TOMÉ LA MANO DE BJÖRN Y ACARICIÉ SU PALMA. ÉL SONRIÓ Y SUS MANOS SE LLENARON DE HUMO BLANCO, ASENTÍ Y ÉL DEJÓ DE HACERLO. Besé su mejilla con orgullo.

  —Te dije que podrías —murmuré. 

—Pero no puedo mostrarlas ante Thanos ¿por qué no mamá? 

Acaricié su rostro con melancolía, Björn cerró los ojos ante el tacto. 

—Él no puede saber que tienes mis viejas habilidades.

Desde que había llegado al campo de Thanos todo había sido diferente, mis poderes habían sido retraídos hasta que no pudiera ocuparlos. Björn luego de su nacimiento mostró indicios de mis habilidades, hasta ahora había logrado ocultarlas bien ante Thanos pero no estaba segura de cuanto más duraría mí secreto. 

Thanos sabía de la existencia de Björn, lo sabía desde que había pisado estas tierras por primera vez. Ahora, años después de su nacimiento seguía tratándolo cómo lo hacía conmigo, con una especie enferma de cariño.   

  — ¿Nuestra misión es salvar el mundo mamá? —Björn se acercó más —. ¿Es salvarlo de Thanos? 

—Nuestra primera misión es salir de aquí —dije dejando un mechón de pelo rojo detrás de su oreja —. Luego buscaremos a tu abuelo, tío Steve, tío Hvitserk y tía Nat.

— ¿Y papá? 

—Y salvaremos a tú papá y a tú abuela desde el lugar que se encuentran. 

— ¿Cómo haremos eso? —preguntó. Agradecía que Björn a pesar de tener cinco años tenía la capacidad de analizar situaciones desde un punto de vista de una persona mayor. Tenía cinco pero su coeficiente intelectual era mucho mayor a su edad —. ¿Con mis poderes?

—Así es. 

Salí de la cabaña que habitábamos los dos para buscar a Thanos pero este no se encontraba cerca, tampoco lo estaba su armadura. 

  — ¿Mamá? 

—Es hora Björn —dije agachándome a su lado. Tomé sus manos —. Tienes que hacer lo que te enseñé.

  —Pero no pude hacerlo, mamá. 

—Björn —tomé su rostro entre mis manos—. Eres nuestra salvación, juntos podemos hacer muchas cosas pero no podremos hacerlas si seguimos aquí. Necesito que te concentres y vayan al lugar que viste en mi mente. 

Él asintió, soltó un suspiro tembloroso y cerró sus ojos. Movió sus manos y un destello blanco salió de ellas, el humo nos envolvió de a poco, sentía cómo el aire cambiaba. Cerré los ojos y deseé volver a estar en la vieja torre de los Vengadores, deseé poder estar con Bucky y que mis padres nos molestaran, deseé que Steve y Natasha estuvieran ahí para mí.

  — ¡Mamá! ¡Mamá!  Estamos aquí —gritó Björn. Abrí los ojos y sollocé —. ¿Por qué lloras mamá? ¿Hice algo mal?

Negué y lo abracé con fuerza.  

—Estamos en casa Björn —moví mis manos y el humo negro volvió a aparecer. El pequeño a mí lado gimió.

Escuché el eco de varios pasos, ambos nos levantamos y me posicioné frente a mí hijo. 

  — ¿Brianna? —Steve preguntó. 

Miré detrás de él, papá y Nat también estaban ahí. Me acerqué corriendo y me lancé a sus brazos, él me atrapó y sollozó al igual que yo. Papá me sacó del agarre de Steve para poder tenerme entre sus brazos. 

—Estás aquí. Oh dios, estas aquí —murmuró papá. 

Me alejé y abracé a Natasha. Ella me recibió que la misma efusividad que los otros dos.

—Brianna, ¿quien es él? —preguntó Steve. 

Björn se acercó y miró a los tres desconocidos con algo de duda, sus manos estaban envueltas en humo blanco.

  —Mí hijo, y el de Bucky. 

Los tres miraron desde mí hasta Björn para luego repetir la acción un par de veces más. Papá fue el primero en agacharse y tomarlo entre sus brazos. 

—Soy Jackson, tú abuelo. 

—Hola... — saludó el pequeño pelirrojo. 

—Brianna Fraser... —Thor saludó. Sonreí y me acerqué corriendo a abrazarlo. 

—Thor. 

Me alejé un poco y miré a Loki, él abrió sus brazos y me refugié en ellos. 

—Hola otra vez, Loki. 

—Han pasado muchos años, Brianna. 

Me alejé y miré a todos. 

—Es momento de acabar con Thanos.