Capítulo 1: Un viaje sin regreso.
Un viento agradable revoloteo mi cabello.
Actualmente estoy en un prado rodeado de maleza y flores de distintos colores.
Los cálidos rayos del sol tocaban mi piel y la calentaban refrescantemente. Las ráfagas de viento eran suaves, cuando pasaban por mi cuerpo se sentía como si me estuvieran dando un masaje.
Me estoy sintiendo bien.
Esto es relajante. No había sensación en el mundo que podría igualar esto.
Mi cuerpo ahora está completamente derretido sobre el césped de este valle de ensueño. El césped, el cual se movía al song del viento, estaba abrazando mi cuerpo relajado.
Este momento era único en la vida. Una relación máxima y un sentimiento de felicidad absoluta. Nada podía compararse a esto.
No supe cómo llegué aquí. Ni siquiera se porque estoy aquí. Lo único que recuerdo es haberme acostado en mi cama debido al cansancio del trabajo el cual había estado realizando.
¿Eh...Cama?
Espera...¿¡Esto es un sue--?!
*Bammm*
Un fuerte sonido hizo saltar todo mi ser, desde dentro hasta afuera.
--¡¿Wahhhhhhh?!
Un fuerte grito salió de mi boca.
El hermoso valle de ensueño que llenaban mis ojos había desaparecido, y fue completamente sustituido por un techo de madera vieja y seca, la cual parecería que podría derrumbarse en cualquier momento.
El agradable abrazo del césped había desaparecido, y fue reemplazado por piso de madera negra y vieja. El abrazo que recibía ahora era frío y doloroso.
Estaba aturdido.
--¡Buenos días, dormilon-san! Al parecer alguien ha olvidado arar la tierra el día de hoy.
La voz de una mujer, la cual provenía a mi derecha, me había hecho volver un poco en si.
Todo lo que había visto hace un momento, solo fue un sueño, un espectacular sueño.
El yo, el cual ahora se encontraba acostado boca arriba sobre el frío suelo, empezó a deprimirse poco a poco. Tenía ganas de llorar por lo sucedido.
¿Cómo era posible ser arrancado de se ese <Jardín del Edén>?
Empecé a mover mi cabeza poco a poco por el lugar. Una habitación para nada singular lleno mi vista. Solo había una cama, de la cual me había caído. También había un ropero, un espejo y una mesita de noche. Toda esta habitación de madera vieja color marrón, la cual parecería que se caería a pedazos en cualquier momento.
Está vista hizo que pequeñas lágrimas salgan de mis ojos....
--Hmmmm...
Mirando mejor, también una puerta...y una mujer, la cual no parecía muy contenta.
--Duermes hasta tarde, ignoras tu trabajo y ahora me ignoras en absoluto. ¿Quieres un castigo?
La voz fría de aquella mujer me hizo temblar.
El sueño que aún quedaba en mi cuerpo desaparecio al instante. Mi cuerpo se levantó del suelo a la velocidad del rayo y me pare rigidamente. Dirigí la mirada hacia la mujer y abri mi boca seca para decir unas palabras rápidamente.
--¡S-Si, señora!
--¿Eh...?¿Realmente quieres un castigo? Sabía que tenías un fetiche con las elfas, pero no pensé que seas del tipo masoquista.
Aquella mujer habló con tono burlesco, mientras me daba una mirada de pena absoluta.
En ese instante comprendí lo que había dicho.
--¡N-No, espere! ¡Fue un error completamente! No necesito ningun castigo.
Las palabras nerviosas salieron velozmente para intentar resolver el malentendido que se había dado. Pequeñas lágrimas salieron de mis ojos debido al nerviosismo y mis mejillas se calentaron debido a la vergüenza.
¡¿Como ella sabía sobre eso de las elfas?!
Es imposible que yo se lo haya mencionado, tampoco ha habido otras personas que lo sepan, no, de hecho, no tendría a nadie a quien contárselo cómo para que revelará el secreto. En este lugar.
--Fufu... Tu cara parece bastante desconcertada.
Una risa burlona resonó por la vieja habitación. Ella se rió y dijo esas palabras después de ver al avergonzado y aturdido yo. Mi cuerpo seguía temblando
--...
Me era imposible pronunciar alguna palabra, solo me quedaba mirando al suelo avergonzadamente.
--No te sientas mal, Bell. Todo el mundo tiene gustos, tu no eres la excepción. Así que levanta la cabeza, muchacho.
La mujer que ahora mostraba una sonrisa, pronunció unas palabras alentadoras.
Aún así eso no me hacía sentir mejor. Bueno, tal vez un poco. Tener a alguien cercano que comprenda tus pasiones y te apoye puede que se sienta un poco bien.
Levanté la mirada del suelo y ví a los ojos de aquella mujer.
--B-Bueno, gracias. Es un poco reconfortante.
Dije unas palabras de agradecimiento.
--De nada, Bell. Ahora, ¿Porque no vas a trabajar?
--¡...!
A pesar de que había dicho "De nada" tan cariñosamente, la última frase tuvo un tono frío molesto, la cual me hizo temblar y ponerme rígido nuevamente.
--Ya que ahora se que te gusta el trato duro...¡No tendré piedad!
--¡¡¡Ya habíamos resuelto est---Ahg!!!
Antes de pudiera hablar, sus manos tomaron mi cuello y me arrastraron fuera de la habitación. Era inútil pelear, esta mujer es 100 veces más fuerte que yo, aún así intenté darme desesperadamente, no funciono.
--¡Hoy trabajarás sin descansó, agradece mi generosidad!
--¡¡¡Es un malentendido, hermana...Ahgggg!!!
Fui arrastrado hacia un infierno.
El malentendido parecía que no acabaría en buen rato.
X. X. X.
El sol estaba cayendo. La noche pronto llegaria.
El cielo se había vuelto naranja, y con eso mi jornada laboral había acabado.
--Vaya...¡Así que fue un malentendido! Lo siento por eso, Bell.
Aquella mujer que me había sacado a jalones de mi habitación, dejaba salir unas disculpas para nada sinceras. Su voz madura solo dejaba salir un tono de burla y satisfacción.
Aunque no podía ver su rostro, estaba seguro que estaba sonriendo.
Actualmente estoy recostado boca abajo sobre el campo de cosecha. Podía sentir la tierra pegarse a mi cuerpo sudado y arapiento. La tierra había entrado incluso a mi boca, dando un sabor desagradable, quería llorar en este momento, pero mi cuerpo está tan cansado que ya no me quedan fuerzas para eso.
Durante el día había sido forzado a trabajar como un esclavo en el pequeño campo de cosecha en el que trabajo. La mujer que seguro me miraba ahora, era la que se había encargado que este trabajo sea tan doloroso como para no poder pararme como por una semana.
--Ya sabes, usualmente sueles decir cosas personales cuando estás durmiendo. Así que pensé que esa cosa también era cierta.
--....
Ni siquiera pude replicar lo que dijo, estaba demasiado cansado. Ni siquiera pude sobreexaltarme por lo que dijo, ¿Ella sabía cosas personales sobre? ¿Era cierto que decía cosas cuando dormía? ¡¿Es por eso que ella sabe de las elfas?!
Ah, mi cabeza está por reventar.
--Mmm...
La mujer soltó un pequeño quejido. Sus paso empezaron a remover la tierra del campo y empezaron a acercarse a mi.
Usando toma mi fuerza restante, gire mi cabeza y la vi. La persona que vivia conmigo y que se encargaba de mi, ella era mi hermana.
Su nombre era Rethusa.
--Olvidemos lo que dije antes, ¿Ya pensaste mejor lo que te dije ayer?
La voz madura de Rethusa tenía un tono serío. Sus penetrante ojos café rojizo miraban fijamente mis ojos rojos. Su cabello medio largo que le llegaba hasta los hombros, el tenía el mismo color que sus ojos, se movía con el viento frío que ya se estaba manifestando. La atmósfera se había vuelto sería.
Ella se arrodilló para verme mejor. Nuestros ojos nunca habían dejado de mirarse. Esto se estaba volviendo incomo. Su bello rostro maduro de una mujer en sus 25 años, tenía una expresión seria. Ella quería una respuesta.
Lamentablemente para ella, no se la podría dar.
El dolor no me dejaba hablar. ¡Era culpa de ella!
--¿Ah..? Perdón, me olvidé que estás hecho trizas. Hablaremos mañana sobre esto.
Ella finalmente se dió cuenta de eso o ¿solo estaba jugando conmigo?
--¡Hi--!
Deje salir un pequeño gemido cuando ella tomo mi cuerpo y lo puso sobre su hombro. Fui levantando como si fuera un saco de papas, y ella parecía que ni siquiera se esforzaba. Aunque yo tampoco pesaba mucho. Aún así mi hermana era fuerte.
Aunque quería reprochar el acto, simplemente lo deje pasar. Nuevamente lo diré, el cansancio me estaba matando. Además, cómo había dicho que hablaríamos mañana, tendría un día más para pensar en lo que me dijo ayer. Eso me tranquilizo un poco.
Fui llevado a casa.
X. X. X.
La mañana había llegado, mi cuerpo ya había descansado, pero aún así el cuerpo de sigue doliendo, sin embargo, puedo moverme sin ningún problema y hablar sin dolor.
Justo ahora me encontraba en mi habitación, recostado en mi cama, mirando el techo viejo con nostalgia. Yo ya lo había decidido.
Yo me iría de este lugar.
Hace 2 días, yo, Bell Cranel, había cumplido 14 años. Y como me prometí a mi mismo el día que una de las personas más importantes para mí falleció, me iría de este pueblo y tomaría rumbo en mi viaje para convertirme en un <Aventurero>.
Pronto viajaré a Orario.
El lugar donde los sueños se cumplirían, dónde me poria convertir en un <Aventurero> famoso y reconocido, y así, podría cumplir uno de mis más grandes sueños: Un encuentro predestinado.
En Orario existe un <Calabozo> aparentemente infinito con innumerables pisos. Monstruos nacen allí, existencias que amenazan la humanidad deambulan en ese lugar.
Yo, después de haberme registrado en el <Gremio> y haberme convertido en un <Aventurero>, me sumergeria en las profundidades del <Calabozo> y rápidamente sobresaldria sobre los demás.
Rugidos sin fin, una bella chica huiria de los monstruos, justo en ese momento, antes de que su vida llegue a su fin, una espada rápida cortaría con gran velocidad y los monstruos serían derrotados.
Justo en ese instante, mi postura galante y heroica sería lo que quedaría grabada en la mente de la chica asustada. Un pequeño amor se empezaría a reflejar en sus ojos.
A veces hablaría sobre mis aventuras con lindas meseras en un res—
*Boomm*
--¡¿Agh—?!
Un sonido estruendoso me hizo despertarme de mis delirios. Caí de la cama con fuerza y terminé recostado sobre el frío suelo. El abrazo del piso parecía recordarme algo.
¿U-Un déjà vu?
Parecía que mis días siempre tenían que comenzar tirado en el suelo.
Mire hacía la fuente del sonido que me había hecho saltar.
Fue la puerta, la cual había sido habierta de una fuerte patada. Lo sabía por qué mi hermana estaba allí, aún con la pierna estirada. Su rostro dejaba ver una expresión seria, pero sus ojos tenían un pequeño atisbo de nerviosismo.
--Ya llegó la mañana, ¿Por qué no conversamos?
Ella dijo mientras se dirigía hacia mi.
Pasó a mi lado y se sentó en la cama. En un movimiento veloz me levanté y también me senté a su lado.
Me estaba poniendo nervioso. Sabía porque ella había venido tan temprano por la mañana.
Ambos estábamos mirando hacia la puerta, ninguno decía ninguna palabra. Ella estaba vestida con su traje de patrullaje, una ropa que le permitiría luchar, sus manos cubiertas por guantes negros largos sobaban la cama, eso me estaba dando un poco de ansiedad.
--Ahh...
Ella suspiro.
Tal vez estaba esperando a que yo diga algo. Bueno, creo que debería hacerlo.
--Te seré franca, Bell. No quiero que vayas a Orario.
Al final, ella decidió decir las primeras palabras, las cuales me hicieron sentir tristeza y un poco de asombro.
--Hace tiempo dijiste que lo permitirias, ¿Por qué cambias de opinión ahora...?
Mis ojos se dirigieron hacia ella. Sabía que aunque hace años ella había dicho que me apoyaría, no me dejaría ir tan fácil de este lugar. ¿Podríamos llamarlo "Apego de hermanos"?
Aun así, me entristece que las cosas hayan tenido que ser así.
--Si, lo sé. Pero realmente no quiero que vayas. Han pasado cosas y tengo un muy mal presentimiento de esto.
--¿U-Un mal presentimiento?
Me confundí al escuchar lo que dije.
-- Lo tomes en serio, solo estoy siendo un poco paranoica, pero hace exactamente 4 días, en la noche cuando estaba patrullando, una horrible risa se escuchó por todo el lugar.
--¿Risa...?
--Si, más una risa era una carcajada, no fui la única la que lo oyo, los aldeanos que durmieron hasta tarde también las escucharon.
Me sentía más confundido por lo que decía. ¿Una risa? Pero yo no la escuché. No, ella dijo que los aldenaos que durmieron hasta tarde, y yo usualmente suelo dormir temprano por la noche, así que no debi haberlo escuchado por eso.
--Esa risa parecía como si se estuviera burlando de nosotros. Cuando la escuché todo mi cuerpo tembló del miedo. Fue aterrador, y sabes, siendo de noche la atmósfera no era buena...
La expresión de Rethusa se había vuelto una nerviosa, cómo si estuviera volviendo a vivir los acontecimientos de esa noche.
--¿Pero eso que tiene que ver con el viaje...?
Pregunté. No era por ser grosero, pero no sabía cómo esto se relacionaba con mi viaje a Orario.
--Bell, esa risa salió de ese lugar. Precisamente del lugar que ahí debajo, el <Calabozo>
--...
No supe cómo reaccionar.
--Lo se debido a los viajeros que suelen pasar por aqui por productos, algunos de ellos salían de Orario justo esa noche que el incidente paso. Ellos me lo contaron todo.
--....
Nuevamente aún me quedé callado.
--Es por eso que yo no quiero que vayas allí.
Deje de mirar a Rethusa, y en cambio mi mirada se dirigo hacia el sueño. Mis manos apretaron con fuerza las sábanas de mi cama, arrugandolas con fuerza, parecía como si pudiera romperlas.
Podía sentir como mi corazón latía con fuerza.
Las razones por la que mi hermana no quería que vaya a Orario eran válidas. Pude imaginarme que estaba sintiendo Rethusa, miedo, ansiedad, tristeza. Me puse en sus zapatos por un instante y pude comprenderla.
Aunque no había escuchado la risa, por solo lo que contó mi hermana, me había puesto muy nervioso.
--¿Sabes? No tienes que ir. Tienes una buena vida aquí. No te falta nada, puedes incluso formar una vida aquí.
Ella estaba tratando de convercerme.
La comprendía, pero aún así...
--Aun tienes 14 años, tu juventud apenas empieza, tal vez deberías conocer a más personas. Incluso a esta edad ya deberías estar experimentando el amor. Hay chicas lindas en el pueblo, ¿Por qué no intentas hablar con algunas de ellas? Fufu
Ella río un poco.
Aún así yo...
--Puedes formar una familia aquí, y si haces eso, yo me encargaré personalmente de protegerlos, yo...Ya no dejaré que vuelva a suceder.
Mi corazón se estrujó cuando dijo eso.
Pero...aún así yo...
--Bell, tan solo quiero que estés bien...
Aún así yo tenía una promesa que cumplir.
--Yo quiero ir a Orario.
Dije mientras miraba al Rethusa a los ojos, los cuales no parecían nada sorprendidos. Una pequeña sonrisa se reflejo en la comisura de sus labios, una sonrisa de comprensión, pero que también denotaba un poco de tristeza.
--...Lo sabía. Tu no hibas a cambiar de opinión por mucho que te diga. De todas maneras quería intentarlo.
--¡Ahy...!
Con su palma golpeo mi hombro. Tal vez esa era su manera de desahogarse por no haberme convencido.
--Lo siento...
Me disculpé con ella.
--No te disculpes por seguir tu sueño, yo debería hacerlo por querer arrebatartelo. Lo siento, Bell.
La misma mano que había usado para golpearme, ahora había sido llevada hacia mi cabello blanco. Me estaba sobando el cabello como a un niño pequeño.
Aunque era vergonzoso, hiba a extrañar esto.
--Maldición, ¿Ahora a quien haré trabajar en la cosecha? Debería buscar a otro niño ingenuo como tú.
--P-Por favor lo hagas eso. No quiero que alguien sufra por mi culpa.
--¿Oh...Estás diciendo que soy una explotadora laboral?
--E-Espera...¡Yo no dije eso, lo estás inventado!
La voz fría de Rethusa me hizo replicar rápidamente. Me puse nervioso al instante.
--¿Sabes? Me habías dicho que te hibas en una semana, y esa semana se cumple mañana, así que te queda un día, ¿no?
--¡....!
De mi espalda salió sudor frío. Sabia a lo que ella se referia.
Rápidamente me levanté de la cama y huí hacía la puerta. Pero en un instante ella ya estaba allí. Era mi fin.
En un movimiento veloz tomo el cuello de camisa y me levanto hacia sus hombros.
--Es hora de trabajar, Bell-kun~
--¡¡¡Hyaaaaaaaaa!!!!
Deje salir un grito que rápidamente se desvaneció.
El infierno me esperaba, pero aún así, me alegraba que la atmósfera triste se halla esfumado y que volvamos a ser lo mismo de siempre.
Ah, esto iba a doler.
X. X. X.
--Esta bien, hagamos recuento, Bell.
--¡S-Si!
--¡Cepillo de dientes y pasta dental!
--Listo!
--¡Ropa de viaje y interior!
--¡L-Listo!
--¡Comida suficiente para el viaje!
--¡Listo!
--¡Dinero para pasar al menos 2 meses en Orario!
--¡Solo tengo para 2 semanas!
--¿Qué...?
--Digo—¡Listo!
--¡Bien, entonces estás listo!
--Si...Eso estuve diciendo...
El sol brillaba con intensidad. La luz del gigante rojo alumbraban a 3 personas que se encontraban a fueras de un pequeño pueblo.
Una chica conocidas como Rethusa decía fuertemente las cosas escenciales para un viaje, mientras que un chico apenas de 14 años de edad, gritaba que todo estaba bien.
El otro era un señor aparentemente en sus 40 años, el cual miraba con extrañesa la escena que había formado el niño y la chica. Sentado en su carruaje, el señor solo miro con paciencia y esperaba que finalmente se despidieran.
--Bueno...Creo que ya es hora...
Rethusa habló con tristeza. Ver qué si hermanito pequeño se iría y tomaría su propio camino la hacía sentir un poco vacía. Pero aún así, podía sentirse feliz, de que aquel niño estaba emprendiendo un viaje por su cuenta.
Aunque el lugar al que iba era muy peligroso, Rethusa no pudo evitar tener un poco de felicidad. El 85% de ella estaba triste y el otro 15% restante estaba feliz. Y por el bien de Bell, ella le mostraría solo ese 15%.
--Si, así es...
El siguiente en hablar fue Bell.
Su voz se notaba triste. Separarse de su familia le dolía en el corazón. Sentía como si se lo estuvieran estrujando, y sentía como las lágrimas empezaban a salir de sus ojos.
--Ya deja de ser un llorón...Solo me harás llorar a mi también.
--S-Si...
Rethusa puso su mano y acaricio la cabeza de Bell, para luego usar su otra mano y jalarlo hacia ella y darle un fuerte abrazo.
Bell se sorprendió un poco, pero después también la abrazo con fuerza. No quería separarse de ella, quería sentir para siempre ese sentimiento de calidez que ella le transmitía. Pero aún así tenía que hacer ese viaje, ser un <Aventurero> era lo más que quería el mundo.
El abrazo parecería que duraría una eternidad, pero Rethusa lentamente separo a Bell de su lado. Con sus manos en los hombros de Bell, vio el rostro lloroso del muchacho, y no pudo evitar sentir aún más tristeza.
--Recuerda marcarme cartas, ¿si?
--S-Si, lo hare....
Bell respondió mientras se limpiaba las lágrimas con la manga de su camisa negra.
--No te sumergas mucho en el <Calabozo>, intenta ser siempre precavido y consigue un buen Dios y un buen grupo.
--¡Si!
Bell respondió fuertemente, ahora con una sonrisa en su rostro, aceptó los consejos de su hermana.
--Y recuerda, si quieres tener tu "Encuentro Predestinado", búscalo en otro lado que no sea el <Calabozo>, el tipo de chica que buscas no la encontrarás ahí.
--¡SI—Espera, ¿que dijis—?!
--¡Adiós, Bell!
Diciendo algo que Bell no se esperaba, el chico había sido aturdido completamente, y antes de que pudiera preguntar cómo sabía ese vergonzo secreto, fue tomado por los hombros y lanzado hacía la carreta. Este cayó dentro graciosamente.
--¡Finalmente, vamos!
Después de que el chico cayera dentro de la carreta, el conductor grito y se puso en marcha. El galope de los caballos removieron la tierra y avanzaron a un ritmo aceptable.
Bell se levantó y miro rápidamente a su hermana. Con las mejillas rojas y preguntandose cómo es que ella sabía eso, halzo la mano y se despidió de ella. Rethusa ya se encontraba lejos del chico y cada vez se alejaba más, asi que Bell tuvo que gritar.
--¡¡¡Adiós, hermana!!!
Bell grito con todas sus fuerzas. Rethusa también lo hizo:
--¡Adiós, Héroe Dragón!
--¡¡¡¿CÓMO LO SABES—?!!!
--¡¡Cállate, mocoso!! ¡¡Me lastimas los oídos!!!
--¡¡¡L-Lo siento!!!
Con el grito del conductor, Bell se sentó rápidamente y se cubrió su cara rojiza llena de vergüenza.
Con una Rethusa finalmente soltando sus lágrimas de tristeza y con un Bell ahogándose en su vergüenza y un conductor un poco furioso, el viaje ya había empezado.
X. X. X.
El viento fuerte, las ruedas pasando por los baches del camino y los galopes sincronizados de los dos caballos que jalaban está pequeña carreta, eran el único sonido que se escuchaba en el carretera.
Aunque la carreta no era muy grande, era jalado por dos caballos, suficiente como para tener una buena potencia de avance, y que pueda avanzar con gran velocidad por la carretera de tierra.
Ahora, estaba sentado en la parte trasera de la carreta, era un espacio rectangular sufiencemente grande como para albergarme a mi y unas 5 cajas de tamaño mediano. Pero si hablábamos de tamaño, realmente era un poco pequeño a comparación de otras grandes carretas que solían pasar por el pueblo.
Al parecer el conductor es un comerciante, había llegado al pueblo por unas pocas provisiones para su viaje. El se dirigía a Orario, así que fue fácil convercerlo de que me llevará allí, una buena cantidad de dinero fue suficiente...
El viento fuerte golpeaba mi cuerpo, era refrescante. El sol aún estaba en su pleno apogeo lo cual hacía que hiciera un poco de calor, pero gracias a las grandes ventiscas del camino no tenía que preocuparme por ello.
La carreta no tenía techo, así que si llovía quedaríamos empapados, el conductor, su mercadería y yo. No quiero estar mojado por la noche.
--...
Esto es un poco aburrido.
Se sentía un poco solitario aqui. Aunque el conductor estaba justo al lado mío llevando la carreta, no se sentía como si pudiera hablar con el. Este viaje sería silencioso y aburrido. Pero es mejor así, al menos eso creo.
--Hace un rato estuviste muy hablador, pero ahora estás callado. Duele mucho irse de casa, ¿Verdad?
Cuando pensé que la atmósfera seguiría así de callada y solitaria, aquel hombre hablo. Su voz madura y fuerte pudo sonar claramente aún con todo los sonidos provenientes del viaje.
El quería tener una conversación, tal vez estaba sintiendo lo mismo que yo.
Lo mire, el seguía viendo el camino, su cuerpo grande corpulento agitaban y se movían al song del camino. Su cabello color negro, el cual tenía grandes canas, se revoloteaba con el viento.
Me alisté para hablar.
--Si, es muy doloroso...
Hablé con un tono fuerte, pero no pude evitar bajar la voz triste al terminar la frase.
--Lo comprendo, muchacho. Yo también de joven tuve que irme de casa y empezar a ganarme la vida. Fue doloroso en ese momento.
Abrí mis ojos ante lo dicho por el conductor.
--Cuando cumplí los 15 años tuve que volverme un mercader por la necesidad de el dinero. Acompañaba a otros mercaderes y los ayudaba con la mercancía. El poco dinero que lograba obtener era enviado para mi familia.
--Ya veo...
--No quiero que me des ese tono triste. Realmente no fue tan malo, poco tiempo después, gracias a la ayuda de un loco mercader obtuve mi primera carrera y finalmente pude viajar solo dónde yo quiera.
El hombre dijo lo último con un tono alegre, su cuerpo tambien parecía moverse con emoción mientras conducía.
Solo atiné a observa su espalda mientras contaba su historia.
--Aunque al principio fue difícil, claro, logré llevar mi primera carreta hacia distintos lugares del mundo. Viajes asombrosos cómo mercader me hicieron conocer un sin fin de historias y personas.
El hombre siguio hablando con entusiasmo.
--Gracias a eso pude ayudar a mi familia. Incluso pude conocer a la amor de mi vida y formar una familia con ella. Aunque fue doloroso irse al principio, valió la pena totalmente.
Aunque no podía ver su rostro, sentía que ese hombre estaba sonriendo.
Su voz madura y ronca finalmente ceso, y nuevamente el sonido del viaje tomo la atmósfera. Parecía que era mi turno de hablar.
--Yo no tengo una meta tan noble como usted...Pero yo quiero ser un <Aventurero>.
Sintiendo un poco de pena debido a que mi razón por irme de casa no era nada noble como la de él, quien había salido de casa para ayudar a su familia, mis mejillas se sonrojaron mientras decía eso con pena.
--Bueno, eso era obvio. Pude escucharlo de tu hermana. Aunque si tampoco lo hubiera escuchado lo sabría al instante.
--¿Eh...?
--Si, la mayoría de los niños de tu edad suelen viajar allá por esa razón. Desean convertirse en grandes <Aventureros> llenos de riqueza y fama. Si me preguntan realmente no es un mal objetivo. .
--M-Muchas gracias.
--¿Por qué me agradeces? No es como si necesitaras mi aprobación o algo así.
El hombre dijo con un tono burlon.
¿Realmente era tan obvio sobre querer convertirme en una existencia que asesina monstruos? Parecía que si, y que yo no era el único al que este hombre había visto y dejado en las puertas de la gran ciudad laberinto.
--Ahh, tu hermana realmente sabes muchas cosas de ti, ¿No?
El hombre suspiro y dijo eso entre una risa. El había recordado lo que había sucedido antes de subir a la carreta y comenzar el viaje.
Mi cuerpo estalló en vergüenza, me cubrí la cara con mis manos y también la escondí entre mis rodillas.
--¿Un encuentro predestinado? ¡Jajajaja¡
Recordando lo que dijo Rethusa en la mañana, el conductor rio fuertemente.
Nuevamente la vergüenza no me dejó hablar ni dar explicaciones por lo que dijo. Uno de mis sueños más profundos había sido revelado, y ahora estaba siendo usado como objeto de burla.
--¡En serio tu quieres ser un <Aventurero>! La mayoría siempre suele tener sueños de riquezas, fama, mujeres por doquier. Pero tú deseas algo muy noble, muchacho, ¡no cuadras nada como el arquetipo de <Aventurero>.
Me retorci cuando dijo eso. Era verdad, para mí edad, uno ya no debería tener esos tipos de sueño, a esta edad una ya debería haber madurado lo suficiente como para darse cuenta que lograr algo así era imposible, pero eso no aplicaba para mí.
Yo, quién habia crecido leyendo muchas historias heroicos donde el héroe salva a la princesa y tienen un "Encuentro Predestinado, había deseado uno con fuerza desde niño.
Aunque era vergonzoso e infantil, yo no quería abandonar ese sueño.
--Aun así, yo quiero tener ese encuentro. Es mi sueño desde que era pequeño...
Dije con vergüenza, pero con un tono decidido.
Al escuchar lo que dije, el conductor paro de reír.
--Si, es muy bueno tener sueños. Ellos te levantan y tan un motivo para seguir adelante cada día. No dejes que nadie se burle de ello, niño.
Pero si usted lo hizo...
No pude evitar decir eso en mi mente.
--Ya veo, asi que un encuentro, ¿Eh? Algo si como el las historias de héroes, ¿No?
--¡¡S-Si, cómo en las historias heroicas!!
--Entiendo, chico, ¿Así que quieres ser un héroe y salvar princesas? ¡Fuahahaha! ¡Que chico tan interesante eres!
--¡Hyyy....!
Un chillido salió de mi boca al escuchar lo que dijo el hombre. Sin decir nada, este hombre descubrió eso en un instante.
"Adiós, Héroe Dragón"
Ah, no, el ya lo había escuchado de Rethusa, solo ya había atado los puntos y llegado a una conclusión.
Cómo por cuarta vez en el dia, la vergüenza nuevamente se apoderó de mi ser.
--Heroé, ¿eh? A diferencia de los del encuentro, este si es un sueño muy infantil.
Una flecha apuñaló mi corazón. El hombre siguio conduciendo como si nada sin saber que me había provocado un daño severo.
--Mi hijo también quería ser un héroe, pero cuando creció abandonó ese sueño y empezó a perseguir a las mujeres. Es un mujeriego sin fin. Con esto quiero decir que usualmente los niños abandonan ese sueño cuando crecen, pero aún tu lo sigues teniendo.
--....
--En mi opinión, es un poco impresionante, pero tonto en su mayoría.
Sus últimas palabras estrujaron mi corazón. Aquel hombre solo estaba diciendo lo que pensaba, pero al hacerlo me estaba haciendo un daño. Sabía que no debía dejarme llevar por las opiniones de los demás, pero aún así era doloroso. Sentía como las lágrimas amenazaban con salir de mis ojos.
--Pero eso es bueno, ser un tonto.
--¡...!
Lo que dijo me tomo por sorpresa. Lleve mis ojos hacia su gran espalda, el seguía conduciendo sin parar.
--¿Sabes que es lo hace especial a un héroe, chico?
El hombre pregunto seriamente.
--¿Eh...?¿Su fuerza y valentia?
--Si, eso puede ser. Pero también lo hace su idiotez.
--¿Eh...?
Eso me tomo por sorpresa.
--¿Quien en su sano juicio va y luchar contra calamidades ellos solos? Gracias a eso, a su idiotez pasan a la historia.
Seguí escuchando al hombre.
--Ser un tonto es escencial. Mira a ese Héroe, <Argonauta>, era el tonto entre los tontos, pero aún así logro ser el Héroe del principio.
--...
--Es por eso que lo digo, los héroes toman decisiones tontas, las cuales los llevan al peligroso camino de la muerte, pero aún así salen victoriosos y logran formar una leyenda.
Mis ojos abiertos miraban asombrados hacía la espalda de el hombre que decía cosas alentadoras. Mi corazón destrozado ahora estaba siendo reparado y un sentimiento de calidez estaba siendo formado ahí.
¿El hombre trataba de animarme, o solo decía lo que pensaba? No lo sabía, pero definitivamente me subió el ánimo.
El hombre aún no había dejado de hablar.
--Los Héroes son tontos, y es porque son tontos, es que son los más grandes Héroes.
Me dejó sin palabras.
--Hace si alguna vez eres insultado por ser un tonto, recuerda que eses un requisito para ser un héroe. En mi opinión chico, sigue siendo un tonto y lograrás tu objetivo.
El hombre termino de hablar.
--¡S-Si, muchas gracias!
Agradecí hacía el hombre que me haimbia dado palabras de apoyo.
Gracias a esas palabras mi cuerpo de repente se había puesto eufórico y sensación de motivación lleno de mi ser. ¡Ya quiero llegar a Orario!
--Bueno, para ser un héroe, ¿qué necesitas muchacho?
--¿Eh...? ¡Ser un tonto!
--Bien, al parecer si me escuchaste. ¡¿Entonces serás un tonto, chico?!
--¡Si!
--¡¿"Si" qué?
--¡¡¡Si seré un tonto, señor!!!
--¡Que tonto, fuahahaha!
--¿¡Eh...?!
Ah, al final si se estaba burlando de mí.
El viaje continuo, esto sería largo.
X. X. X.
Los rayos cálidos de sol ya habían desaparecido. El gigante rojo ya había dejado el cielo y en su lugar una hermosa luna llena había tomado su lugar.
Sus finos rayos de luz alumbraban el camino por dónde viajabamos. Un viento frio ya había llegado a mi cuerpo, la noche llegó, y con ella el primer día de viaje estaba apunto de acabar.
--Ya estamos por llegar, niño. No olvides tomar tus cosas y esperarme en el establo.
--Si, señor.
El viejo conductor habló con fuerza.
El plan era el siguiente. Nos refugiariamos en un pueblo cercano, él gruardaria la carreta y dormiríamos en una posada barata. Un plan simple y nada espectacular.
Según el conductor, si tomabas el camino correcto hacia Orario, podrías viajar durante el día, y podrías encontrar un pueblo cercano en las noches. Parecía como si los pueblos estuvieran tácticamente colocados cómo para poder descansar ahí.
Claro, esto solo sucedía si tenías un método de viaje rápido, si no contabas con uno, tendrias que acampar en medio de la nada, lo cual podría exponerte a distintos peligros de todo tipo.
Así que agradeciendo una vez más por tener un método de viaje rápido y más seguro, me alisté para pronto dejar la carreta.
--....
A mí visión las viejas casas ya se empezaban a notar. Los árboles y flores eran alumbrados por los faroles que el pueblo usaba para iluminarse. Pronto estaríamos ahí.
Mi cuerpo se había lleno de expectativa. ¿Cómo sería este lugar? ¿Sería más grande que el pueblo donde vivía, o tal vez más pequeño? ¿Que clases de lugares tienen?
No pude evitar pensar sobre el lugar al que visitariamos.
Usualmente casi no salía de casa. Las veces que la dejaba era para trabajar en el pequeño campo de cultivo que tenía. No socializaba mucho con las otras personas de mi pueblo, y tampoco solía visitar muchos sus lugares.
Así que debido a eso, estaba emocionado como un niño.
--Estamos llegando.
El conductor dijo con voz cansada. Al parecer ya quería irse a la cama y descansar por fin.
Estar sentado todo el día mientras guías a dos caballos es más agotador de lo que parece. Pero aunque el quería dormir, yo quería explorar un poco el sitio.
Aunque al final mis expectativas fueron destruidas.
X. X. X.
--Por tu cara larga parece que fuiste decepcionado.
Dijo el hombre mientras miraba la cara de Bell.
Actualmente ya habían dejado los caballos encargados en el pueblo. Pagaron por un precio justo y luego se fueron del lugar. Tocaba buscar un lugar donde dormir. Ahora viajaban por las solitarias calles de este pueblo, es este momento la mayoría de aldeanos debería estar durmiendo.
Y aunque quería hacerlo, el conductor no pudo evitar sentir curiosidad por la cara de Bell, la cual había pasado de un brillo absoluto, a una expresión apagada.
--Pense que sería diferente...
Bell dijo con tristeza.
--¿"Diferente"?
--El pueblo, pensé que sería diferente, pero resulta ser prácticamente igual que el lugar de donde vengo. Incluso las casas están de los mismos materiales...
El hombre vio incrédulo a Bell.
--Pues, bueno, es un pueblucho ordinario. Lo único diferente que tiene a los demás es el establo y posadas para los viajeros que pasan por aquí. ¿Que esperabas? ¿Unas megas edificación con luces brillantes que te quemarían los ojos?
--Ahh, bueno...
Ante las palabras del hombre, Bell solo pudo suspirar. Estaba siendo infantil, pero aún así Bell no pudo quitarse el mal sabor de boca.
--Tranquilo, cuando llegues a Orario ya tendrás suficiente edificaciones cómo para verlas asombrado por lo menos durante un mes.
--¡S-Si!
Al escuchar eso, Bell rápidamente asintió.
Este chico están fácil de complacer...
Teniendo una expresión complicada en el rostro, el conductor pensó sobre la verdadera naturaleza de Bell. Alguien fácil de complacer. Un niño, después de todo.
Actualmente eran ya las 10 de la noche, si dormían ahora le sobraría tiempo en la mañana. Encontrar una posada no sería difícil, pero había algo de que se habían olvidado, cenar.
*Grow* *Grow*
Justo en ese momento donde ambos se acordaron que no habían cenado, el sonido de sus estomagos hizo eco en el solitario lugar. Aunque el hombre no le tomo importancia y rápidamente empezó a buscar un bar, Bell se sonrojo y presiono sus manos contra su estómago.
--Bien, creo que ya sabes que debemos hacer ahora.
El hombre golpeo el hombro del avergonzado Bell y sugirió ir a comer algo en un bar cercano. Buscarlo no sería difícil, solo tenía que seguir el sonido de una fiesta y vaso de alcohol chocandose entre si.
Bell aceptó la propuesta. Ambos se dirigieron a buscar comida.
X. X. X.
El conductor le explicó a Bell un poco más sobre este tipo de pueblo.
Aunque era completamente ordinario al punto de ser decepcionante, este lugar contaba con algo que mi pueblo no tenía: hospedajes, un lugar para guardar tu caballo y carreta y bares que servían comida hasta tarde.
Esto se debía ya que al ser pueblos en los que usualmente pasaban muchos comerciantes dirigiéndose a Orario, los aldeanos aprovecharon la oportunidad y crearon negocios que pudieran beneficiarlos, lo cual consiguieron.
Cada pueblo que se encontraba en el camino de Orario tenía exactamente los mismos negocios, es por eso que se usa una ruta específica para poder dormir y comer agradablemente sin tener que exponerte a los peligros de la carretera nocturna.
El hombre que me llevaba a Orario me contó eso, no solo era conductor, también era guía turístico. ¿Debería pagarle un poco más por este trabajo extra?
--¡Aquí tienen su orden!
Un fuerte sonido en la barra y una voz madura me sacaron de mis pensamientos. Ya había llegado la hora de comer.
Ya habíamos encontrado un bar, y ahora en vez de sentarnos en una mesa, nos sentamos en la barra de este lugar, la cual tenía una perfecta forma de L.
Un plato de spaghetti fue puesto delante mío. Un jugo de uva había sido puesto en un gran tarro de madera, ese era mi pedido. La comida se veía bien, y el olor era delicioso, podría disfrutar de esta comida sin quejarme.
El conductor, quien se había sentando al lado mío también, recibió su comida. Un estofado de pollo junto con un tarro de vino. Sin chistar, ambos empezamos a devorar lo que teníamos enfrente de nosotros.
Era delicioso, pero no al punto de ser una maravilla, pero aún así, agradaba el estómago y el corazón.
Y parece que a los demás comensales también les agradaba, después de todo la atmósfera estaba bastante alegre.
Si, de hecho, a pesar de que ya era tarde por la noche, este sitio estaba totalmente lleno. Distintos tipos de personas ahora estaban chocando tarros de cervezas mientras cantaban alguien tipo de canción extraña. Algunas personas simplemente comían su comida en silencio.
Estos tipos tenían algo en común conmigo, todo tenía una bolsa de viaje, al parecer tambien se dirigían hacia un lugar al igual que yo, así que decidieron seguir el mismo plan de viaje que el conductor había planeado para nosotros.
--Cuando guarde la carreta escuché algo sobre estos tipos...
Después de darle una probada a su vino, el conductor habló.
--¿Mmm?
Solo pude verlo confundído mientras masticaba mi spaghetti, no se que expresión estoy dando ahora mientras como gran cantidad de este, al punto que tenía las mejillas llenas.
--Bueno, estos tipos tiene una gran caravana, y al parecer habían llegado aquí por la tarde. Su caravana al parecer sufrió daños que tenían que ser reparados. Así que decidieron quedarse aqui hasta que su fuente de viaje pueda ser reparada.
Mientras seguia masticando escuché el dato curiosos quel el conductor me había dicho. El hombre se llevó nuevamente el tarro de vino a su boca y se lo bebió de un sorbo, acto seguido pidió otro.
¿Eso no era algo irresponsable? Mañana tendríamos que viajar, ¿No sería malo si bebe mucho está noche?
El hombre me miró mientras ingeria su segunda taza de vino.
--No me mires así, no soy alguien que se emborracharia con vino barato.
--Pero aún así...
--Bah, aveces eres molesto chico.
--L-Lo siento.
Escuchando al molesto conductor decidí dejarlo en paz, así que gire mi cabeza hacia las mesas que se encontraban en una fiesta sin fin.
Mis ojos captaron hombres y mujeres de distintas razas celebrando como si no hubiera mañana. Beastman, enanos, hobbits, humanos eran lo que podía ver mayormente. Todos celebraban al unisono en el bar. Parecía que si seguían chocando sus tazas de cerveza lograrían hacer temblar este lugar.
El bar era simple, una barra de madera, mesas y sillas del mismo material. La decoración era simple, distintos emblemas y hasta un escudo y una lanza estaban colgando en la pared, ¿Son reales o solamente son una mera decoración?
Mientras tomaba mi jugo de uva, seguí mirando a la gente, hasta que en una mesa, apartada de los demás, justo en rincón, algo llamo mi atención.
U-Una elfa...
Para mí, quien ya no era ningún secreto que tenía atraccion por ese tipo de raza, me llamo la atención un par de orejas puntiagudas que saltaban cada vez que un grito de emoción sobana en el lugar, parecían que temblaba de miedo.
Y yo, lo único que pude hacer fue quedarme embelesado, nunca había visto unas reales. Sin decir más, solo seguí observando a la dueña de esas orejas puntiagudas.
X. X. X.
El viaje había sido cansado.
Llevar a un niño que solía preguntar por muchas cosas era incluso más cansado que estar conduciendo todo el dia.
Los ojos de luz del chico que se iluminaban por cada cosa nueva que veía lo hacía recordar cómo a un bebé que recién aprendía sobre la vida, el lo sabía, después de todo el ya habia Sido padre y pudo ver esas expresiones en los niños pequeños.
Por un momento, cuando respondía las dudas de Bell, parecía como si hubiese vuelto a ser ese padre joven que respondía las dudas de sus hijos pequeños.
Ahora era momento de descansar. Habían guardado la carreta y estaban en un bar no muy lejano. La comida era cara, era obvio que se aprovechaban de los viajeros. Pero aún así, era no mejor hacer un escándalo y comer tranquilamente, siempre habían sido así de ladrones los bares de pueblos cercanos a Orario.
Tomando su tercer vaso de vino, el hombre dirigió su vista hacia el muchacho que lo acompañaba en su viaje a Orario. Un pequeño joven que soñaba con ser Aventurero y un héroe a la vez, un niño completamente inocente, ese chico ahora estaba mirando hacia una mesa en específico.
--¿Mmmn?
El conductor miro hacia esa mesa.
Finalmente se dió cuenta porque el chico miraba tan fijamente esa mesa con una mirada boba. Había una linda chica allí.
Cabello color rosa que le llegaba hasta los hombros, unos ojos del mismo color, unos rasgos finos y delicados, sus ropas eran distintivas de una viajera, incluso llevaba una espada larga sobre su cintura.
Era una joven belleza, tal vez tenía la misma edad que Bell o tal vez un poco mayor. El conductor volvió a ver al chico, quien seguía mirando a la mujer con ojos enamorados.
--Vaya...¿A pesar que parecias bastante inocente, ya pusiste tu ojo en la mira, verdad? ¡Hahaha!
Bell sobreexalto cuando un fuerte brazo lo rodeo. El brazo del conductor lo había aprisionado sobre sus hombros. Bell no pudo evitar temblar.
--Mira, chico. Está bien que la mires, pero no lo hagas con tanta intensidad que se dara cuenta y terminarás espantandola.
--¿E-Eh? ¡Ah, si!
Bell aceptó el consejo del conductor y dirigió rápidamente su mirada hacia su plato de comida a medio terminar. Avergonzado por qué el hombre se dió cuenta de su intensa mirada, decidió acabarse su comida.
--¿Y que, no irás a hablarle?
--¿E-Eh..? ¡Claro que no!
--¡Vamos, chico, no seas cobarde! ¡Quieres ser un héroe verdad, un héroe nesecita chicas, ese el romance de un héroe!
--¡¿De que está hablando?!
Bell intento desesperadamente hacer que el tipo se calle, revelar algo así en frente de tantas personas solo lo harían morir de vergüenza.
Afortunadamente para el, todos estaban en su propio asunto y nadie ni siquiera volteo a verlo.
--¡Vamos, niño! ¡Solo ve y háblale!
--¡N-No puedo hacer eso!
--¡¡Ahhh, es muy simple!! ¡¡Solo vas allí y le pides una cita, ah y luego le dices tu nombre!!
--¡¿No tendría que ser al revés?!
--¡El orden de los factores no altera el producto, niño! ¡Deberías aprender eso!
--¿Que es un "factor" de todos modos....?
Rindiose, Bell bajo la voz y tomo su tarro de uva medio lleno.
El conductor miro a Bell y luego la mesa donde se encontraba la joven. Era linda, sabía porque Bell se había interasodo en ella, no había manera de que se equivoqué, sabía que Bell miraba hacia esa dirección, hacía que debía ser esa mujer, así que apoyaría al chico en su primera conquista.
Aunque había otra chica sentada junto con la joven de cabello rosado, era imposible que sea ella la cual estaba mirando, después de todo la otra chica era una elfa de aparentemente 10 años de edad, a Bell no le gustaban las niñas, ¿Verdad?
Por un momento en el conductor tembló al pensar que estaba llevando a un posible pervertido de niños, pero lo descarto inmediatamente. Ese chico no era esa clase de persona, lo había visto con sus propios ojos.
Volviendo a ver al chico, bebió su quinto váso de vino y siguiendo instando al chico para que vaya a conquistar a esa joven.
Nuevamente golpeo el hombro de Bell, pero está vez con mucha más fuerza, al punto que el tarro de jugo de uva que tenía, salió a volar.
--¡Fwasaa!
Un sonido de dolor provino de Bell, seguido del tarro cayendo. Pero no cayó en el suelo, cayó sobre otro comenzal, un tipo grande y corpulento, el cual el jugo había caído por sobre toda su espalda.
Un viento frio recorrió la espalda de Bell al ver cómo el tipo grande se levantaba, y como había girado hacia el, pudo ver el rostro enojado del tipo. El empezó a caminar.
Bell tembló intensamente al ver eso. En ese momento supo que su vida había llegado a su fin.
X. X. X.
Pronto serían la medianoche.
La luna llena iluminaba el pueblo con sus finos rayos de luz. Los sonidos de las cigarras eran lo único que se escuchaba en el ya dormido pueblo, aunque había un lugar al cual le parecía que no conocían el concepto de dormir.
Fuertes gritos, carcajadas y golpes por todos lados sonaban por la calle del este del pueblo. Dentro de un bar algo estaba pasando, dentro de ese bar sonidos incesantes y ruidosos se filtraban de sus paredes de madera.
--¡Uffff....!
Un poco lejos del bar, en las calles solitarias un chico dejaba salir un suspiro aliviado. Su cuerpo estaba lleno de sudor, parecía como si hubiese corrido una maratón, aunque en este caso el sudor era por el nerviosismo, ese chico habia pensando que hiba a morir.
Hace tan solo unos instantes había estado dentro de ese ruidoso bar, hasta que debido a un pequeño accidente provocado por un hombre que lo queria obligar a coquetear con una mujer, hizo que el ambiente en bar se pusiera un poco animado.
--¡Haaaa...!
Otra suspiro salió de la boca del chico de cabello blanco.
Recostandose sobre una pared. Recordó aquellos momentos no tan lejanos.
El hombre al que le había caído la bebida se había levantado para darle una paliza, pero antes que eso sucediera, el conductor de la carreta que lo llevaría a Orario fue mucho más rápido. Lanzando su tarro de vino hacia la cara del hombre corpulento, planeaba golpearlo con eso.
Sin embargo, el hombre fácilmente lo esquivo, el tarro que había sido esquivado solo siguió su trayectoria, hasta golpear a otro hombre, este igualmente se levantó, y al saber quién fue que se lo lanzó debido a que estaba ocupado bebiendo, golpeo a la primera persona que se le pasó en frente.
El hombre golpeado cayó hacia atrás destruyendo la mesa de un grupo de viajeros, los cuales enfadados decidieron darle una paliza hacia el sujeto que había golpeado al tipo que había roto su mesa, igualmente golpearian al que rompío el lugar donde estaba comiendo.
Y así sucesivamente fueron golpeándose, mesas fueron rotas, las bebidas cayeron, las carcajadas emperazon. Y en tan solo unos instantes, la mayoría de los hombres habían empezado una batalla campal en el bar.
"¡Si eres un hombre al menos debes tener una pelea en un bar!
Recordó como antes de que el conductor se lanzará sobre distintas personas, había dicho esa frase, después dió una gran risa y lo lanzó a el también.
Pero aún así, Bell aprovecho la confusión y huyo fácilmente del lugar. Si se quedaba ahí posiblemente terminaría con heridas para nada leves. Su hermana le había dicho que no se exponga al peligro, y en este caso el planeaba seguir ese consejo.
Bell ya se había sentado el frío suelo de piedra, su espalda se había recostado sobre la pared, hacia frio, pero no era algo que no podía soportar.
--...
Tocando su lado izquierdo, Bell confirmo la existencia de su mochila de viaje, sin ella el estaría perdido, todas sus cosas estaban ahí, es por eso que siempre la tendría que llevar con él.
Bell estaba a unos 15 metros del bar, ahí esperaria al conductor que ahora se encontraba dando golpes por todos lados. El chico se preguntaba como aquella persona que le había dado consejos tan maduros, había empezado a actuar como un loco.
El alcohol cambia a las personas, ¿eh?
Aún con un poco de nervios en el rostro, Bell dió un pequeño juramento silencio, nunca bebería alcohol. Si eso lo volvería un adicto a las peleas de bar, entonces el chico preferiría no tomar ni una gota de ella.
--Haaa...
Por tercera vez, Bell suspiro.
--Se dice que cada vez que suspiras pierdes un poco de felicidad, no sé si sea cierto, pero en entre momento no te vez muy feliz.
Una suave y linda voz provino a la izquierda de Bell.
Por un instante Bell se sobresalto, giro su cabeza hacia la voz, aunque había pensado que posiblemente alguien del bar lo había seguido para darle una paliza. La persona que estaba parada cerca de el chico era una joven mujer.
Tendría 15 años de edad, su cabello color rosa de convinaba muy bien con los rayos de la luna, dos mechones de cabello estaban atados por un lazo, los cuales caian adelante de sus orejas.
Ella recaba un top con diseños de color marrón y rosa, igualmente su falda era del mismo color. Aunque sus zapatos eran color negro, sus medias largas eran de un color rosado claro.
Por un momento, Bell pensó que están chica era la personificacion de ese color.
Una chica linda estaba parado justo al lado de el, ella le estaba dando una expresión preocupada. Él chico parecía que la había visto en otro lugar, pero no sabía cuál.
--¿E-Eh...? ¿Hola?
Bell no pudo evitar ponerse nervioso. Sus mejillas se sonrojaron y pareció temblar un poco en ese momento.
--Oye, ¿Estás bien?
Con un tono amable, la chica le pregunto a Bell mientras se acercaba más al chico. Bell al ver esto solo pudo extender los brazos y decir un nervioso "Estoy bien".
--Ya veo, eso es bueno.
Con un tono alegre, la chica le dió una sonrisa a Bell, quien al verla, se había quedado embobado totalmente. Su rostro se tiño de rojo y no pudo evitar seguir mirándola.
Bell era débil con las mujeres, durante toda su vida había estado encerrado leyendo historias heroicas en su cabaña, la única mujer con la que había tenido contacto había sido su hermana. En resumen, Bell no estaba preparado para este tipo de intercambio.
--La verdad es que, te habíamos visto en el bar. Vimos como el hombre a tu lado lanzó tu bebida y causó todo un revuelo.
--Ahh...Perdón por eso.
Bell se disculpo con la chica después de saber que ella era una involucrada en ese especial de lucha que se estaba viviendo en el bar.
Pero..."habíamos", ella dijo eso, ¿Verdad? Quien más había visto, si solo ella estaba aquí. Bell decidió preguntar.
--¿"Habíamos"?
La voz confundída de Bell hicieron que la chica notará su torpeza.
--¡Oh, si! Aún no te la he presentado!
Con un tono alegre la chica llevo sus manos hacia atrás y empezó a jalar algo.
"¿Ella estaba enloqueciendo?" Fue lo que pregunto Bell, pero sus pensamientos se detuvieron cuando miro mejor el cuerpo de la joven, por sobre su linda cintura, dos coletas de color amarillo sobresaldrian de ella. Mirando bien sus piernas, podrías notar si mirabas bien que había otro par de ellas.
--¡Vamos, saluda, Primo-san!
La joven jalaba con fuerza para sacar a la persona que se encondia detrás de ella. Pero al parecer esa persona se negaba a salir.
Por un instante en el forcejeo, Bell pudo observar como el cabello rubio largo de esa persona le pareció conocido, y luego sus sospechas fueron confirmadas, pudo ver por un instante unas orejas elficas que ya había visto tantas veces.
La persona que estaba allí era la niña elfa que Bell había visto en el bar. El chico al instante se puso nervioso. Entonces pudo reconocer a la joven de cabello rosado, ella era la persona con la que estaba sentada, pero este no le había prestado tanta atención por mirar a la niña elfa.
La niña, quien se negaba a salir de la espalda de la joven, parecía llamarse Primo, así es como la chica la llamo. Bell solo observo el forcejeo con ojos nerviosos y expectantes.
La niña, quien aún se negaba a salir de la espalda de la chica, jalo al joven de cabello rosa y le dijo algo al oído. Al instante, la expresión risueña de la joven, pareció volverse un poco sombría.
--Ya veo, así que era el, ¿eh?
Aún con tono amable, la chica miro nuevamente a Bell. El chico la miro confundido, algo había pasado, la expresión amable de la chica se había vuelto un poco complicada y nerviosa.
--Mi amiga no quiere presentarse contigo, dice que la habías estado mirando mucho en el bar, cómo si te la estuvieras comiendo con los ojos...
--¿Eh?
Bell dejó salir una expresión incrédula.
Aunque eran mínimos, la chica se estaba alejando poco a poco de Bell. El chico se dió cuenta que había caído nuevamente en un malentendido que podría arruinar su vida, otra vez.
--¡E-Espera...!
Bell se levantó y dijo en tono desperado.
--B-Bueno, nuestra caravana saldrá pronto, así que deberíamos estar llendonos...
La chica dijo con un tono exagerado, cómo si estuviera dando una excusa mal actuada para escapar del lugar.
Justo en ese instante cuando Bell quería decir algo, pudo ver cómo el lindo rostro de la elfa se había asomado por sobre la espalda de la joven rosa, si expresión enojada lo miraba fijamente, cómo si fuera una basura. Sus ojos pentrerante color uva lo miraban como si le dijeran: "Muerete, pervertido hijo de puta".
Una flecha atravesó el corazón de Bell.
Al instante y sin perder el tiempo, Bell se lanzó al suelo y se arrodilló, era hora de salvar su reputación.
--¡¡Es un malentendido...!!
Con los ojos llorosos el niño grito. Ver como una de las razas que el adoraba lo miraba de esa manera, el chico lo único que pudo hacer fue tratar de resolver lo que estaba pasando.
Bajo la mirada asqueada de la niña elfa y la mirada confundía y sin nada de confianza de la chica de cabello rosa, Bell supo que esto no sería nada fácil.
X. X. X.
--Ya veo, así que fue eso lo que pasó.
Sentados sobre el suelo y con las espaldas apoyadas en una pared, la voz de la joven rosa fue la primera en romper el silencio. La mirada sin confianza ya había cambiado a una comprensiva y amable.
Después de haberle dado todo los detalles de lo sucedido en el bar, y después de haber intentado ser lo más convincente posible, la joven había logrado creerme. Ah, por cierto su nombre era Emma Flores.
En medio de la explicación ella me lo dijo, ya que no sabía cómo referirme a ella. Mentalmente la había empezado a llamar "Joven Rosa", pero sería muy grosero de mi parte decirle así a una persona que apenas había conocido hace unos 20 minutos.
--S-Si, lamento haber dado tal impresión.
Con nerviosismo volví a disculparme con Emma-san. Ella parecía haber sido convencida por mi historia, y después de haberle dicha la explicación, se disculpo conmigo por haber sospechado de mi, está chica era tan amable que derretía mi corazón.
Pero aunque haya convencido a Emma-san, la elfa llamada Primo-san aún me observaba con ojos sospechosos, cómo si estuviera viendo al posible pervertido que la atacaría tan pronto se de la vuelta.
Por supuesto, yo no haría nada eso, pero la elfa era desconfiada. No la culpo por eso, proteger su integridad era una buena decisión, pero aún así me dolía que una linda elfa desconfíe de mi. Al ser mi primera vez viendo una elfa, la había espantado completamente después de haber contemplado sus elegantes orejas.
Incluso ahora, mi mirada era robada por esas lindas orejas. No soy un pervertido ni nada de eso, solo que no puedo evitarlo, acabo de descubrir que mi tipo de mujer son las elfas. Claro...Si son mayor de edad, por supuesto.
--El caso ya está resuelto, así que te vuelvo a pedir una disculpa, Bell-san.
Emma-san me dijo con una expresión arrepentida. Rápidamente le dije que ya no era necesario disculparse, que yo era el que debía hacerlo por haberlas hecho pasar un rato. Aún así, ella queria seguir disculpándose, sentía que pronto entraríamos en un bucle, así que rápidamente intenté cambiar de tema.
--¿También vas a Orario?
Pregunté a Emma-san, era obvio que intentaba safarme de las disculpas mutuas, ella claramente se había dado cuenta de eso y me siguió el juego. Esta mujer es muy considerada.
--Si, voy para. Aunque nuestro viaje se retrasó un poco.
Cuando dijo la última frase, abrazo por los hombros a la pequeña elfa que se encontraba a su lado, la niña tembló cuando sientio el tacto de Emma, sus coletas amarillas se revolotearon suavemente junto con sus cuerpos.
--¿Están viajando juntas...?
Al ver la acción de Emma-san, supuse que ambas tomaban el mismo camino, pero era necesario preguntar, así podría confirmarlo.
--Si, aunque no desde el principio. Ambas nos encontramos hace 2 semanas, y después de ciertos sucesos acordamos viajar juntas.
No pude evitar sonreír ante lo que dijo. Durante su viaje había logrado formar una amistad al punto de viajar juntos. Además, ella dijo hace 2 semanas, así que haian tenido el tiempo suficiente para conocerse. Era una amistad formada en un viaje, dentro de mi sentí un poco de celos.
Yo también quería un amigo viajero...
Pude ver cómo la silenciosa elfa se sonrojo al escuchar lo dicho por Emma. Giro su cabeza a un lado y evitó mirar a la chica, toda una actitud infantil. Era muy linda.
--Parece que tú también vas allí, ¿no? ¿Quieres ser un <Aventurero>?
Emma me preguntó, sus ojos llenos de curiosidad penetraron los míos, mientras tanto yo quedé aturdido debido a su pregunta.
--¿S-Soy tan obvio?
Pregunté con nerviosismo. Que una chica me haya dicho eso directamente había hecho temblar mi ser. Era vergonzoso. ¿Realmente emanaba el aura de "Chico que quiere ser un <Aventurero>"?
--No, realmente solo lo supuse, la mayoría de hombres van allí para volverse eso. De hecho, incluso yo y Primo vamos para eso, convertirnos en <Aventureros>.
Lo que dijo me dejó en shock, está linda mujer y la niña elfa se estaban dirigiendo a Orario por la misma razón que yo, aunque debería haber sido obvio para mí, ya que en la cintura de Emma-san, había una espada corta, ¿o eso era una mediana? No sabia mucho de espadas.
Pronto mi cuerpo salio del shock de 2 segundos y se llenó de emoción al conocer a personas con el mismo sueño de yo.
--¡Eso es increíble!
No pude evitar dejar salir unas palabras de admiración hacia las chicas al lado mío. Con los ojos llenos de emoción miro repetidame a Emma-san y Primo-san.
--Si que te gustan los <Aventureros>, ¿eh?
--B-B-Bueno, si, un poco...
--Fufufufu.
Emma-san recalcó mis gustos con una sonrisa, no pude evitar sonrojarme por mi acción y afirmar lo que dijo, pude escuchar como una pequeña rosa había salido de elfa que no había dado ninguna palabra. Parecía que pronto podría haberse un poco más.
--Si digo realmente la verdad, ser una <Aventurera> es más como un objetivo secundario.
--¿Secundario?
Pregunté ante la sinceridad de Emma-san.
--Si, la razón principal fue es que vine a buscar a mi hermana, ser una <Aventurera> es más para solventar mis gastos, además que unirme a una <Familia> me da mucha ventajas para poder encontrarla.
--Ya veo...y que pasa con Primo-san, ¿También tiene como objetivo otra cosa no relacionada con ser un <Aventurero>?
Decidí llevar la conversación hacia la elfa. Tenía curiosidad sobre lo que dijo Emma-san, sobre lo de buscar a su hermana, pero cuando lo dijo pude notar un atisbo de tristeza en sus ojos, así que evite preguntar. Parecía que eso sería un tema fuerte que de seguro ella no querria contar.
Así que nuevamente intenté cambiar el rumbo de la conversación.
--Bueno, Primo-san quiere—
--Voy a ser la mejor maga del mundo.
Interrumpiendo a Emma-san, Primo dijo seriamente, su voz infantil no concordaba con la fuerza y convicción que lo había dicho, ella estaba completamente segura de lo que había dicho.
--Hay tienes tu respuesta, humano.
Aún con sus ojos con sospecha, me miró fijamente.
--Soy una elfa con una talento enorme, y pronto voy a convertirme en la mejor maga del mundo.
Cómo si estuviera dando una declaración hacia miles de personas, la elfa extendió la mano hacia el frente, mientras veía a la nada, una sonrisa llena de convicción estaba tallada en su rostro, Primo-san estaba decidida, me llene de un sentimiento de admiración profunda.
*Tap* *tap* tap*
Aplausos sonaron en el lugar. Era Emma-san y yo quienes aplaudían a la elfa después de haber dado su declaración.
--¡Sigue adelante, Primo! ¡Te estaré apoyando desde cerca!
--¡Eso es increíble, Primo-san!
--G-Gracias, jejejeje.
Emma-san y yo dimos nuestros ánimos a la niña elfa, quien solo agradeció el gesto y oculto su rostro sobre sus rodillas, parece que se había avergonzado un poco por nuestras acciones, aún así no pude evitar felicitar a la pequeña chica.
Los aplausos cesaron, y nuevamente el silencio había caído sobre nosostros. No sabía cuánto tiempo había pasado, pero estaba seguro que la medianoche ya había caído sobre nosotros.
--Es tu turno, Bell-san, ¿Tienes otra meta aparte de ser un <Aventurero>?
--No, ninguna.
--¿Eh? ¿No respondiste muy rápido?
--Y-Yo creo que fue velocidad normal.
Pronto estalle en nerviosismo despues de la pregunta de Emma-san. Ante las mujeres que había dejado salir sus mas profundas metas, era imposible que les pueda decir las mías.
Ante la noble chica que buscaba a su hermana y la elfa que tenía un objetivo demasiado grande, no podía decirle que hiba a Orario por un harem y un "Encuentro Predestinado". Sentía que en el momento que dijera eso, todo se caería a pedazos.
Asi que haciendo mi mayor esfuerzo intenté ocultar ese hecho. Yo era malo mientiendo, si ellas se daban cuenta de eso, y seguían presionando para que se los diga, pronto lo descubrírian. Eso sería desastroso para mí. Mi cuerpo no paraba de sudar y temblar.
--Tu estás ocultando algo...
La chica elfa, Primo-san, me miró fijamente, parecía como si estuviera mirando mi alma...¡Ella lo sabía!
Mi cuerpo tembloroso paso a ponerse blanco.
--¿Eso es cierto, Bell-san? ¿No quieres contarnos apesar de que nosotros te revelamos nuestra razón primordial?
Ahora Emma-san había empezado a sospechar, mi cuerpo se estaba poniendo blanco y mi estómago no para de removerse. ¡Por favor nesecito que alguien me saque de aquí ahora mismo! Si pudiera hacer un hoyo en la tierra y meter allí ya lo habría hecho hace tiempo, el sudor frío bajando de mi nuca hasta la espalda no me dejaba concentrarme.
Debia decir algo ahora mismo o ellas sospecharian de mi silencio. Hay van las mejores palabras para persuadir a las personas.
--¿¡Y-Y-Y-Yo no o-o-culto n-a-ada!?
Por favor, alguien mateme ahora mismo.
*Clank* Clank* *Clank*
Justo antes de que Emma-san y Primo-san dijeran algo, tres campanadas sonaron por todo el lugar, no era muy fuerte el sonido, parecía que no estaba hecha para despertar a los vecinos, sino como para dar un aviso a las personas cercanas.
--¡¿Eh?! ¡Esa es la señal! ¡Rápido, Primo, debemos de irnos!
--¡S-Si!
Al escuchar las campanadas, las chicas se levantaron del suelo, y tomaron sus cosas. Parecía que por lo que dijeron eso era un tipo de señal para algo.
--Bueno, este es el adios, Bell-san. Nuestra caravana ya está por salir, las campanadas son la señal que ya debemos abordar.
--¿Eh? Si, claro.
Aún un poco nervioso me levanté del suelo.
--Fue un gusto, me hubiese gustado haber conversado un poco más contigo.
--S-Si, igualmente me dirveti charlando con ustedes.
--¿Sabes? Me acerque a tí porque parecias solitario y triste, pero ahora pareces un poco más animado que antes. ¡Eso es bueno!
La chica me extendió la mano mientras decía unas palabras que pronto comprendí. Ella hablo conmigo porque estaba triste y solo, tal vez yo no me había dado cuenta de eso, pero ella si. Se acercó a mi para charlar y animarme un poco, lo cual lo había conseguido.
Mi corazón estaba latiendo fuerte en este momento, se sentía cálido.
Estreche su mano, ella la tomo y la apretó con fuerza, para luego soltarla e irse corriendo junto con la elfa, la cual también me extendía la mano en el aire para despedirse.
--...
Ahora solo yo quedaba en ese lugar.
Desde que me había ido de mi pueblo.
Desde que me había separado de mi hermana y había decidido dar un viaje largo, me había sentido tan solo y triste que a veces tenía ganas de llorar, pero debido a que siempre estaba con el conductor debía guardarme esas lágrimas, pero ahora ya no.
Esa chica había notado mi tristeza, y había hablado solo conmigo para consolarme, mis mejillas se sentían calientes. Sin ni siquiera pedir nada a cambio, ella solo intento sacarme del hoyo de dónde estaba metido.
Justo como un héroe.
Lágrimas caliente salieron de mis párpados, los cuales fueron rápidamente limpiados por mi manga de mi camisa. Empecé a caminar hacia el bar, el cual ahora se encontraba silencioso, mientras caminaba agradecí en lo profundo del corazón a Emma-san por haberme subido los ánimos.
Poco a poco llegué a la puerta, cuando estuve a punto de abrirla, solo pude pensar que Emma-san era realmente amable.
X. X. X.
--<El Distrito del Placer> es un lugar increíble.
Dije con los ojos llenos de luz.
--Asi es, muchacho, no olvides mi consejo y ve allí nada más te establescas en <Orario>
--¡Si, señor!
Asentí fuertemen ante lo dicho por el conductor. Ahora ya era de día, después se los sucesos de ayer, finalmente pudimos descansar y comenzar nuevamente nuestro viaje hacia Orario.
El conductor, quien tenía marcas de moretones por todos lados y unos cuantos rasguños por el rostro producto del disturbio ocurrido en el bar, me había empezado a hablar de cierto lugar en Orario.
<El Distrito del Placer> era un lugar ubicado en Orario, yo no sabía absolutamente nada de ese lugar, pero el conductor me dijo que debía ir hacia allí alguna vez, que si quería convertirme en un hombre debía visitar rápidamente ese lugar.
En sus propias palabras: "Puedes conseguir una buena noche allí, claro, tendrás que conseguir buen dinero". En teoría, debido a sus propias palabras, parecía un lugar donde podrías descansar apropiadamente.
Aunque intenté pedirle más información, simplemente me ignoro y dijo que yo debía ir a comprobarlo por mi mismo, aunque su tono era burlón, le crei, ya me había dado buenos consejos hasta ahora, así que confiaba en que este también sea bueno.
Cuando le dije que iría hacia allí, el hombre solo agito la cabeza y dijo que no era nada, y que pronto le agradecería por haberle dado ese consejo. Asentí ligeramente.
--...
El sol estaba a punto de llegar a su punto máximo, aún faltaba mucho para llegar al próximo pueblo, aunque palabras del conductor, si alecerabamos al 100% llegaríamos en un santiamén, pero eso solo sería un gran daño para los caballos y la carreta.
Aunque quería llegar lo más pronto posible Orario, comprendi que la velocidad a la que hibamos era completamente válida, si no queríamos quedar varados sin caballos y sin carreta, era mejor ir a pasó seguro.
--...
Nuevamente el silencio había llegado a este viaje. Sentado sobre la carreta, mientras abrazaba mis piernas, solo pude mirar el camino hacia donde nos diriamos, con la vista al frente, solo pude observar tierra y malezas por todo el lugar.
Los sonidos del galopeo de los caballos hacien eco en mis oídos, las ruedas de la carreta levantaban la tierra y daban sonidos incesantes, el viento que caía directo en mi cara era un poco agradable, no pude evitar sonreír ante este sentimiento de este viaje.
--...
Mire hacía el frente, recordé, ¿Que será de la vida mi hermana?
Ya había pasado un día y medio desde que me separé de ella, aún el dolor estaba presente en mi corazón, y cada vez que lo recordaba sentimientos de tristeza apuñalaban ser.
¿Estará bien? ¿Cómo le hiria en sus patrullas? ¿ Cómo se estará sientiendo ahora?
Las preguntas llenaron mi cabeza, nuevamente la angustia cayó sobre mi.
Ella estará, no hay que preocuparse por eso...
Me dije a mi mismo para intentar calmar los pensamientos de mi cabeza. Mi hermana era una persona fuerte, difícilmente algo malo le pasaría, y al saber eso, me tranquilize un poco.
--...
Entonces, ¿Cómo estarán Emma-san y Primo-san?
Me pregunte por las dos mujeres que conocí anoche, una linda chica de cabello rosa y elfa de cabellos rubios.
Apensar de haber comenzado con el pie derecho, un malentendido casi hizo que terminara siendo tachado como un pervertido, milagrosamente pude evitar esa situación.
Me preguntó si habrían llegado ya a su siguien destino, espero y estén bien. Creo ellas fueron las primeras amigas que hice, aunque no se llamarlas amigas, solo las conocí como por 30 minutos, pero parecía que nos llevábamos bien, ¿o tal vez era que mi sentido de urgencia por tener una amistad me estaba dañando? No lo sabía, pero en el fondo esperaba que esas mujeres me consideraran su amigo.
--¿...?
Justo cuando mis pensamientos estaban en pleno apogeo. Un sonido confuso salió de la boca del conductor, quien se había inclinado hacia adelante, cómo si estuviera intentando ver mejor adelante del camino.
Instintivamente mire igualmente lo que el conductor miraba. A lo lejos, una mancha negra podría verse, pronto se volvía más grande y más grande, para luego convertirse en una vista mucho más clara.
--¡Maldita sea, esos tipos vienen a demasiada velocidad!
El conductor dijo molesto.
--¡¿Whoa...?!
Frenado bruscamente, el conductor dirigio la carreta fuera del camino, haciendo que yo perdiera el equilibrio y dejara salir un sonido tonto.
Cuando salimos del camino, un sin de galopes y sonidos de carretas estaban resonando por la carretera. Cuando mire nuevamente la mancha negra, está ya se había vuelto en un sin fin de caballos quienes jalaban Caravanas enteras y carretas grandes. Todos de ellos iban a velocidad ridícula.
--¿Qué está pasando...?
El conductor pregunto, no sabía por qué de esta repentina aparición de muchas caravanas.
Un mal presentimiento había llegado a mi.
En un instante, cómo si estuvieran cortando el viento, las caravanas y carretas pasaron a nuestro lado a la velocidad del rayo, ni siquiera se detuvieron para mirar, solo pasaron si más.
Por un instante pude verlo, dentro de esos vehículos habían personas, de distintas razas, edades y géneros, aunque eran completamente diferentes en aspectos, todos parecían tener cosas en común.
Todos tenían heridas por el cuerpo, lo ropa manchada llena de un color rojo negro, lágrimas en sus ojos, y lo último, y fue lo que me hizo temblar hasta el mas mínimo músculo e hizo que mi mal presentimiento aumentara por cien.
Todos ellos tenían una mirada vacía y sin vida...
--¡¿Qué mierda hacen parados allí?! ¡Dense la vuelta y largense de aquí! ¡No sigan por este camino!
Una fuerte voz hizo que girará la cabeza hacia la fuente del sonido.
Era un hombre mayor, al parecer en sus 30 años, ojos castaños y cabello del mismo color, llevaba una armadura ya destruida pegada a su cuerpo, las heridas que tenía por sobre todo el cuerpo podían ser observadas de su ropa rasgada, este hombre tenía una mirada extremadamente asustada.
El caballo que montaba ya parecía cansado, pero aún así el no dejo de usarlo. Pero lo más distinto de ese hombre era el emblema que llevaba en su hombro derecho, un elefante con una máscara...
--¡Tu eres de la <Familia Ganesha>! ¡¿Qué demonios está sucediendo?!
Al escuchar el nombre de unas de las facciones más grandes de Orario, no pude evitar sentirme confundido, solo atiné a mirar al hombre con extremo nerviosismo.
--¡La <Familia Ganesha ya no existe más!
--¿Qué estás diciendo...?
--¡Solo date la vuelta y sigue las caravanas, no hay tiempo de explicaciones!
Con un tono de urgencia, el hombre nos instó a que sigamos a los vehículos, quienes ya se alejaban con una velocidad aterradora. El conductor parecía querer decir algo, pero antes de que sus labios formarán una palabra, me adelante y las dije yo.
--¡¡Espere, nosotros nos dirigimos a Orario!! ¡No podemos seguirlo!
Dije eso con fuerza, el extremo nerviosismo de mi cuerpo, no se estaba calmando, esto se sentía realmente mal, pero las palabras que diría el hombre perteneciente a la <Familia Ganesha> harían que todo se terminará de derrumbar para mí.
--Mocoso, eso ya no es posible.
Con una mirada triste el hombre dijo eso con tono bajo y deprimido.
--Orario ha caído, es el fin.
Con esas palabras el destino ya había sido sellado. Un viaje sin regreso había comenzado.
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(12k de palabras)
¿Qué tal...?
Aún estoy vivo. No sé si es bueno o es malo.
Cualquier error me gustaría que me lo mostraran para poder corregirlo.
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