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02. venta de cerditos (eramos nosotros)

˗ˏˋ comenten y disfruten el capitulo porque no actualizo en años muajaja ˎˊ˗

Eros Regil (Black) Lupin odiaba muchos los estereotipos que rondaban su lamentable existencia, no negaba que ser heredero de una gran familia podría ser genial, pero saber que tú padre fue una lamentable persona que ahora era un prófugo de la justicia era un asco y no solo porque ahora era señalado por eso, simplemente ser un Black significaba ser malo o bueno eso sabía cuando escuchaba a la gente hablar sobre sus abuelos, tío o antepasados.

Mierda, porque él era un ejemplo vivo de aquel estereotipo, era un chico hermoso a la vista de todo el mundo y él mismo lo sabía; no era porque tenía el ego muy alto o esa mierda (aunque era algo que caracterizaba a los Black). Tenía el cabello ondulado, su abuela amaba mucho su cabello rubio con rulos y siempre hacía que los peluqueros más exclusivos estuvieran por la mansión cada que había una gran fiesta o para sus días de escuela. Tenía los ojos de color grisáceo azulados, según Harry parecían como la luna que brillaban con picardía cuando hacía alguna travesura o simplemente Potter se había malogrado la cabeza con tantas aventuras que había tenido en esos dos años.

Era apreciado por muchos y le gustaba aquel sentimiento, no solo porque era un Black tenía que ser odiado, ¿cierto?

Pero sus compañeros siempre supieron que estando él en su casa era probable que se uniera para sabotearlos, ¿por qué tendría que hacerlo? eran tan tontos como para pensar que simplemente por ser un Black sería un Sytherin. Su madre fue Slytherin, sí, pero sus padres eran Gryffindor y no era una sorpresa que él hubiera quedado en la casa de los leones; simplemente eran pensamientos tontos que seguían teniendo por las acciones de sus familiares.

Él era una luz lunar que siempre caminaba por los pasillos de Hogwarts con sus amigas, con su actitud despreocupada, y era amable con sus superiores, haciéndolo un excelente alumno y a la vez uno de los más populares.

En el fondo de toda esa fachada, el niño estaba desecho.

¿Pero a quién le importa lo que digan los demás?

Y ahora con nuevos problemas en su camino que tenía nombre y apellido Sirius Black. Su padre. Pero para él, su padre estaba muerto desde aquel cumpleaños.

Su madre fue asesinada por el mismo Lord Voldemort, bueno eso era lo que le contaron sus padres cuando tuvo la edad suficiente de comprender lo que sucedía con su nacimiento y desde aquel tiempo juro usar su tercer apellido solo cuando fuera necesario, más para honrar a su madre. Sin embargo, a medida que crecía y entendía, eso parecía hacer que hirviera su sangre por la rabia. Su padre había asesinado a sangre fría a sus tíos, su familia, y fue enviado a Azkaban.

Eros no sabía mucho sobre su madre, aunque era curioso desde niño no quiso divagar mucho respecto a eso solo quiso esperar a que con el tiempo encontrará más información sobre ella. Lo poco que sabía era que había sido parte de Slytherin, también supo brevemente que había estado en una relación con Marlene Mckinnon y que aunque no formaba parte de los veintiocho sagrados su apellido era uno de los más relevantes en el mundo mágico.

Su madre no tenía familia, habían sido cruelmente asesinados por los mortifagos, recordaba aquellos nombres Bellatrix Lestrange y Evan Rosier. Muchas veces, se preguntaba como podía venir de una familia de asesinos.

Pero sus abuelos siempre decían que las acciones de los otros no tenían porque dañarlo. Ah, sí, sus abuelos.

Cuando su padre había ido a ver a su padrino, ellos estaban ahí, cuando lo miraron por primera vez se habían enamorado perdidamente de aquel pequeño de ojos grises azulados. Sus abuelos podrían ser cualquier cosa, pero ellos dos lo amaban y eso era lo único que importaba.

Walburga y Orión Black.

Desde que pudo recordar, les tomó cariño. La primera vez que recordó que su fue su cumpleaños: lo habían llevado a Francia para que pudiera conocer las calles del lugar y le habían presentado a las familias más ricas del país.

La familia Delacour habían sido extremadamente amables con ellos, eran todos rubios, amigables y demasiado guapos para decir verdad.

Eros había hecho clip instantáneamente con los mellizos Delacour; Kaiser y Fleur, quienes lo habían tomado bajo su manto en esos meses que se había quedado en Francia con sus abuelos. Ambos mellizos eran mayores que Eros por cuatro años, y aunque eso parecía ser un problema a ellos no les importo. 

Por lo cual cada año iba a visitarlos, a veces con sus padres, con sus abuelos o él mismo iba.

Una cosa que era obvia para los demás era el hecho de que Eros solo era cálido con sus amigos más cercanos. Ahora, quizás lo era por el simple hecho de que no confiaba en los demás, simplemente podía identificar quienes se les acercaba en forma de amistad y otros por el hecho de ser popular.

No puedes acercarte a sus amigas a menos de que le pidieras permiso a él, no importaba que quisieras decirle. Lupin era extremadamente sobreprotector con sus amigas y mucho más con Luna Lovegood, quien había sido su amiga desde segundo año cuando descubrió que alumnos de su misma casa la molestaban.

Muy a su pesar de todo lo que pudieran decir de él, su nombre era bastante nombrado por los pasillos del castillo, por el mundo mágico.

Tenía tres amigas y un amigo, aunque para ser más exactos su amigo pocas veces se le veía en su grupo.

La primera era Laryssa, Oh, Laryssa, por donde podríamos empezar, ella era una chica bastante alterna y cálida.

Eros cuando conoció a Laryssa supo que debía ser la persona quien estuvo destina a formar parte en su vida, no, no confundan las cosas. Ellos eran primos, Laryssa Malfoy Black, hija del matrimonio Malfoy y hermana de Draco Malfoy.

De todos modos, Laryssa y él se hicieron amigos en el tren rumbo a Hogwarts.

Annabeth, quien solía ser una completa idiota en su primer año, pero era de las buenas idiotas. y se comporto como una hermana para él. Ella había sido el pegamento de su grupo de alguna manera rara, los mantenía siempre juntos cuando peleaban o cometían alguna tontería. Sus padres estaban separados, pero para ser honestos ella lo disfrutaba, tenía muchos más regalos y era hija única.

Y luego estaba Luna. Aunque se supone que nadie debería tener favoritismos en el grupo de amigos, ella era la favorita de todos. Desde segundo año cuando se conocieron, la habían amado, protegido de todos. Luna era esa parte que les faltaba, aunque parecía ser sumamente amable (aunque ellos mismos sabían que Luna no podía matar a ninguna mosca, estaban seguros que lo haría si fuera necesario)

Eran sus principales amigas en todo Hogwarts. También era amigo cercano de Cho Chang, Neville y Blaise. Originalmente todos pensaban que ellos tres solo se acercaron a Eros por fama pero fue todo lo contrario, eran amigos, pero no siempre hablaban o se acercaban

Había otra persona llamada Nicolas Grimes.

Aquel pelinegro que solía siempre desaparecer del castillo y volver luego de meses con heridas en su cuerpo, nunca cuestionó sus acciones pero eran inusuales tanto que muchos pensaban que iba a cumplir alguna condenada por sus actos pasados (lo cual era estúpido) Era solo un chico de Hufflepuff que tenía sus propios secretos y no tenía porque divagar sus propios secretos. 

Hablemos de lo importante ahora mismo.

Potter había llegado unos días antes por ordenes de su Padrino, no habían hablado porque Eros se tuvo que ir con sus abuelos de Grimmauld Place y solo llegó a regalarle una sonrisa motivadora para que pudiera pasar su cumpleaños de buena manera.

Esa noche fue una celebración. 

Walburga y Orión habían organizado una fiesta para su nieto. Una fiesta para que fuera reconocido por el mundo mágico como el próximo Lord Black, ¿era muy joven? Mierda sí, pero los sangre pura eran raros, solo deseaba que no le hicieran comprometerse a temprana edad.

━Esto es una mierda.━Annabeth murmuró mientras miraba a sus amigos. La morena bostezo delicadamente mientras se recostaba en el hombro de su amigo, aunque este la pasaba por más de dos cabezas.━¿Crees que nos estén vendiendo al mejor postor?

Lupin tomo de su copa de jugo de manzana.━Tenemos trece años.

━¿Y crees que eso les importa a ellos?━Laryssa cuestiono mientras se temblaba un poco por el frío. Ella llevaba un vestido verde agua, que resaltaba sus ojos grises y su cabello platinado con mechas negras.

Annabeth se encogió de hombros mientras se sacaba su saco y se lo ponía a su mejor amiga.━Sabes que a ellos no les importa nuestras opiniones y estamos a la venta desde que nacemos.

━Annie tiene razón.━la nombrada sonrió un poco mientras miraba a los demás presentes.━Somos como cerdos, nos alimentan y luego nos venden a quien les da una buena suma de dinero.

Los tres amigos fijaron su mirada en los adultos que conversaban en el balcón de la mansión que habían comprado los abuelos de Eros. Oh, sí, ellos compraron una mansión para una fiesta.

━¿Crees que mis padres se molesten si les digo que me atraen las chicas?━cuestiono nerviosa Laryssa mientras tomaba una copa de los baristas que pasaban por su lado.━Estoy segura que me convertiré como en tía Andy.

━Por algo tienes su nombre.━sus dos amigos hablaron al mismo tiempo causando que se rieran.

La fiesta paso entre risas, conversaciones y copas demás, cuando llego la hora del famoso baile entre parejas. Eros debía abrir el baila con alguien y estaba sumamente nervioso porque todas las miradas estaban en su dirección.

━Laryssa tienes que bailar con él.━la voz de Annabeth los saco de sus pensamientos.━Rápido o tendrás que sacar a otra persona que no conozcas.

Los dos primos se miraron, y fueron acerándose a la pista de baile.

La platinada se movía de una manera tan refinada que fue fácil para Eros seguirle el rimo. Todos los periodistas tomaban fotos del momento, ya que ambos primos caracterizaban por su gracia y porte.

━Estoy seguro que a Luna le gustaría bailar contigo.━Eros la levanto del suelo con elegancia.

━Apuesto a que Potter se morirá de celos.━respondió mordazmente cuando sus pies tocaron el piso.━Estoy agradecida que fueras tú el que me sacara a bailar.━le dijo mientras dejaba descansar su cabeza en el pecho de su primo.━Mi padre estuviera buscando un perfecto niñito mimado para que bailara conmigo.

━Draco no permitiría eso.━ambos primos se miraron mientras se balancean al compas de la música.

━Disculpen, jovenes.━los dos a la persona que interrumpo el momento.━Pero, ¿me dejaría bailar esta pieza con usted, señorita Malfoy?

━Sería un placer.━Laryssa hizo una reverencia.

Eros sonrió en dirección a su prima mientras alguien tomaba sus manos para seguir bailando, notó que era su abuela.

━Estoy feliz de que tengas amigos que te quieran.━habló Walburga siguiendo los pasos de su nieto.

━Ellas son la razón por la cual sigo de pie.━confesó Eros moviéndose con elegancia, sabiendo que estaban tomando fotografías en ese mismo instante.

Walburga agarró a su nieto de las mejillas mientras soltaba algunas lagrimas, el adolescente se sorprendió mientras dejaba sus brazos aún lado.━Quiero pedirte perdón por todo lo que hicimos antes, por las cosas que dijimos de tu padre.

Sus abuelos odiaban a su padre, Remus.

━Pero todos estos años descubrimos que él en realidad es una buena persona, te ama y haría cualquier cosa por mantenerte a salvo.━su abuela sonrió.━Te amo, cariño.

Ambos se abrazaron, una persona con el corazón destrozado porque no le quedaba mucho tiempo y quería enmendar sus errores, y otro porque la persona que siempre quiso le había dicho esas palabras.

Fueron solo unas horas más tarde esa misma noche cuando todo se había terminado. Lupin había pedido permiso para que ambas chicas se quedaran en la nueva mansión, recibiendo un sí por parte de los padres de las chicas.

Sus habitaciones estaban en el tercer piso.

La habitación de Eros tenía un balcón exterior.

Salió a el y miro hacia abajo. Escaneando el área por unos momentos, antes de notar un perro negro muy grande. Estaba al lado de una de las estatuas de la mansión, pero aún así era visible al ojo del adolescente. Parecía estar observando las carrozas que salían de la mansión.

━Parece perdido.━susurró Eros mientras lo observaba.

El perro parecía no notarlo, por lo cual el adolescente volvió a entrar, sin preocuparse por nada más.

Estaba cansado y mañana debía ir al Callejón Diagon.

No podía esperar que nuevas aventuras podrían causar el trío de oro.