Capítulo 28 ✘ El sacrificio
“A veces hay que aplaudirse a uno mismo cuando hay sacrificios que muchos no entienden”
Dennis despierta desorientada, al aclarar su vista observa a Vlad de pie, cerca de ella con una copa en su mano. Deja de verlo y observa alrededor, termina en sí misma comprobando que se encuentra acostada en la cama de una habitación de la Mansión, en la que se ha adueñado desde que llegaron, tras una extensa limpieza y remodelaciones puede considerarlo como un espacio acto para dormir.
—¿Tú me trajiste hasta aquí? —se levanta poco a poco hasta recargar su espalda en la cabecera.
—No iba a dejarte inconsciente en el suelo.
Su hija enarca una ceja
Le parece tan extraño su primera acción buena con ella, su importancia.
—Gracias —le responde y le medio sonríe.
El vampiro asiente y le entrega la copa.
—Bebe mi sangre. Tienes que recuperarte.
Dennis lo duda un instante
—¿Seguro de que me quieres dar tú sangre?
—¿Por qué te extraña?
Ella bufa
—En primera porque siempre actúas como si no te importara y ahora me das tú sangre cuando nunca lo haz hecho.
—No voy a rogarte, puedes recuperarte lentamente por tu cuenta.
Dennis rueda los ojos y la termina aceptando. Percibe el olor haciendo una mueca, nota el carmín intenso y lo espeso al moverla. Internamente se anima y le da el primer trago soportando el asco.
—Mortales, no valoran el sabor de la sangre.
—No entiendo porque los vampiros hasta matan por ella —le dice al alejar la copa de sus labios mostrando sus dientes con el líquido carmín, con el dorso de su mano de limpia la boca— Es repugnante.
—Es indispensable para nuestra existencia —el vampiro se da la vuelta, avanza y esta vez se sitúa enfrente de la cama— Tú tienes la oportunidad de nunca verla de esa forma, por mi jamás serás convertida.
Dennis asiente, se inclina y flexiona sus rodillas.
—Hablando de eso —hace una corta pausa— ¿Te arrepientes de tenerme como hija? No soy vampiresa, no soy hija de con quien querías tener descendencia. Tal vez mi don me hace diferente a todos los mortales pero sigo siendo en parte humana, algo que tú odias.
—Dennis tú resaltas de todos. Como mi hija estas de mi lado, tengo tú ayuda, juntos somos poderosos —le sonríe mostrando sus colmillos— Te debo demasiado, tú me despertaste. Tú evitaste los planes de Darkiel, ya es un obstáculo menos.
—Por mi poder —emite y asiente. Observa la sangre y le vuelve a dar un corto trago— Si hubiera nacido como una mortal sin magia oscura, no te sería útil ¿cierto?
—No estaríamos hasta este punto —Vlad borra su sonrisa y oculta sus manos en sus bolsillos— ya no existirías. Un mortal solo es útil un tiempo por su sangre, tan simple y débil en este Mundo, un sobrenatural, siempre destaca y permanece—se encoge de hombros— Si en el pasado, siendo yo aún ese débil humano y tu hubieras nacido como mi hija mortal, te mantendría al margen, no te hubiera involucrado en el vampirismo. Sería todo distinto Adelina.
—Lastima que las circunstancias sean otras —brinda y vuelve a beber de la copa.
De pronto, un golpe en la puerta los interrumpe. Con velocidad, el vampiro se encarga de abrir.
—Señor Vlad —uno de sus convertidos hace una rápida reverencia— Le tengo un aviso importante.
—Que sean buenas noticias
—Lo son, hay un vampiro afuera de la barrera, pide cruzar. Dice que es el hijo del Rey.
Vlad rápido comparte una mirada con Dennis que sorprendida deja la copa sobre un viejo buro y se levanta.
—¡¿Darel está aquí?! —descalza avanza hasta ellos— Tengo que comprobarlo— pese a su estado débil, apurada empuja al convertido hasta salir de la habitación.
—Adelina —su creador gruñe y la sigue— No te confíes, puede ser una trampa, el mismo Darkiel que tú poder no sirvió en su contra, hasta la hija de Derek.
Ella lo ignora y comienza a bajar las escaleras. Esta vez sin poder usar su magia oscura para transportarse.
—Detente —al bajar el último escalón, choca con él.
—Es Darel —emite con estusiasmo mientras señala la puerta— Es lo que querías, que estuviera aquí y esta allá afuera, esperándome. Necesita mi permiso para cruzar.
—Demasiado raro, si es un plan de ellos...
—No creo que hayan enviado a su propio hijo.
—Con más razón para desconfiar sí vino por su cuenta.
Su hija bufa
—Es una oportunidad, con Darel aquí... —guarda silencio al sentir ardor y dolor en su brazo donde nota una D marcada en su piel— es él.
Enseguida lo rodea hasta dirigirse a la puerta y salir al exterior. Ignora a la multitud de convertidos esparcidos cuando lo busca con la mirada.
—Darel —medio sonríe al verlo, sin evitar recordar cuando ella lo buscó en el Castillo siendo esta vez todo lo contrario.
Como una barrera es lo único que los separa.
Así que con esfuerzo usando la poca energía recuperada, la suficiente para abrir una abertura que poco perdura apenas el vampiro cruza.
—Todos alerta —ordena Vlad al aparecer a un lado de su hija.
Darel recibe la atención de todos, varios lo rodean, tras un escaneo lo dejan pasar hasta llegar y detenerse a poca distancia sin ocultar su apariencia de vampiro.
—Darel Valentains
—El mismo —le contesta a Vlad y observa la fachada— ¿Esto es su escondite? Que réplica aburrida del Castillo.
—¿En realidad eres tú?
Él enfoca la vista en Dennis al escucharla.
—¿Ya no me reconoces?
—No sin tu oscuridad —le responde Dennis y alerta lo escanea— ¿Qué haces aquí? ¿Cómo...?
—Escapé, usé la sombra a mi favor, su poder, toda esa oscuridad que me hace ser invencible. No fue fácil, trataron de detenerme, tuve que crear un plan y en el momento menos inesperado, tontamente destruyeron la primer barrera. En su momento, ataque al Rey, a la Reina, a Alina y a Elliot que espero a estas alturas ya esté muerto —se encoge de hombros—Los inmovilice a todos, al vampiro que más desprecio lo dejé inconsciente, sufriendo, atrapado con la oscuridad, sin su Rey son débiles, la Reina tiene más debilidades y Alina fue quien me ayudó a cruzar, más bien, la obligué —hace una corta pausa— Ya no hay una barrera en el Castillo y tuve mi libertad —extiende los brazos a los lados— Después me alimente de varios mortales, exquisita sangre que no se compara a una sangre almacenada. Luego encontré a uno de tus convertidos— observa a Vlad— Le corté la cabeza — le sonríe con maldad bajando sus brazos — pero antes me reveló su escondite, lo encontré y veanme, aquí estoy.
—Increíble —le dice Dennis.
—No te creo —el cazador da un paso adelante— si realmente todo eso es cierto ¿por qué hasta ahora? ¿Por qué luces tan... controlado? ¿Dónde está tú oscuridad?
—Para controlar a la sombra requerí, todo ese tiempo, antes no tenía la fuerza para controlarla y no me iba a arriesgar a que fuera lo contrario. No, ya pasé por eso. Cuando tratas con ella, conoces sus debilidades. Todo fue a base de una alianza para ser libres por igual.
—Un vampiro no controla tan fácil esa clase de oscuridad que tú tienes —Vlad gruñe— mucho menos, un purasangre a tu corta eternidad.
Darel se cruza de brazos
—Que le digo, soy impresionante, único, tal vez más fuerte que otros —baja sus brazos— yo hice un trato con la oscuridad, logré lo que muchos creyeron que jamás lograría, la controlé y no me importa si me cree o no. No estoy aquí por usted, al contrario, solo vine por Dennis.
Gira a verla, ella ampliando su sonrisa.
—Aquí eres bienvenido Darel, yo si te creo —sin esperar un permiso, lo agarra de la mano invitándolo a entrar. Lo guia, el vampiro sin poner resistencia ignorando el gruñido de Vlad— Tenía pensado ir por ti, ocurrieron varias cosas que me lo implicaron pero no dejé de pensar en ti —Dennis se detiene al llegar al centro y se voltea— Te prometí ayudarte.
Darel se safa de su agarre.
—Eso implica tus mentiras, una tras otra desde que apareciste en el Castillo. No eres vampiresa —la observa de pies a cabeza con seriedad escuchando su corazón latir — Eres humana.
—Lo soy, tuve que mentir para no ser descubierta, tú no tenías que saber quien era —se señala— y ahora estas viendo a la real Dennis, hija de Vlad Valentains, tú no me conociste como la falsa, como Vivian. Contigo quería ser... yo misma —ante su silencio, avanza un paso— pero no mentí en decirte que quería que fueras libre, todas esa señales, la conexión Darel es porque me importas, — pero veo que el vampiro que estoy viendo no necesita ser salvado— ríe sin ánimos—Di algo, por favor.
Deja de verla al sentir la presencia de Vlad detrás de él.
—Ya no importa Dennis
Ella enarca una ceja
—¿No me odias? ¿No quieres... matarme? Tú... la Reina cuando la capturamos, me dijo lo contrario. Cuando te enteraste de quien era, había seguridad en su voz al decir que... intentarías matarme, que no te importaba.
Alerta regresa a verla curvando una media sonrisa.
—Que equivocada estaba. Estar aquí dice lo contrario. Con tu poder y el mio, nadie nos podrá detener. Podré gozar de la libertad en este Mundo mortal y ser más fuerte.
—Olvidas que yo aquí soy quien ordena, no te consideres superior Darel —el cazador lo rodea hasta situarse al frente suyo— en el momento que cruzaste esa barrera y decidiste estar aquí, ya eres parte de nosotros.
—No escape de reglas del Rey para ahora cumplir las tuyas. Para mi, no significas nada.
Gruñe cuando es sostenido del cuello por él.
—Anda, mátame cazador y te olvidas de tu maldito plan —le dice con burla—¿Quién es más necesario?
—Vlad, suéltalo
—No intevengas Adelina —decide soltarlo dándole una mala mirada— Tú lo haz dicho Darel, me eras útil pero con tú oscuridad.
—La misma que yo decido cuando usar y dejar libre —finge acomodar la arruga inexistente de su camisa— a ver cazador, seré directo. No te temo, no seré marioneta de nadie, no sigo reglas, no habrá prohibiciónes si voy a... ayudarte a vencer al Rey porque no puedes hacerlo sin mi. Después de todo, compartimos algo en común, lo queremos ver muerto.
—Pagará Darel, por todo lo que te hizo, por Lionell y por... Vlad —Dennis se cruza de brazos— No te vas arrepentir de estar de nuestro lado.
—Bajo mis condiciones, en cuanto tengas la cabeza del Rey, se acaba la alianza y me llevaré a Dennis.
—¿Tanto mi hija te importa?
—Tengo mi propio interés con ella.
Vlad gruñe
—Sigo sin creerte del todo aunque suenas tan seguro —da un paso adelante acortando la distancia— de lo contrario, en este mismo momento te mataré por ser hijo de Darren.
—No me vincules más con él, es mi peor enemigo.
—Tú enemigo —ríe y niega— Demuéstrame que estas de nuestro lado. Si te pido... matarlo tú mismo ¿lo harás?
—Sin dudar
—Y si te pido... matar a la Reina y a todos en el Castillo.
—Creí que la Reina te importaba.
—Silencio Adelina —Vlad levanta su mano sin dejar de ver al purasangre frente a él— ¿lo harías? Llegará un momento que yo mismo tendré que eligir entre poder o el aprecio que le tengo Aylin si ella está de su lado.
—Lo haré, nadie del Castillo, me importa —responde con frialdad.
Vlad ensancha su sonrisa.
—De acuerdo, puedes quedarte.
—No esperaba su permiso
—Darel, no logras entenderlo —lo rodea lentamente— el trato será con tú oscuridad.
Con un rápido movimiento, gira su cabeza con brusquedad, el purasangre cayendo inconsciente al suelo.
—¡¿Por qué hiciste eso!? —le reclama Dennis y se arrodilla en el suelo cerca de él mientras lo revisa— Él no te atacó, si mintiera, desde el momento que cruzó nos hubiera atacado.
—Tú eres ingenua Adelina, ese aprecio que tienes hacia él, no te permite ver y desconfiar de Darel —Vlad se agacha y coloca sus manos de cada lado de su cabeza, sus dedos sobre su sienes— por fortuna, me tienes a mi.
—¿Qué le vas a hacer?
—Comprobar sus palabras —Vlad logra entrar en su mente y ver cada fragmento de sus recuerdos hasta sustraer el más reciente. Logra ver un Darel usando su oscuridad, amplia su sonrisa al ver a Darren ser derrotado por su propia creación hasta borrar la sonrisa al ver a Aylin cuando cae débil de rodillas hasta terminar de verlo salir del Castillo —Impresionante— aleja sus manos— no mintió, los atacó hasta su propia creadora.
Dennis le da una mala mirada mientras sostiene de la cabeza a Darel.
—Que ya no te quede dudas, Darel los traicionó.
—Aún así, no voy a arriesgarme. No quiero tratar con Darel cuando tarde o temprano se va a arrepentir y estará en nuestra contra por ese mínimo aprecio que debe sentir hacia todos ellos, especialmente a sus creadores. Por algo existe esa visión —se levanta— por eso quiero a su oscuridad, libre, conocerla en persona y ahí, tu vas a ayudarme. Recuperate lo antes posible Adelina y te aconsejo que te despidas de Darel si vas a liberar su oscuridad por completo, ella misma va a desaparecer al vampiro que conociste. Quiero ver que tanto poder tiene la sombra, tendrá esa oscuridad que necesito, que tú requieres para cambiar a mis convertidos —se cruza de brazos— ¿Por qué Darel ser el único? cuando nuevos vampiros surgiran consumidos por la oscuridad.
—Ayline suficiente —Darren capta su mirada— Sea Darel o su maldita sombra, unidos están en nuestra contra.
Aun en su habitación, la Reina se niega a aceptarlo.
—Estas hablando de nuestro hijo —se acerca dos pasos hasta él— Lo conozco y sé que él no actúaria así. Fue la sombra.
Su alma niega y deja de verla.
—Mamá —interviene Ana Liz— Darel nos demostró lo contrario. Tal vez si, nos atacó, usó su oscuridad pero él decidió dejarla libre y toda por su obsesión de tener más poder. Nos traicionó.
—Deja de hablar así de tú hermano —su creadora se voltea y se aleja varios pasos— Es fácil juzgarlo cuando todo esté tiempo lo hemos dejado solo con su oscuridad. No lo hemos ayudado, se nos hizo fácil encerrarlo. Es nuestra culpa.
—No es así, Darel decidió irse sin importarle nada ¡Madre date cuenta!
—Lizbeth —su creador se pone de pie—Ayline lo tiene que aceptar.
Dándoles la espalda, ella se cruza de brazos.
—Sus acciones lo demostraron. No parecía obligado como en otras ocasiones por la maldita sombra, se alió con ella. Te atacó a ti, cuando creí que era lo único que le importaba. Su ataque hacia mi, no me extraña con el odio y su intención de matarme era de esperarse.
—No era Darel, no lo era. Mi hijo no es un monstruo.
El Rey gruñe y gira a ver a su hija que niega varias veces.
—No vamos a convencerla y a estas alturas, el Reino debe ser un caos con todo lo que pasó. No hay una barrera y todos los guardias fueron asesinados con crueldad por Darel —recalca lo último.
—Reúne a todo el Consejo en la sala Lizbeth, antes que a todo el Reino.
—Claro
Dicho esto y ella se da la vuelta hasta salir de la habitación.
—Ayline...
—Nada me hará cambiar de opinión. Todos pueden estar en contra de Darel pero yo no. Debe haber un porque, no me voy a rendirme hasta... descubrirlo.
—Haz lo que quieras pero cada maldita muerte que Darel cause será una maldita prueba suficiente. Comprendelo —se acerca un paso— lo intentamos, pero con esto solo se ganó el odio de todo el Reino, lo van a considerar enemigo.
—No lo es —se da la vuelta limpiando sus lágrimas con brusquedad— parece que te olvidaste de la creación que los dos criamos y conocemos.
—Ya no es el mismo Darel
Ella gruñe y desvía la vista.
—Vete Darren, ya no quiero más escucharte, con o sin ti, voy a salvarlo.
Él gruñe y prefiere guardar silencio hasta salir azotando la puerta.
Al quedarse la Reina sola, vuelve a derramar lágrimas.
—¿Por qué lo hiciste Darel? —observa alrededor toda la sangre en el suelo y avanza hasta tomar asiento en la orilla de la cama— La sombra te controló, si, eso debe ser. Fue la sombra — se repite una y otra vez.
(...)
Mientras tanto, en poco tiempo tres vampiresas y dos vampiros se encuentran reunidos en la sala formando un semi círculo.
—Ya me imagino la reacción de Aylin, lo escucho y no lo creo —emite Ashley.
—¿Y si tiene razón? Como su madre, lo conoce.
—No Mía, no intentemos buscar excusas para abogar por mi... por Darel. Lo hizo y eso es traición— le responde Ana Liz con sus manos en su cintura.
—Era algo inevitable con esa oscuridad pero no imaginé a tal magnitud. Su hijo en nuestra contra— inquiere Esteban cruzado de brazos.
—Nadie me escuchó, desde hace meses que debieron exiliarlo. Darel estaria lejos de todos, sobre todo de Alina, por su culpa, esta débil otra vez —espeta molesto Owen — debieron matarlo.
—Aquí o afuera, Darel sigue siendo un... asunto para Darren y pequeña. Es su creación, no le darían la espalda.
—Pues fue un malagradecido.
—Quieren todos guardar silencio —los interrumpe el Rey en cuanto entra a la sala cerrando la puerta.
—Si lograste salir de esa avalancha, el Reino esta muy alterado.
Él ignora el comentario del rubio vampiro y se detiene al llegar al centro. Al frente de todos.
—Todo por culpa de tu creación.
—Owen, no empeores esto.
—Actuarías igual Ash, fue contra mi hija, las tuyas no las dañaron— se safa de su agarre en su hombro.
—¿Y Alina? —sin dejar de verlo con una mirada fulminante, Darren pregunta.
—En su habitación, Elliot se quedó con ella, por fortuna ya despertó pero los dos, están muy débiles —le contesta su hija.
El Rey asiente
—Bien, malditas soluciones —regresa la vista al frente.
—¿Lin no estará presente?
—No, sigue justificandolo. La reunión será sin ella.
Mía asiente
—Si tú creación, se fue con su alma, no será para algo bueno. Además, que estará cerca del cazador, les dará más poder— le dice Esteban— Darel perdió la cordura al aliarse con esa oscuridad y con ellos.
—Y el Reino estará doblemente en riesgo. No hay barrera Darren —menciona Ashley.
—Y ni mi hija, ni Elliot pueden crear una por su debilidad.
—Lo sé, por eso en cuanto antes, se le avisará a Lezy y cuando llegue, que vuelva a crear otra barrera. Y con respecto a... al maldito de Darel —gruñe— Todo puede esperarse, unido al cazador, a su hija, será mayor peligro para todos. Evitemos que vengan hasta aquí y ataquen al Castillo.
—¿Qué estas sugiriendo? ¿Ir por él? Así podemos evitar que Darel les de más poder y usen su oscuridad a su favor.
—No Ashley, sería el mismo resultado. Él ya controla su oscuridad, atraparlo y traerlo al Castillo será difícil, se volverá a escapar y atacará.
—No puede estar pasando esto —emite Mía mordiendo sus largas uñas— Podemos pedirle ayuda a Elizabeth o a la Corte.
—Todo este tiempo, no han hecho nada, se mantienen al margen y Beth, lo dudo, sigue atenta de Derek.
—Él es el único que podría detener a Vlad si al fin despertara.
—Pero Darel es nuestro problema y Derek, el maldito aún no despierta —el Rey observa a cada uno— la única opción es... matarlo antes de que les otorgue la oscuridad. Algo que debimos hacerlo desde hace mucho tiempo.
—No serás capaz de matar a tu propia creación —el rubio vampiro lo observa con detenimiento—¿O si?
—A él no le importó a atacar a Ayline.
No obstante, la puerta es abierta de golpe.
—Loca multitud —Amaris entra y cierra la puerta— así que el vampirismo no es el único que está molesto eh —se voltea y se acerca.
—¿Cruzaste la barrera Amaris?
—No, tuve que rodear el Castillo y entrar por su lado. Tanto toda mi manada y yo nos enteramos de lo que pasó y queremos saber si es cierto —hace una corta pausa— ¿Habrá una Guerra contra Darel?
...
Por otro lado, desde la habitación, la Reina no deja de atormentarse con sus propios pensamientos.
—Su mirada —se dice a si misma— había algo en ella— se pone de pie— ¿te arrepentiste Darel? —se voltea cruzada de brazos— Tú no querías dañar —gruñe— no me harán cambiar de opinión, la sombra te obligó.
Posa su vista en la cama, donde yace la libreta.
Recuerda perfectamente las palabras de Lezzy: No hay respuesta suya a sus cartas, sigue intacta en donde la dejé.
—Hijo —finge suspirar y rodea la cama hasta lograr agarrarla. Con lentitud, la abre releyendo la carta de Alina y pasa a la siguiente hoja siendo la sorpresa reflejada en su mirada al reconocer su letra— escribiste— comienza a leer hasta apartar la vista— Lo sabía, no nos traiciónaste Darel— la sostiene con fuerza, sin cerrarla avanza en dirección a la puerta hasta abrirla y salir.
...
—Darel decidió un maldito lado —le responde el Rey— Vamos a actuar en cuanto antes, convenceremos al Reino, reclutar vampiros para ir hasta su escondite y la prioridad será... destruir a Darel. El cazador y su hija quedarán en desventaja si no tienen acceso de la oscuridad que él tiene. Se debilitara a ese maldito y a su creación, con magia, con la fuerza de cada uno, el vínculo a nuestro favor y los encerramos en un ataúd. No podemos matarlo aunque quisiera.
—Cuenten conmigo y con mi manada. Ya estamos hartos del cazador y sus creaciónes.
—Me apunto y aunque no quiera, Alina recuperada será de mucha ayuda— emite Ana Liz ignorando el desacuerdo de su alma.
—Yo convenceré a Nik de ayudar, todo sea por una eternidad tranquila para nuestras niñas.
—De algo debe servir el vínculo. Tal vez no tengo la fuerza de antes pero el cazador va a aprender que nunca debe meterse con un Williams.
—Solo dejemos a un lado a nuestras creaciónes, para May es arriesgado y Dean, ojalas Drake y yo, lo convenzamos de no ir.
Darren asiente ante la respuesta de todos.
—Ese maldito es problema desde el pasado y ahora hay que enfrentarlo.
De pronto, la puerta es empujada y una Reina apurada entra.
—¡¡Tenía razón!! —se detiene al situarse a un lado del Rey— Darel, se sacrificó — le deja la libreta en el pecho— encontré una carta suya y lo dice todo.
Darren tras agarrarla comienza a leerla en silencio.
—Estoy segura que leyó nuestras cartas y escribío la suya antes de actuar así —agrega la Reina.
—¿De quién habrá sacado dejar cartas e irse? —emite Esteban con burla.
Darren al dejar de leerla, le da una mala mirada al rubio vampiro.
—¿Qué dice madre?
Aylin le arrebata la libreta a su alma y esta vez la lee en voz alta:
Supongo que cuando lean esto, todos van a creer que fui un maldito traicionero, un maldito, peor que el cazador y mientras escribo esto, no dudo de lo que voy a hacer. Lo posible para hacerles creer que realmente, me dejé vencer por la sombra y ya tomé mi decisión, yo debo vencerla, estoy harto y lo principal es destruir esta conexión, a la única que puede liberarla en cuanto unas barreras, ya no le sean impedimento. Tengo que matar a Dennis, debilitar al cazador. Debo estar de su lado, ser un perfecto mentiroso, tenerla cerca y en la primera oportunidad, yo matarla, soy el único que debería de hacerlo si realmente, tengo ese maldito vínculo. No pido su permiso, solo espero que me crean y que entiendan todo lo voy a hacer. La idea es regresar en dos días al Castillo con el corazón de Dennis y acabar con el cazador, detener la Guerra. No intervengan, puedo demostrarles que no soy solo oscuridad. Después, aceptaré las consecuencias con tal de dejar de batallar con la sombra. Dejaré de ser un problema si ya no existo.
—Y eso no voy a permitir, Darel cumplirá la visión —emite Aylin al terminar de leer con lágrimas en sus mejillas.
—¿Y si es una trampa? Tal vez Darel no...
—Fue Darel, nuestro hijo Darren —lo interrumpe— y va a cometer una locura. No puede matar a Dennis.
—Eso es lo único bueno que si puede hacer.
—No Ana Liz, no entiendes —posa la vista en cada uno— Hace poco nos enteramos que ella se vínculo con Vlad. Matarla sería el mismo daño a él y a su vez a todos los que dependemos del Vínculo.
—¡¿Qué!? —su hija maldice y se voltea.—Lo que faltaba.
—Por eso hay que ir lo antes posible por él. Darel desconoce sobre la visión que lo involucra y esta dispuesto a cumplirla, allá o aquí la debemos evitar y lo de Dennis, desconoce que esta vinculada con Vlad, lo dice, quiere matarla.
—Antes debemos dejar protegido el Reino con otra barrera Ayline y recuperarnos, tanto nosotros dos como Alina que vamos a necesitar.
—Darren tiene razón. No pueden ir ahora— le dice Ashley— antes hay que prepararnos todos.
Ella observa a cada uno hasta terminar en su alma.
—Esta bien, pero en cuanto tengamos la fuerza otra vez. Hay que ir por Darel antes de perderlo del todo.
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