¿Prueba o verdad?"

Todos entramos a un compartimiento del pub, está el cuerpo de Danny en la mesa, todos los rodeamos.

—Ahora podemos enterrarlo, en la tumba que dábamos para él — dice John.

—Si, en una colina —dice Tommy a mi lado —Eso es lo que le gustaría a él, por Danny "bala veloz". Por morir dos veces.

—Por Danny "bala veloz"—dice ahora John para luego beber.

Y así es como todos terminan haciéndolo en su honor.

—Vamos, el día es nuestro, hay que celebrar — nos dice Tommy, todos salemos del compartimiento.

Al salir afuera del bar quedamos frente a frente.

—Iré a casa a darme un baño y quitarme esta ropa sucia —digo mirándolo, este asiente con la cabeza y comienza a fumar.

Camino por las calles hasta llegar a la casa. Al llegar entro y me quito el abrigo para colgarlo, luego voy hacia el sillón y tomo ausento soltando un gran suspiro.

Lo quiero, pero quizás no se si estoy segura de todo esto ahora.

Subo a mi cuarto y me quito la ropa para darme un largo baño, luego de que salgo voy hacia mi armario y me cambio por algo lindo, también me maquillo y me arreglo un poco el cabello.

Salgo de casa y camino nuevamente hacia el pub, desde afuera puedo oír la música y algunos gritos de felicidad. Al abrir la puerta puedo ver a todos bailando y celebrando, esta John con su esposa, Ada, Freddie y su hijo.

—¡Por la compañía Shelby!— grita Arthur, todos están felices.

Avanzó hacia el mesón donde está Tommy sentado.

—Hola— dice Tommy a mi lado —Te ves increíble.

—Gracias —sonrió mientras tomó su vaso y tomó un sorbo.

—Todo cambiará — veo cómo toma mi mano.

—¿Chase te hablo?—pregunto, Tommy sonríe.

—Claro, me dijo que me destrozaría si hacía sufrir a su pequeña hermana — dice —No pasará.

—A veces no hay que jurar cuando no se conoce nada — lo miro.

—Encontremos más tarde tú y yo, tengamos una cena real—dice mirándome —Como tú querías.

—Claro —asiento con una sonrisa —¿Estaremos solos o habrá otro miembro de la familia?.

—Solo tú y yo — me mira con esos increíbles ojos azules —Ya nada será como antes.

Y tenía razón, toda iba a cambiar.