06
Dante
Ver la sonrisa de Ethan en la pantalla de mi móvil me hace sonreír.
Le he hecho una foto cuando estábamos en la preciosa cafetería.
Amo su sonrisa. Debería de sonreír más.
¡Es adorable!
—Mira esta foto —le enseño mi móvil y él ríe intentando esconderse entre sus manos. La timidez.
—Salgo horrible —dice e intenta tocar la pantalla. Quiere borrar la foto.
Me alejo de él rápidamente y bloqueo mi móvil.
—Tienes totalmente prohibido eliminar alguna foto tuya que esté en mi móvil —digo algo serio, pero sé que estoy sonriendo un poco.
—Ah, ¿sí? —se cruza de brazos y me mira una vez que ha colocado mejor su cabello largo—. ¿Ahora vas a poner normas entre nosotros?
—Si yo te contara...
Me levanto de mi asiento todo orgulloso, dejándolo pensar después de lo que he dicho.
Sonrío orgulloso y camino hacia una biblioteca que está en la misma calle donde estamos.
No tengo ni idea de si me sigue o si se ha quedado en ese banco de metal de color blanco.
Entro en la biblioteca y, para mi sorpresa, escucho una dulce melodía. Esta viene de una pequeña radio que está en la mesa de la entrada. El volumen no está muy alto, pero la biblioteca está en silencio, así que se escucha en todos los rincones de esta.
Saludo a una chica joven que está detrás de un escritorio. Ella sonríe y me da la bienvenida. Cuando habla, susurra.
Camino hacia el pasillo de las novelas adultas.
Tengo ganas de leer algo distinto. ¿Tal vez una historia de fantasía y de amor?
Amo las novelas de romance, también la poesía que trata sobre el amor.
Me parecen muy hermosas.
Me describo como un chico amante de las letras que se pasa la mayoría de su tiempo libre entre libros en los que los personajes se enamoran.
Paso una mano por varios lomos de los libros, buscando alguno interesante.
Leo los títulos. Todos me parecen muy bonitos. Seguro que van perfectos para cada una de las historias.
Oigo varios pasos, pero los ignoro. Puede ser cualquiera. Además, puede ser la chica de la entrada ofreciéndome ayuda para encontrar mi próxima lectura.
Espera, ¿esta chica llevaba zapatos de tacón? No he visto sus pies.
Un perfume muy característico aparece cerca de mí.
Sonrío un poco, ocultando mi sonrisa viendo los libros que hay delante de mí.
Una mano se coloca en mi mandíbula, me giro un poco y noto como mi cuerpo se mueve hacia atrás hasta chocar contra una pared.
Sus labios besan los míos de una manera tierna, pero a la misma vez algo salvaje.
¿Debería detenerlo?
Este lugar se está oscureciendo porque está anocheciendo fuera, en las calles de Roma.
Solo entra un poco de luz solar y no hay rastro de ninguna luz eléctrica dentro de la biblioteca.
Aprovecho el momento.
No pares el momento, Dante. Si lo paras, te arrepentirás después.
Succiono su labio inferior.
Ahora siento una de sus manos dentro de mi camisa, tocando mi abdomen. Esta se mueve un poco hacia abajo y para de besarme.
Veo su mirada. Va desde mi rostro hasta donde está su mano, cerca de mi cinturón.
Sonrío y coloco mis manos detrás de mi cuerpo. Él me mira algo confundido. Se acerca mucho a mis labios, pero no los toca.
—¿Qué haces? —me pregunta susurrando.
Mierda... ¡Su voz!
Río un poco y saco mi lengua. Esta pasa por encima de sus labios en línea recta. Ríe y niega con la cabeza.
Su mano aprieta un poco más mi cuello, haciendo que me acerque mucho más a él.
—¿Me amas? —pregunta e intento no reírme al escuchar su pregunta. Él ya sabe la respuesta.
—Puede —respondo.
Su mano juega con mi cinturón y se introduce muy poco en mis pantalones.
Si no estuviéramos aquí, ya estaríamos desnudos. Estoy seguro de ello. Estamos en un lugar público, pero no me importa. Bueno sí que me importa. Solo espero que todo salga bien y que nadie se altere al vernos.
Debo decir que liarme con algún chico en un lugar público me excita, pero con Ethan... Me arrodillo delante de él si me lo pide. Me vuelve loco. Me excita mucho.
—¿A dónde llevas esa mano? —le pregunto y muevo un poco mi cuerpo.
—A ningún sitio. Solo quería hacer esto —dice y su mano abandona el lugar. Ahora se encuentra cerca de mi rostro. Acaricia mis labios con un dedo.
Sonrío bajo este y, de nuevo, saco la lengua. Esta se encuentra con su dedo y, sin parar de mirarlo, muevo mi lengua un poco, de manera muy lenta.
Ethan muerde su labio inferior al ver lo que estoy haciendo.
Me encanta volverlo loco.
Aparta su dedo y nuestras miradas se encuentran.
—Bésame —pido y él me hace caso.
Me vuelve a besar de la misma manera que antes. Una de sus manos está en mi cuello y mi mano está en su mandíbula.
Y juro que nuestros besos suenan mucho más altos que la dulce melodía de la biblioteca.
•••
****
¡Hola!
Los chicos están siendo algo atrevidos. ¡Que alguien los pare! ¿O no? Jeje.
Publico este capítulo algo tarde porque no he tenido tiempo por la mañana para publicarlo. Así que aquí os lo dejo.
¿Os gusta que Dante y Ethan sean así de atrevidos o deberían parar?
Me interesa mucho lo que pensáis sobre esta historia y sobre los personajes.
Decidme cualquier cosa cuando queráis. Estaré por aquí leyendo todo todo.
¡Nos vemos!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro