Capítulo 19
¡Hola! Muchísimas gracias por todos sus comentarios, realmente es genial leerlos RebeFernandez5, Mkijud, GladysElizabethGrego, ElizabethHernande381, crisalecbloom, EugeniaJimenez, IlmrTolkien, MagnusNoizLightwood, Rosewood84, Flor-otaku, MaryPlaza8, Crazy_Ghost_Girl_14, BiancaCarrillo1, Jennyta00, montirroch, RhimerSantos 💙💜💙
También a quienes dejan su voto y continúan leyendo, mil, mil gracias 💜💛💜
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Han recuperado al hermano Armand y tenemos unos capítulos de recuperación mientras esperamos que aparezca Lucia
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Catarina Loss se apresuró a subir los escalones hacia el desván de Magnus. El mensaje de fuego de Alec había sonado bastante urgente, pero conociendo a Magnus tan bien como lo hacía, podría ser cualquier cosa, desde un hechizo equivocado hasta estar en pánico sobre qué atuendo usar, y si él había interrumpido su ocupado día por algo tan frívolo, haría que se arrepienta. No era que a Catarina no le agradara Magnus, por supuesto que sí, era uno de sus más viejos y mejores amigos, pero a veces las cosas que él consideraba importantes estaban más allá de su entendimiento. Nunca olvidaría la vez en que la llamó a mitad de un día de trabajo para pedirle su opinión sobre qué regalo de cumpleaños sería adecuado para su, entonces nuevo novio, Alec. ¡Como si eso tuviera prioridad sobre atender a los enfermos y heridos!
Catarina abrió la puerta del desván y se quedó mirando con incredulidad el sitio que tenía delante- "¡Magnus! ¿Qué demonios has hecho?"- chilló- "No, no me digas, no quiero saberlo. Lo que sea que esté sucediendo aquí probablemente haya roto todas las leyes del Coven y cuanto menos sepa al respecto, ¡mejor!"
-"Hola, Catarina"- dijo Magnus con una sonrisa débil- "Realmente me alegra que pudieras pasar por aquí"
En ese momento, los ojos de la sanadora se fijaron en el hombre que ahora estaba sentado en el suelo junto a Magnus- "¡Dios mío, Gran Brujo Richelieu! ¿De verdad eres tú?"
-"Sí querida, pero ahora sólo soy el Hermano Armand, ya no soy un Gran Brujo"- respondió Richelieu mientras una pequeña sonrisa revoloteaba en sus delgados labios.
Había un millón de preguntas que Catarina quería hacer, a pesar de haber dejado en claro hace un momento que no quería saber, pero con los heridos por atender, su propia curiosidad tenía que esperar. Echando un vistazo por la habitación, se movió rápidamente al lado de Ian y comenzó a trabajar en su brazo gravemente quemado. Le costó un poco de magia sanarlo, pero aún le quedaban fuerzas suficientes para las costillas rotas y el esguince de tobillo de Alec.
Jace, Izzy y Josh se habían ocupado de sus diversos rasguños y magulladuras con una rápida Iratze, así que una vez que Catarina terminó con Alec, se acercó al hermano Armand y se sentó junto a él en el suelo. Admirando el estado andrajoso de su bata y los hematomas y cicatrices que se desvanecían en su cuerpo, podía decir que había pasado por una terrible experiencia- "Gran Bru... um... me refiero a Hermano Armand"- ella se corrigió a sí misma- "¿Cómo es que estás aquí?"- la voz de Catarina estaba llena de preocupación y una cierta cantidad de sorpresa cuando miró hacia donde Magnus estaba sentado con sus brazos fuertemente envueltos alrededor de Alec.
-"Magnus y yo somos viejos amigos, Catarina, casi tan viejos como tú y yo"- respondió Richelieu. También miró a Magnus buscando en sus ojos como si estuviera pidiendo permiso para explicar más. Un gesto apenas perceptible de la cabeza de Magnus fue suficiente para que él continuara- "¿Te acuerdas de Lucia Dragotta, querida?"
-"¡Esa bruja! ¡Quién podría olvidarla!"- exclamó Catarina.
Richelieu procedió a informarle sobre los terribles eventos que llevaron a esa noche. Una exclamación de Catarina fue la única interrupción, cuando llegó a la parte donde había ayudado a Hellequin a regresar a la dimensión demoníaca, a costa de su propio encarcelamiento allí. Dijo muy poco de sus experiencias sobreviviendo a los demonios, pero nadie que lo viera y escuchara esa noche se hacía ilusiones sobre ese horrible lugar.
Magnus se había recuperado lo suficiente como para poner en orden el desván, dándole a sus invitados asientos más cómodos que el piso desnudo en el que habían estado sentados. También conjuró algunas bebidas para ayudar en la recuperación. Una vez que Richelieu hubo terminado, Catarina se inclinó y lo abrazó- "¡Estoy tan feliz de que hayas vuelto con nosotros!"- dijo y todos en la sala se hicieron eco de ese sentimiento sincero.
-"Magnus, ¿qué ha pasado con Lucia en mi ausencia?"- preguntó el ex cardenal. No tenía idea de cuánto tiempo había pasado desde que había quedado atrapado.
-"No mucho, ha estado escondida y no he podido localizarla todavía"- dijo Magnus, luego entendió la preocupación del otro hombre, agregó- "Sólo han pasado algunos días Armand"
-"¿Y supongo que tu hechizo fue exitoso?"- preguntó Richelieu frunciendo el ceño ligeramente. Sabía que Magnus había firmado un juramento de sangre para proporcionar a Lucía algo que ella deseaba muchísimo, pero no conocía los detalles,
-"Sí, no puede haber ninguna duda al respecto, pero sustituí mi propia sangre por la de Lucía"- dijo Magnus con un profundo suspiro- "Y aparentemente ella usó la semilla de Alec, así que este bebé es nuestro y no haremos nada para poner en peligro su vida"
Las exclamaciones de Catarina y Richelieu fueron los únicos sonidos que siguieron las palabras de Magnus durante varios minutos- "Oh, Magnus"- susurró ella cuando cayó en cuenta de la magnitud de lo que había sucedido. Lucía necesitaba ser detenida, pero ¿cómo podrían hacer eso sin condenar al bebé, ni darle nueve meses de ventaja?
Richelieu estaba tan conmocionado como Catarina, pero su mente se concentró en lo que la Clave podría hacer si descubrieran la existencia de un bebé nacido de un Brujo y un Cazador de Sombras marcado. Conocía las viejas historias sobre el único niño que fue concebido de ese modo y se estremeció.
-"Deberíamos regresar al Instituto"- dijo Alec en voz baja.
-"Sí, por supuesto"- Magnus estuvo de acuerdo- "Acompañaré a Catarina y me reuniré con ustedes allí"
Richelieu se levantó para despedirse de Catarina, dándole un breve abrazo y un beso en la mejilla- "Debemos ponernos al corriente, querida, antes que vuelva al Monte Saint-Michel"
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Clary caminó a lo largo de su pequeño dormitorio en la Academia en Idris. Ella había estado allí desde la mañana después de que el joven Brujo había sido encontrado muerto en Renwick, haciendo uno de los cursos interminables que se consideraban necesarios para la educación adecuada de los jóvenes Cazadores de Sombras. Normalmente no le importaba pasar un tiempo en Idris, a excepción de la separación de Jace; pero esta vez estaba más que un poco ansiosa por regresar a Nueva York.
Las frecuentes cartas de Jace la habían mantenido informada de la situación, pero sospechaba que él minimizaba los riesgos y el peligro. Clary ya había aprendido a leer entre líneas cuando estaba preocupada por Jace. Esperaba que la invocación de Richelieu hubiera salido según lo planeado esta noche, sería muy difícil mantener a la Clave ignorante de lo que le estaba sucediendo a Magnus y Alec si un hechicero muy poderoso y solitario permanecía en el olvido.
Soltando un suspiro, Clary trató de distraerse comprobando por enésima vez que había empacado todas sus pertenencias. Un fuerte golpe en la puerta la sobresaltó, no podía ser el momento de ir al portal, ella todavía tenía otros cuarenta minutos. Al abrir la puerta, Clary se sorprendió al ver a Maryse Lightwood de pie allí, con una pequeña maleta a sus pies.
-"Clary, cariño"- dijo Maryse- "Escuché que ibas a ir a Nueva York esta noche, y como había planeado ir mañana por la mañana, pensé que sería mejor ir contigo y ahorrarles el abrir un portal dos veces"
-"Err... Oh, sí, por supuesto, por favor entra"- respondió Clary, haciendo todo lo posible para encubrir el impacto que esta noticia le produjo. No había manera de que pudiera advertir a Jace o Alec sobre el cambio de planes de Maryse, ni siquiera sabía si volverían del piso antes de que ella y Maryse llegaran al Instituto. Las dos mujeres conversaron en voz baja mientras esperaban, Clary esperaba que la mujer no se diera cuenta de lo nerviosa que estaba, o sospechara que esto no era más que un regreso a casa normal. Por fin llegó el momento y se dirigieron al portal.
-"Clary, estás tan nerviosa como un gato"- dijo Maryse- "¿Todo está bien?"
-"Oh, sí, estoy ansiosa por llegar a casa, supongo"- respondió Clary. Iba a tener que hacer un mejor trabajo al ocultar sus emociones si esperaba evitar que Maryse sospechara que las cosas no estaban como deberían en el Instituto.
Poco tiempo después, Clary y Maryse llegaron a su destino. Los pasillos y habitaciones tranquilas y desiertas le dijeron a la Cazadora que, contra todas sus esperanzas, la invocación aún estaba en curso.
-"Pensé que Alec había dicho que los ataques demoníacos habían bajado a niveles más normales"- comentó Maryse- "Es inusual encontrar al Instituto completamente desprovisto de Cazadores de Sombras, ¿Jace te dijo algo al respecto?"
-"N–no, por lo general hace un esfuerzo para no hablar mucho del trabajo"- respondió Clary.
-"Hmm, sí, supongo que no quiere preocuparte"- dijo Maryse, el ceño ligeramente fruncido en su rostro generalmente estoico.
El repentino sonido metálico del ascensor les dijo a las dos mujeres que alguien más había llegado. Avanzaron por el pasillo hacia el sonido y Clary se encontró mirando a las puertas, con el aliento en la garganta mientras esperaba que se abrieran.
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Continua en el siguiente...
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