MIS PADRES Y BUCKY SE MIRARON ENTRE SI ANTES DE atreverse a decir alguna palabra. Tenía ganas de acercarme y golpearlos a los tres por hacerme esto pero el shock era más grande y lo único que logre hacer fue cerrar la puerta y apoyarme en ella.

—Esto tiene una explicación —dijo mi papá acercándose.

— ¿Sí? Bien, sería excelente que me lo explicaran —dije.

Mamá se acercó rápido y me abrazó con fuerza. Escondió su rostro entre el espacio entre mi hombro y cuello. Por un momento me descoloque pero luego le correspondí el abrazo de la misma manera, mentiría si dijera que no la había extrañado.

—Lo siento, lo siento tanto —murmuró.

—Está bien mamá, todo está bien mientras ustedes estén a mi lado —respondí. Su llanto creció al oír mi respuesta.

Ella se alejó y limpió sus lágrimas. Luego dejó sus manos descansando sobre mis hombros.

—Estás tan delgada... —murmuró —. Tienes que comer mejor Brianna Marie Fraser.

Sonreí.

—Sí, extrañaba esto.

Mi padre se acercó algo dubitativo, mamá se alejó para darle el paso.

—Brianna...

Yo sonreí y acorté la distancia que nos separaba. Papá me levantó en el acto sonriendo con felicidad.

»Te he extrañado tanto mi pequeña. Lo sentimos tanto...

—Todo está bien —murmuré. Él me bajó y dejó un beso en mi mejilla.

Bucky sonrió con sinceridad desde donde estaba, mis padres lo miraron para luego mirarme a mí.

— ¿No se van a besar? —preguntó mamá —. No se aguanten por nosotros.

—No te golpearé —dijo papá mirando a Bucky.

James rodó los ojos y se acercó para abrazarme.

—Te extrañé preciosa —murmuró.

—Ti ixtriñi priciosi —se burló papá. Mamá lo golpeó.

James sonrió y tomó mi rostro para besarme. Papá soltó una exclamación.

— ¿Todo bien «suegro»? —preguntó Bucky. Papá entrecerró sus ojos.

—Estás jugando con fuego James Buchanan Barnes.

—Me encanta toda esta situación, pero necesito saber todo —dije —. Y toda la verdad.

Mis padres suspiraron y Bucky pasó su mano sobre mis hombros. Los cuatro nos sentamos en el pequeño comedor que contaba el departamento.

—Tuvimos que simular nuestra muerte... —comenzó papá.

— ¿Por qué?

—Jackson pensó que necesario para que ingresaras a SHIELD y pudieras estar a salvo. Era obvio que si moríamos, María te buscaría... era la única salida que teníamos.

— ¿Arrancar de qué? Ha pasado más de tres años de eso —dije. Los tres se miraron entre sí.

—Brianna... tú sabes que eres poderosa, pero aun así no ocupas todas tus habilidades por miedo a no poder controlarlas —murmuró papá —. Las que tienes ya son impresionantes, pero... pero hay más Brianna. Habilidades que hemos escondido por años.

— ¿De qué hablas? —pregunté confundida.

—Cuando tu madre estaba embarazada, nosotros estábamos en posesión de tres gemas del infinito, era un secreto que teníamos muy bien escondido. Esas gemas poseen algún poder... la de la mente te dio el poder de leer mentes y poder jugar con ellas; la de la realidad te permite modificar las leyes de la física y modificar la realidad; y la del espacio te permite teletransportarte y viajar a cualquier lugar del espacio. Brianna, los poderes de las últimas dos sólo las manipulaste cuando pequeña y sería un riesgo que las trataras de manipular ahora —señaló papá.

—Pero, ¿Cómo puedo manipular estás otras habilidades sin las gemas?

—La constante exposición hija —respondió mamá —. Es por eso que puedes manipularlas.

— ¿Y quién los busca?

—Thanos —respondió papá.

— ¿Thanos?

Papá suspiró y tomó la mano de mamá.

—Hace muchos años cuando tenía apenas unos años fui expulsado de mi... —dudó durante un momento —, lugar de nacimiento.

—Asgard —acoté. Todos se quedaron en silencio.

— ¿Cómo lo sabes? —preguntó.

—Thor vio una foto en donde salíamos nosotros tres. Dijo que te conocía, que eras un amigo de infancia.

Papá sonrió con nostalgia.

—Thor, Loki y yo éramos conocidos por ser los revoltosos de Asgard —recordó. Luego volvió al tema anterior—. Cuando apenas era un niño tuve la posibilidad de poseer la gema del alma. La estudié durante mucho tiempo en silencio, un día mi padre me descubrió estudiándola. Se asustó, le dijo a Odín y ambos concordaron que era buena decisión expulsarme de Asgard.

— ¿Y la gema?

—La llevé conmigo, ellos no fueron lo suficientemente inteligentes como para quitármela —sonrió con sarcasmo —. La escondí luego de un tiempo rondando por la galaxia. Nadie sabe dónde se encuentra aparte de mí hermana y yo.

— ¿Y cómo llegaste a Thanos?

—Me encontró cuando estaba rondando, él se encontraba con mi hermana Gamora. Me acogieron y me entrenó. Fui criado con mis otros hermanos: Nebula, Proxima, Corvus, Ebony y Cull. Después de un tiempo con Gamora nos dimos que cuenta que Thanos y nosotros no compartíamos los mismos deseos, no queríamos acabar con planetas y galaxias. Arrancamos, nos separamos cuando fuimos atacados por ellos. Nebula también supe que arrancó y en cuanto a los demás, ellos formaron la temida «orden negra», ayudan a Thanos con sus deseos.

— ¿Y porque te buscan?

—No sólo a mí —negó —. Busca a Diana y a ti también.

— ¿A mí? ¿A mamá?

—Thanos se enteró de tu existencia, sabe lo poderosa que eres. Desea entrenarte como lo hizo conmigo y mis hermanos. A tú madre la busca por estar relacionada conmigo, además es experta en combate e inteligente.

Suspiré ofuscada por tanta información.

—Thor mencionó un nombre... —murmuré.

—Assbjörn Einarson, ese es mi nombre real —respondió —. Aunque después fui conocido por Assbjörn Thanosson, y yo también acepté llamarme así.

—Entonces... eres Asgardiano.

—Y tú también. En realidad tú nombre sería Brianna Marie Assbjörndóttir.

—No gracias —negué —. Quiero seguir apellidándome Fraser. Además tu nuevo comienzo acá es con ese nombre. Assbjörn es alguien del pasado.

—Jackson o Assbjörn, ambos hicieron cosas que se arrepienten. Fui un mal padre y un mal esposo por mucho tiempo.

Mamá y yo nos miramos un momento. Bucky tomó mi mano.

»Y necesito disculparme por eso, contigo también James. Hice las cosas incorrectas, pensé que podía controlar el poder que HYDRA me había dado pero no lo hice y terminé dañando a mis dos chicas. Y a miles de personas.

Sonreí y tomé la mano de papá.

—Todos tenemos derecho a una segunda oportunidad.

[. . .]

— ¿Crees que en realidad cambió? —preguntó Bucky abrazándome, ambos estábamos acostados en su cama. Mis padres habían decido buscar un nuevo escondite y de paso encontrar otro para James.

—Sí, o eso espero —respondí —. ¡Oye, por cierto! —tomé mi mochila que se encontraba en el piso, saqué la fotografía y la flor que había encontrado en la caja de mi madre y se las extendí.

— ¿Qué es esto? —preguntó. Vio la fotografía y su sonrisa se volvió más cálida —. Estos si son buenos recuerdos —dijo mirándome —. ¿Y la flor?

Moví mis manos y las posé sobre su cabeza. Introduje el recuerdo que había tenido.

»Dios, soy todo un romántico.

Reí.

—Hoy fue un día algo agitado —dije jugando con nuestras manos.

— ¿Qué pasó en Sokovia? —preguntó. Mi garganta se apretó al recordar la muerte de Pietro.

—Pietro murió por culpa de Ultrón —murmuré. Bucky apretó su agarre.

—Lo siento preciosa.

—No sabemos dónde se encuentra Banner, Clint se retiró, Thor volvió a Asgard. Pero por lo menos Wanda ingresó a los Vengadores.

— ¿Cómo está Steve? —preguntó con cautela. Sonreí.

—Él se encuentra bien. ¿No deseas acercarte a él? —Bucky negó.

—Estoy bien así. Creo que es mejor, aun no estoy seguro de todo esto Brianna. Aun me da miedo que esto de desmorone en algún momento.

—Nada pasará, tranquilo.

Bucky asintió y besó mi cabello.

—Te extrañé tanto —murmuró. Lo miré detenidamente.

—Yo también —respondí.