Dante y yo nos abrazamos mientras lloramos sin parar. Estamos temblando.

Siento que mi cuerpo se va a caer al suelo tarde o temprano.

Se está debilitando.

Los médicos van de un lado al otro con bolsas llenas de sangre.

Sangre para Damiano. Ha perdido mucha sangre.

Vamos, amigo. Tú puedes con esto.

Eres muy fuerte.

—Damiano se ha muerto. Dante, se ha muerto —repito como si mis palabras fueran un mantra.

—No está muerto. Ethan, no está muerto. Él es muy fuerte.

—Ha perdido mucha sangre. Es imposible que esté vivo. Se ha muerto delante de nosotros.

Mis manos y mis piernas tiemblan. Fallan y me caigo lentamente al suelo con la espalda apoyada en la pared.

Dante sostiene mi cuerpo y se deja caer al suelo delante de mí quedando arrodillado.

Vuelve a abrazarme y siento como su cuerpo tiembla.

Recuerdo la mirada llena de lágrimas, dolor y tristeza de Damiano mientras nos miraba por última vez.

Recuerdo al cobarde escapando sabiendo que Damiano estaría muy grave.

Iba armado.

Sus planes eran hacernos daño.

A Dante o a mí. Iba a por nosotros.

Lloro más recordando mi último abrazo con Damiano antes de irnos a nuestra nueva casa.

Fue en el baño del establecimiento en donde estábamos el día de la graduación de Dante. Allí estábamos los tres.

Damiano sonreía mucho porque le hizo mucha ilusión saber que Dante y yo seguiríamos nuestra vida en nuestra casa.

Se acercó a mí y besó mis labios.

Ese beso estaba lleno de cariño.

Me pareció muy dulce.

Acarició mi mejilla mientras nos miraba a los dos.

—Me hacéis feliz —dijo sonriendo para luego abrazarnos con fuerza.

Escondo mi rostro en el pecho de Dante y empiezo a marearme.

Se lo digo y él acaricia mis mejillas mojadas.

—Quédate conmigo, ¿vale? —me dice y asiento—. Coge aire y, si te encuentras peor, dímelo.

Al final del pasillo vemos a varios policías hablando entre sí, pero también hablan con varios doctores.

Ya nos han hecho interrogatorios y hemos sido muy sinceros.

Nelson está en busca y captura ahora mismo.

Ni siquiera estamos fuera del hospital y se escuchan los numerosos coches de policía.

Les hemos pedido que no digan nada sobre lo ocurrido.

No queremos que la gente se altere. Tampoco queremos que sus seres queridos sepan lo ocurrido viendo las noticias.

Sé que será muy raro ver a muchos policías en la ciudad y que no digan nada sobre ello en los medios.

Solo han dicho que se busca a Nelson.

Jorge me ha llamado preocupado queriendo saber si estamos bien.

He tenido que mentir entre lágrimas.

Esta información no puede salir del hospital.

—¿Qué voy a hacer yo ahora? Soy un asco, Ethan. Soy lo peor de este mundo —dice Dante y sus manos se convierten en puños—. Ese imbécil debería de estar en prisión desde hace años.

Llora y patalea enfadado mientras sostengo su cuerpo.

—Todo es por culpa mía. ¿Sabes qué? Prefería pasar todo ese maltrato e incluso morir en su cama antes de que pasara esto. Si me mataba, Nelson estaría feliz viendo mi cuerpo sin vida en su cama sabiendo que solo era suyo.

Pongo una mano sobre la boca de Dante haciéndolo callar.

¿Cómo puede ser capaz de hablar así?

—Dante, no sigas por ahí. ¡No digas tonterías! —exclamo y él se refugia en mi pecho.

—Me odio a mí mismo —dice llorando sin parar—. Todo es por mi culpa, Ethan. ¡Damiano está así por mi culpa! ¡Tenía que haberme quedado con Nelson hasta que me matara a golpes!

—¡Cállate, por favor! —exclamo y ambos nos echamos a llorar abrazados. Beso sus labios y acaricio sus mejillas acercándolo más a mí.

Uno se odia mucho y está cabreado. Y el otro se encarga de abrazarlo, acariciar su espalda, besar sus labios y tranquilizarlo.

La puerta que tenemos delante se abre y aparece una doctora.

Nos ve muy seria.

Ambos nos quedamos en silencio.

Podemos oír unos pitidos tranquilos. Vienen de la habitación.

Sé lo que significa. Ambos lloramos más aliviados al saber lo que está pasando.

—Damiano está estable. Le habéis salvado la vida cuando estabais con él.

•••

****

Holaaa.

DAMIANO ESTÁ VIVO.

Ahora podemos respirar tranquilas porque sabemos que Damiano está bien.

Varias chicas me enviaron mensajes por mi cuenta de Instagram diciendo que necesitaban saber si estaba bien. Les hice spoiler (diciendo que está vivo) después de preguntarles si realmente querían saberlo antes de publicar este capítulo. Fueron 3 personitas.

Todas hemos llorado leyendo el anterior capítulo.

Y ahora... Vienen cambios. Espero que os gusten.

A partir del capítulo 50 varias cosas cambiarán.

Ya veréis.

Tengo varios capítulos escritos y tengo que seguir pensando qué puedo escribir.

¡Nos vemos!