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Brien estaba entrenando en la costa del mar, sumergido hasta la cintura, al principio el agua le había dado una sensación de un millar de agujas clavándose en cada parte de su cuerpo, ahora apenas sentía un entumecimiento generalizado. Era una sensación menos molesta, aunque el dudaba que fuera una buena señal. El joven se encontraba dando estocadas y practicando defensas, cada tanto alguna ola superaba el promedio y necesitaba esforzarse para mantener el equilibrio.
—Suficiente por hoy— Dijo Freen de pie junto a un fuego recién nacido, llevaba la mitad de su rostro tapado por negros cabellos iluminados por la luz ondulante. — si te quedas congelado definitivamente tendré que buscar un nuevo alumno.
—No lo dudo— Respondió el joven aprendiz aproximándose al calor del fuego —pero si no me seleccionan tendrás que buscarlo de igual forma.
—Sécate, luego limpia tu espada —dijo Freen al tiempo que le lanzaba un orbe con agua dulce— el salitre es malo para el metal.
Brien ya había pasado por tres selecciones en años pasados, el mes entrante seria su quinceavo cumpleaños, según las normas no podría volver a participar pasada esa edad. En Wind ser el heredero al trono no hacía que uno pudiera saltarse las leyes.
—Tendré que irme. —Dijo Freen mientras tomaba asiento en la arena — vas a tener que seguir solo esta semana, voy a dejarte algunas instrucciones.
—¡Pero solo queda una semana!
—Lo sé, una semana no cambiara años de entrenamiento, iba a desaparecer y dejarte una carta de explicación, considere esta opción más honorable, no me hagas arrepentirme.
—¿A dónde iras? ¿No puedes esperar? —Brien tomo asiento mirando las brasas.
—Necesito hacer un viaje a mi hogar, y no, no puedo esperar —Freen había nacido en los picos, la cordillera que separaba los pequeños reinos de las tribus. En general nadie las cruzaba, Freen era una de las pocas excepciones— o cuando regrese podría ser demasiado tarde.
—¿Tarde? ¿Para qué?
—Lo sabrás a su momento, confía en mí.
Brien prefirió no ondear en el tema, Freen no era el tipo de persona a la que se le puede sacar un secreto a base de preguntas.
—Tu coordinación está mejorando — Dijo el maestro.
El sol casi se ocultaba en el horizonte, la arena sobre la que estaban sentados empezaba a enfriarse y la oscuridad empezaba a cernirse bajo los pinos de la costa mientras que estos esparcían su típico aroma por todos lados.
—Supongo... casi como alguien sano —Dijo Brien abriendo y cerrando sus manos sobre al fuego intentando recuperar su calor natural al tiempo que recordaba esas palabras en su mente «Casi»
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