Capítulo 38
Chloe.
Despierto sobresaltada en una cama dura, me levanto de golpe y miro a mí alrededor, es un pequeño cuarto de paredes grises de concreto, es una pequeña celda, paso mis manos por mi cara recordando lo que paso.
El tiroteo durante la operación con los mexicanos y esos ojos azules mirándome con intensidad y diversión, Claus, mierda como no lo anticipe, sabía que no iban a dejarme ir tan fácilmente, me levanto con cuidado, mi quijada duele al igual que el resto de mi cuerpo.
¿Dónde diablos estoy? No creo que esto sea las instalaciones de Darkness, aunque es muy posible, nunca hemos dado con la base de operaciones de dicha organización, aunque La Mansión parecía un buen lugar para ello, nunca encontré ninguna pista que me condujera a ella.
Miro por el cristal de la puerta, hay un largo pasillo a ambos lados, hay más puertas en la pared del frente, supongo que sí es Darkness, después de todo y si es así es evidente que Claus y Dark solo tienen planes terribles para mí.
No sé con qué fin me trajeron aquí, si solo querían vengarse por el engaño pudieron matarme en el momento en que me encontró, pero no prefirieron traerme aquí, por lo que supongo que querrán información sobre qué tan avanzado está el caso Darkness si es así, no conseguirán nada de mí, no pienso decirles absolutamente nada.
Después de un minuciosa revisión del pequeño espacio en el que me encuentro descubro que hay 4 de cámaras, una en cada esquina del rectángulo es posible que también hayan micrófonos aquí dentro, no sé qué tan sofisticado sea este lugar pero debo suponer que lo es y mucho.
Además de las 4 cámaras hay una pequeña rejilla de ventilación que no tengo idea de para que rayos servirá, porque cuando pose mi mano allí no sentí ningún tipo de aire ni salir ni entrar. Me dejo caer sobre la cama una vez más, estoy ansiosa, no sé exactamente cuántas horas han pasado desde que Claus me secuestro. Pero de algo estoy segura Sam ya debe saberlo, en cuanto pienso en el mi corazón se contrae y mis ojos se llenan de lágrimas.
Dios Sam, ¿por qué no te escuche? Debí haber aceptado la misión en Irán, estaría muy lejos de aquí y de ti, pero estaría muchísimo más segura de lo que puedo estar con Claus y Dark. Se volverá loco cuando sepa que me han capturado, ojala no hagas nada estúpido.
Pensando en ese moreno de ojos claros que ha hecho de mi vida la cosa más hermosa y agradable de lo que nunca pensé que sería, vuelvo a dormirme. No sé cuánto tiempo paso dormida, pero cuando me despierto las luces siguen exactamente iguales, genial es una habitación de tortura, no sabré que hora del día o de la noche es, esto se hace con el propósito de desorientar al cautivo y desesperarle.
Me siento en una esquina sobre la cama, tengo hambre, mierda, será que me van a dejar morir de hambre aquí, mientras pienso en eso escucho un pitido y como en la parte media de la puerta de metal una pequeña ventana se abre, ponen una bandeja sobre esta y escucho la voz de un hombre llamarme
– tu comida – su voz es ronca, fría, no me muevo, por lo que da un golpe fuerte sobre la puerta y repite – tu comida, sino la tomas ahora me la llevare – informa, por lo que me pongo en pie con lentitud y me acerco a la puerta.
La bandeja solo tiene un plato de sopa que huele a gloria y un buen trozo de pan, tomo la bandeja y retrocedo sin apartar la vista de la puerta, la ventana se cierra y vuelvo a quedar sola, me dejo caer sobre la incómoda cama y devoro la sopa que esta exquisita, quien pensaría que estando prisionera iban a darme comida y tan rica como esta.
Cuando termino dejo la bandeja en el suelo y regreso a la esquina donde me siento una vez más echa un ovillo. Quizás pasa una hora o dos, hasta que veo la sombra de alguien en el cristal, sus ojos color miel me observan a través de él, un escalofrió recorre mi cuerpo, jamás pensé que tendría que verlo una vez más y mucho menos en circunstancias como esta.
Dark me mira con expresión burlesca a través del cristal, lo veo mover sus labios pero no escucho nada, de inmediato un sutil murmullo se escucha dentro de donde estoy, el aroma a hiervas invade mi nariz y me levanto con rapidez, después de unos segundos me tambaleo mareada, mi visión se vuelve borrosa y me siento extraña, doy un paso al frente en dirección a la puerta, necesito hablar con Dark, saber que van hacerme o que quieren de mí, pero todo se vuelve negro y el mareo se hace aún más fuerte.
Un ruido extraño me hace estremecer y siento miedo, sonó como el ruido de algo gigantesco moverse delante de mí, nuevamente el ruido se hace presente aún más cerca y doy un paso atrás nerviosa, no logro ver nada además me siento extraña, algo débil y lenta, las luces regresan y ante una enorme mole, vestida de negro, con una máscara horrible me observa, asustada retrocedo, pero tropiezo con el borde de algo y caigo sobre mi espalda.
Escucho reír a la mole mientras se acerca a mí y su risa eriza hasta el último vello de mi cuerpo, el pánico comienza a hacerse presente, no lo quiero cerca pero si estaba asustada en cuanto escucho su voz siento que mi mundo se desvanece en una lenta y profunda agonía
– ¿Cuál es tu mayor miedo Chloe? – esa voz se cuela en mi sistema alterando los latidos de mi corazón, hacia años que no escuchaba esa voz esa maldita voz que durante tantos años me atormento a mí y mi hermana.
– no, n–no por favor – suplico apenas en un jadeo, que no se si logra escuchar
Veo su mano larga, arrugada, llena de apoyas y cicatrices acercarse a mí pero me aparto y tapo mi rostro con mis manos, comienzo a hiperventilar aterrada no quiero que me toque, no quiero que me haga daño otra vez, niego con la cabeza con frenesí cuando su voz una vez más tiñe mi angustiado cuerpo con esa promesa de locura y dolor que pensé que había logrado dejar atrás.
– Apenas está comenzando – con los ojos cerrados con fuerza, rezando que pare, que desaparezca, escucho una vez más el ruido escalofriante y luego silencio, un absoluto y aterrador silencio que me aplasta.
Dark.
Han pasado algunos días desde el ataque, mi recuperación ha sido rápida y ya no siento nada de dolor, ni en el brazo ni en mi abdomen. Nisha por otro lado regreso al día siguiente de la clínica y he estado evitándola desde entonces, tampoco le contamos lo que ocurrió ese día y no tiene si quiera porque saberlo.
Jasón no ha encontrado gran cosa de los hombres que me atacaron, tampoco sabemos nada de quien los está moviendo y es realmente frustrante no dar con él. Pero sé que es cuestión de tiempo, somos humanos y por más medidas que se tomen, por más precauciones que se tengan a la hora de organizar golpes siempre hay un fallo, siempre se comete algún error y yo soy bueno detectándolos, pronto se equivocara y allí caerá.
Claus ha estado de mal humor desde ese día por lo que tampoco ha pasado mucho tiempo con Nisha, a diferencia de Cristal a ella la visita a diario, todas las putas tardes desciende a su celda y juega con ella, el pequeño truco que inicie el día del ataque, le divirtió bastante por lo que continuo molestándola, cada vez su descontrol es mayor, ha dejado frases en el aire que nos han permitido ir construyendo una historia sobre su miedo.
Creemos que alguien abusaba de ella y de su hermana cuando era apenas una niña y ese alguien lucia realmente desagradable además de tenerle pavor. Ese se ha convertido en su medio para drenar la furia que contiene dentro de si, que aunque comparto, se manejarla. Cosa que el sencillamente no ha logrado hacer, por más tiempo que pase jugando con ella no se relaja lo suficiente como para que vuelva a ser el mismo Claus de siempre.
Sé que necesita traspasar la barrera física para lograr drenar con esto solo la rompe psicológicamente y aunque disfruta de ello, el verdadero placer y el verdadero medio para que drene y vuelva a ser el mismo es torturándola físicamente y hasta que yo no le dé la orden y lo autorice no puede tocarla realmente.
Otro motivo para su furia es Rachel, no ha ido a verla, no la ha buscado y no tengo idea de porque lo hace, pero tampoco me he molestado en preguntarle, las pocas veces que ha abandonado La Mansión después del ataque ha sido para acompañarme a la empresa y a la clínica para que Maxwell revisara mis heridas.
Mi teléfono vibra sobre la superficie de vidrio haciendo más ruido del necesario por lo que me distrae de mis pensamientos, es un mensaje, tomo el aparato antes de que siga causando alboroto y reviso. Es un sms de Nisha, mi ceño se frunce de inmediato, es el primer intento de contacto que hace desde que regreso de la clínica.
Nisha: ¿podemos hablar?
Su sms es claro, conciso, sé que necesita respuestas, por lo que mi cuerpo se tensa, no soy hombre de dar explicaciones, ni decir porque estoy haciendo las cosas, pero sé que ella las necesita y mucho más después de la especie de cita que tuvimos, que por supuesto termino en un desastre.
Dark: ¿sobre qué?
Nisha: ¿Por qué te asusta tanto acercarte a mí o dejar que yo sea quien me acerque a ti?
Su pregunta solo confirma mis pensamientos, quiere respuestas, las necesita y sé que ha estado todos estos días, meditando las respuestas del cambio en mi actitud. Antes de poder responderle llega otra sms
Nisha: no puedes simplemente hacerme a un lado después de decirme que te quito el sueño y todo lo que dijiste en esa terraza y durante la cena, no es justo Dark.
Sonrió por el sms, en serio Nisha no deja nunca de sorprenderme, además de tomarse el atrevimiento de reclamarme algo que debería de verse obvio y lógico, también está reprochando, mis actos,
Dark: la vida no es justa Nisha, y puedo hacerte a un lado, también puedo hacerte desaparecer si es lo que deseo que suceda. No voy a convertirte en un puto objetivo solo para satisfacer un capricho tuyo y matar tu curiosidad. Si esperas alguna cosa de mí, por lo que dije, lamento decepcionarte pero no puedo ni quiero dártelo, si buscas algo más estoy seguro que Claus estará muy interesado en ello.
Envió el sms sabiendo que no solo estoy siendo, cortante, también voy a herirla y es justo lo que quiero que pase, necesito que me saque de su cabeza, de su sistema y se olvide de lo que ha pasado hasta ahora entre nosotros, por su propio bien. No existe ni cabe la posibilidad de que algo ocurra entre ambos, ya no.
Nisha: yo más que nadie se cuan injusta es la vida, no tengo que recordarte que dure casi un año cautiva del bastardo de Griffin solo porque se sintió atraído por mí. Si, sé muy bien que la vida es una perra y es cruelmente injusta, pero no tenía idea de que Dark, el tipo al que con solo mencionar su nombre todos en la sala se tensan y el pánico corre por sus expresiones resulto ser un completo cobarde, que huye a la menor demostración de afecto o interés y que no tenga nada que ver con follar. Además no busco nada y en todo caso si lo hiciera Claus es el menos indicado para dármelo. ¿Sabes? Realmente no logro entenderte, como es que puedes ser tan temido por todos, tan respetado, tan querido y al mismo tiempo puedes ser tan frio, desprendido y distante, ¿Quién eres realmente Dark, el tipo duro y sin emociones que todo el mundo cree que eres o el tipo dulce, cálido y cariñoso que he visto y has sido conmigo desde que te conozco?
Mis labios se deslizan en una cálida sonrisa, esta chica es increíble, puede leerme como un libro abierto, tiene razón en lo que dice, excepto por supuesto en lo de que soy un cobarde, no es por miedo de lo que puedo sentir o de lo que ella pueda sentir que me alejo de ella, es miedo de que le pase algo por mi culpa.
Antes de poder pensar en una respuesta otro sms llega y sonrió, en serio necesita hablar y sacarlo.
Nisha: hasta te he visto sentir celos de tu mejor amigo, porque me hace reír como nadie en esta casa, tus palabras, ese sms que me enviaste solo me demuestra una cosa que estás haciéndome a un lado porque no quieres que sienta cosas por ti, porque te importo Dark más de lo que quieres admitir.
Este solo hace que ría divertido, si, ciertamente me ha sabido leer o soy demasiado evidente, aunque creo que es más la segunda opción, decido no responder su sms, me pongo en pie y camino hasta la puerta, hay cosas que son mejor decirlas cara a cara, esta es una de esas.
Desciendo al gimnasio su nuevo lugar favorito de La Mansión, pasa demasiado tiempo aquí, desde el ataque, supongo que quiere hacerse fuerte, pero no necesita fuerza física, su cabeza es la que necesita hacerse fuerte, vencer el miedo que siente. Cuando llego allí, la veo a través del cristal, esta tendida en el suelo boca arriba en medio de la lona donde mis hombres suelen practicar boxeo.
Sus preciosos ojos están fijos en el techo y el teléfono reposa sobre su abdomen, entre sus manos. Su pecho sube y baja con algo de rapidez lo que me hace saber que ha estado haciendo ejercicio mientras escribía, quizás estaba en la bicicleta, el hecho es que esta algo agitada.
Sus mejillas están sonrosadas y hay una ligera capa de sudor sobre su pecho, repaso su rostro, tengo casi una semana sin verla y este instante se me hace la mujer más hermosa que he visto en mi entera vida, aunque noto algo distinto y no es nada físico.
Es algo con su actitud, con la forma en la que esta tendida en el suelo, por la forma en que observa el techo, algo en su actitud ha cambiado. La veo aferrar el teléfono con fuerza y ponerse en pie con un rápido movimiento que me hace sonreír, realmente ha avanzado mucho en el entrenamiento.
Posa sus preciosos ojos verdes en la pantalla del teléfono y espero impaciente porque mi teléfono vibre en el interior de mi pantalón, pero nada ocurre, solo que esta vez el ruido de la música inunda la estancia, es un ritmo lento, sensual, sugerente, cuando despega sus ojos de la pantalla logro ver decepción en su semblante, esperaba que le respondiera y lo hare.
Deja el teléfono sobre la lona y se gira para quedar de espaldas a mí, repaso su prieto y redondo culo que justo ahora luce malditamente bien dentro de esos pantalones deportivos ajustados, asciendo por su espalda que está parcialmente cubierta por una blusa deportiva igual de ajustada, sus brazos por primera vez desde que está aquí están descubiertos a la vista.
Mi ceño se frunce, pero de inmediato se relaja cuando veo que comienza a mover sus caderas con lentitud, luego un poco más rápido ajustando el movimiento al ritmo de la música, se detiene y mueve su cuello a los lados como si se sintiera tensa, después estira un poco sus brazos y reinicia el movimiento de sus caderas, que me dejan embobado observándola, al cabo de algunos segundos su cuerpo entero se mueve al ritmo de la música, no tengo idea de que canción está sonando porque estoy perdido en el movimiento de su cuerpo.
Es un moviente lento, sensual, sugerente, que de inmediato afecta a mi entrepierna, me remuevo un poco en mi lugar sin apartar los ojos de su cuerpo, cuando sin más se gira y nuestras miradas se encuentran, creyendo que va a detenerse vuelve a sorprenderme, con los ojos fijos en mi continua bailando, moviendo su torso y sus caderas al ritmo de la música.
Como hipnotizado por el movimiento de su cuerpo y de su penetrante forma de mirarme camino hacia ella, ingreso a la estancia, sin perder contacto visual en ningún momento, la música se hace aún más fuerte cuando estoy dentro, no tengo idea de quién demonios canta, pero me gusta, creo que se acaba de convertir en mi cantante favorito y solo por permitirme ver semejante espectáculo.
Mis pasos acortan la distancia que nos separa, ella continua con sus ojos fijos en los míos, su expresión es seria, pero sus ojos brillan con intensidad, con deseo, me detengo a escasos centímetros de su cuerpo que continua moviéndose al compás de la música, seduciéndome, incitándome que me acerque aún mas, que la tome y la haga mía, aquí, ahora.
Deslizo mis dedos con suavidad y delicadeza primero sobre sus manos que están a los costados de su cuerpo, en cuanto siente el contacto se detiene, cierra sus ojos un instante y vuelve abrirlos, para abrazarme con ese tono oliva que me hace perder la razón, continuo ascendiendo por su piel, asegurándome de rosarla apenas, sus ojos destilan deseo, el mismo deseo que está quemando mi cuerpo desde el momento en que la vi tendida en el suelo.
Mis manos alcanzan los mechones de cabello que caen sobre sus hombros, los aparto, echándolos atrás, descubriendo un par hermoso de clavículas que gritan que las muerda, despego mis ojos de los de ella y barro su rostro con ellos, sus labios están ligeramente abiertos, su pecho sube y baja con lentitud, las perfectas montañas que son sus pechos me hacen humedecer mis labios, cuando regreso hacia su rostro, me detengo un instante en esa pequeña marca circular que me recuerda que el maldito hijo de puta de Griffin profano su cuerpo, lo ensucio, lo marco.
Una creciente y cegadora ira se hace presente mientras asciendo por su rostro, que se desvanece en cuanto veo que su labio inferior está atrapado entre sus dientes, ese gesto afecta directamente a mi entrepierna que se vibra ligeramente, busco sus ojos que conectan conmigo, la música de fondo no puede ser más perfecta, más sugerente, más insinuante.
– ¿Qué haces aquí? – susurra finalmente, sus labios se mueve lentamente y siento que en cualquier momento voy a mandar todo a la mierda y la besare.
No me muevo, no respondo, solo la observo perdido en la belleza angelical y sugerente que Nisha representa para mí, en las sensaciones que está causando solo con su presencia, con su cercanía, como no respondo, se remueve un poco en su lugar y para mi sorpresa se acerca un poco más a mí.
– Decidiste dejar de evitarme – dice mirando directamente a mis labios, una sonrisa pícara se desprende de estos y rio con suavidad.
Su expresión es seria, sus ojos siguen fijos en mis labios cuando comienzo a hablar
– me parece que tienes una lengua peligrosa Nisha, deberías cuidar lo que dices, no todo el mundo será tan cordial y reaccionara como yo si les hablas como lo hiciste conmigo – respondo pausadamente, mi voz es ronca, cargada de todo el deseo que siento en este instante
Sonríe con picardía, para después atrapar una vez más su labio inferior entre sus dientes, el simple gesto repercute en mi polla una vez más y me tenso, ella lo nota y sorpresivamente pega más su cuerpo al mío, sonrió de lado sin dejar de verla, mientras una de mis manos aparta un mechón de cabello y lo coloca detrás de su oreja
– ¿a qué estás jugando Nisha? – pregunto deslizando mis manos hasta tomarla por la nuca
Su cuerpo se estremece y se tensa, sonrió más ampliamente y tiro con suavidad de ella pegándola aún más a mi cuerpo, sus ojos se cierran al instante, sus mejillas arden y su respiración se ha vuelto más pesada, vuelve abrir los ojos que se encuentran con los míos, los suyas brillan con lujuria, una que jamás pensé ver en ese angelical rostro.
Me acerco a su cuello e inhalo su aroma, que me insta a besarla, a pegarla contra el cristal a mis espaldas y follarla duro, como un maldito salvaje, en este instante no quiero ser suave, no quiero ser dulce, me está volviendo loco y sé que no debo pensar así, no después de todo lo que ha vivido. Acerco mis labios apenas a su cuello y dejo un beso allí para después retirarme y buscar su mirada, sus labios húmedos entreabiertos son una clara invitación para que los tome y los devore con todo lo que tengo.
Mi respiración se entremezcla con la suya, mientras su lengua vuelve a pasearse por sus apetecibles labios, humedeciéndolos una vez más, mis ojos se desvían a ellos, muerdo los míos resistiendo la tentación, cuando su sensual, sexy, insinuante y ronca voz susurra
– Al mismo juego que tú estás jugando – mi ceño se frunce por su respuesta tardía a mi pregunta.
Pero se hace aún más fuerte cuando da un paso atrás y separa nuestros cuerpos, lleva una de sus manos su nuca donde mi mano se aferra a ella y la desliza sobre la mía, llevándola lejos de su piel, el contacto quema y arde, mierda esta mujer está haciéndome desearla con cada gota de mi sangre. Sonríe con malicia y se gira, dándome la espalda y continúa con el mismo tono de voz.
>> No puedes simplemente llegar y hacer estragos en mi vida y luego hacerte un lado como si nada de lo que dijiste tuviera importancia o fuera verdad, porque yo sé que lo fue – se gira para enfrentarme y sus ojos siguen destilando deseo, lujuria pero también hay reproche en ellos – también puedo jugar contigo Dark, – dice desviando sus ojos de los míos y recorriendo mi cuerpo, con anhelo
Rio, y niego con la cabeza, en serio no dejara nunca de sorprenderme y esto lo hace aún más tentadora, más sexy. Recorro su cuerpo con una mirada lasciva, que la hace sonrojarse, me detengo en esos lugares estratégicos que estoy seguro que deben estar húmedos o duros y humedezco mis labios.
– Nisha – la llamo, su cuerpo se tensa y mi sonrisa se ensancha – nadie juega conmigo y gana – sentencio dando un paso hacia ella, la música en el fondo sigue tocando pero ambos nos hemos olvidado del ritmo tentador que nos envuelve y la increíble tensión sexual que ha generado con su pequeño juego.
>> Aunque puede que esta vez ambos ganemos o tu pierdas más de lo que deseas – susurro, sus ojos desplazándose hasta mis labios – ¿quieres jugar? – Susurro en tono sugerente – juguemos – finalizo llevando mis manos a los botones de mi camisa.
Comienzo a desabrocharlos sin apartar los ojos de los de ella, que vuelve atrapar su labio entre sus dientes, quito la camisa y me giro para darle la espalda la coloco sobre una de las caminadoras que está cerca y regreso a ella, sus manos se abren y se cierran a sus costados expectante, siguiendo con atención cada movimiento que hago.
Cuando estoy a unos pocos pasos de ella, comento con interés
– ¿Quién canta? – digo mirándola con intensidad, ella frunce el ceño y responde dubitativa
– ¿Zayn? – asiento, y sonrió
https://youtu.be/C-iJ1c1cZow
(Esta es la cancion que esta sonando de fondo cuando Dark entra y Nisha esta bailando)
– Me gusta, creo que podría follarte con el de fondo un montón de veces y nunca cansarme – sus ojos se abren como platos y su respiración se acelera, rio, mientras termino de acortar la distancia que nos separa.
Tomo sus muñecas con seguridad, el toque es suave pero decidido, su cuerpo se tensa
– ¿Qué estás haciendo?
– querías jugar ¿no? – Sonrió de lado – también quieres que te entrene, hagamos ambas cosas si pierdes tendrás que darme algo – susurro subiendo sus manos hasta el frente y cerrándolas en puños.
Ella niega y vuelve abrirlas, rio una vez más y suspiro, libero sus manos y tomo el arma que llevo en mi cintura, se la tiendo y hago que la tome, sé que estoy matando la tensión sexual de raíz, pero se lo que estoy haciendo. Ella sujeta el arma y me ve confundida
– vas a dispararme – digo mirándola a los ojos, los cuales se abren aún más y rio, dando un paso atrás, ella niega con la cabeza, mientras yo asiento.
La sensación de que algo había cambiado en su actitud poco a poco va desapareciendo, conforme me alejo de ella
– si lo haces te diré quién soy y no volveré hacerte a un lado – su boca se abre para decir algo pero la interrumpo – me tendrás el tiempo que estés aquí, como quieras, como desees, pero – hago una pausa y recorro su cuerpo, regreso a sus ojos que están llenos de sorpresa – tienes que dispararme, sino te hare daño Nisha y no dudare en hacerlo – sus labios vuelven abrirse para soltar alguna protesta pero no la dejo hablar y continuo – tienes tres segundos – digo serio.
Sus ojos se abren como platos y sonríe incrédula.
– Uno – digo mirándola serio, su sonrisa se desvanece de inmediato y niega con la cabeza
– no puedo dispararte, además estamos aquí adentro
– dos – digo ignorando sus protestas y el nerviosismo impreso en su voz, la veo reajustar el agarre en el arma y sonrió, está pensando dispararme – Nisha, no lo pienses tanto, solo piensa que soy Griffin – aventuro, su ceño se frunce y niega – en serio voy hacerte daño si no lo haces Nisha – la comisura de sus labios tira hacia arriba y sé que está pensando que es imposible que le haga daño
Después de todo he hecho de todo para protegerla, pero por desgracia hermosa, estoy hablando jodidamente en serio y solo vas hacer que te lastime.
– tres – susurro, su sonrisa se ensancha pero se desvanece cuando me ve avanzar hacia ella con rapidez, tomo sus manos donde sujeta el arma y la doblo con brusquedad en una llave, la giro sobre si misma dejando el brazo que sujeta el arma detrás pegado a su espalda y el otro lo sujeto pegado a su costado.
De sus labios se escapan unos quejidos de dolor entremezclados con la sorpresa, la pego a mi cuerpo, su culo choca contra mi endurecida entrepierna que solo se queja por el contacto interrumpido por la tela de nuestras ropas, un jadeo deja sus labios cuando siente la dureza
– Te lo advertí – susurro pegado a su cuello, donde respiro y con fuerza, su cuerpo tenso se remueve un poco y por su puesto su culo se restregar sobre mí, rio con picardía – solo lograras ponerme más duro si haces eso – su boca se abre tratando de decir algo pero no logra articular palabra.
Muevo la mano que sujeta la suya en el costado hasta su abdomen y la rodeo con mi brazo y el suyo, es primera vez que estoy tan cerca de su cuerpo, es primera vez que la tengo así de pegada a mí y estoy volviéndome loco, pero me centro en lo que intento enseñarle, no solo es una lección para que no me provoque ni juegue conmigo, quiero que sepa, que siempre puede estar en peligro, cuando está conmigo.
– Dark – articula en un jadeo
– libérate Nisha, sino seguiré haciéndote daño – niega con su cabeza apenas y la aprieto con más fuerza a mi cuerpo, mi polla se resiente por lo que estoy haciendo pero lo ignoro – sigues teniendo el arma Nisha, úsala – le sugiero, ella vuelve a negar y suspiro con frustración – bien, te lo advertí – susurro hundiendo mi cara en su cuello donde dejo un beso húmedo que la hace estremecerse.
La giro con rapidez, soltando sus manos y volviendo a tomarla, con la misma velocidad quito el arma de sus manos y la tiro al suelo, vuelvo a tomar sus muñecas y las llevo a su espalda, ella sigue sin reaccionar y aunque estoy duro y excitado por la situación me cabrea, que no reaccione.
– Nisha mírame – le ordeno, sus ojos buscan los míos y puedo ver miedo en ellos, sonrió con malicia – lograras que te maten si no reaccionas – susurro pegando mi frente a la de ella, tratando de serenarme y serenarla.
– no puedo hacerte daño – susurra, mis ojos se abren y busco los suyos – simplemente no me pidas que te haga daño porque no puedo hacerlo Dark... – su voz es más segura de lo que pensé que podría sonar – me importas demasiado – susurra, haciendo que mi corazón se paralice y sin importarme alguna otra mierda en la vida, estampo mis labios con los suyos.
Su boca me recibe jadeante, sin ningún tipo de timidez o temor, sus labios se mueven al mismo ritmo que los míos, siento que mi mundo se reduce a este instante a Nisha besando mis labios, con lentitud, con necesidad, con anhelo, toda mi vida se ha reducido a este maldito y precioso instante en que sus labios expresan lo que siente por mí.
Libero sus muñecas y la tomo de las mejillas, profundizando el beso, ella jadea y gime en mi boca, sus manos suben a mi abdomen y toca justo donde está la herida apenas cicatrizada del disparo, su beso se hace más pausado y mi cuerpo protesta, suelto un gruñido y ella ríe un poco
– ¿Qué te paso? – susurra pegada a mi boca
– Nada – respondo de malas volviendo a besarla, su cuerpo se estremece, cuando una de mis manos se desliza por su espalda y la pego más a mí
– Dark – insiste cuando dejo sus labios y comienzo a dejar un reguero de besos desde la comisura de sus labios hasta la línea de su mandíbula
– Ratko – susurro allí, en ese punto entre su cuello y su rostro, se estremece
– ¿Qué? – suelta jadeante
– mi verdadero nombre es Ratko – susurro besando su cuello y tomando el lóbulo de su oreja
– Ratko – susurra apenas en un hilo de voz, probando mi nombre en sus labios, mierda, jamás imagine que podría sonar tan malditamente sexy como acaba de hacerlo
– dime que pare Nisha, has algo para que lo haga – susurro ahora bajando hasta sus clavículas, donde como un loco desesperado sigo dejando besos húmedos, su cuerpo comienza a temblar y necesito que me detenga, porque si no, no voy a parar y sé que ya ha comenzado a pasarlo mal – Nisha – insisto suplicante, solo si ella me lo pide parare
– p–para – susurra apenas, pero no suena lo suficientemente convincente como para detenerme por lo que dejo un pequeño mordisco sobre su clavícula que la hace sobresaltarse, mierda necesito parar.
– Nisha no suenas convencida, necesito que me apartes – insisto, el rose de mis labios al hablar hace que su piel se erice y odio que no pueda detenerme.
Mis manos se desplazan con lentitud hasta la parte baja de su espalda mientras mis labios descienden cada vez más hacia sus pechos, insisto
– Nisha – mi voz es ronca
– Detente – dice esta vez con más convicción
– has que me detenga – digo rosando el inicio de la montaña que hacen sus pechos en ese instante, con una fuerza impresionante me empuja
– QUE PARES – me grita, me detengo a unos cuantos pasos de ella, busco sus ojos, hay miedo entremezclado con deseo y lujuria – para – susurra una vez más, sonrió de lado y llevo mis manos a los bolsillos de mi pantalón.
Me enderezo y la veo con una sonrisa pícara en los labios, pero lleno de un extraño orgullo, estoy malditamente excitado en este instante, tan duro como una puta roca, podría empotrarla en las paredes en este instante y hacerla gritar mi nombre hasta que la escuchen en el último piso de Darkness debajo de nosotros, pero siento realmente complacido que haya logrado apartarme.
Nuestras miradas se enfrentan, su cuerpo aun tiembla ligeramente, el rubor en sus mejillas y pecho es intenso, pero esta vez mantiene su mirada fija en mí, no como otras veces que las desvía.
– Nos vemos en la cena – rompo el silencio pasando junto a ella sin decir nada más, tomo mi camisa y salgo del gimnasio sin darle ninguna explicación.
Justo ahora debo ir hacer algo por bajar la maldita erección que soy culpable de tener en parte, pero lo hare gustoso porque ahora estoy seguro de que Nisha podrá seguir el ritmo de mi entrenamiento.
Puede que cada día este más perdido por ella, pero me asegurare de que cuando salga sea tan peligrosa para los demás como yo puedo serlo, sin dejar de ser esa chica linda, dulce e inocente que veces es.
Nisha.
Mi respiración es un completo desastre, además de mis nervios, Dark continua mirándome con intensidad a algunos pasos de distancia, su cuerpo transpira deseo, transpira sexo, dios como puede ser así de hermoso y al mismo tiempo ser tan peligroso, por un instante tuve miedo de que realmente no parara, por eso lo empuje.
– Nos vemos en la cena – su voz es tan ronca, sexy, varonil y sugerente que lo siento incluso en mi entrepierna, que esta húmeda hasta sentir como mi ropa interior esta empapada.
Pasa junto a mi sin decir nada más mi cuerpo se estremece cuando lo siento cerca, mi cuerpo vibra con su cercanía, dios como lo deseo, es frustrante, lo que siento. Me giro para verlo pero ya no está, llevo una de mis manos a mis labios, dios eso ha sido demasiado intenso.
Ratko, me ha dicho su nombre, ¿Por qué lo ha hecho? Porque me ha dicho algo tan íntimo, algo que incluso ni su mejor amigo utiliza, mi corazón se acelera y suspiro con nerviosismo, esto es demasiado para mí, dios.
Camino de un lado a otro pasando mis manos por mi cada vez más largo cabello, los nervios y la ansiedad van hacer que me vuelva loca, suspiro tratando de poner en orden todo lo que acaba de pasar.
Le he dicho que me importa demasiado, ¿Por qué le he dicho eso? Diablos, ¿qué voy hacer ahora? Eso sonó como una declaración y no puedo ni debo sentir nada por él. Me detengo de golpe y comienzo a reír, ¿en serio estoy pensando esto, acabo de reprocharle que solo está asustado por sentir algo por mí y ahora soy yo la que se asusta de que en realidad sea así y que yo también sienta más de lo que debería sentir?
Respiro profundamente, no tiene caso seguir pensando en si es o no lo correcto, ambos acabamos de confirmar que hay algo más entre nosotros, ambos afirmamos que esto que siento desde el primer momento en que lo vi es mutuo.
Sonrió una vez más y muerdo mis labios, dios esa boca y esas manos estaban sobre mí, si no fuera por este estúpido trauma, mi cuerpo se estremece en respuesta y un escalofrió recorre mi cuerpo, ¿Cómo es que puedo reaccionar tan contradictoriamente ante él, quiero que me toque, que me bese pero cuando lo hace, el pánico se apodera de mi cuerpo y lo quiero tan lejos de el como sea posible.
Como se supone que haremos esto si cada vez que lo veo muero por volver a besarlo, giro sobre mi misma buscando la respuesta a mi alrededor.
– Mierda – murmuro deteniéndome – ¿Qué estás haciendo Nish? – me pregunto en voz alta
– Girar sobre ti misma, creo – escucho la voz de Claus a mis espaldas.
Cuando lo veo sonríe como suele hacerlo aunque sus ojos se ven igual que todos estos días, llenos de un brillo muy diferente al que estoy acostumbrada
– ¿de qué me perdi? – pregunta con picardía
– De nada – respondo con rapidez acercándome al suelo y tomando mi teléfono del suelo, el ríe y comenta divertido
– claro, entonces también soy gay y estoy perdidamente enamorado de tu hombre – dice en ese tono homosexual que usaría cualquiera de ellos, rio una vez más.
– en serio no es nada
– Nish – insiste
– ¿Qué pasa? – pregunto girándome y chocando con su cuerpo, él sonríe y me escruta con la mirada
– Tú y Dark – comenta y yo me encojo de hombros
– nada Claus no pasa nada – el ríe y niega con la cabeza
– Son muy malos mentirosos – hace una pausa y su sonrisa se ensancha – ambos – pongo mis ojos en blanco
– Venga Claus no pasa nada en serio – vuelve a reír
– ¿estas consciente que la habitación huele a sexo? – mis ojos se abren como platos y le estampo un golpe en el brazo comienza a reír y continua – golpearme te hace ver culpable Nish, yo solo junto las piezas del rompecabezas que ustedes me dan y ambos se denuncian, debo entrenarlos a ambos para que no sean tan evidentes, entonces ¿Qué paso? – pregunta una vez más con interés.
Vuelvo a poner mis ojos en blanco y echo andar, Claus ríe y me sigue de cerca, giro mi rostro y lo veo, desde el día que atacaron a Dark en el observatorio ha estado distante y actuando extraño, no se exactamente que le pasa, pero tampoco me ha contado lo que paso después que me desmaye.
– tu eres el único que tiene algo que contar, ¿me dirás que te pasa? – él se tensa y trata de sonreír, pero sus labios solo dibujan un mueca extraña y respira ruidosamente.
– No tienes que preocuparte por mi Nisha – su tono es duro, cosa que me sorprende
– pues si lo hago Claus – digo deteniéndome con brusquedad y girándome para enfrentarlo el me ve sorprendido – puede que estés acostumbrado a cubrir todos tus sentimientos con bromas y chistes pero sé que algo te preocupa y el que te hayas distanciado de mí no hace más que confirmarlo, vas a decirme que demonios cambio o ¿no? – le espeto realmente molesta
El ríe y asiente, pasa junto a mí y deja un cálido beso sobre mi mejilla, que me hace estremecerme, Claus hace esto seguido, dice que me ayudara con el tema del roce físico pero el que lo haga sin previo aviso o sin estar lista me afecta
– Está bien, te lo diré...– hace una pausa y sonríe – solo si me dices si tú y Dark dieron el siguiente paso – suspiro y lo medito.
– Me dijo su nombre – susurro, Claus se detiene y se gira lentamente
– ¿Qué? – suelta mirándome con el ceño fruncido
– Me dijo cuál era su nombre, el verdadero – sus cejas se elevan esta vez y sonríe de lado
– ¿y bien? – pregunta, poniéndome a prueba
– Ratko, se llama Ratko – Claus comienza a reír a carcajadas y no entiendo por qué lo hace, mi ceño se frunce mientras el solo continua riendo.
– Eres increíble Nisha en serio – dice acercándose una vez más a mi, deja un cálido beso sobre mi frente y sigue riendo sin decir nada mas
– Claus – lo llamo él se gira con expresión dichosa y susurra en tono divertido
– te lo contare luego, no me arruines el momento por favor – se gira y continua lejos de mí.
No entiendo que acaba de pasar, tampoco entiendo que es lo que le ha causado tanta gracias o alegría, pero en serio a veces pienso que Claus está muy mal de la cabeza, sonrió y le sigo, en algunas horas cenaremos y por primera vez en días, Dark estará con nosotros y quiero lucir bien.
Nota del autor: hola mis oscuros y despiadados seres, me disculpo ayer no logre publicar porque estaba sin internet, pero aca esta el capitulo. ***SUPER INTENSO*** alguien sintio la tension sexual en el ambiente??? alguien termino con dolor en los hombros por la tension y la respiracion contenida???? porque yo si, jajajajaja escribir este cap fue una pasada, en serio me diverti tantisimo, espero lo hayan disfrutado y pues creo, creo, creo que ya saben que las cosas se calientan entre estos dos y pues solo una cosa puede pasar no? jajajaja besos y papachos achocolatados desde la oscuridad.
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