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La caseria del conejo

El día comenzó como cualquier otro día. Bell al despertarse recordo todo lo ocurido la noche anterior y no pudo evitar qué una sonrisa tonta se emarcara en su rostro. Con esa alegria motibandolo. Bell se preparó, desayunó y se dispuso a preparar para un viaje al calabozo. Primero se dirigió a la anfitriona de la Fertilidad para recoger su almuerzo habitual. Al llegar se encontro con Syr esperandolo afuera, como de rutina.

"Hola Bell!" Ella llamó cuando se dio cuenta de su precensia. Una gran sonrisa se dibujo en su rostro mientras agitaba su mano por ensima de su cabeza. Él la saludó de vuelta y esperó mientras ella fue a traer la caja. Mientras esperaba, Ryu salió para saludarlo también.

"Hola, Cranel-san" dijo con su tono vación normal y su rostro estoico.

"Hola Ryu ¿Como te hido?" Preguntó Bell con una sonrisa relajada

"Ha sido normal, atender la taberna, lidiar con los aventureros escandalosos normales" respondió Ryu. Para entonces, Syr volvió y los notó hablando.

"Bell, ¿Qué le has estado diciendo a Ryu?" Syr preguntó con suspicacia, poniendo su cabeza entre los dos.

"Solo me preguntó si estaba bien" respondió rápidamente Ryu y luego Bell. Al final, ella solo se encogió de hombros y le dió su almuerzo.

"Buena suerte. Y vuelves vivo, bien!" Dijo Syr poniendo una espreción linda y hasercando su rostro al de Bell. Bell prometió nerviosamente y se dirigió Hacia el calabazo. Cuando entró, hizo una nota mental para no ir a los pisos intermedios. Él  no tenía a Welf con él, así que sería un sucidio ir allí solo. Lentamente, Bell se abrió paso a travéz de los pisos del calabozo. Recordó algunos eventos importantes que sucedieron allí. El Minotauro el el piso 5, que lo llevó a encontrarse Aiz Wallentein, piso 9, donde se enfrentó a ese Minotauro y pudo subir de nivel. Él sonrió por cómo el traicionero calabozo le dio tantas experiencias felices.

Después de un tiempo, finalmente llegó al piso 11. Decidió quedarse el el piso y moler a algu os monstruos. Se topó con orcos, espaldas plateadas, ormigas asesinas y incluso con un gragon infantil. Estaba sorprendido de lo fácil que era derribarlos. Después de unas horas, Bell decidió que era  hora de terminar por hoy. Los monstruos apenas le habían arañado, aunque se estaba cansando. Recogió la última de las piedras mágicas. Cuando comenzó a irse, sintió como si lo estuvieran vigilando. No era la sensación que tenía muchas veces. Este se sintió más cerca y más peligroso. Sus ojos recorrieron el suelo. Solo el paisaje y los monstruos podían ser vistos. Se encogió de hombros y volvió a irse con más precaución.

30 minutos después...

Bell ya estaba el la mitad del piso 8. Todo el tiempo, todavía tenía esa sensación de "ser observado". Cada vez, parecía acercarse más y más. Estaba empezando a ponerse nervioso y tenía su mano en su arma en todo momento. Había pasado algún tiempo desde el ultimo sentimiendo, por lo que estaba empezando a calmarse.

De repente, Bell sintió qué algo en su mente aulllaba peligro e instintivamente dio una boltereta hacia atrás. Fue algo bueno, un segundo más tarde, una flecha de acero voló más allá del lugar donde estaba su cabeza. Golpeó la pared del calabozo y se atascó. Bell se giro y desdemfundo sus dos dagas rapidamente y clabo su mirada, en la dirección de donde salió la flecha. Vio un pacillo que conducia a otra parte del piso. De sus sombras salió un hombre con un arco.

"Buenos reflejos niño. No muchos aventureros pueden esquivar una flecha en el último momento" dijo el hombre con clara molestia en su voz. Bell solo tomo su postura de combate, preparandose para un nuevo ataque.

"Quién eres tú" Bell dijo con un toque de veneno en su voz.

"Oh nosotros... diras", el hombre dijo mientras extendia los brasos, de los diferentes corredores que conextaban con esa sala salieron aventureros, todos tenian una sonrisa de plaser marcada en sus rostros. "Y si a un te preguntas que queremos solo queremos, requisar tús objetos de valor para... bien pensonal " el rostro de Bell estaba marcada la ira mientras que en su corazon solo los nervios y miedos avitaban.

"Entonces, ¿Qué va a ser? ¿Vas a entregar todas tús cosas como un buen niño o vamos a tener que usar la fuerza?" El arquero preguntó con una mirada de suficiencia. Bell rápidamente trató de pensar en una estrategia. Era impocible superarlos sin luchar y que era superado en número si intentaba atacar. Estaba en una situación difícil. Estaba en una situación dificil. El grupo lentamente comenzo a acercarse a Bell mientras levantaba sus armas, pero uno se paro y iso un comentario que iso Qué a Bell le ardiera la sangre.

"Oye no es el niño que acompañaba a Arde, jajaja miralo igual de inutiles. Qué pasa niño? La puta te abandono", dijo el hombre con una voz burlona y con una sonrisa igual de burlona.

Bell exploto cargo contra el hombre. Comenso con un poñetaso por el flaco derecho el puñetaso dio el mejilla derecha del hombre, el golpe no dejo inconciente al hombre pero basto para que soltara sus armas. Bell no se quedó hay apenas conexto el puñetazo dío una especie de boltereta  y se impulso su pie isquierdo y lo conexto el rostro del hombre. Este no aguanto el golpe y callo inconciente, apenas el hombre callo Bell retomo su postura de combate.

                                                      *tck tck tck*

De repente se escucharon pasos el el pasane por done abia subido Bell. Él y el grupo miraron confundidos. Algo parecía desordenado el los escalones, casi como si fuera demaciado anti-narural.

*tck tck tck tck*

Los pasos se hicieron más fuertes y más cercanos. Surgío una mujer llevaba un atuendo rojo y amarillo que cubría y exponia algunas partes de su cuerpo. El atuendo parecía concidir con su pelo rojo. En su espalda llebaba una espada larga de un solo filo con aspecto siniestro. Lo más peculiar de ella eran sus ojos. Eran de un verde intenso y se parecían a los de una serpiente. Ella misma emitió una aura de un monstruo de la mazmorra. Se detuvo a unos metros de Bell miro a todos los que estaban delante de ella.

"Ugh, más escoria de aventurero", dijo con un tono de disgusto. La mayoría de ellos estaban demasiado asustados para responder, aunque uno de ellos estaba demaciado enojada para escuchar la lógica.

"Será mejor que mires a quién llamas escoria", amenazó un hombre-bestia que portaba un hacha casi de su mismo tamaño. Este apunto su arma hacia la mujer que simplemente lo miaro cln aburrimiento.

"Hazlo a tu manera" dijo ella justo después de lo que ella dijo, prácticamente desapareció. Al momento siguiente, ella apareció frente al hombre-bestia. Antes de que el pudiera reaccionar, ella sacó su espada y la clabo en el cuello del hombre-bestia, mientras el a un se recorcia ella agarro su cabeza y dio un tiron hacia arriba. El sonido de los musculos y la piel desgarrandoce lleno la sala, mientras el cuerpo del hombre-bestia callo al suelo ella sostenia su cabeza en su mano isquierda. La piel y el musculo colgaba de forma asqueron de lo que era el cuello, en los hojos sin vida del hombre-bestia solo abia una sola expreción.miedo. La dama se volteo hacia el grupo.

"-suspiro- tan facil y aburrido"dijo ella. Apenas termino su dialogo cargo contra los demás aventureros. Al primero le corto la cabeza de un solo mobimiento, despues al segundo le corto el abdomen y sus estistinos se deramaron el piso del calabozo. Cargo contra el cuarto y le atrabeso el estomago, el quinto al ver su oportunidad. Lanzo un golpe con maza justo a un gran grito pero la mujer simplemente bloqueo el ataque y le arrebato el arma de sus manos y ella golpeo al hombre en la cabeza y la destrozo en mil pedasos de carne y hueso molido. Bell estaba paralizado, el hombre que Bell abia dejado inconsiente se abia despertado y al ver la escena corrio hacia uno de los corredores, la mujer al ver esto tomo una de las armas de los aventureros. Era un estoque sin ningun tipo de decoración. Lo lanzo, el aventurero solo alcanzó aver como el arma se dirigia hacia su ojo y un momento despues su cabeza fué atrabesada y clabada en la pared del calabozo. La mujer se volvió hacia Bell y caminó hacia él.

"Es casi una pena que muera una cara tan linda e inocente. Casi" comentó mientras cargaba hacia Bell. Los sentidos de Bell volvieron a el y este vio la espada de mujer muy serca de él, Bell por instinto salto por ensima de la espada la mujer pasó de largo y inscrusto su espada en la pared del calabozo. Bell aprobechando esta oportunidad dio una golpe. La mano de Bell estaba reluciondo con brillo blanco. Cuando la mujer abia comenzado su matanza Bell inconsientemente abia cargado el argonauta. Bell conecto el golpe en el rostro de la mujer incrustandolo en la pared del calabozo. Bell aprobecho esa oportunidad y retrocedio.

"Así que no eres un pelele" dijo ella linpiando algo de sangre. Que salia de una pequeña erida en su mejilla. Entoses ella cargo de de nuevo. Ella bajó su espada para terminar rápidamente, pero se sorprendió por el resultado. En lugar del habitual deslizamiento suave que sucededió con todos los aventureros, sintió resistencia cuando él bloqueó su ataque. El chico solo estaba usando sus dos armas para bloquear. Ella saltó hacia atrás y trato de analizar.

"¿Cómo fue capaz de hacer eso? No parecía que fuera debido a su fuerza natural. Sentí que su brazo temblaba como si estubiera siendo empujado a su límite máximo. Puede hacer sido el arma en sí misma por la razón por la que podía hacerlo. En cualquier caso, debería deshacerme de ella" pensó para sí misma mientras miraba al niño.

Cuando ella cargó él Bell levantó la daga de Hestia el el ultimo segundo para bloquearlo. No esperaba tanto poder del ataque. Casi le rompe el brazo para empujar la espada hacia atrás. Afortunadamente, la dama dio un salto hacia atrás y se quedó allí como si estubiera pensando.

"¡Esta es mi portunidad!¡Necesito alejarme antes de que ella ataque otra vez!" Bell pensó mientras se giraba. Desafortunadamente, esto lo dejó vulnerable, sino que la mujer pelirroja se dio cuenta de la oportunidad. Ella saltó delante de él y le golpeó el pecho. Mo tuvo tiempo suficiente para reaccionar, por lo que el ataque lo golpeó y dejó una desagradable herida. Fue mur afortunado que ella no le dio a algun órgano o vena impotante. Pero, ella no había terminado todaví. Ella utilizó el impulso de su swing para girar y le dio un puñetazo justo en el pecho. Si bien era buenl que Bell tuviera su armadura ligera, hizo muy poco para protegerlo. Se estrelló contra la pared a una velocidad alarmante. Cuando el polvo se despejó, su cuerpo estero estaba cubierto de lesiones por el impacto. Su placa pectoral tenía unamabolladura del tamaño de un puño en ella que se hundía. Apenas tenía energía para moverse.

"Jejeje sabes ha sido muy dibertido, casi nunca puedo jugar con mi presa sabes casi siempre mueren de inmediato. Gracias por ser ese 'casi' ", dijocon una leve sonrisa sádica. Ella lentamente comenzó a caminar hacia él con su espada arrastrándose por el suelo. Bell intentó moverse, pero sus músculos se negaron a hacerlo.

"¡Vamos! ¡Tengo que moverme! ¡Vamos! ¡muevete! ¡Que cres que podras estar asu lado simueves y ellas estarian felises de que dejaras matar!" Bell se grito mentalmente. Mientras Bell se gritaba mentalmente tres sombras apecian en su mente. Un cabello dorado, dos colestas negras, y una cabellera castaña. Ella se estaba acerdando y casi estaba sobre él, Bell pronto se dio cuenta de que no había nada que podiera hacer y se estaba empesando a desesperar. Su mano derecha brillaba con una tenue luz, pequeñas chispas emitidas y pequeñas campanas se oían. Reconoció esto como su habilidad de virar las mesas con un poco de poder restante. Verlo le dio a Bell suficiente motivación para hacer su próximo movimiento. Antes de que la dama estuviera sobre él, ella se paro frente a él.

"Sabes realmente es una pena matar a alguien como tú" dijo la dama con una sonrisa tranquila.

"Dices que no se, pero tu desconoces algo muy importante", dijo Bell con una voz cansada y su cabello tapando sus ojos.

"Uh. Y que seria..." dijo ella con vos de suficiencia.

"Ah ah ah ah q-qu-e t... uh" Bell casi sin energia intento hablar.

"¿Qué?" Pregunto la mujer con jenuina curiosidad.

"Q-que.. ¡¡Que te iras al maldito imfierno!!. FIREBOLT" Grito Bell liberando un rallo de fuego blanco y golpeó su objetibo.

*BOOOM*

La explosión que siguió fue ensordecedora. Todo el piso se sacudió por la fuerza cuando el polvo y las rocas cayeron del techo. Una en particular una grande cayó desde arriba de Bell y le golpeó la pierna. Gritó de dolor, pero se vio ensombrecido por el ruido. Después de un tiempo, el temblor y el ruido se detubieron lo suficiente para que Bell mirara a su alrededor. Cuando el humo se didipó, vio que su ataque apenas habia hecho daño. La ropa de la mujer estaba levemente quemada y la pequeña erida que resibio al prinsipio del combate se abia agrando. Ella se veía sorprendida y molesta a la vez.

"Persistente, ya veo jaja. Nunca sabiendo cuándo renunciar. Eres como Aria", escupió. Se pregunto quién era este Aria.

"Te dejare vivir... por ahora, pero hasme un fabor buelbete más fuerte. Quieron que la proxima careria sea más dibertida", dijo mientras pasaba su dedo por debajo de la varbilla de Bell y se daba la vuelta, "Puedes llamarme Revis". Con esas palabras finalmente, ella desapareció en la oscuridad de la mazmorra. Bell estaba solo y suspiró de alivio.

"Hahaha me alegro de estar vivo" dijo. Intentando levantarse, pero su cuerpo se quedó sin energía. Su visión se oscureció lentamente Bell dejo que su espalda se apollara contra la pared del calabozo y tanto su cuerpo como su mente se rindieron alte el lodor y el cansanció.

Hola como me andan, yo ando medio regular pero bueno mejor regular a malo no? Perzon si escribi este capitulo demaciado apresurado pero en berdad que ando medio justo de tiempo y bueno sin mucho más que decir chao que les balla bien.






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