Propuesta
"¿Qué eres?"
"¡Aléjate de mí!"
"¡Aberración!"
"..."
Bell abre lentamente los ojos, despertando de su pesadilla. Un poco aturdido por el cansancio, su visión comienza a enfocarse lentamente. Pasa un poco de tiempo y el chico empieza a recordar la pelea que tuvo contra el minotauro en la Mazmorra, se levanta rápidamente pensando que se había "dormido" en la mazmorra.
- ¿Hunm? - el chico estaba realmente sorprendido.
Cuando se levantó no se encuentro con las oscuras y peligrosas cuevas del calabozo que esperaba, al contrario, se vio en una pequeña y acogedora habitación. También se dio cuenta de que estaba tumbado en una cama muy cómoda. El chico no entendía lo que estaba pasando, juraba que había perdido el conocimiento en el suelo de la Dungeon.
- Maanna... - dijo el chico, recordando algo crucial.
Busca incesantemente con la mirada su espada hasta que la encuentra en una mesita junto a su cama, junto con su bolsa del botín. El chico suspira con profundo alivio, descarta por completo la posibilidad de haber sido robado. Toma su arma y la examina.
- Estás bien... Bien. - dice el chico con una ligera sonrisa en la cara.
Vuelve a pasear los ojos por la habitación.
"Esta no parece la habitación de la posada... ¿Dónde estoy?"
En cuestión de segundos, Bell nota una presencia detrás de la puerta que lo pone en alerta. Se abre lentamente revelando a un hombre pequeño de pelo rubio y ojos azules, Bell lo identificó en el acto como un pallum.
- ¡Veo que ya estás despierto! - dice el hombre frente a Bell con una amistosa sonrisa.
El chico lo miró fijamente, analizándolo mientras se mantenía a la defensiva empuñando a Maanna.
- Calma. Calma. - dice el pallum con las manos levantadas. - No hay necesidad que estés así, no soy tu enemigo.
Pasan unos segundos antes de que Bell abandone su postura de combate, pero sin dejar de observarlo con su fría mirada.
- Supongo que estás confundido. Permítame aclarar sus dudas. Mi nombre es Finn Deimne, soy el capitán de la familia <Loki>. Te encontramos luchando contra aquel minotauro en el séptimo piso. Cuando te desmayaste te llevamos a casa con nosotros y te cuidamos. Por suerte no tuviste ninguna herida, estabas inconsciente por Mind Zero.
- Ya veo. Mi nombre es Bell Cranel, es un placer el conocerte. - dice Bell relajando su mirada.
Se levanta y hace una reverencia hacia Finn.
- Muchas gracias por cuidar de mí.
- No hay problema. Después de todo lo que hemos visto, ¡no podíamos dejarte ahí! - dijo con una sonrisa. - Has dormido durante mucho tiempo... ¿Tienes hambre? Nos estamos preparando para comer, si quieres puedes acompañarnos.
Mientras volvía a su postura normal, unos cuantos pensamientos pasaron por su cabeza.
- Me disculpo por ignorar tu pregunta... pero... ¿cuánto tiempo he estado en cama?
- Um... Bueno, más o menos unos dos días y medio.
Bell se congela.
- Dos... días... ¿y medio?
- ¿Eh? Sí... ¿ocurre algo?
- Discúlpame, pero me temo que debo irme. - dice con inquietud.
Rápidamente guarda a Maanna detrás de su cintura y recoge su bolsa. Se inclina de nuevo ante Finn.
- ¡Muchas gracias! Muchísimas gracias de nuevo. - parecía tener un poco de prisa esta vez.
- Ya veo. Tu familia debe estar preocupada por ti...
- No creo.
- ¿Por qué no? - el pallum lo mira con sorpresa.
- Yo... no tengo familia. - dijo con un poco de vergüenza, pero su mirada siguió tan seria como siempre.
La respuesta fue chocante para Finn, en su convicción de que aquel chico era un aventurero de nivel 2, desde que vio su lucha contra el minotauro en ningún momento se le pasó por la cabeza que el chico que tenía delante era un recién llegado.
- ¡Con permiso! - el chico se retira de la habitación y sale corriendo.
- Um... ¡Cranel espera!
Bell se va.
- ¡Tse! He perdido una oportunidad de oro... Espero poder volver a encontrarme con él. Iré a hablar con Loki.
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Ya en las calles de Orario, Bell corría hacia la posada en la que se hospedaba.
"¡¡¡Por favor, no tiren mis cosas!!! Por favor, ¡no tiren mis cosas!" - esas eran las únicas palabras que pasaban por la mente del chico.
Se detiene, casi en un freno, frente a un bar/posada llamado "Anfitriona de la Fertilidad". El chico entra rápidamente por la puerta sorprendiendo a algunos aventureros y empleados.
- ¡Por favor, no tiren mis cosas! - dice desesperadamente.
- ¡Asegúrate de no ser el aspirante a aventurero! - dijo una mujer que se acercaba.
Era una mujer alta y fuerte, con el pelo largo recogido en una coleta y con un delantal blanco.
- ¡Lamento haberme desaparecido señora Mia! - dice inclinándose hacia la mujer que tiene delante.
Esta escena atrajo las miradas de todos los presentes en el bar, lo que hizo que Mia se sintiera incomoda.
- Ven, podemos hablar mejor en la parte de atrás. - dijo Mia guiando al chico.
Ya fuera de la mirada de todos, Bell explica sin muchos detalles lo que sucedió el día anterior.
- Hm... Ya veo. Te desmayaste en el calabozo y te rescató una familia que pasaba por allí.
- Sí. ¡Muchas gracias por no tirar mis cosas! - se inclina de nuevo.
- No hay problema. - dice con una gran sonrisa. - ¡Me alegra ver que estás bien!
Tras la conversación, sube las escaleras y se dirige a su habitación. Ve que todo estaba intacto, lo que le produce un alivio. El chico se sienta en la cama.
"Mi cuerpo está agotado. Creo que mañana seguiré buscando una familia..." - Se tumba en la cama y se queda mirando el techo de madera de pino.
Bell toma la bolsa en la que estaban sus pertenencias y saca el collar de su madre.
- Siento haber tardado tanto. - dice casi en un susurro.
Se pone el collar en el pecho y se queda dormido poco después.
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El chico de pelo blanco se despierta. Su cuerpo parecía rígido como una piedra, levantándose con dificultad.
"Me siento acabado... Iba a ir al Gremio a cambiar las piedras, pero supongo que tendré que dejarlo para después".
Parece que por fin se ha despertado...
Dice una voz en eco. Se retira la espada de la cintura.
- Maanna. - Dice mirando la espada.
Has dormido durante bastante tiempo. Esa batalla realmente te agotó por completo.
- Supongo que tienes razón...
¡Pero estarías mejor si no te hubieras dejado llevar tanto!
- Tú... Tienes razón. - dice, inclinando la cabeza.
Francamente... Tienes que pensar un poco ante de actuar. Pero debo admitir que me sentí igual que tú en ese momento. Mi acero incluso se agrietó.
Bell esboza una ligera sonrisa.
*(Grrrrrrr)*
- Tengo hambre. - dice Bell poniéndose la mano en el estómago.
Mira la ventana de su habitación y ve que ya es de noche.
- Parece que mis dos últimos días no han sido nada productivos.
El chico mantiene a Maanna alrededor de su cintura y comienza a levantarse con dificultad. Hace algunos estiramientos para aflojar sus músculos agarrotados y luego sale de la habitación y se dirige al bar.
Era de noche, así que el establecimiento estaba considerablemente lleno. Bell se sienta en una silla frente a la barra.
- Parece que ya estás despierto Bell-san. - dijo una voz femenina detrás de él.
Dirige sus ojos a la persona en cuestión. Era una chica con el pelo grisáceo que llevaba una coleta con un moño, sus ojos parecían ser del mismo color que su pelo y llevaba un uniforme de sirvienta verde con un delantal blanco encima.
- ¡Ah! Hola Señorita Syr.
Syr Flova es una de las empleadas de la posada, Anfitriona de la Fertilidad, ella fue la persona que lo recibió cuando llego, así que se conocen mínimamente.
- ¿Está todo bien? - dice acercando su cara a la del chico.
- A-Ah, sí. - Su mirada permanecía rígida y seria, como siempre, pero se notaba un cierto tartamudeo por parte del chico. Se aleja un poco.
- ¿Tienes hambre? ¿Quiere pedir algo? - dijo con una sonrisa comprensiva.
- Sí. ¿Podría pasarme el menú?
La chica toma uno de los menús que hay un poco más abajo del mostrador y se lo entrega al chico. Bell pasa rápidamente los ojos por encima de las palabras.
- Pediré un jamón bien asado, una guarnición de patatas asadas, una bandeja de croquetas, un plato de fideos, una taza grande de hidromiel y un vaso de agua. - finaliza mirando a Syr devolviéndole el menú. - Creo que solo pediré eso.
- ¿Sólo? - Dice Syr sarcásticamente.
- Sí - dice con una respuesta seca.
- ¡Ja, ja! ¡Parece que tienes apetito! - dijo Mama Mia, que estaba cerca, mientras se reía.
Come como un hipopótamo... (La voz de Maanna no pudo ser escuchada por los demás)
Tras unos minutos de espera, por fin llega su pedido y se le pone en frente una montaña de comida.
- No te contengas. Todavía eres joven. - dice Mia colocando la montaña de fideos frente del chico.
- ¡Sí, señora! Gracias. - dice Bell en agradecimiento. Une sus manos en una breve oración - ¡Gracias por la comida!
Empieza a comer un poco de todo. Mientras come, Syr se acerca a él.
- ¿Y bien? ¿Está bueno?
- HuhMHrns. - dice Bell tratando de hablar con la boca llena.
- ¡Jajaja!... ¡Eres realmente un personaje Bell-san! - dice riendo alegremente con la mano tapándose la boca. - Parece que la noche será provechosa.
- Bien por ti. - dice Bell mientras mastica su jamón.
Syr mira a su alrededor.
- ¿No es agradable tener tanta gente diferente aquí? Donde hay tanta gente, hay tantas cosas que descubrir.... Me anima mucho. Se podría decir que mi afición es conocer gente nueva. Mi corazón se emociona bastante.
- Muy bien. - dice Bell con una respuesta minimalista mientras se lleva los fideos a la boca.
Podrías haber trabajado un poco más en esa respuesta, ¿no?
Mientras tanto en la puerta.
- ¡Nyaa! ¡Los clientes con reservación han llegado nya! - dice la camarera medio gata mientras se aleja de la puerta que se estaba abriendo.
Esos clientes comienzan a entrar en el establecimiento, una diosa pelirroja acompañada por un grupo de aventureros. Comienza una conmoción en torno a los "invitados de honor".
Bell observa la escena, con los ojos puestos en los aventureros, empieza a entender por qué tanto alboroto. Al analizarlos, llega a la conclusión de que son una especie de élite. Al ver pasar a cada uno, sus ojos se fijaron en uno de los aventureros.
Por primera vez sus ojos se abrieron completamente y sus mejillas se volvieron rosas. Era una chica de mirada estoica, pelo largo y dorado que ondeaba, ojos del mismo color que su pelo y un vestido blanco corto sin mangas que dejaba ver su espalda por completo.
Llama la atención no sólo de Bell, sino de todos los hombres presentes.
- ¡Oye, es hermosa!
- ¡Idiota! Mira ese emblema... ¡Es la familia Loki!
- ¿La familia de Cazagigantes?
- ¿Así que esa es la Princesa de la Espada?
"¿Prin...cesa?" - pensó Bell recordando las historias de héroes que le contaba su abuelo.
- ¿Eh? ¿Bell-san? - dice Syr pasándose la mano por delante de los ojos de Bell.
Con la ayuda de Syr, Bell despierta de su trance momentáneo, en cuestión de milisegundos su expresión vuelve a ser la que era y vuelve a centrar su atención en la comida intentando olvidar lo que le había pasado.
¿Está todo bien Bell?
Maanna no obtiene respuesta de Bell, en cambio, atacó la comida.
En la mesa de la <familia Loki>...
Todos estaban ya sentados en una gran mesa redonda. La diosa patrona de la familia, Loki, se puso de pie y levantó una jarra de hidromiel.
- ¡Gran trabajo en la Dungeon, todos! ¡Celebremos! ¡¡¡Traigan las bebidas!!!
- ¡¡¡HOOH!!!
Tras su discurso, la mayoría de los aventureros presentes en la mesa juntaron sus tazas en un brindis. Todos empiezan charlar entre ellos, se forma un ambiente agradable y relajado.
- ¡Estos elixires son increíbles! - dijo una aventurera de pelo negro con una polilla y ojos marrones claros, y utilizaba unas gafas.
- Jaja... Increíblemente caro también.... - Responde otro aventurero con armadura, pelo negro y tembloroso.
En otra esquina de la mesa.
- Señorita Ais, ¿qué está bebiendo? - pregunta una joven elfa de pelo naranja con una sonrisa amistosa a la rubia de ojos rígidos.
- Agua.
Junto a ellos.
- ¡Vamos, capitan, beba! - dice una amazona de grandes pechos ofreciéndole un trago al pallum de cabellos rubios.
- Todavía queda mucho en mi vaso Tione.... - Dice Finn, el capitán de la familia <Loki>, con una sonrisa ladeada.
- ¡Aiiiisss! - Dice la otra amazona bajita abrazando a la chica llamada Ais, parecía un poco borracha.
- ¡Señorita Tiona! - Dice la joven elfa sorprendida mirando la escena.
Todo el mundo estaba bebiendo y charlando. Tione, una de las amazonas de la familia <Loki>, empieza a notar algo que no había visto.
- ¿No es ese el chico de aquel día? - dice Tione casi en un susurro que fue escuchado por Finn y cierta alta elfa cercana.
Finn, sorprendido, mira hacia atrás y ve al chico de pelo blanco terminando de devorar su comida. Sonríe levemente.
- Parece que el destino me sonríe. - se dice el pallum a sí mismo.
Sus pensamientos son interrumpidos por un "lobo" que golpea su taza en la mesa.
- ¡Correcto! - Dijo un hombre lobo de pelo gris algo animado. - Ais, ¿no es hora de que cuentes esa historia?
- "¿Esa historia? - dijo la chica confundida.
- ¡Ya sabes! Allí atrás, varios minotauros escaparon y tú mataste al último en el séptimo piso, ¿verdad? ¡Cuando rescatamos al tipo del tomate! - hace una pausa. - Definitivamente estaba huyendo del minotauro con el rabo entre las piernas. Cuando lo acorralaron, llega Ais y mato al grandulón bañando al mocoso de sangre.... HAHAAHA... y él... ¡¡¡SE DESMAYO!!! HAHAAHHAHAAHAAH! - dijo el Lobo mientras se reía de su propia historia, parecía estar un poco borracho.
Era lógico que los demás que presenciaron el momento en cuestión no pasaran de mera ficción creada por sus suposiciones, ya que no estaba con los demás viendo la batalla de Bell y no estaba informado correctamente de lo que había pasado. No estaban todos los que habían visto la escena, y aunque la victoria de Bell era una realidad, para los demás era mucho más palpable creer en las palabras del Lobo.
La falsa historia del hombre lobo comenzó a llamar la atención de los demás aventureros allí presentes, algunos no le dieron importancia mientras otros se reían con él. El resto de la <familia Loki> parecía indiferente, los que vieron o les contaron la escena parecían juzgar al Lobo gris con la mirada. Ais, incluso con su rostro inexpresivo, parecía molesta por la historia equivocada de su compañero, lo que no pasó desapercibido para la joven elfa a su lado.
Con Bell...
- Se acabó la comida... - dijo con un tono ligeramente triste.
¿¡Es enserio Bell!?
De vuelta con los las celebridades.
- Bete, cállate. No estabas allí. Ni siquiera sabes de qué estás hablando. - dijo la amazona de pecho plano llamada Tiona.
- ¿Eh? -dijo el lobo llamado Bete con un tono enfadado, mirándola fijamente.
- ¡Bete! Es un error sacar conclusiones sobre algo que no se conoce. - dijo la alta elfa regañándolo. - Además, si fuera cierto, él no tendría la culpa de nada, ya que el error fue nuestro por permitir que los minotauros se escaparan del piso 17. Deberías avergonzarte de ti mismo.
Bete está aún más irritado por las palabras del Alto Elfo.
- ¿Qué? - se le interrumpe.
- ¡Riveria tiene razón, Bete! - dice Finn, imponiendo su voz, llamando la atención de todos. - Lo que haces está mal, pero también tengo un poco de culpa en eso ya que no le conté la historia completa.
- ¿¡AHN!? ¡De ninguna manera, capitán! ¡El error es de Bete! - dice Tione "consolando" a Finn mientras lanza una mirada maligna al lobo.
Bete se quedó callado y sorprendido al recibir un llamado de atención de parte de su capitán.
- Ais no mató a ese minotauro... Fue el propio chico quien lo mató. - dice Finn con una pequeña sonrisa en la cara.
Los que no estaban al tanto de este hecho están impresionados, pero Bete no parecía tomárselo demasiado en serio, probablemente porque estaba borracho.
Volviendo con Bell.
Al chico parecía importarle poco lo que los demás dijeran de él, a veces miraba inconscientemente hacia la mesa de la <familia Loki>, no para ver qué pasaba allí sino para ver a la chica que tanto le llamaba la atención. Evidentemente, Bell estaba encantado con la belleza de Ais, pero no sólo eso, también por la "presencia" que emanaba, sentía como si hubiera encontrado una igual.
- Bell-san. - dice Syr llamando su atención.
- ¿Eh?
- Sé que es un poco incómodo por mi parte, pero ¿podría ayudarnos?
Bell la mira fijamente como diciendo: "Adelante.
- Es que estamos escasos de licores y barriles de hidromiel aquí, ¿podrías ayudar a las chicas a conseguir más fuera?
- Claro, claro, claro. ¿Por qué no? - dijo con una ligera sonrisa.
Era la primera vez que Syr presenciaba una sonrisa de Bell, lo que la alegró. El chico de ojos carmesí se levantó y se puso la capucha sobre la cabeza, tras lo cual salió al exterior del establecimiento acompañado de dos camareras, una elfa de pelo corto verde claro y una mujer gato que ya había visto antes.
(Estaba cansado de dibujar)
En la mesa de la <familia Loki>. Finn sigue a Bell con la mirada hasta que sale de la taberna, el pallum mira a Loki con seriedad como si estuviera diciendo algo. Aunque está borracha, entiende el mensaje de Finn y le hace una señal con el pulgar hacia arriba. Tras unos segundos, la diosa se levanta de la silla en la que estaba.
- Vuelvo enseguida Mia, ¡tengo algunos asuntos que atender! - dice caminando hacia la puerta.
Justo después Finn también se levanta.
- Disculpen. Tengo que hacer algo. - Se levanta y acompaña a Loki.
Los demás están un poco extrañados, pero no dicen nada al respecto.
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Ya en el exterior, Bell y las chicas se dirigen hacia una trampilla en el lateral de la taberna.
- ¡Esto es todo! - señala la trampilla.
La elfa la abre y los tres bajan.
Bell se encuentra con una gran sala oscura con varios barriles organizados. Se acercan a una de las filas de barriles.
- Es muy amable de su parte ayudarnos. - dice la elfa de pelo corto.
- No, no lo es. Me gusta ayudar.
- ¡Por cierto, nya! ¡Soy Anya! Un placer nya. - Dice saludando al chico mientras levanta un barril.
- El placer es todo mío. Mi nombre es...
- Bell Cranel. - Dice la elfa mientras levanta otro barril.
- Ah... ¿Ya lo sabías?
- ¡Sí, nya! Syr siempre se esforzaba al hablar. - dijo mientras se dirigía al exterior.
- Me llamo Ryuu. - dice la elfa.
Bell le tendió la mano. Ryuu la miró fijamente, identificando una mano rígida que mostraba un historial de lucha.
- ¡Oh, lo siento! No sabía que te molestaba. Perdona mi falta de conciencia.
Ryuu se da cuenta de la sinceridad de las palabras del chico. La elfa deja su barril y esta vez extiende su mano al chico.
- Empecemos de nuevo entonces. Un placer, me llamo Ryuu. - dice con una ligera sonrisa.
- Bell. El placer es todo mío. - dice estrechando la mano de la chica devolviéndole una sonrisa.
En ese momento se había formado un vínculo de amistad a través de un simple apretón de manos. Anya aparece de repente.
- ¿Qué estás haciendo?
Ryuu separa su mano de la de Bell tratando de evitar cualquier malentendido.
- Nada. - Dice Ryuu volviendo a levantar el barril.
Bell toma uno y los tres suben las escaleras y vuelven al bar.
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Ya en la superficie.
Al dirigirse a la puerta, los tres se encuentran con dos figuras que ya habían visto antes. Cuando notan su acercamiento la diosa de pelo rojo se acerca a ellos.
(Eso fue bastante perezoso de mi parte)
- Disculpen señoritas, ¿podrían darnos un minuto con el caballero?
Las dos parecían recelosas hasta que Bell se acercó.
- Todo está bien. Puedes adelantarte, yo las alcanzaré enseguida.
Las dos asienten con la cabeza y entran.
Bell coloca el barril cerca de sus pies.
- Tú serías la diosa Loki, ¿no? Señor Finn. - se quita la capucha y luego hace una reverencia al pallum. - ¿Qué puedo hacer por usted?
- Me enteré de tu hazaña en la mazmorra y sobre tu situación. Bueno, me gustaría hacerle una propuesta.
- ¿Eh?
- ¿Te interesaría unirte a mi familia?
//\\Continuara//\\
*Swones Al habla*
Bueno, aquí esta el segundo capítulo, la verdad hubieron partes que se me dificultaron traducir pero hize lo mejor que pude y me gusto como quedo, bueno ya saben señalen algún parten que crean que se puedan mejorar y esperen los siguientes capítulos, Swones, cambio y fuera.
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