Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

50

Dante

Camino cerca de la recepción del hospital y el teléfono está sonando.

No hay nadie en recepción.

Debería de ir a mi consulta, pero tengo que responder el teléfono.

Serán segundos.

—Buenos días. Hospital Tor Vergata Roma, dígame.

—Dante, sono io, amico mio.

Pestañeo sin poder creérmelo.

¿Cómo es posible que esté hablando con él?

—¿Damiano?

Han pasado 2 años desde lo ocurrido.

2 años desde que Måneskin se separó.

2 años desde que Damiano se ha ido del país con sus padres y su hermano.

2 años sin saber nada de Nelson.

Desde que este psicópata apuñaló a mi amigo, las cosas han cambiado mucho por aquí.

Mis amigos, también llamados mi familia, tienen miedo de salir a la calle y es bastante raro que salga solo una persona.

Pero hay que seguir adelante y enfrentarse a la vida sabiendo que no estamos todos a salvo.

Damiano se fue del país porque sus padres lo sugirieron.

Sus padres estaban muertos de miedo y no querían que su hijo pequeño estuviera en peligro.

No querían que Nelson fuera a por él para hacerle daño de nuevo. Más bien, para matarlo.

Hemos parado de hablar con Damiano desde que se fue.

No tenemos ni idea de dónde está ahora.

No sabemos dónde está la familia David.

Tampoco sabemos si están bien.

Recuerdo cuando salí del hospital asustado porque Ethan nos envió un mensaje por el grupo diciendo que Nelson estaba en nuestra búsqueda.

Los recuerdos del pasado vinieron a mi mente en ese mismo momento.

Ese chico posesivo, tóxico y abusador que nunca me amó. Solo me quería para presumir de mí, de mi belleza.

—¡Dante, ven aquí! —exclamó cuando me vio cerca de mi coche—. ¡Ven aquí ahora mismo!

Los ojos se me llenaron de lágrimas mientras estaba muy asustado.

No quería volver a sentir sus sucias manos en mi piel, especialmente en mi cuello.

Corrí hacia mi coche y me metí dentro encendiendo el motor de este.

Salí del aparcamiento lo más rápido que pude y me dirigí a mi casa.

Conduje mientras pensamientos horribles aparecían en mi cabeza.

Sabía que le iba a hacer daño a Ethan y, cuando me tuviera para él, con suerte no acabaría muerto en sus manos.

Me persiguió hasta mi casa mientras me metía en caminos confusos intentando distraerlo, pero fue inútil.

Siguió persiguiéndome.

Llegué a mi casa y Ethan me esperaba con la puerta abierta.

No podía hablar, pero tiraba de la mano de Ethan para que entrara en casa.

No me hizo ni caso.

Yo ya estaba llorando desde que vi a ese psicópata, pero nunca me hubiera imaginado que le haría daño a Damiano.

Mi amigo apareció detrás de Nelson. Su cuerpo estaba tenso, parecía que iba a pegarle a mi enemigo, pero él fue más rápido.

Vi un puñal y, cuando pestañeé, lo vi lleno de sangre mientras Nelson se escapaba dejando gotas de este líquido rojo en el suelo.

Se subió en el coche y desapareció.

Damiano tenía sus manos en la parte inferior izquierda de su barriga.

Sus manos se mancharon de sangre rápidamente y eso me asustó mucho.

Ethan y yo gritamos su nombre y corrimos hacia él mientras ya estaba en el suelo.

Oí los quejidos de Damiano mientras mis manos se manchaban de sangre tapando la herida con mi camisa.

Empezó a despedirse de nosotros mientras lloraba y sonreía.

Una sonrisa que mostraba dolor y tristeza.

Él sabía que iba a morir.

Vio el charco de sangre en el suelo y esto lo asustó mucho.

Sus ojos se cerraron y empecé a gritar desesperado.

Enfadado porque eso me lo merecía yo y no él.

Ninguno se merecía esto.

Solo yo.

Ya en el hospital, cuando la doctora nos dejó pasar a su habitación, vimos a nuestro amigo con los ojos cerrados.

Los abrió y se echó a llorar.

Su cuerpo temblaba. Ethan y yo nos sentamos a su lado y, como pudimos, abrazamos su cuerpo intentando no hacerle daño.

Damiano lloraba mucho porque había estado muy cerca de la muerte.

Le dijimos lo mucho que le queremos y él solo lloraba buscando un lugar donde encontrar protección y cariño.

Mi pareja y yo nunca pensamos que ese sería uno de los últimos momentos con Damiano.

Nunca pensamos que en dos días se iría del país con su familia.

Además, ese día denuncié a Nelson por todo lo que me había hecho desde que empezamos a salir.

Declaré entre lágrimas agarrando la mano de Ethan.

No se separó de mí en ningún momento.

Acariciaba mi mano, me animaba a seguir hablando diciendo que yo podía con esto.

Los policías me miraban mientras me escuchaban con atención. Uno de ellos apuntaba muchas cosas en una libreta y otro miraba a veces la grabadora que estaba en la mesa a muy pocos centímetros de mí.

Conté absolutamente todo. Necesitaba contarlo.

No quería estar más tiempo callado.

Nelson es un monstruo que me ha hecho mucho daño. No quiero que esté con nadie más. No quiero que le haga daño a ningún chico ni a ninguna chica.

Quiero que se pudra en la cárcel.

Nelson se merece lo peor de este mundo.

Lloro escuchando su acento italiano.

—Dime tu número y te hablo por allí —dice y le dicto mi número de teléfono.

Cuelga y mi móvil no tarda en sonar.

Respondo mientras lloro y tengo una mano en el pecho.

—Damiano, te he echado mucho de menos. ¿Estás bien? ¿Cómo está tu familia?

—Estamos bien. Mi familia y yo estamos echando mucho de menos a la gente de Italia. Tenemos muchos seres queridos allí —dice y seco mis lágrimas—. ¿Y cómo estáis vosotros?

—Damiano, las niñas están enormes. Graziella es mucho más lista cada día y es muy bonita. ¡Felice ya sabe caminar y hablar! Es una niña muy hermosa que le encanta repetir cualquier cosa que digas. Su pelito rubio es precioso.

Escucho su risa y un suspiro.

—Ojalá verlas pronto, amigo —hace una pausa—. Eres el primero y la única persona con la que estoy contactando después de todo este tiempo. Solo contactaré contigo.

—¿Y qué hay de tus amigos que tienes desde que eras adolescente? ¿Por qué me has elegido a mí?

—Tengo planes que quiero hacerlos realidad y tú eres la única persona que está en ellos. Me refiero a que necesito tu ayuda con todos estos planes.

Pestañeo escuchándolo.

Esto me sorprende mucho.

No me esperaba nada de esto.

¿Por qué estoy en los planes de Damiano?

—¿Puedo hacer mis planes realidad? —me pregunta.

Después de estar pocos segundos más en llamada, veo el prefijo de su nuevo número de teléfono.

No sé de dónde puede ser el número, pero por suerte existe internet.

Busco ese prefijo y me sorprendo al ver la respuesta.

Damiano está en Argentina.

•••

****

¡Hola!

Ya he dicho que venían cambios y aquí tenéis un pequeño resumen. Aunque van a pasar muchas cosas más.

Han pasado 2 años desde lo que pasó ese día y Damiano, con su familia, se ha ido a otro país. Parece que está en Argentina.

No soy una experta sabiendo cosas de Argentina, tampoco de los demás países latinoamericanos.

Se hará mención a varios países.

Me pareció diferente y bonito darle importancia a estos países porque sé que tengo lectoras de Latinoamérica. Me hacía mucha ilusión hablar sobre ellos y, ¿quién sabe si se narrará algo desde uno de ellos?

También, como habéis visto, el GIF de Ethan ha cambiado porque se vienen muchos cambios y era hora de usar otro.

¿Qué os ha parecido este capítulo?

Me encantaría saber vuestras opiniones.

¡Nos vemos!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro