36
—Espera un momento, Thomas —digo molesto cuando saco las patatas fritas de la freidora y les pongo sal.
Mi amigo coge una y se la lleva a la boca. Muerde un trocito y, rápidamente, lo echa fuera.
Este queda en la palma de su mano.
—Te dije que esperaras —le digo apagando el fuego.
—Está muy caliente —se queja.
—Claro que lo está. Se ha hecho con fuego —dice Victoria apareciendo en la cocina de la suite que hemos reservado para pasar dos días en Bulgaria.
Nuestra amiga lleva un pantalón gris de Damiano y un sujetador verde oscuro.
Sé que el pantalón es de Damiano porque se lo he visto puesto varias veces.
—Va a llegar Constanzo y tú así, enseñando las tetas —se queja Thomas y ella se encoge de hombros sin darle importancia a lo que ha dicho.
—Estoy muy buena, ¿qué quieres que te diga? —sonríe y hace un movimiento sexy apoyada en la encimera. Pero al final nos reímos al verla porque empieza a hacer pasos de baile muy graciosos.
¡Es enana!
Coloco la comida en la mesa, delante de los platos.
Mis amigos ven las patatas fritas, el pollo frito y una salsa que he hecho.
—Ethan cocinero —dice Thomas sentándose.
Río y cojo mi móvil.
«Estoy jugando con Graziella y no para de hacerme preguntas sobre mi pasado y, además, creo que me conoce.
Dice que le suena verme por la televisión. ¡Eso solo me lo ha dicho ella y Jacopo!»
Sonrío y suspiro enamorado leyendo el mensaje de nuevo.
Hemos visitado ha Jacopo varias veces más y le ha dicho a Dante que lo había visto por la televisión.
También dijo que es muy rápido y que estaba a nada de conseguir una medalla.
Quedó cuarto en la competición.
Sé que Dante entrenará más, pero quiere cambiar de entrenador.
No soporta a Bruce.
Estas últimas semanas le dijo que no sabía donde estaba su casa, pero que si lo supiera, aparecería por allí.
Cuando Dante escuchó esto, se sorprendió, pero también le dio la risa.
No soporta a los entrenadores que te matan. Esos que te obligan a levantar una pesa por diez segundos más. Esos que, si no le das un buen golpe al saco de boxeo porque estás reventado, te gritan como locos.
Nunca en la vida ha ayudado a Dante. Solo lo ha matado con palabras como vamos, sigue que eso no ha sido para tanto o no haces nada, te cansas con cualquier cosa.
Dante tiene una resistencia muy buena, pero este personaje no puede decirle estas cosas cuando él no hace absolutamente nada.
Nunca lo he visto, pero creo que no tiene ni pinta de entrenador por lo que me ha contado Dante.
Os preguntaréis porqué está con mi novio.
Bueno, lo que pasa es que su inexistente manager lo ha contratado y, entrenando o no, siempre consigue dinero.
Y digo inexistente porque apareció cuando le dijeron a Dante que iba a ir a los Juegos Olímpicos. Nunca estuvo mucho con él y, además, desapareció después.
Al menos está vivo porque Bruce sigue con su trabajo cobrando.
«¡Eso es fantástico, cariño! Espero que te lo estés pasando muy bien con ella y con las chicas.
Yo estoy esperando a Damiano y a Constanzo para empezar a comer.
Se han ido juntos a comprar algo.
Además, Constanzo comerá con nosotros porque lo hemos invitado.
¡No te puedes imaginar la cara que tenía cuando le dijimos eso!»
Oigo la conversación de Thomas y de Victoria, pero no le presto atención.
Constanzo es nuestro chófer desde hace unos dos años y, de vez en cuando, le damos algún regalo u organizamos algo para que se una a nosotros.
Es un chico callado. No habla nunca cuando va conduciendo, pero si le hablas, habla.
Se siente un tanto nervioso y tímido con nosotros cuando pasamos tiempo todos juntos, él incluido, claro.
Victoria se sienta en la encimera y comienza a mover su torso de manera muy sexy. Se lleva una mano a su espalda y Thomas grita.
Se acerca a ella y coloca una mano en el pecho de Victoria impidiendo que su sujetador se caiga.
Mi amiga acaba de desabrocharse el sujetador mientras ríe.
Escuchamos la puerta abrirse y las voces de Damiano y de Constanzo.
—¡Ponte eso bien! —le pide Thomas a nuestra amiga. Lo único que hace es reírse mientras Thomas sostiene el sujetador en sus pechos.
Me centro en la pantalla de mi móvil esperando que los chicos lleguen a la mesa.
Damiano habla con Constanzo muy amable diciéndole cuales son sus comidas favoritas. Mientras, Constanzo asiente con una sonrisa y opina sobre las comidas que menciona mi amigo.
Saludo con una mano cuando me ven. Ambos sonríen.
Constanzo abre los ojos a modo de sorpresa cuando ve a Thomas tocando los pechos de Victoria.
Mi amiga se ha quitado el sujetador y lo ha lanzado cerca de una silla.
—Lo siento —le dice Damiano a Constanzo con una sonrisa mientras se acerca a nuestros amigos—. ¿Qué hacéis?
—Free nipples, Damiano! —exclama Victoria entre risas y acerca a Thomas a su cuerpo. El rubio se choca con el cuerpo de la chica y su cabeza queda muy cerca de sus pechos.
—No asustes a Constanzo —oigo como dice Damiano casi susurrando.
Sonrío viendo al chico y me acerco a él cuando meto mi móvil en el bolsillo trasero de mis pantalones.
—¿Qué tal estás? —le pregunto sonriendo y él me mira con mucho respeto.
No me gusta mucho esto... Es nuestro chófer y no tiene que tratarnos como si fuéramos de la realeza.
—Tranquilo —digo antes de que conteste mi pregunta—. Sé tú mismo, por favor. Todos somos una familia y tú eres un buen chico.
Sonríe y toma aire.
—Estoy bien, Ethan —responde y, por primera vez, su tono ha cambiado. No es el mismo que usa cuando está trabajando.
Veo al chico con una sonrisa y señalo con una mano la mesa.
—Siéntate donde quieras. Pronto empezaremos a comer.
Victoria corre cerca de la mesa ocultando sus pechos con sus brazos. Thomas corre detrás de ella con el sujetador en la mano.
La comida ha estado muy bien. Y, como no, ha habido locuras y muchas tonterías por parte de los cinco.
Sí, los cinco.
Me sorprende mucho porque Constanzo ya no es tan tímido con nosotros y se está soltando dejando atrás la timidez. Está siendo él mismo.
Ha reído varias veces y ha contado chistes mucho más buenos que los de Damiano.
Pero no se quedó atrás. También contó chistes bastante malos. Nos hizo reír muchísimo.
Ethan Torchio, yo, he cambiado bastante. Ya me estoy alejando de ese chico tímido y callado.
He hablado numerosas veces y he reído mucho diciendo tonterías.
Me ha encantado estar así con ellos.
Me ha encantado este cambio.
Solo era así con Dante, pero con él soy distinto... Ya me entendéis.
Mis manos pasan por mis pantalones cortos de cuero, los cuales llegan un poco más arriba de mis rodillas.
Me veo en el espejo y sonrío viendo mi reflejo.
Voy totalmente de negro y casi toda mi ropa es de cuero.
Amo el cuero.
Cojo mi móvil y me saco una foto con la cámara trasera.
Chaqueta negra de cuero, camiseta de alzas negra, pantalones cortos de cuero y calcetines negros que salen de las botas negras con cordones blancos.
Pelo suelto muy liso y un poco alborotado por mi culpa. Siempre paso las manos por mi pelo.
Me veo muy hermoso.
Le envío la foto a Dante y empieza a escribir al instante, pero para.
Me está llamando.
Respondo la llamada sonriendo y puedo escuchar un suspiro.
—Estás muy guapo, Ethan. Ojalá estar allí contigo —dice muy contento. Sonrío sin parar al escuchar sus palabras y su preciosa voz.
—Gracias, cariño —miro mis botas y pienso en algo—. ¿Qué harías si estuvieras conmigo ahora?
Esa pregunta es nuestra pregunta.
He perdido la cuenta de cuantas veces hemos hecho esta pregunta cuando no estamos juntos.
Es la pregunta más famosa que existe en nuestra relación.
—Admirarte. Clavaría mis ojos en tu cuerpo y en tu bonito rostro —responde y tengo la necesidad de saber más.
—¿Eso es todo?
Oigo como se ríe.
—¿No estás satisfecho con mi respuesta, señorito Ethan?
Trago saliva al recordar como, varias veces, me llama así mientras me está provocando en la cama o en cualquier lugar público.
Atrapo mi labio inferior entre mis dientes.
Me apoyo en la pared que tengo justamente a mi lado y sigo con la conversación.
—Tengo curiosidad.
—Curiosidad es la que tengo yo por saber cómo te sientes ahora —dice con una voz seria y muy sensual.
Joder.
Paso mi mano por mi abdomen y toco muy poco mi entrepierna.
—Algo cachondo —informo.
Me lo imagino con su sonrisa orgullosa creyéndose el ser más superior de la Tierra porque me tiene a su lado y puede hacer cualquier cosa conmigo.
—¿Tan rápido?
De nuevo esa voz...
Joder, Dante.
—Me vuelves muy loco —comento y escucho mi voz distinta. Ha cambiado por culpa de la excitación.
—Tú sí que me vuelves loco, Ethan. Tengo la polla muy dura y se supone que he ido solo a lavarme las manos después de jugar con la plastilina.
Río y él también lo hace.
—Si me la enseñas, no sé qué será de mí —digo y cierro los ojos pensando en su miembro, el cual es grande, pero no tanto como el mío.
—¿No se supone que tienes que irte? —me pregunta y sonrío—. Si llegas tarde, te dirán algo.
—El que me tiene que decir cosas eres tú. Pero cosas muy sucias como a mí me gusta.
—Siempre te las diré. Pero, a cambio, quiero que de tu boquita sexy salgan gemidos altos, dejándome saber que te he vuelto loco y que te tengo a mis pies a todas horas.
Mi cuerpo tiembla por la excitación y muerdo mi labio inferior por más tiempo.
Este hombre me vuelve loco y sabe muy bien lo que hace.
Se conoce a sí mismo, pero también me conoce a mí.
—¿Quieres que gima ahora? —le pregunto.
Joder, ojalá estuviera arrodillado delante de él ahora mismo.
No sería la primera vez que me arrodillo diciendo y haciendo todo lo que él quiere que diga y haga.
—¿Solo para mí? —pregunta con esa voz tan sexy que me pone más duro.
—Solo para ti.
Cierro mis ojos maldiciendo en silencio.
¡Quiero que esté aquí conmigo!
Oigo un ruido detrás de mí. Tal vez es alguna cosa pequeña que se ha caído en esta habitación, pero me equivoco.
Detrás de mí está Damiano.
Me da la sensación de que está en esta habitación desde el principio de la conversación.
¿Y ahora qué? ¿Me muero de vergüenza?
No, espera... Él ya sabe todo esto mejor que nadie.
En su rostro hay una sonrisa pícara.
•••
****
¡Hola!
Si no escribo escenas hot en este libro, es que me muero.
¡Necesito escribir escenas así porque amo escribirlas y estoy muy acostumbrada a ellas!
¿Y ahora qué pasará después de que Damiano escuchara la conversación entre Ethan y Dante?
Espero que os haya gustado este capítulo.
Amé escribirlo jeje.
Por cierto, no os olvidéis de que tengo una cuenta de Instagram en la que soy muy activa en las historias hablando sobre mis libros y sobre la banda. Tal vez hablaré de más cosas más adelante. Mi nombre de usuario es zaynlevel.
Muchas gracias por hablarme por allí y darme tanto amor con vuestras preciosas palabras.
¡Nos vemos!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro