Capítulo 27 ✘ D vs D
“Si quieres derrotar a tus enemigos es mejor enfrentarlos por ti mismo”
/ Darel Valentains/
En su escondite, Vlad Valentains sentado en una vieja silla, sostiene una copa de sangre en su mano dejando expuestos sus colmillos al percibir el olor.
—Algún día, brindaré mi victoria contigo mi Aylin —tras moverla le da el primer trago.
—Es la última vez que te doy mi sangre —le dice su hija mientras cura la herida en su mano con su don.
El vampiro aleja la copa de sus labios y fija la vista en ella.
—La necesito para volverme más fuerte Adelina —gruñe— agradece que no uso mis colmillos y me conformo cuando me sirves mi propia copa.
Ella le da una mala mirada. Esta vez Dennis en su real apariencia humana con su peculiar don. Lo prefiere a verse a si misma como vampiresa, por las circunstancias recurria a cambiar cuando detesta al vampirismo.
—Gracias a mi, tú sigues viva —agrega Vlad tras apuntarla con su larga uña.
—Ya ni me lo recuerdes, todo el Castillo me quiere muerta pero no podrán conmigo —esta por sentarse sobre el escritorio cuando la madera malgastada ruge y prefiere quedarse de pie— Me hubiera gustado ver las caras de los líderes al ver las cabezas de sus vampiros y lobos que les envié —sonríe con malicia— Una advertencia de que no lograrán matarme— se cruza de brazos— solo por eso, acepté vincularme contigo.
—Serás tan invencible como yo Adelina. Cuando se den cuenta, no se atreveran a intentarlo, no querrán causarte un daño que les va a perjudicar. No hagas que me arrepienta, me estoy arriesgando mucho contigo.
—Descuida, les acabo de enviar un recado, pronto van a descubrirlo.
En ambos se refleja la misma maldad.
—Me sorprendes, eres igual a mi —Vlad deja la copa sobre el escritorio y apoya sus brazos— pero aún así, sigues sin serme útil del todo —la observa con seriedad— Tú poder no es suficiente, tú magia oscura ya no los debilita para favorecerme a mi.
Dennis resopla
—Lo sigo intentando, ya no puedo acceder a ese último vampiro vinculado. Percibo otra magia oscura que lo ayuda pero encontraré la manera de destruir su barrera de protección.
—No tardes demasiado
—Deja que me recupere, entre lograr vincularme contigo a tratar de cambiar a tus convertidos con mi magia oscura para hacerlos más fuertes, todo eso consume mucho mi energía.
—Algo que no haz logrado
Ella bufa
—Necesito más poder para eso, ni siquiera el tuyo es suficiente, ni el mio. Además tus convertidos no la soportan, son débiles y mueren.
Causa su molestia
—Sigue intentandolo
Dennis rueda los ojos y asiente.
—Trataré pero mi prioridad es Darel. Cinco meses sin recibir una señal de él, desde aquí ya no puedo controlarlo y liberar su oscuridad —baja sus brazos— Por más que busco otras maneras, solo hay una —apoya sus manos en el escritorio— Tenemos que ir al Castillo por él.
Vlad gruñe y asiente
—No podrán protegerlo todo el tiempo.
Dennis le da la razón
—En pocos días me voy a recuperar, conservare mi magia oscura para lograr destruir todas sus barreras —sonríe— y podré ir a ayudarlo.
—¿Qué esperas entonces? Descansa, bebe sangre, no me importa lo que tengas que hacer pero quiero al hijo de Darren, aquí.
Su creación asiente
—Pronto cumpliré tú petición.
Dicho esto y se da la vuelta hasta salir azotando la puerta. Maldiciendo a sus adentros.
No obstante, a pocos pasos se detiene al ver a un vampiro que reconoce frente a ella.
—No es posible —su corazón se acelera cada vez más. Lentamente lo señala con su dedo — Tú.. estas en descanso.
Derek sin dejar de verla siendo visibles sus largos colmillos.
Solo una vez, Dennis llegó a verlo, sin embargo nunca despierto cuando solo escuchaba y sabía los rumores que se susurraban en el Mundo Vampirico: Un antiguo vampiro temible, muy poderoso, un mito entre las sombras.
Alerta lo observa al mismo que el recuerdo la abruma:
Ella ante la curiosidad entra y se acerca hasta detenerse al ver a poca distancia un ataúd protegido por una barrera que logra detectar.
—¿Qué haces aquí Vivian?
Da un brinco de susto al escuchar su voz y rápidamente se voltea.
—Señorita Elizabeth...
—No tienes mi permiso de entrar aquí, no quiero a nadie cerca de mi padre.
—No se volverá a repetir —baja la vista apenada— solo quería conocer al vampiro más antiguo de su mundo.
Elizabeth se acerca a ella, su mirada va desde el ataúd hasta Vivian. Más calmada emite:
—Una disculpa por mi comportamiento, protejo demasiado a mi padre —pasa por su lado— no eres la única que quiere conocerlo —con su poder logra esfumar la barrera— Acércate Vivian.
La susodicha levanta la mirada y se voltea. En silencio se acerca, cruza quedando a poca distancia del ataúd aún cerrado.
—Tendrás el honor de conocerlo —Elizabeth apoya su mano sobre el ataúd— Te presento a Derek Valentains, mi padre —abre el ataúd.
—El antiguo vampiro —se asoma Vivian asombrada al verlo en descanso—genial.
Sin embargo, las circunstancias ahora son distintas. No está preparada ni tiene el poder suficiente para enfrentarse a él.
—Padre —alerta lo observa inmóvil— ¡Vlad! —levanta sus manos rogando que fluya su magia oscura.
—¿Qué quieres Adelina? —sale Vlad del despacho hasta detenerse al ver lo mismo que ella.
—El antiguo vampiro...
Vlad da un paso adelante, enarca una ceja y menos tenso, medio sonríe.
—Ese no es el real Derek, buen intento Darkiel. Lo percibo, él aún no despierta y espero que no lo haga por mucho tiempo —se cruza de brazos— ¿A qué se debe tú visita? ¿Vienes a atacarme?
—Lo haría si no estuviera vinculado con mi Señor —fija la vista en Dennis que no deja de lucir tensa— y a causar temor a todo aquel que está en su contra.
Bajo su atenta mirada, Darkiel cambia en su real apariencia, aparentar ser Derek Valentains conlleva a usar mucha de su energía.
—Darkiel, no puedes hacer nada. Tú Señor me vínculo con él, en el pasado me molestó eso pero a estas alturas, le agradezco demasiado. Soy lo que soy, por él.
—Mi Señor nunca debió convertirlo —coloca sus manos detrás de su espalda — Y sobre todo, concederle la eternidad, no la merece señor Vlad —ladea la cabeza— Detenga la Guerra y deje de perjudicar a su creador.
Él baja sus brazos
—Nadie puede detenerme—ríe siniestro— ni tú. No eras capaz de matarme como al mismo tiempo a tú preciado Señor.
—No vine a matarlo señor Vlad, si existe otra manera —da un paso adelante. Con un vistazo observa a su creación— No me lo complique, por la existencia de mi Señor, soy capaz de enviarlo de regreso a su ataúd.
Vlad gruñe y hace sus manos puños sin darle oportunidad de reaccionar cuando en un santiamén, es atacado por Darkiel al sostenerlo del cuello, alejado de su creación.
—Hazlo —lo reta el vampiro mientras le sostiene la mirada y trata de soltarse de su agarre usando su fuerza elevada —será el mismo daño... a Derek.
Darkiel duda y poco a poco disminuye su fuerza hasta soltarlo y dejarlo tocar el suelo.
—Eso te hace débil —Vlad comienza a recuperarse, sanando la marca alrededor de su cuello— eres un esclavo, dependes demasiado de tu Señor —se endereza y observa detrás de él— si no te proteges a ti mismo, no podrás hacerlo con él.
Darkiel avanza un paso cuando se percata del círculo desde el suelo que lo rodea donde un humo oscuro no deja de crecer.
—Das un paso y estarás muerto —le dice Dennis a medida que se acerca— Tengo entendido que fuiste creado por la magia oscura y la misma te puede destruir.
—No tiene el poder suficiente —le responde sin dejar de verla frente a él, a un lado de su creador.
—Tal vez no —Dennis sonríe maliciosa— pero si puedo absorber tú poder, muéstrame toda esa valiosa información que ocultas— sin bajar sus brazos, cada vez su magia la consume, emerge de sus dedos cuando trata de entrar en la mente de Darkiel siendo difícil.
—Tienes que controlarlo, Adelina.
Ella suelta un quejido de dolor, en todo momento le sostiene la mirada.
—Eso intento... pero no me deja... me bloquea —pronuncia hechizos tras hechizos. Fragmentos borrosos y confusos logra ver a través de él.
Cuando la oscuridad cubre a Darkiel por completo, Dennis con sus ojos teñidos de negros, sonríe maliciosa.
—Lo tengo —pronuncia el hechizo y cae de rodillas al suelo. Su magia comienza a desvanecerse dejando ver a Darkiel convertido en cuervo que al instante, grazna y sale volando.
—¡No lo dejes escapar! —le grita Vlad al perderlo de vista.
—Descuida, ya no será útil —débil Dennis le responde— no puedo... matarlo pero si encontré un hechizo a nuestro favor... será siempre un cuervo hasta que yo... le permita cambiar. —sin evitarlo, cierra los ojos cayendo inconsciente en el suelo.
+++
En su habitación, Darel no deja de caminar de un lado a otro, desesperado. Cada vez les es más difícil mantener la cordura cuando la sombra lo atormenta todo el tiempo.
—Cállate, cállate —pasa sus manos por su cabello— ¡Largo! —le grita a su falsa copia sin ella desaparecer — No me vas a controlar —baja sus manos y gruñe— No te daré mi poder — se voltea en dirección al armario. Al abrirlo observa con detenimiento la sangre de 10 botellas almacenas.
Tras la sed, el tiempo. Darel no soportó la tentación de la sangre y bebió, botella tras botella.
—No —lo cierra apoyando su frente en las puerta.
>No te rindas<
Resuena el eco de su voz en su cabeza.
Maldice, hace sus manos puños y se voltea posando la vista en la cama. Aún conserva la libreta que en todo este tiempo no se ha atrevido a revisar y leer sus notas. Sin embargo la ha cambiado de lugar, yace sobre la almohada.
Deshace sus puños y estalla harto:
—¡Silencio! —le grita, bajo su atenta mirada su falsa copia comienza a cambiar en la sombra, en su real y antinatural apariencia mostrando sus grandes y filosas garras mientras crece cada vez más.
Darel niega varias veces, cansado de verla siempre sin una pizca de miedo.
—No me vencerás —le dice y esta vez agarra la libreta, busca desesperado el bolígrafo viendo de reojo a la sombra hasta salir al balcón con velocidad cerrando las puerta con fuerza— ¡Maldita seas!
Gruñe y se voltea. A tres pasos se detiene y observa la libreta en su mano.
Más calmado, se atreve a abrirla y en la primer página comienza a leer:
“Tienes mi apoyo, creo en ti, eres fuerte más que la sombra, serás libre. Tú sobrina favorita, Alina”
—No cambias Alina —emite para si mismo y pasa a la siguiente página notando esa letra que tanto reconoce— Madre —sin evitar medio sonríe al leer:
Darel:
No me considero la mejor creadora, fallé contigo al no poder ayudarte, cuando no puedo liberarte de la oscuridad que yo misma permití. Comprendo que me odies, pienses que estamos en tú contra cuando no dejo de repetirte, que los dos deseamos lo mejor para ti. Buscamos soluciones Darel, no queremos dañarte, debes pensar lo contrario. En el fondo, me duele verte encerrado, dejarte solo con la sombra, rompí me promesa y me arrepiento de tantas cosas pero nunca, de tenerte conmigo apesar de la razón que conoces. Me niego a perderte, no quiero, eres mi hijo y tanto a mi como a tu padre, nos importas. Resiste Darel, tú no eres oscuridad, nadie te conoce mejor que yo. Daré mi eternidad por ti si es necesario, rendirme contigo, jamás. Te adoro hijo.
Tu madre
—Salvarme —musita— no puedes —arruga la hoja hasta arrancarla y alza la vista al frente.
Sonríe con malicia y deja caer la hoja al suelo. Ante la idea en mente, en una nueva hoja en blanco comienza a escribir apresurado, alerta de la sombra hasta que termina y cierra la libreta y se voltea regresando a la habitación.
—Tienes razón —le dice a la sombra al verla reflejado en él otra vez — Hoy nos vamos de aquí —avanza y lanza la libreta a la cama y se dirige de regreso al armario— pero va hacer con mis condiciones —lo vuelve a abrir y saca la primer botella vaciando la sangre en el suelo y prosigue con otra— Se librararán de mi —resiste el olor a tanta sangre— llegó la hora de actuar por mi cuenta y tú harás exactamente lo que te ordene, aquí yo tengo el control. Vas a aparecer cuando seas necesaria.
La sombra ladea la cabeza.
—Es un trato Darel —le sonríe con maldad— por nuestra libertad.
El real Darel gruñe y deja de verla, con la última botella, al tenerla vacía la estrella con la puerta quedándose con un vidrio en su mano que presiona dejando brotar su propia sangre.
—¿Qué tanto les importo? —sonríe ante la idea en mente de ver a Dennis nuevamente.
(...)
Por otro lado, un Elliot desesperado espera a Alina afuera de su habitación. Cruzado de brazos hasta que la mira salir y cerrar la puerta.
—¿Quién es impuntual?
—No exageres
Alina se acerca a él
Elliot niega varias veces y baja sus brazos.
—Te lo sigo repitiendo Alina, no malgastes tú don en crear una barrera en tu propia habitación.
—Una vampiresa como yo necesita privacidad.
Elliot resopla
—Con tu escudo de protección ¿me vas a prohibir entrar? —acorta la distancia— yo esperaba una invitación cuando quiera verte.
Alina le sonríe falsamente y lo aleja de ella.
—¿En qué quedamos Elliot? Ya pasamos esa etapa de compartir nuestra sangre y placer —coloca sus manos en su cintura— ya tengo otras prioridades y es ayudar a mi tío Darel.
—Si, últimamente estas muy concentrada en tu don —hace una corta pausa— Si lo quieres así esta bien.
—Mi mentor nada más —recalca.
Él asiente
—Si cambias de opinión, yo no voy a rechazarte. Al menos hasta que uno de los dos, encuentre a su alma.
Alina suelta una risa
—Almas, que dilemas —lo observa con burla— Si lo hago, yo misma te buscaré si deseo estar contigo —estira su brazo y lo jala de la camisa— Pero no me ato a nadie.
—Y ese es tú encanto, te diviertes con quien quieres, sin tomar nada serio.
—Carezco de sentimientos mortales, soy una vampiresa después de todo —lo suelta lentamente.
—Eres un enigma Alina —Elliot la observa fijamente.
—Bobo —chasquea sus dedos frente a su rostro. Lo hace reaccionar — A entrenar, estoy preparada.
Dicho esto y pasa por su lado.
—Reza para lograr cruzar esa barrera —le responde Elliot y dándose la vuelta, la sigue.
...
—Primero canalizas su poder y después lo usas a tu favor —le explica Elliot tras sus dudas.
Alina asiente
—¿A todo el mundo puedo controlar con mi don?
—Depende
Ella sonríe
—Que interesante —al darse cuenta borra la sonrisa y se detiene a pocos pasos— Elliot, la puerta.
Él nota lo mismo que ella.
—Darel debió abrirla
—No, nunca lo hace. Algo esta mal.
Alina se obliga a avanzar y trata de ver sin poder cruzar.
—No lo veo —gira a ver al vampiro a su lado— Vamos a entrar.
Elliot asiente y al mismo tiempo elevan sus manos al frente dejando fluir la magia oscura de sus dedos, cada vez más elevado el poder mientras repiten el hechizo.
—Otra vez —emite el vampiro al fallar. Las líneas oscuras resaltan de su palidez especialmente en su rostro— esfuérzate —gruñe y al mismo tiempo el carmín de sus ojos cambia a ser negros por completo— Alina.
Ella gruñe y baja sus manos al sentir el dolor. Los dos pestañean y se ven entre sí.
—No podemos
—No te rindas, otra vez intentemos —Alina vuelve a levantar sus mano— la barrera la presiento débil.
—No te excedas —le advierte Elliot y imita su acción.
La barrera se debilita más al punto de lograr abrir una abertura que en segundos estalla por completo.
Reaccionan y bajan sus brazos al mismo tiempo.
—Lo arruinamos, no tenía que pasar esto —Elliot maldice.
Alina lo ignora y se adentra a la habitación.
—Tío Darel —lo busca alrededor— ¿Dónde estas? —se detiene a tres pasos confusa— ¿Y si escapó?
—No pudo cruzar si había una barrera —Elliot aparece a su lado— Ven, tenemos que crear otra barrera antes de que se den cuenta y por nuestro poder, será débil antes de que Darel...
—Ese olor —lo interrumpe.
—Es sangre
Alina se obliga a avanzar, al llegar al centro nota sangre deslizarse en el suelo siendo un camino hasta rodear la cama.
—¡Darel! —corre hasta él— Aquí Elliot y se ve muy mal.
Alina se arrodilla en el suelo, cerca de él que yace con los ojos cerrados, excesivamente pálido.
—Revisalo, que no haya cometido una locura. Iré a avisar a sus creadores.
Tan pronto, Elliot desaparece dejando a Alina angustiada.
—Tío Darel —lo observa con detenimiento— Despierta, vamos. No te rindas —usa su don una y otra vez.
...
—Su hija se vínculó con Vlad —repite la Reina sin creerlo— no puede ser.
—Si, su alteza. Yo mismo lo comprobé, se hirió a si misma y el cazador tenía la misma marca —les dice el vampiro guardia— no fue suerte que logré regresar al Castillo, fui el único. No me mató para darles el mensaje.
—Maldita —masculla el Rey— Retirate Baroski y recuperate.
—Permiso —el vampiro les hace una rápida reverencia y al enderezarse se marcha pasando por su lado.
—Nos están venciendo, Darren —le dice Aylin al quedarse solos. Avanza varios pasos y se sitúa al frente de él— Ya no podemos matarla —lleva su mano a su pecho— y este mal presentimiento no desaparece.
—Te supera lo que esta pasando con Darel.
—Temo de la visión —lo mira angustiada.
—No a pasado en estos meses y así será Ayline —gruñe, esta por tocar su rostro cuando ella lo rechaza.
—No Darren, no lo entiendes
De pronto, Elliot aparece.
—¡Darel! —observa a cada uno— Alina y yo logramos cruzar y lo vimos... mal. La visión creo que... se cumplió.
—¡¿Qué?!
La Reina niega varias veces y se marcha con velocidad.
—¿Dónde esta Alina? —le pregunta el Rey al verlo solo.
—Se quedó con él
Maldice y comienza a seguir a la Reina.
En poco tiempo, los dos llegan a la habitación y al verlo, la Reina preocupada se arrodilla del otro lado sin importarle manchar su vestido de carmín.
—Darel —lo sostiene de la cabeza— Hijo por favor, no me hagas esto.
—Intenté hacerlo despertar con mi magia pero no puedo. Lo siento abuela.
El Rey observa alrededor
—¿Estaba herido Alina? —termina en recaer la mirada en ella.
—No, así como esta, lo encontré.
Asiente y se arrodilla cerca de su alma.
—Ayline, no hay estaca. No hay visión que se cumpla.
—¿Entonces por que no despierta? La sangre, Darren.
—La sangre —él mancha sus dedos de la sangre del suelo— No es del todo suya —se vuelve a poner de pie.
—La sombra debió atacarlo —les dice Elliot al llegar y mantenerse a cierta distancia.
Su creadora, insiste al zarandearlo.
—Darel ¿qué tienes?
—No hay rastro de la maldita oscuridad en él —su creador lo observa con detenimiento.
—Tío Darel
Alina vuelve a usar su don, le transmite su magia oscura. Cuando nota sus dedos moverse, aleja sus manos lentamente, hasta que Darel abre los ojos.
—¡Hijo! —la Reina lo ayuda a sentarse mientras lo abraza— Gracias Alina, mil gracias.
Ella le sonríe
—Se lo debo a mi tío Darel ¡Ey! —le da un golpe ganando su mirada— creí que te habíamos perdido, pensé lo peor.
—Tú —Darel deja de verla y enfoca en la vista en cada uno— cruzaron— su vista se detiene en su creadora— Aléjate de mi.
—Darel, tranquilazate —le pide la Reina mientras se levanta.
Por su cuenta, él se pone de pie marcando poca distancia.
—Si les importo —musita y calcula la distancia entre cada uno— no se rinden conmigo —asiente, se endereza y les sonríe con malicia— permitanme demostrarles mi agradecimiento.
La oscuridad aparece, fluyendo de sus dedos cada vez cubriendo sus manos, sus brazos, sus ojos siendo por completo negros rodeando a todos en una cortina de oscuridad.
—Darel, detente —le pide la Reina cuando no puede moverse como cada uno.
—¡Alina! Liberate con nuestro don —le grita Elliot tratando de escapar, usa su magia cada vez que la oscuridad lo quiere cubrir.
—Eres un maldito Darel —el Rey usando todo su poder siendo en vano. La oscuridad cubriendolo por la mitad como a todos.
—¿Yo? Tú fuiste quien me encerró aquí —se acerca a él, sin bajar los brazos, sus manos sosteniendo hilos de oscuridad entre cada uno— y mirame ahora. Soy lo que tanto temias y evitaste —ríe siniestro, aumenta su poder con él cuando hilos de oscuridad rodean su cuello— Eres más débil que yo, padre —se acerca un paso. De reojo nota a Elliot con la oscuridad más abajo de sus rodillas— No sabes cuanto anhelo matarte.
—¡No lo hagas Darel! ¡Es tú padre!
Él la ignora
—Ya le eres inservible para la sombra. Te superé y aunque quiero matarte ahora, no, no puedo. Tú muerte debe ser mucho más torturosa y dolorosa — con los hilos de oscuridad, gira su cabeza con brusquedad hasta verlo caer al suelo aún con la oscuridad a su alrededor.
—¡Darren!
—Y tú —gira a ver a la Reina con lágrimas en sus mejillas— Te espera el mismo destino.
—¡No te atrevas tío Darel! ¡Es tu madre!
—Cállate Alina
Se acerca a su creadora, ella esforzándose en soportar el dolor cada vez que la oscuridad la consume.
—No... eres tú —le dice con dificultad, se queja y cae arrodillada en el suelo.
Internamente, Darel maldice.
—Deja de engañarte a ti misma, tú lo haz dicho. A ti, principalmente te debo la oscuridad que hay en mi. Gracias madre, gracias por darme el poder que tanto he anhelado ¿y qué crees? —se agacha a su altura, un hilo de oscuridad desaparece al dejar de controlar— Cumpliré lo que tanto quiero, irme de aquí, ir con Dennis sin antes matarte, matarlos a todos.
Se endereza, levanta su mano, la oscuridad apunto de rodear su cuello ignorando su mirada cuando le es impedimento.
—¡Darel! —le grita Elliot libre de la oscuridad— no te saldrás con la tuya.
Él gruñe, con velocidad aparece cerca de él y tras sostenerlo del cuello lo empuja a la pared. Manteniendo controlada la oscuridad en cada uno.
—Eres tan débil —se burla ejerciendo fuerza— patético —lo escucha murmurar varios hechizos logrando cada vez su débilidad— sigue, por favor. Le das más poder a la oscuridad.
Elliot rendido ante su bajo poder cuando todo le fue absorbido.
—¡Déjalo! —Alina aleja la oscuridad de ella y levanta su mano dirigiendo su don hacia él.
—Ni lo intentes Alina —le responde Darel al verla de reojo— tienes dos opciones, ayudarme a salir de aquí al destruir la barrera del exterior o permitir que lo mate ahora si te niegas.
—Alina, no lo hagas —le súplica la Reina.
Ella gruñe y baja su mano
—Bien, te ayudaré a salir pero no lo hagas. Deja de dañar incluso a ti mismo.
Darel amplia su sonrisa, suelta a Elliot dejándolo caer inerte al suelo y se voltea.
Con rapidez, Alina aparece cerca de él trasmitiendo su magia con afán de curarlo.
—No Elliot, te lo suplico. No mueras —ejerce presión en su pecho varias veces.
—Detente Darel
Él concentra la vista en la Reina y se acerca a ella.
—No pienso hacerlo y para evitar que me detengas, te dejaré atrapada. Antes de tu muerte, verás todo el caos que los dos, provocamos.
—Hijo...
—Creaste un monstruo —la interrumpe. Le da una última mirada y se voltea avanzando a zancadas hasta Alina— Tú vienes conmigo.
—¡No voy a ayudarte!
Alina al ser obligada a estar de pie, usa su poder en su contra cuando le es arrebatado por la oscuridad al rodear su cuello.
—Eres igual a todos Alina, no me importas.
Ella deja de luchar y a regañadientes, sin atacarlo se deja llevar por él hasta salir de la habitación.
Mientras Aylin, gruñe y trata de moverse.
—¡Darren! ¡Elliot! —observa a los dos— ¡Reaccionen maldita sea! —nota los dedos del vampiro más joven moverse, hasta que de pronto abre los ojos confundido— ¡Elliot!
—Reina —pestañea varias veces y se levanta rápidamente— Darel— pierde el equilibrio un poco— le ayudaré...
—No, no pierdas tiempo y ve a detener a Darel. No lo dejes salir del Castillo, se llevó a Alina, no permitas que lo ayude.
Elliot asiente varias veces, le cuesta recuperarse del todo. Observa de la Reina al Rey hasta darse la vuelta y salir. No logra usar su don sin embargo sigue avanzando por el pasillo apoyándose de la pared en todo momento.
...
—Te lo dije, Alina a mejorado desde que Elliot le ayuda, la veo muy feliz —le dice Ana Liz antes de salir de su habitación.
—Pues ya no me está gustando ver al hijo de Jonathan cerca de ella.
—Owen, no empieces con tus celos —su alma abre la puerta— Alina no nos a dado motivos, preocupate cuando encuentre a su alma.
—Su alma, cuando descubra quien es voy a matarla. Es mi hija, Liz.
—Nuestra
Ambos salen, la vampiresa cerrando la puerta y comienzan avanzar con él a su lado.
—Y estas exagerando, mi padre no te mató al relacionarte conmigo.
—No me compares con Darren, sus motivos no eran suficientes para prohibir... —guarda silencio al notar pocos vampiros por el pasillo —es extraño, no hay nadie a estas horas.
—Si, es muy raro
A medio pasillo se detienen al ver a Elliot frente a ellos.
—¡Darel se llevó a Alina para salir del Castillo, logró salir de su habitación y nos atacó a todos, incluyendo a tus creadores!
Ana Liz niega varias veces.
—Owen, ve con mis padres. Yo iré por nuestra hija.
—No, me importa más Alina.
Con la misma velocidad vampirica, ambos se marchan.
Mientras Darel logra llegar a la barrera con Alina sin soltarla.
—No tenias que matar con esa crueldad a todos esos vampiros ¡Te estas equivocando!
—Deja de quejarte Alina —la suelta y la empuja cerca de la barrera— Destruyela— se mantiene detrás de ella sin ocultar los hilos de oscuridad.
—Te vas a arrepentir de haber liberado a la sombra.
—No conoces mis motivos Alina. La sombra, la controlo yo. Siempre se hacen tratos con el mal para ganar.
Ella guarda silencio y comienza a repetir el hechizo hasta destruir la barrera por completo. Rápidamente, Darel la sostiene entre sus brazos esfumando su oscuridad al verla débil.
—Alina —regresa el carmín de sus ojos al verla— Tengo que hacerlo— le susurra.
—¡Darel! ¡Aléjate de mi hija!
Él rápido reacciona y con una Alina inconsciente, se da la vuelta.
—¡Tú alejate Libe!
—¿Cómo te atreviste? Eres de lo peor, son nuestros creadores, su sobrina, soy tu hermana. El Reino te protegía —deja visible su apariencia de vampiresa mientras cada vez se acerca.
—No me importa nada, ya estuve lo que quería y Alina —musita— Fue de mucha ayuda.
La empuja, con velocidad su creadora la sostiene entre sus brazos como si se tratase de una frágil muñeca.
Tras una última mirada, Darel retrocede, sale del límite de una inexistente barrera y con velocidad huye lejos del Castillo.
Ana Liz derramando lágrimas de sangre.
—¡Liz! —su alma llega a su lado y carga a Alina entre sus brazos.
—Quedate con ella... yo voy... con mis creadores— se limpia con brusquedad la lagrima rojiza y con velocidad regresa al Castillo.
En el momento que Darel se fue, toda su oscuridad se esfumó liberando a sus creadores siendo esta vez, fácil a la Reina moverse y acercarse a su alma.
—Darren, tenemos que ir por Darel —lo mueve con brusquedad— nos necesita.
Lo ve reaccionar al abrir los ojos poco a poco.
—Ayline...
—Levántate Darren —pese a su debilidad, lo ayuda a ponerse de pie— nuestro hijo —se limpia las lágrimas con brusquedad al estar los dos de pie.
—Es un maldito
El Rey se safa de su agarre, al estar más cerca de la cama, avanza hasta tomar asiento.
—No fue él —le dice al girar a verlo— estoy segura.
—¡Madre! —de pronto, su hija aparece y entra a la habitación dándole un abrazo— están a salvo.
—Tú hermano...
Al escucharla, Ana Liz se aleja de ella.
—Se fue y por suerte no se llevó a Alina, pero creenme mamá. Después de todo lo que nos hizo, no voy a perdonarlo, Darel cruzó la línea. Ya no pienso considerarlo más mi hermano.
—Darel no actuaría así
—Mamá, sé que para ti es difícil aceptarlo pero es cierto —la ve negar varias veces —Darel nos traicionó, prefirió irse con su alma, estar del lado del cazador.
—Yo lo conozco, él no...
—Ayline, suficiente —Darren capta su mirada— Sea Darel o su maldita sombra, unidos están en nuestra contra.
Nota de escritora:
¡OMG! Grito como Helen ¡ahhhh! Todo se repite, como en LPUV, Darren se enfrentó a su creador Salvatore, ahora en DMV le tocó revivir lo mismo con Darel, su propia creación. Si existe el karma es cruel más estos vampiros y las circunstancias son muy diferentes como su final y destino.
No me vayan a odiar a Darel, bueno un poquito pero el tiene sus razones ¿será que si los traicionó? ¿Será que Aylin tiene razón? ¿Actuaría el mismo Darel o su sombra? En el próximo capítulo podrán descubrirlo. Nos leemos pronto🖤✨
Edits: Darren vs Darel 👇
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