02.| SE TRATA DE ALGO LLAMADO ADOPCIÓN.

                    Los Vengadores estaban reunidos alrededor de la mesa, revisando el plan que usarían en contra de Katerina. Wade se encontraba en el centro, queriendo saber por qué rayos los Vengadores lo habían llamado a él. No podía mentir y decir que no estaba emocionado porque lo habían llamado gracias a sus habilidades, y estaba más que feliz de ayudarlos a capturar a la chica. Pero mientras Wade seguía mirando qué hacían, estaba molestándolos a todos. Tanto que Natasha le gritó que dejara de comportarse como un niño.

      Wade le sacó la lengua, antes de mirar alrededor del cuarto. Él observó al resto de los Vengadores, incluyendo a Wanda y Vision. Él entrecerró los ojos mientras los miraba, y ambos lo miraron de vuelta. Wade movió las cejas y Wanda le miró confundida. Wade prosiguió a decir que ambos se veían lindos juntos, provocando que el rostro de Wanda quemara.

      Pero cuando Wade decidió empezar a girar en una las sillas, él molestó a Natasha incluso más de lo que ya lo había hecho. Causando que la espía rusa explotara.

      —Wade, juro que si no dejas de actuar como un niño, voy a encerrarte en una habitación hasta que se nos ocurra un plan—, replica Natasha, provocando que Wade llevara sus manos hacia sus mejillas, antes de mirar hacia un ángulo extraño.

      — ¡No digas eso, Scarlett! ¡Los lectores te escucharán!–, regañó Wade, haciendo que Steve y Tony intercambiaran miradas.

      — ¿Los lectores?—, inquiere Tony —. ¿De qué mierda estás hablando?

      — ¡Tony, cierra la boca! ¡Estás causando que las lectoras digan "lenguaje"! ¡Porque a Steverino no le gusta!—, contestó Wade, antes de volver a mirar en la dirección anterior —. Está bien, chicos, yo los protejo.

      — ¿Qué tan loco está él?—, inquiere Sam.

      —Mucho—, responde Clint —. Pero él es uno de los mejores mercenarios que hay.

      — ¡Lo soy!—, cantó Wade, levantándose de un salto del asiento —. Ahora, dos cosas. Uno, no se enojen, pero ya llamé a alguien a que me ayude a traer a la perra asesina aquí. Mayormente porque ella sabe sobre la señorita Eiza Gonzalez más de lo que nosotros hacemos. Y dos, ¿podemos hacer un par de chimichangas? Estoy muerto de hambre.

      — ¿Quién diablos es Eiza Gonzalez?—, inquirió Sam.

      —Él se refiere a Katerina—, espeta una nueva voz, haciendo que todos los Vengadores se voltearan hacia la puerta para ver a la rubia. Wade junta sus manos, celebrando.

      — ¡Cara!—, exclamó Wade, provocando que la rubia rodara los ojos.

      —Ignoren a Wade, mi nombre es Lyra. Soy la hermana de Katerina—, la mujer saluda a todos con  una sonrisa, acompañado por un acento británico —. Y antes que me pregunten cómo estamos relacionadas, es esta pequeña cosa llamada ser adoptada. Wade me llamó y me dijo que podrían necesitar mi ayuda para atraerla.

      — ¿Y cómo puedes ayudar?—, inquiere Steve.

      —Sé dónde está. Me llamó y me dijo que, actualmente, se encuentra aquí, en Nueva York. Brooklyn—, explica Lyra mientras cruza sus brazos por sobre su pecho —. Buen trabajo logrando que Wade los ayude. Usualmente es un enorme y molesto idiota. Pero le quitas la camiseta y tiene unos abs increíbles.

      —Oh, ¡las lectoras aman mis abs!—, ríe Wade —. ¿Pero sabes qué abs aman más? Ryan Reynolds. Él es el tonto hermoso de América. Bueno, después de mí por supuesto—, los Vengadores observaron a Wade guiñar un ojo en una dirección específica, antes de volver a mirar a ellos —. Me gusta prestarle atención a las lectoras. ¡Ellas aman la atención!

      — ¿Tiene un botón de apagado?—, pregunta Steve a Lyra.

      — ¿Ya estás cansado de él, Cap?—, inquiere Lyra y Steve le dedica una mirada. La rubia alza sus manos antes de caminar hacia Wade y arrojar una bolsa con comida hacia él. Todos observan cómo Wade saca dos enormes chimichangas de la bolsa. Una gran sonrisa decora su rostro antes de retirarse su máscara y morder su comida. Lyra roda los ojos antes de volver a mirar a los Vengadores —. Lo mejor es mantenerlo alimentado. Compré sólo dos por ahora, pero necesitaremos más.

                    La latina caminó por el oscuro callejón, un sombrero descansando sobre su cabeza. Sus oscuros ojos escanearon el área hasta que una sonrisa se posó sobre su rostro. Ella avanzó confiada antes de tumbar a un ciudadano que caminaba por las calles. La persona intentó escapar de su agarre, antes que Katerina aplastara su mandíbula con su puño.

      La persona cae al suelo y, cuando mira hacia arriba, la reconoce. Entró en pánico e intentó correr, sólo provocando que la chica riera. Ella giró la cabeza, su negro cabello cayendo en cascada por sobre sus hombros.

      Katerina disfrutaba observar a su presa luchar antes de acabar con su vida. La hacía sentir incluso más poderosa de lo que ya era. Ella cruzó sus brazos por sobre su pecho mientras continuaba mirándolo, antes de aburrirse. Arrancando los guantes de sus dedos delicados, ella pisó su pie con el tacón de sus botas, causando que la víctima aullara en dolor.

      Ella se arrodilló a su lado, sonriendo —. Oh, no te preocupes, cariño. Esto no dolerá en lo absoluto. No hasta que estés muerto, de todos modos.