27.El ángel de la muerte está despierto
Luna
"No busque la muerte, ya que de igual manera vendrá y te encontrará."
-El ángel de la muerte.
Dolor...
Guerra...
Sangre...
Gritos...
Llantos...
Catástrofe...
¿Silencio?
Todavía no sé qué significa esa palabra en mi vida, cada vez que intento abrir los ojos es como si no pudiera como si mis palpados estuvieran pegados y no pudiera abrirlo. Cada partes de mi ser me pide a gritos que despierte, pero otra parte me pide que siga durmiendo.
Que no me importe lo que la otra parte me pide que despierte, que la ignore y que no le haga caso y si ahora lo pienso prefiero hacerle caso.
Sé que en lo más profundo de mi hay una batalla, una lucha entre el bien contra el mal y es algo que no pienso meterme.
Porque cada vez que hacia el intento de abrir los ojos, sentía dolor, después veía guerra, mucha sangre, mis tímpanos pendían a gritos que se cerraran porque los gritos y llantos los colmaba a un punto que sentía miedo, y por ultimo veía catástrofe mucha pero mucho caos. Y cuando se volvían a cerrar no se escuchaba nada, había silencio total y es lo que comenzaba a amar en esto momento.
Amaba el silencio como cualquiera que lo hiciera, amaba estar en donde sea que estaba en silencio y dormir. Pero creo que todo sueño llega a su fin cuando siento un ardo que me recorrer todo el cuerpo.
"Despierta. — escuche el susurro calar en mis oídos sensible, pero me negaba hacerlo hasta que otra vez fue susurrado más fuerte haciendo que abriera los ojos y lo único que viera fuera negrura.
Hasta que mis ojos se acostumbraron en la oscuridad y pude ver que algún líquido me rodeaba por completo, haciendo que me asustara un poco y luchara pero antes que hiciera algún movimiento lo que me atrapaba se rompió como cristal y mi cuerpo cayó en el piso con gran violencia.
Mi cuerpo estaba débil y quise levantarme pero me costaba, por lo que medio logre fue es ponerme en posición fetal protegiendo mi desnudes abrazando mis piernas hasta que la temblores me pasara.
Volví abrir los ojos y aunque no había ningún ruido alrededor podía sentir cosas, así que nunca deje de estar en guardia hasta que volví a intentar levantarme pero no podía. Sentía una pesada en mi espalda y lleve mis manos atrás cuando sentí algo en ellas como pluma larga a lo que de inmediato las identifique como mis alas, por lo que deje de tocarla confundida hasta que mis piernas la lleve a la altura de mi pecho cruzada y extendiendo mis brazos a cada lado, note que de mi brazo izquierdo salía una luz azul y curiosa comencé a jugar con ella hasta que el lugar donde estaba se ilumino y reí sin gracia cuando supe dónde estaba, mire mi brazo derecho donde salía una luz como de fuego y esta me atraía como polilla a la luz plantando miles de ideas apocalíptica en mi cabeza y esta si sonreír feliz.
Seguí extendiendo mis brazos a cada lado cuando una pequeña luz se vio al final del lugar donde me encontraba y vi una figura al final, gruñí molesta por el olor que llego a mí.
— ¡No lo hagas!—el grito furioso que emano de aquella figura, solo hiciera que le sonriera malvadamente antes de ver como una espada de luz se posaba en su mano en posición de defensa.
Mi cabeza se inclinó hacia abajo y mi pelo cayó como cascada, cuando mis alas se abrieron. Y mi lucha interna me avisaba quien había ganado.
—Nunca debieron despertarme. —mi voz salió ronca y molesta y antes que él se moviera a una velocidad de luz hacia mí para matarme con la espada.
Me alce del suelo de donde estaba cuando mis alas me sacaron en un par de parpadeo de ese lugar y fue cuando mis oídos llegaron todos esos gritos y suplica, pero no le hice caso. Mi vista se había posado en la luna roja en el cielo, y como si todo fuera por arte de magia mí desnude paso porque una ropa de guerrera fue colocada en mi cuerpo y en mi mano se posaba una espada de fuego y esta me susurraba que el fin se acercaba.
A pesar que no recordaban quien era, sentía en lo más profundo de mí que yo era la que solo debía matar aquello.
Un ser que no provenía a este mundo.
Alguien que no debió nacer.
Una raza ligada entre un ser celestial y un Nefilim.
Algo que traía la condenación entera a nuestra vida.
Y yo, Leuksna debía exterminarlo. Arrancarlo y quemarlo, era la guerrera sin jerarquía. ¿Por qué? Porque debía decidir en qué bando quería estar primero cuando cumpliera los dos siglos para después ser cualquier ángel que quisiera.
Fui la última a la que hicieron, fui la que más poder dieron, fui la que todos envidiaban, y era la que debía salvar.
Miro bajo mis pies y solo veo tierra a igual que aquella iglesia, a lo lejos se escuchan el llanto y el lloro y con un solo grito al cielo un portal a los vivos se abre revelando aquella luna preciosa. Mi asenso es hoy y todos saben que solo traeré muerte a todo aquellos que me rodean, nadie se escapara de mi espada, sea Ángel, sea Nefilim, sea humano o sea algo del otro mundo. Nadie se salvara del destino que le corresponde.
***
Dos meses antes de la luna roja.
Rous
Quiero llorar pero ni para eso sirvo.
Las lágrimas están ahí, pero no sale. Respiro hondo antes de mirarme las manos y salir de por fin de la estupefacción cuando algo se rompe y solo puedo ver como mi hermana pelea con John. Porque ni siquiera sé que está pasando.
Los oídos me zumban, pero no oigo ningún ruido. No encuentro ni mi propia voz cuando quiero explicar todo, pero es como si estuviera ahí pero a la vez no. Mi memoria va a las horas antes cuando vi a Lara por última vez y lo último que paso.
— ¡¿Dónde mierda esta mi hermana Rous?!—esta vez pude escuchar y el agarre que ejercía en mi brazo lo apretaba tan fuerte que me dolía.
Mire aquellos ojos buscando las palabra adecuadas pero no la hallaba, no duro mucho su agarre en mi brazo cuando Star lo empujo fuerte y se colocó frente de mí.
—¡No ves que esta traumatizada! No la tratante así. —lo señalo furiosa y después me envolvió en sus brazos.
—¡Claro, como no es la tuya que fue raptada por un demonio, no esta tan preocupada... además que hace él suelto! —señalo al chico que se mantenía a un margen de distancia sin intenciones de intervenir.
Yo ni cuenta me había dado de que había pasado en las horas después que vi como Lara era secuestrada, ni siquiera sabía que había pasado en ese trascurso de horas, no entendía como estaba Star y John ahí, ni siquiera Finn.
Yo estaba como en el limbo, en mis recuerdos. Reviviendo una y otra vez las última escena que no salía de mi cabeza. Era como una mala película de terror pero ya estaba comenzando a creer que nuestra vida desde el principio fue esa historia que nunca tendría un final feliz.
A cada segundo pasaba algo que nos dejaba a un paso más de estar a la muerte, y tenía el presentimiento que Lara fue la siguiente.
— Yo... yo... yo no sé qué paso, solo fueron minutos que estuve con Eris y segundos después esa cosa le hacía algo a Lara.—por fin encontré mi voz y creo que no me gustaba.
Porque Star y John me miraban, una preocupada y otro desesperado con ganas de matarme. Aunque no le prestaba atención a Finn sabía que solo me miraba con lastima.
—Vamos a calmarnos, deben estar por aquí cerca. Sabemos de la maldición y no pueden salir de este edificio. —Star se posiciono a mi lado para hablarle a John.
Pero mi memoria solo repetía la forma de cómo se esfumaron por arte de magia, como si un segundo estaba ahí y el otro no.
— Puedo ayudar.—Finn que por fin había hablado se acercó a nosotros pero con una mirada de John se detuvo.
— ¡Claro que vas ayudar pero vamos a ir todos porque no te vamos a dejar suelto! Además ¿no sé por qué demonios sigues suelto y no en tu celda?—John gritaba molesto moviéndose de una lado hacia el otro.
<<Y sabia porque.>>
Ya nadie era cuerdo de su propia vida, ya vivíamos con un modo supervivencia activado y creo que perder a su papá y hermanas a cualquiera nos volvería loco.
Ahora que lo pienso, yo tenía días sin ver a mi hermano y eso me estaba preocupando. Pero tenía fe que en donde quiera que este no esté sufriendo, porque sabía que el grupo de Lux no lo había capturado porque si no me fuera avisado la señora Susie o John.
Yo respire con clama para tranquilizarme, trataba que mis nervios se mantuvieran quieto para poder ser útil en esto momentos. Ya que aquellas advertencias que nos había dicho Luna decían bien claro que nunca debíamos confiarnos de ellos, pero lo ignoramos por desesperación.
Una desesperación donde mi Cole estaba prisionero, el señor Hill y Carly también. Ya estábamos cansado que siempre fuéramos nosotros los heridos y manipulados, pero ya estoy comenzando a creer que todos somos peones en este juego macabro.
—¡John basta, después te lo explico, pero primero debemos conseguir a Lara ya! —Star se apartó de mi lado furiosa y si no estuviera todavía buscando las fuerzas para calmarme, podría jurar que vi destellos de energía que salían de sus manos.
— Busquemos en este piso primero, si es verdad lo que dijo Star a lo mejor se encuentran atrapados en su único lugar que sería su cárcel.—Finn apoyo a Star.
Yo me levante del suelo donde me había dejado caer y ahora reunía todas mis fuerzas para ayudar, si se la llevaron fue por mi culpa por ser muy confiada. Nunca debía dejarla sola y por eso debo estar serena y cuerda.
— Vamos a buscar, no deben estar muy lejos.—encendí otra linterna que mantenía guardada conmigo y comande el camino.
Aunque aquel edificio todo estaba oscura, y lo único que se podía decir que hacían ruido éramos nosotros. Porque aquel lugar estaban tan solitario que se podía escuchar algún grillo o los pasos de algún roedor que ande por ahí.
Las paredes manchada de suciedad cubierta de alguna sustancia fea y podrida, cubrían aquellas paredes como si fuera una pintura de decoración para la noche de Halloween.
—Más te vale que mi hermana este con vida Rous, porque esto no te lo voy a perdonar nunca. —John paso por mi lado furioso arrastrando a Finn por una cuerdas que estaban amarrada en sus manos y ahora era él que comandaba el grupo.
Lo entendí perfectamente, acaban de recupera a su padre y hermana y ahora perdía a otra más. Por qué no olvidemos que Luna se había ido sin despedirse como hace tres años atrás, sin avisar y sin decir nada.
—Ignorarlo, sabe que todos en esto momentos estamos más que tenso,. —mi hermana se posiciono a mi lado también alumbrando a su alrededor.
— Es que es verdad, nunca debí dejarla sola con esa cosas. Debía arrastrarla conmigo a interrogar a Eris o me debí quedar con ella, nunca debí dejarla sola y ahora...—Star me interrumpió cuando vio que hablaba súper rápido. Podía sentir que el nudo que se había ido de mi garganta volvía y mis ojos se llenaban de lágrimas.
— No es tu culpa Rous, yo tampoco debí irme y dejarlas a ustedes sola. Y si vamos a echarle la culpa a alguien ese alguien será yo.
—¡O a Finn! — hablo fuerte John para que también lo escucháramos.—Este idiota tiene la culpa por querer volver a hipnotizar a Star con sus palabrearías tonta y por eso paso todo esto.
— A mí no me esté echando la culpa, que yo no tengo la culpa que ustedes mismos hicieran un pacto con demonios. Ahora miren sus consecuencias.—Finn se defendió pero no ayudaba porque John se detuvo bruscamente y aunque todos nosotros nos alumbramos con una linterna por un pequeño destello pude ver el rostro de John como se contraía por la rabia.
Y solo basto un segundo para que el susodicho se le fuera encima a Finn y lo comenzara a golpear.
—¡John!
—¡No!
—¡Para, no lo lastime!
En medio de gritos de Star y mío intentamos parar a John y Finn, pero era imposible porque John estaba arriba de Finn golpeándole la cara ya que el susodicho tenía las manos amarada no podía defenderse y se le hacía muy difícil bloquear los derechazos de John.
—¡John basta, para ya, que lo lástima! — me metí para empujarlo pero lo único que recibí fue un empujo por parte de él que hizo que retrocediera dolorida.
Prefería ser yo la que llevo el empujo en vez de mi hermana, pero creo que fue una mala idea meterme porque el empujo que me dio hizo que mi cuerpo golpeara con un poco de fuerza la pared que nos rodeaba y me dejo sin aire.
Por lo que preocupo un poco a mi hermana cuando vi su rostro más preocupado.
—¡Rous!— pego un grito asustada soltando su linterna corriendo hacia mí, lo que hizo que John dejara de golpear a Finn y se preocupara también.
—Rous lo siento, no quise golpearte. Pero te metiste y no debiste hacerlo...
—¡Apártate de ella, eres un monstruos! —mi hermana lo aparto con lágrimas en los ojos furiosa mientras me inspeccionaba.
Pero yo sentía aquel ardo en toda mi espalda por el empujón que también me dejo sin aire.
— No quise hacerlo enserio Star, lo siento mucho Rous. —John se disculpaba preocupado caminando de un lado a otro que no se percató que la habitación que tenía al frente.
La que nunca vimos por estar distraído, la puerta se había abierto atrayendo mi atención y aunque la habitación estaba oscura pude ver un cuerpo que estaba tirado en el suelo.
—¿Lara? —pregunte en un susurro esperanzado.
Lo que hizo que todos voltearan al lugar que yo miraba.
—Dios bendito. —susurro Star nerviosa.
—No puede ser. —escuche a John también.
Pero era como si ya nada importara, porque solo bastaron unos segundo para que el olor a humo me invadiera las fosas nasales y viera como una chispa de fuego comenzaba desde la punta de mi pies, e iba recorriendo con una velocidad hacia la habitación que todos mirábamos.
Solo sé que aunque todos estaban pendiente de aquel cuerpo que esperábamos que fuera Lara, yo estaba más hipnotizada por la pequeña llama que hacia un círculo perfecto como si tuviera mente propia en la entrada de la puerta impidiendo el paso para que cruzáramos.
— ¡Fuego! —grito Star y ahí si todos salimos del trance para actuar.
John corrió hacia Lara pasando las llamas cargándola.
— ¡Es ella, sigue con vida! —confirmo John cargándola entre sus brazos.
Star me ayudaba a levantarme y después ayudamos a Finn que a pesar de la paliza que le dio John su cara mostraba una sanación perfecta que no me colocaría a preguntar en este momento.
Solo sé que todos corríamos para salir de aquel edificio que comenzaba cada vez a encenderse y nosotros estábamos adentro en el tercer piso para ser más exacto.
—¡Las escaleras de incendio! —grito John tras de nosotras y eso hizo cruzamos un pasillo para después llegar a las escalera de incendio donde corrimos escalera abajo huyendo de las llamas.
— ¡Cuidado!—grite y todos nos agachamos cuando la puerta del segundo piso voló por los aire y una llama de fuego salió de ese piso.
Era como si el fuego se hubiera propagado muy rápido y pensaba consumimos con él.
—¡Vamos! —dijo Star y volvimos a seguir bajando.
Intentábamos con todas nuestras fuerzas no inhalar el humo que nos estaba atrapando pero era difícil porque cada vez se hacía más extenso y atrapador.
— ¡Veo la puerta de salida!—aviso Finn y creo que él tenía más probabilidades de ver ya que nosotros éramos humano y él no.
—¡Ahí, lo veo! —grite señalándole a Star para que se adelantar y abriera la puerta cuando vi la gran puerta verde con un letreo de neón.
Star la abrió y creo que todos pudimos respirar por fin cuando salimos y el aire frío de la noche nos arropo y vimos como el edificio a solo segundo se encendía como una gran antorcha.
—¡Tenemos que irnos, porque el ejercicio de Lux debe venir y no tenemos fuerza para pelear! — dijo Finn con una voz entrecortada.
Me lo imaginaba que por estar respirando aire fresco y la tos que nos atacó a todos por inhalar el humo del incendio.
— ¿A dónde iremos? No podemos irnos a nuestro escondite porque tenemos un espías entre nosotros y puede soltar la ubicación.—John hablaba furioso pero cansado a la vez.
— Sin ofender Finn pero nadie confía en ti, eres nuestro prisionero que nos soltara todas las respuesta que buscamos o te matamos como lo hicimos con tu amigo.—Star hablo con una fluidez que me dejo confundida y ni siquiera le dio chance a Finn para replicar cuando coloque mis manos en su cuello y aplique el lugar donde lo dejaría inconsciente por un largo momento.
El cuerpo de Finn cayó en el suelo, Star lo agarro por los brazos y yo por las piernas.
—Directo a la tienda de mascota. —señale la tienda que estaba al otro lado de la calle.
— Hay jaulas ahí, Hero y yo la descubrimos cuando buscamos comida.—John se acomodó a Lara bien y dejando el edificio que se incendia atrás cruzamos la calle.
Entramos al a tienda vacía, y como había dicho John se encontraba algunas jaulas vacías grande que servirían para colocar a Finn ahí.
— Espero que esos demonios estén más que muerto en ese incendio, por lo que te le hicieron a Lara.—dijo Star en el momento que dejamos el cuerpo de Finn dentro de una jaula.
— Yo también lo espero.
Cerramos la jaula dejando a un Finn inconsciente ahí, Star se encararía de la ronda de vigilarlo mientras que yo estaría pendiente de hacer guardia. John se encargaba de Lara, y a pesar que no despertaba se veía que estaba como dormida como la bella durmiente.
Horas después como había dicho Finn el ejército de Lux apareció frente del edifico que seguía encendido pero que las llamas se mantenían ahí y no los demás edificios que estaban unidos.
Solo sé que muchas ideas llegaron a mi cabeza para que ese fuego surgiera de la nada, pero prefería mantener mi mente fuera de esas ideas y descasar un poco a pesar que esta noche no lo haría.
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