Capitulo 24 (Final)
19 de Octubre 2351
-¡Pero tío Jimin! ¡Por qué los dejaron huir! –Exclamó Jungkook mirándome con sus brazos cruzados.
Yo reí sintiendo el aire caliente golpeándose contra mis mejillas.
-Si lo piensas bien, podríamos haberlos tenido durante el resto de sus vidas encerrados... pero nadie siente algo por ellos... ni amor, ni cariño, ni nada... -Dije sonriéndole. –Ellos están libres por la Tierra y no tienen a nadie más que su mala compañía... creo que eso ya es suficiente, deben arreglárselas por si solos.
-Mmm... si tal vez tiene razón... -Murmuró Jungkook pensativo. –Aunque me hubiera gustado golpear a algunos de esos del comité.
El silencio se hizo presente y ambos nos quedamos observando el mar, las nubes se trasladaban rápidamente sobre nosotros, el cielo de verano resplandecía celeste y uno que otro "pajarillo" volaba espantando a los más pequeños, los normales.
-¿Puedo hacerle otra pregunta, tío Jimin? – Jungkook se recostó en la arena con sus brazos bajo su cabeza.
-Claro, adelante. –Respondí imitando su acción.
-¿Cómo supo que no podía dejar morir a el tío Yoongi? –Interrogó mirando las nubes.
Su pregunta me había sorprendido un poco, nunca me había detenido a pensar, ¿Qué hubiera pasado si lo dejaba morir? Solía preguntarme otro tipo de cosas... pero no podía concebir verlo muerto, jamás.
-Supongo que mamá me había educado demasiado bien como para dejar a alguien sin ayuda. –Respondí estirando mi mano fingiendo tocar el sol.
-¿Entonces no fue amor a primera vista? – Jungkook rió mirándome.
No pude evitar soltar una enorme carcajada por su comentario.
-Primero... pasas mucho tiempo con tu madre ¿No? –Dije dándole un codazo. –Y segundo... ¿Crees que hubiera podido sentir algo que no fuera terror al ver una de esas sombras en su forma natural por primera vez? ¡Había visto cientos de cuerpos antes!
El asintió y continuó.
-... ¿Cree que algún día seremos cientos y luego miles? – Jungkook tenía la misma perspicacia que Sungjae.
-¡Millones Kookie, millones! –Aseguré sentándome al sentir su presencia cerca. – Yoongi.
- Jimin. –Respondió el azabache apareciendo atrás de mí.
-¡Por qué hacen eso siempre! ¡Me asustan! –Chilló Jungkook dando un salto.
Sonreí viendo como Yoongi se sentaba a mi lado y tomaba mi mano que descansaba en la arena.
-¿Tío Yoongi? ¿Podemos ir a nadar? – Jungkook se levantó sacándose los zapatos.
-Adelántate, tengo que hablar con Jimin. –Dijo Yoongi sin quitar su mirada de mí.
¿Qué sucedía?
Me senté más cerca de él y cuidaba que a Jungkook no le sucediera nada, aunque con Hoseok en el agua junto a los demás, era difícil que se ahogara.
La comisura de mi labio se elevó por mi idiotez.
-Si, eres idiota. – Yoongi sonrió pasando su brazo por mi cintura.
-Somos unos idiotas que se aman sin temor ni restricciones. –Respondí levantando mi mano para acariciar su labio.
-El amor más puro y hermoso que hubiera soñado... -Su rostro se acercó peligrosamente al mío y nuestros labios hicieron contacto rápidamente pidiendo uno del otro.
-¡Vamos tío Yoongi! ¡Por favor! -Gritó Jungkook desde el agua.
Yoongi se separó de mí con una pequeña sonrisa.
-No me digas que aun le temes al agua. –Levanté una ceja, burlón.
- Jimin, ya van años viviendo en la Tierra... ¡El agua es lo mío! –Exclamó él corriendo al mar.
Pude ver como ambos jugueteaban en el agua y como otras sombras se acercaban a saludar.
-¡Espérenme! –Grité corriendo hacia el agua.
24 de Diciembre 2351
Las estrellas del cielo se mostraban más bellas esa noche, el viento había desistido y el calor estaba perfectamente regulado, parecía un sueño... una simulación.
Mis pies iban de atrás hacia adelante y las cuerdas del columpio hacían sonido cada vez que me movía unos centímetros. Había pasado la tarde en familia con una buena comida y palabras de cariño deseando una feliz navidad a todos, era una tradición.
Hoseok y Taehyung nos habían dado un regalo a cada uno de nosotros pensando en la utilidad de esos mismos.
El señor Yook y mi madre nos dieron la hermosa sorpresa de que Sungjae y yo tendríamos un hermano menor al cual amar y cuidar, Jungkook estaba feliz, estaría más acompañado. La señora Hee Yeon y Minah bromeaban diciendo que yo ya no sería el bebito de mamá.
-¿Pensativo? -Preguntó Yoongi apareciendo a mi lado.
-¿Espiando? –Dije de la misma forma sin mirarlo.
-No puedo evitarlo... eres... eres todo. –Murmuró apoyándose en el tronco del árbol.
Los dos no dijimos nada, observamos el cielo, los árboles, nuestra casa... el hogar que habíamos logrado.
-¿Yoongi?...
-¿Si?
-Crees... ¿Crees en la vida después de la muerte? -Mis ojos se encontraron con mis pies y luego con su cuerpo frente al mío.
-Si, si creo. –Respondió tomando mi mano.
-Entonces... ¿Puedes prometerme algo? –Mis ojos se humedecieron, no pude evitar soltar algunas lágrimas. -¿Puedes prometerme que en otra vida... seguirás amándome?
Yoongi levantó mi rostro y sus labios besaron los míos.
-Lo prometo.
Estaba contento.
Orgulloso, por cumplir mi sueño y el de papá.
Preocupado, por todo el futuro.
Amado, por Yoongi.
Feliz, por la vida que tenía, lo que había logrado.
Fin.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Y éste mis queridos lectores es el fin, espero que les haya gustado ésta historia tanto cómo a mí.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro