Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Epílogo

—¿Todo bien? —le pregunto a mi esposo mientras nuestras manos están entrelazadas.

Dante asiente y sonríe acariciando mi mano con un dedo.

Coge aire antes de que llame al timbre de esta casa.

A los pocos segundos la puerta se abre y aparece una mujer con un vestido de flores de muchos colores.

Me mira con una sonrisa antes de saludarme.

Me conoce.

Y, al ver al chico que tengo a mi lado, controla sus lágrimas para no poder llorar.

—Dante —dice. Le cuesta mucho decir su nombre.

—Hola —saluda mi marido con una pequeña sonrisa, la cual se hace más grande al ver que la mujer se emociona y varias lágrimas se deslizan por sus mejillas.

—Bianca, mi marido tenía muchas ganas de conoceros. Y también de conocer a su hermano. Sois su familia biológica —explico. Ella asiente y nos deja entrar a su casa.

Una casa con varias fotos.

Juro que estoy viendo a Dante en las fotos, pero ese no es mi marido.

Es Alex, el mejor amigo fallecido de Coraline.

Trago saliva.

Nos sentamos en un sillón cada uno y Bianca desaparece.

No hay sofás en este salón de estilo años 80. Solo hay tres sillones.

Dante tiene las manos entrelazadas mientras una de sus piernas se mueve.

Sonrío al ver al chico que amo.

Se le ha ocurrido ir a la casa de su familia biológica porque quiere mantener algún tipo de relación con los padres de Alex. Aunque no estaba seguro de que estuvieran abiertos a esta idea por el fallecimiento de este chico.

Eran hermanos gemelos y ya he visto lo parecidos que eran.

Alex tenía el pelo más largo que el de Dante y, además, no tienen el mismo estilo de ropa.

Por lo demás, son iguales.

Bianca aparece con una bandeja de metal en sus manos. En esta hay tres tazas de café y una caja con galletas.

Deposita la bandeja en la mesita que hay en el centro de los sillones.

Se sienta en uno de ellos y seca sus lágrimas.

—Mi marido está trabajando. Espero que no sea algo malo —dice Bianca y Dante niega sonriendo.

La mujer ve al chico e intenta no fijarse en sus ojos.


Han pasado dos horas entre risas y fotos.

Bianca nos ha enseñado fotos de su familia y Dante se ha dado cuenta de que es parecido a alguno de ellos. Esto le hizo sonreír.

No sé como se siente una persona adoptada cuando pasa tiempo con su familia biológica. Además, sabiendo que tenía un hermano gemelo, el cual ha muerto hace casi 4 años.

He estado mucho tiempo en silencio acariciando la pierna de mi marido cuando me miraba con una sonrisa.

No sé cuántas veces he besado su mejilla mientras mi chico sonreía mirándome.

Bianca se siente muy feliz con nosotros.

—Dante, te doy las gracias por venir —dice la mujer con una pequeña sonrisa—. Es muy bonito por tu parte.

—Tenía muchas ganas de conocerte. Es bonito conocer a... Mi familia biológica.

Ambos están de pie y Bianca ve al chico que estaba en su vientre hace ya casi 26 años.

Los dos sonríen y yo los veo mientras estoy sentado en el sillón.

—¿Puedo abrazarte? —le pregunta controlando sus lágrimas.

Dante asiente y abre sus brazos mientras ríe atrayendo a su madre biológica a su cuerpo, la cual está llorando mucho ocultando su rostro en las manos.

Ambos se abrazan y oigo como lloran.

No hablan.

Solo se abrazan y lloran.

Un abrazo entre madre e hijo.

—No me odies, Dante. Por favor, no me odies.

—No te odio. Nunca te he odiado. No digas eso.

—Me arrepentí tantas veces todos estos años al darte en adopción. No te puedes imaginar cuántas veces me arrepentí —dice Bianca y veo que sus manos tiemblan una vez que se aleja de Dante.

Mi marido coge una de ellas y sienta a la mujer en uno de los sillones.

Él se sienta en el suelo cogiendo una de las manos de Bianca.

—Me tienes aquí. Y es bastante raro que no nos hayamos conocido antes —dice Dante sonriendo mientras ella seca un poco sus lágrimas—. Parece que la ciudad es enorme porque no nos hemos visto hasta ahora.

—Gracias por estar aquí. Aprecio mucho que hayas venido a conocerme —dice un poco más animada—. La ciudad puede ser grande y nosotros nos conocemos ahora.

Sonrío al oír la conversación entre ellos dos.

Estamos pasando mucho tiempo en esta casa y me siento muy cómodo al estar allí.

Están tan centrados en su conversación que no se dan cuenta de que estoy allí, o eso parece.

Una vez que voy al cuarto de baño, veo una foto colgada en una de las puertas de la casa.

En esta está Alex y Coraline, también un pequeño cachorro, Nieve.

Muerdo mi labio inferior intentando no llorar, pero esta foto me hace bastante daño porque sé lo que se esconde detrás de estas caras felices.

Alex y el perrito no están aquí.

Coraline ha sido muy fuerte.

Y yo me alegro de que nos haya encontrado.

Me alegro de que sea feliz ahora con la familia que hemos creado todos juntos.

Nunca me imaginé que tendría una preciosa hija que adora hacerme peinados muy bonitos y tumbarnos en su cama para hablar de cualquier tema.

Tanto madre e hija les encanta estar conmigo y confían mucho en mí para contarme cualquier cosa.

Suspiro y me felicito a mí mismo por no abrir esa puerta.

Sé que es la habitación de Alex.

Y esto me duele.

Me duele entrar en un lugar donde Bianca guarda todas las cosas de su hijo después de su muerte.

Cuando vuelvo al salón, los encuentro llorando y dándose las gracias.

Sonrío y beso la cabeza de mi novio, el cual se está levantando para ponerse de pie.

—Si Alex estuviera aquí, estaría muy feliz pasando mucho tiempo con su hermano —dice Bianca con una sonrisa mientras llora en silencio.

—¿Sabes qué? Si no fuera por él, yo no estaría aquí. Alex es el que nos ha unido a mí con el amor de mi vida —me mira y sonrío mucho. Luego vuelve a ver a Bianca—. Y nos ha unido. Por eso estoy aquí hoy.

Pestañeo y me doy cuenta de lo que está diciendo.

Es verdad.

—Si no hubiera llevado a Coraline a aquel hotel, esta historia no existiría. La banda no habría conocido a mi gran amiga.

Corro hacia donde está Bianca y la abrazo con fuerza mientras lloro al darme cuenta de todo.

Ambos ríen al ver mi reacción.

Dante pasa sus dedos por mi pelo y Bianca me abraza.


—Era un gran amigo —dice Coraline sosteniendo un ramo de flores.

Sonrío y acerco más a mi amiga colocando una mano en su cintura.

Beso su cabeza y me mira sonriendo.

—Osito, gracias por recogerme del trabajo. Necesitaba venir aquí —dice y río cuando me abraza.

Dante sonríe al vernos y luego vuelve a ver la tumba que tiene delante.

Al lado hay muchas más, pero su mirada solo va dirigida a esta.

Suspira un poco y acaricia la tumba.

Coraline y yo estamos en silencio viendo lo que hace Dante.

Sonríe un poco y pasa un dedo por la foto de Alex.

Cierra los ojos y me da la sensación de que está diciendo algo sin mover los labios y sin hacer ningún ruido.

Cojo aire para no ponerme a llorar al ver la seriedad de mi marido al estar delante de la tumba de su hermano gemelo.

Escuchamos unos pasos y Coraline se gira para ver quién es, pero yo sigo viendo a Dante.

Aparta la mano y sonríe un poco.

Ambos vemos a la persona que está allí.

La conocemos y ella nos conoce a nosotros.

—Chicos —dice sorprendida.

Coraline sonríe y la abraza.

¿Se conocen?

Dante me mira sin decir nada.

—Es una alegría verte de nuevo, mi pequeña Coraline —dice y mi amiga ríe feliz.

—Hacía tiempo que no nos veíamos —dice la pelirroja.

En las manos de la señora, hay un pequeño peluche de color azul y un pequeño ramo de flores violetas.

—Estáis muy grandes. ¡Y casados! —dice la señora muy feliz y ambos reímos viéndola.

Entrelazo mi mano con la de Dante y vemos que se acerca a la tumba dejando los objetos delante de esta.

—¿Conocías a Alex? —le pregunta Dante y ella sonríe un poco.

—Era mi nieto —responde y los únicos sorprendidos somos mi marido y yo.

No decimos nada. Ella sigue hablando.

—Así que tú también eres mi nieto, Dante —dice con una sonrisa.


Beso la cabeza de mi marido cuando se acerca más a mí.

Siento su anillo en mi pecho desnudo.

Sé que está cansado.

Ha sido un día largo para él entre tantos lazos familiares.

Le he dicho que beba mucha agua porque ha estado llorando mucho. Él se reía a carcajadas cuando le decía esto.

Besa mi pecho y sonrío tocando su pelo un poco más largo.

Coloco mejor la sábana sobre nuestros cuerpos.

—Desde el principio conocía a mi familia —susurra y se acerca más a mí hasta que tiene una pierna encima de mi cadera.

—Lo tenía en secreto —digo y sonrío jugando con su pelo—. Te conocía desde hace años y no te dijo nada.

Se aleja un poco para verme y sonríe.

—Agatha es mi abuela.

Asiento y veo como su sonrisa es más grande.

—Es una mujer increíble que siempre he admirado y ahora me entero de que es mi abuela biológica.

Ríe feliz y busca mis labios.

Los besa con cariño mientras acaricia mi mejilla.

Mi mano se coloca en su cuello.

Para el beso riendo un poco.

—Soy muy feliz —dice mirándome sin parar—. Soy muy feliz gracias a ti.

—Dante...

—Es la verdad, Ethan. Ahora no vengas con el no soy para tanto.

Sonrío y veo sus bonitos ojos.

—Me has dado vida y has hecho que mi significado de tener una pareja haya cambiado —acaricia mi mejilla y besa mi nariz—. Eres un sol que solo sabe iluminar mis días con tan solo verte.

Pestañeo y una lágrima corre por mi mejilla.

—Nunca pensé que aquella noche mi vida cambiaría tanto. Nunca pensé que una persona comenzaría a vivir en mi cabeza la mayoría del tiempo. Nunca imaginé que te encontraría de nuevo y nos iría tan bien.

Me acerco mucho a él y me coloco encima de su cuerpo ocultando mi rostro lleno de lágrimas, aunque sé que estoy mojando poco a poco su pecho.

—Gracias por haber venido a mi antigua casa para volvernos a ver —digo y él me abraza muy fuerte acariciando mi pelo.

—Te amo, Ethan. Nunca te olvides de nuestra historia.

Me incorporo un poco y veo a Dante sonriendo.

Sonrío y beso sus labios.

—Nunca —digo.

Y así, mi marido y yo seguimos amándonos sin parar hasta el último día de nuestras vidas.

•••

****

Holaa.

Y... Oficialmente Dante se ha acabado.

Esto no puede ser real.

Estoy a punto de llorar ahora mismo (esto lo escribo después de tener escritos los agradecimientos jeje).

En el epílogo quería meter muchas emociones, así que le di importancia a la familia biológica de Dante.

Además, la mujer que tanto amamos, es la abuela de Dante.

La encantadora Agatha.

En este epílogo el principal protagonista es Alex.

Sin él, la banda y Coraline no se habrían conocido, es decir, nada de lo que está pasando ahora existiría.

Ha fallecido, pero le ha dado una nueva vida a Coraline cuando la llevó a aquel hotel después de escaparse de casa.

Amo a Alex ayyy. Es un personaje que no ha aparecido mucho en la saga, pero ha sido muy importante para el desarrollo de la historia.

Ethan y Dante están juntos y siempre lo estarán porque se aman muchísimo.

Ojála tener una relación así para sentirse muy feliz.

Me he enamorado de mi propio libro.

En la próxima parte, en los agradecimientos, os dejo unas palabras para vosotras.

Se os quiere mucho.

Espero que os haya gustado este libro.

Gracias por todo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro