Capítulo 26
Dark.
Gritos de terror me despiertan sobresaltándome, me levanto con rapidez y tomo el arma que guardo en la mesita de noche, salgo rápidamente de mi habitación hacia la de Nisha de donde provienen los gritos, entro rápidamente buscando un intruso o alguien que esté haciéndole daño, pero esta sobre la cama moviendo sus brazos como queriendo apartar a alguien, suspiro aliviado de ver que no hay nadie cuando un nuevo grito desgarra la noche, al instante siguiente Claus está detrás de mi
– ¿Qué pasa? – dice somnoliento pero sosteniendo uno de sus cuchillos en la mano, listo para atacar.
– no es nada, no te preocupes me hare cargo yo... debe ser una pesadilla – comento acercándome a ella, el me sigue unos pasos y suspira
– esta es la parte más dura del trauma – comenta con pesar, pasado una de sus manos por su cabello y luego sus ojos, asiento acercándome a ella, sigue sobre la cama con sus ojos cerrados con fuerza agitándose
– sal de aquí quizás no se sienta cómoda si nos ve a ambos – asiente y se va, dejándome solo, me siento sobre el borde de la cama no muy seguro de si debo o no tocarla y opto por no hacerlo quizás si lo hago sea mucho peor para ella al despertarse.
– Nisha – la llamo en voz baja – Nisha, despierta – digo un poco más fuerte y su cabeza se mueve de un lado a otro, su frente está cubierta de una fina capa de sudor, por lo que su cabello se pega a su frente.
Suspiro, si quiero que despierte debo tocarla, me acerco más a ella y con cuidado tomo sus hombros y la muevo un poco mientras la llamo
– Nisha, despierta es solo sueño, despierta – este intento es suficiente, por lo que la muevo con más fuerza y vuelvo a llamarla – Nisha, linda despierta, vamos – abre sus ojos de golpe
En cuanto me ve se aparta con brusquedad, recoge sus piernas y se pega tanto a la cabecera de la cama que con el rápido movimiento creo que se ha golpeado. Levanto los brazos en señal de paz
– Tranquila soy yo, estas bien, estas a salvo, no pasa nada, no hay nadie aquí – susurro, ella mira a su alrededor y sus ojos se llenan de lágrimas se rodea con más fuerza y entierra su cara entre sus rodillas y comienza a llorar.
La frustración se hace presente y se une al creciente odio que comienza a ser una constante en estos momentos en mi vida, gracias a toda esta situación, no puedo acercarme a ella y reconfortarla porque sé que no soporta el contacto físico, además no quiero agitarla más, si me acerco a ella seguro pensara que quiero hacerle daño o aprovecharme de ella, además creo que de momento lo más importante es el hecho de soportar que la toquen, vi como su cuerpo se tensó cuando su hermano la abrazo y cuanto le costó devolverle el gesto.
No es fácil necesitar el contacto físico con alguien y no poder recibirlo porque tu cuerpo no lo soporta, porque tu cerebro procesa esa información y la convierte en algo desagradable, en serio cuando le ponga las manos encima a Griffin sufrirá tanto que seguramente le quitare el puesto al diablo en el infierno.
Suspiro sonoramente sin poder hacer mucho, mientras la escucho sollozar, tampoco soy muy bueno reconfortando a las personas o con las palabras en momentos como este, cuando lo hice con Max fue mucho más fácil porque hasta cierto punto me sentía identificado con ella, además Max nunca lloro de esta forma, siempre se hizo la fuerte delante de mí, Claus es mejor que yo para decir cosas agradables, aunque sea un maldito sádico sabe que decir en estos momentos.
– Nisha – susurro llamándola, su cuerpo se tensa pero no me ve – sé que esto es muy difícil para ti, que viviste cosas horribles en ese lugar y no puedo imaginarme cuan mal te sientes, pero quiero que sepas que aquí estas a salvo, no voy a permitir que nada ni nadie te dañe – suspiro apartando la mirada de su cuerpo echo un ovillo – me pongo en pie para salir de la habitación pero me detiene
– e-espera – me detengo y la observo algo sorprendido, sus preciosos ojos están fijos en mí, están anegados en lágrimas y hay miedo en ellos.
– Solo voy por un té para que puedas dormir, espera aquí – niega con su cabeza y susurra
– ¿puedes quedarte un poco más? – Hace una pausa y mira sus pies, antes de continuar – tengo miedo – que reconozca que tiene miedo de un simple sueño me sorprende, los adultos no solemos aceptar o reconocer cuando algo nos asusta y menos delante de un desconocido.
Asiento, me acerco nuevamente a la cama con cuidado de no asustarla y me dejo caer en el borde lo más alejado de ella, sé que agradece la distancia que pongo entre ambos aunque también se cuánto necesita que la abracen en este momento. Irónico que ambos deseemos la cercanía del otro cuando siempre he deseado estar solo, pero ella me hace sentir cosas que no sé cómo explicarlas.
– respira profundamente, solo fue una pesadilla – le indico, tratando de calmarla como puedo, ella sonríe con tristeza y niega con la cabeza
– Mi vida era una pesadilla constante, esto solo fue un sueño... – hace una pausa buscando mi mirada, sus ojos están llenos de miedo y angustia – tengo miedo que esto – mira a su alrededor – sea una pesadilla y despierte en esa habitación con e–el – hace una pausa y suspira – sobre mí
Escucharla decir esas cosas, hablar de lo que ese malnacido le hacía solo incrementa la furia y la frustración que siento, mi cuerpo se tensa en respuesta y aprieto mis puños, me pongo de pie con brusquedad, sin saber muy qué decir o que hacer, nunca había estado en una situación como esta y nunca había sentido la necesidad de querer abrazar a alguien para reconfortarle, este no soy yo, suelo ser frio y distante, además se me hace ajena la frustración que siento en este instante, Nisha me mira sorprendida por mi reacción y comenta en voz baja
– lo siento
– no tienes que disculparte Nisha, no es por ti, es ese maldito hijo de puta quien lamentara lo que te hizo – le espeto con brusquedad, sus ojos se abren como platos y respiro profundo, tratando de controlarme, no es el momento de dejar salir mi lado oscuro, no delante de ella, no en este momento
– iré por el té, aguarda aquí – ella asiente mientras camino hacia la puerta cuando la escucho reír, me giro para verla y esta roja como un tomate, pasea sus ojos por mi cuerpo antes de desviarlos hasta el otro lado de la habitación y comprendo que estoy en bóxer, sonrió con picardía, porque a pesar de lo mal que puedo estar pasándolo, ella de alguna manera logra hacerme sonreír
Salgo de la habitación y voy hasta la mía, busco un pantalón de chándal y una franela, después de estar vestido bajo a la cocina y le preparo un té, pensando en la facilidad que tiene Nisha de hacerme sentir diferentes emociones, en cuestión de segundos, cosa que realmente me tiene intrigado porque nunca nadie me había hecho experimentar estas sensaciones.
Cuando estoy por subir las escaleras la puerta principal La Mansión se abre y Max entra, se detiene en seco al verme, nuestras miradas se encuentran un instante, luego desvía sus ojos a la taza en mi mano y eleva una de sus cejas, ignoro el gesto y tampoco digo nada, solo termino de subir las escaleras.
No tengo idea de donde estaba, no es asunto mío tampoco, pero no me gusta que este por allí hasta tan tarde, aunque sé que puede cuidarse sola, nunca me ha gustado que lo haga, es esa sensación de querer cuidarla, una que ha estado presente en mí desde que la encontré.
Una vez alcanzo la puerta del cuarto de Nisha doy un par de golpes y entro sin esperar que responda, se encuentra aún en el mismo lugar, solo que esta vez la sabana cubre sus piernas y un suéter la parte de arriba de su cuerpo
– Aquí tienes – digo tendiéndole él te
– Gracias – susurra, tomándolo con manos temblorosas, nuestros dedos se rosan un instante y sin saber porque sonrió, da un par de sorbos me ve y sonríe una vez más roja como un tomate, al notar que no he apartado mis ojos de ella.
– lo siento, cuando te escuche gritar no pensé mucho en lo que traía puesto – comento disculpándome por entrar en su habitación en bóxer, ella desvía sus ojos pero no dice nada, adoro la forma en que sus mejillas se tiñen de rojo y como sus ojos brillan con curiosidad y picardía. Nisha es una mujer hermosa y aunque se ve frágil y tímida, creo que es la chica más sexy del mundo.
Suspiro tratando de evitar pensar en ella de esa manera, no puedo darme el lujo de pensar así, ya que no pasara nada con ella y aunque su físico me atraiga de una manera en que ninguna otra mujer lo había hecho hasta ahora, sé que no está a mi alcance y no lo está porque no quiero que se involucre con alguien como yo, ya tuvo suficiente con el malnacido de Griffin.
– Gracias – susurra dejando la taza sobre sus rodillas – estaba rico
– qué bueno, ¿más tranquila? – ella asiente y desvía sus ojos de los míos
– Si – hace una pausa y suspira – ¿puedo pedirte algo?
– claro
– ¿puedes quedarte aquí hasta que me duerma? – sus mejillas vuelven a ponerse de un rojo intenso y sonrió
– Sí, tranquila aquí me quedare – ella deja la taza sobre la mesita de noche y se recuesta una vez más sobre la cama, me mira un momento y sonríe con timidez
– Gracias – dice una vez más, asiento y cierra sus ojos.
Me siento en el borde inferior de la cama sin tocarla, solo la observo, ella cierra sus ojos y yo permanezco allí, embelesado detallando su rostro, me gustan sus labios, la forma en que sonríe y como lo muerde cuando está nerviosa, la forma de sus ojos es muy bonita, además son grandes y muy expresivos, Nisha es realmente hermosa, hasta cierto punto entiendo porque Griffin la secuestro, no todos los días consigues una mujer como ella.
Al cabo de algunos minutos su respiración se hace más pausada y acompasada, y conforme estos pasan también se hace más profunda, mientras la observo dormir, paseo mis ojos por cuerpo, una pequeña marca redonda en su cuello, llama mi atencion y recuerdo el informe médico, es una de las 15 marcas de quemaduras de cigarrillo que tiene en su cuerpo, cierro mis ojos y respiro profundamente, no puedo creer que en serio haya dejados cicatrices en su piel, ese maldito hijo de puta.
Me pongo en pie y tomo la taza que dejo sobre la mesita de noche, la contemplo un instante más antes de salir de su habitación, desciendo las escaleras imaginando mil maneras para torturar a Griffin cuando vaya por él, regreso a la cocina lavo la taza y la dejo en su lugar.
Voy hasta el refrigerador y tomo una botella de agua, ya no podré volver a dormir camino hasta el mesón y trato de relajarme un poco moviendo mi cuello de un lado al otro, estoy tenso, toda la mierda que le hizo me tensa, porque no puedo hacer nada para ayudarla, a partir de ahora la ayuda será del día a día, de las nuevas cosas que viva y de lo que experimente, muevo una vez más mi cuello, cuando unas manos suaves recorren mi espalda
– ¿no puedes dormir? – la seductora voz de Max se hace escuchar en la vacía cocina
– no
– ¿pesadillas? – dice con sorna, me giro para verla y niego con la cabeza
– ¿estabas escuchando?
– curioseaba, no todos los días ves a Dark preparar te para alguien – pongo mis ojos en blanco mientras sus manos acarician mis brazos
– Max, ¿Qué quieres? – pregunto mirándola fijamente, ella sonríe y pega su cuerpo a mi
– quiero muchas cosas Dark – susurra moviendo sus manos a mi pecho, asegurándose de rosar con delicadeza mis hombros y descendiendo por el hasta la liga de mi pantalón se detiene un momento y luego continua, sujetando mi miembro con un poco de fuerza – pero justo ahora lo que quiero es a ti muy dentro de mí – se eleva en la punta de sus pies y besa mis labios
Respondo el beso por inercia, costumbre y porque tener a Max llevando solo una blusa de tiras transparente y bragas me pone, deslizo mis manos hasta su cintura y la pego a mas a mí. Un jadeo se escapa de sus labios cuando muerdo su labio inferior, mis manos se mueven hasta sus nalgas las aprieto con fuerza pegándola aún más a mí, la sostengo y la impulso hacia arriba mientras me muevo y la coloco sobre el mesón, sus piernas se cierran alrededor de mi cintura
Separo nuestros labios y la observo serio, ella sonríe y muerde sus labios con deseo, acaricia mi abdomen debajo de la tela de mi franela sin dejar de verme, toma el dobladillo y tira de ella sacándola sobre mi cabeza, sus manos se posan sobre mis hombros y susurra
– Venga, liberemos esa tensión que sientes en tu cuello – dice tocando justo en el punto que minutos antes intentaba relajar, sonrió un poco porque Max conoce muchas cosas de mi.
Toca mi hombro para que me gire y la obedezco, me pongo de espaldas a ella, recostándome del borde frio del mesón, la ciento moverse a mi espalda y recoger sus piernas que segundos antes estaban a mis costados, cuando miro sobre mi hombro se ha colocado de rodillas sobre el mesón para compensar la diferencia de estaturas, sonrió mientras sus diestras manos comienzan a dar un masaje sobre el musculo tenso.
Sus manos se mueven sobre mi cuello y hombros liberando poco a poco la tensión ocasionada por los días sin dormir, por la misión de salvar a Nisha y por la frustración de no poder hacer más por ella, Max tiene manos suaves pero fuertes y sabe cómo dar un muy buen masaje, cierro mis ojos, disfruto, mientras ella continua haciendo lo suyo, después de unos minutos sus labios comienzan a dejar besos sobre mis hombros haciendo un camino hasta mi oído
– ¿mejor? – sonrió y asiento
– Sí, gracias – ella comienza a besar mi cuello y me giro para tomarla por el cuello y besarla con pasión, después me separo y susurro contra sus labios
– ahora vamos a agradecerte por la ayuda como se debe – la tomo de la cintura y la alzo, ella ríe un poco dando un pequeño grito mientras la coloco sobre mi hombro y camino fuera de la cocina
– hace falta que me lleves como si fuera un saco de patatas – dice en tono divertido y juguetón, doy una nalgada sobre su trasero y ella vuelve a reír
– calla, despertaras a Claus y no me apetece compartirte hoy – ella vuelve a reír y vuelvo a nalguearla para que haga silencio, sin mucho éxito.
Cuando llegamos a mi habitación la dejo en el suelo ella da unos pasos hacia atrás colocando sus manos detrás de su espalda, con expresión inocente, rio por lo bajo, acortando la distancia entre ambos ella ríe, cuando le doy alcance, rodea mi cuello con sus brazos y susurra
– ¿Cómo vas a recompensarme por ayudar? – muerde sus labios y sonrió de lado
– se me ocurren varias cosas
– ¿Cómo por ejemplo?
– No soy de compartir mis ideas Max – digo un poco gruñón
– ah cierto – comenta seria fingiendo decepción – eres más de hacerlas realidad – sonríe con picardía mordiendo una vez más su labio, sonrió ampliamente me agacho un poco para poder tomarla de los muslos y tiro de ella hacia arriba, enreda sus piernas en mi cintura y camino con ella hasta mi cama, mientras me mira con deseo, la acuesto sobre la cama y voy sobre ella.
Comienzo a besar sus labios, con posesión, con intensidad, luego continuo hasta su cuello donde dejo un reguero de besos húmedos, muerdo y lamo su piel con suavidad, mientras ella mueve su pelvis contra la mía, buscando que ambas choquen y así sentir la dureza de mi miembro y calmar un poco su ansiedad. Muevo una de mis manos hasta su cintura y la aprieto con fuerza, separo mi cara de su cuello y la miro con severidad, regreso a su cuello, muerdo un poco y susurro
– Para – cerca de su oído y ella gime
– ¿Por qué? – jadea
– Porque si sigues moviéndote te atare a la cama – ella separa su cara y me ve con sorpresa
– ¿ahora tienes tendencias sádicas y dominantes? No deberías pasar tanto tiempo con Claus – rio, mientras continuo besando su cuello hasta llegar a sus clavículas, inicia nuevamente el movimiento de sus caderas y me separo de ella, la veo con el ceño fruncido y susurro
– ¿sabes cuánto odio que me desobedezcan verdad? – sonríe y mueve una vez más su pelvis contra mí, retándome, rio poniéndome en pie
– ¿a dónde vas? – pregunta una vez me bajo de encima de ella, camino hasta el vestier y busco en el cajón de las corbatas, tomo una al azar y cierro nuevamente, cuando me ve sonríe ampliamente – así que te excita atar a las chicas – rio negando con la cabeza y camino hasta ella, me coloco ahorcadas sobre su abdomen, muy cerca de sus pechos
– Tus manos por favor – ella ríe y me las tiende coqueta haciéndome ojitos, rio
– ¿ahora? – pregunta con inocencia una vez he terminado de atar sus manos
– Ahora te callas y dejas que te folle duro – hago una pausa – rodea mi cabeza con tus brazos y no te sueltes – pasa sus brazos sobre mi cabeza, la tomo de los costados y tiro de ella para acomodarla mejor sobre la cama y debajo de mí, una vez allí saco mi cabeza de entre sus brazos y comienzo a toquetear sus pechos, los aprieto y pellizco luego de un tirón rompo su blusa liberandolos. Ella ríe
– oh pero si resultaste ser todo un cavernícolas – comenta divertida
– y tu toda una bromista calentona – hago una pausa para pellizcar uno de sus pezones, su cabeza se hecha atrás en respuesta y rio – el pasar tiempo con Claus nuevamente te ha contagiado con su inusual sentido del humor – vuelve a reír mientras tomo uno de sus pechos con mi boca y chupo con fuerza, su risa se corta y un jadeo la reemplaza, sonrió mientras me dedico a morder, chupar y lamer sus pechos.
Después de disfrutar y tentarla jugando con sus pechos, me levanto y me quito el pantalón de chándal y el bóxer, vuelvo a colocarme sobre ella, sujeto la parte de la corbata que deje libre y tiro de sus brazos amarrándola a la cabecera d la cama mientras ella ríe.
– Vamos a jugar como lo harías con Claus – digo en el mismo tono dulzón en que mi mejor amigo le habla a sus víctimas mientras las tortura y ella vuelve a reír
– para, no es divertido que finjas ser el – rio y le digo en tono divertido
– no me gusta actuar como él es molesto –deslizo una de mis manos por la parte interna de sus muslos y separo la tela humedad de su braga, guio mi duro miembro hasta su abertura y la roso un poco – además tampoco se hacerlo – y sin más la envisto con fuerza, de su boca se escapa un grito ahogado mientras su cabeza se echa atrás.
Apoyo mis brazos a sus lados encerrándola en medio mientras comienzo a moverme con fuerza dentro de ella, sus gemidos de inmediato inundan mi habitación no paro de moverme de envestirla con fuerza, me apoyo contra mis piernas y comienzo a frotar su clítoris mientras me muevo despacio dentro de ella llenándola por completo, ella gime y jadea entrecortadamente mientras su cuerpo comienza a temblar y estremecerse.
Aumento la velocidad de mis envestidas y la presión sobre su punto más sensible cuando esta por correrse me inclino sobre ella y la beso, ahogando así el grito que amenazaba con dejar sus labios, continuo besándola y envistiéndola con fuerza, el sonido de la piel chocando contra piel se une a sus gemidos y mis gruñidos finalmente se cuerpo se contrae y sus piernas se cierran con fuerza alrededor de mi cintura.
Continúo con el vaivén de mi pelvis azotando e invadiendo la suya, hasta que estoy por correrme, salgo de ella y me acomodo sobre su pecho y allí me corro, ella ríe y negando con la cabeza
– ¿tenías que hacer eso? – Pregunta divertida, rio de lado y esparzo mi semen sobre su pecho con mis manos – oh genial ahora haz más desastre sobre mí – rio y me bajo de encima de ella, me dejo caer a su lado mientras desato sus manos
– Ve a ducharte no quiero que ensucies mi cama – le espeto dándole un pequeño empujo para que salga de la cama
– Eres un pesado, me ensucias tu a mí y es tu cama la que preocupa – me encojo de hombros señalándole el baño, ella se levanta saca su dedo medio y camina desnuda hasta el cuarto de baño, a los pocos segundo escucho el agua correr.
Me acomodo en mi cama con las manos detrás de la cabeza, mirando el techo, dejando que el éxtasis de un buen orgasmo pase. Después de algunos minutos regresa limpia y sonriendo
– Hazte a un lado acaparas la cama – dice riendo me arrimo un poco y le pregunto frunciendo el ceño
– ¿Qué haces? – ella pone sus ojos en blanco y me espeta
– no seas pesado solo quiero hablar un rato, arrímate – es mi turno de poner los ojos en blanco mientras la veo acomodarse junto a mi
– ¿relajado ya?
– sí, gracias por tu ayuda
– Siempre que quieras – responde picara y rio con ella
– ¿Cuánto tiempo se quedara? – pregunta finalmente
– ¿Quién?
– no te hagas, Nisha – suspiro
– no lo sé, pero le dije que debía quedarse un tiempo, es necesario mientras que las aguas se calman y pueda irse tranquila – Max ríe y niega con la cabeza, se gira para ponerse de lado y se apoya sobre su codo luego su cabeza sobre su mano y la otra comienza a acariciar mi abdomen
– No podrá estar tranquila hasta que Griffin muera – comenta sin dejar de acariciarme
– puede que tengas razón como puede que no
– es un maldito loco si sabe que está libre ira tras ella
– Por eso debe quedarse aquí – respira profundamente y comenta con pesar
– ciento pena por ella – frunzo en ceño y la veo serio
– ¿Por qué?
– Debe ser horrible vivir lo que ellos vivieron – comenta y el que hable en plural me sorprende, sé que se refiere a Claus pero ella nunca ha tocado ese tema conmigo.
– lo es – comento en voz baja, ella me observa seria y suspira
– ¿también tú? – indaga y niego con la cabeza, Max no conoce nada de mi pasado, solo sabe la historia de mi vida desde el punto en que nuestros caminos se encontraron, antes de eso todo está en blanco para ella.
– no, Max y no insistas, no hablare de mi vida contigo – ella suspira algo frustrada y asiente
– ¿Cómo lo sabes entonces?
– tú conoces la razón
– sí, sé que lo salvaste, pero estabas allí ¿no? – me giro para verla con seriedad, sonrió de lado y suspiro
– sí, estuve allí y ahora cállate y ven a dormir – le digo tomándola de la cintura atrayéndola contra mi ella ríe y me ve con curiosidad
– ¿me dejaras dormir aquí? – Pregunta sorprendida – ¿en tu cama? – rio y asiento
– si con ello dejas de hacer preguntas, si
– Hecho – acomoda su cabeza sobre mi pecho y rodea mi cintura con uno de sus brazos y luego monta una de sus piernas sobre la mía comienzo a reír – para que no huyas – asegura
– Vale, ya duérmete – le digo pinchando uno de sus costados, ríe y susurra contra la piel de mi pecho
– Buenas noches – sonrió
– buenas noches Max
Nota de la autora: hola mis oscuros seres, capitulo intenso lo se, por ambas partes, pero en fin, que opinan de Dark y Nisha? Y del encuentro entre Max y Dark? Se que quizás algunas lo odiaran por acostarse con Max otra vez pero no lo culpen, siempre que quieren lo hacen, el que Nisha este allí y le guste no significa nada, ya vieron lo que dijo, no pasara nada entre ellos, le creen? Jajajajajaja besos les amo hasta mañana!
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