Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo 6

Alex.

  La pelirroja se hizo a un lado para dejarme pasar y cerró la puerta detrás de sí, me volteé a observarla atentamente.

— ¿Recuerdas el libro que me pediste que buscara? Bueno, lo tengo y lo traje conmigo...—Murmuré, iba a sacarlo de mi bolso para dárselo pero ella tomó mi muñeca antes de que lo tomara.

— ¿¡Estás loca!? No eres consciente del peligro que corres llevando eso contigo a todas partes. —Me regañó, la miré extrañada ante su comportamiento.

—Ay no exageres, es solo un librito sin nada de especial. —Mencioné, restándole importancia al tema con un gesto de mi mano.

—Si así fuera, ¿no crees que se lo pediría yo misma a Mal en vez de decirte que me lo consigas sin levantar sospechas? —La novia de mi prima alzó una ceja, retrocedí un poco.

—Te comportas extraño, ¿me vas a explicar para qué lo quieres? —Me crucé de brazos, esperando a que me diera una respuesta.

—De hecho iba a decirte que me lo prestaras pero luego me di cuenta de que eso no nos conviene porque si Audrey lo encuentra...—Empezó Dizzy.

—Espera, ¿qué tiene que ver ella en esto? —Intervine, estaba bastante confundida.

—Ehm... ¿C-cómo te explico esto s-sin que suene raro? —Tartamudeó ella antes de cerrar todas las cortinas, suspiró hondo antes de acomodar su cabello.

—O me lo explicas o me cuentas sobre el pasado de mamá. —Exigí, ya me estaba desesperando que la prima de Annie no me dijera nada.

—Agh, ¿sabes qué? Voy a llamar a tus padres, sí, eso voy a hacer, porque no puede ser que te hayas escapado para venir a verme...—Cambió de tema y sacó su celular pero no había huido del castillo para no conseguir nada.

—Me lo prometiste, Dizzy, los amigos no mienten, me lo prometiste y vas a cumplir esa promesa o te juro que cuando vea a Audrey, la voy a interrogar. —Amenacé entonces.

—Eres tan malditamente manipuladora, como tu madre, pero yo me encargaré de mi novia, no te vas a acercar a ella y menos si están solas... no otra vez. —Accedió de mala gana.

— ¿Mi prima es tan peligrosa que no quieres que esté cerca de ella? —Inquirí, aunque la respuesta era bastante obvia.

—Te secuestró a tu mamá y a ti, no quiero que eso vuelva a suceder, mi novia es capaz de hacer cualquier cosa, por eso quiero protegerte. —Respondió ella. —Así que tú ganas, te contaré sobre el pasado de Mal.

— ¡Por fin! —Grité emocionada, no podía creer que esto realmente estaba pasando, finalmente iba a saber todo lo que había ocurrido hace años.

—Ven princesa, vamos a sentarnos...—Tomó mi mano para guiarme hacia el sofá de la sala de estar, en donde ambas nos sentamos. — ¿Quieres algo? ¿Un poco de leche? ¿Unas galletitas?

—Dizzy deja de intentar distraerme, sabes perfectamente lo que deseo. —Dije entonces, relamí mis labios lentamente. —Quiero saber la verdad así que habla.

—Dame el libro entonces. —Exigió ella.

—No te lo daré hasta que me cuentes todo. —Negué con la cabeza mientras miraba mi bolso de reojo, en donde estaba aquel objeto que había "tomado prestado" de la caja de la chica de cabello morado.

—Si le dices algo de esto a tu madre, sabes que me matará, ¿no? —La pelirroja alzó una ceja.

—No, ella no haría tal cosa...—Negué con la cabeza, la reina de Auradon no sería capaz de hacer algo así.

—Oh, sí lo haría. —Afirmó la chica, segura. —Verás, Mal no nació aquí, nació en esa isla que está lejos y a la que nunca vas a volver a ir porque es peligroso. Esa isla está llena de villanos...

— ¿Villanos? —Repetí, sorprendida, ahora tenía sentido que mis padres no me permitieran acercarme a la frontera.

—Sí, es una historia muy larga así que te lo resumiré: Tu padre quiso traer a tu mamá y a sus amigos a Auradon cuando ellos tenían 16, así que tu abuela, Maléfica, hizo un trato con Mal para que ella le trajera la varita del hada madrina para destruir todo el reino, resulta que vinieron aquí, Evie, Jay y Carlos se enamoraron pero aún así robaron la varita y luego tu madre supo que su padre era un rey así que regresaron a salvar a todos, lo hicieron pero se equivocaron muchas veces, Mal tardó muchísimo tiempo en adaptarse a su nueva familia porque Audrey le hacía la vida imposible y ella siempre se vengaba hasta que un día, mi novia cruzó el límite: la secuestró junto a Harry y Uma para que la castaña fuera coronada como reina de Auradon pero ese plan falló y tu mamá se convirtió en reina, entonces los condenó a pasar cinco años en la cárcel así que cuando ellos cumplieron su condena, Ben los liberó y ellos quisieron vengarse así que dañaron muchísimo a Mal, Evie, Jay y Carlos y yo los ayudé... —Suspiró hondo antes de proseguir—: Pero me retiré cuando me descubrieron porque era demasiado peligroso seguir con su plan, entonces Audrey te secuestró y te llevó a la isla... Esta es la peor parte de la historia.

— ¿¡Traicionaste a tus amigos!? —Dudé, sorprendida mientras abrazaba mi bolso para cuidarlo.

—Sí...—Admitió la novia de mi prima, bajando la mirada.

— ¿¡Cómo pudiste!? ¿¡Qué clase de ser tan despreciable eres para hacer algo como eso!? —Reclamé, molesta, aunque ¿podía confiar en ella? ¿Debía irme ahora mismo?

—Es que estaba celosa por... Audrey me manipuló y me sedujo y... Bueno eso no importa, ¿vas a dejar que siga contándote la verdad o no? —Cuestionó, asentí lentamente con la cabeza. —Cuando todos supieron lo que hicimos, Harry asumió la culpa entonces lo enviaron a la isla y a mí también por ser menor de edad, cuando te secuestraron yo ya estaba allí pero no quería involucrarme hasta que Mal fue a buscarte. Le dije que se largara antes de que empeorara las cosas pero no me escuchó y se metió con ella, con esa perra que te tenía. No debió haberlo hecho porque a nadie le conviene hacer enojar a alguien que tiene influencia en el más allá, pero como sea, tu secuestradora, Ariana, le dijo que si no se largaba de la isla, iba a matarte pero a tu madre nadie le dice qué hacer así que se quedó. Ahí fue cuando la encontré y la ayudé junto con mi familia, pero las cosas empeoraron así que Mal, mis primos y yo volvimos a Auradon para la boda de tus padres... pero cuando tu mamá llegó a la iglesia, Ben se estaba casando con alguien que no era ella.

— ¿Con quién? ¿Con Uma? ¿Con Audrey? —Dudé rápidamente, algo shockeada, ¿cómo es que papá había hecho tal cosa?

—No, él no es tan estúpido. Resulta que Ariana regresó contigo a Auradon antes de que nosotros llegáramos y se hizo pasar por Mal... —La pelirroja acomodó su cabello, mirándome atentamente. —Apenas entramos a la iglesia, todo fue un caos.

— ¿Y qué pasó entonces? —Inquirí, intrigada.

—Hubo una lucha de espadas y luego la chica de cabello morado rompió el collar de Ariana que desató toda la oscuridad y esa maldita abrió un portal extraño y peligroso así que todos salimos de la iglesia... —Murmuró y esperó unos segundos antes de seguir hablando —: Excepto tu madre y Ariana.

—Esto no me gusta. —Susurré, negando con la cabeza, tenía un mal presentimiento.

—Ariana era demasiado peligrosa y tan poderosa como Mal, no sé qué habría pasado si esa maldita la hubiera vencido, no quiero saberlo. —Negó con la cabeza. —Pero por suerte, tu mamá terminó con ella.

 El calor invadió la habitación y pestañeé rápidamente, cuando volví a abrir los ojos observé a mi alrededor solo para percatarme de que todo era diferente, estaba destruido.

  « ¡Alex! ¡Te salvaré! »

 Oí la voz de mamá en mi cabeza y volví a cerrar los ojos, al abrirlos todo se veía completamente normal.

  « ¿Qué más secretos oculta la familia real? »

 Volví a cerrar los ojos al escuchar aquello y al abrirlos sentí que algo raro pasaba: empezaron a brillar, lo cual hizo que me asustara.

  «Alex, nunca es pronto para salvar a un reino»

 ¿Qué quería decir Lumiere con eso?

  « Hay batallas en las que estarás sola y si no te defiendes por tí misma... entonces perderás. »

 Cerré los ojos, tratando de ignorar la voz de Evie en mi cabeza, al abrirlos nuevamente vi todo el lugar destruido.

  « ¿El reino no estará a salvo a menos que la princesa problemática renuncie a su corona? »

 Cubrí mis oídos, intentando no escuchar esa maldita pregunta, pero no sirvió de nada.

  « ¡Mal, de esto no puedes escapar! »

 Abrí los ojos y me di cuenta de que la habitación había vuelto a la normalidad, pero esa voz en mi cabeza... no era la de la chica de cabello azul.

  «Alex, estoy en graves problemas»

 Mis ojos volvieron a brillar, sentí cómo me faltaba el aire y de repente todo a mí alrededor empezó a dar vueltas, todo era extraño.

  La habitación estaba completamente destrozada y entonces lo supe: No estaba a salvo aquí.

—Necesito escapar, no pertenezco aquí, no, no, no puedo estar aquí ni un minuto más, no estoy segura. —Hablé rápidamente y me levanté del sofá junto con mi bolso, pero estaba demasiado mareada así que mis piernas cedieron y lo último que vi antes de que todo se volviera negro fue aquel libro en el suelo, con el símbolo del dragón dorado.

—Alex... Alex... —Escuché que una voz lejana pronunciaba mi nombre, pero no podía identificarla. —Alex... Alex...

 Abrí los ojos y lo primero que vi fue aquel par de ojos verdes que me miraban con preocupación, entonces la reconocí: Era ella.

— ¿Dónde estoy? ¿Estoy muerta? ¿Estoy en el infierno? —Susurré confundida mientras observaba a mí alrededor, viendo toda la destrucción que nos rodeaba.

—No preciosa, no estas en el infierno, solo te desmayaste...—Dijo mamá con un tono de voz tranquilizador, aunque por dentro estaba entrando en pánico pero no quería que la chica de cabello morado se diera cuenta de eso.

— ¿Mamá? ¿Eres tú? ¿Qué haces en el infierno? —Cuestioné confundida, mientras ella acariciaba mi cabello lentamente.

—Sí mi amor, soy yo, te digo que no estamos en el infierno...—Afirmó, negando con la cabeza, entonces me percaté de que su cabeza estaba sangrando y además estaba golpeada, jamás en mi vida la había visto tan rota.

—Estás herida... ¿Por qué estás herida? Mamá, estas sangrando, ¿por qué? ¿Qué te sucedió? —Inquirí asustada y preocupada. —Debo curarte, eres la reina, tienes que lucir perfecta siempre, tienes que estar bien, jamás les pasa nada malo a las reinas...

—Estas muy lejos de casa, cariño, esto es un sueño, no es real... No estoy herida, no me duele nada, esto es producto de tu imaginación. —Comentó, aunque con solo ver sus ojos rojos supe que me estaba mintiendo, abrí la boca para decirle que sabía que estaba tratando de engañarme pero ella me interrumpió—: No tenemos tiempo para que te preocupes por mí, hijita. Incluso las reinas están destinadas a sufrir, a romperse en mil pedazos... Pero eso las hace fuertes, amor.

—Este lugar me da miedo, mamá, quiero volver a casa...—Susurré aterrada. —Siento como si estuviera atrapada en este lugar, quiero irme a casa.

—Volverás a Auradon pronto pero primero tienes que escucharme: confía en Dizzy, solamente en ella, has todo lo que la pelirroja te diga, ¿si? Prométemelo. —Tomó mis manos, entrelacé nuestros dedos y suspiré hondo.

—S-sí, lo prometo...—Accedí entonces.

—Eres una buena chica, estoy tan orgullosa de ti... Eres mucho mejor princesa de lo que yo he sido, estás destinada a lograr grandes cosas y sé que puedes hacer esto, porque eres mi hija. —Mamá besó mi frente. —Te irás a casa pronto pero tengo que advertirte: no estas a salvo, lamentablemente no puedo salvarte, no esta vez.

—No puedo hacer esto sin ti, te necesito. —Murmuré entonces. —No entiendo de qué estás hablando... Me salvaste una vez, ¿por qué ahora sería diferente?

—Tienes que hacer esto sola, no puedo entrometerme. —Ella bajó la mirada y suspiró, sin dejar de acariciar mi cabello. —Mi amor, debes despertar.

—Cuando despierte... ¿Estarás esperándome? —Susurré, insegura.

—Hace años lo hago, linda. —Afirmó la chica de cabello morado.

—No quiero irme, este lugar me da mucho miedo pero quiero quedarme aquí contigo, por favor, déjame quedarme contigo. —Supliqué.

—No, Alex, aquí tampoco estás a salvo. —Ella negó con la cabeza rápidamente.

—Pero mamá... Te necesito. —Dije, mirándola.

—Yo también, mi princesita. —Comentó, entonces me abrazó con fuerza, cuyo gesto correspondí, cuando nos separamos, me observó atentamente antes de acomodar mi cabello. —Debes despertar...

 Entonces todo el lugar empezó a dar vueltas y quise tomar su mano para que se quedara conmigo pero antes de que pudiera tocarla, se esfumó ante mis ojos y todo se volvió negro mientras seguía escuchando aquella última frase.

—Debes despertar, debes despertar, debes despertar...—Suplicó aquella voz que inmediatamente reconocí como la de Dizzy, lentamente abrí los ojos y lo supe.

  Había perdido a mamá... otra vez. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro