"Quiero llorar, y quiero amar,
pero todas mis lágrimas, se han agotado"

La puerta de casa se abre, miro en dirección hacia la puerta y veo a Chase quitarse su abrigo, pero este está cubierto de sangre.

—¿Estas bien?— pregunto poniéndome de pie rápidamente.

—Si— deja su arma en la mesa —Pero Tommy no, va camino al hospital. Le dieron una buena paliza.

—¿Que?— le preguntó con una ceja alzada.

—Si, lo golpearon —dice, no puede ser.

Me acercó al colgadero y tomo mi abrigo rápidamente.

—Tengo que ir, tienes que llevarme —digo mientras me lo pongo.

—Está bien, pero déjame quitarme esto y te llevo — dice mirándome.

Chase sube rápidamente las escaleras y entra al cuarto, suelto un gran suspiro mientras juego con mis manos. Luego de unos minutos baja con otra ropa.

Salemos de casa y nos subimos rápidamente al auto, mi hermano conduce hacia el hospital. Al llegar me bajo rápidamente y entro, ya en em sitio miro hacia todos lados hasta que veo a alguien, me acercó.

—Hola, busco a Thomas Shelby —le digo a la enfermera.

—Espere— dice ella, se acerca a un meson y lee algo para enseguida volver —Acompáñeme.

Caminamos por varios pasillos hasta que finalmente ella se detiene en una puerta, debe ser esta.

—El señor Shelby está delicado — me dice la mujer, asiento con la cabeza.

—Gracias— digo, abro la puerta para luego cerrarla.

Me acercó hacia su cama, tomo los papeles que están aún lado, tiene bastantes cosas rotas.

—Tommy—susurro dejándolas a un lado, está dormido.

Arrastró una silla que está cerca y la pongo junto a la cama, tomo asiento y lo observo. Desde hace un tiempo que no lo veía, quizás solo habrían sido unas dos o tres veces, él tampoco me busco mucho y lo entiendo.

Pasó mi mano suavemente por su cabello.

Siento como alguien me acaricia, levantó la mitad de mi cuerpo de la cama y lo veo, está despierto.

—Hola—digo mirándolo.

—Diana — dice apenas —¿Estas bien?.

—¿Que?—pregunto mirándolo sin entender —Si ¿Por qué?.

—Estás bien— suelta un suspiro, apenas puede moverse.

—¿Quien te hizo esto?—pregunto mirándolo.

—Un hombre llamado Sabini — responde Tommy.

—¿Quien carajos es Sabini?— pregunto, debe ser un asno como el anterior.

—Es una larga historia que...—no logra terminar ya que suelta un quejido.

—Mejor no hables —acaricio su mano—Lamento haberte alejado.

—Lo necesitabas y lo necesitas —dice apenas.

—Ahora vuelve a dormir, me quedaré hasta que te duermas —le sonrió.

—Eso es lo que necesito —dice casi en un susurro, extiende su mano y toma la mía, no la suelto.

Comienza a cerrar sus ojos.

Cuando se duerme salgo de la habitación, salgo del hospital y afuera está esperándome Chris, apoyado en su el auto mientras está fumando.

—¿Como está?—pregunta arrojando el cigarrillo.

—Muy mal, si que lo golpearon —digo mirándolo.

—Se recuperará, es un maldito —asiente con la cabeza —Vamos, necesito que me cures.

—Claro, vamos—hago un movimiento de cabeza.

Los dos subimos al auto y conduce en dirección a casa.

                               (...)

Entro al hospital, traigo algo de comida y un par de libros, quizás le guste oír alguna historia de caballos o algo por el estilo. Al llegar a la puerta de la habitación la abro, pero en vez de verlo recostado está tratando de colocarse su ropa.

—¿Que haces?—pregunto dejando las cosas a un lado y acercándome.

—Tengo cosas que hacer — dice apenas mientras trata de ponerse su camisa.

—¿Que? ¿Estás loco?—pregunto mirándolo—El doctor dijo que te irías de aquí en tres semanas más, ni siquiera te has recuperado un poco.

—Soy presa fácil Diana, no puedo quedarme —dice apenas —Y necesito ir a Londres.

Suelto un suspiro mientras miro hacia el techo.

—Está bien, pero iré contigo — lo apunto con mi dedo—Así será la cosa.

Me acercó mucho más a él y lo ayudó a abrocharse su camisa. Al terminar lo ayudó a ponerse su abrigo y lo demás, salemos del hospital.

Caminamos por las calles que están con neblina, no se puede distinguir casi nada.

—¿Seguro que vas bien?— pregunto mientras va a mi lado.

—Si— dice en un susurro, está claro que no.

Luego de caminar por casi media hora llegamos finalmente al lugar de Charlie. Abro la reja, no puedo distinguir casi nada por la niebla.

—¿Tom? ¿señorita Diana? —escuchamos la voz de Curly.

—Hola Curly— lo saludó cuando ya estamos cerca.

—Curly — le dice apenas Tom que se apoya en una pared —Trae el aceite para caballos.

—No puede ser —susurro.

—¿Estás loco?— le pregunta Charlie.

—El amarillo. Rápido — le dice Tom, lo ayudó a seguir sosteniéndose.

—Dijeron que estarías en el hospital tres semanas más–le dice Charlie, este me entrega una silla y se la pongo a Tom.

Tommy no tiene limitaciones.

—Necesito salir en bote a Londres, está noche —le dice Tommy.

—¿Se dio el alta así mismo?—me pregunta Charlie.

—Aja, cuando llegue ya estaba vistiéndose — lo miro.

—Soy presa fácil ahí dentro, Charlie —dice Tommy apenas —Sabini podría enviar a un hombre en cualquier momento.

Me acercó y tocó su mejilla, está ardiendo en fiebre, no me sorprende que esté alucinando.

—Tienes mucha fiebre, Tommy—digo observándolo.

—Tommy...—dice Curly apareciendo con las cosas al frente.

—Tommy esas cosas son para caballos —le dice Charlie —¿Cierto Diana?.

Asiento con la cabeza.

—Yo soy un caballo—dice este.

—Con tantos huesos rotos, si fueras un caballo ya te habrían sacrificado — le dice Charlie.

—Trae la pólvora negra Curly, tráela —le ordena, Curly me da una mirada, asiento con la cabeza de mala gana.

No puedo creer que vaya a hacerlo.

—¿Pagas por un maldito hospital y ahora estás haciendo brujería ?— le pregunta Charlie.

—Necesito dormir al aire libre y sentir el bote sobre mi — dice Tom.

—Tommy...eres igual a tú madre —le dice este.

—¿Tienes algún bote aquí?— le pregunta Tom.

—Solo el January, es pesado. Demoraremos cuatro días en llegar a Londres —le informa.

—Con eso alcanza —le dice —¿Puedes llevar a Curly? Sera mi doctor.

Le doy una mirada.

—Y a mi— miro a Charlie.

—Si, y a Diana que no se quiere quedar aquí—dice.

—Sera un placer viajar con usted señorita Diana— me sonríe Curly.

—¿Tienes tabaco, Curly?— le pregunta.

—Y té y whisky —le responde.

—No,no, nada de eso—los miro a los tres—No se lo darás, Curly.

Este asiente con la cabeza.

—Pronto estarás trotando como un potro— le dice Curly.

—Ayuda a Diana a subirlo al bote y llena el tanque — le habla Charlie a Curly.

Los tres caminamos hacia allá.

—Es a Came Town donde vamos, por si me duermo en el camino— le dice Tommy.

—¿A que vamos a Came Town?— le preguntó.

—Dile a Polly que se quede a cargo mientras yo no esté — le habla Tommy.

—Y dile a Chase que tuve que ir con Tom— le digo yo ahora.

—Y si no vuelvo que se quedara a cargo —le dice Tommy, le doy una mirada.

Subimos al bote y vamos hacia la parte de abajo, Tommy toma asiento y yo a su lado.

—Si quieres dormir está bien—digo mirándolo, me pongo de pie y busco algo viejo para estirarlo —Ven.

Lo ayudó a ponerse de pie y lo recuesto, también me recuesto a su lado.

—Recuéstate conmigo —dice estirando su brazo, siento como uno de sus brazos me rodea débilmente.