TORRE DE LOS VENGADORES, NEW YORK

BRIANNA SABÍA BASTANTES COSAS durante el tiempo que llevaba en la torre, sabía que Steve si bien aparentaba ser fuerte por fuera, era realmente una persona bastante dulce por dentro; sabía que Natasha era dura y fuerte, pero era una manera de protegerse por todo lo que había pasado. Y también sabía que ambos –además de Maria, obviamente- eran las únicas personas dispuestos a ayudarla en este mundo.

—Entonces... ¿tú y Steve? —preguntó mirando a la rusa. Natasha rió.

—Estás loca, él es mi amigo.

Ambas se encontraban en la habitación que por el momento compartían, Natasha se encontraba peinando el largo cabello de Brianna, como si ambas fueran un par de hermanas.

—Pero es guapo —acotó observándola a través del espejo.

—Sí, lo es —concordó —, pero Bruce también lo es.

Brianna dudó un poco, sabía el amor que sentía su amiga por el científico y también sabía que ese no era del todo correspondido.

—Bueno, mejor me callaré.

Natasha rió y terminó de peinarla.

—Deja de pensar en el pasado —dijo luego de unos minutos de silencio. Ella sabía lo que pasaba por la cabeza de Brianna, las voces de sus víctimas seguían rondando por su mente al igual que las últimas horas que habían pasado sus padres junto a ella. Sokovia, no podía salir de su mente al igual que el Soldado, ¿quién era ese hombre? ¿Por qué no podía recordar su nombre?

—Nat... —ella dejó de peinar su cabello y Brianna aprovechó para poder levantarse —. N-Necesito tu ayuda con algo.

— ¿Qué cosa?

—Hay un hombre... uno de los que tuve que maltratar, no puedo olvidarme de sus gritos —ella negó como si quisiera tirar esos recuerdos —. Hace poco los volví a oír.

— ¿A qué te refieres? —Natasha se acercó quedando frente a Brianna —. ¿En tus sueños?

—Aparte de los sueños... cuando estaba en Alemania. Lo oí —confirmó segura de lo que había oído —. Uno de los hombres que mis padres me hicieron torturar era el Soldado del Invierno.

— ¿Quieres encontrarlo? —preguntó Romanoff con cautela —. Tú más que nadie sabe que él es como un fantasma.

Brianna asintió dándole la razón. Antes de que alguna pudiera decir algo más una llamada irrumpió la habitación. Natasha miró la habitación para luego mirar a su compañera.

»Tenemos que ir al hospital.

[.  .  .]

HOSPITAL CENTRAL, NEW YORK

Brianna corrió junto a Natasha hacia el hospital, en él estaba Steve mirando como Fury era atendido por diversos médicos. Vio cómo su nueva amiga estaba rompiéndose un poco, Steve por su parte se mostraba neutro a la situación.

—Háblame sobre el tirador —preguntó Romanoff rompiendo el silencio.

—Es rápido y fuerte —respondió —. Tenía un brazo de metal.

Natasha miró a Brianna por un momento, sabían de quien hablaba. María se posicionó a un lado de Brianna. Los cuatros observaban como poco a poco Fury iba perdiendo la vida.

— ¿Balística? —Natasha preguntó otra vez.

—Tres balas —María respondió —, sin estriado. Completamente ilocalizable.

—Hecho por la Unión Soviética.

—Sí.

—Taquicardia ventricular —dijo uno del personal de la salud.

—El carro de paro.

Brianna negó, odiaba que la muerte estuviera constantemente cerca de ella. El Soldado del Invierno había atacado a Fury, ella ya no era su objetivo momentáneamente. Pero en su lugar, habían tomado a Nick. Miró a los demás antes de alejarse un poco, no quería ver cómo la gente moría.

Steve la miró momentáneamente antes de centrar su vista en Natasha. Los cuatro estaban en una habitación observando el cuerpo de Fury.

—Debo llevármelo —Maria dijo. Natasha aún se encontraba a un lado de él.

Brianna se acercó con cautela, seguido de Steve.

—Natasha... —murmuró la pelirroja. Sin decir nada la nombrada salió de la habitación siendo seguida por Brianna y Steve.

— ¡Natasha! —el rubio la llamó. Ambos se quedaron a un par de pasos. Nat se volteó algo molesta.

—¿Qué hacia Fury en tu apartamento?

—No lo sé.

—Cap —llamó uno de los agentes. Brianna y Steve se voltearon —, quieren que vuelvas a SHIELD.

—Bien. Dame un momento.

—Lo quieren ahora.

Brianna volvió a mirar a Rogers, sabía que él mentía

—De acuerdo —respondió el rubio. El agente asintió y se marchó.

—Mientes muy mal —Nat le dio una leve sonrisa antes de voltearse.

Brianna miró como Romanoff se marchaba, no sabía si acompañar a Steve o ir tras Natasha. Rogers sonrió al ver la duda en rostro de la pelirroja.

—Ve con ella.

— ¿Qué hay de ti?

—Estaré bien Brianna.

—Podrías necesitar mi ayuda.

Steve se acercó y le dio un breve abrazo.

—Brianna, Natasha te necesita —murmuró —. Yo estaré bien —se acercó a su oído —. Sé que tienes miedo de perdernos. Te prometo que nunca te dejaremos sola.

Brianna miró a los ojos de Steve, él era sincero. Ella asintió antes de voltearse y seguir a Natasha.

—Pensé que irías con él —dijo Natasha luego de unos segundos de silencio en el auto.

—Sí, claro. Por eso me esperaste todo este tiempo —Brianna miró a Nat la cual sonrió levemente.

Brianna también le sonrió levemente antes de mirar hacia el frente.

Protegería a Natasha, Steve y María. Aunque su vida dependiera de ello.

[.  .  .]

INSTALACIONES DE SHIELD, NEW YORK

— ¿Cómo va todo? —Strucker se recargó en su asiento mientras observaba a Pierce.

—Nick Fury está acabado. Nuestro congelado amigo pudo hacer bien su trabajo.

— ¿Qué tal Fraser?

—Es la protegida de Romanoff, Rogers y Hill. Como lo supusimos. Eso sí, creo que ella es más capaz de protegerlos que ellos a ella —rió.

—El Soldado está listo para una misión más.

—Lo sé —asintió Pierce —. Pero no quiero que sea la chica.

Strucker asintió entendiendo a lo que se refería.