Star

"A la gente no se la conoce bien hasta que no se ha tenido una verdadera pelea con ella. Solo entonces puede uno juzgar el carácter que tienen."

-ANNA FRANK

<<Odiaba mi vida.>>

<<No, no la odiaba. Más bien me odiaba yo misma.>>

Hoy se cumple tres meses desde que Lux nos atacara con Cristians y todo se fuera al caño. En pequeñas palabras y resumen le contare porque yo misma me odiaba y no me quería.

<<John.>>

Sí, mi verdadero y único amor. El hombre con el cual sin él no podría vivir o respirar, y todas esas estupideces del amor. Bla, bla y más bla. Ustedes dirán que estaba pasando en ese momento y porque yo estaba muy molesta para comenzar a pensar así, pero es que le cuento que llevo más de tres meses encerrados en la casa de los Hill y para lo único que soy buena es para estar calladita y sin moverme.

Les cuento, en este momento estoy sentada mirando por la ventana de la sala mientras que los demás estaban haciendo su trabajo. Luna hace horas había subido al ático a buscar que se yo, algo relacionado con pinturas o dibujos. La deje de escuchar desde antes que le prestara atención, mi hermana Rous estaba en la cocina con Carly, Lara y la señora Susie, por lo que el señor Hill, Cole y John estaban en el sótano buscando más madera para tapar las puertas y ventanas.

El único que me acompañaba en esto momento era mi hermano que suspiraba cansado mientras se daba el mismo un masaje en los hombros.

—¿Crees que tardara?—pregunto de repente mi hermano.

Yo que estaba tan distraída mirando cualquier lugar que fuera del exterior me valía miles cosa que lo que me preguntara, por lo que llevaba mucho tiempo desde la última vez que llovió y ahora en este momento sucedía.

—¿Quién?—pregunte sin darle importancia y volví mi mirada a la ventana que se estaba empañando con el frio.

—De Luna, Star... de quien más voy a estar preguntando, lleva más de una hora allá arriba y no a abajo.

<<Para lo que me importaba, de seguro estaba golpeando cualquier cosa allá arriba para no pagar su rabia con ninguno de aquí abajo.>>

Ya era un nuevo hábito en ella, cuando no lograba canalizar su rabia y más si sus los padres la tenían en la mira a ella y a mi hermano.

Resople cansada y me encogí de hombros.

—Otra vez peleaste con John.—ya no era una pregunta si no una confirmación.

Yo solo me volví a encoger de hombros y sin apartar mi mirada de la ventana vi como algunas gentes eran arrastrada bajo la lluvia por los secuaces de Lux.

—Según él "Yo solo soy una frágil niña que se puede romper en cualquier segundo si intentaba ayudarlo a proteger la casa"—imite la voz de John con tanta rabia porque en verdad esas palabras me habían dolido mucho.

Yo solo quería ayudar y no quería estar metida en la cocina preparando comida, como si fuera mi único trabajo por ser mujer. Yo también quería vigilar, quería ayudar en cualquier cosa que no fuera estar metida en una cocina. Pero él eso no lo entendía porque me hirió de la peor forma y más con las palabras.

<<Si él supiera que las palabras pueden marcar a igual que matar.>>

Solo nosotros tenemos ese derecho de concederlo o no.

—Hablare con el mas tarde, no debió tratarte así. Si más bien tu eres una fuerte mujer cuando nuestros padres no están.—él se levantó y me dio un fuerte abrazo.

Yo ni siquiera quería tocar el tema, por eso no le respondí y gracias a Dios y todos sus ángeles cuando llego la señora Susie limpiándose las manos con un trapo de la cocina. Ella parecía estar buscando algo hasta que vio a mi hermano y su mirada se ilumino.

—¡Hero cariño, gracias a Dios está aquí!—chillo ella sorprendiendo a mi hermano, que se revolvió en el asiento hasta colocarse de pie.

—Heeee si, para que soy bueno señora susie.—hablo el torpemente.

Mi hermano estaba en sentencia con su suegro que llegaba un punto que hasta le tenía miedo.

—Cariño deja de decirme señora que todavía estoy joven.—lo regaño ella colocándose su manos en la cintura en modo de jara.—Bueno vamos al punto, necesito que vayas al ático y me traiga el juego de plato que esta alado de las cajas de navidad. Aquí hay mucha gente y por lo que se, ya no podemos estar comiendo en paila como los cavernícola o que se yo... aquí todos comemos en plato y....

Y comenzó ella a dar su discurso del año, yo volví a lo mío cuando vi que mi hermano subió haciéndole caso y rece para que cuando subiera Luna no le lanzara lo primero que viera.

Ya se había hecho de noche y todos menos yo cenaba en el comedor, yo solo me quede aquí en el mismo lugar viendo la nada. Ya lo estaba haciendo mi lugar favorito, sentía que si no me movía de este lugar y seguía mirando a la calle, podía salir en cualquier momento y ser libre por una vez en este día. Necesitaba aire fresco, no quería estar más encerrada en esta casa sin hacer nada. Necesitaba estar sola.

—Lo siento.—susurro alguien tras de mí que solo hizo que me diera un escalofrió de pies a cabeza antes de que la rabia tomara control de mí.

No conteste si no que me aferre más a mi cobija que hace horas Luna me había traído y me lo había colocado. No quería verlo y mucho menos oír su voz.

—Lucero, en serio lo siento. No debí decir esas palabras.—siguió el con sus disculpa barata que no me importaba, esas palabras eran solo palabras vacías que no podía aceptar porque en verdad no la sentía.

¿No te ha pasado que cuando una persona te pide disculpa de corazón, tú lo siente?

<<Pues su palabra no se sentía de corazón.>>

Más bien se sentía vacía y forzada, como si fuera obligado a decírmela. Ya habían pasado cinco horas desde el momento que él me había dicho aquella palabras que me habían marcado, hasta este momento que él estaba pidiendo disculpa y sabía que en esto estaba metido mi hermano. Porque si el no fuera ido hablar con él, nunca viniera a pedirme disculpa.

—Si aja.—fue lo único que dije antes de volver a seguir mirando por la ventana.

—Lucero, vamos debes comer. Mamá me ha dicho que no quisiste comer y que todo el día, estuviste ahí sentada mirando por la ventana.—el dio un paso hacia delante con la intensión de tocarme, pero mis reflejos fueron tan rápido que me levante tan rápido apartándome de él.

<<Miércoles, calambre.>>

Estar sentada en la misma posición todo el día me dio un tremendo calambre en el trasero que me trague el dolor para no demostrable ninguna de mis debilidades a él.

—No quiero que me toque John, yo creo que todo esto ya fue suficiente...—lo señale a él y a mí con tanta rabia que él me miro confundido.—Hace más de dos semanas que esto se está yendo al caño y es mejor terminar todo esto, porque dudo que pueda seguir aguantando más.

—¿De qué hablas?—pregunto el confundido dando un paso hacia delante y yo dando otro atrás con el corazón en la boca.

—¡Que no estamos destinado a estar junto John, tú me haces daños!—grite furiosa sin impórtame si algunos de nuestros familiares nos escuchaba o no.—Tú crees que yo no sufro cuando me golpeas con tu palabras, ni siquiera mi propio hermano me dice esas palabras que tú me dices.

Eso fue como un golpe duro para él, cuando sus ojos volvieron a caer en mí y esta vez cargado de rabia.

—¿Yo te hago daño?—pregunto molesto y yo solo asentí con la rabia latiendo en mi.— ¿Y cómo rayos yo te hago daño Star? Porque que yo sepa no veo ningún morado en ti y mucho menos te veo mal, más bien siempre que te veo bien.

<<¿Bien?>>

Yo estaba de todo menos bien.

—Me haces daños cada vez que me gritas John, cada vez que sacas un insulto nuevo me está marcando y dañando. Ya no soy la misma Star la cual te enamoro, porque esta Star que vez solo es un caparazón vacío que ya no sonríe.

Él solo se rio sin gracias antes de pasarse las manos por su pelo y desordénaselo.

—Solo está haciendo todo este berrinche, porque Luna nos encerró aquí y no puedes ir a verte con ¡TU AMANTE!—me grito lo último que me dejo en shock donde esta parada.

No se dé que mierda me hablaba pero no me gustaba por donde iba.

—¿Por qué no dice nada? ¿Por qué no te defiende? No te vayas hacer la que no conoce del tema, si yo muy bien te escuche hablar de tu amante con mi hermana perfectamente.—él volvió a dar un paso hacia mi molesto pero yo di dos hacia tras.

¿Me escucho hablar de Todd con Luna? Era por eso que siempre me trataba mal y siempre me trataba a las patadas.

Lo mire con rabia y sin responderle comencé a correr escaleras arriba, el me siguió pero cuando vi la primera puerta esa fue mi escape.

—¡No huya Star, ven aquí tenemos que hablar!—grito él tras de mi muy molesto, pero me importada tres pepino.

La rabia que tenía no se comparaba a lo que estaba sintiendo, porque el creyera que yo lo había engañado. Entre cerrando la puerta tras de mí, cuando encendí la luz vi que era el baño y me deje caer a llorar en el suelo.

—¡Vete a la mierda John!—grite llorando golpeando el piso molesta.

—Porque eres una cobarde y no me das la cara, ha. Ve y hablemos como fue que más bien tú me hiciste mucho daño y terminamos de una vez por toda.—hablo el tras de la puerta.

Yo miraba mis manos furiosa porque en este momento lo estaba comenzando a odiar con todas mis fuerza, jamás en mi dieciocho años había odiado a alguien intensamente como lo estaba haciendo con John.

<<Y era muy doloroso.>>

—Aquí el cobarde fuiste tú por creer que yo te engañaba.—hable sosteniéndome el corazón, porque en serio como dolía.

<<¿Se podía uno morir por una ruptura?>>

Yo creo que sí, porque el dolor que estaba teniendo no era normal y solo empeoraba mi estado.

—Eres como todas, y yo que creía que eras diferente...—deje de escuchar cuando mis oídos comenzaron a zumbar y sentía que me estaba faltando el aire.

Después de todo se volvió oscuridad para mí y sé que había pasado un mes completo de mi rompimiento con John que todo en mi empeoraba, no podía salir de la habitación de Luna, ella era la que salió a mi rescate junto con mi hermano y tuvieron una fuerte discusión con John. Yo me había desmayado y me habían traído a una habitación diferente, sé que mientras pasaba los días algo o alguien más bien faltaba. Mi hermano estaba como ido, bueno todo estábamos así. Una mañana nos despertamos todos como si nos faltara alguien y así todo esto días, por lo que yo nunca salía de la habitación que compartía con mi hermana día después de ese suceso.

Hoy se cumple un mes desde que rompí con John y solo puedo mirar por la ventana, no he comido porque todo me da nausea. Tengo unos grandes dolores de cabeza que pareciera que fuera jaqueca y más me valía no me estuviera enfermando.

Escuche unos pasos subir por la escaleras y no sé porque esperaba que no fuera mi hermana la que entrara a la habitación si no otra persona.

—Me voy a bañar y espero que esta vez sí coma Star, no puedes seguir así.—me regaño ella recogiendo unas cosas de la cama mientras volvía a salir.

Por mi parte yo volví a mi posición favorita de estar encorvada y abrazándome las rodillas mirando la luna.

<<Luna.>>

No sé porque ese nombre me sonaba.

Lo ignore como todo y vi como había movimiento en el jardín, mi vista enfoco bien por si era alguna de la gente de Lux o alguien que necesitar nuestra ayuda. Y cuando vi a Nathan caminar descalzo hacia la puerta trasera fue como un rayo de esperanza a mi vida. Por eso no sé qué me paso y me levante como pude de ese lugar y baje las escaleras sin ser notada, solo sé que cuando vi Nathan abrir la puerta tenia esperanza de poder salir. Ya no quiera estar más aquí, donde solo traía malos recuerdos a mi vida.

A lo que espere que Nathan entrara y yo pudiera salir, el entro y lo vi perderse por la cocina que aproveche y corrí hacia la puerta y cuando intente salir una descarga eléctrica me mando hacia atrás. Eso dolió que jode, pero no me rendí.

Porque si él había entrado uno también podía salir. Lo intente una y otra tres sin rendirme hasta la octava vez, mire la barrera invisible con mucho anhelo y odio a la vez. Solo sé que la mire y pude ver algún reflejo raro afuera que me incitaba a que lo intentara una vez más.

—¿Star? ¿Qué haces?—la voz de Nathan que había entrado al lugar pero no me detuvo para que lo mirara por última vez antes de volver a mirar la barrera y correr.

—Solo quiero irme.—dije con un anhelo creciente en mí.

—¡NOOOOOO!—se escuchó un grito rasgado de dolor antes que mi cuerpo chocara con la barrera invisible.

En ese momento nosolo sentí una electricidad en todo mi cuerpo si no también otra cosa muy raraque me estaba pasando, quería hablar pero no podía y solo sé que después de eseúltimo intento todo se volviera negro para mi vida.