Había caminado sin rumbo alguno desde ya hace unas horas,su estómago estaba vacío y se encontraba sin energía alguna,su rostro arruinado por la suciedad y las lágrimas que hincharon sus ojos solo lo hacían ver más miserable de lo que se encontraba con él mismo,era horrible enterarse que el amor de tu vida por el cuál te la jugaste en grande cayó en los encantos de una mujer tan simple como era Shaina.

Tal vez decía eso por los abominables celos que sentía,le era inevitable no pensar cuán negativa y poco ideal era para Milo,era una persona brusca que solo sabía lastimar a las personas cuando las cosas no salían a su favor,desquitando furia e ira en cualquiera que se le cruzará,contestona y de pésimo vocabulario,¿qué tenía de linda más allá de su apariencia?.

Oh claro,y no podemos olvidar ese amor tan enfermizo por Seiya,acosarlo,decir que lo mataría para no amarlo era una ridiculeces que de por si casi lograba en diminutas ocasiones,ahora que lo pensaba,¿no era extraño que de un día para otro todos esos sentimientos por ese chico de cabellera castaña desaparecieran de repente?,era tan sospechoso y poco profesional de su parte,qué tonterías.

──¿Pero qué tipo de cosas digo?,si justo ahora yo...Estoy en una situación mucho peor. -Se regañó por su comportamiento infantil,se detuvo un momento para sobar su frente,recostó su cuerpo en el tronco de un roble necesitaba relajar su mente.- ── Shaina podrá ser todo eso pero no merece que hablé así de ella y aún así, me comportó como un niño haciendo un berrinche,tan penoso.

Su estómago rugió con fuerza,apenando al muchacho gradualmente pese a estar solo,no se acostumbró a esos ruidos tan estruendosos de su parte,era muy responsable en su alimentación por lo tanto oír como sus tripas reclamaban comida le era bastante molesto,y el hambre pone irritable a cualquiera. Entonces se dispuso a buscar algo con que calmar su apetito,sinceramente el no quería comer nada gracias al nudo en su garganta y el dolor en su pecho,sin hacer mención del mal sabor de boca que le dejó ese incidente,pero no era saludable maltratar su cuerpo de esa manera y privarlo de lo reclamado,de algún modo sabía que eso podría suceder y no quiso creerlo así qué podríamos decir que era algo inevitable.

Milo es muy apuesto y propuestas no le han faltado tanto de mujeres y varones,tenía muchas opciones para elegir y de entre todas ellas se fijó en la última persona que menos se esperaba,más que enojado estaba decepcionado con su persona,¿acaso no era lo suficientemente lindo o físicamente atractivo? o podría ser que Milo prefería juntarse con una mujer y no con un hombre como Camus lo era,si ese era el caso no tenía mucho sentido pelear una batalla que sin iniciar ya estaba perdiendo,Camus no estaba seguro de ser homosexual,no hasta conocer a Milo y otro dilema era saber si Milo también lo era,una pregunta que tenía una respuesta no tan clara.

Vio un árbol de mandarinas,le parecía curioso ya que no era temporada pero no le importó mucho y se apresuró a tomar tres de las más grandes,no se comería una pero la guardaría por si la mañana siguiente no encontraba algo igual de decente para comer,las peló pacientemente con la mirada agachada en ellas,esas terribles ganas de llorar no se irán con el viento,y su corazón destrozado cae en un derrumbe que aniquilo aquello tan precioso como el amor,los poetas no mentían en decir que el amor duele más que mil golpes en el pecho,porque ya no es sólo el dolor físico que suele ser momentáneo,el dolor espiritual que suele ser eterno,aquel que carcome los restos del alma.

El sabor de la fruta era mucho más ácido cuando pensaba en eso,pasaban por su garganta con dificultad,tenía los labios,ojos y mejillas rosadas por haber llorado hasta el ocaso,sus ojos acumularon lagrimas que salieron a cantaros inhumanos,deshidratándose,¿como pudo olvidar?.

Debía volver al castillo y enfrentar cara a cara los aires de victoria del dios del inframundo,y sinceramente.

Tenía pavor de lo que fuera a ocurrir de ahora en adelante,sin su libertad,había un enorme vacío en su ser.

Siguió su camino con el peso de sus males encima de sus delgados hombros,no quería pasar la noche en el desolado bosque,no por temor a los peligros que le rodeaban sino por su propia salud mental que estaba colapsando con tantos árboles que hacían la ilusión de caerle en su cabeza,no tenía un lugar fijo donde ir,y su única opción por desgracia era volver al lado de...su Señor Hades.

No acabo de aceptar lo que dijo en su mente,fue duro admitirlo,pero ya no era un caballero ateniense,ni siquiera se consideró ser un espectro,él era algo mucho peor que eso,era un sirviente en manos de la maldad en la tierra y el espacio.

Ya la muerte no sonaba tal mal como antes.

Le esperaba un enorme recorrido,no iba a estar lamentándose toda la noche,era inútil en ese momento,de todos modos para él no estaba todo perdido,no por completo.

Pero él no quería volver,oír la voz llena de burla y arrogancia de Hades era un tortura que no estaba dispuesto a aguantar

Debía conservar aunque fuera una última esperanza,era ese pensamiento que lograba mantenerlo de pie,confiaría en el destino tan maldito que le ha tocado.

── Ojalá la noche sea menos problemática.

Camus pedía a urgencias un momento a solas con el mundo,sin tomar muchas precauciones de donde caminaba,estaba oscuro y el bosque era repetitivo en cuanto los alrededores anchos y angostos por los cuáles traspasaba sin interés alguno.

Y así paso,caminó y caminó sin rumbo por varias horas,siendo guiado a la nada absoluta,como su única compañía las inseparable estrellas adornando el manto de la bella noche de luna menguante,los vientos del sur agitaban las hojas de los robles haciendo crujir pequeñas ramas.

Allá va,un corazón marchitado como las flores en sequía,quebradizo y sensible,debía ser protegido de todo el mal que entrará en el no era justo que pasará por tanto,para al final quedarse con nada.

Desafortunadamente,nadie obtiene lo que realmente desea de sea en cambio muchos suelen acostumbrarse a ser pisados y decepcionados sin importar la persona que fuese el causante,y en mala fortuna de Acuario,le cayó un enorme golpe llamado Realidad.

Y el drama a penas estaba comenzando,ya que aún faltan muchos sentimientos por ser destruidos y muchos amores no correspondidos.

Tres damas asomaban los ojos ante la penumbra y amenazadora niebla que cubría los alrededores del Castillo Heinstein,Perséfone jamás lo vio tan cerca de si como ahora lo hacía ahora entendía el afán de su "esposo" por semejante reliquia tan exquisita como ese bello y mortal castillo,simplemente magnífico y digno de alguien como Hades,pero las energías negativas de la zona ponían nerviosa a las deidades,en el caso de Saori el efecto era un poco más difícil de persuadir sin embargo Perséfone estuvo allí ayudándola en lo que podía.

── Señora Perséfone,entiendo sus ansias por ver a Hades pero por su seguridad le pido que vaya con más cuidado. -Advirtió aquel caballero femenina que las escoltaba,notablemente preocupada por nas acciones de la hija de Deméter y con cuánta imprudencia que cabía en ella.

── No estoy ansiosa. -Dijo la castaña apenada.- ── Han pasado casi dos días desde que me escapé de los jardines de mi madre,ella volverá mañana y si no me ve ahí,todos estaremos en problemas tamaño titán. Más si mi madre vuelve a contactar con Zeus. -Tenía un buen punto ahí, era mejor apurar.

── Kido,si esto gira en contra de nosotras esperó y que tengas un plan de respaldo.

── Lo tengo,pero no lo necesitaremos si llegamos antes de la media noche,si es cierto lo que dices y Hades está en aquella torre,nos tomará una hora.

──¿¡Una hora!?. -Exclamó Perséfone.-──¡Athena,no tenemos una hora!. A como sea,tenemos que estar allá rápido.

── Yo tengo una idea,pero no creo que les guste.

Las diosas se miraron entre si,no tenían más opciones que les pudiera ayudar y sin quejarse oyeron la proposición de Alpha Librae.

Saori palideció ante la idea,pero Perséfone lo tomó mucho mejor de lo que se imaginan,el plan era saltar por encima del resto del castillo y poder cortar la ruta,pero necesitaban la fuerza bruta de Odeth para crear semejante propulsión y así lo planteó sin rodeos,acomodó el hacha en su espalda para que no se soltará,delicadamente montó a Saori en un brazo y Perséfone en el otro,llevó una cantidad considerable de cosmos de sus pies y pantorrillas y de esa manera y con todas las fuerzas acumuladas salto sin pensarlo,antes de aterrizó sobre diferentes superficies del castillo repitiendo la misma acción numerosas veces hasta alcanzar el objetivo principal,la torre de Hades.

Sin embargo,una vez que las deidades bajaron del guerrero,sintieron la abrumadora aura que desprendía la habitación,Odeth no recordaba que el cosmos de Hades fuera menos insignificante desde hace unos momentos,¿que había pasado?.

¿Acaso Hades ocultaba alguna fuente de energía?,imposible pensó ella.

── Entremos.

Saori fue la primera en dar unos cuantos pasos a la puerta de la habitación,abriéndola despacio aunque esta fuera abierta de golpe por la misma energía del castillo.

Entonces lo vieron,postrado en su cama con los ojos puestos fijamente en cada una de ellas igual que una fiera lista para atacar en la yugular de su víctima,todas sabían para quién iba dirigida esa mirada de odio y sed de sangre,Athena ni se inmutó, al contrario,observó las profundas orbes verdosas del señor de los muertos sin ninguna pizca de duda o pavor,mostró un coraje esplendido,digno,y sobretodo poderoso como Athena era en sus momentos de gloria.

El rostro de Hades se suavizó un poco cuando vio a su reina delante de él, estaba tan hermosa y esplendida como siempre lo fue,su fina y delicada figura,su rostro dulce y sereno,esos cabellos cafés y sus hermosos ojos azul grisáceo,la misma Perséfone que no miraba desde hace muchos y insufribles años.

Perséfone por otro lado,tenía consigo una mar de emociones dispersas por partes de su cerebro,estaba feliz de verlo pero también sentía cierta indiferencia con él, era normal después de todo,ya han pasado los siglos y ella nunca le perdonó aquel incidente por el cuál ella y su madre sufrieron mucho,pero quién más daño recibió fue la misma Deméter de ver a su amada hija pasando las misma desgracia que ella pasó con Zeus.

Perséfone optó por sonreír un poco,Hades cerró sus ojos un momento y respiró tratando de calmarse.

── Hades,ya debes saber la razón de porqué estoy aquí. -Adelantó a decir Saori dando un paso al frente.

── Lo que me pides es muy atrevido,¿qué te hace pensar que te ayudaré?. Sabes que a mi jamás me ha salido bien eso de ser bondadoso,mucho menos con mis enemigos. -Escupió casi molesto,Athena era una chiquilla muy necia.

── Comprendo que dada a nuestras circunstancias no tengamos una buena relación como familia,te gusté o no así son las cosas,he venido hasta aquí para negociar contigo.

── Dejame adivinar,¿quieres que traiga de regresó a la vida a todos tus caballeros que murieron en las guerras,verdad?.

Ella asintió, y la sonrisa de Hades no se hizo de esperar.

── No puedo hacer eso,Athena.

──¿Por qué no?.

── Recapacita tus palabras,me pides que traiga no uno sino una parte considerable de tu ejército,aún sabiendo mi condición actual. Me dejas a mi suerte en un mundo desolado y casi destruido en el espacio tiempo,y todavía tienes agallas para venir a mis dominios y jugar el papel de víctima,no sólo trayendote a esa traidora contigo sino que arrastras a otro Dios en tus asuntos,eres alguien terrible.

Odeth mostró furia cuando Hades le llamó traidora,estaba lista por si al pelinegro se le ocurría alguna estupidez y con ello poder ponerle un verdadero final,Perséfone logró controlar que no hiciera movimientos falsos. Pesé su rabia,no perdería la compostura con alguien de tan bajos hábitos.

Según su opiniones respecto a todas los cosas que Hades ha hecho.

── Yo estoy aquí ha voluntad propia Hades,Athena no tiene nada que ver en mi decisión.

── Oh Perséfone,tan dulce e ingenua,nunca dejaste ese mal hábito de preocupar a los demás,¿Deméter sabe que estás aquí,o has vuelto a escapar?.

Perséfone no hizo caso ante las provocaciones de Hades,en cambio camino al lado de Saori dándole señales para que siguiera intentando dialogar con él.

── Estoy consciente de tu estado,es por eso que le pedí a Perséfone su asistencia aquí,se que no vas a escucharme pero quizás a ella si. -Dió espacio a la castaña quién decididamente se fue por el todo o nada.

A pasos lentos se acercó al borde de la cama,tímidamente deslizó sus dedos,con la mirada agachada y el carmín pintando su blancuzco rostro.

──"Encantadora." -Pensó el dios de los infiernos,viniendo los recuerdos de cuando ella le sonreía de esa manera soló a él con el afán de que también le regalara una.

Que bellos tiempos.

Sentada a su lado,la nombrada Perséfone,hija de Zeus Dios del Olimpo y Deméter Diosa de la Agricultura,Reina del Inframundo y Diosa de la Primavera,esposa del temido Hades.

Aquella bella mujer que le regaló los mejores años de su vida,tan dedicada a hacer lo mejor posible para que su matrimonio forzado saliera bien,¿y él como le pagó?.

Ella tranquilamente le miró a los ojos,mostrando seriedad en el indicándole que aquello iba muy en serio. Entonces ella tomó la primera palabra.

── Escucha,entiendo que esto es muy difícil para ti y tú lo sabes. -Hizo una pausa para tomar una gran bocada de aire y continuar.- ── Pero es una oportunidad que tienes de mostrar que puedes hacer más que traer desgracias a los demás.

── No digas tonterías,mi rol en el Olimpo no es demostrarle nada a nadie,soy una deidad que para ser respetada primero debe ser temida.

──¿Y quién te tendría miedo o respeto ahora?. Tú cosmos es casi inexistente. -Mostró mucha preocupación en sus últimas palabras.

── Eres muy observadora. -Mencionó con ironía,pero Perséfone lo dejó pasar por esta vez.- ── Mi cuerpo y mis poderes están de cierta manera "dormidos",no hay forma que pueda hacer semejante petición y aunque pudiera,ni siquiera me tomaría la molestia de escucharte como ahora,Athena.

── Y si nosotras pudiéramos darte algo de nuestro cosmos,¿lo harías?.

El peliengro abrió los ojos con sorpresa,eso no se lo esperaba de ninguna manera,¿qué tan mal estaban las cosas allá en crecía que les urgía tener de nuevo a los caballeros de oro y restantes a su lado?.

Tal vez no lo estaba pensando con claridad absoluta,pero la simple idea de recuperar su poder instantáneamente era demasiado bueno como para desperdiciar semejante oportunidad de debilitar a Athena,aunque había un claro obstáculo que le cortaría antes de siquiera sacar una cantidad considerable de energía de ella,del otro lado,estaba Perséfone y de seguro,lo odiaría más de lo que pensaba.

Oh,por supuesto,Hades había olvidado a su nuevo juguete,claro.

Él podría no ser muy relevante entre los demás caballeros dorados,pero para Athena era como un "hijo" por así decirlo,cada uno de ellos,independientemente de todo lo que hicieron estando en vida,no le importaba porque estaba llena de amor.

── De acuerdo,pero antes debes saber que siempre pongo condiciones antes de hacer un trato,soy muy precavido en esos aspectos.

──¿Significa que si les de volverás sus vidas?.

── Correcto,pero no obstante para hacerlo requiero una cantidad considerable de cosmos,dijeron que estaban dispuestas a darme del suyo,bien espero que cumplan su promesa si quieren buenos resultados.

── Te lo agradezco mucho Hades. No sé de que manera mostrarte mi gratitud. -Respondió Perséfone, plantándole un pequeño beso en la mejilla,dejando al Dios confuso pero sin desagradó alguno,al darse cuenta de ello y no medir su emoción por el momento Perséfone se levantó bruscamente de la cama evitando cualquier contacto con Hades.

No se suponía que haría eso.

── Que asco. -Dijo en voz baja Odeth,todo aquello le parecía sacado de un libro de romances viejos que tanto le aburrían,no porque fueran malos,sino por el contenido repetitivo y era ese mismo el cuál presenciaba justo ahora.- ── Alguien como ella besándose con Hades...Qué surrealista.

── Al menos logramos el objetivo. Y Perséfone se le ve feliz.

── Así qué...¿Cómo piensan transmitirle sus cosmos a Hades?, suena problemático.

── De hecho,no es tan complicado a como lo parece,es sencillo pero termina siendo muy agotador para quienes lo transmiten,es algo similar a la transfusión de sangre. -Explicó Saori acercándose a Hades del ogro lado de la cama.

── Toma nuestras manos para comenzar.

──¿Es necesario?. -Miró con desagrado la idea,Saori se sintió un poco mal pero así era Hades.

── Si,no hagas berrinches. -Alentó Perséfone.

Sin remedio,Hades aceptó la mano de su sobrina con descontento,Perséfone pronto encendió su cosmo energía y empezaron la sesión,llevaría casi dos horas en terminar,dependiendo de la capacidad de aguante divino.

Pronto los cálidos cosmos de Athena y Perséfone emanaron al cuerpo del pelinegro,la sensación era abrumadora por no decir indescriptible en ese momento,nunca había sentido tan de cerca el cosmos de otros dioses.

Era media noche,y Camus sin notarlo estaba en uno de los recorridos del bosque que lo llevaba directo a las doce casas zodiacales,al principio el sitio le era familiar,pero no estaba en capacidad de pensar mucho en eso,no hasta que se topó con uno de los alrededores del templo de Piscis,las rosas que adoraban a su cuidador,estaban marchitas y tristes,secas y de color café que opacaba el bello rojo sangre con el que desfilaban la última casa con mucho esplendor,de cerca era un cementerio de rosas.

Camus pensó cuán triste debía estar su amigo al no poder hacer nada por ellas,se sintió aún peor de lo que estaba al ver las flores muertas.

Tan muertas como él.