6.
"Mitad amor
Mitad arrepentimiento".
—¿Tu también trabajas en el negocio del señor Shelby?— me pregunta Grace de repente.
—A veces —respondo con una ceja alzada mientras ordeno —¿Porque?.
—Solo me parece bien que las mujeres tengan un rol —dice ella limpiando —Eres la única mujer con la que hablo por aquí, si deseas podríamos tomar un día un café y hablar de algunas cosas.
Vaya.
—Gracias — digo mirándola.
Polly me enseño a tener un instinto con las personas, no quiero ser mala, pero ella no me da esa confianza que dice Polly que alguna gente te suele dar.
—Dame una botella de whisky y dos vasos, por favor —le dice Tommy a Grace, me acercó hacia ese lado.
—Tenemos que hablar —apoyo mis manos en la ventanilla, Grace le deja la botella con los vasos —No se si vaya, necesito más dinero, quiero el doble de lo que me ofreciste.
—Ya te di tres —dice con una pequeña sonrisa.
—No basta si quieres que me vea bien —lo miro—No puedo usar cualquier cosa.
—Lo que yo quiera no importa— dice, espera ¿que? —No es para mi para quien te vestirás.
Este toma la botella rápidamente y se marcha.
—¿Como?— pregunto sacando mi cabeza por la ventanilla —No soy una prostituta Tom.
Luego de una media hora salen de su reunión, los hombres que estaban con él salen cantando a todo pulmón, sonrió. Tommy deja la botella encima.
—Creí que solo Grace tenía permitido cantar los sábados —lo miro.
—El whisky suelta la lengua — dice él —Te dice quien es auténtico y quien no.
—¿Y que querían mis paisanos?— pregunto bromeando.
—No querían nada, beben en el black Swan en Sparkbrook —dice Thomas —Son rebeldes solo porque les gusta las canciones.
—¿Simpatizas con ellos?—le pregunta Grace que estaba mi lado.
—No simpatizó con ninguna afiliación — le responde él.
—Sus acentos son tan cerrados que es inevitable que no los entienda— le dice Grace —La próxima vez podría traducirlo.
—¿Trabajarías para mi?—le pregunta él a Grace, solo los miro.
—Creí que ya lo hacia —le dice ella, Tommy se gira en mi dirección.
—¿Entonces vendrás a la carrera?—me pregunta.
—Ya sabes lo que exijo — le doy una mirada con una media sonrisa, este introduce su mano en su bolsillo y deja el dinero encima.
—Cómprate quizás algo rojo —dice mirándome —Para que haga fuego con su pañuelo.
Se marcha.
–¿De quien diablos es el pañuelo?—me pregunto en un susurro.
Vuelvo a la limpieza, el lugar no está repleto, no es una hora donde transite mucha gente por aquí. De repente entra un hombre al bar y deja una nota en el mostrador, me hace un movimiento con la cabeza y se marcha. Tomo la nota y la abro, es una dirección de un lugar, abajo aparece el nombre de Ada, gusto el papel en mi bolsillo.
—Saldré a dar una vuelta, Grace —la miro, está asiente con la cabeza —Vuelvo pronto.
Tomo mi abrigo con mi bolso y salgo del bar, camino por varias calles hasta que desaparezco de las principales. Tomo el camino del canal hacia el fondo donde ya no hay mucha gente y el lugar se ve un poco terrorífico ¿que diablos hace Ada por aquí?. Finalmente leo en la pared la dirección, entró al viejo edificio y bajo al subterráneo, golpeó la puerta y enseguida se abre, aparece Aida con una tremenda barriga.
—Di— dice ella con una sonrisa.
—No lo puedo creer, que grande—miro su barriga, me acercó y la abrazo cuidadosamente—¿Porque volviste?.
Hace mucho tiempo que no la veía.
—Entra, pasa— ella me abre la puerta y me deberá entrar.
Al entrar a la pequeña habitación veo a Freddie Thorne.
—Hola Diana —dice él, nunca me lleve mal con Freddie Thorne —Ada deseaba verte, eres la única amiga que tiene, dijo que no nos delatarías con Thomas.
—No soy una soplona —lo miro—Pero se supone que ustedes no tenían que venir, la gente te busca Freddie.
Veo que este toma su abrigo y su sombrero, va a salir.
—Mira mi estómago —Ada toca su barriga, sonrió.
—Es inmensa – la tocó con mi mano suavemente.
—Tengo que salir, fue un gusto verte Diana—dice en la puerta —Recuerdo cuando pequeños una vez me pateaste las bolas, éramos unos niños.
—Y te las pateare de nuevo si le pasa algo a Ada —suelto una risa —Adiós Freddie.
Este se va y quedamos solo los dos, el lugar donde se están quedando es horrible.
—¿No necesitas nada?—pregunto sentándome en un banco de madera—Puedo traerte lo que te guste de comer.
—Por el momento estamos bien, no te preocupes — dice ella tomando asiento —Quizás podrías hablar con Tommy y quizás...
—Creme, su guerra sobrepasa todo— la miro.
—Me e sentido... un poco sola— dice ella, lo veo en su mirada.
–Te entiendo, quizás no estoy en tu piel y no siento lo que tú sientes, pero entiendo porque hace todo lo que estás haciendo— tomo su mano—Se que tú amor hacia él es algo grande y ese amor a veces hace que sigamos al final sin importar si sea correcto o no. Nunca te juzgaré A, estas enamorada.
Ella me sonríe para luego darme un abrazo.
—Estoy tan harta que tener una enorme barriga si — dice ella, suelto una risa —Serás una fantástica mamá algún día Diana.
Sonrió.
—Y tú lo serás, Ada—digo mientras me pongo de pie—Será mejor que vuelvas, pero si necesitas algo que Freddie mande a uno de sus hombres comunistas o algo así.
–Claro, adiós —salgo del lugar y camino nuevamente hacia el bar.
Hago el mismo recorrido para llegar, al entrar me quito el abrigo y lo cuelgo para comenzar a trabajar. Por el rabillo veo que Grace me está observando.
—¿Tienes familia en Irlanda Grace?—le preguntó mientras limpio.
—Mis padres fue asesinado, mi mamá murio hace unos años —responde ella —¿Y tú?.
—Mi padre nos abandonó cuando éramos pequeños — digo mirándola, solo los chicos saben que Chris es hijo de otro hombre —Y mi madre murio de una enfermedad, nos quedamos solo y seguíamos siendo ingenuos.
—¿Te criaste con los Shelby?—me pregunta, asiento con la cabeza.
—Polly terminó de ser mi madre, me enseñó cosas de la que necesitaba y no sabía — respondo mientras termino de limpiar —Mi hermano se crió con ellos codo a codo, igual por igual. Incluso antes de que muriera mamá ellos eran amigos.
—¿Y tú y Thomas?—me pregunta ella, la miro.
La puerta del bar se abre fuertemente y aparece Ada, salgo detrás de la barra y me acercó a ella.
—¿Has visto a Freddie?— me pregunta con la respiración agitada, mira a Grace —¿Has visto a Freddie Thorne?.
—No— le responde Grace.
—¿Porque estaría por aquí Freddie?—le preguntó a Ada .
—¿O a Tommy?—me pregunta, ella suelta un quejido, con Grace nos acercamos más.
No puede ser nada de bueno esto.
—¿Porque Ada?— le preguntó con mi mano en su hombro —Grace ¿podrías traerle agua?.
Ella asiente con la cabeza y va en busca de ella.
—¿Porque ?— pregunto otra vez, ella se sujeta de la muralla.
—Necesito encontrar a Freddie — dice apenas, Grace le da agua.
—Bebe esto.
—No, tengo que encontrarlo, creo que se van a matar— dice ella, no puede ser.
—Malditos hombres, no pueden estar tranquilos — susurro molesta —Voy contigo.
—No, quédate aquí por si alguno de los dos viene —dice, asiento con la cabeza.
Ada se marcha, Grace me da una mirada. Me acercó a la barra y me sirvo una copa, espero que no se maten.
Miro la hora en el reloj y ya a pasado media hora desde que Ada se fue. Salgo de detrás de la barra y camino hacia afuera, al estar afuera camino directo hacia el final del callejón, puedo distinguir una silueta, es él.
Me acercó rápidamente.
—¿Estas bien?— pregunto mirándolo, este asiente con la cabeza.
—No pasó nada — dice sacando un cigarrillo.
—Ada creyó que se matarían — digo mirándolo, este lo prende—Me asustaste idiota, deja de pelear con Freddie.
Este me da una mirada.
—Vamos—hace un movimiento de cabeza con su cigarrillo en la boca.
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