[12] Encuentros inesperados (📢❗)
Manas, quiero decirles que esté cap me salió medio tristón, pero que es necesario que lo lean para lo que pasará en el próximo.
•~ Encuentros inesperados •~
Maratón 2/3
—Sip, somos mellizas —dijo, cruzándose de brazos, lo cual le daba un aspecto de chica cool y popular con la que querrías llevarte bien por el estatus.
La otra chica se acercó y me tendió la mano, saludandome.
—Disculpa nuevamente a mi hermana por lo de la caída, y también por no saber presentarse —habló, sería—. Me llamo Yara y ella es mi melliza, Lia.
(¡Un minuto de celebración por las nuevas integrantes de la historia! Yara y Lia, que fueron las que respondieron al concurso de quién sabía de qué famoso era la frase).
—Vaya, pero si son realmente idénticas —tapé mi boca con una de mis manos por la sorpresa. Se parecían demasiado.
—¿Verdad que si? —sonrió Tahel, abrazándome por los hombros con uno de sus brazos. Ellas sonrieron—. No son completamente idénticas si lo notas, como son Luka y Louis, pero las puedes diferenciar más fácilmente viendo de que lado de la cara están sus lunares. —miré lo que me decía y era cierto.
—Es cierto —murmuré, viéndolas atentamente.
Lia sonrió.
Íbamos a hablar un poco más, pero uno de los prefectos salió y les gritó que volvieran a entrar. Espera... ¿entonces por eso estaban corriendo? ¡Se iban a escapar de la escuela!
—¿¡Se estaban escapando!? —exclamé en su dirección, viendo como se alteraban pero intentaban parecer tranquilas.
—Si, pero nos quedamos hablando con ustedes y ya nos vieron, así que no creo que podamos hacerlo todavía —sonrió tranquilizadoramente Yara y siguió hablando—. Además, no es divertido escaparse cuando ya te atrapan, pues envían una patrulla y es mucho peor que un reporte —rodó los ojos y se quedó sería, viendo a su hermana para ver qué decía acerca de ello.
—Pues tendremos que ir a clase, ni modo —Lia frunció los labios y hundió el entrecejo, comenzando a caminar hacia la entrada de la escuela.
Los cuatro entramos a la escuela, seguidos por el prefecto y nos dirigimos a nuestras correspondientes clases, ellas a dónde fuera que fueran y yo y Tahel a nuestro salón, juento con Camill y Ruslan.
—¡Mini bestia! —exclamó Camill al verme entrar, sin importarle si llamaba la atención de nuestros demás compañeros. Ruslan también se acercó casi corriendo. El profesor todavía no había llegado—. ¿Estás bien? —preguntó es un susurro para no llamar más la atención, tomándome por los dos hombros y dándome un abrazo rápido—. Estuvimos muy preocupados —dijo.
—¿Cómo pasaron la noche? —inquirió Ruslan, abrazándome también, solo que el abrazo con él duró más.
—No hubo ningún inconveniente además del frío que pasó Ayari —les respondió rápidamente Tahel, sonriendo y abrazando a Camill, el cual intentaba hacer que Tahel se despegará de él.
—¿Tuviste frío? ¿No tienes hipotermia? ¿Estás bien? —me atacó con preguntas rápidas Camill.
—E-estoy bien —tartamudee.
El profesor entró y nos vimos obligados a separarnos para sentarnos en nuestros lugares, yo con Camill y Ruslan y Tahel con otros chicos.
La clase comenzó y yo solo me dediqué a ver por la ventana, ignorando la clase aunque pronto fuesen los exámenes y sintiendo la necesidad de preguntarles a los chicos todo sobre anoche y el tema de la telepatía.
🐺
Nos estábamos dirigiendo a la terraza de uno de los edificios de la escuela, pues Tahel dijo que Khan y los chicos nos esperarían allí y que teníamos cosas importantes que hablar con ellos. Camill y Ruslan ya habían confirmado lo de la telepatía y decían que pronto yo también podría hacerlo; me había quedado dudosa acerca de eso.
—¡Hola, Ayari! —saludó Lia, acercándose a nosotros juntos con Yara, la cuál daba la impresión de ser más reservada que Lia, pero también daba la sensación de ser parecida cuando tenía confianza; tal vez y al final si podría tener amigas.
Le devolví de saludo.
—¿Qué pasó al final? —pregunté, haciendo referencia al primer encuentro que tuvimos y que las habían atrapado en su intento de escape: me sentía algo culpable porque las hubiesen atrapado.
—Pues nada, hemos entrado al resto de las clases y todo ha estado muy aburrido —respondió, alzándose de hombros—. ¿Tú qué tal? Se ve que eres mejor influencia que nosotras, le harás bien a Tahel —rió, golpeando el hombro del menor.
—Nosotros la influenciamos más a ella, no al revés —le corrigió Camill, molesto—. Y tú mucho menos lo harías.
—¿Ah, si? —le retó Lia—. ¿Y por qué? Tal vez la influencie y le consiga un novio, a ver si dejas de estar tan pegado a ella.
—¡Ella no necesita un novio! Además, ella es la que siempre está pegada a mi —se mofó.
—¿En serio? —dijimos Tahel y yo a la vez, sorprendidos.
—¿Tú crees? Tal vez lo que ella quiere es ser libre de ti, se nota que te gusta —lo molestó Lia nuevamente.
—¡Que no! —bufó Camill.
—¡Que si! —retó nuevamente Lia.
—¡No!
—¡Si!
—¡No!
—¡Siiii!
—¡Noooo!
—¡SIIII!
—¡QUE NOOOOOO!
Los tuvimos que separar cuando se acercaron tanto que parecían querer pelearse.
—¡Calmaos que no son niños, peleoneros! —les reprendimos Yara y yo, Tahel y Ruslan se habían quedado más como espectadores por querer ver una pelea.
—¡Parecen unos mocosos! —les gritó Yara.
Tahel, Ruslan y yo reímos. Se vio muy gracioso que los reprendiera de esa manera y las caras de Lia y Camill, ¡ni hablar! Eran dignos de ser retratados mucho mejor que la Mona Lisa.
Nos despedimos de ellas y fuimos para el techo. Me sorprendió que los maestros ni ningún intendente nos regañaran por subir, pero lo ignoré y los seguí.
—¿De qué tanto me quieren hablar? —musité, mientras que subíamos las escaleras.
—Lo sabrás cuando lo hablemos —respondió Ruslan. Qué gran respuesta—, además de que está noche será especial.
¿¡Por qué tenían que hablar siempre dejando tanto a la imaginación!? ¡¡Sus respuestas siempre eran con incógnitas e incompletas!! Eso me molestaba mucho. Siempre que preguntaba algo, todo se quedaba con aires de misterio y me dejaban en demasiado suspenso.
Tahel abrió la puerta de casi un golpe y exclamó, feliz:
—¡Ya llegó por quién tanto lloraban! —abrió los brazos, esperando un abrazo.
—¿¡Niña grosera, estás bien!? —lo apartó de un empujón Enzy y se acercó a mi, me tomo el rostro con ambas manos y lo movió de lado a lado, buscando algún indicio de si estaba lastimada.
—E-estoy bien —farfulle con dificultad, pues me estaba apretando mucho la cara.
Tome sus manos entre las mías y las aparté de mi rostro.
—Pequeña —me llamó Khan—. Qué bueno que estés bien... —me susurró al oído mientras que me abrazaba. Le devolví el abrazo y nos separamos a los segundos.
Le sonreí.
Los chicos ya habían saludado a Tahel, después de apiadarse de que nadie le diera un abrazo.
—Ayari —se acercó a mi Najak, abrazándome—. Perdóname por no estar contigo anoche, me alegra verte bien —sonrió con pesadez y se separó de mi.
Aunque ya lo hubiese perdonado, aún no sabía el contexto de aquel beso, y si iba a hablar con ellos hoy, ese sería un tema privado que obviamente tocaría con Najak.
Todos me abrazaron, y en especial, duró mucho más el abrazo con Luka, que realmente parecía muy cariñoso al igual que Tahel...
—¿Y... de qué querían hablar? —pregunté una vez que ya estábamos todos sentados y tranquilos—. Bueno, ¿qué tal estan mi madre y Giri? —inquirí al ver qué se quedaban serios, como si fuera necesario hablar de un tema pero que ellos no lo quisiese tocar.
—Estan bien, todos dormimos fuera de casa anoche y ellos se quedaron en el motel y regresaron a casa temprano, después de que llegásemos a la escuela, pero creo que pasaron a hacer un par de cosas antes de ir directamente a casa —respondió con rapidez Mahan, evitando (lo cuál los chicos parecían agradecer) el tema del que todos sabíamos que debíamos de hablar.
—Entonces... ¿qué fue todo eso que pasó anoche? —murmuré, pero sabía que ellos me habían escuchado.
Los chicos se tensaron y evitaron mirarme. Fruncí el ceño y los miré mal, me estaba molestando un poco por su actitud evasiva.
Enzy se acercó a mi y se hincó frente a mi, me puso una mano en el hombro derecho y con la otra tapó sus labios en una señal de silencio.
—Debes prometer, que aunque te asustes, no te alterarás, por favor —se le quebró la voz al final y se le llenaron los ojos de lágrimas. Me sentí incómoda pero a la vez sentí un peso abordar mi pecho, como si me apretujaran el corazón cada que veía sus rostros, pues la mayoría había adquirido una expresión de tristeza—. No queremos que nos temas ni nada por el estilo, mucho menos que nos odies o que te alejes de nosotros solo por lo que somos... No somos monstruos, ¿de acuerdo? —Enzy intentó sonar seguro con lo que decía, pero el el temblor en su voz era evidente y yo me estaba asustando un poco, pero era más la tristeza y el dolor de ver sus ojos llenos de tristeza y miedo lo que hacía que quisiera llorar.
—Enzy... —balbuceo, sintiendo demasiadas ganas de llorar, como si una emoción que yo no conocía, me obligara a hacerlo; a sufrir por ellos, o más bien, con ellos.
Sentí como si una gran empatía me abordará y siéntese lo mismo que ellos: miedo y dolor de un pasado que podría repetirse.
—¿Por qué dices eso...? —murmuré, tapando mi boca con una mano, intentando espantar las lágrimas, aunque se me apretaba el pecho por las insistentes ganas de soltar un mar de lágrimas—. Claro que ustedes no son monstruos, jamás les tendría miedo... —intenté sonreír, pero solo logré que un par de lágrimas se me escaparan y que Tahel comenzará a llorar.
¿Qué nos estaba pasando...? ¿Por qué Tahel de un de repente lloraba? Me estaba empezando a dar ansiedad por la necesidad de llorar, aunque intentará no hacerlo, pues no quería llorar frente a ellos.
—Ayari, no creo que sea nada de lo que te podrías imaginar a lo que me refiero con eso —soltó una risa amarga Enzy, apartándose de mi y dándole paso a Khan, el cual llevaba consigo un semblante serio y muy antipático, decaído.
—¿Recuerdas lo de la telepatía que te contó Tahel y lo ocurrido con esas mujeres anoche? —se sentó frente a mi, mirándome a los ojos. Yo asentí mientras me limpiaba las lágrimas que habían salido. Aún quería llorar, como lo hacía Tahel en los brazos de Najak—. Pues... Esas mujeres no eran humanas, Ayari —murmuró lo suficientemente alto como para que lo escuchara—. Las conocimos hace mucho, solo que no de una forma muy amigable que digamos, eran como nuestras "enemigas" —hizo el ademán de usar comillas—, y por algo de hace muchos años fue que volvieron, solo que está vez no solo por eso, sino que también por algo más...
Dejó la oración al aire por unos segundos y me desesperé.
—¿¡Por qué más!? —exclamé.
—Por ti... —repuso Mahan, acercándose y sentándose al lado mío, sobre una de las refrigeraciones.
—¿Por... mi? —susurré, anonadada por lo dicho.
—Si... —Mahan se quedó cabizbajo, pero siguió hablando—. No somos lo que creer, Ayari, pero eso es un tema que tocaremos mejor está noche, que será luna llena—
—¡Pero Mahan! —lo interrumpió Camill, evitando que siguiese hablando.
Louis tomó a Camill por un hombro, deteniendolo.
—Es necesario, ya es hora de que ella lo sepa, Camill —dijo Louis.
Camill se separó de su agarré con brusquedad y salió por las escaleras, de regreso a los pisos inferiores.
—¿Qué quieren decir con todo esto? —pregunté, esperando más respuestas: necesitaba más respuestas.
—Como decían, ellas no son humanas y ahora volvieron, pero por ti —prosiguió, solo que está vez Luka. Lo miré y el se quedo viendo al piso—. No eres humana tampoco, Ayari, eres un tipo de descendiente del dios lobo Vargr, conocido con el GuarLu, el cual es un tipo de protector de la raza de los licántropos y sus especies hermanas.
A estas alturas, creería cualquier disparate que antes ni siquiera tomaría en cuenta.
—¿Y-y qué importancia tiene el GuarLu? ¿¡Cómo sabían ustedes de eso!? —me traté de levantar de mi asiento, alterada, pero Mahan me volvió a sentar de un tirón.
Estaba pasmada y anonadada, pero aún quería más respuestas. Me sentía fuera de órbita, como si estuviera fuera de un sueño y no en la realidad.
Para cuando Khan parecía estar a punto de contestar a mi pregunta, la campana sonó, dando aviso de que el receso ya había acabado.
—Lo hablaremos está noche en casa —no me dejó replicar Khan.
Los chicos se levantaron y yo también, solo que para detenerlos. Corrí y me posicioné frente a la puerta, sin dejarlos pasar.
—¡Respondanme bien, quiero saberlo todo, dejen de ocultarme tantas cosas! —les recriminé, comenzando a llorar de desesperación.
Luka se acercó a mi y le abrazó, hablándome:
—Claro que te daremos las respuestas y cuando eso pase, no te ocultaremos nada más, pero necesitamos que tengas la paciencia, ya ha sido demasiada información para que la proceses.
Se separó de mi y Tahel me jaló hacia él, abrazándome y recibiendo mis lágrimas en su hombro.
—Vamos a clase... —me susurró.
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¡¡LEAN ESTOOOOO!!
Quiero que sepan que ps, obviamente, Ayari se va a enterar de todo en el próximo cap.
Los chicos también le dirán el porque de todo y tendremos el contexto de lo de esas mujeres, pero como no quiero dar tantos spoilers para que lean a gusto, mejor les digo que preparen las palomitas y que si quieren, vayan sacando los pañuelos dentro de pronto.
Bye and Ai shiteru♡
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Dato curioso: las flores de secan en una semana.
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