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Capítulo 10 - Tragedia griega


Maraton 1/?


Zarek.

Fría...

Cruel...

Sádica...

En este instante Nisha despierta todos esos pensamientos en mí, sus ojos me observan llenos de diversión, justo como ha estado mirándome cada que la lastimo mientras entrenamos. Sus ojos toman esa mirada cargada de miedo y luego esto, un cambio tan increíble que solo lo creerías si lo vieras, pero dura solo instantes quizás algunos minutos, nunca nada como esto, pero no puedo preocuparme por eso ahora... aunque tenga delante de mí a alguien que tiene la mirada de un puto asesino a sangre a fría.

— Te escucho...— murmuro sin decir nada más al escuchar sus palabras.

— Necesito tu saco...— comenta tomando la tira de su vestido y tirando de el hacia abajo.

Mis ojos siguen el movimiento de sus manos y como con rapidez pero sensualidad se deshace del vestido, quedando solo en ropa interior, dándome un perfecto vistazo de su cuerpo. Respiro profundo y cierro mis ojos algo incómodo, no porque Nisha no sea hermosa, o no me guste lo que veo, es solo que después de ese jodido beso las cosas se han complicado en mi cabeza.

— ¿Para que necesitas mi saco? — ella se gira quedando frente a mí, me obligo a mirarla a los ojos.

Sus labios dibujan una sexy sonrisa que no correspondo, ya que frunzo el ceño cuando empieza acercarse a mí. Sus manos siguen manchadas de sangre pero en menor cantidad se detiene a escasos centímetros de mi rostro y rosa su nariz con la mía.

— Necesito cubrirme Zar...— murmura con voz seductora.

Toma los bordes del saco y empieza a quitármelo, sin apartar sus hermosos ojos verdes de los míos, una vez termina de quitármelo sonríe mordiendo su labio inferior y suspira. Sus ojos desvían de los míos y por un instante me permito admirar su cuerpo.

Maldita sea Zarek céntrate esto no es importante ahora.

— Tenemos prisa ¿recuerdas? — comenta con picardía, trayéndome a la realidad y rompiendo con la tensión que acaba de generar.

Se aparta y deja a la vista el puto cadáver con el que evidentemente tendremos que lidiar. Respiro profundo sacando los guantes de cuero del bolsillo de mi pantalón, para luego inclinarme y tomar el cuerpo por una muñeca para darle la vuelta.

Cuando lo hago observo el desastre que ha hecho y niego con la cabeza sin decir nada. No tiene caso moverlo dejara una jodida estela de sangre así que simplemente lo dejo en el mismo lugar mientras Nisha se cubre con mi saco, cuando me pongo en pie y la observo esta sacado su cabello debajo del saco, se gira y me observa seductora.

¿A qué coño está jugando? Primero el beso, ahora esto.

— Zar listo, tenemos la salida, pero tendrán que atravesar la disco y pasar desapercibido...— me habla Becka al oído por medio del dispositivo.

— Bien guíanos cuando estemos allí, activa el GPS de Nisha y te escucho...— Nish me observa con una ceja elevada y sonríe para luego pasar sobre el cuerpo sin si quiera dedicarle una mirada.

— Ve afuera y verifica que no haya ninguno de sus mastodontes en el pasillo...— me indica con un murmullo ronco y siento como mi cuerpo empieza a reaccionar a ella.

— Este bien, ¿necesitas algo, estas bien? — interrogo solo porque necesito saber si está bien.

— Créeme que cuando necesite algo lo tomare — se inclina sobre mi apoyando sus manos sobre mi pecho y busca mi oído, donde luego susurra demasiado cerca de mi oído — y por ahora estoy perfectamente bien, solo tienes que darme una mirada para confirmarlo...— trago duro y cierro los ojos.

Está jugando contigo Zar, céntrate, me digo mentalmente.

Con delicadeza y sin intensión alguna que malinterprete mi toque, coloco mis manos sobre sus caderas y la empujo ligeramente para separarla de mí.

— No estamos jugando al gato y al ratón Nish...— murmuro sin dejar de verla.

Ella me regala una puta sonrisa que la hace lucir aún más hermosa de lo que ya es, me guiña un ojo y se aparta para caminar hacia la puerta, toma el pomo de esta y se gira para verme.

— Siempre que yo sea el gato y tú el ratón podemos jugar cuando quieras...— sonrió ante el comentario porque ha sido ingenioso.

— No me gustan los juego Nish...— murmuro pasando junto a ella sin mirarla para salir por la puerta que ha abierto para mí.

— Uy que pena, porque a mí me encantan...— suelta en un tono burlón que me sorprende.

Decido ignorarla y salgo del estudio sacando mi arma, camino por el pasillo despejado, por donde vine hace unos minutos. Al alcanzar el área VIP diviso a Irina con una copa en la mano, guardo el arma y regreso sobre mis pasos, para avisarle a Nisha que está libre y que podemos irnos. Cuando alcanzo la puerta y vuelvo abrirla, la escena que me recibe es un poco extraña.

Nish está inclinada sobre el cuerpo del mafioso, en cuanto escucha mis pasos, se levanta con rapidez apuntándome con su arma.

— Soy yo...— comento elevando mis manos en señal de calma, ella suspira y asiente — está libre, solo que Irina está afuera — ella se encoge de hombros y echa andar hacia la puerta.

Mis ojos se desvían hacia el cadáver pero no noto nada raro, asi que simplemente me giro y la sigo.

— ¿Qué haremos con Irina? — indago al alcanzar el umbral que nos separa del área VIP.

— Nada, si es un obstáculo pues nos deshacemos de ella...— suelta con tranquilidad sin mirarme, entonces sus ojos se fijan en el extremo opuesto de la sala.

Justo en el bar, sonríe divertida y echa andar hacia allí, mi ceño se frunce y sin comprender qué coño está haciendo la sigo, cuando esta por alcanzar el lugar tomo su muñeca y la giro para verla. Cuando su rostro esta frente a mí, sus cejas se elevan y me observa expectante.

— ¿Qué haces? — susurra.

Suspiro saco de mi bolsillo un pañuelo blanco y empiezo a limpiar las pequeñas salpicaduras de sangre que lleva en el rostro. Su mirada nunca deja la mía y una vez término guardo el pañuelo dentro de mi bolsillo nuevamente y la libero.

— Listo... ya puedes ir por un trago...— murmuro en el mismo tono divertido que ella uso antes que dejara el estudio.

Ella contiene una sonrisa y se gira para encaminarse hacia el bar, donde efectivamente pide un trago, la observo desde lejos mientras el bar tender le pregunta alguna cosa, paseo mis ojos por su cuerpo hasta alcanzar sus torneadas piernas, que brillan de forma sensual. Sonrió rascando mi barba porque es jodidamente hermosa y sexy.

Me giro y echo andar hacia la chica que el mafioso dejo para mí en cuanto me ve sonríe y se pone en pie.

— ¿Todo bien? — asiento y sonrió para ella señalándole el mueble.

— Todo bien, nosotros tenemos que irnos, la noche apenas empieza y él no es mi único cliente, así que ha sido un gusto...— murmuro, tomando su mano y dejando un beso sobre sus nudillos — ha pedido que no se le moleste, tiene cosas que meditar...— la chica frunce el ceño y asiente para luego mirar sobre mi hombro.

Nisha está de pie detrás de mí con una amplia sonrisa.

— ¿Nos vamos? — indaga sin mirar a Irina.

— Claro...— me giro para despedirme y sin más echo andar con Nish tomando mi brazo.

— Disculpa...— la voz de Irina nos detiene...— ¿Por qué ella leva tu saco si traía un vestido? — pregunta con suspicacia.

Nisha aprieta ligeramente mi brazo y se gira para ver a Irina.

— Tu jefe quería divertirse y no se midió ni un poco, debes saber que le gusta duro y a diferencia de ti yo sí puedo decidir cuándo parar y ya tenía suficiente con que arruinara mi vestido...— Irina abre sus ojos como platos, Nish hace una pausa y me mira para luego continuar — me gustaba bastante...— se encoje de hombros y suspira — nos vemos hermosa...— y sin más vuelve a girarse y echar andar llevándome con ella.

No puedo evitar reír suavemente porque está siendo muy distinta a la Nisha que estoy acostumbrado, la observo de reojos y puedo notar como el placer esta dibujado en sus rasgos lo que ha pasado esta noche le ha gustado, lo disfruto y esto no sé si es algo bueno o algo malo.

Después de descender las escaleras el guarda espaldas que permanece al pie de esta, me dedica un asentimiento cuando paso junto a él, sus ojos se posan un instante en Nisha que le regala una sonrisa seductora y luego sin decir nada echa andar hacia la pista de baile. Su mano se entrelaza con la mía y me adelanto para guiarla.

— Estamos listo Becka...— murmuro en el dispositivo de comunicación.

— Bien deben atravesar la pista de baile y dirigirse al pasillo de la izquierda que esta junto al bar...— empieza, diviso el bar y echo andar hacia allí, mientras lo hago hecho una mirada al área VIP donde Irina aún permanece sentada.

Sus ojos fijos en la pista de baile, estoy seguro que está buscándonos, pero por la iluminación y el juego de luces se le dificulta, una vez dejamos a las personas de la pista de baile atrás, me encamino hacia el pasillo.

— Detente...— me espeta Becka de pronto — tienen compañía, tres tipos van en su dirección.

Me giro para ver a Nisha y veo a mi alrededor no quiero acercarme al Bar, será más complicado salir si lo hacemos.

— ¿Qué pasa? — pregunta con el ceño fruncido.

— Tenemos compañía debemos evitarlos...— le explico.

Ella asiente y mira a nuestro alrededor. Entonces fija sus ojos en el pasillo por el que me ha indicado Becka que debemos ir, ella toma mi mano y me guía hacia allí.

— Nisha es por ese lugar por donde vienen los tipos...

— No importa no nos verán...— menciona con seguridad haciéndome fruncir el ceño.

— ¿Zar que haces? Están por doblar la esquina y los verán...— me responde agitada Becka.

Cuando estoy por responderle, Nish tira de mí pegándome a la pared y sin más estampa su boca en la mía e inicia un beso desenfrenado y cargado de deseo. En ese momento las voces de tres sujetos llenan el pasillo, hablan en italiano. Pero no logro comprender lo que dicen cuando Nisha profundiza el beso y mete su lengua a mi boca.

Mis manos se mueve solas hacia su cadera y la pego a mi respondiendo el beso con necesidad, mis ojos se cierran y siento como sus labios se mueven con desespero sobre los míos, sin pensarlo mucho para no dejarla expuesta la tomo con fuerza y la giro pegándola a la pared, sus piernas se elevan y se colocan a los costados de mi cintura, pegándome a ella.

— Alguien se divierte...— comenta uno de los tipos divertidos al pasar detrás de nosotros.

Pero lo ignoro, Nisha pasa sus manos sobre mi cabello y tira ligeramente de él, sus labios se cierran sobre mi labio inferior y lo muerde, tira de el para luego separar nuestras bocas y liberarlo. Sus ojos me observan con demasiada intensidad, su lengua remoja aún más sus labios y estos dibujan una sonrisa pícara.

Ninguno de los dos dice nada, solos nos observamos porque este beso se sintió demasiado cargado. Sus piernas liberan mi cintura y con cuidado las baja, sin dejar de verme, sonrió negando con la cabeza mientras ella ríe suavemente y echa andar por el pasillo dejándome con una puta erección de mierda. Con una sonrisa la sigo sin dejar de negar con la cabeza.

— ¿Están bien? — pregunta Becka de pronto en tono malhumorado.

— Si, todo bien...— respondo — ¿ahora qué?

— Cuarta puerta al final del pasillo da a unas escaleras que los dejara en la parte de atrás del edificio...— suspiro y echo andar hacia allí esta vez sin mantener contacto físico con Nish.

Una vez allí intento abrirla pero esta permanece cerrada.

— Becka está cerrada...

— Espera trabajo en ello, tiene un sistema de seguridad electrónico...— murmura, miro sobre mi hombro y espero.

— Zar, uno de los hombres del objetivo se dirige hacia el despacho...— me indica Iría y mi cuerpo se tensa de inmediato.

— Becka no tenemos mucho tiempo...— le espeto a la melliza.

— Estoy en ello Zar es un sistema muy nuevo...— se queja y cierro mis ojos para girarme y ver a Nish que está de pie detrás de mí con los ojos fijos en el otro extremo del pasillo.

En una de sus manos el arma y en la otra el cuchillo, respiro profundo y pienso en que otra cosa podríamos hacer, miro las puertas a mi alrededor y suspiro.

— ¿Becka que hay en las otras habitación? — pregunto.

— Robert revísalo...— escucho que espeta esta en respuesta.

Una oficina, dos depósitos y otra oficina... en ese orden desde la punta contraria a donde están...— explica la voz lejana de Robert...— ¿Lo tienes? — pregunta Becka esta vez para mí.

— Si, lo tengo...— medito mis opciones preocupado por una Nisha que luce demasiado tranquila.

— ¿Qué pasa por que no abre la puerta? — pregunta de pronto con impaciencia.

— Que no me presione todo estaría bien si no se hubiese vuelto loca...— se queja Becka haciéndome saber que ha escuchado el comentario de Nisha.

— La puerta tiene un sistema de seguridad electrónico...— se gira para verme con una ceja levantada y luego pone los ojos en blanco.

— Son tres hackers y ninguna puede abrirla...— murmura por lo bajo y sonrió.

— ¡Listo! — suelta Becka triunfante en el mismo instante en que Nisha eleva su arma y suelta un disparo.

Un sujeto cae al suelo y ella se gira para ver si la puerta ya está abierta, en ese mismo instante tiro de esta y le hago una señal para que pase primero que yo, obedece en el mismo momento que cinco hombres más aparecen en el extremo contrario a donde nos encontramos. Cierro la puerta y enseguida escucho el clic automatizado que les imposibilitara alcanzarnos.

— Becka borra todos los videos de seguridad...— ordeno mientras corro bajando las escaleras detrás de Nisha, que se detiene un instante toma los tacones y se los quita para luego echar a correr nuevamente.

— Estoy en ello, ya dieron la alarma, se han dado cuenta del cuerpo, tienen a lo mucho dos minutos para llegar al auto si tienen suerte...— comenta Becka.

— Dos minutos Nish...— comento pasando por su lado y tomando su mano para echar a correr con más prisas.

Una vez alcanzamos la puerta para salir al exterior del edificio tomo el pomo y giro, este cede y de inmediato la abro, la brisa fría me recibe e inhalo con fuerza, sin perder tiempo corro por el callejón con Nisha pisándome los talones, al llegar al extremo del mismo nos detenemos y observo por un momento.

Afuera solo están los mismos dos hombres que nos recibieron y aún hay fila para entrar. Tiro de Nisha y la guio por la acera en dirección contraria, la siento temblar ligeramente y noto que aun va descalza sus piernas están aún más expuestas que cuando llegamos y es evidente que la baja temperatura la está afectando. Cruzamos la calle y camino por esta hacia la esquina más alejada del club, donde una van negra nos espera, al llegar a ella doy un golpe sobre la puerta, un ruido del otro lado nos recibe y pronto la puerta está corriéndose a un lado mostrándonos el rostro moreno de Hayden, sonríe ampliamente y se hace a un lado, para luego ubicarse en el asiento del conductor.

— ¿Qué paso? Se supone que se irían en el auto...— menciona encendiendo la Van.

— Cambio de planes...— le espeto sentándome junto a él, Nisha se acomoda atrás en uno de los asientos y me observa divertida.

— Creo que tendrás que volar el auto...— murmura con una sonrisa maliciosa y respiro profundo.

Hayden me observa con una ceja elevada y luego observa a Nisha por el espejo retrovisor.

— Hazlo...— murmuro una vez arranca.

— De acuerdo...— murmura el moreno encogiéndose de hombres.

Toma un dispositivo que tiene sobre el tablero de la van y presiona un pequeño botón rojo, a los pocos segundos se escucha una fuerte explosión, Hayden ríe negando con la cabeza y me ve divertido.

— En serio amo volar cosas...— comenta sin dejar de reír a lo que niego con la cabeza y me giro para ver a Nisha que sonríe de lado con sus ojos fijos en mí.

#

De regreso en la casa que tenemos como base en Paris todos están sumamente agitados y corriendo de un lado al otro cuando llegamos, Nisha ignora a todos y se dirige a uno de los baños donde se encierra, en cuanto lo hace las mellizas me encaran.

— ¿Qué mierda fue todo eso? — murmuran al mismo tiempo, mirándome con reproche.

— ¿Qué? — les pregunto sin comprender.

— ¿En serio? — suelta Iría asesinándome con la mirada.

— ¿Te hacemos una lista? — espeta esta vez Becka.

— Cálmense ya...— murmuro pasando de ellas.

— Calmarnos, por poco se tira todos nuestros planes y no conforme con eso te beso...— suelta en tono indignado y me detengo en seco.

Cuando me giro para verla tiene sus labios entreabiertos y sus mejillas ligeramente sonrosadas, Iría a su lado la ve con los ojos abiertos como platos y Robert ríe divertido mirándolas a ambas.

— Becka...— murmuro en el momento en que la puerta de la habitación junto a mí se abre y Mel sale por ella.

— Tenemos que hablar...— suelta mirándome seria, mientras mete dentro de un cajón negro parte del equipo que utilizamos aquí — Chicos carguen las cosas que ya empacamos por favor...— les pide a los demás, quienes asienten y sin más se alejan de nosotros.

Suspiro sonoramente mientras sueno los huesos de mi cuello, ligeramente tenso.

— ¿Qué pasa? — indago ya que Mel permanece en silencio.

— Es un riesgo...— suelta entre dientes.

— ¿Qué?

— Nisha es un puto riesgo, casi manda todo a la mierda...— suelta girándose de golpe.

Nuestras miradas se encuentran y el desafío en los suyos es obvio, respiro profundo y niego con la cabeza. Si puede que hoy haya sido muy distinto a lo que estamos acostumbrados y de hecho a lo que planeamos realmente. Pero Nisha no es un riesgo para nosotros, no si tenemos planes de reserva como siempre lo hemos hecho.

— No lo es...— suelto finalmente convencido de ello.

— ¿En serio? — Suelta cruzándose de brazos — tú y ellos — dice señalando la puerta por donde acaba de salir el equipo — son todo lo que me queda en la vida y no pienso perderlos por su culpa...— respiro profundo y niego con la cabeza.

Mel insiste en que Nisha no es alguien estable mentalmente y ciertamente no lo había sido, pero desde la última crisis que le dio se ha mantenido en control y cada vez está más centrada, claro lo de hoy fue un giro que no me esperaba, pero sé muy bien que algo debió pasar para que reaccionara de esa forma.

— No pienso dejarla atrás Mel...— murmuro.

— Joder Zarek...— se queja girándose para dar un golpe al cajón con su mano abierta — no se trata de dejarla atrás, nos jodera a todos...— en ese momento la puerta del baño se abre y Nisha aparece con solo una toalla alrededor de su cuerpo, sus ojos fijos en Mel.

Esta permanece inmóvil de una pieza, Nisha sonríe y niega con la cabeza.

— ¿Qué no fue tu idea el buscarme para que los ayudara? — indaga, su voz filosa — ahora que te resulto un poco problemática pues ya no te conviene tenerme cerca ¿no? — comienza a andar dejando un reguero de agua a su paso — Estoy de tu lado Nish, soy una víctima como tu...— murmura en tono de burla — me necesitas más de lo que yo te necesito a ti...— le espeta, para luego posar sus ojos en mi — gracias por ser tan considerado pero puedes seguirlos si lo deseas, me las se arreglar yo solita...— sonríe y continua su andar pasando frente a mí.

Pero luego se detiene y se gira para ver a Mel que permanece en silencio.

— Griffin me jodio la vida, acabo con ella y así sea la última maldita cosa que haga pienso matarlo con mis propias manos...— se gira para verla con expresión asesina — te conviene jugar a mi favor porque si comienzas a ser un problema para alcanzar mi objetivo no dudare en deshacerme de ti...— los ojos de Mel se abren como platos ante esas palabras, pero no dice nada.

Nisha en cambio sonríe y vuelve a verme, me guiña uno de sus preciosos ojos y continúa a la habitación en la que estaba quedándose. Cierra la puerta y la tensión en el ambiente en vez de disminuir solo aumenta cuando Mel libera el aire de sus pulmones.

— ¿Acaba de amenazarme? — pregunta mirando el suelo y rio.

— No, acaba de advertirte...— echo andar hacia ella y tomo sus mejillas para verla — no será un problema, me encargare de ella, lo prometo...— murmuro mirándola a los ojos.

Ella suspira y me abraza con fuerza.

— No quiero perder a nadie más Zar...— murmura con voz ronca y suspiro.

— La vida siempre te quitara algo Mel, es así no lo olvides...— ella suspira y me libera para luego separarse de mí y continuar con lo que hacía.

— Iremos adelante...— comenta sin mirarme — necesito alejarme un poco de ella después de lo que dijo...— respiro profundo y asiento.

— Esta bien Mel como quieras...— ella suspira y vuelve a mirarme.

— No dejes que las emociones te cieguen Zar...— murmura...— las tragedias griegas tienden a repetirse...— en cuanto suelta esas palabras mi cuerpo se tensa y frunzo el ceño.

Ella me ve un instante antes de colocar otro cajón negro sobre el que acaba de cerrar y tira de estos saliendo de la habitación. Cierro los ojos y respiro profundo evitando el pensamiento. Los abro y miro la puerta de la habitación de Nisha.

— No ella no será otra tragedia griega...— murmuro para mí mismo — no cometeré el mismo error dos veces...



Nisha.


Libero el nudo que sostiene mi toalla y suspiro dejándola caer al suelo, la cabeza me duele y es realmente incómodo. Camino hacia mi maleta y tomo mi ropa interior más un jean, un suéter y una chaqueta de cuero negra, dejo todo sobre la cama y tomo el envase de crema, la destapo y dejo caer un poco sobre mi mano. Con cuidado las deslizo sobre la piel de una de mis piernas, rozando las pequeñas cicatrices en forma de círculo que marcan mi cuerpo. Continúo con el ascenso por mi rodilla ubicando una más, luego otra y cuando alcanzo la parte interna de mi muslo encuentro cinco marcas más. Cierro los ojos y respiro profundo, recordando como el hijo de puta de Griffin se divirtió pegando cigarrillos en mi piel.

Un ligero estremecimiento recorre mi cuerpo al revivir el momento y me tenso, sintiendo la ira, el odio y el rencor moverse en mi pecho, pero una puntada en mi cabeza hace que me queje sosteniendo mis cienes. Estos dolores de cabeza se han estado presentando cada tanto y unos son más molestos que otros.

Ruidos en el exterior me devuelven a la realidad y me recuerdan el lugar en donde estoy, escucho como el equipo de Mel termina de recoger las cosas y las saca de la casa donde estamos quedándonos. Tomo mi ropa interior y empiezo a vestirme, poco a poco el ruido afuera disminuye y todo se queda en silencio.

Un silencio que me tensa, odio los silencios como este. Termino de vestirme con rapidez y recojo las pocas cosas que desempaque con la clara idea que Mel ha cumplido con su palabra y me han dejado, después de cerrar todo bajo la maleta de la cama y me miro un instante en el espejo.

El reflejo que observo por un instante es de mi misma cubierta de sangre, la sangre de mi familia, la sangre de Dark, la sangre de mi hijo... cierro los ojos y muevo la cabeza de un lado al otro.

— No Nish... no puedes torturarte de este modo...— murmuro para mí misma para luego abrir los ojos y volver a verme.

Entonces una vez más soy yo misma, pero esta vez sin una sola gota de sangre, sonrió de lado al ver lo bien que me veo y humedezco mis labios antes de tomar el pomo de la puerta y salir dispuesta a enfrentar la realidad, una en la que posiblemente me encuentre sola nuevamente pero esta vez ni estoy indefensa ni soy tan estúpida como para caer por tercera vez en las manos equivocadas, antes me llevo conmigo a cuantos pueda. 


Nota del autor: hola mis Darklings.... uuuuhhhh este capitulo estuvo de muerte lenta a que si? a ver quiero leerlos, hablemos un poco sobre el equipo de Mel.

Las mellizas? que piensan de ellas?

Robert y Hayden?

y finalmente una vez mas Zarek.... a mi enserio me encanta este personaje y a uds?

aqui les dejo otra fotito para que admiren a este hombre!

Gracias infinitas por el apoyo, por estar aquí y leernos, con este capitulo empezamos el maratón, asi que preparence que la oscuridad nos envolverá estos dias. Les amo muchisimo y pues nos leemos  prontito!

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