extiende por mi pecho, una sensación que no me pertenece y no me gusta sentir, cierro mis ojos y respiro profundo cuando un flashazo de mi misma cubierta de sangre aparece en mi memoria.
— No Nish...— murmuro presionando mis manos en puños, sintiendo una puntada de dolor en mi cabeza — No ahora...— muevo mi cabeza tratando de relajarme.
De pronto siento como la tristeza comienza abrirse paso y el sentimiento de añoranza me hace respirar profundo.
— ¿Nena? — esa palabra me hace abrir los ojos de golpe y asesinarlo con la mirada.
— Nunca en tu maldita vida vuelvas a llamarme así...— le espeto con dureza, su ceño se frunce aún más.
Entonces simplemente lo empujo y me hago a un lado tratando de evitar sentir la ira que me carcome por dentro, esa que está entremezclándose con el dolor, la tristeza y el miedo. Miro mis manos como tiemblan ligeramente y niego con la cabeza cuando veo sangre sobre ellas.
— No Nish, no es su sangre...— murmuro — no vas a torturarte así...— una puntada más fuerte se instala en mi cabeza y empiezo a ver puntos negros.
Me giro para comentarle a Zarek que me siento mal pero no alcanzo a hacerlo cuando simplemente pierdo fuerza en mis piernas y todo se desvanece.
Nota del autor: Hola mis Darklings como les va? sorry ayer no publique porque no me convencía el capitulo del todo por lo que hice un borrón y cuenta nueva y como siempre ame el resultado. Que me dicen uds? Vamos a ello, que opinan del lugar donde están quedandose Zar y Nish, quienes son esos ancianos, la peque;a del vídeo de vigilancia y a ver cuantas han caído un poco mas por Zarek?
Hablemos un poco de Nish, uy, que es lo que le esta pasando a nuestra hermosa, algo pasa sin lugar a dudas, pronto tendremos definición y sabrán con certeza que es lo que ocurre. Por ahora quiero leerlas...
El próximo capitulo lo narra nuestro poderosisimo Dark acompa;ado de su "mejor amigo" Claus... y el titulo es "Astuto Titiritero"
Esposa mia espero te haya gustado el capitulo, te leo! En fin un beso enorme les amo gracias infinitas... Esposa te amo!
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