Capítulo 24 ✘ Invicible hilo rojo
El híbrido no deja de revisar sus manos constantemente con temor al cambio en cualquier momento. Hace días, fue Luna llena y sin evitarlo volvió a transformarse en lobo esta vez con un control de sí mismo, sin ninguna muerte más hasta regresar al ser el mismo.
Ella con lentitud, se acerca sin él notar su presencia y al estar lo suficientemente cerca coloca su mano en su hombro causando su gruñido y su rápida mirada.
—Soy yo, Keysi —ella retrocede un paso.
—Key, lo siento —Valuk oculta sus colmillos con rapidez — últimamente estoy muy... distraído.
—Yo diría que a la defensiva —lo corrige— No dejas que nadie se te acerque.
—Soy peligroso, el híbrido que soy podrías causar más daño —pasa por su lado sin embargo su agarre en su brazo lo detiene— Key, eres de las primeras que no quiero lastimar —se atreve a verla— suéltame.
—Yo no te temo Luk, para mi sigues siendo el mismo de siempre— lo suelta lentamente, él retrocediendo un paso— No eres el primero que debe batallar a controlar su lado lobo y tú lo haz hecho bien.
—Por un brazalete que crearon para mi, fue poco el tiempo que dejé salir a Luvak —se lo muestra en su muñeca— no es lo mismo, están implicando cuando yo debo controlarlo solo y no puedo.
—Valuk —ella se acerca pese a su mirada de advertencia— no está mal recibir ayuda, es poco a poco y más si se trata de un vampiro siendo lobo al mismo tiempo —ríe sin ánimos.
Él niega y baja su mano lentamente
—Debo aprender, al menos ya no necesite de Alina —hace sus mano puño— pero lo presiento, aún lo escucho.
—Luvak debe acostumbrarse al vampiro que eres Valuk. Los dos son parte de ti —se atreve a colocar su mano encima de su puño— y no saldrá por el momento hasta la próxima Luna llena, nuestra Diosa te va ayudar —la retira y le sonríe— no eres un peligro y tienes mi apoyo.
—Varios de la manada me tratan diferente, por el Alfa que es mi madre me siguen aceptando aquí pero hay odio, desprecio más aquellos que les mate un familiar y lo merezco, que controle el híbrido que soy no los traerá de vuelta —se encoge de hombros— ¿por qué tú no piensas como ellos Key?
—Te repito que para sigues siendo ese Valuk con quien jugaba de niña. Además, tú no me dejaste sola con la muerte de mi padre, yo no te dejaré solo batallando con esto.
Él suspira
—Gracias, tengo el apoyo de mi madre y de mi padre desde el otro lado de la barrera pero el tuyo —le sonríe— significa mucho más de lo que creés.
Keisy aparta la vista ocultando el nerviosismo, carraspea y comienza a caminar.
—¿Vienes? —Valuk notando su raro comportamiento asiente, la sigue alcanzando su paso— Yo confío en que algún día vas a controlar al lobo que eres sin tener que usar un brazalete de vampiro.
—Con magia oscura en realidad, fue un obsequio de Lezy Black.
Los invade el silencio mientras avanzan por el pasillo, cruzandose con varios lobos de la manada que los ignoran.
—¿Haz escuchado los rumores?
—Por mi padre sé que quieren debilitar al cazador disminuyendo el poder de su hija.
—Quieren matarla, su Rey vampiro lo a ordenado. La van a cazar —se detiene al mismo tiempo que él— no le importa el vínculo con su hijo y su Reina esta de acuerdo —se cruza de brazos— Nunca traté con ese vampiro Darel pero creo es demasiado dolor para él ¿no crees?
—Desconozco lo que esta pasando con él al estar de este lado pero si los líderes del Castillo tomaron esa difícil decisión es porque es grave la situación que expone a su hijo. Deben estar desesperados —Valuk observa a ambos lados y regresa la vista en ella —Mi madre ya habló con todas las manadas y varios están dispuestos a salir del Castillo, encontrarla y evitar que el cazador sea más fuerte con su ayuda.
—Y otros se quieren ir y estar de su lado —Valuk frunce el ceño al escucharla— lo escuché de varios, obvio no han pedido permiso de la Alfa Amaris pero lo planean. Prefieren permanecer en la Guerra estando a favor del cazador apesar de todo lo que nos hizo pero creen que ni los vampiros podrán detenerlo. Ir en contra de nuestras creencias, traicionar con tal de sobrevivir.
—Key, mi madre debe estar enterada
—Claro, habla con ella pero no le digas que por mi, te enteraste.
Él le sonríe
—No lo haré —hace una corta pausa— ¿y tú que piensas Key?
Ella baja sus brazos y suspira.
—La Guerra contra el cazador no es fácil pero tengo la esperanza que logren detenerlo. Mandarlo a dormir para siempre sería una buena opción —ríe contagiando su risa.
Valuk sin perderse un detalle de cada expresión de su mirada.
Keisy borra su sonrisa al darse cuenta y enarca una ceja.
—¿Sucede algo? Te quedaste pasmado.
—No me había dado cuenta de lo hermosa que te vez cuando sonríes —el tono amarillo de sus ojos disminuye hasta volverse rojos— Fui un idiota —sin permiso coloca una mano en su mejilla y se inclina a sus labios dejando a Key inmóvil hasta que reacciona y evita el beso al mover la cabeza —perdona, no quise...
—No es correcto si te interesa esa vampiresa y no quiero interferir en lo que tengas con ella.
Valuk asiente y retrocede un paso.
—No existe nada con Alina
—No soy tonta, siempre haz hablado maravillas de ella. Por esa vampiresa visitabas el Castillo y lo entiendo —agacha la vista.
—Así era pero me di cuenta que Alina no es a quien quiero para ser mi alma. Atracción nada más que ya cerré ese ciclo con ella, amigos nada más —con su agarre en su barbilla la obliga a verlo— estoy siendo sincero Key.
—Creí que seguirías el mismo ejemplo de tú padre, relacionarte con alguien diferente a ti y no de la misma manada.
—No es mi caso considerando que puedo tener un alma vampiresa o una mate —sin soltarla se inclina poco a poco—y es a quien estoy viendo— Humedece sus labios, esta vez Keysi sin moverse, sin dejar de verlo cuando sus labios están por unirse.
—Valuk
Ante la interrupción, es el primero en alejarse y torpemente se voltea.
—Madre —masculla entre dientes.
Keysi aprovecha el momento para huir y detrás de él emite:
—Yo iré con la manada. Hablamos luego Valuk —avanza y pasa por su lado— Alfa Amaris— le hace una rápida reverencia y se aleja cada vez más.
—Gracias —espeta Valuk y se cruza de brazos.
—No era mi intención arruinar el momento —su creadora se acerca— ¿Tú y Keysi? —espeta sin creerlo.
—No estoy seguro si sea recíproco
Amaris sonríe ampliamente
—Mi instinto me alerta que si, Keysi puede ser una excelente nuera —bromea.
—No lo digas en voz alta —Valuk baja sus brazos— Tanto buscaba a mi alma gemela y Key —coloca su mano cerca de su cara — la tuve cerca desde siempre.
—Me alegra escuchar eso hijo, podrás contarle a tu padre cuando vayamos a verlo —Amaris borra su sonrisa— Y aunque Keysi sea parte de la manada, no olvides lo que eres. Ella te debe aceptar como híbrido —acaricia su mejilla— si existe lucha por tu vínculo Valuk, fue lo mismo que hice con tú padre aunque ahora las circunstancias y una barrera nos separen.
Él con delicadeza agarra su mano y la aleja de su mejilla.
—Son mi ejemplo y ni el cazador, ni mi descontrolado lado híbrido voy a dejar que interfiera en lo que siento por Key.
Dicho esto y termina por abrazarla.
(...)
En los calabozos, May Williams desde las escaleras espera al humano inmortal, sentada en un escalón viendo constantemente del pasillo que da a las celdas a el inicio de las escaleras con temor a ser vista por su creador.
Todo este tiempo a sido precavida sin ser descubierta y por mucho más tiempo prefiere que así sea.
—Señorita Williams
Fija la vista al frente al escuchar su voz.
—¿En qué quedamos Caleb? —se levanta y baja el resto de los escalones.
—May —le responde con sus manos detrás de su espalda aún portando su uniforme— como el humano que soy debe haber un respeto a la vampiresa que eres.
—Bah —May lo alcanza quedando un escalón más arriba— no si somos... amigos —ríe nerviosa.
Caleb le sonríe
—¿Por qué una vampiresa quiere ser amiga de un humano como yo? Es una Williams y por lo que sé, es un linaje superior.
—Porque eres especial —baja el último escalón y lo rodea sin dejar de verlo.
—¿Por mi sangre? Si así lo deseas puedes beber de mi —se voltea ambos quedando frente a frente— calmaras tú sed y estoy dispuesto...
—Caleb —lo interrumpe— por milésima vez, no me apetece beber tú sangre. No te he buscado cada vez que vienes por eso.
—Entonces ¿por qué? Eres de las pocas que me trata diferente.
Causa su silencio
—No te obligaré a decirme —le dice después de varios segundos— y ya que cumplí la entrega de humanos y me llevo a otros, ya debo regresar a Rumanía.
Caleb pasa por su lado y avanza, gira en otro pasillo cuando vuelve a chocar con ella.
—Aún no te vayas
—May —retrocede un paso, desorientado por su velocidad vampirica— me esperan.
Ella frota sus manos nerviosa
—Porque quiero conocerte más Caleb —causa su confusión— esto responde a tú pregunta.
Esta vez él guarda silencio.
May escuchando cada latido de su corazón cada vez más acelerado.
—Eres diferente a todos los humanos que aquí mismo en las celdas he conocido, a ti no te veo como un donante— él asiente— Me caes bien —ríe nerviosa— y aun no te conozco lo suficiente —ladea la cabeza— ¿Cómo es que terminaste involucrado en el vampirismo?
—Es un larga historia
—Los dos somos inmortales, hay tiempo.
Caleb suspira
—Comprendo que despierte su curiosidad por saber de mi, soy el primer humano con eternidad de vampiro, no es la primera que me lo pregunta —hace una corta pausa al ver detrás de ella.
—¿Necesitas permiso para contarme?
—No —regresa a verla— Pero los guardias de la Corte me esperan y no quiero problemas cuando al fin después de años pude salir de Rumanía mientras reemplazo a Elliot.
—Puedes culparme por tú retraso
Él niega varias veces y oculta sus manos esta vez en sus bolsillos.
—Recuerdo mi vida humana antes del vampirismo y es algo interesante de escuchar.
—Creí que tus memorias se habían perdido.
—Así fue pero la creadora de Elliot me hizo recordar antes de ser sometido al experimento de eternidad —desvía la vista y medio sonríe— y ser un humano inmortal y servirle a vampiros es algo que no me arrepiento. Sonará raro viniendo de un humano pero esta nueva vida la prefiero a la anterior —se encoge de hombros— En el pasado, era un humano con una vida difícil, fui hijo único pero tuve una mala relación con mis padres. Trabajaba para ayudarles, no me pesaba hacerlo pero eran avariciosos al punto de venderme desde niño, me usaron como un objeto a cambio de dinero sin importarles el daño que me causaban. Siempre eran abusos, gritos, golpes cuando me negaba y en varias ocasiones quise buscar otra manera de ganar un ingreso pero era poco. Mis padres eran inconformes y para ellos la única forma era al venderme hasta que me cansé y esa noche, me escapé de mi comprador y tontamente regresé a casa —se encoge de hombros— recibí golpes y siendo inconscientes o no, me sacaron a la calle. Lo vi como una salida a ese infierno que vivía —hace una corta pausa— Vague solo, para esas alturas pensaba que ya no valía la pena vivir y cuando me crucé y conocí al primer vampiro, Elliot Williams, fue lo primero que le pedí sin antes saber lo que era. Obviamente le fue raro, un humano súplicandole a un desconocido que lo matara pero ya no quería vivir.
>Cuándo me mostró lo que era, no me asusté —gira a verla— Recuerdo que recibí un golpe en la cabeza y cuando desperté ya estaba en Rumania con otros humanos como yo que a diferencia de mi, suplicaban vivir, lloraban y yo no recordaba nada ni quien era. Y así como todos, con la mayoría de la Corte fui marcado, dada mi sangre y cuando vi que Elliot usaba alguna clase de encanto para ordenarles a cada uno olvidar del vampirismo, llegó mi turno y le volví a suplicar que no lo hiciera, que quería quedarme, aun sin recordar, raramente me sentía seguro ahí. Y tras hablarlo entre ellos, fui el único humano que se quedó como donante personal de la Corte, mi sangre les era especial y preferida.
>En ese entonces tenía 16 años y al cumplir los 20, notaron que como humano cambiaba, no era eterno y fue lo que les preocupó. Fue cuando la creadora de Elliot practicaba hechizos y me contó sobre un nuevo experimento que me consideró formar parte pero antes, me obligó a recordar quién era, revivir mi mal vida pasada y decidir si aceptaba la eternidad considerando el riesgo, podría morir en el intento pero estuve de acuerdo. Por Elliot solo sabían mi nombre que les di antes de perder la memoria y cuando recordé, Lezy Black sabía todo de mi y tras mi decisión fui parte de su experimento que funcionó.
—Te hizo inmortal
Caleb asiente
—De eso recuerdo muy poco, usó su don, un hechizo, sangre del antiguo vampiro y cambie a lo que ahora soy— se señala—Fue un proceso muy doloroso y con su ayuda, con la de Elliot me enseñaron a calmar el hambre con sangre, la necesito de un vampiro para seguir existiendo cuando no debería para seguir siendo donante de la Corte —avanza un paso— He aprendido mucho del vampirismo, me di cuenta que hay creadores de este Mundo de sombras que son mejores a creadores humanos, ejemplo los míos que a estas alturas ya no existen y tampoco me importó saber más de ellos.
—¿Te gusta esta nueva vida inmortal?—Recibe su sentimiento. May lo observa de pies a cabeza, por un instante quiere entrelazar su mano con la suya guiandose de cada uno de sus anillos. De inmediato rechaza la idea y alerta lo observa —espera, te cambiaron a base de sangre del antiguo vampiro ¿cierto?
—Si, así fue May
Con preocupación lo observa
—¿Tú estas vinculado con él?
—Fui creado en lo que ahora soy por la vampiresa Lezy Black —hace una corta pausa— pero si, la sangre del antiguo vampiro me permitió ser eterno y si en algún momento él llega a dejar de existir, todo se anula.
—Tú dejas de existir
—Si o dejo que algún vampiro o vampiresa me convierta del todo.
—Caleb...
—¡HV1CR! —la interrumpe un guardia de la Corte— Date prisa, ya nos vamos.
Cuando ese vampiro se marcha, Caleb le sonríe.
—Tengo que irme May pero volveré dentro de un mes.
Al no recibir su respuesta, pasa por su lado hasta salir del Castillo.
En el pasillo de los calabazos, May reacciona y demasiado tarde emite:
—Adiós Caleb
Avanza hasta salir de los calabozos después de subir cada escalón. Con la cabeza agachada hasta que un golpe la hace alzar la vista.
—¡May! Lo siento, no me di cuenta.
—Descuida Noah
Él le sonríe, tras notar su mirada triste, borra su sonrisa.
—Algo te preocupa ¿cierto?
La vampiresa se cruza de brazos.
—Es Caleb, me contó su historia antes y después del vampirismo y creo que esta en riesgo. A él también le va afectar si Derek Valentains deja de existir, perderá la inmortalidad siendo humano y ni siquiera lo había pensado.
—¿Caleb? ¿Es quien conserva su humanidad siendo inmortal? —May asiente— No he tenido la oportunidad de tratar con él pero suenas como si te importara demasiado.
—Noah, muchos de los vinculados con ese vampiro no merecen morir con él.
—Lo sé, incluye a mi padre pero por suerte eso no ha pasado —May resopla— ¿Qué te preocupa realmente?
—Dejar de verlo —hace una corta pausa— Tal vez existe la manera que sobreviva pero tendrá que perder su humanidad para siempre siendo por completo un vampiro convertido por alguien del vampirismo y dudo que Caleb esté dispuesto.
—¿Se lo haz preguntado?
—No tuve la oportunidad
—May, será solo su decisión pero si yo estuviera en su lugar, es difícil entre conservar una humanidad o ser del todo vampiro. No muchos tienes esa oportunidad.
May resopla
—No quiero verlo como vampiro o no estoy segura —se encoge de hombros— ¿es raro que me importe un humano como él?
—No si estas segura exactamente de que forma es el interés —Noah ladea la cabeza— ¿hay un vínculo May?
Ella dura segundos en silencio
—No estoy segura, desde que lo conocí me gusta verlo, hablar con él y no me siento atraída por su sangre aunque ya la he probado y es exquisita, pero siento que hay algo más Noah —frustrada pasa sus manos por su rostro— y eso me asusta. Si llego a comprobarlo y Caleb es mi alma correcta, me va a causar graves problemas con mi padre, no lo va a aceptar. Será prohibido si haré exactamente lo mismo que mi hermano al involucrarse con alguien diferente si Caleb sigue conservando su humanidad.
—No tiene nada de malo May, por lo que mi padre me ha contado, tú padre se involucró con mi Tía Mía apesar de ella ser una convertida.
—Es diferente, mi madre ya era vampiresa cuando mi padre la conoció.
Noah hace una mueca
—¿El Rey y la Reina?
—No quiero un vínculo complicado Noah.
Causa su risa
—May, ninguno es fácil. Creenme que ahora me doy cuenta.
—Todos los vínculos que involucran a Williams son difíciles, no sé si estoy preparada.
—No te agobies hasta que lo compruebes. Tus creadores, todos deben aceptar que dado el caso, tengas un vínculo con un humano como Caleb y tú May, luchar si vale la pena.
—De la misma forma que tu hiciste con Sharon.
Noah borra su sonrisa
—¿Ya lo sabes? —May asiente burlona— Mi vínculo con Sharon no es recíproco y no voy a lamentarme por eso. Voy a intentarlo con otras vampiresas.
May le da un golpe en el hombro, logrando que a Noah casi se le caiga una vela.
—¿Alguna en especial? ¿Ya lo intentaste?
—No... por el momento —se obliga a no contarle nada sobre Isabel— es privado May.
Ella levanta una ceja
—Estas nervioso ¿seguro que no hay otra vampiresa que te interese? Somos familia, puedes decirme.
—No la hay
May baja la vista y observa de las velas a él.
—De acuerdo, no te voy a insistir. Tú me escuchaste, yo estaré ahí para escucharte a ti —hace una corta pausa— pero si puedo preguntarte —carraspea— ¿por qué las velas?
Noah pensando una excusa la observa de ellas a las siete velas que sostiene entre sus brazos.
—Las necesito —pasa saliva— Para leer por la noche.
—Un vampiro no las necesita, puedes ver en la oscuridad.
—No aplica en los libros May —resopla— Que sabes tú.
—Cierto, no soy adicta en la lectura como tú —se encoge de hombros.
Noah gruñe y pasa por su lado. Huye de su interrogatorio lo antes posible.
—Nos vemos luego May
Cuando se da la vuelta, lo pierde de vista dejando a la vampiresa intrigada.
—¿Qué ocultas Noah? —se dice a si misma.
#
A media noche, Isabel Williams termina de alistarse para su cita. Encerrada en el baño se observa a si misma satisfecha con los resultados. Se a puesto una falda negra corta con una blusa roja de tirantes, como unos botines negros. Sin necesidad de maquillaje.
Antes de salir, pasa sus manos por su rubio cabello que como siempre lo ha dejado suelto y al estar lista, se voltea regresando a la habitación que comparte desde niñas con su gemela.
—¡Es una noche hermosa! —exclama al cerrar la puerta.
—Son como todas las noches en el Castillo —le responde Sharon desde su cama.
A diferencia de su gemela, ella se encuentra sentada con su espalda recargada en la cabecera, en pijama que consiste en un cómodo short y blusa de tirantes de fina tela, con su rubio cabello amarrado en un alto moño desordenado mientras lee un libro de la biblioteca.
—No vez lo bueno de la eternidad
Isabel con una amplia sonrisa avanza en dirección a la salida. De reojo, su gemela la observa.
—¿A dónde vas?
De pronto se detiene a poca distancia de la puerta.
—Iré por sangre
—¿Otra vez? Nos alimentamos hace horas después de entrenar con papá.
—Estoy sedienta
—Isabel —su hermana cierra el libro y fija su vista en ella. Con un gruñido, ella se voltea.
—Quiero salir, estoy harta de todas las noches quedarme encerrada aquí, de día, de noche, siempre por todo el día.
—No seas exagerada
—Sharon, solo quiero ambular por el Castillo ¿de acuerdo?
—Avisales a nuestros padres
—No siempre deben saber todo lo que hago. Otro motivo para sentirme asfixiada en este Castillo.
—Precaución Isa y lo sabes. Hazlo por favor.
A regañadientes, ella asiente.
—Bien, no tardo —se voltea y avanza hasta llegar a la puerta y abrirla.
—Isa
—¿Ahora qué? —se voltea antes de salir sin soltar la perilla.
—Te arreglaste demasiado
—No, luzco así siempre, no es mi culpa resaltar la belleza como vampiresa y la heredada por mamá —le manda un beso— adiós Sharon —sin recibir su respuesta se marcha cerrando la puerta dejando a su gemela pensativa.
+++
Por otro lado, Noah no deja de ver por toda su habitación aumentando sus nervios. Retrocede lentamente cuando cada detalle es correctamente tras una lista imaginaria.
No obstante, escucha un golpe en la puerta y se obliga a darse la vuelta. Con rapidez abre y sale cerrando la puerta detrás suyo al ver a Isabel frente a él.
—Hola Noah ¿no me invitarás a pasar?
—Si pero antes quiero —carraspea y busca el trozo de tela sostenido en su mano— ¿me permites cubrirte los ojos?
La rubía vampiresa amplia su sonrisa y asiente.
Con lentitud, Noah se sitúa detrás de ella y cubre sus ojos. Al reforzar el nudo, le abre la puerta y con su mano en la cintura la guía a adentrarse.
Tras cerrar la puerta, coloca el seguro y usa su velocidad vampirica para aparecer frente a ella con una rosa roja.
—¿Estas lista?
—Sii
Noah retira el trozo de tela dejándola ver causando su sorpresa.
—Woo —Isabel acepta la rosa gustosa y su vista viaja a las velas en encendidas en el suelo separadas que otorgan iluminación— eres todo un romántico Noah.
—¿Te gusta? Quise tener un detalle contigo.
—Me encanta —le sonríe al fijar la vista en él.
—La verdad recibí ayuda de mi padre, él me aconsejó mucho esta idea y convencí a mi tío Elliot de revivir una rosa soportando su interrogatorio. Le dije una verdad a medias, que me interesaba una vampiresa pero nunca te mencioné —se acerca un paso acortando la distancia— solo mi padre lo sabe.
—De mi parte, no le conté a nadie ni a Sharon —él asiente.
—¿Ella lo presiente? Son gemelas, están conectadas, Sharon se dará cuenta de...
—No funciona así, solo son emociones, sentir si la otra esta en peligro nada más. Despreocupate— acaricia su mejilla —Estas nervioso ¿cierto?
—No, no mucho —carraspea.
Isabel sonríe, posa la vista en la rosa y humedece sus labios.
—Yo si estoy nerviosa por el fuego
Noah medio sonríe
—Descuida, lo tengo bajo control. Si quieres puedo apagar las velas.
—Solo quiero que me beses
Con rapidez lo sostiene de la camisa y lo jala sellando sus labios con los suyos tomándole segundos para Noah seguirle el ritmo y situar sus manos en su cintura.
Siendo un beso cada vez más duradero, intenso al rozar sus colmillos entre sí saboreando las gotas de sangre.
En algún punto, Isabel deja caer la rosa al suelo y avanza obligando a Noah a retroceder hasta él chocar con la cama. Después corta el beso y bajo su atenta mirada se deshace de su blusa quedando en sujetador y vuelve a besarlo mientras sus manos desabotonan su camisa, boton por boton hasta lograr quitársela y la lanza al suelo a pocos pasos.
Noah con una mano en su nuca, la besa y con la otra la desliza por su cintura hasta encontrar el cierre de su falda. Duda unos segundos y finalmente, se anima a bajar el cierre cayendo su falda con lentitud.
En ropa interior, Isabel corta el beso, tras empujarlo, Noah cae sentado en la cama y ella avanza hasta sentarse a horcajadas sobre él. Sin borrar la sonrisa mostrando sus colmillos, le da un casto beso y es la primera en acercar su rostro a su cuello rozando dos puntiagudos colmillos en su piel.
—Hazlo Isa —le susurra Noah situando sus manos en su espalda con cuidado de no rasguñarla con sus largas uñas.
La rubia vampiresa sin esperar, encaja sus colmillos succionando las primeras gotas y al estar satisfecha, se aleja.
—Deliciosa, había probado la sangre de mis creadores pero la tuya Noah —coloca sus manos en sus hombros— es mucho más adictiva.
El carmín de sus ojos se intensifica, Noah cegado por la sensación de la marca vuelve a besarla con frenesí. Con sus manos en su cintura, apoya su espalda sobre la cama y con un rápido movimiento gira quedando Isabel bajo de él.
Cuando deja de besarla, prosigue con un camino de castos besos hasta llegar a su cuello, rozando sus colmillos, con la sed presente en su garganta sin controlar al vampiro que es.
Gruñe, apoya una mano sobre la cama viendo por eternos segundos su cuello hasta que lentamente acerca más sus colmillos y los encaja bebiendo cada gota mientras Sharon desliza sus manos buscando el botón de su pantalón.
—Noah —gime ante la sensación trasmitida.
El vampiro se obliga a alejarse aun saboreando la sangre en su boca y vuelve a besarla.
Entre besos y besos, consumidos por el deseo se deshacen del resto de su ropas.
Sin contratiempos, Noah se sitúa entre sus piernas, Isabel con ellas rodea su cintura y desliza sus manos por su espalda sin ocultar sus largas uñas. Basta una fugaz mirada y entre fricción y fricción, se dejan llevar por el deseo entre caricias, besos intensos, gemidos y varias marcas al intercambiar su sangre.
...
—No estuvo nada mal —Isabel acaba con el silencio prolongando. Cubiertos por la sábana, no deja de abrazarlo con su cabeza apoyada en su pecho— para ser una primera vez, me fascinó.
Noah sonríe sin dejar de acariciar su espalda descubierta.
—Los dos experimentamos y podemos mejorar.
La rubia vampiresa aleja su cabeza girando a verlo.
—Me estas dando a entender que quieres que se repita —se inclina a sus labios dejando centímetros de distancia— y tienes mi aprobación— lo vuelve a besar y se aleja segundos después — no eres tan inocente como creí.
—Conocí una parte de mi que no sabía que tenía.
Isabel ríe y se sienta con rapidez en la cama.
—Noah perverso —bromea.
Imitando su acción, él se sitúa a su lado y le sonríe.
—De verdad Isabel, no me arrepiento de estar contigo.
—¿No pensaste en mi hermana?
—En ningún momento —acorta la distancia, la agarra de la cintura apoyando su barbilla en su hombro— por eso, lo estuve pensando y quiero hacer esto bien. No quiero que ocultemos lo nuestro, tendré que pedir el permiso de tus creadores.
—No lo creo necesario, si mi padre se entera, te va a matar —Noah rápido se aleja de ella y del mismo modo, Isabel gira a verlo situando su mano en su mejilla— pero no voy a permitirlo. Voy a defenderte Noah así tenga que estar en su contra— retira su mano lentamente— Déjame hablar antes con ellos, te pido un poco de tiempo— él asiente— que sea nuestro secreto.
—Vernos a escondidas —repite y le sonríe— esta bien Isa, que aún no se den cuenta— coloca su mano en su nuca y vuelve a besarla.
+++ Díez días después...
Por la madrugada, Isabel regresa a su habitación y sin evitar la sonrisa cierra la puerta recargandose en ella.
Desde el baño, su gemela sale sin soltar un cepillo al alisar su rubio cabello.
—Hola Isa
—¡Sharon! —al verla se aleja de la puerta y avanza en dirección a su cama.
—¿Qué esta pasando contigo? —con seriedad su hermana la observa— Últimamente te vas todas las noches, duras horas en regresar, estas muy feliz, ya no me molestas. Te siento distanciada ¿por qué?
—No me pasa nada Sharon, no tiene nada de malo querer salir a admirar la noche —toma asiento en la cama.
—No te creo —con velocidad vampirica, su gemela la alcanza hasta arrebatarle una fina bufanda de su cuello— ¡Isa! —retrocede un paso— estas... marcada.
—Dámela Sharon —al levantarse se la quita con brusquedad— no te importa, sé lo que hago.
—¿Desde cuándo? ¿Con quién? ¿Por qué no me habías dicho nada? —se cruza de brazos— Isa, soy tu hermana y creí que las dos nos contaríamos cuando esto nos pasara.
—No tengo que contarte nada —molesta pasa por su lado en dirección al baño.
—¡Bien! Tal vez con mamá y papá si lo hagas.
Al escucharla, rápido su gemela se da la vuelta.
—No te atrevas Sharon
Recibe su mirada maliciosa tras cruzarse de brazos.
—¡Te mato si lo haces!— esta por atacarla cuando la puerta es abierta causando la atención de las dos.
—¡Niñas! ¿Qué sucede aquí! —su creadora se adentra sin dejar de ver a cada una— escuché eso Isabel ¿en qué quedamos?
—Sharon empezó
—¿Yo? Tú eres la que no quieres decir la verdad —su gemela se acerca quedando a un lado de su creadora — Dilo, dile a mamá que todas las noches te vas, dile que te dejaste marcar por un vampiro.
Es suficiente para causar la atención fijamente de su madre.
—Isabel ¿eso es cierto?
Ashley con velocidad vampirica aparece a su lado y aparta un mechón de su cabello notando la marca. La misma que olvidó pedirle al vampiro borrar como todas.
Demasiado tarde, Isabel se arrepiente.
—No tiene nada de malo madre
—No lo es, pero no tenías que ocultarlo.
—¡¿Eso es todo?! ¿No vas a regañarla? Es donante de un vampiro.
—Sharon por favor —la regaña su madre.
—No soy alimento de un vampiro Sharon, no seas ilusa —se cruza de brazos— al contrario, es mutuo mezclando la sangre y el placer —le sonríe maliciosa— y lo conoces perfectamente, me dejé marcar por Noah.
—¿Noah? —ríe Sharon sin ánimos— Mentirosa, él no pudo, él es fiel a su alma, a mi —se apunta.
—Ya no le interesas Sharon cuando yo no lo rechazo, cuando yo si lo hago feliz.
—Ni siquiera existe un vínculo con él, Isa —le extraña su molestia— ¡tú no eres yo! ¡Tonta te engaña!
—Niñas, no discutan
—Siempre es Sharon madre, no soporta los celos al verme feliz con Noah.
—¿Celos? ¿Yo? ¿De ti? —hace sus manos puños y suelta una risa sarcástica — claro que no, solo que estoy harta de que te salgas siempre con la tuya y tú mamá, deberías regañarla, no apoyarla, sé esta equivocando. Conmigo lo hicieron cuando se enteraron de mis supuestos y confusos sentimientos por Darel, tú misma me hiciste darme cuenta que estaba equivocada.
—Sharon, cálmate. Podemos hablar de esto entre las tres.
Ella niega varias veces mientras retrocede.
—Sé lo contaré a papá, él si me hará caso y estará de acuerdo conmigo.
—¡Mamá! No dejes que lo haga —le pide Isabel.
Ella observa a cada una en silencio cuando desde hace tiempo, tanto Ashley y Dominik lo sabían.
Sin evitar que Sharon logre marcharse con velocidad azotando la puerta dejando a su gemela entre molesta y preocupada al ser descubierta.
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