Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo 6

Sentí un dolor punzante en mi brazo, observé de reojo y noté que la herida causada por esa cosa se comenzaba a abrir y la sangre se resbalaba por mi brazo hasta mi muñeca. Si alguien me veía pensaría que estuve en alguna guerra porque estaba cubierto de sangre y la mochila del tipo muerto no ayudaba mucho.

El aparato comenzaba a mancharse de sangre y temí que este dejara de funcionar. Un movimiento estúpido de mi parte por tratar de que este no siguiera recibiendo mi sangre hizo que el aparato causara un poco de ruido y las tres cosas voltearon.

Palidecí y mi cuerpo comenzó a temblar como si la placa de Nazca y la Sudamericana chocaran fuertemente. Mi pie izquierdo se movió hacia atrás para que no perdiera el equilibrio. Una de esas cosas abrió la inmensa boca negra y corrió hacia mí.

Caí de rodillas ocultando mi rostro detrás del aparato que tantos problemas me había causado y pude sentir como algo caía frente a mí, cerré mis brazos aun más al aparato esperando el inminente golpe pero este no llegó. 

Abrí un ojo para ver que sucedía y otra de esas cosas estaba de espaldas a mí obstruyéndole el paso a la otra cosa que quería atacarme. Pude notar que los dos estaban en posición de ataque porque las púas de sus espaldas estaban completamente levantadas siguiendo el camino de la columna vertebral. Parecían unas sombras inmensas a punto de chocar una con otra.

La que quería atacarme lanzó una especie de gruñido asustándome aun más pero la sombra que me estaba protegiendo, o eso esperaba, estiró sus brazos para no dejarlo pasar. Los miré acobardado intentando idear algún plan.

PIENSA, MIERDA, ¡PIENSA!

La cosa atacó al que me protegía con su brazo haciendo que sus garras le cortaran lo que parecía ser su pecho causando un gruñido del que me daba la espalda, este se defendió de la misma forma desgarrándole el brazo con sus garras. Y en un acto que me dejo impresionado los dos gruñeron fuertemente haciendo que los otros dos que estaban en el pasillo salieran corriendo rápidamente. No sé que significaba eso pero sabía que ya eran dos menos y eso me daba un poco más de posibilidad de sobrevivir.

La sombra que me protegía casi me aplasta cuando la otra saltó sobre él. Aproveché ese momento y me levanté con el artefacto para comenzar a correr. Escuche un gruñido de los dos y me volteé mientras seguía corriendo. Uno de ellos había sacado la cabeza del otro con su gran boca y la soltó dejando el cuerpo antes de comenzar a correr a mi dirección.

¡Lo mató! ¡Mató al que me protegía! 

Aceleré el paso, pero podía sentir como la cosa se acercaba a una velocidad increíble a mí, unos metros más allá esas dos sombras aparecieron otra vez y corrieron a mi dirección. ¡Una emboscada!

Me detuve dejando que un sollozo saliera de mi boca. Lo siento mamá...

La cosa de mi espalda estiró su brazo y me levantó apegándome a su cuerpo frió. Creí que arrancaría mi cabeza con su gran boca pero dio un salto entrando por una abertura del techo y comenzó a correr por un pasillo del otro piso. Yo estaba tan asustado que me aferraba a la mochila y al artefacto, incluso creo que estaba dañando mis dedos.

Pude sentir los otros pasos que nos seguían. Quizá me llevaban a su escondite para darme como tributo a su reina o algo por el estilo. Noté como el pecho de esa cosa estaba dañado y dejaba ver unos huesos de su interior. Ni sangre, ni músculos. 

¡Era el que me protegió! También pude notar que su pata tenía una parte machucada.

Es él...

Era la sombra que había salvado en ese cuarto cuando la estructura iba a aplastarlo.

Él dio otro salto subiendo otro agujero con ayuda de su brazo libre y con este mismo volteó uno de nuestros grandes aparatos eléctricos médicos cubriendo el agujero. Las otras sombras comenzaron a golpearlo para intentar subir pero el peso de este era mucho y no lo lograron. Él me bajo con cuidado y cayó sentado.

Yo lo miré y caí de rodillas frente a él, mis brazos dolían así que dejé el aparato con cuidado en el piso y me centré en la herida de mi brazo. Se veía bastante grave porque se había abierto con toda la presión que había ejercido.

Rompí un pedazo del traje sacando tela de la pierna y la comencé a poner como venda improvisada en mi brazo, dolía pero tenía que aguantar. Si esa cosa aguantaba una herida en su pierna, en el pecho y además podía cargarme, no quería parecer un debilucho.

Levanté la vista y me encontré con sus ojos blancos mirándome, sin parpadear. Cuando terminé de poner la venda solté un suspiro y me senté con las piernas cruzadas mirándolo.

No tenía idea de que decir... "Gracias por no devorarme" "Gracias por salvarme" Bueno... eso podría servir.

-Gracias... -Dije en voz baja mirándolo.

Él no se movió y tampoco parpadeó, estiró su brazo haciendo que me quedara quieto y paso una de sus garras suavemente por mi cuello hasta mi mejilla. Su roce me hacía cosquillas así que una risa involuntaria salió de mi boca deteniéndolo. Él alejó su mano y siguió en la misma posición.

-¿Duele? –Dije apuntando su pecho.

No me respondió con palabras pero si movió su cabeza negativamente.

-Y... ahí... -Dije apuntando su pierna.

Volvió a negar sin soltar una sola palabra. 

Saqué la mochila de mi espalda y pareció alarmarse ya que su boca se abrió un poco dejando a la vista esos dientes afilados. Me moví muy lento y saqué una botella de agua para beber un poco, abrí la tapa y la acerqué a mi boca. El agua recorrió mi garganta y me sentí un poco mejor. Sonreí alejando la botella de mí y la acerqué lento hacia él.

De un solo movimiento sujetó la botella con esas inmensas garras y dejo que el agua cayera por su boca la cual estaba abierta tanto como la de una serpiente de las ilustraciones de mis libros. Me asusté y retrocedí un poco, él lo notó y dejó caer la botella vacía cerrando la boca. 

-Disculpa... -Dijo con la voz un poco menos rasposa que la vez pasada. –No quería asustarte.

-Con esos dientes quien no se asustaría... -Murmuré sonriendo para mi mientras jugaba con mis dedos.

Su brazo volvió a estirarse pero esta vez tocó uno de los mechones de mi cabello rubio que caía por mi frente. Lo miré intentando buscar similitudes entre nosotros. El cabello de él era bastante largo y no parecía del mismo material que el mío... era más duro y caía tieso por su espalda, como las púas de los puerco espines, su cuerpo era mucho más grande, parecía como si todo él estuviera cubierto por alguna tela delgada color negro. 

-Muy suave... -Murmuró tocando otros mechones de mi cabello. Recordé cuando mamá acariciaba mi cabello para que durmiera y me alarmé.

-Debo irme... -Dije viéndolo.

-No, peligroso. –Respondió apartando su mano.

-Mi familia debe estar preocupada... -Explique intentando convencerlo.

-Peligroso, no. –Repitió negando con la cabeza. Solté un suspiro y golpeé mi frente molesto.

-¿Tú no tienes familia? –Pregunté apoyando mi codo en la mochila.
Él asintió.

-Eso es un... "si tengo familia" o un "sí, no tengo familia" –Dije sonriendo.

-Complicado... -Respondió parpadeando.

-¿Tus ojos no duelen al no parpadear por mucho? –Curioseé mordiendo mi labio.

Él negó.

Nos quedamos unos minutos en silencio hasta que pregunte.

-¿Tienes nombre? –Pregunté intrigado.

-¿Tú tienes? –Respondió con otra pregunta haciendo que yo frunciera el ceño.

-Jimin... mi nombre es Park Jimin... -Dije estirando mi mano.

Al parecer no entendió mi gesto porque acercó su rostro a mi mano y la olió haciéndome cosquillas. Reí despacio y la alejé.

-¿Cómo aprendiste mi idioma? –Interrogué.

-Libros. –Soltó jugando con la botella vacía.

-¿Tienes libros? ¡Yo también! Los adoro... -Dije sonriendo.

-También me gustan. –Comentó tranquilo sujetando uno de mis pies.
Deje que lo observara, saco mi zapato y miro mis dedos, yo los moví para ver su reacción y alejó su rostro alarmado.

-Tranquilo... no hacen nada. –Expliqué sonriendo, acerqué mi mano a mi pie y jugué con mis dedos.
Acercó sus garras desconfiado y tocó mis dedos del pie.

-Son como los de mis manos... -Dije sonriendo.

Paso una de sus garras por la planta de mi pie y yo tuve un que aguantar la risa que quería escapar de mi boca. Siguió repitiendo la acción hasta que no aguante y comencé a reír.

-¿Te duele? –Dijo alejando un poco la garra.

-No... me da cosquillas. –Murmuré con una sonrisa divertida en mi rostro antes de volver a ponerme el zapato.

-¿Cosquillas? –Preguntó sin entender.

-¿Ustedes no sienten cosquillas? –Dije más como una afirmación que pregunta. Él pasó una de sus garras por su cuello y luego por su pata con más garras.

-Al parecer no... -Dije inflando mis mejillas. Me acerqué con cuidado.

-No te haré daño... -Explique cuando estuve lo bastante cerca para sentir su respiración. Acerqué mi mano a su rostro. Estaba muy frío, como cuando te levantas descalzo en medio de la noche para ir al baño y sientes el piso helado.

Pasé la yema de mis dedos por su rostro hacia su cuello. Me encontraba arrodillado en frente de él en medio de sus largas piernas que descansaban a mis costados.

-¿No sientes nada? –Pregunté mirándolo.

-Calor... tu calor. –Dijo vigilando mis movimientos.

-Quiero volver con mi familia... -Informe sujetando su rostro con mis dos manos.

Él negó.

-Por favor... extraño a mamá... -Expliqué acariciando lo que parecía ser su mejilla.

Él volvió a negar.

-Yo cuidarte... -Dijo silenciosamente.

-Y te lo agradezco pero enserio debo volver... si no les llevo estas cosas ellos morirán... -Advertí de la misma forma que lo hacía mamá cuando yo no quería comer vegetales.

-Yo morir si no estás. –Afirmó haciendo que me detuviera.
¿A que se refería?... acaso yo... 

-Tú me salvaste. –Dijo apuntando su pierna.

-Y tu me salvaste a mi, estamos a mano... sigue tu camino y yo el mío. –Pedí dejando que mis manos descansaran en sus hombros puntiagudos.

-Eres mi camino. –Soltó entrecerrando los ojos. 

Negué sonriendo un poco.

-Sí. –Dijo más como un gruñido.

-No gruñas. –Ordené regañándolo. –Me asusta.

El parpadeó repetidas veces antes de darme una respuesta.

-No querer asustarte... -Dijo con su voz normal nuevamente.

-Entonces no gruñas. –Dije fingiendo enfado.

-Disculpa... -Dijo algo inquieto. –No te vayas...

-Debo volver... ¿Quieres que nos volvamos a ver? –Pregunté mirándolo.

Él pareció no entender.

-¿Querer? –Murmuró sin entenderme.

-Querer... es... necesitar algo. –Explique lo mejor posible.

-Yo te quiero. –Soltó sin quitar su mirada de mí.

Yo me sonroje muy avergonzado.

-No... no lo entendiste... querer es... -Buscaba las palabras nervioso.

-Yo querer a Jimin... Jimin, Jimin, Jimin. –Repetía poniéndome aun más nervioso y avergonzado.
Me levanté rápido y tome el aparato.

-Adiós... -Murmuré mirándolo.

Él entrecerró los ojos y se levantó haciendo que yo levantara la mirada para verlo.

-No irte. –Dijo seriamente haciendo que un escalofrío bajara por mi columna.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro