[13] Noche de lobos
•~ Noche de lobos •~
Maratón 3/3
Tahel me había acompañado hasta el baño para que pudiese enjuagar mi rostro lleno de lágrimas secas. Sentía que lo había lastimado al llorar de esa manera en su hombro hace tan solo unos minutos. No sabía que me había pasado, pero aún sentía ese pesar en mi pecho que me hacía querer llorar por todo esto.
Toda la información que me habían lanzado la sentía como mucha. Era demasiado para mi, a pesar de que quisiera saber más, también sentía que ya no quería saber nada.
Los chicos dijeron que está noche lo sabría todo, que a partir de ahí, ya no me ocultaran nada más. Pero ¿a qué se referían con nada más? ¿A verdaderamente todo? ¿O solo a lo que ahora no sé?
—Tahel —lo llamé mientras me secaba el rostro lleno de agua. Tahel estaba en la entrada del baño, pero como no había nadie, entró—. ¿Por qué creen que yo soy ese tal GuarLu?
Tahel me miró y se recargó en el lavabo.
—No lo creemos, lunita —sonrió—. Lo sabemos.
Tahel se acercó a mi y me abrazó. Yo recargué mi cabeza en su pecho otra vez y suspiré pesadamente.
—¿Realmente me contarán todo está noche? —murmuré, sin ganas.
—Si —lo sentí sonreir, pero yo sabía que él estaba casi o peor que yo—. Ya no te ocultaremos nada más...
🐺
—¡Hasta luego, Ayari! —se despidieron las mellizas en la salida y me acerqué a los chicos junto con Tahel.
Los chicos ya estaban en la camioneta y nos estaban esperando junto con Arista y Giri.
—¡Mamá! —chillé, corriendo a sus brazos en un abrazo, el cual fue correspondido inmediatamente. Sin pensarlo mucho, lo solté—: Mamá, ¿tú sabías todo eso? —pregunté, haciendo referencia a lo de la telepatía y todo lo demás.
Madre asintió y me miró con pesar.
—Giri me lo contó hace mucho, cariño —sonrió tranquilizadoramente—. No te lo quise decir para que no te asustaras, pues todo esto es algo que no sabría explicarte bien...
—Pero nosotros si lo haremos —me sonrió Ruslan.
Asentí mientras sonreía y subí a la camioneta.
Esta noche sería larga...
🐺
En este momento estaba ayudando a mamá con la cena, mientras cortaba cebolla mis ojos estaban cubiertos de lágrimas, sin embargo los energía secos por la misma cebolla.
—¡Maaaaaá! —hice un berrinche—. ¿¡Por qué la comida tiene que tener a esta torturadora!? —solté lágrimas para espantar el ardor, pero al no funcionar, fui hacía el lavabo de la cocina y me eché agua a los ojos.
Enjuague mis ojos, haciendo que el ardor fuera disminuyendo rápidamente.
Los chicos junto con Giri bajaron las escaleras; parecían llevar una mesa y otras cosas al patio.
—¿Para qué es todo eso? —pregunté, mitotera como siempre.
—Para lo especial que haremos está noche —se acercó sonriendo Najak, pero se le borró la sonrisa en cuanto sus ojos entraron en contacto con el olor que soltaba la cebolla—. Ayy, arde —lloriqueó, tallándose los ojos.
La mayoría reímos un poco y después seguimos con lo que hacíamos.
Al seguir cortando cebolla y otras verduras, se me quitó el ardor en los ojos por comenzar a pensar sobre demás. A veces me gustaba estar así, mamá y yo cocinando mientras que alguno de los chicos venía y metía mano en la comida o también nos ayudaba.
Me ponía a pensar que si todo esto del GuarLu y las mujeres que no son humanas no hubiera pasado o si ellos no me ocultaran tantas cosas, me sentiría en una gran familia, porque se suponía que lo éramos, pero todas estas cosas que ahora me decían y que de un de repente me sacaban de órbita, eran demasiado como para que no me sintiera extraña.
Mis ojos se empezaron a llenar de lágrimas al pensar tanto y sentir que tal vez ya no podría tener la familia que siempre había querido. Arista fue la primera, seguida por Giri y ahora los chicos, eran mi familia y no quería perder eso por ningún dios lobo ni por ningún guardián de licántropos o de otras especies sobrenaturales.
—¿Ayari?
Najak.
—¿Ayari? —la llamé, sentándome frente a la barra de la cocina en donde ella estaba picando verduras.
Estaba agradecido porque ya no estuviera picando cebolla.
Ayari volteó hacia arriba, saliendo de sus pensamientos y me miró. Tenía sus ojos llenos de lágrimas sin soltar y parecía agobiada.
«Y como no estarlo, con todo lo que le diremos aún y todo lo que podría pasar». Pensé.
—¿Qué pasa? —preguntó en un susurro, mientras que seguía picando.
—Quería decirte que quiero hablar sobre el beso que compartimos aquella vez —hablé, sintiéndome pago idiota, cosa que nunca me había pasado con ninguna chica. Ayari soltó un "mjum" y se puso atenta a escucharme—. Se que... También has besado a Khan —ella me miró en cuanto dije eso y antes de que pudiera articular palabra, la interrumpí—; y eso no me importa, en realidad me agrada... —me miró extrañada—, digo, me agrada que nos aceptes así, aunque ahora no me explique bien, es algo que también sabrás más tarde.
Me removí algo incómodo, pues ni sabía explicarme bien y ella solo se me quedó viendo con cara de "wtf?".
—No nos molesta que beses a alguien más, siempre que sea a alguno de nosotros —solté, intentando decirlo lo más resumido posible por ahora. Alcé mi vista a ella y sonreí—. Me gustas, bonita, y mucho —sonreí aún más al ver su rostro sonrojado y como ya no tenía nada más que decir—. A todos, nos gustas mucho —susurré lo suficientemente alto como para que solo ella lo pudiese escuchar.
Me alejé de la barra y fuí a con los demás, sintiendo su mirada tras de mí, pero satisfecho por haberselo dicho al fin.
Aunque me sintiera feliz, también estaba que explotaba de la emoción por lo que acababa de hacer. ¿Ella realmente nos aceptaría? ¿Si sería nuestra princesa Luna? Muchas preguntas se agolpaban en mi interior, pero era más la emoción y el sentimiento de amor que crecía en mi corazón lo que hacía que me sonrojara y quisiera apretujarla entre mis brazos.
Ayari.
En mi interior estaba real realmente feliz, solo que no comprendía algo: ¿por qué dijo que no les molestaba que los besara? Dijo que les guataba a todos, así que ellos si que sabían compartir, ¿eh?
Aún así, sentía que algo no encajaba completamente con lo que me había dicho. Sentía que algo me ocultaban aunque uno se hubiese declarado. ¿Acaso tenían planeado practicar el poliamor?
«Digo, no me molesta, pero está algo raro en todo esto». Pensé.
Seguí picando las verduras y demás hasta que la comida estuvo lista y todos nos sentamos en los sillones de la sala a comer, usando la mesa que se encontraba en medio de todos los sillones para poner los platos.
—¿Listos para esta noche? —sonrió Giri, mientras que tomaba la mano de Arista entre las suyas. Yo estaba sentada con Camill a mi derecha y Tahel a mi izquierda—. Hoy habrán revelaciones y nuevos miembros en la manada —miró a Arista y luego a mi. Lo miré dudosa y el lo notó—. Pero por ahora, comamos, que necesitaremos la energía para esta noche —los chicos me miraron y vino un ambiente tenso, pero aún así continuamos, esperando lo que está noche se ansiaba llegará.
🐺
—Vayamos afuera, la luna llena ya está en buen lugar —habló Khan desde las puertas corredizas.
Los chicos se levantaron de los sillones y salieron al patio, yo tras ellos. Habíamos estado jugando juegos de mesa para romper el hielo y deshacernos del ambiente tenso que había estado en la hora de la cena.
Había anochecido hace unas dos horas, por lo que Khan tenía razón, la luna llena ya estaba en un buen punto. No entendía completamente para que la necesitaban, pero decidí confiar en ellos e intentar tener la mente lo más abierta posible, como había dicho Giri que hiciera. Giri y Arista dijeron que vendrían después.
Nos sentamos en los troncos que habíamos usado la noche pasada para la fogata y los chicos se quitaron los zapatos... Luego las camisas.
—¡EY, EY! ¿¡QUÉ HACEN!? —me tapé los ojos y di un salto hacia atrás del tronco, solo que abriendo un poco los dedos de las manos para pues... Ver lo que se podía ver, ¿no? Había que aprovechar.
Me daba una idea de todo lo que querían hacer, ya que algo había leído de licántropos en ese libro, pero tampoco llegaba a pensar que se iban a desnudar frente a mi.
—Bueno, es que no queremos quedarnos con menos ropa —se rió nervioso Najak.
—¿Y cómo por qué se iban a quedar con menos ropa? —exclamé, poniendo una mano sobre el pecho desnudo de Enzy, que se había acercado demás.
—Lo entenderás cuando veas trozos de pantalón salir volando —rió Luka.
—¿Entonces el pantalón no se lo van a quitar? —solté la pregunta al aire.
Los chicos se me quedaron viendo entre divertidos y raro, pero al final se carcajearon y yo me sonrojé de la vergüenza. ¡Cómo se me había ocurrido decirlo en voz alta!
—Que pervertida —se burló Camill a mi izquierda.
—¡Noo! ¡Solo que...! —me callé al notar que no iban a dejar de reírse—. Agh, ovidenlo.
Los chicos se siguieron riendo unos minutos y yo me quedé parada, viendo como terminaban de quitarse la camisa algunos y pues... Viendo lo que cualquier chica quisiera ver. Me sonroje más al pensar que hace un momento había tocado los cuadritos de Enzy. Cuando lo había tocado... Estaba duro.
—Bien, ¿qué era lo que me querían mostrar? —pregunté al aire esperando que cualquiera me respondiera.
Khan se acercó cauteloso y me miró.
—Solo queremos que antes d—
Se cortó así mismo al notar que Tahel saltó, solo que en donde debió de haber aterrizado Tahel, aterrizó un enorme lobo púrpura.
—¿¡Qué m8erdas!? —grité, cayendo de trasero al piso de la impresión y me quedé en el suelo, pasmada.
—¡Tahel! —gritaron varios de los chicos a la vez.
El enorme lobo que parecía ser Tahel empezó a lloriquear mientras se acercaba a mi y creo que yo también empezaba a llorar.
—Calmate niña grosera —dijo Enzy a mi espalda y se acercó a mi.
Lo pare alzando una de mis manos en su dirección. Estaba pasmada de miedo pero aún así me alejé a rastras de ellos.
El lobo de Tahel se acercó a mi llorando pero se detuvo al ver qué me estaba comenzando a hiperventilar.
—¿S-son ho-hombres lobo? —pregunté entre mohines, lloriqueando.
No entendía mi reacción.
Tal vez el sueño en la realidad era lo que me hacía sentir así.
—No, bueno —respondió Mahan, nervioso—, si, pero más específicamente, somos Loup-garous, el término hombre lobo lo hicieron los humanos por medio de la iglesia católica. Los loup-garou somos derivantes de los licántropos originales, Khan es descendiente de directo de ellos —bajó la cabeza y se acercó lentamente a mi—. Por esto es que no quisimos decírtelo está mañana, queríamos que lo vieras para que nos creyeras...
Tocó mi rodilla cuando se acercó lo suficiente a mi y lo deje acercarse, un poco menos asustada ya.
El lobo de Tahel de acercó y lo dejé. Se posó en mi regazo y vaya que tan solo su cabeza ya pesaba por lo grande que era. Los chicos me miraban precavidos, esperando una reacción más dramática de mi parte o con miedo a que saliera corriendo por todo esto, pero... Claro que no haría eso.
—D-de acuerdo —tartamudee otra vez. Me paré y Tahel pareció dejar de llorar, así que con cuidado le acaricié la cabeza y este se dejó felizmente.
Sonreí y lo acaricié con ambas manos.
—Eres muy suavesito —reí. Tahel se restregó en mi y Camill se acercó y lo apartó.
—No la impregnes con tú olor —gruñó.
Camill se acercó a mi y ahora él había sido el que se había restregado en mi.
—¿Por qué hacen esto? —farfulle, haciéndolo a un lado.
—Para que otros lobos, o más bien, otros seres sobrenaturales, sepan que no eres una simple humana, que perteneces a una manada... O también que tienes "dueño" —explicó Enzy, haciendo comillas en dueño. Lo miré dudosa y me acerqué para restregarme ahora yo pero en él—. ¿Q-qué haces? —preguntó, viéndome raro pero queriendo reírse.
—No más —reí.
«Para que otras sepan que tienes dueña». Reí para mis adentros.
Realmente no sentía verdadero miedo por los chicos, solamente que me sorprendía todo esto. Jamás pensé algo así. Vaya que lo sobrenatural si es verdad.
Siempre había querido ver algo diferente o que se pudiera considerar "anormal", pero esto me gustaba. Me sentía rara y fuera de realidad, pero era simplemente increíble. Siempre había sospechado que otras especies de este tipo existían, pero nunca creí confirmarlo.
Me emocionaba mucho el hecho de que viviese con licántropos.
Luka, Camill, Najak y Ruslan se transformaron también, dejándome ver a sus hermosos lobos. Najak y Luka eran los más grandes, seguidos de Camill y Tahel, dejando a Ruslan como el más pequeño. Él más peludo sin dudas era Ruslan, así que como me emocioné de lo preciosos y peludos que eran, me acerqué y comencé a acariciar a Ruslan y Tahel furtivamente.
—¡Qué liindoooos! ¡¡Pechochos!! —comencé a hablar más agudamente y los ojitos de sus lobos demostraban que me veian como medio vieja loca.
Los acaricié como si fueran cachorritos y Camill se metió, esperando también sus caricias, las cuales sin duda, se las di a los nueve cuando se transformaron.
Me daba mucha risa ver cómo se mordían para que el otro se quitara y los acariciara. Eran como huskyes pero en verdaderamente enormes.
Seguimos así un buen rato hasta que volvieron a su forma humana, solo que se ocultaban detrás de los árboles del bosque y me pedían que les llevará su ropa.
Todo estaban siendo risas y demás, hasta que se pusieron serios y me hablaron sobre el tema del GuarLu y la Princesa Luna.
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Holiiiiss
¡Y se nos acabó el maratón!
Espero que les haya gustado.
Ayari ya sabe la mayoría de las cosas y ps en el próximo cap sabrá aún más.
Me alegra si les gustó y les diré que, como fueron tres capitulos de un tiro, no actualizaré como en una o dos semanas, así que espero que no hayan leído tan rápido jeje.
Sin más que decir,
Bye and Ai shiteru♡
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Dato curioso part. 1: los lobos de los chicos miden (según yo): Khan, 2.5mtrs de alto y 2.7mtrs de largo. Najak, 2.5mtrs de alto y 2.6mtrs de largo. Mahan, 2.2mtrs de alto y 2mtrs de largo.
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