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Dante
~ Flashback ~
Suspiro y me levanto de la cama.
Me veo en el espejo y me preparo para salir.
Mi hermana parece contenta por ir al instituto porque ha encontrado una amiga que le quiere.
Está contenta a pesar de que el grupo más popular de chicos del instituto se meten con ella.
Se meten con ella hablando de manera sexual sobre su cuerpo. Quieren tener algo con ella, pero yo diría que quieren violarla.
Trago saliva pensando en esto y le doy un gran abrazo a mi hermana antes de que suba en el autobús.
Espero que te vaya bien, mi pequeña Stella.
Miro hacia arriba controlando mis lágrimas y subo en mi moto.
Conduzco y en unos 15 minutos llego a mi instituto.
Solo tengo 18 años y lo que se dice estar feliz, no lo estoy.
La culpa es de este chico que me espera en la puerta del instituto como si fuera un perro esperando por mí.
Bajo de mi moto y trago saliva al ver a ese chico de pelo negro. Lleva una camiseta verde, unos vaqueros y unas botas marrones.
Paso delante de él y me ve mal.
Sé que empezará a hablarme mal dentro de un segundo.
—Niñato, háblame o dame un beso —dice y me coge del cuello pegándome a la pared sin importarle que los demás alumnos nos vean.
Nadie ha dicho nada sobre lo que ven.
Saben que Nelson se pasa bastante conmigo y no tienen lengua para hablar sobre lo que ven a menudo.
—Por favor, para —digo controlando las lágrimas.
No quiero más mierdas. Estoy preocupado por mi hermana por culpa de las personas que se meten con ella por el simple hecho de que su cuerpo es diferente al de los demás.
—¿Eso también se lo dices a los que te meten la polla hasta el final de la garganta? —pregunta y aprieta su mano dejándome casi sin respiración.
Lo empujo y le doy un buen golpe en el pecho con el casco de mi moto.
—¡Que pares, joder! —exclamo molesto.
Sé que no sirve de nada porque nunca me escucha.
Se aparta y toso al coger aire, por fin.
Entro en el centro educativo y lloro en silencio caminando hacia el baño.
Me encierro allí y dejo el casco en el lavabo.
Lloro mirándome en el espejo.
Veo mi cuello y rezo para que no haya marcas de la mano de Nelson.
No quiero que nadie se entere de esto.
Estoy en una relación tóxica desde hace dos años y quiero salir de aquí, pero no puedo por culpa de este chico. Me amenaza y me dice que me ama con locura cuando, en más de una ocasión, casi me deja sin respiración.
Nunca me ha pegado, pero me ha cogido numerosas veces del cuello cuando está realmente enfadado.
Enfadado por ningún motivo, bueno sí, pero ese motivo apareció hace unos pocos meses.
He estado con otros chicos estos dos últimos meses.
No me conocen de nada y estoy realmente agradecido por esto.
Por fin puedo hacer lo que me dé la gana con mi sexualidad.
Estoy en edades de experimentar y no quiero hacerlo nunca más con Nelson.
Solo quiero alejarme de él.
He experimentado con varias chicas, pero no es lo mío.
Me han odiado porque dicen que soy el típico guapo que solo le interesa besar a las chicas y dejarlas bien cachondas.
Ni siquiera les he metido mano porque no sé como hacerlo. No sé estar con una mujer.
Me siento muy inseguro con ellas porque siento que les haré daño cuando me vaya a acostar con ellas.
Todo por su culpa.
Por culpa de Nelson.
Recuerdo cuando me obligó a abrir las piernas. Me penetró tan rápido que grité tanto que se enfadó muchísimo conmigo porque estábamos en su casa, en la cual estaban sus padres.
—Hijo de puta, cállate la boca y déjame follarte —me dijo mientras su mano estaba sobre mi boca.
Yo no quería que hiciera esto, pero él lo hizo obligándome sin importarle una mierda lo que yo pensaba.
Movió sus caderas mientras yo no me callaba contra su mano. Lloraba y me agarraba a las sábanas de su cama esperando a que esto se acabara pronto.
Me estaba doliendo y a él no le importaba.
Rezaba para que esto acabara rápido. Y así fue, a los dos minutos alcanzó su orgasmo y salió de mí.
Me senté rápidamente escondiendo mi cuerpo en las sábanas mientras lloraba.
Se quitó el preservativo y me enseñó su semen dentro de este.
—¿Lo ves? —dijo con enfado pero también con alegría. Yo diría que era orgullo, sintiéndose el mejor humano del universo—. Me haces sentir muy bien y tú andas llorando por las esquinas como una niña.
Seguí llorando mientras oía sus palabras.
—Eres mío, mi bello Dante. Eres el chico más hermoso del instituto y eres totalmente mío —me miró con una sonrisa que me hizo temblar—. Dime que eres mío.
No abrí la boca.
Lo único que conseguí fue otro agarre de cuello que me hizo parar de llorar.
Mi espalda estaba contra el cabecero de su cama.
—Dímelo.
—Soy tuyo —dije como pude.
Me veo en el espejo mientras lloro.
No tengo ninguna marca.
•••
****
Holaaa.
Es aquí cuando vemos la diferencia entre Nelson y Ethan.
Uno es un puto bruto que no tiene sentimientos y solo le interesa su vida haciéndole pasar muy malos momentos a Dante. No le interesa los sentimientos de nuestro protagonista.
Y el otro es muy cariñoso y ama muchísimo a Dante día sí y día también. Trata muy bien a este chico y siempre le demuestra cuánto le quiere todos los días.
Por eso amo tanto a estos dos. Sé el pasado de Dante y ha seguido para delante siendo muy fuerte. Ha encontrado a Ethan y ambos han compartido momentos muy buenos y muy felices respetándose y amándose.
Dante ha tenido varias inseguridades por culpa de este gilipollas, pero ha sido muy muy fuerte y las ha mandado a todas a la mierda.
Conocemos a Dante como un chico feliz y muy seguro de sí mismo. Dando consejos brillantes estando al lado de sus seres queridos.
Sonriendo y buscando cariño de Ethan.
Dante se merece lo mejor y Nelson se merece la muerte.
Odio mucho a este imbécil.
Y lo de Stella, ella misma lo ha explicado en su libro.
¡Respeto, por favor!
Odio cuando la gente se mete con los cuerpos de los demás. Crean inseguridades y todo acaba muy tóxico entre la persona y su propio cuerpo.
Amémonos, chicas. Y mandemos a todo el mundo a la mierda.
Tenemos que seguir adelante amándonos.
La gente idiota está en todos lados. Ojalá paren de ser tan mierdas. ¡Que cierren la boca!
Espero que os haya gustado este capítulo y mis explicaciones en esta nota final jeje.
¡Nos vemos!
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