Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

15

Dante

El rostro de Coraline muestra preocupación, pero también tristeza.

Sé que necesita ayuda.

—¿Qué ha pasado, Coraline? ¿Estás bien? —le pregunto sentándome en la cama.

—El gilipollas de mi hermano le ha dado una paliza a Damiano.

Ethan abre mucho los ojos y se levanta rápidamente de la cama. Abre mi armario y se viste realmente rápido. Una camiseta gris, unos vaqueros y unas deportivas negras. Toda esa ropa es mía.

Coraline intenta tranquilizarse, pero varias lágrimas abandonan sus ojos.

Me estoy controlando para no empezar a gritar enfadado y conducir como un loco para partirle la cara a su maldito hermano.

—Me da mucha pena que ese mierda haya hecho daño a nuestro amigo. Lloro por la rabia... Lo odio tanto —dice una vez que caminamos fuera de mi casa, caminando hacia mi coche.

Entramos y enciendo el coche bastante rápido. Las ruedas suenan y nuestros cuerpo se mueven hacia la izquierda bruscamente.

—Dante, no conduzcas así, por favor —me pide Coraline. Siento la mano de mi novio en mi pierna y esto me tranquiliza un poco.

Tomo aire y piso el acelerador.

Coraline me indica la dirección de su antigua casa y me dirijo hacia allí.

Ethan mueve la pierna sin parar. Está enfadado. Sus manos se han convertido en puños.

—¿Es aquí? —preguntando viendo una casa bastante lujosa. Aparco delante de esta.

—Sí, es aquí.

Mi amiga abandona el coche, pero Ethan y yo caminamos mucho más rápido que ella.

Golpeo la puerta con un puño y con la palma de la mano. La otra mano libre está tocando el timbre sin parar.

Me importa una mierda si el timbre de estos monstruos se estropea.

Escupen dinero por la boca.

—¡Abrid la puerta! —grita Ethan detrás de mí.

La puerta se abre. Aparece un hombre lleno de furia.

Me da un empujón y no me muevo de mi lugar. Este hombre no tiene fuerza para mover mi cuerpo.

—¡Estáis locos! ¡Voy a llamar a la policía! —grita muy enfadado.

No me interesa lo que dice. Son tonterías.

Los odio tanto desde que Coraline me contó su historia. Son personas horribles que odian a mi amiga porque ella es un ángel. Ellos son monstruos ciegos por el dinero con su maldita chulería.

Una mujer aparece detrás de él y nos mira.

Su rostro muestra miedo, pero no me interesa. Ella es la madre de Coraline.

Es la hora, Dante.

Entro en la casa muy cabreado y subo las escaleras a una gran velocidad mientras escucho varias voces fuera de la casa.

Una puerta se abre y el chico me mira muy enfadado. En sus ojos veo la rabia acumulada.

—¿Quién coño eres, asqueroso de mierda? —grita y es ahí cuando no me controlo.

Le doy un puñetazo y Eric cae al suelo al instante.

Me coloco encima de su cuerpo y le doy otro puñetazo en la cara.

—¿Quién eres tú? ¿Estás muy orgulloso de ir por ahí como un cobarde persiguiendo al amigo de tu hermana para darle una paliza? ¿Qué clase de persona eres? —exclamo muy enfadado.

Odio tanto a esta persona...

Tose un poco y se ríe en mi cara.

¿Qué hace este imbécil?

—¿Y tú qué? ¿Vas por ahí impresionando a las chicas con tus victorias? Entrando a la casa de los demás y pegándole a todo el mundo. ¿A cuántas te has follado? Has follado a mi hermana, ¿verdad? Esa maldita estúpida que anda lloriqueando por todas las esquinas —sonríe orgulloso al oír sus propias palabras.

Me levanto y lo levanto del suelo agarrándolo del cuello. Su espalda choca contra la pared del pasillo.

Le cuesta respirar, pero aún así ríe.

—No hables si no sabes nada, capullo. Ni se te ocurra volver a meterte en la vida de Coraline —hablo muy cabreado sin parar de ver su rostro. Aprieto más mi mano alrededor de su cuello y levanto su cuerpo del suelo—. Eres un capullo de mierda. Respeta a Coraline. Te desearía la muerte, pero no soy tan bestia como tú. Un maldito cobarde.

Intenta soltarse de mi agarre, pero rápidamente sus brazos fallan y cierra los ojos. Cada segundo que pasa, su cuerpo se va debilitando. No dejo que respire.

Toca mi mano y escucho como dice por favor. Su voz falla por culpa de la falta del aire.

Escucho unos pasos y luego siento unos golpes en mi espalda.

—¡Dante, suéltalo! —grita Coraline a mi lado.

Aprieto un poco más y la mano de Eric se cae.

No tiene fuerzas para defenderse.

—Suéltalo, Dante —dice mi amiga con una voz calmada—. No vale la pena matarlo. No vale la pena que te manches las manos.

Dante, suelta a este imbécil. No quieres ser un asesino. Tienes mucha vida por delante. No eches tu vida a la basura por culpa de este niñato.

Me quejo y lanzo a Eric al suelo.

Él se cae en este y comienza a toser intentando recuperar la respiración.

Veo como Coraline se acerca a él. Lo gira y se coloca encima de él, aplastando su maldito cuerpo.

—Eres un inmaduro de mierda. Ni se te ocurra volver a tocar a alguno de mis seres queridos —dice enfadada. Toco mi mano algo herida. Me duele la mano—. Eres un monstruo. Nunca te perdonaré lo que has hecho.

Ethan aparece rápido y me mira. Ve como toco mi mano.

Su mirada muestra preocupación.

Asiento haciéndole saber que estoy bien.

Los padres de Coraline aparecen corriendo y su madre se asusta al ver el estado de su hijo.

Su maldito hijo que no sirve para nada.

—Coraline, no toques a tu hermano —le pide la mujer. Veo que está llorando—. Déjalo, por favor.

Mi amiga mira a su madre muy enfadada.

—¿Estás orgullosa del hijo que has tenido? ¿Un bestia que se dedica a ir por las calles, perseguir a una persona y darle una paliza porque es mi amigo? ¿Te parece normal? —exclama Coraline furiosa.

Le da un golpe en el pecho a su hermano. Eric se queja de dolor mientras intenta recuperar la respiración.

Maldito asqueroso.

—Lo sentimos mucho, Coraline —dice su padre con una voz decepcionada—. Lo siento por todo esto.

—Y tú —dice mi amiga levantándose—, ocultas a mi única buena familia y me ocultas cosas. ¿Qué clase de padre eres? ¡Los tres sois horribles! Estoy harta de vosotros.

Les tengo tanto asco... ¿Cómo es posible que existan personas tan malas? Hacen daño a su propia hija y a su propia hermana. Son horribles.

Ethan se acerca a Coraline y rodea su espalda con un brazo, obligándola a que camine hacia las escaleras.

Los sigo.

—No te denunciaré —dice Eric—. Se acabó. No quiero verte nunca más en la vida. No eres nadie en esta familia. No mereces tener una familia. Y, que sepas, que consigues unos amigos muy bestias.

El chico me mira con rabia, pero también con miedo.

Coraline y Ethan bajan las escaleras.

Niego con la cabeza sin poder creer que existen estas tres personas.

—Esta familia no se merece a Coraline —digo mirándolos con asco—. Es demasiado buena como para estar con personas basura como vosotros —hago una pausa viendo a la familia de arriba abajo—. Bestias sois vosotros.

Abandono la casa y a lo lejos veo como Coraline camina de un lado al otro. Me mira cerca de ella y me abraza al instante controlando las lágrimas.

—¡Estás loco! —exclama y me da un golpe en el pecho—. Si no llego en ese momento, estarías en la cárcel.

Llora asustada y trago saliva.

Mierda. Ethan se acaba de enterar de todo.

—¿Cómo? ¿Cómo que casi acabas en la cárcel? —pregunta muy preocupado, pero también molesto conmigo—. ¿Qué has hecho, Dante?

Enseño mi mano derecha. Inmediatamente se asusta.

Mi mano sigue dolorida y también está algo roja.

—¿Lo ibas a matar? —exclama Ethan y veo lágrimas en sus ojos—. No me lo puedo creer. Ibas a convertirte en un asesino, Dante. Te ibas a manchar las manos por culpa de ese imbécil —controla sus lágrimas y se acerca un poco a mí— ¿Y sabes qué? Él saldría ganando. Estaría felizmente muerto viéndote encerrado en la cárcel.

Se gira y camina hacia mi coche.

Me da mucha pena ver su reacción.

Maldita sea, está muy decepcionado conmigo. Está triste.

Se apoya en el maletero de mi coche y esconde su rostro entre sus manos.

Me acerco a él y me mira.

Me abraza al instante y llora en mi hombro.

—Te odio, Dante. No vuelvas a hacer esto en tu vida —me pide llorando sin parar—. No puedo vivir sin ti. Te necesito a mi lado. ¿No lo entiendes?

Se aleja un poco de mí y me ve.

Controlo mis lágrimas.

—Te necesito, Dante.


Miro el techo de la habitación de Ethan mientras él está dormido a mi lado.

No puedo dormir.

Cierro los ojos y me imagino qué pasaría si esa noche, en vez de estar en la cama de novio, estaría en una celda. No podría escapar y no podría estar con mis seres queridos.

Varias lágrimas abandonan mis ojos y me asusto mucho.

Entre lágrimas, despierto a Ethan moviendo su cuerpo.

—¿Qué ocurre, Dante? —susurra acariciando una de mis mejillas. Me acerco más a él y escondo mi rostro.

—Abrázame, por favor —le pido entre lágrimas.

Me abraza pegándome a él y coloca la sábana encima de mi cuerpo. Besa mi cabeza varias veces y acaricia mi pelo y mi cuello con una mano.

Voy tranquilizándome poco a poco y, cuando siento que estoy algo mejor, miro a mi novio.

Me mira con atención acariciando mi mejilla.

—Ethan, te necesito conmigo —digo y coloco mi mano encima de su muñeca.

—Estoy aquí contigo, Dante. Siempre.

Mis ojos se llenan de lágrimas de nuevo. Esta vez por lo que acaba de decir.

—Ven aquí, anda.

Se acomoda mejor y me abraza sin parar.

Esa noche me doy cuenta de que necesito siempre a Ethan.

Me doy cuenta de que no puedo hacer ninguna locura que me traiga muy malas consecuencias.

Me doy cuenta de que tengo mucha vida por delante y no debo desperdiciarla.

•••

****

¡Hola!

Lo primero de todo, se me hace súper extraño no publicar primero Coral. Estoy acostumbrada a publicar ese libro todos los días desde hace más de un mes y ahora es Dante el que actualizo primero para luego actualizar Stella.

Por aquí tenéis este nuevo capítulo.

Me puse triste cuando lo escribí porque me imaginé mucho la situación y me puse en el lugar de Dante... Sabes que estabas a punto de matar a alguien y te pones en la peor y única situación que te espera en el futuro, estar en la cárcel. Tu vida cambia completamente desde ese momento.

¿Qué os ha parecido el capítulo de hoy?

Sé muy bien que odiamos mucho a la familia de Coraline, pero ahora la odiamos más al saber las mierdas que ha soltado Eric por la boca... ¡Es un asco de familia!

Por cierto, tengo mucha curiosidad por saber cuales son las edades de mis lectoras. Entiendo que no todas vais a responder, lo sé y lo respeto. No estáis obligadas a contestar mis preguntas.

Me dio la curiosidad porque ahora sé la edad de una de mis mejores lectoras (TE AMO. SABES QUIÉN ERES. TE AMO MUCHO, QUERIDA) y me sorprendí bastante al saberla.

Me da curiosidad saber a qué grupos de edades estoy escribiendo mis libros, especialmente este que tiene bastante contenido hot.

¡Nos vemos!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro