Dolor.

Lo único que Bell pudo sentir después de haber dado su máxima declaración heroica, fue solo dolor.

"Desde hoy empezarás a fortalecerte con Zald"

Esas palabras tan gentiles de su madre ocultaban un significado muy doloroso.

--.................

A lo que Alfia se refería como "Fortalecer" no era nada más que una masacre hacia el pequeño chico.

No hubo piedad.

No hubo amabilidad.

No hubo dudas.

En los ojos de aquel hombre amable que le preparaba con una sonrisa sus comidas de cada día, solo había una sensación sanguinaria.

Una paliza de rangos continentales.

--.......Ah.

Un gemido de dolor salió de los labios del chico. Ni siquiera habían pasado 2 minutos del "fortalecimiento" y Bell ya había caído rendido al suelo.

¿Cuántos golpes había recibido en todo ese pequeño lapso de tiempo?

Ni siquiera tenía la capacidad de contarlos. Su mente solo estaba concentrada en el dolor constante de todo su cuerpo.

Hasta que un líquido frío fue rociado por su cuerpo.

--¿E-Eh?

Bell soltó un sonido confundido al notar como sus heridas y su dolor disminuían rápidamente.

*Clank*

Una pequeña botella de vidrio con diseños complicados cayó justo a su lado.

--Levántate. Aún queda mucho para que el sol se oculte.

Bell trago saliva al escuchar las palabras del gran hombre. Sabía lo que significaba. Ahora que su dolor se había ido ya no había nada que lo interrumpa en su entrenamiento.

--Esta vez me contendré aún más. Al menos como para que dures unos 30 minutos.

30 minutos de puros golpes.

Pero aún con dolor fantasmal que recorría en el cuerpo de Bell, y el miedo que había desarrollado por Zald, este se levantó.

Había hecho una promesa. Unos golpes no serían nada a comparación de lo que le esperaba. Bell Cranel se enfrentó hacia el gran hombre.

Nuevamente la masacre contra el chico había empezado.

X. X. X.

La noche ya había caído.

La cena ya había sido servida y los habitantes de la precaria casa que ya había sido reconstruida unas 11 veces, cenaron en paz sin ninguna molestia.

Claro, esto no aplicaba a Bell. Solo tomar la cuchara y llevarla hacia su boca dolía como un infierno.

Después de acabar el entrenamiento apenas podía mantenerse en pie. Esperaba que su tío lo curará con una de esas pociones, pero sus esperanzas fueron aplastadas.

"Acostúmbrate al dolor. Eso te ayudará bastante"

Esas palabras destrozaron su pequeño corazón.

Así que tuvo que comer con lágrimas en sus ojos y caminar casi arrastras hacia su habitación, donde su madre lo torturaría usandolo de almohada de abrazar.

Aunque cuando llegó, ella no se encontraba en el lugar.

En vez de pensar en porque no estaba ahí, se alegró y se abalanzó contra la cama vacía y decidió dormir antes que ella llegara. Tal vez así su sufrimiento sea menos.

El pequeño niño había caído dormido en tan solo unos cuantos segundos de cerrar los ojos. Aunque no le duraría mucho. Su noche acaba de pensar.

--...

Alfia, quien lo observaba desde la puerta como una acosadora desde la puerta de la habitación, supo que él niño ya había caído dormido.

Dio un leve suspiro y cerró la puerta con delicadeza. Dejando su faceta de vil acosadora, se dirigió hacia la cocina donde tendría una pequeña reunión con los demás habitantes de la cabaña.

--Entonces, ¿Cuáles son tus impresiones, Zald?

--Um...Bueno, ¿Cómo decirlo?

Alfia llegó a la cocina. El anciano ni siquiera esperó a que ella se sentará y le preguntó seriamente a Zald.

--Mediocre... Esa sería la palabra que usaría para describir al niño.

--¿Nm? ¿Tan mal? Por alguna razón pensé que sería un genio talentoso.¡Hahahaha!

El anciano respondió burlonamente a la respuesta de él cansado Zald.

--¿En serio, Zald?

Alfia ya había tomado asiento en la precaria silla y apoyó sus manos en la pequeña mesa.

--Si, Alfia. No tiene técnica ni habilidades. Un goblin sería mejor que él...Aunque no podemos culparlo, es su primer día.

--Ya veo. Poco a poco seguirá avanzando. No hay necesidad de apurarnos.

Alfia respondió tranquilamente a la observación de Zald.

Bell era un niño. No había necesidad de apurarlo. El camino que él tomaría era a largo plazo.

Alcanzar el Nivel de grandes guerreros tomaría demasiados años. Un día de entrenamiento no podía compararse a la experiencia de cientos de Aventureros.

Poco a poco el niño sería formado y moldeado por las manos de Zald.

Sería formado en conocimiento por Alfia.

Aunque ella no tenía mucho conocimiento en entrenamiento. Era una maga. Había devorado cientos de material didáctico para poder serlo.

Gracias a su gran memoria recordaba cada detalle de esos libros y haría que el chico también lo haga.

El conocimiento era poder, en muchas ocasiones serían mucho más útiles que una espada en su mano.

--Pero había algo interesante.

--¿Interesante? ¿A qué te refieres, Zald?

--Cuando el chico tomó la empuñadura de la espada, parecía como si lo hubiese hecho toda su vida.

Zald respondió con una sonrisa a la pregunta de Alfia.

El hombre lo había visto.

Había destruido un árbol y usando sus habilidades manuales creó una espada de madera simple y nada llamativa.

Se la lanzó al chico. Este la tomo y se puso en posición de lucha.

Su postura era mala.

Mala posición en los pies. Su centro de gravedad era demasiado defectuoso. Un solo toque y se desplomaría.

Pero su agarre a la empuñadura era estupendo.

Era fuerte y sólido.

Los dedos de sus manos estaban en una posición impecable.

Nada quitaría esa mísera espada de madera de sus manos. Se aferraba a ella como si su vida fuera a ser arrebatada si fuera a soltarla.

Esa espada de madera se había vuelto una parte de él.

Zald se sorprendió de esto. Tuvo expectativas.

Pero esas expectativas cayeron cuando el chico dio su primer ataque.

--Aunque eso era lo único bueno. Su habilidad para golpear y defender seguía siendo peor que la de un novato.

--¡Nhahhaha—!

El anciano rió ante el comentario de Zald. Pero rápidamente se callo al sentir la mirada enojada de Alfia. Estaba siendo muy ruidoso.

No quería provocar que la casa tuviera su 13° reencarnación, así que cerró su boca rápidamente.

--Bueno, si eso es todo, me iré a dormir. No quiero escuchar al ruidoso anciano más.

--Aunque casi no dije nada...

--Una palabra tuya ya es demasiado dolorosa escuchar.

--Que cruel...

Zeus se afligió ante los comentarios de la mujer que se levantó de la mesa y se dirigió a su habitación.

Zald ignoró el llanto fingido de su Dios y también se dirigió hacia su habitación.

--Alfia, vigila bien a Bell está noche. Puede que las cosas se pongan interesantes.

Cuando Alfia estaba apunto de desaparecer de la cocina. Zeus dijo esas palabras con un tono gracioso.

Alfia no quería responder al Dios. Pero la palabra "Interesante" llamó su atención. Además, viniendo de ese viejo, no creía que fuera algo bueno.

--¿A qué te refieres, anciano?

--Bell llegó oliendo algo extraño hoy.

--Dilo de una vez o te arrancó los ojos.

Ante la amenaza de Alfia, Zeus se levantó y se dirigió hacia su cuarto. No sin antes decirle lo que había captado.

--Olía a una rubia milenaria aferrándose a él...Ese niño si que tiene futuro, tengo que enseñarle unas técnicas.

--¿...?

Zeus dejo la habitación dejando a una Alfia confundida.

El anciano seguía susurrando cosas y lo único que pudo captar de lo dicho por el anciano, fue algo sobre cómo complacer mujeres.

X. X. X.

¿Cuánto tiempo estuve dormido? No lo sabía.

Lo único que sabía es que nuevamente estaba aquí.

El sueño que siempre me había torturado desde que tengo recuerdos. Nuevamente había accedido a él.

A mi alrededor, flores de todos los colores se encontraban danzando junto con la brisa fresca.

El viento acariciaba mis blancos cabellos, antes de seguir su camino en este infinito paraíso.

El cielo celeste estaba despejado. Nubes tan blancas como la nieve navegaban en ese espectacular cielo.

Tan blancas y puras. Libres, sin nadie que las detenga. Dejándose llevar por la corriente del viento.

El sol alumbraba su camino, al igual que mi existencia en este aparente infinito mundo.

Aunque la vista era hermosa y maravillosa. No tuve mucho tiempo para maravillarme, ya que sabía que venía después de esto.

—Un infierno.

Pero era raro. Ellas no se encontraban en ninguna parte.

Las mujeres que me acompañaban para luego desaparecer, no estaban por ningún parte.

--¡...!

Entonces me di cuenta. Podía moverme, podía ver mi cuerpo, era enteramente yo en este mundo.

¿Este era otro tipo de suelo o tal vez otro escenario aparecería?

Las dudas asaltaron mi mente.

El miedo también empezó a brotar y dirigirse hacia mi corazón, el cual empezó a latir rápidamente.

Me giré y desesperadamente miré el lugar en busca si algo podía hacerme daño. No encontré nada más que flores y pasto verde.

La cobardía cada vez más presionaba mi pecho. El miedo a lo desconocido llegó a mi cuerpo.

Aunque hubiese sentido más temor, pero el paisaje ayudaba a relajarme y calmar mi ansiedad.

Le agradecí en silencio a las hermosas rosas y claveles. Ellas parecían decir "De nada" mientras bailaban al son del viento.

[Entonces, ¿Te gusta este lugar?]

--¡...!

Salte del sitio y tome distancia de donde provenía la voz. Tome una posición de pelea muy mala.

[No tienes porqué tener miedo. No estoy para hacerte daño]

¿He escuchado esa voz antes?

Si, lo había hecho, justo lo había recordado. Ni siquiera había pasado un día desde que escuché y estuve en ese raro sueño.

Era la voz gentil y tranquilizadora que me dijo que me apoyaría.

Una parte de mi perdió el miedo al reconocerla. Me había tranquilizado con solo escucharla.

--O-Oiga...¿Qué es este lugar?

Decidí preguntar un poco nervioso ante la voz que se escuchaba 2 metros delante mío. Aunque ahí no había nadie.

[Tú mente. Estamos en tus sueños. El mundo donde solo tú puedes acceder]

--¿M-Mis sueños..? ¡Increíble!

Solté un sonido de admiración. No sabía que era capaz de crear un lugar así de hermoso.

[Puede que estemos en tus sueños. Pero este bello lugar lo cree yo]

--¿Eh?

Mi ilusión fue destruida en segundos...Espera.

¿Cómo sabía ella que yo pensaba que lo cree? ¡¿Puede leerme la mente?! ¡¿Está leyéndome ahora mismo?!

Entre un poco de pánico. Tener a alguien hurgando en mis pensamientos era algo vergonzoso y un poco aterrador.

[No tengo mucho tiempo. Así que no responderé esa pregunta]

¡¿Acaba de confirmarlo sin darse cuenta?! ¡¡¿Acaso es una cabeza hueca?!!

Agite mi cabeza fuertemente, estaba siendo grosero. Antes de disculparme, ella siguió hablando.

[B-Bien, dejando eso de lado, déjame preguntarte una cosa para estar segura]

Se la oía un poco perturbada. Pero igualmente preste atención y la escuche.

Por alguna razón, sentía que no podía desobedecer a esta misteriosa mujer que me hablaba. Así que solo atiné a seguir sus órdenes.

[¿Cuál es tu deseo?]

La voz era gentil y dulce, pero tenía un tono serio, como si no dejara pasar bromas.

Ante esa pregunta, mis dedos formaron un puño en mi mano, mi postura se enderezó y mi mirada se volvió más sería de lo normal.

Respondí sin vacilación:

--Quiero ser un Héroe.

Por alguna razón sentí que la presencia sonrió cuando dije eso.

[Ya veo. Entonces está bien]

Su tono cambió a uno muy contento. Parecía como si no pudiera aguantar su felicidad.

Entonces cuando estaba apunto de decir algo más.

Una ventisca se formó frente mío.

Una fuerte corriente de viento se arremolino a 2 metros de mí.

Debido al intenso viento cubrí mi rostro con mis manos. Mis cabellos también se volvieron furiosos junto con la ventisca.

--¡Agh...!

Aguante la fuerte corriente de viento. Y cuando finalmente acabó, algo se había formado al frente mío.

Quite mis manos de mi rostro y mire hacia el frente. Quedé maravillado ante la vista.

Ahí, a tan solo 50 centímetros míos, una mujer flotaba elegantemente.

Su largo vestido blanco como las nubes bailaba con el viento que ella provocaba.

Su largo cabello dorado no perdería en brillo ni con las joyas más hermosas. Hilos dorados igual al oro revoloteaban por sus hombros.

Su delgado cuerpo se mecía gentilmente en el aire. El cual también la trataba con delicadeza y dulzura.

--Ah...

Su rostro era completamente hermoso, tanto que me dejó maravillado en un instante. Me quedé sin habla. La máxima razón de eso, es que reconocía a esa mujer.

En mis sueños ella aparecía junto con una niña. La que desaparecía cada vez que el infierno llegaba.

Era la mujer por la que tanto había sufrido por no poder ayudarla y encontrarla.

Ella estaba aquí...

[Déjame ayudarte]

Ella pronunció esas suaves palabras. Su mano derecha había sido estirada hacia mi. Al parecer quería que la tomara.

Sin pensarlo dos veces la tome con ambas manos. Con la suficiente fuerza para no dejar que se vaya, pero no tanta para lastimarla.

Agache la cabeza y lleve su mano hacia mi frente.

No podía ver la expresión de la mujer, pero podía sentir como si estuviera llorando...

¿O tal vez era yo quien estaba llorando? Si, eso era cierto. Yo estaba llorando mientras sostenía la mano de la mujer.

¿Porqué lo estaba haciendo?

¿Porqué mi corazón se sintió tan feliz al tomar su mano?

No sabía la respuesta para eso, pero había algo que sí sabía con exactitud.

Yo nunca volvería a soltar su mano. 

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¿Subir capítulo a una hora relativamente buena? Nah.

¿Subir capítulo casi siendo las 5 am? ¡¡¡Si!!!

Bueno, voy a dormir. Aunque ya no sé como estaré en 4 horas que tengo que estar despierto. Pero valio la pena.