-El pedido-
Una preocupación menos fue liberada para el chico lagoformo, había llegado hacia un espacio extenso, pasando hacia el otro extremo por el que entro, esperando la llegada de su contrincante.
Por otro lado, el minotauro se acercaba, ingresando por el mismo arco por donde Bell entro, viendo hacia los alrededores viendo un lugar sin alguna ruta de escape a excepción del arco por donde entro.
Riéndose de la situación el minotauro dejo caer su arma, para luego tomarla de nuevo alzándolo y apuntando hacia Bell, Bell con su daga hizo lo mismo.Aun con las más mínimas posibilidades, Bell decidió enfrentarse en contra del minotauro.Ambos arremetieron en contra del otro, aunque la brecha era clara, la velocidad del minotauro era potente, que apenas Bell pudo esquivarlo viendo un borrón pasando a su lado.
Aunque también recibió una pequeña cortada en su mejilla como si fuera ocasionado por un corte del viento.
volviéndose, veía al minotauro arremeter de nuevo, esquivándolo de nuevo, pero en cambio esta vez el minotauro rugió.
Su ojo derecho fue atravesado por una daga, girando veía con gran furia al chico.
Veía otra daga en su mano, por lo que pensaba en su plan. Cegarlo y escapar.
Engañado, dio un gran golpe sobre el suelo, Bell preparo su daga de nuevo, el minotauro ya harto lanzo su arma, posicionando sus manos sobre el suelo, arrastrando con fuerza sus pies sobre el suelo, provocando que saliera polvo.
Bell por otro lado, pensaba en un plan para clavar la daga en el ojo faltante del minotauro, logrando esquivar con dificultad las embestidas del minotauro, su corazón palpitaba de gran manera, sentía una gran adrenalina, pero sabia la brecha entre él y su oponente.
Lo sabía, el tiempo en que esquivara los afilados cuernos del minotauro acabaría en cualquier momento, tarde o temprano... y moriría.
Asi que espero y aguantaba seguir en pie, esquivaba en busca de una oportunidad para clavar la daga.
Era todo o nada para el.
Desafortunadamente, la primera vez que lo clavo fue por mero descuido del minotauro. Pero esta vez no sucedería lo mismo, el minotauro daba la vuelta sobre su misma posición con el brazo alzado, apuntando hacia el cuerpo completo de Bell, con un devastador golpe, daría fin a la vida del aventurero quien oso enfadarlo.
Sin embargo, su fin aun no llegaría, el brazo con el que Bell seria aplastado cayo cerca de el, mientras el minotauro retrocedió rugiendo con dolor y furioso, al tratar de encontrar al responsable, diviso un veloz tajo cual corto en dos su cabeza, dando fin al minotauro desaparecer en cenizas soltando un cuerno de minotauro y su piedra mágica.
Bell quien se había derrumbado aterrado de la vista de su muerte, miraba fijamente hacia su salvadora, llevaba una capucha verde que cubría su cabeza al igual que su espalda, dejando al expuesto sus muslos y piernas como la nieve.
La bella elfo volvió su mirada hacia Bell. Bell ahora la veía de mejor manera, ojos celestes, cabello corto verde, siendo una venda verde que cubría su boca y mejillas, una camisa blanca, junto a botas largas marrones, botas largas que cubrían en su totalidad su brazo, una cinta en su cintura que tenían dos espadas cortas donde parecía también enfundaba la espada de madera que sostenía con su mano derecha.
- ¿Te encuentras bien?
Una pregunta seca, pero a la vez suave.
- S-si, muchas gracias por rescatarmeRespondió Bell. La elfa extendió su brazo y Bell lo tomo, tomando fuerza la elfa alzo al albino.
- ¿En qué nivel estas?
Pregunto de nuevo.
- 1
-... ¿Qué hacías en este piso, es demasiado peligroso?
Pregunto algo enfadado la elfa.
- Lo lamento mucho, quería ganar mas valis para ayudarle a Kami-sama
Respondió directamente Bell.
- Esta vez tuviste suerte, la próxima vez no podría seria asi, te acompañare hacia el tercer piso, de ahí iras hacia tu hogar
- Esta bien
Acepto Bell, dejando el lugar, se mantenían en silencio, hasta que Bell decidió preguntar antes de llegar hacia el tercero piso.
- ¿Me dirías tu nombre?
- ¿Por qué estas interesado?
- Solamente quería saber el nombre de mi salvadora, no responda si no quiere
Aunque la elfa estaba algo desconfiada, no detectaba peligro alguno.
- Esta bien, mi nombre es Ryuu Lion
- Tiene un bonito nombre Ryuu-san, yo soy Bell Cranel
Llegando al tercer piso, Ryuu se despidió y se alejo dejando una gran ola de viento, el cabello de Bell se meció, era como si estuviera frente a una tempestad.
Se dirigió directamente hacia el gremio para cambiar sus piedras mágicas, y evitar contacto con su asesora, ya que su ropa se encontraba rasgada a gran medida. Cuando Eina ya había llegado, Bell ya había dejado el gremio, sintiendo pena por lo que le sucediera a Bell, no le contaron acerca del estado de Bell.
Habiendo llegado a casa, Bell se ducho, mudándose de ropa y se tumbo sobre la cama, su descanso no duro por mucho al ver sus dos grandes rojas sobre su cabello.
- Que fastidio...
Dijo algo molesto, enrollando sus orejas sobre su cabeza, tomando la daga que aun tenia, corto de manera cuidadosa su oreja, goteando sobre esta opción de curación.
Tomando su bolsa con valis los contaba.
- «Es suficiente por hoy, ojalá pudiera tener la misma suerte, a excepción de encontrarme con un minotauro»
El resto del día estuvo entrenando, esperando la llegada de su diosa. Tal como esperaba, su diosa habia llegado, y el la habia recibido cálidamente, cenando ligeramente y durmiendo.
Al día siguiente Bell se dirigía a la mazmorra como de costumbre, viendo que el lugar no estaba tan transitado, debido a que era temprano estaba seguro de que tendría vía libre.
Aunque dio un pequeño sobresalto cuando una puerta fue abierta a unos metros de el, por mera curiosidad giro la cabeza para ver de quien se trataba, viendo a dos bellas mujeres, una de ellas era una humana, y la otra una elfa.
La humana, aunque parecía joven tenía un cuerpo maduro, cabello gris atado en un nudo casi como una cola de caballo. Sus ojos eran del mismo color que su cabello.
A su lado, una elfa parecida a quien rescato a Bell el día anterior, aunque a diferencia de como se encontraba ayer, vestida con un traje similar a la de maid.
Al parecer también la elfa lo habia reconocido, su amiga habia notado su extraño comportamiento.
- ¿Lo conoces?
Pregunto alterando mínimamente a Ryuu.
- NoRespondió recomponiendo su postura estoica.
- Disculpe... ¿Podría hablar con ella por unos momentos?
- Respóndeme algo primero, ¿Por qué quieres hablar con ella?Pregunto la chica con el nombre de Syr Flova. Bell miro hacia los lados para asegurarse de que nadie mas los escuchara.
- A decir verdad, ayer estaba en un gran aprieto, asi que ella me rescato, pensé que era fuerte asi que quería saber si podría entrenarme
Respondió con sinceridad.
- Mmmm, ¿Qué responderás Ryuu?
- ¿Por qué quieres ser fuerte?
- Quisiera ser capaz de proteger lo que quiero... y también salvar a otros
- ¿Para que quieras salvar a otros?
- Yo... quiero ser un héroe
- ¿Eso es todo?
- Si
-... Bien, será mañana temprano, comúnmente entreno a esas horas
- ¡Muchas gracias!
Al recibir su respuesta Bell salió corriendo con felicidad.
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Palabras de STL: Honestamente lamento el capitulo corto, estuve algo agitado estos días que empecé desde cero con el capitulo por un error que tuve, aunque me alegro en poder haberlo entregado, espero los hayas disfrutado
Palabras de Silence: Ah.... sinceramente no leí ni 1/4 de esta historia así que apreciaría si dejaran un mensaje diciendo si va bien <3, felices fiestas a todos y feliz año nuevo, juapos o juapas
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