Dante

Su mirada ve mis ojos y luego mis labios.

De un momento a otro, sus labios están sobre los míos.

Me besa rápido.

No se aleja de mí.

Escucho nuestros besos.

Nuestras lenguas se vuelven a rozar como anoche.

Su mano se coloca en mi cuello y comienza a acariciarlo mientras no para de besarme.

Damiano se asusta y retrocede muy rápido.

—Joder, joder —dice y se esconde entre sus manos—. Que tu novio es mi mejor amigo y no quiero meterme entre los dos. Joder. Tenemos que parar con esto, Dante.

Lo miro y se levanta alejándose de mí, manteniendo las distancias.

—Ethan está perfectamente bien desde que nos vio anoche. No ha dicho nada y sigue siendo el mismo conmigo —digo y él me mira.

—Vamos a hacerle daño si seguimos. Conozco muy bien a Ethan y me aterra que se sienta muy mal. No quiero que esté mal. Quiero verlo feliz —sonríe un poco—. Es feliz contigo.

Suspiro y sonrío.

Tiene razón.

Camina de un lado al otro y parece que está pensando.

—Aunque, podríamos hablar con él —dice tocando su pelo—. Después de acabar con nuestro numerito, estaba muy callado. Estaba medio pensativo. Nos miraba mucho.

—¿Crees que le gustó?

La puerta del estudio se abre y aparece el rey de Roma.

—Hola, chicos —dice sosteniendo una taza, en esta hay leche y cacao.

Cierra la puerta y camina hacia su batería. Deja la taza en una mesa y coge un paño de un cajón.

Empieza a pasarlo por todos los lugares de su batería, limpiándola. Desmonta una parte de esta y la limpia mientras tararea alguna canción.

Cuando alza la vista, se encuentra con nuestras miradas.

Ríe y se lleva la taza a los labios.

—¿Qué miráis tanto? —nos pregunta sonriendo y vuelve a colocar esa parte en su lugar. Se ríe.

Es que eres hermoso, Ethan. Y hace unos minutos Damiano y yo nos estábamos besando.

—Oh, nada nada —dice rápido Damiano. Coge la guitarra y la coloca en su lugar.

Ethan ríe y bebe un poco de leche.

Me mira mientras Damiano está viendo las guitarras que hay allí.

Ethan hace una seña para que me acerque a él y me dice que me siente.

La batería luce muy nueva.

No tiene ni un arañazo.

—¿Quieres tocar? —me pregunta y río.

Damiano se va del estudio un tanto tenso.

Niego y él sonríe.

—¿Qué hacíais aquí los dos? —me pregunta con curiosidad.

Ignoro su pregunta y le ataco con mi pregunta rápidamente.

—¿Qué sentiste anoche cuando nos viste a Damiano y a mí liándonos?

Traga saliva y me mira un tanto tímido.

—Quiero saberlo, Ethan.

—Bueno, estuvo bien —dice y sacude el paño por la ventana.

—¿Bien? —le pregunto. Necesito que hable más.

—Sí, bien.

—¿Te gustó?

—Ay, Dante. Menudas preguntas tienes hoy —dice para que deje de hablar del tema, pero voy a seguir. Quiero saber lo que opina mi novio sobre esto.

Me da un beso en los labios y camina delante de mí.

—Dímelo, Ethan —digo un poco serio y él suspira.

—Sí, me gustó. Me gustó bastante y no sé si eso es bueno —dice y deja el paño en el cajón—. Mi novio se estaba liando con uno de mis mejores amigos y a mí me gustó verlo.

Sonrío.

¡Qué alivio!

Por lo menos ahora sé más información.

—Tal vez está bien ver eso de vez en cuando —digo y él me mira con el ceño fruncido.

—Espera, ¿a ti te gustó hacerlo?

—Me gusta —confieso—. Me gusta besarlo y sentir sus manos en mi cuerpo. Me pasa igual contigo.

Me mira un tanto sorprendido y se ríe tímido.

—¿Quieres salir con él? —me pregunta y niego rápidamente.

—Solo quiero estar contigo. No quiero salir con nadie más —digo y él sonríe.

—¿Entonces estás hablando de liaros delante de mí?

Me quedo pensando y una sonrisa traviesa aparece en mis labios.

—¿Y qué tal si nos liamos entre los tres? —pregunto y él ríe caminando de un lado al otro.

—Ay, Dante.

—¿Qué? —río al ver lo tímido que está ahora—. Está muy bueno. No me lo niegues. Y, además, me has contado que lo has besado varias veces.

—Me besó él a mí —corrige y me río. No me lo creo.

Suspira y mira la batería. Luego ve la estantería que hay en el estudio.

—Por cierto, soñé con él. Por eso me encontraste así anoche —digo y él ríe. Pasa un brazo por mis hombros y sonríe.

—Ya sabía yo que habías soñado con él.

—Y nos besamos de nuevo —digo rápido confesando. Me mira sorprendido—. Minutos antes de que tú entraras en el estudio.

Quiero ser totalmente sincero con él. No quiero ocultarle nada.

—Wow, Dante. Eso me sorprende mucho. Pensé que nunca más lo besarías —dice y me encojo de hombros.

Me da un beso en la mejilla y acaricia mi brazo.

¿Por qué no siente ni un 1% de celos? ¡No lo entiendo!

—Ethan, ¿te gustaría repetir esto?

•••

****

Holaa.

Cuarta y última vez que aparezco por aquí hoy jeje.

Sé que estoy publicando muchos capítulos hoy. Adoro esto. Me lo paso en grande escribiendo y compartiendo mi libro con vosotras.

Amo leer vuestros comentarios.

En el capítulo anterior, mientras leía vuestros comentarios, me estaba riendo porque la mayoría de vosotras empezasteis a odiar a Dante.

Lo entiendo, claro que lo entiendo. Vamos a ver, un chico está en una relación y se interesa por otra persona. Automáticamente te enfadas, peeeero, aquí pasa algo más. Ethan anda tranquilo y ha dicho que le gusta lo que vio en la boda.

Así que, ahí lo dejo jeje.

Entiendo que estuvierais preocupadas por la reacción de Ethan. Es nuestro bebé y queremos que esté bien.

Pero mirad todo desde el principio, desde la boda. Ethan estaba súper tranquilo. No dijo nada. No hizo nada.

Por la noche, ya en la cama con su pareja, no dijo nada tampoco.

Así que, creo que se veía desde lejos que a Ethan le gusta ver a estos dos en este plan.

Por aquí os dejo esta súper explicación JAJAJA.

Por eso me reía tanto en el capítulo anterior. No me mirabais riendo, pero mientras leía vuestros comentarios enfadados, me reía mucho.

¿Qué opináis de este capítulo, el beso y la conversación entre Dante y Ethan?

Muchas gracias por darle tanto amor a mi libro hoy. Sois geniales. Se os quiere mucho mucho.

¡Nos vemos!