[18] Biblioteca sin fin
•~ Biblioteca sin fin •~
En cuanto me había despertado había ido con los chicos para contarles todo lo que había soñado. Ellos me creyeron y se pusieron a investigar lugares con la descripción que les di rápidamente.
Había resultado que si estaba en un lugar que Europa, pero no en Montenegro.
—¿Cuándo partiremos? —pregunté a Enzy, el cuál estaba buscando boletos de vuelos en internet.
—En cuánto esta cosa se digne a cargar —renegó mientras miraba impaciente la pestaña de vuelos de esta semana.
Me reí internamente por su problema.
🐺
—¡WOW! —exclamé mientras daba vueltas a mi alrededor viendo todo. Me había emocionado tanto al ver tantos árboles—. ¡Realmente son muchos pinos! —musité con emoción.
Los chicos se me quedaron viendo un momento y yo pregunté, confundida:
—¿Q-qué?
Louis me respondió:
—¿No te parece suficiente todo el verde que vez todos los días desde hace casi dos meses en casa? —frunció el ceño.
—Nop —respondí, entusiasmada.
🐺
—¿Estan seguros de que es por aquí?
—Si, por aquí debe de estar la en- Oh, ya llegamos —enuncia Enzy al tocar una parte de la pared y que está se abriera. Todos nos sorprendimos al ver cómo el muro que aparentaba ser una parte de la montaña se movía y daba lugar a la entrada de una curva oscura.
—Parece ser un pasillo... —murmuró Luka, asomándose con una lámpara en mano.
Luka apuntó con la lámpara hacia el pasillo, dejando ver qué había dentro; en piso no era precisamente de losa o piedra, pero parecía algún tipo de tierra dura y plisada. Las paredes eran como las de una cueva normal pero más altas y que hacían un camino predeterminado al centro de la inmensa montaña que habíamos encontrado por el bosque.
Nos adentramos a la cueva con desconfianza de lo antiguo que era todo.
—Me imagino que no habrá fantasmas, ¿o si? —preguntó con maldad Camill al ver qué Tahel y yo íbamos del brazo asustados por si algo pasaba.
—¡Camill! —lo reprendió Khan desde el frente y seguimos caminando unos minutos más hasta que llegamos a una enorme sala en la cueva, la cuál al otro lado tenía una inmensa puerta doble que cuando Luka la apuntó, dejó ver qué era blanca con detalles en dorado y azul, además de tener una luna tallada al medio.
—Supongo que hay que abrirla para encontrar el tesoro —farfullo Mahan. Les llamó a Khan y Luka para que les ayudará a abrirla, pues parecía ser muy pesada.
Luka le pasó la lámpara a Louis y este se acercó a nosotros junto con Camill y Ruslan. Tahel seguía colgado de mi y viceversa.
Enzy encendió la lámpara de su teléfono y les alumbró más de cerca.
—¡Esperen! —los detuvo antes de que intentarán abrirla—. Miren ahí —apuntó a una cerradura—, se necesita una llave para abrirla —señaló.
—Claro, una llave que no tenemos, así que ¡de algo valga todas las pesas que hicimos ayer! —dijo Najak y siguieron haciendo fuerza con la pesada puerta, ignorando a Enzy, el cual se quedó serio esperando a que se cansarán para que aceptaran su equivocación.
Lo cual no tardó más de cinco minutos en pasar.
—¿Dónde estará la llave? Jaja —se rascó la nuca Najak mientras miraba al piso en varios lados buscando la llave.
«Pero no es precisamente una cerradura normal». Me dije mentalmente mientras que me acercaba a la puerta, aún con Tahel en el brazo.
Observé la cerradura detalladamente y la figura que tenía parecía ser... Cómo la del collar que había encontrado en el bosque, por lo que rápidamente me lo saqué de debajo de la camisa y lo desabroché, para después incrustrarlo en la cerradura, para que está abrirse dos segundos después.
Los chicos me miraron asombrados y yo sonreí.
—¡Ahora hay que seguir!
Seguimos caminando, solo que ahora por un pasillo parecido a los que había soñado. Todo era elegante pero a la vez muy simple.
Aunque también muy empolvado.
Llegamos a dónde todos los pasillos se juntaban al aire libre, dónde se abría paso al verdadero centro del lugar, en el cual se levantaban enormes columnas de color blanco y rodeaban un bello jardín en forma de rectángulo.
El techo no era techo, pues estaba la construcción y luego unos metros más de piedra y tierra que se perdían con el cielo.
Nos dirigimos al pasillo derecho para seguir más adentro del templo. Nuevamente pasos después llegamos a otra enorme sala, solo que en esta habían dos enormes estatuas del GuarLu y su hermano. De nuevo una luna en medio, igual a la forma del collar que todavía colgaba de mi cuello.
Dimos un par de pasos más al centro y todas las antorchas que colgaban de las paredes se encendieron con cerillos en medio de la noche.
Rodeamos las estatuas para encontrarnos con una puerta algo llamativa a la izquierda. Mi intuición me dijo que me adentrara allí, así que eso hice, y en cuando entré, supe que aquí encontraríamos todas las respuestas a nuestras preguntas.
🐺
—¡Libro 361: nada! —informó Tahel mientras que lanzaba el libro a la pila de los otros que no nos decían nada relevante o que no supiesemos ya.
—Intenta tener más piedad con los libros, son viejos —le dije.
Todos estábamos ojeando una que otro libro desde hace como tres horas. El tiempo estaba en nuestra contra y buscar información en una biblioteca sin fin no nos ayudaba en nada.
El lugar era inmenso y diez pares de ojos no eran suficientes para todo esto.
Me tallé los ojos con ambas manos del estrés y seguí buscando.
Narrador Omnisciente.
Los ojos de cada vampiro en el lugar estaban atentos a cualquier sonido. Las alimañas como cucarachas o arañas estaban presentes en cada esquina. A pesar de estar apretados como sardinas en lata, no había calor o sofocación en el lugar, pues sus corazones sin latir no daban vida.
Los dos mixtos estaban dentro de una especie de burbuja, ajenos a la atención que les daban aquellos vampiros, bueno, al menos el pelinegro era ajeno, mientras que el más bajo estaba tenso. Muy tenso.
—Tranquilizate, harás que hasta ellos deseen matarte —sonrió el pelinegro, siniestro.
—¿Qué es lo que quieres ahora? —preguntó el otro chico—. Creí que habíamos acordado que a ella no la tocarías y ahora sales con que quieres mandarla matar —renegó.
—Se ha vuelto peligrosa desde que tuvo su primera transformación —dijo simplemente.
—¡Eso no es excusa! —exclamó—. Solo haré que se enamore de mi y se pondrá de nuestro lado.
El pelinegro perdió la paciencia ante la "ignorancia" (desde su punto de vista) del chico frente a él.
—¿¡Y crees que por uno dejará a nueve!? —se levantó golpeando la pequeña mesa entre ambos para después mandarla a volar—. ¿¡Además, que te hace creer que realmente te querrá!? Parece que no sabes lo que Nankahelle siente por esos perros pulgosos.
Se acercó amenazante al otro.
El más alto se levantó de la silla, confrontando al pelinegro.
—No es tu problema lo que sintamos o no, y tampoco es el mío que es lo que te pasé de ahora en adelante —le dijo mientras fruncía el ceño con evidente enojo.
El más alto salió de la burbuja para irse, pero el pelinegro lo tomó por el cuello de la camisa y lo lanzó de nuevo a la burbuja, solo que está vez parecía que la burbuja era una pared sólida.
—No te irás hasta que me asegure de que ella esté muerta —vociferó con verdadera molestia y una cara de asco.
Ayari (a la que quieren petatear).
Por fin habíamos encontrado algo.
Bueno, no era mucho pero era mejor que nada.
Habíamos encontrado una descendencia del reino antiguo que se suponía seguía con vida, por lo que podríamos saber algo más de mi.
Eran los Moeira. Solo que después hablaríamos de ellos, ya que Enzy también había encontrado un libro que detallada más la historia de todo, desde el nacimiento de Vargr.
—¿Hay mucha diferencia a con lo que ya sabemos? —preguntó Ruslan.
—La verdad es que si, los hechos son los mismos pero aquí hay muchos más detalles —musitó Khan, leyendo el libro—. Son siglos de historia.
—¿Y qué dice? —indagué y Khan empezó a narrar todo.
Y la diferencia era tanta que sentí que realmente no sabíamos nada.
Solo que...
Todo esto en mi imaginación era tan vívido que lo sentí como en carne propia, o tal vez... cómo recuerdos.
Entonces empezó a narrar Khan:
(Discúlpenme si hay cosas que no encajan, es que ya algunas se me olvidaron y me llegan nuevas ideas, aunque ya después editare los capitulos para que coincidan).
La época en qué los dioses aún reinaban. Dónde la humanidad era apenas polvo de estrellas y las deidades coexistían.
Existió un guardián, un guerrero de la noche, hijo de la luna, las estrellas y la noche. Un lobo blanco y de ojos azules como el cielo y más allá. El lobo, a pesar de poder cambiar libremente de formas de entre la de un humano y bestia, decidió permanecer más en la de humano, debido a su grande amor por una humana. De allí su descendencia.
A pesar de la prosperidad de su pueblo, llegaron tiempos de sequías y desastres en la tierra. Parecía que los dioses les habían dado la espalda, que nada era suyo ya, y peor aún, que todo estaba terminado para el GuarLu. Su familia, alguna vez próspera, fue terminada a manos de su hermano, el GuarSol, el cual consumido por la irá y la envidia, corrompió sin compasión a su pueblo, dejando su lado más salvaje al descubierto y acabando con todo a su paso, sin menor excepción al hermano que tanto odió.
Después de una batalla épica y única en la historia de ambas especies, muriendo y quedándose sin sus últimos respiros, el GuarLu escapó del lugar que alguna vez llamó hogar. Su corazón envuelto en furia y dolor, llegó al templo del reino, pidiendo súplicas a los dioses para ser escuchado, deseando recuperar a su familia, y más aún, a su única hija; Nankahelle.
Nankahelle había muerto a manos de su querida prima, la princesa Selen. Traicionada y herida por eso, su alma no descansaba del todo en paz aún.
El GuarLu sacrificó su lado licántropo para recuperarla, y aún sin saber si lo había logrado o no, volvió sin miedo a la batalla, con todas y sus últimas fuerzas, logrando sellar a su hermano.
Ahora la descendiente del GuarSol busca a su prima, con rencor en el corazón, desea acabar con ella, pero un nuevo problema ha surgido en el reino, lo cual hace improbable que pueda cumplir con su palabra de acabar con la descendencia del GuarLu. El reino ahora prospera, pero al costo del sacrificio de otro. Todos extrañan al GuarLu, y aunque varios miembros de su pueblo lograron escapar y existir en pequeños grupos esparcidos por el mundo, no son suficientes para recuperar su reino y el dominio sobre el.
«Aunque solo es un texto, siento que me atraviesa una espada». Pensé, incómoda.
La historia, aunque había sido larga y algo más detallada, nos dimos cuenta de que era como un tipo de periódico de aquellos años.
No estaba la historia original registrada, pero eso sí, nos dió parte de la información que llevábamos horas buscando.
—¿Son como las dos de la mañana, no? —preguntó en medio de un bostezo Tahel.
—Si, ya hace sueño —respondí mientras me dejaba llevar por el bostezo que me había pegado Tahel, además también me estiré por la incomodidad que las sillas de madera me daban.
Khan se levantó y metió aquel libro en una mochila que habíamos traído.
—Ya es hora de irnos, ustedes deben de dormir y nosotros prepararnos para la próxima luna llena, ya que no estamos en un lugar que conozcamos, debemos de estar alertas e investigar los alrededores.
—Debemos trazar un perímetro —dijo Mahan, a lo que los mayores asintieron y comenzaron a hablar de esas cosas.
Tahel y yo no les préstamos mucha atención, por lo que él se quedó dormido y yo también.
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Holiiis
Se que son como las dos de la madrugada pero si no lo hacía ahorita mañana no lo iba a hacer jaja.
Hace rato me ocupé y por eso no lo pude publicar, pero ps aquí ta' ya.
Intenté hacerlo largo, no pude tanto pero ya tengo la idea del próximo capítulo.
¡Mil gracias por sus lecturas y votos, no se olviden de comentar!
Por cierto, quisiera leer sus teorías.
¿Quién creen que sea ese pelinegro?
¿Y el otro chico?
¿Qué planea hacerle Sooha a Ayari?
Bye and Ai shiteru♡
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Dato: HAY QUE FUNAR A ANG SI NO ACTUALIZA EL AU EN UNA SEMANA O MÁS.
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