D E N N I S

Un Mundo de sombras.

A cualquier lado que volteé, es lo que veo. Vampiros convertidos, cambiados por la oscuridad de ese Rey Shanees. En todos su poder se elevó, cada vez son más, su esencia vampirica se ha perdido más siguen siendo marionetas, presos de la oscuridad.

A estas alturas, no hay barrera que los detenga, Vlad me pidió destruirla cuando los envía a convertir, a cambiar más vampiros, a controlar mortales que de la peor forma los usan en contra de los vampiros del Castillo.

Aliado con la sombra le favorece su poder, con tal de crear un Reino de sombras que inicia y se extiende.

Cada vez Vlad me necesita menos, el poder de la sombra sobrepasa mi don, a él recurre, a él mantiene a su lado al tener su ayuda.

He pensado en irme, escapar de toda esta Guerra que era entre vampiros, cuando nunca imaginé esto. Sin embargo, aún tengo presente mi venganza que comienzo a dudar. De nada me servirá matar al Rey vampiro, hacerlo no me hará recuperar a Lionell y mucho cuando lo haga y todo esto termine, Vlad obtenga la victoria, todo lo que quiere, ya no podré estar con Darel.

Mi plan cambió cuando me hice la ilusión del día que esto terminara, convencerlo a irnos juntos. Lejos de todos, sin reglas, sin seguir órdenes.

Una inmortalidad con Darel.

Y sin él es imposible

No lo percibo más dentro de la sombra. Y cada vez que me culpo más, pese a las circunstancias, yo desperté a Vlad y a la sombra.

—Tonta —me digo a mi misma. Dejo de ver al frente cuando siento dolor en mi pecho, un punzante dolor en mi corazón cuando late más despacio y me alerto, no puedo morir.

—El cazador quiere verte.

Trato de soportar el dolor, con mi mano en mi pecho giro a verlo al aparecer a mi lado.

—No era necesario... mandar a su esclavo.

—Esclavo —su risa hace eco. Marco distancia cuando emerge alrededor de él toda esa oscuridad— ¿Cómo consideras a todo el vampirismo consumidos en sombras? Liderados por mi.

Recibe mi silencio

—Eres la única que no controlo. Que no es parte de mis... esclavos.

—Ni te atrevas

—Tú magia oscura no podrá evitarlo, puedo absorberla de la misma forma —hago una mueca cuando el dolor en mi pecho aumenta, ganando su mirada. No puedo acostumbrarme a su vacía, oscura mirada cuando todo el tiempo lo que son sus ojos, son completamente negros por más que se mantenga oculta a como realmente es, en lo que fue Darel, su aspecto sigue siendo aterrador— como mi poder puede curarte.

—¿Qué me estas haciendo? —espeto al darme cuenta.

>Aléjate Dennis<

Grita una voz interna en mi cabeza.

—La muerte será para todos.

Desaparece de mi vista, sin embargo puedo sentirla detrás de mi como al notar los hilos de oscuridad que se enrroncan en mis pies. Al instante, dejo fluir mi don, más sus palabras me alertan y me obligo a no usarlo, es lo único que me mantiene en la existencia.

Por un momento pienso que me mantiene atrapada, inmóvil cuando puedo mover mis pies y evitar su oscuridad.

—No me dañaras —emito con toda la valentía posible.

—No voy a hacerlo —veo su brazo, en su mano sus garras formarse apunto de tocarme— Eres la opción correcta. Muere y revive en un nuevo ser, puedo cambiarte y darte más poder.

—No —me obligo a moverme y alejarme de él. Cerca de la entrada, me detengo dándome la vuelta viéndolo con detenimiento.

>¿Y si Darel sigue ahí? <

—¿Por qué no solo me matas? Esa es tú intención.

—La muerte es lenta y torturante.

Suelto una risa sin ánimos

—No te rogaré que me mates

Paso saliva ante su malévola sonrisa.

—No tendrás que hacerlo Dennis Valentains —retrocedo un paso— No cuando te controlare poco a poco— siento un líquido espeso bajar de mi nariz y la gota carmín en mi dedo me comprueba que es sangre— Un Rey de sombras, necesita una Reina de oscuridad.

—Jamás... me atare a ti de esa forma —lo veo con horror— prefiero mil veces a Darel.

Su tétrica sonrisa se esfuma, al instante lo cubre por completo su oscuridad hasta desaparecer la sombra ante mi.

>Pero nunca se va para siempre<

Sin embargo dejé de sentir dolor en mi pecho, mi corazón recupera sus normales latidos y con el dorso de mi mano, limpio todo rastro de sangre mientras entro. Dirigiéndome hasta el despacho al sentir la presencia de Vlad.

Al llegar, empujo la puerta y la cierro de golpe al entrar.

—Ordenale a tú sombra que se aleje de mi. —le digo molesta.

—Deja de exagerar Adelina.

Lo veo sentado en la silla, sus codos apoyados en el escritorio y sus manos en su cabeza.

—Me quiere matar —avanzo hasta detenerme del otro lado del escritorio sin causar su mirada— me quiere cambiar, absorber mi don y hacerme depender de su oscuridad como todos.

—Serias más fuerte

—No así —apoyo mis manos sobre el escritorio— Te va a traicionar.

—Tenemos un trato —baja sus manos— Queremos lo mismo —Vlad luce mucho más pálido, más delgado. Y apesar de ser vampiro, tiene ojeras.

—¿Qué te esta pasando? —le pregunto ante su mal estado, el mismo a como lucia cuando recién acababa de despertar, pero se recuperaba al beber sangre. Poco tiempo duró y desde entonces solo lucia más fuerte, no débil.

—Por el vínculo

—Te protegía, a todos afectaba menos a ti. Tú absorbias su fuerza.

—Y eso me hace pensar que la que me traicionó fue otra. Fallaste Adelina, me volvió a afectar.

Enarco una ceja

—Hice lo que me pediste

—Nunca es suficiente —busca su copa y le da un corto trago— Encontraron la forma de debilitarme por igual —su vista se enfoca en la sangre— Insisten en despertar a Derek.

—Y ellos si han fallado.

Vlad gruñe, deja la copa en su lugar y se recarga en la silla.

—Elizabeth lo puede traer de vuelta si vuelve a intentarlo. Control mental, liberación de su descanso —su mano lanza la copa lejos de él, los vidrios se hacen añicos en el suelo— Si Derek despierta, me va a detener —desvía la vista en mi— Lo vi.

—¿De qué hablas? No te entiendo.

—No sé como pero usan un antiguo y poderoso hechizo que puede trasladar a quien lo activa y entrar en el descanso de Derek y yo estuve ahí —luce confundido— Todos, vi a cada uno de los vinculados con Derek en el momento que estaba con Elizabeth en un recuerdo. No podía moverme, nadie podía verme pero ella estaba por despertarlo cuando su tiempo venció.

Era de esperarse, no se rinden con el antiguo vampiro.

—Él no puede despertar —me alerto. Si lo hace, hasta yo misma corro peligro, me matará— ¿viste algo más?

—Escuché que Derek no puede despertar, su alma inexistente no se lo permite.

—¿Mellissa Wilber?

—Si, todo este tiempo fue ella —Vlad se pone de pie, se sostiene del escritorio— no influi, ni siquiera tu magia oscura en mi. Todo este tiempo...

—El antiguo vampiro no quiso despertar por su cuenta.

—Y lo hará en cualquier momento si así lo quiere y más cuando Elizabeth ya lo alertó. Si intervino en su descanso, Derek se obligará a despertar.

—Espera ¿le contó de todo esto?

—Aún no

Me tranquilizo un poco.

—Pero lo hará —Vlad rodea el escritorio hasta detenerse a mi lado— por alguna razón él siempre huye y eso me favorece, en cada intento, su hija falla y más se debilita hasta rendirse —amplia su sonrisa— y eso Adelina, me da tiempo de lograr lo que quiero. Cuando Derek despierte será demasiado tarde.

—Mientras prefiera estar en una ilusión con su alma muerta a estar en la realidad solo.

Causo su atención

—Derek siempre revive su muerte en su descanso. De todas las formas ¿por qué? ¿Por qué descansar antes de que yo despertara?

—Para evitar que se descontrolara, es un vampiro poderoso y no sabía que yo pensaba despertarte.

—No Adelina, tiene el poder pero ya no tenía la sombra. Planeaba algo con sus descansos.

Lo miro confusa

—Creo que tú estas exagerando.

—¡Dennis! —golpea con su puño el escritorio— Tú no conviviste con él. Derek no solo quería venganza, autonombrarse líder de vampirismo, recuperar a su descendencia cuando se enteró de su existencia.

Retrocedo un paso, pienso huir cuando luce como un desquiciado.

—Lo sabía —chasquea sus dedos— Derek sabía que tarde o temprano tendría que batallar con la sombra libre del vampiro que la mantenía en él.

—Darel no tenía el poder para mantenerla y nosotros influimos en liberarla —le recuerdo.

Él asiente

—Maldito Derek —deja de verme— Ahora entiendo porque la sombra quiere eliminarlo principalmente.

—Venganza —emito. En dos segundos siento sus manos en mis hombros.

—Poder Adelina, Derek necesita un gran poder para destruirla. El suyo y el de ella —frunzo el ceño— Quiere traer de vuelta a la eternidad a Mellissa —sus uñas se encajan en mis hombros, ignora mi mueca de dolor.

—No puede, él no puede...

—Revivió a Elizabeth y a mi Aylin.

—Porque tenía un cuerpo. Tengo entendido que el de esa vampiresa, no existe más.

—Su vínculo se mantiene con Derek que aún existe —me suelta— y eso tengo que impedirlo —se recarga en el escritorio— Traté de extender el plazo pero me veré forzado a cumplir el trato ahora —sus ojos carmín de posan en mi— Dejaré que la sombra me controle.

—Será tú muerte, no libero a Darel, al contrario, acabo con él por completo.

—Yo no soy igual que el hijo de Darren —gruñe— Usaré mi poder para ser libre y controlarla.

—Haz lo que quieras —me volteo yendo en dirección a la salida.

—Adelina, no te autoricé irte.

Resoplo

—Ya no me necesitas

—Al contrario hija mía —giro a verlo, no me gusta su sonrisa maliciosa— Tú me harás regresar, tú don, tú conexión conmigo.

Mi mano se detiene en la puerta abierta, tras dudar, la vuelvo a cerrar.

—¿Qué quieres que haga? —avanzo hasta él.

Soy consciente de las consecuencias sin embargo prefiero mil veces la guerra contra Vlad a una sombra del todo fuerte.

(...)

Son pocas las horas que me permito dormir en este lugar. Después de todo, mantengo una parte mortal y lo necesito.

Como una manera de escapar de la realidad a la que me enfrento.

Darle de mi magia oscura a Vlad y activar una conexión con él, me dejó exhausta que preferí subir a mi habitación.

Me costó tiempo para conciliar el sueño.

Entre pensar en lo recién descubierto, me favorece que despierte ese antiguo vampiro y reviva a su alma, destruiría a la sombra y al mismo tiempo, me perjudica cuando queda mi vida expuestas por todos.

Y al menos en mi sueño, soy por un instante libre de todo el caos de la Guerra.

Otra vez vuelvo a soñar con Lionell, lo hago desde que él dejó de existir.

Una versión mía de niña corre por el bosque a esconderse en un árbol. Pese a las advertencias de Adelina, que no debo alejarme mucho del aquerrale. Inocentemente busqué el mejor sitio para esconderme.

Mi pequeña mano la coloco en mi pecho usando mi don para calmar los latidos acelerados de mi corazón.

—¡Te encontraré Dennis! —resuena su voz— ¿Dónde se ocultó? Piensa Lionell —emite con diversión.

Esta vez cubro mi boca evitando emitir algún ruido.

Tan inocente olvidando lo que es.

Por la eterna espera, me asomo sin verlo. Lo busco con la mirada cuando tan pronto aparece frente a mi.

—¡Dennis!

Salgo corriendo, gritando entre risas. En menos de sus segundos, me atrapa cargandome entre sus brazos.

—Basta de juegos, tenemos que volver.

—Quiero ser tan rápida como tú, Lio.

—No Dennis, no es tan bueno el vampirismo.

Recuerdo todo lo que se rumora de aquellas criaturas de la noche en el aquerrale. Por mi, la líder, mi madre permitió un vampiro entre el grupo.

—Tú no eres malo —Lionell sonríe, mi pequeña mano la dejo en su pálida mejilla— ¿por qué no soy como tú?

—Ya te lo he explicado Dennis —me baja al suelo— pero nada cambia que tú seas mis hermanita— esta vez él coloca su fría mano en mi mejilla al agacharse a mi altura.

—¿Nunca me dejarás?

—Nunca Dennis.

#

Despierto de golpe incorporada en la cama, con mi corazón acelerado y una lágrima en mi mejilla.

—Lio —susurro. Estoy por acostarme otra vez cuando una sombra causa mi atención en una esquina de la habitación— ¿Darel? —lo veo al reconocerlo, igual a como lo recuerdo, sin rastro de oscuridad— No, no eres real —cubro mis ojos con mis manos — es la sombra Dennis, te quiere volver loca.

—Dennis

Su voz hace eco

—No, no eres real —repito.

—Estoy aquí Dennis —me fallo a mi misma y bajo mis manos lentamente. Darel se encuentra más cerca, frente a la cama— Tú me mataste.

—Tú ibas a matarme a mi.

No debería estar hablando con una ilusión mía, un recuerdo, un falso e inexistente Darel. Sin embargo, verlo, me causa emoción y disminuye un poco la culpa.

—Te iba liberar del cazador. Liberarnos a todos.

—Estas muerto Darel

Su imagen se distorciona como sus palabras. Lo único que descifro es en un susurro:

—Sálvame Dennis

Y desaparece frente a mi.

Nuevamente despierto sobresaltada viendo a ambos lados. Esta vez no lo veo como en mi sueño. Un sueño tan real.

—Cálmate Dennis —froto mis brazos— Deja de pensar en él —inhalo y exhalo. Al sentirme más tranquila, salgo de la cama, me dirijo a la puerta y dándole una última mirada a mi habitación, salgo cerrando la puerta.

Descalza avanzo por el pasillo hasta bajar los escalones.

—¡Vlad! —bajo apurada la escalera hasta bajar el último escalón. Me dirijo a su despacho sin verlo. Bufo y salgo cerrando la puerta en dirección a la salida. Faltaba pocas horas para anochecer cuando hablé con él y ahora debe estar estar afuera cazando.

—Dennis Valentains.

Esa voz, ese tono me hace detener. No necesito voltear para saber que se trata de la sombra detrás de mi como el dolor de mi pecho que regresa cada vez que estoy cerca de él.

—El cazador fue por más vampiros, por más de mis futuras sombras.

—Estas consiguiendo lo que quieres.

—No del todo, aún no libero a mi Reino de sombras en esta dimensión —rápidamente me doy la vuelta.

—Creí que no las necesitabas más. Tienes nuevas sombras.

—Sigo siendo su Rey —ladea la cabeza— Y solo necesito un portal que una portadora de magia oscura pueda crear, la suficientemente fuerte para que crucen a este Mundo.

Retrocedo

—No voy a ayudarte

Levanta su mano en mi dirección, sus hilos de oscuridad emergen.

—A cambio puedo darte lo que quieres.

Entre ambos su oscuridad aparece en el suelo y crece hasta esfumarse dejando ver a un vampiro que pensé nunca más ver.

—¡Lio! —le sonrío.

Tan igual a como era más no me gusta que hilos de oscuridad lo rodeen.

—Yo puedo lograr que sea real como una nueva eternidad para él. Un trato justo.

Lo considero

Es cierto que la sombra tiene el poder para traerlo de vuelta. Más permanece la duda.

—Ayúdame a volver y nunca más te dejaré sola— resuena su voz a como la recuerdo.

—Lionell, te necesito tanto.

Sonríe luciendo sus colmillos, nunca me asustó su apariencia.

—Una eternidad juntos Vanesa.

Borro mi sonrisa al escucharlo y más al recordar un fugaz momento con él de tantas de nuestras conversaciones:

—¿Para ti soy un reemplazo de tú hermana muerta?

—No, tú eres muy diferente a Vanesa y nunca las voy a comparar. Tú para mi solo eres Dennis.

Lionell nunca me confundió, nunca me llamó como ella.

—No caeré en tú trampa. Aunque controles mi mente, uses mis recuerdos no vas a convencerme.

La ilusión de Lionell desaparece dejandome ver otra vez a la sombra que baja su mano y se pierden sus hilos de oscuridad.

—Astuta

—Es lo que haces —paso saliva— cambias los recuerdos a tú favor para debilitar y dejar una frágil mente controlada por ti. Fue lo mismo que hiciste con Darel, todo ese odio a sus creadores es tuyo, toda su idea de libertad, eras tú.

—El vampirismo me prohibió la libertad. Sus creadores me detuvieron varias veces —su voz suena distorcionada—y todos serán destruidos.

En poco tiempo cambia, entre su gruñido bestial comienza a crecer. Me congelo en mi lugar cuando con sus garras rasga su piel, la apariencia de Darel se deforma cuando se muestra en una monstruosa sombra antinatural.

No me da tiempo de actuar cuando se me lanza a atacarme, por inercia cierro los ojos y mi cuerpo recibe el impacto.

Cuando abro los ojos, me veo en el suelo, no hay dolor en mi pecho, me siento exactamente igual, con control de mi misma. Con ayuda de mis manos, me levanto hasta quedar sentada y giro la cabeza.

Otra vez la sombra se mantiene en esa apariencia falsa, a poca distancia.

>¿Qué lo detuvo? <

Lo veo con detenimiento y me doy cuenta de un detalle.

Darel cuando vino hasta aquí tenía un anillo de gema blanca en su dedo, no tuve el tiempo de preguntarle al respecto cuando por el vampirismo, ya usaba uno de gema rojiza en la otra mano, pero no había brillado tanto como ahora.

De la sombra de oscuridad es la única luz que resalta.

—Darel —emito sin creerlo.

No era un simple sueño.

Era una señal

—Existe en ti —me levanto hasta quedar de pie— No lo mate— medio sonrío— él sigue dentro de ti ¿cierto?—me desespera su silencio— ¡Habla Shanness!

—No podrán traerlo de vuelta.

Entonces hago la peor locura.

Me lanzo hasta él, sin importar los hilos de oscuridad que me veo envuelta cuando con esfuerzo coloqué mis manos en su cabeza. Su sonrisa se deforma mostrando una hilera de puntiagudos colmillos sin embargo no me detengo cuando libero mi magia oscura tratando de entrar en su menta, buscar aunque sea una frágil esencia de Darel.

Pero no lo logro cuando su mano se enrreda en mi cuello y me obliga a soltarlo, sintiéndo el filo de sus garras al traspasar mi piel.

En defensa trato de liberarme usando toda mi magia oscura con hechizos que apenas puedo pronunciar.

Y nada la detiene.

Empeora cuando la hago más enfurecer al punto de escuchar su voz distorcionada en un idioma que me es inentendíble.

No me da oportunidad de cambiar en vampiresa, mi último recurso cuando cada vez se me dificulta respirar.

—No...

Pierdo fuerzas, pierdo mi magia oscura cuando presiento que la absorbe.

Me aferro a su mano, mi fuerza es débil para alejarla cuando mis dedos solo tocan su anillo. Un solo movimiento y disminuye su fuerza. Dejo de sentir su mano como tal cuando lo cubre su oscuridad con todo el anillo.

Hasta que me libera y mis pies tocan el suelo al mismo tiempo que un ruido metálico escucho.

Veo el anillo a cierta distancia de mi y en un santiamén la sombra de oscuridad lo cubre y vuelve a copiar la apariencia de Darel con el anillo en su dedo, en el mismo lugar hasta que  deja de brillar.

—Estan conectados —toso— te debilita perder conexión con él. Dependes de Darel.

—No por mucho tiempo.

Resuena su gruñido bestial cuando desaparece por completo.

No puedo soportar más mantenerme en pie y débil caigo al suelo.

—¡Adelina!

Mi vista se vuelve borrosa al distinguir una silueta en mi campo de visión. Creo reconocer esa voz. En mi boca siento un sabor metálico al probar un líquido espeso.

—Vamos Dennis

Pestañeo varias veces, mi vista se aclara más aun mi cuerpo lo siento débil para moverme.

—La... sombra... me atacó.

—Te hubiera matado si no hubiera entrado —sus manos siguen sosteniendo mi cabeza— Deja de enfurecerla.

Me dedico a verlo

No pienso contarle a Vlad sobre lo que descubrí, prefiero que crea que solo trata con la sombra.

Cuando esta vez si pienso traicionarlo al pensar en recuperar a Darel. Encontraré la manera.

—Tú no puedes morir Adelina, eres... mi hija —se inclina más a mi rostro— No olvides nuestro plan —me extraña sentir su tacto de su helada mano en mi mejilla— La sombra no te volverá a atacar.

—Viviré —logro decirle.

>Por Darel<

He permanecido casi un siglo de eternidad gracias a mi don. Hace unos instantes, mi vida iba a ser arrebatada.

Y en estas circunstancias, no puedo rendirme, dejar que me venzan cuando tengo muy en claro lo que más quiero:

Quiero de regreso a Darel.

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Nota de escritora:
Capítulo corto, raro, lo sé (suspira) Dennis queremos lo mismo, a Darel de regreso, se le extraña mucho a nuestro rebelde vampiro. Amo los vínculos inquebrantables contra todo.

Cada vez nos acercamos al final, serán 40 en su totalidad y no estoy lista para decirle adiós a Vampire Darks 🤧

¿Darel podrá vencer al Rey Shanees?

¿Cómo sería un Darel libre de la sombra?

¿Hay esperanza?

¡¿Cómo va a terminar este libro?!

Sigan leyendo que lo irán descubriendo. Nos vemos pronto en otro capítulo 🖤

Les dejo estas ilustraciónes con IA referentes al capítulo.

Y un meme 😂😅