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Capitulo 1 - Nuevo Mundo

Danmachi – Bell Cranel En Latinoamérica.

 

  ( Intro )



Capítulo 1 – Un Nuevo Mundo.

Mansión Chimenea.

Los primeros rayos del sol llegaban a la sede de la familia Hestia, por lo que en cuestión de segundos el reloj biológico de un chico Peli Blanco lo hizo despertarse.

Abriendo pesadamente los ojos Bell Cranel iniciaba un nuevo día en Orario, como de costumbre su familia tardaría un rato más en despertar de modo que le sobraba tiempo para realizar un entrenamiento matutino.

Levantándose de su cama preparaba su vestimenta, observando por la ventana de su cuarto una mañana pacifica, la ciudad de cierta manera parecía más tranquila de lo habitual, aunque podría ser cosa de su imaginación.

Terminando de colocarse sus prendas salía de su habitación y caminaba tranquilamente por los pasillos de la mansión, saliendo hacia el patio trasero comenzaba con un calentamiento dispuesto a dar todo de sí en este día.

Un par de horas Después.

Exhausto por su pequeña jornada matutina Bell se disponía a entrar a su hogar, realmente era tranquilo el día, de hecho, más de lo que podría considerar normal.

En lo que llevaba despierto noto un par de cosas que no parecían cuadrar con su rutina diaria, al menos hasta ahora.

Welf no parecía haber encendido su forja, por lo que tenía entendido hoy también estaría desde temprano trabajando en algunos armamentos para su próximo viaje al calabozo.

Tampoco había sido saludado por Haruhime, que para este punto le habría llevado algo de comida luego de haber acabado su entrenamiento.

Entrando a la Mansión, ya un poco extrañado, decidió buscar a su familia, pero solo agrando más las dudas que tenía en sí.

—Mmm, Que raro, no parece haber nadie más aquí—.

Habiendo Dado un recorrido en la Mansión noto que Lili no estaba en la sala administrando los recursos de la familia, Mikoto no parecía haber usado las aguas termales de su baño, tampoco haber preparado algo de comida ya que la cocina se hallaba vacía y por, sobre todo, lo más extraño, su Diosa no lo había recibido enérgicamente cuando ingreso a la sala.

—Espero que todavía estén dormidos—.

El Albino empezaba a preocuparse un poco, pero poniendo parte de sus esperanzas en que sus compañeros de familia estuvieran aun en sus dormitorios descansando caminaba directo al cuarto de sus amigos.

Estando ya delante de un cuarto, más específico el de Welf, tocaba la puerta llamando por su nombre al pelirrojo.

—Oye Welf, perdona si te despierto, pero… sé que sonara tonto, solo quería saber si estabas aquí—.

Después de unos momentos de no recibir respuesta alguna Bell insistió una segunda vez.

—¿Welf? —.

Aunque como respuesta solo recibió silencio, no quería ser irrespetuoso si su compañero se hallaba muy cansado como para no despertar, pero dada las circunstancias solo quería quitarse la duda de encima de forma que tomaba algo de valor para su siguiente acción.

—Con Permiso Welf, Voy a entrar—.

En un lento movimiento el Peli Blanco abría la puerta del cuarto de su amigo, llamándolo una vez más por su nombre.

—¿Welf?, ¿Estás Aquí? —.



Al adentrarse mejor noto que no había nadie en la habitación, de hecho, no parecía que hubiera dormido anoche en este lugar, todo se hallaba bien acomodado incluso su cama.

Ya un poco más preocupado, salida de la habitación de Welf yendo a la de las demás, repitiendo el mismo proceso un poco más rápido conforme iba de cuarto en cuarto, dando el mismo resultado, no había nadie en su hogar.

— (Mi mente esta algo alborotada, puede que hayan salido desde más temprano, puede que los encuentre en algún local de la ciudad) —.

Saliendo de la mansión se preparaba para dar un recorrido en busca de mi familia, esto sin duda era extraño y me preocupa un poco.

La cuidad parecía normal, las personas iniciaban su rutina no parecía haber nada fuera de lugar, pero en este punto el chico podría tener una pista del paradero de su familia en un sitio.

 

Sus pasos se apresuraban en el poco tiempo que le tomo llegar a la Anfitriona de la Fertilidad, dándose una grata sorpresa de que no solo estaba cerrado, sino que las camareras que serían Ryuu y Syr no se encontraban limpiando y preparando el lugar como harían comúnmente.

—(Tal vez es mucho más temprano de lo que pensaba) —.

Al no poder hallar pistas en el lugar caminaba en dirección del Gremio, de cierta manera ver a Eina e intentar platicarle la situación le podrían abrir la mente y pensar más en claro.

Al llegar al gremio y entrar miraba algo confundido a su alrededor, regularmente Eina estaría en su sitio de trabajo haciendo algún tipo de papeleo y al verlo lo saludaría o en caso ella este de mal humor lo pondría a estudiar pesadamente con respecto al Dungueon.

Pero nada, no parecía estar ahí, de hecho, la falta de recepcionistas era evidente ya que los pocos aventureros que llegaban no podían ser atendidos de manera rápida.

No queriendo molestar y complicar más el trabajo de los ya pocos trabajadores del gremio, el Albino se retiraba con bastantes dudas en su cabeza.

Decidiendo regresar a su hogar, para de esta manera comprobar si su familia había vuelto, Bell caminaba muy extrañado de la situación, Primero su Familia, luego las camareras de la Anfitriona de la Fertilidad y ahora Eina, tal vez sea su imaginación, pero tenía un mal presentimiento acerca de esto.

A mitad de su andar paro en seco, parecía haber escuchado algo dentro de un callejón, un sonido un tanto peculiar, juraría que era la primera vez que escuchaba algo así, por lo que, sin rodeos, fue a averiguar de qué se trataba.

Por lo que veía era un callejón sin salida, pero sin duda el sonido provenía de aquí, se adentró hasta el final del lugar, pero nada…

No encontraba la fuente del sonido, eso o tal vez ya estaba alucinando.

 

—¿Qué estoy haciendo?, aquí no hay nada, será mejor que regrese a casa—.

 

Dispuesto a dar media vuelta y retirarse se vio gratamente sorprendido al ver que todo el callejón empezó a brillar con una poderosa luz cegadora, esta misma se estaba extendiendo por todo el lugar como si lo absorbiera, el piso poco a poco parecía acabarse y el cielo a su alrededor desaparecer, su miedo crecía más y más conforme se quedaba acorralado.

Y en un momento desesperado ya no hubo nada, sentía como el piso había desaparecido, cerró los ojos debido a la deslumbrante luz que lo rodeaba cuando…

Parecía que solo podida ver una imagen congelada de una montaña con casas a su alrededor mientras sonaba una extraña, ¿Musica?

 

Y

PAM.

Había caído de boca al piso, pero el suelo era diferente, no era uno de piedra en el que cayo y antes estaba parado, sino que se encontraba en un suelo de pasto, lo raro es que había jurado no haber visto ningún tipo de pasto cuando ingreso al callejón.

Alzando su vista y recomponiéndose rápidamente observaba el lugar, parecía ser un pequeño bosque, pero con la grata sorpresa de que era de noche y no estaba en Orario, esto lo hizo quedarse aterrorizado, hace un par de horas había amanecido, aunque la vista que tenía no podía engañarlo, estaba oscuro casi como si el día hubiera terminado cosa que no tendría ningún sentido.

Dando un vistazo a su alrededor lograba ver unas cuantas luces al fondo, donde sea que se encontrara era mejor ir a la ciudad o pueblo para hallar respuestas de donde esta y si es posible como llego aquí.

Notando un peso extra, se daba cuenta de que cargaba con una mochila

—¿Traía una mochila conmigo? —.

Sus pensamientos fueron dejados de lado, cualquier pista que pudiera tener ahora conforme a su paradero le servía.

Abriéndola y revisando su contenido, divisaba su Daga, cosa que lo relajo un poco, también tenía algo de comida y bebida sin embargo también tenía una especie de papeles de colores con números escritos, y lo que era una hoja enrollada.

Teniendo ciertas dudas lo habría solo para darse cuenta de que era un Mapa, uno bastante peculiar, al observarlo noto que de hecho era muy chico ya que abarcaba una zona muy pequeña pese al extenso tamaño del mapa y en su centro había una flecha de color rojo que apuntaba al frente.

—¿Qué clase de mapa es este?, ¿siquiera esto me muestra donde estoy? —.

Resignándose giraba su cabeza un poco, al hacerlo de reojo observo que la flecha se movía.

—¿eh? —.

Aunque le sorprendió de cierta manera entendió que el mapa tenía cierto parecido al que usaron en la calle dédalo cuando tuvo que ayudar a escapar a los Xenos.

—Supongo que la flecha soy yo de manera que esto me indica donde estoy, de igual forma no me sirve si no abarca nada de zona a mi alrededor—.

Al querer tener algo más de información tocaba el mapa, lo que inesperadamente lo amplio.

—Wow, esto está mucho mejor, pero no entiendo, que clase de lugares son estos—.

En el mapa observaba que el bosque donde estaba no era muy grande, pero a su alrededor había una ciudad, esto le serviría de mucho ya que se percató que podía mover la vista del mapa si lo desplazaba con su mano, aun así, el mapa le mostraba una amplia zona más allá de esta, pero por alguna razón se encontraba en un color gris y no lograba ver que se hallaba en esos lugares.

Algo que llamo su atención, fuera de las extrañas estructuras de las calles, fue que en la ciudad que tenía enfrente, un tanto alejado de su posición había una casa que tenía las letras (ET), marcadas dentro del lugar, no parecía tener mucho sentido, pero era lo único que tenía hasta ahora, debería llegar sin problemas ya que tenía el mapa.

 



Decidido inspeccionar la anomalía que tenía el mapa empezando a caminar fuera del pequeño bosque rumbo a la casa.


( Acompañamiento Musical )


 


 

Al momento de salir se llevó una gran impresión, no de hecho, eso era algo que no podría describir con palabras, el lugar donde se encontraba era diferente, inclusive más de lo que uno esperaría, no podía sentir ni una pizca de familiaridad, es más, notaba muchas cosas que no tenían sentido, la conversación de las personas a su alrededor, los letreros de los negocios todo estaba en un idioma que nunca había visto, pero que de manera inexplicable entendía.

De mismo modo veía cosas que para el eran nuevas, unos eran como carruajes pero que avanzaban solos, los pocos faros a su alrededor no parecían tener ningún tipo de piedra mágica, había una especie de espejos que mostraban personas comiendo o bebiendo algo, y muy de vez en cuando veía personas pasar con una especie de caja que emitía luz como los otros espejos, pero la gente parecía hablarles teniéndolos pegados en su oreja.

 




Empezó a caminar lentamente, analizando todo lo que podía para intentar entenderlo, el ambiente era por mucho más diferente, el ruido de lo que parecían ser pequeñas explosiones a lo lejos, constantes ladridos de perros, maullidos de gatos, gritos de discusiones dentro de las casas, de lo más impactante que vio vino después de un estruendo raro en el cielo, lo que lo llevo a voltear hacia arriba, viendo una estructura rara como un pájaro enorme con alas extendidas que sobrevolaba el lugar perdiéndose en la lejanía.

No podía creer lo que miraba, lo que, es más, en su pequeño y despacio andar alcanzo a ver que dos personas le quitaban una de esas pequeñas cajitas una pareja apuntándoles con un objeto raro de color negro, acto seguido subían en una especie de pequeño carruaje de dos ruedas y se iban, debido a la impresión que seguía teniendo no pudo hacer más que quedarse parado y ver todo eso.

Una cosa más que no llegaba a entender era las prendas que usaban todos, eran de una gran variedad que él nunca había visto.

—Disculpe, ¿sabe en donde me encuentro?, ¿puede decirme si Orario queda lejos de aquí? —.

Armándose de valor y dejando su impresión para después, le dirigía la palabra a un hombre de mediana edad que pasaba por su camino.

—¿Qué?, bueno, no pareces ser de aquí niño, tal vez ya lo sabes, pero si no, estás en México, no sé qué hagas acá, este país y en si toda Latinoamérica no son para que andes solo, y la verdad no sé dónde quede ese Orario, esa calle no me suena, pero ve con ese policía tal vez él sepa la dirección—.

De manera inesperada parecía que el hombre entendía lo que Bell le decía, pese a hablar de distinta forma, pero el hombre le había señalado en dirección de un sujeto un poco gordo con una extraña vestimenta que lo hacían verse aún más relleno del estómago, aunque no estaba solo, a su lado otros tres hombres con la misma descripción comían una extraña carne envuelta en un tipo de pan plano y encimado una variedad de verduras.

Aunque no era relevante lo demás, agradeció al tipo que le hablo e hizo lo que le dijo, yendo a preguntarles.

—Emm, Disculpen, ¿saben de casualidad si Orario queda muy lejos de aquí? —

Los hombres al verlo, escuchando la petición del niño, hicieron lo que seguramente haría una persona en su posición.

Minutos después…

Bell se hallaba arriba de uno de esos extraños carruajes, esposado de las manos, no sabía la razón por la cual lo estaban arrestando, recordó que les hizo la pregunta, acto seguido los tenia encima, sometiéndolo contra el piso.

Podía oírlos hablarle a una caja pequeña de color negro pegadas en sus camisas, no entendiendo mucho de lo que decían.

—Aquí Gonzales, hemos agarrado a un niño güero por intento de robo y posesión de drogas, lo llevaremos a la estación para que lo retengan—.

 

Lo que había dicho, “el policía”, según tenía entendido que se llamaba, le estaba hablando a alguien más a través del aparato, esa cajita era como el Occulus de Fels ahora que lo pensaba.

Aun así, no terminaba de entender, ¿acaso dijo que les intento robar?, ¿poseer Drogas?, ¿Güero?, Ni siquiera me revisaron a mi o a mi mochila. Eran parte de los pensamientos de Bell que se encontraba sentado arriba de la maquina con ruedas.

Unos momentos después de estar esperando todos los policías se habían subido a la máquina y esta comenzaba su movimiento, todo esto aun con Bell que miraba confundido todo a su alrededor.

Su viaje parecía ser algo largo, pero de igual forma entendía o más bien, presentía que si intentaba protestar acerca de sus derechos los hombres lo golpearían por lo que todo el tiempo guardo silencio.

Llegado a un punto avanzado del recorrido notaba como si dentro del carruaje metálico dos de los hombres se gritaran por alguna razón.

—Ey cabrones, nos retrasamos más de la cuenta, el partido de la selección no tarda en empezar, si llevamos al güero a la estación nos lo perderemos—.

Uno de los que iba dentro asomo la cabeza y se dirigió a sus compañeros, quienes se miraron entre sí, parecían estar de acuerdo en que no valía la pena desperdiciar mas el tiempo en el niño.

—No te detengas, debemos ir por las botanas y cervezas—-.

Lo que estaba por hacer era lo más responsable según el criterio de los policías, dejarlo ir, pero de una manera un tanto peculiar.

—¿eh? —.

Fueron las pocas palabras que pudo pronunciar el Albino antes de que uno de los hombres de pie a un costado suyo le quitara las esposas, lo tomara por el hombro y lo arrojara del “transporte” aun en movimiento.

Para su suerte había aterrizado en pasto, reduciendo considerablemente el daño de la caída.

Para este punto se percató de que su fuerza de nivel 4 parecía no estar presente, como si no tuviera falna, casi como cuando llego a Orario.

—Auch, ¿Pero qué demonios está pasando? ¿Qué clase de sitio es este? —.

Sentándose para estar más cómodo abrió su mochila y ver el mapa intentando averiguar hasta donde lo habrán llevado.

Al abrirlo y ver detalladamente noto que la casa con las siglas (ET) estaba doblando unas cuantas calles de su posición.

Tal vez no todo había sido en vano, aprovecharía el momento yendo a la ubicación que le indicaba el mapa.

 

 —Aqui vamos otra vez—.


Su caminata era en extremo calmada en comparación de lo que paso durante el día, por suerte solo tenía unos raspones a consecuencia de su pequeña caída.

 

Bell estaba en un debate mental acerca de lo que lo llevo a este lugar, incluso consideraba que fuera un mundo distinto al suyo por el cual llego por una extraña fuerza anormal.

Saliendo de sus pensamientos por fin se topaba de cara con la casa exacta, su apariencia era algo demacrada y que alguien la estuviera habitando le resultaba algo imposible, pero su deber estaba en hallar un tipo de información del lugar o de como llego e irse de aquí.

¿Qué es lo que encontrara dentro de la casa?

¿Sabrá que en este lugar no puedes llevar una mochila así tan tarde por la noche?

 

¿Qué significan las siglas (ET)?

 

¿Qué le deparara a partir de ahora?

Averígualo en el Próximo capítulo de….

Bell en Latinoamérica.

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Nota:

Si tienen alguna sugerencia (ejemplo: idea de las cosas que debe vivir Bell en Latam) diganlas para tomarlas en cuenta.

Esta idea es Sacada de un grupo de Discord de Deynan.

Y si.

Esto esta bien fumado, no intentes buscarle el sentido, solo divierte en como ira avanzando el fic.

Espero les guste y Nos vemos hasta la próxima.

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